Anhelando la presencia de Dios - Iglesia Cristiana Luz de Cristo

Prédica Dominical. Fecha: Enero 2013
Tema: “Anhelando la presencia de Dios”
Anhelando la presencia de Dios
(Ex 33:14-15) Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. Y Moisés
respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.
Este es el año declarado como el año de la presencia de Dios en nosotros, y
tenemos que en este año de pruebas, rebeliones, buscar más y más el rostro del
Señor, y descansar en El.
En el texto de Éxodo 33, Dios es que habla con Moisés y le dice que su presencia
iría con él (con Moisés), Moisés replica y le dice que mejor no los saque si su
presencia no va con todos ellos. ¿Por qué se da esta conversación? Porque
cuando leemos en el capítulo anterior (éxodo 32), vemos que Israel peco
gravemente contra Dios haciendo un becerro de oro y adorándolo.
Ahora Moisés está intercediendo ya que Dios le había dicho anteriormente, que ya
no iba a ir con ellos. (Éxodo 33:1-2). En los versículos posteriores podemos leer
que el pueblo lloró y se arrepintió, y es que desde que salieron de Egipto, Dios
había estado con ellos, y ahora por su pecado, Dios le dice que aunque va a
cumplir lo que prometió, ahora su presencia no iba a estar con ellos.
¿Cuáles principios podemos sacar de esta historia acerca de la presencia de Dios?
1. El pecado nos aparta de la presencia de Dios (Éxodo 33:1-4)
(Ex 33:1) Jehová dijo a Moisés: Anda, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de
Egipto, a la tierra de la cual juré a Abraham, Isaac y Jacob, diciendo: A tu descendencia la daré;
2) y yo enviaré delante de ti el ángel, y echaré fuera al cananeo y al amorreo, al heteo, al
ferezeo, al heveo y al jebuseo 3) (a la tierra que fluye leche y miel); pero yo no subiré en medio
de ti, porque eres pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino.
Dios es un Dios Santo, que no va a tener comunión con nosotros si estamos en
rebeldía con El. Un hombre de Dios llamado Sansón, experimentó duramente lo
que es la presencia de Dios alejarse de su vida (Jueces 16:11).
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2. El pecado nos aleja pero con un arrepentimiento sincero se puede
volver a tener esa relación íntima con el Señor, y que su presencia
este una vez más en nosotros (Éxodo 33:4-6)
(Ex 33:4) Y oyendo el pueblo esta mala noticia, vistieron luto, y ninguno se puso sus atavíos. 5)
Porque Jehová había dicho a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz;
en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré. Quítate, pues, ahora tus atavíos, para
que yo sepa lo que te he de hacer. 6) Entonces los hijos de Israel se despojaron de sus atavíos
desde el monte Horeb.
Un verdadero arrepentimiento nos acerca a la presencia de Dios.
Su
Palabra dice que cuando vamos ante El humillados y arrepentidos, Dios no
nos desprecia (Salmo 51:17).
3. Cuando la presencia de Dios está en nosotros podemos interceder
efectivamente por otros (Éxodo 33:13)
(Ex 33:13) Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu
camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo.
Vemos ahí, como Moisés, Siervo de Dios, estaba intercediendo por el
pueblo que había pecado, y su petición a Dios fue escuchada. Cuando
nosotros, como hijos de Dios, tenemos la presencia de Dios en nosotros,
podemos interceder efectivamente por los demás.
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4. Cuando la presencia de Dios está en nosotros, descansamos,
entramos al reposo de Dios. (Éxodo 33:14) (Hebreos 4:7-11)
(Ex 33:14) Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.
Cuan agradable es saber que por más problemas que podamos tener, en la
presencia de Dios encontramos reposo. Podemos estar totalmente seguros
que Dios tiene la última palabra, ya no más afán, ni más preocupación, sino
más bien ocuparnos en lo que tenemos que hacer.
Dios quiere que
entremos a su reposo (Hebreos 4:7-11).
5. Cuando la presencia de Dios está en nosotros, somos identificados
fácilmente como hijos de Dios, ya que somos diferentes (Éxodo 33:16)
(Ex 33:16) Porque ¿de qué otra forma se conocerá que yo he encontrado favor a tu vista, yo y tu
pueblo, sino por Tú yendo con nosotros? Eso es lo que nos distingue a nosotros, a mí y a tu
pueblo, de todos los otros pueblos de la tierra." (Versión Kadosh)
Lo que hace la gran diferencia entre los del mundo y los cristianos es la
presencia de Dios en nosotros. Tenemos que ser diferentes, pero eso no lo
podemos hacer por nosotros mismos, sino que Dios nos da a ti y a mí, una
gracia especia de serlo a través de su Espíritu Santo que nos ha dado.
Anhelemos que esa presencia de Dios esté con nosotros donde quiera, en
nuestro hogar, nuestro empleo, nuestra familia, porque como dice el
Salmista en su presencia hay plenitud de gozo.
(Salmos 16:11) Me mostrarás la senda de la vida;
En tu
presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para
siempre.
Predicador: A.G
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