El borrego cimarrón: Una especie amenazada por la ignorancia del hombre Marı́a del Carmen Navarro Maldonado y Demetrio Alonso Ambrı́z Garcı́a. Depto. de Biologı́a de la Reproducción. UAM-I. carmennavarro2006@yahoo.com.mx tañas en ese difı́cil ambiente semiárido. Según la tradición seri, el cimarrón era “soporte de la bóveda celeste con su fuerte cornamenta”. Recibido: 19 de mayo de 2008 Aceptado: 07 de agosto de 2008 Resumen El borrego cimarrón es con mucho una especie emblemática de nuestro paı́s. Su presencia en la tradición de los seris al norte del territorio nacional como soporte del marco celeste y de las estrellas, apuntala su estatus mı́stico y enigmático. Su talla, porte y conducta es resultado de la adaptación a condiciones ambientales complejas y, aunado a la bella cornamenta de los machos, han hecho del cimarrón una pieza de caza “altamente selecta” por la cual se pagan cuotas muy elevadas. El soporte cientı́fico– tecnológico para su aprovechamiento cinegético sustentable es insuficiente y mientras esto ocurre, los investigadores involucrados enfrentan problemas para acceder a él y a su entorno, con el fin de conocerlo mejor y proponer alternativas de conservación y aprovechamiento. Afecta también el deseo personal de algunos investigadores afanados por obtener prestigio y reconocimiento a través de sus trabajos en esta especie. Ası́, los resultados de las investigaciones al respecto suelen ser escuetos, desarticulados e insuficientes, y mientras tanto en el horizonte otro cazador sigue pagando a los propietarios de predios donde habita el cimarrón, grandes sumas de dinero llevándose por presea la cabeza de un individuo cuyo impacto biológico y de sobrevivencia desconocemos. En este trabajo analizamos algunos aspectos de la problemática que enfrenta esta especie, ası́ como sus propuestas de solución. El lugar de origen de este borrego es Eurasia y llegó al continente americano en el Pleistoceno, a través de las grandes masas de hielo de la glaciación. Se adaptó y derivó en 7 subespecies en el Noreste del continente americano, distribuyéndose naturalmente en regiones de Canadá, Estados Unidos y México (Figura 1). Existen pinturas rupestres que dan evidencia de su existencia en Baja California. Para los seris, el borrego cimarrón o como ellos le llaman: mojet, tison o ziix hast iti quiih; desde tiempos ancestrales ha sido un animal clave en su mitologı́a, cosmovisión y aprovechamiento para beneficio social, utilizando diferentes productos y subproductos, con un religioso respeto por su vida y sus despojos (Figura 2). Existen incluso evidencias (restos óseos) de la presencia de estos animales en Tenochtitlan, lo cual supone que existió un intercambio de productos de muy alto valor entre pobladores del centro y norte de nuestro paı́s. Situación actual Tomando este sentido anecdótico de “vuelta a la libertad”, es que el hombre ha perseguido a este borrego desde hace ya muchos años, no solo la cultura seri, sino también el hombre de otras culturas urbanas, que con afán de obtener las vistosas cornamentas de los machos adultos, ha llegado a hacer de ellas un “trofeo” de cacerı́a, para el cual se ha desarrollado un sistema de calificación a través del puntaje logrado por las medidas anatómicas de los cuernos, de manera que el animal es ası́ sacrificado en aras de lograr el “mejor puntaje” (Figuras 3 y 4). Introducción El apelativo de “cimarrón” fue dado a esta especie cuando se observó en libertad por los pobladores que llegaron a la Penı́nsula de Baja California. Ellos creı́an que el borrego doméstico luego de una vida dependiente del ser humano, habı́a recobrado su libertad, colonizando las cimas de las mon- Los cazadores han tenido principalmente dos lı́neas de acción. Una de ellas seguida por personas res16 El borrego cimarrón. . . Marı́a del Carmen Navarro y Demetrio A. Ambrı́z. 17 Figura 1. Esquema con las cordilleras de Norte América que muestra las latitudes en donde habitan las diversas especies y subespecies de borrego cimarrón. Tomado de la página: