Ana Rojano Reinoso Módulo II MCFI – Septiembre 2001 - Proyecto de tesina LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL ESPAÑOLA AL DESARROLLO. LOS OBJETIVOS DE SU PLANIFICACIÓN Y LOS RESULTADOS DE SUS ACTUACIONES. El Artículo 6.2 de la Ley 23/1998 de Cooperación Internacional para el Desarrollo establece lo siguiente: “ España participará activamente en los Organismos Internacionales de Cooperación para el Desarrollo de los que sea miembro, tanto financieros como no financieros, y colaborará en la consecución de sus objetivos adoptando las medidas que resulten más adecuadas” Si seguimos leyendo esa misma ley 23/1998, de 7 de julio, el artículo 7 dice que la política española de cooperación para el desarrollo tiene como objetivo “... luchar contra la pobreza en todas sus manifestaciones...” Toda cooperación al desarrollo, desde cualquier ámbito, a través de cualquier instrumento, tiene como principal objetivo combatir el problema más grande del planeta, la pobreza, y que no ha podido ser resuelto en un siglo en el que se han alcanzado metas inimaginables y en cambio, no se han podido combatir otras tan cercanas como el tema que nos ocupa, la pobreza. 1 Son muchos los autores que coinciden al afirmar en que en el ámbito de la actual situación de la economía mundial, el problema de la pobreza en los países del Sur se convierte, por su magnitud y por su contenido de sufrimiento humano, en uno de los dos asuntos de máxima prioridad, junto a los desequilibrios ecológicos. De ahí que una de las motivaciones que me han llevado a elegir este tema para la tesina, sea el hecho de pensar en que algo no funciona del todo bien cuando, a pesar de todo lo publicado sobre el tema, a pesar de tantas teorías, tantos teóricos, tantos esfuerzos desde tantos ámbitos no se haya podido lograr, si no la erradicación de la pobreza (algo utópico, la verdad) sí al menos reducirla de manera significativa. Pienso que algo falla cuando ese problema sigue siendo una realidad trágica para muchas personas en el mundo. No voy a pretender dar con la solución al problema, muy pretencioso sería por mi parte ni tan siquiera plantearlo, pero si que pienso en la necesaria toma de conciencia del verdadero problema de los países subdesarrollados para entender mejor lo que significa la cooperación al desarrollo y así poder tener más posibilidades de ayudar a luchar contra la pobreza existente, aunque esa toma de conciencia sea desde un nivel tan reducido como el personal. Ante este panorama de pobreza, sirva de ejemplo que más del 40% de la población vive todavía por debajo del umbral de la pobreza, que en todo el mundo más de 800 millones de personas, de las cuales 200 millones son niños, sufren de desnutrición crónica, que en los 48 países menos desarrollados, el porcentaje de asistencia escolar sólo alcanza el 36%, que las grandes 2 enfermedades transmisibles, como el VIH/SIDA, el paludismo y la tuberculosis, afectan de manera desproporcionada a la población pobre de los países en vías de desarrollo, es indiscutibles que los países desarrollados han de tomar medidas para disminuir y erradicar ese gran problema de todos, no sólo de los países más subdesarrollados. En la reciente cumbre anual del G8, celebrada en Génova, se ha reiterado la idea de integrar a los países pobres en la economía global. Los líderes dijeron que buscarán “mejorar la cooperación y la solidaridad con los países en desarrollo, con base a una responsabilidad mutua para combatir la pobreza y en la promoción del desarrollo sostenido”. Buenas intenciones, desde luego, pero la práctica las acompaña? La clave para combatir la pobreza radica en que la promoción del desarrollo llevada a cabo por los países desarrollados se ha de apoyar en unas estrategias que se basen en un análisis de los condicionantes y las oportunidades propias de cada país en desarrollo. El principal objetivo de la política de desarrollo de la Unión Europea, y por tanto de España, es el reducir la pobreza, para llegar a eliminarla con el tiempo. Este objetivo implica apoyar un desarrollo económico, social y medioambiental sostenible, fomentar la integración progresiva de los países en vías de desarrollo en la economía internacional y querer luchar contra las desigualdades existentes. Una promoción del desarrollo humano, social y económico que contribuirá a la erradicación de la pobreza en el mundo. 