Mi propuesta es que Europa sepa desarrollar aquello que puede ofrecer al mundo para hacer de él un lugar mejor: telecomunicaciones, energías renovables y producción de alimentos sostenible deben ser los pilares de la Unión, siempre desarrollados desde una posición común. El punto de partida para esos tres amplios objetivos debe ser la educación, en la cual es necesario invertir e innovar para llegar a conseguir ciudadanos plenamente capaces para afrontar los retos del siglo más trascendental al que nunca se ha enfrentado la humanidad por las consecuencias que puede tener para las generaciones venideras. Eduardo Sanchez