http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/biblioteca/borrego/index.htm. Figura 3. Cacerı́a del borrego cimarrón. Foto tomada de la página: www.xpediciones.com/norteamerica.htm Figura 2. Borregos cimarrones adultos. Foto tomada de la página: www.informavit.infonavit.org.mx/IMG/jpg/ Borrego Cimarron ponsables y disciplinadas que atienden a las disposiciones oficiales en relación a la normatividad para la actividad cinegética en México, comprando los permisos de cacerı́a respectivos, que se subastan en ciudades de los Estados Unidos de América (EUA) fronterizas con el norte de nuestro paı́s. El interés y posibilidad de este grupo ha llevado a que un permiso para cazar un ejemplar macho adulto, alcance en subasta la cifra record de 300,000 dóla- res (¡más de 3 millones de pesos!). Otra lı́nea de acción la forman los cazadores furtivos, aquellos que no tienen respeto o conocimiento de la normatividad, ni del estado de sobrevivencia de esta especie. Este clandestinaje pone en serio riesgo a la especie, lo cual se agrava por la reducida protección que brindan las autoridades de los tres niveles de gobierno y a los vacı́os en los programas de conservación y aprovechamiento. Por otro lado, la distribución geográfica histórica del cimarrón comprendı́a desde el sur de la Columbia Británica y suroeste de Alberta, Canadá. En México habitaba en forma libre en los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora, Baja California Norte y Baja California Sur (Figura 5). 18 ContactoS 69, 16–22 (2008) ta el sur de California de los EUA y; (Ovis canadensis weemsi) distribuida en toda la mitad sur de la penı́nsula de Baja California, en las Sierras de Giganta y San Francisco (Figura 6). Figura 4. Cacerı́a del borrego cimarrón. Foto tomada de: www.campfire.com.mx/. . . /Borrego/index.html Figura 5. Distribución geográfica histórica del borrego cimarrón. Anteriormente su distribución era desde el sur de la Columbia Británica y suroeste de Alberta, Canadá. En México habitaba en los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora, Baja California Norte y Baja California Sur. Tomado de la página: http://www.semarnat.gob.mx/estados/chihuahua/ temas/recursosnaturales/Paginas/borrego.aspx. Actualmente las poblaciones del borrego cimarrón se encuentran extirpadas en varias áreas de su histórica distribución natural, ası́, en nuestro paı́s, ya solo se localizan poblaciones en libertad en Baja California Norte, Baja California Sur y Sonora, mientras que en Chihuahua y Coahuila únicamente se encuentran en criaderos. De las 7 subespecies conocidas de cimarrón, una está extinta (Ovis canadensis audoboni) y tres ocurren en nuestro paı́s: (Ovis canadensis mexicana) en Chihuahua, Coahuila y Sonora (también en Arizona, Nuevo México y Texas, EUA); (Ovis canadensis cremobates) en Baja California Norte y en el tercio superior de la penı́nsula de Baja California Sur, desde el sur de la Bahı́a de los Ángeles hacia el norte, por la cadena montañosa bajacaliforniana, has- Figura 6. La subespecie O.c. cremnobates vive desde el sur de la Bahı́a de los Ángeles hacia el norte, por la cadena montañosa bajacaliforniana, hasta el sur de California de los EUA. La subespecie O.c. weemsi actualmente se encuentra en las Sierras de Giganta y San Francisco Tomado de la página: http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/biblioteca/ borrego/contenido/parte2.html Se ha estimado que la superficie total en la que se distribuye el borrego cimarrón en el Estado de Baja California es de 10,875 km2 a 34,000 km2 . Los registros más norteños de la subespecie O.c. weemsi se han obtenido en las cercanı́as de Bahı́a de Los Angeles y los registros más sureños de O.c. cremnobates se obtuvieron en el lı́mite con Baja California Sur. De estas tres subespecies, y de acuerdo con la Lista Roja de Especies Amenazadas (The IUCN Red List of Threatened Species), O.c. weemsi está en el estatus de especie crı́ticamente en peligro de extinción, mientras que O.c. cremnobates está en peli- El borrego cimarrón. . . Marı́a del Carmen Navarro y Demetrio