3 Son muchos los autores, las organizaciones de toda índole ( oficiales y no oficiales), muchas son las voces que proclaman la situación de penuria de una gran parte del planeta y muchas son las “soluciones” que se toman para ayudar a salir de esas situaciones a los países afectados pero, realmente esas “soluciones”, llámense programas o proyectos, son eficaces? y eficientes?. En este trabajo intentaré desarrollar un debate entre la eficacia y/o eficiencia de la cooperación española¸ entendiendo por eficacia el logro de los objetivos propuestos y por eficiencia, el aprovechamiento óptimo de los recursos disponibles. Los entendidos en la materia, entienden que para no generar nuevas dependencias Norte-Sur, todo proyecto debe programarse con la intención de conseguir su sostenibilidad a largo plazo, entendiendo por tal la supervivencia de los objetivos del proyecto tras la retirada de la intervención externa. Ello nos lleva al concepto de sostenibilidad económica de los proyectos. Es una pena y un derroche de recursos que una gran parte de los proyectos acaben en obras de ingeniería mal utilizadas posteriormente, sin ninguna utilidad práctica, en buena parte por no haber sabido fomentar el verdadero cambio de mentalidades y fortalecimiento del desarrollo sostenido. actitudes para favorecer el Si los diversos programas y proyectos de cooperación al desarrollo no consiguen ese cambio estructural, por el que los países receptores de ayuda asumen su la responsabilidad en su propio desarrollo, la cooperación sólo sirve para mantener un sistema en el que 4 se expolia con la mano grande de los mercados lo que se entrega de forma caritativa con la mano pequeña de la “ayuda” al desarrollo. Se ha de tener en cuenta que la sostenibilidad no es sólo económica, sino también ha de ser ecológica y social, tanto por el lado del respeto a las tradiciones y culturas imperantes en el área de actuación como por el lado de los desajustes sociales que pueden producirse como consecuencia de la intervención de la ayuda, que frecuentemente culminan en resultados exactamente contrarios a los programados en un principio. Una de las preguntas que intentaré responder a lo largo del la tesina será sí realmente la cooperación española promueve el que los países a los que destina recursos asumen y se responsabilizan de la tarea de su propio desarrollo. En teoría así debería ser, porque la ayuda externa no debería sustituir a los esfuerzos locales para llevar a cabo su propio desarrollo. En lo que se refiere a la eficacia del conjunto de la ayuda sobre los países afectados, no podemos olvidar que en muchos casos la ayuda supone un porcentaje muy considerable del PIB. Ello no es en absoluto garantía de eficiencia, dado que frecuentemente este mecanismo crea situaciones de dependencia de lo que podríamos llamar ayuda caritativa, impidiendo la emancipación de los pueblos y de sus economías. Es frecuente la existencia de desajustes en las actuaciones que se derivan de la ejecución de los programas o proyectos de cooperación que destruyen culturas y tradiciones culturales imponiendo criterios externos que 5 crean sentimientos de inferioridad e incluso se derivan de esas actuaciones impactos tremendamente negativos en el medio ambiente. Cada uno de estos aspectos redunda negativamente en la no sostenibilidad de la ayuda, e incluso en el cuestionamiento de la oportunidad de no intervenir, a veces el resultado es peor que la situación inicial, desde el punto de vista del desarrollo humano. Uno de mis objetivos será el analizar si la cooperación internacional española al desarrollo ha servido para fomentar el verdadero cambio de mentalidades y actitudes que favorezcan el fortalecimiento del desarrollo sostenido o si por el contrario ha sido una mera transferencia de recursos (para