es muy buscada para diversos objetos, algunos de gran precio, por

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DIVISIÓN PRIMERA.
es muy buscada para diversos objetos, algunos de gran
precio, por ebanistas y torneros por lo bien que puede
pulimentarse. En construcción apenas puede emplearse
por las pequeñas dimensiones que, en longitud sobre
todo, presentan generalmente los troncos que aun se
hallan en los montes; pero antes sin duda se ha empleado, según el testimonio del viajero y botánico Clusius; en su Rariorum stirpium per Ilispanias observat.
Historia (Antuerpia. 1676), pág. 102, cap. de Oxycedro, dice: «Nusquam autem majorem vidisse memini,
^quam supra Segoviam et Guadarrama, itinere Madri•atiano, ubi magnarum arborum interdum altitudinem
»(equant, trunco humani corporis crassitie, ex quo, uti
»eí ex trunco Iuniperi, qua simul cum isto mixtim eadem
y>altitudine crescit, cedium trabes et contignationes incolce
vfaciunt.» De la altura indicada por Clusio quizá no
existan ya enebros ni sabinas en España, pero un grueso mayor aun que el que él cita, presenta la sabina
albar (I. thurifera) en muchos de sus troncos, estimados sobre todos, incluso el de la encina, por su larga
duración y por su extremada resistencia á los cambios
y fuertes alternativas de temperatura y de humedad y
sequía, para los árboles ó ejes verticales de las norias,
tan numerosas aun en diversas provincias (Cuenca,
Albacete, Ciudad-Real, Toledo, Madrid, etc.)
Son bastante conocidos otros varios aprovechamientos
de las especies de este género: todas ellas proporcionan
excelente combustible; la madera de algunas (/. oxycedrus principalmente) es la empleada con preferencia en
los lapiceros; los frutos, que pueden servir y sirven de
alimento al ganado en el invierno, son buscados para
la preparación de diversos aguardientes (Ginebra, Bobrowitschka, etc.), muy estimados de las gentes del
Norte y de los marinos, como antiescorbúticos; la miera, aplicada como vermífugo para curar la roña del ganado, se extrae del enebroé, que da nombre (I. oxycedrus).
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