A. Ambrı́z. gro de extinción y O.c. mexicana está en estatus de vulnerable. La población de borrego cimarrón ha disminuido considerablemente desde 1920 y virtualmente se eliminó a finales de la década de 1990, debido al desarrollo urbano, la recreación humana, y los cambios en las condiciones del hábitat especialmente por incendios. Su área de distribución actual corresponde a un 30 % de la históricamente conocida. Las razones de la reducción son la cacerı́a furtiva, y la alteración de su hábitat (http://mx.geocities.com/animales en peligro extin cion/borregocimarron.htm). A pesar de esta situación, es evidente el estudio reducido de estas poblaciones animales en nuestro paı́s, ası́ como el escaso interés para conservar la biodiversidad y el mı́nimo presupuesto gubernamental para la protección de áreas naturales. También hay evidencia de la concesión de permisos de cacerı́a, no necesariamente por subasta sino por “cortesı́a” de altos funcionarios públicos, denotando arbitrariedad y prevalencia de intereses personales o sectoriales por sobre una auténtica conservación y aprovechamiento de la especie. Es importante mencionar que todo esto ocurre a pesar de existir la normatividad que declara que esta especie está sujeta a protección especial (NOM059-ECOL-2001). Pareciera ser, metafóricamente, que el cimarrón busca insistentemente alcanzar las cumbres elevadas, tratando de re-incorporarse a la mı́stica malla estelar, alejándose del hombre, sin lograrlo y cuando tiene el infortunio de ser un macho adulto en plenitud de aptitudes, ser cotizado en una subasta para más tarde convertirse en un trofeo. Ante lo evidente de esta problemática, las autoridades mexicanas decidieron decretar periodos de veda a la cacerı́a del borrego cimarrón, el primero de ellos fue a principios del siglo XX. Esto, contrario a la esperada recuperación de las poblaciones, agravó la situación porque los cazadores furtivos proliferaron sin control. Actualmente los nativos de las regiones donde vive el cimarrón, debido a su estado económico precario, inconscientemente coadyuvan a esos intereses a cambio de una paga (5,000 pesos) guiando a los cazadores furtivos hasta los parajes donde se encuentra el cimarrón. Aunado a lo anterior, es necesario reconocer que desafortunadamente en nuestro paı́s llega a ocurrir un 19 comportamiento sui generis entre algunos investigadores, que quizá en un principio con sana intención busquen evitar la extinción de ésta y otras especies de fauna silvestre, pero que a veces esta intención positiva se torna en una ambición negativa y poco a poco van dejándose atrapar por la aparente fama y la ganancia económica que esto les pueda reportar. Esto motiva que los esfuerzos colectivos se vuelvan cada vez más aislados, escuetos y en ocasiones repetitivos, retrasando el avance en la investigación y por ende la posible solución al problema. Finalmente, ya que la especie tiene una distribución natural que coincide con las rutas de movilización de droga por helicópteros y avionetas entre nuestro paı́s y el vecino del norte, la presencia de los investigadores y conservacionistas representa un riesgo. La conciencia para evitar un mayor daño a los ecosistemas del planeta ha impulsado al establecimiento de programas y convenios de colaboración entre instituciones y productores cinegéticos, con la finalidad de profundizar en el conocimiento de la biologı́a y ecologı́a de las diversas subespecies de cimarrón, y generar estrategias encaminadas a su preservación. La información generada de esta especie estriba principalmente en estudios poblacionales, anatómicos y sanitarios (Bleich y cols. 1990; Boyce y cols. 1991; Callan y cols. 1991; Clark y cols. 1993; Jessup y cols. 1993; Norrix 1995; Hoefs y Bunch 2001; Noon y cols. 2002; Guerrero y cols. 2003; Martı́nez y Ayala 2005; McKinney y Delgadillo 2006). Ha habido intentos por asistir la reproducción del cimarrón, pero aún no existen resultados que sustenten ampliamente estas acciones (Centro Ecológico de Sonora, 2007). En Italia se obtuvo un cordero muflón (Ovis