combatir una situación de penuria) con carácter asistencial. Intentaré analizar si las relaciones de cooperación internacional españolas tienen como objetivo el fomento del crecimiento económico o si, por el contrario, se basan en una relación comercial en la que ambas partes (país donante y país receptor) obtienen un beneficio que no va destinado al desarrollo de la economía del país receptor. Cierto es que cuando nos adentramos en un tema tan complejo como es el de la cooperación al desarrollo no podemos dejar de pensar que son muchos los gobiernos, y posiblemente entre ellos el nuestro, que subordinan la política de cooperación a la promoción de los intereses económicos de las empresas nacionales en los países receptores, al incremento de su comercio exterior y al reforzamiento de los objetivos políticos gubernamentales en los distintos países receptores de tal ayuda al desarrollo. Y pensar que España está fuera 6 de esa práctica sería una visión muy simplista, por no decir inocente. También será un punto a analizar. Esta claro que la política de cooperación pierde su autonomía al convertirla en una instrumento de una peculiar política exterior, en vez de ser un medio autónomo de la política estatal de lucha contra la pobreza internacional. Hasta este momento nos hemos venido refiriendo implícitamente a la política gubernamental, a la llamada Ayuda Oficial al Desarollo (AOD). Pero existen otros agentes de cooperación, como pueden ser las ONGDs, colectivos de la sociedad civil, empresas, así como órganos de administración de ayuda multilateral. Analizaré la parte de la ayuda oficial española, una AOD que queda enmarcada dentro del contexto reivindicativo del 0,7% del PIB y veremos hasta qué punto España está alejada del compromiso de destinar el 0,7% del PNB a AOD, compromiso ratificado por todos los países en el seno de la Asamblea General de las NN.UU de 1970 al aprobarse la “Estrategia Internacional para la Segunda Década del Desarrollo”. Será de la AECI (Agencia Española de Cooperación Internacional), creada en 1988 como órganos ejecutor de la política española de cooperación para el desarrollo , de donde recabe información esencial para poder analizar las actuaciones del gobierno español en materia de cooperación internacional. 7 Otro de los objetivos del trabajo será hacer un seguimiento de los proyectos y programas llevados a cabo en los últimos años ( más concretamente desde 1998 con la aprobación de la Ley 23/1998, de 7 de julio, de Cooperación Internacional para el Desarrollo) por parte de las distintas entidades públicas españolas en cooperación internacional. Veremos los proyectos en los que España ha destinado recursos tanto financieros, de asistencia técnica o en forma de alimentos, centrándonos de todas formas, en la primera de las modalidades ya que esta ayuda representa aproximadamente el 75% del total de la AOD de los países del CAD ( Comité de Ayuda al Desarrollo). Con esta visión retrospectiva, además de hacer un repaso de los proyectos más relevantes de los últimos años, veremos también las consecuencias directas que han tenido sobre el país receptor y si dichas transferencias de recursos han servido para fomentar el crecimiento sostenido, que el objetivo último de la cooperación al desarrollo. Analizaremos también los programas y proyectos que hay en la actualidad en cartera, sus características, intervinientes, objetivos a cubrir, instrumentos que se utilizarán para su canalización, etc. .. Veré cuál ha sido el progreso que ha hecho España en los últimos años, analizando la evolución del esfuerzo relativo, expresado por el % del PNB destinado a AOD y de la evolución experimentada en la finalidad de esas ayudas; así como analizar las condiciones económicas en las que España realiza sus ayudas ( porcentaje de liberalidad, costes de los préstamos,...). 8 En definitiva, uno de mis objetivos será intentar averiguar si realmente los recursos transferidos han mejorado la situación de los países receptores y si dichos recursos han sido utilizados o canalizados de la manera más eficiente. Aunque ya de antemano sabemos que los recursos que se destinan a la financiación de la lucha contra la pobreza son insuficientes, veremos si el esfuerzo relativo que realiza España es o no es, al menos, satisfactorio. Analizaré también, aunque de manera menos profunda, la aportación que hace España a los Organismos Internacionales de Cooperación para el Desarrollo, canalizado a través del Gabinete Técnico de la AECI. Mediante esta colaboración, la AECI financia o cofinancia, proyectos de alto interés para España, previamente seleccionados en función de las prioridades de la Cooperación Española o considerados como complemento eficaz de acciones que ésta ejecuta por la vía bilateral. Otro de los temas que trataré más profundamente será el de las aportaciones de subdesarrollados, las se ONGs españolas estudiará su al papel desarrollo tanto como de los donante países como intermediario en la canalización de la AOD. Dentro de las ONGDs tenemos una triple distinción: aquellas que realizan acciones de emergencias, que suelen trabajar en acciones de ayuda humanitaria, las que trabajan en proyectos de vocación de autosuficiencia, y aquellas que propugnan acciones de cambio estructural. 9 Una parte pequeña, pero creciente, de la ayuda oficial es gestionada por las ONGDs, apareciendo un espacio de intersección entre ambos. Tal situación se produce a través de la convocatoria pública de ayudas para financiar proyectos de cooperación gestionados por ONGDs. Ello hace que el volumen gestionado por las ONGDs sea superior, de forma creciente en el tiempo, al correspondiente a las aportaciones privadas que esas ONGDs perciben. El fenómeno es especialmente importante en el caso de la cooperación descentralizada en España, que tiene dimensiones muy modestas, pero cada vez más importantes, y, en opinión de muchos estudiosos del tema, más eficientes: se trata de la concesión del 0,7% del presupuesto de algunos ayuntamientos y Comunidades Autónomas a la cooperación a través del mencionado sistema de convocatoria públicas. Habíamos comentado antes que la política de cooperación pierde su autonomía al convertirse en un instrumento de una peculiar política exterior, pues bien, algo parecido pasa con las ONGDs ya que el gobierno vincula las ayudas a las ONGDs al cumplimiento que éstas hagan de los objetivos de aquel, por tanto, nos encontramos con que estas organizaciones no gubernamentales pasan a convertirse en una especie de subcontratas de la política estatal de AOD, dificultando su necesaria autonomía e independencia. Sirva de ejemplo de lo indicado en este último párrafo lo ocurrido con una ONGD, Intermón Oxfam, que ha visto reducido en un 30% de sus previsiones las ayudas provenientes del gobierno, concedidas el pasado 08/05/01 para las estrategias de cooperación de los próximos 4 años, cuando 10 esta ONGD, casualmente, no apoyó al Gobierno en el Consejo de Cooperación sobre un tema de elección de vocales del Consejo de Cooperación. Alrededor del concepto de que “la AOD y las ONGDs son buenas por naturaleza”, y debido a la situación de ineficiencia de gran parte de los proyectos de cooperación, se han empezado a cuestionar los intereses políticos que subyacen a la AOD y se está aceptando la existencia de graves problemas de eficiencia y de gestión lo que hace necesaria considerar la ayuda vinculada a cambios estructurales en las relaciones internacionales y en la estructura productiva de los países destinatarios. La cooperación internacional al desarrollo está atravesando un período de transformación en el que se está revisando los fundamentos, objetivos e instrumentos. Para ser un instrumento eficaz que permita un desarrollo humano sostenible y para unas relaciones Norte-Sur más justas la cooperación al desarrollo tiene que saber responder a los nuevos desafíos que plantea el nuevo escenario internacional, dominado por las fuerzas de la globalización. Esa necesaria revisión de ciertos aspectos de la cooperación al desarrollo nos lleva a plantearnos nuevos modos de acción de la cooperación al desarrollo como podrán ser una armonización entre las políticas de