orientalis musimon) mediante clonación por transferencia nuclear (Loi y cols. 2001) y en Estados Unidos se hicieron intentos por reproducir borregos cimarrones utilizando la misma biotecnologı́a (Williams y cols. 2006). Propuestas Es urgente evitar un mayor deterioro a los ecosistemas de nuestro paı́s, conjuntando esfuerzos y generando más programas y convenios que aumenten el conocimiento y mejoren la reproducción de esta especie, y en donde se apliquen biotecnologı́as para, por ejemplo, formar bancos de germoplasma, ya 20 que si bien de manera natural la reproducción del cimarrón no parece tener problemas, por sı́ misma es insuficiente para compensar las pérdidas por las alteraciones al hábitat y la cacerı́a. Por otro lado, en nuestro paı́s existen extensiones de tierra como Sierra El Álamo, en Sonora, que son puestas en venta a particulares por ejidatarios y comuneros. Estas tierras son atractivas por su gran potencial cinegético, ya que cuentan con especies de fauna silvestre tales como el borrego cimarrón, el venado bura del desierto, el venado cola blanca, el jabalı́ y el coyote, entre otras. Con un manejo intensivo y sustentable de la fauna nativa, en regiones como ésta, podrı́an implementarse sistemas de aprovechamiento cuyo manejo dependerı́a de profesionales que indiquen cómo mejorar el hábitat y la crianza de dichas especies. Por ejemplo, en Sonora, actualmente existen unidades de manejo y aprovechamiento (UMAS) intensivas que venden pies de crı́a de borrego cimarrón (O.c. mexicana), venado bura (Odocoileus hemionus eremicus) y venado cola blanca (O. virginianus couesi), sin ser esto un perjuicio adicional de las poblaciones silvestres. Si más instancias gubernamentales e Instituciones de Educación Superior, se comprometieran formando equipos multidisciplinarios para trabajar en la creación de programas al rescate de esta especie, sin dejarse llevar por la absurda competencia de ser los primeros en obtener algún resultado, podrı́an adquirir predios como el señalado, para llevar a cabo investigación de frontera y sistemas de manejo que reduzcan efectivamente el riesgo de extinción que actualmente enfrenta el borrego cimarrón. Aportes cientificos Las Instituciones de Educación Superior, han sido un factor determinante en el aporte del conocimiento sobre la especie. En 1996 la Universidad Autónoma de Baja California, creó el Programa de Investigación sobre Biologı́a y Ecologı́a del Borrego Cimarrón, con el objetivo de hacer estudios básicos y en su caso, el aprovechamiento de la especie de manera sustentable. Sin embargo, no pueden desligarse del gran interés de terceros por esta especie: la cacerı́a y la derrama económica de la misma. Ası́, estudios realizados principalmente por tesistas, han usado materiales obtenidos de las cacerı́as para analizar el contenido ruminal y conocer acerca de la dieta, y para comparar suturas craneales que permitan evidenciar las diferencias entre subespecies, pa- ContactoS 69, 16–22 (2008) ra identificar ecto y endo parásitos, determinar las áreas preferentes de distribución de la especie y su relación con el paisaje y la orografı́a. En colaboración con la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa, actualmente llevan a cabo estudios no invasivos encaminados a la determinación de hormonas sexuales en excretas, para conocer la(s) época(s) de receptividad y gestación de las hembras. Otros estudios se realizan para determinar la proporción de machos y hembras, otros más para determinar niveles de estrés. Con ejemplares vivos y en combinación a estudios de telemetrı́a, se conocieron distintos parámetros de salud a partir de análisis clı́nicos tales como: quı́mica sanguı́nea, detección de presencia de anticuerpos contra enfermedades zoonóticas, y bacterias presentes. Finalmente, estudios sobre su ecologı́a han proporcionado información sobre su distribución y preferencias del hábitat. Por su parte, el estado de Sonora contribuye con la operación de ranchos cinegéticos y de ecoturismo, ası́ como con la reintroducción de la especie en otros estados