cooperación al desarrollo de la UE y de los Estados miembros, y en nuestro caso de España, la necesaria articulación de la ayuda humanitaria en la cooperación al desarrollo, ya que la comunidad internacional se está dando cuenta que los desastres a los que van destinados tales ayudas ya no son “tan naturales” y se 11 está poniendo en entredicho los modelos de desarrollo poco respetuosos con los ecosistema. Veremos si desde las movilizaciones del otoño de 1994 – promovidas fundamentalmente por la Plataforma del 0,7% - el proceso de concienciación social ha pasado más por preocuparse por los efectos, esto es una sensibilización por problemas concretos, que por las causas del subdesarrollo. Si pudieramos llevar a cabo la tarea de la Educación Para el Desarrollo (EPD) tal y como lo entiende la Coordinadora Española de ONGDs: “Promover la toma de conciencia sobre los problemas del desarrollo; conocer y comprender las causas de la pobreza y sus posibles soluciones; la interdependencia de todos los pueblos del planeta; la necesaria reciprocidad para un conocimiento mutuo y el respecto por las diferentes culturas”. nos encontraríamos con una creciente concienciación sobre el verdadero problema de los países subdesarrollados y a entender lo que verdaderamente significa la cooperación al desarrollo. Por último analizaré las nuevas orientaciones que están apareciendo en la actualidad que, desde una visión crítica, incentivan a la reducción de la línea “ayuda para proyectos”, fomentando otros canales como los de condonación de deuda por el monto de la ayuda, o la financiación de procesos educativos para el desarrollo y sensibilización en países del norte, como una tarea previa al cambio de actitudes políticas que transformen el entorno estructural causante 12 de los desequilibrios, en lugar de realizar una política de malos parches. Veremos si España está en la línea de adherirse a estas nuevas propuestas. Entre los planteamientos nuevos destacar los microcréditos, comercio justo y lo que se ha venido en llamar desembarco empresarial, de lo cual haremos mención en el desarrollo de la tesina. Sólo apuntar aquí que las nuevas orientaciones existentes, como lo es también la propuesta de la tasa Tobin u otras figuras de armonización fiscal internacional, podrían convertirse en fuentes alternativas de financiación a la actual forma de generar una Ayuda Oficial al Desarrollo más eficiente. El objetivo de la tesina que desarrollaré no es tanto hacer un análisis descriptivo de la cooperación internacional española al desarrollo, sino más bien, o al menos esa es la intención, de ser una visión crítica de las diferentes actuaciones en materia de cooperación internacional y analizar la eficacia y/o eficiencia de tales actuaciones. De todo ello se deducirá si el creciente proceso de concienciación de la sociedad española tiene su reflejo en el esfuerzo destinado por parte de todos los organismos intervinientes, oficiales y no oficiales, en el fomento de un desarrollo sostenido. 13 A continuación expongo el que será el índice provisional y que me servirá de guía en el curso de mi investigación. Dicho índice sufrirá modificaciones a lo largo del tiempo a medida que vaya incorporando o eliminando apartados aquí expuestos. INDICE I.- INTRODUCCIÓN 1.- LA COOPERACIÓN AL DESARROLLO 1.1.- Concepto de cooperación al desarrollo 1.2.- Principales actores intervinientes 1.3.- Instrumentos utilizados en la cooperación al desarrollo II.- LA COOPERACIÓN AL DESARROLLO ESPAÑOLA 1.- LA COOPERACIÓN PÚBLICA ESPAÑOLA 1.1.- Evolución de la política española de cooperación al desarrollo 1.2.- Estructura institucional de la cooperación pública española 1.3.- Distribución de la AOD según sus componentes básicos 1.3.1.- Cooperación multilateral 1.3.1.1.- Aportaciones a la Unión Europea 1.3.1.2.- Aportaciones a Organismos Internacionales Financieros 1.3.1.3.- Aportaciones a Organismos Internacionales No Financieros 1.3.2.- Cooperación bilateral 1.3.2.1.- Cooperación bilateral reembolsable 1.3.2.2.- Cooperación bilateral no reembolsable 1.4.- Distribución geográfica y sectorial de la ayuda española 14 1.5.- Estrategias de intervención 1.6.- Principales instrumentos de la ayuda bilateral 1.7.- La cooperación descentralizada en España 1.8.- Evaluación de los proyectos y programas 2.- ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES DE DESARROLLO ( ONGDs) 2.1.- Origen y evolución de la ONGDs 2.2.- Las ONGDs como actores de la cooperación española al desarrollo 2.3.- Los recursos de la ONGDs 2.4.- Plataformas de coordinación 2.5.- Evaluación de sus actuaciones III.- NUEVOS ÁMBITOS DE INTERVENCIÓN 1.- CRISIS DEL SISTEMA DE COOPERACIÓN 2.- NUEVAS PROPUESTAS 2.1.- Financiación de procesos educativos para el desarrollo 2.2.- La tasa Tobin 2.3.- La condonación de la deuda 2.4.- Microcréditos 2.5.- El comercio justo 2.6.- El desembarco empresarial IV. CONSIDERACIONES FINALES V. BIBLIOGRAFÍA 15 La bibliografía que he consultado para poder desarrollar este proyecto es la que a continuación detallo, sin embargo, no será hasta la finalización de la tesina que pueda detallar la bibliografía completa utilizada, puesto que en el transcurso de la investigación serán muchas más las fuentes a las que me tendré que dirigir para darle forma a lo que será finalmente la tesina. Sirva para comenzar la bibliografía siguiente: ALONSO, J.A. (director), ANGULO, G., ATIENZA, J. y GALLARDO, R. (1999), “Estrategia para la Cooperación Española”, libro publicado en Internet por el Ministerio de Asuntos Exteriores. BRETÓN V., GARCÍA F. Y ROCA, A. (eds.) ( 1999), “ Los límites del desarrollo”, Icaria, Institut Catalá d´Antropologia CARPINTERO, Samuel ( 1998), “Los programas de apoyo a la microempresa en América Latina, Ediciones Deusto S.A. CENTRO NUEVO MODELO DE DESARROLLO “Norte-Sur la fábrica de la pobreza” (1997), Editorial Popular, traducción del “Nord/Sur Predatori, Predati e oportunisti” (1993) Editrice Missionaria Italiana GIRAUD, Pierre-Noël ( 2000), “La desigualdad del mundo. Economía del mundo contemporáneo”, Fondo de Cultura Económica GOMEZ GALÁN, M., y SANAHUJA, J.A. ( coords.) ( 2001), “La cooperación al desarrollo en un mundo en cambio. Perspectivas sobre nuevos ámbitos de intervención”, CIDEAL GÓMEZ GALÁN, M., y SANHUJA, J.A. ( 1999) “ El Sistema Internacional de Cooperación al Desarrollo. Una aproximación a sus actores e instrumentos”, CIDEAL HIDALGO MORATAL, Moisés ( 2000), “ La cooperación al desarrollo en el ámbito de la enseñanza de la economía mundial” – Universidad de Alicante. Texto publicado en Internet IEPALA (1999), “Manual de Cooperación Descentralizada al Desarrollo”, Biblioteca Básica Vecinal, Documento nr.9 16 Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación - Universidad Complutense de Madrid ( 2001) “ Revista Española de Desarrollo y Cooperación” Varios números LARRU, José María (1999), “Los sistemas de financiación de las ONGD y sus consecuencias para el desarrollo”, Universidad San Pablo – CEU. Texto publicado en Internet MAESTRO YARZA, Irene ( 2001), “La cooperación al desarrollo”, Material elaborado para el Máster en Comercio y Finanzas Internacional de la Universidad de Barcelona MORO, Javier ( 1999), “La mundialización de la pobreza”, Barcelona, Círculo de Lectores Diversas publicaciones de la Oficina de Planificación y Evaluación (OPE) del Ministerio de Asuntos Exteriores “Metodología de evaluación de la cooperación española”, “Metodología de evaluación de la cooperación española II”, “Informes de evaluación de la Cooperación Española”, “ Plan Anual de Cooperación Internacional 1999”, “ Plan Anual de Cooperación Internacional 2000”, “Seguimiento del Plan Anual de Cooperación Internacional (1998)”, “Seguimiento del Plan Anual de Cooperación Internacional (1999)” “PLAN DIRECTOR DE LA COOPERACION ESPAÑOLA 2001-2004” (2001), Ministerio de Asuntos Exteriores”. Publicado en Internet PROGRAMAS, PROYECTOS Y OTRAS ACTIVIDADES, (2001), Textos publicados en Internet por la Agencia Española de Cooperación Internacional. Revista de Actividades, Textos y Documentos de la Política Exterior Española. Edición Internet. Ministerio de Asuntos Exteriores – Oficina de Información Diplomática. 17