de la República y, finalmente, la Universidad Nacional Autónoma de México hace años llevó a cabo un estudio para evaluar algunos parámetros reproductivos de la especie en cautiverio. Reintroducción La conservación de la especie en aras de que sus poblaciones vuelvan a tomar el lugar que les corresponde, debe considerar que el ecosistema ha sido modificado, que los depredadores, cazadores furtivos y otras presiones antrópicas la amenazan constantemente aunado al reducido apoyo del gobierno para hacer respetar la especie y las áreas que ocupa. La experiencia reciente (2004) del traslado de 36 borregos cimarrones de la reserva El Yaqui y Punta Sirios en Sonora, a la Sierra Maderas del Carmen en Coahuila donde fueron liberados, ha tenido deficiencias ya que a pesar de la cercanı́a del traslado, cuidados y monitoreo de la población, el número de los individuos no ha aumentado. Ası́ también en el estado de Coahuila, en el 2000 y 2002 se introdujeron 48 animales procedentes de Sonora hacia el criadero “Pilares”, el cual cuenta con 5,000 hectáreas, cercos eléctricos y pozas para disposición de agua aún en zonas elevadas. En 2006 la población estimada fue de 150 animales. Aquı́ las poblaciones tuvieron mejores condiciones para su desarrollo, sin embargo, también se precisa de estudios de dinámica de poblaciones que permitan la renovación sistemática de los machos, además de que El borrego cimarrón. . . Marı́a del Carmen Navarro y Demetrio A. Ambrı́z. éstos son extraı́dos por los cazadores, desconociéndose el papel de los machos subordinados en el aporte genómico de la población. Conclusión Es evidente que el ser humano debe hacer acopio de toda su consciencia, si no quiere verse a futuro solo, sin especies animales o vegetales con las cuales compartir su vida, e incluso verse al borde de su propia extinción. Necesitamos tomar consciencia de las consecuencias de nuestros actos sobre el planeta y ası́ evitar más desgracias de las que ya vemos tangibles en muchas regiones del mundo, y a las que solemos llamar “desastres naturales”. Es tiempo de reconocer que la ambición y la ignorancia, aunado a la vieja creencia de que lo que le sucede a nuestro planeta es mero capricho de la naturaleza, son lo que la ha afectado de manera determinante. Hemos olvidado que estamos ı́ntimamente relacionados con todo organismo vivo en el planeta. Que los seres que llamamos “inferiores” (plantas y animales), tienen un propósito pleno que justifica su existencia. Que parte de ese propósito es entregarnos lo mejor de sı́ mismos para “nuestro beneficio”, y que nuestra obligación y responsabilidad a cambio de esto, es “respetarlos y preservarlos”. Convendrı́a instruir a los cazadores acerca de verdades universales tales como: “Lo que le haces a tu prójimo, te lo haces a ti mismo”, antes de verlos tirar del gatillo para acabar con la vida de un ser del que tristemente no aprovecharán la carne, sino tan solo se llevarán su cabeza para beneplácito propio y el de otros igualmente inconscientes de las consecuencias de este “deporte”. Toda esa millonada de pesos que se gasta para cazar no solo esta especie sino otras más, bien podrı́a ser invertida por los cazadores para evitar la extinción de las actualmente escasas poblaciones de nuestra fauna silvestre. Hace algunos años, un cazador de rinoceronte blanco despertó a su consciencia, convirtiéndose de cazador a criador de esta especie para coadyuvar ası́ en su preservación. Tal vez si más personas con poder económico en sus manos actuaran igual, salvarı́amos nuestro propio destino. Bibliografı́a 1. Álvarez A. E. Especies de México en peligro de extinción. Boletı́n Gaia.16 julio (2007). 21 http://www.gaia.org.mx/informacion/ boletin6.html 2. Animales en peligro de extinción. Geocities (2008). (http://mx.geocities.com/animales en peligro extincion/borregocimarron.htm). 3. Bleich VC, Stahmann JG, Bowyer RT, Blake JE. Osteoporosis and cranial asymmetry in a mountain sheep (Ovis canadensis). J Wildl Dis. (1990) Jul;26(3):372-6. 4. 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