EL ABORTO 1 Terminología - El feto humano se considera maduro (o viable) si puede ya vivir separado de la madre (después del séptimo mes completo); antes de esta fecha se considera no maduro (no viable). La expulsión de un feto no maduro se llama aborto. Guando se provoca voluntariamente, se llama aborto criminal. - El término "expulsión" puede indicar: 1. El fenómeno espontáneo de la salida afuera, no querido ni siquiera previsto. 2. El complejo de acciones o maniobras expulsivas, pero sin atacar directamente el feto, v. gr. inyecciones, ingestiones. El término "extracción" indica la acción de la comadrona y del médico, por la que se busca extraer el feto mediante procedimientos mecánicos. - Ovulo fecundado es el producto de la concepción, desde la fecundación hasta la segunda semana completa. Embrión es el mismo producto desde la segunda semana hasta la cuarta. Feto: más allá de la cuarta semana, hasta la época del parto. 2 Definición y clasificación a. Definición. Aborto es la expulsión o extracción del óvulo fecundado, del embrión, o del feto viviente, todavía no viable. b. Clases de aborto: - El aborto involuntario - espontáneo es aquel que ocurre sin participación de la voluntad. Ocurre por enfermedades, sea de la madre, sea del feto. - El aborto involuntario - culpable es aquel que ocurre por una acción peligrosa para la gestación en curso, puesta inteligentemente, aunque sin querer el aborto. No hay voluntad occisiva, pero sí una acción que se debió evitar. V. gr. bailes, largas caminadas. - El aborto voluntario - Directo (o provocado). Es el que se quiere directamente. Aquel hacia el cual se dirige la acción intencionalmente, con la finalidad de interrumpir el embarazo. - El aborto voluntario - indirecto es el que se origina, previsto pero no querido, aunque sí tolerado, como consecuencia de una acción licita que tiende, por su naturaleza, a un efecto bueno. 3 - El problema de Ia “animación"del feto a - La opinión católica (o convicción) es la que hace coincidir la infusión del alma racional con el momento de la concepción. - En nuestros días adquiere partidarios la opinión de Aristóteles - compartida por Santo Tomás - según la cual, al comienzo de la conjugación celular el embrión humano posee una forma vegetativa que es sustituida luego por una forma animal y finalmente por un alma racional (infundida por Dios). b - Doctrinalmente la Iglesia nada ha decidido al respecto. Como norma disciplinar prefiere la primera, opinión al prescribir en el Código de Derecho Canónico que todo producto abortivo, si vive, sea bautizado (C.871). c - La discusión del "cuando" no interesa desde el punto de vista moral, mientras no hay certeza en un sentido o en otro. ¿Por qué? - La duda acerca de la humanización precoz del germen humano, esa sola duda en materia tan grave, comporta el deber de resolverla en favor de I feto; es decir, frente a esa duda hay que afirmar que todo aborto constituye un asesinato desde el punto de vista moral; porque destruir una vida que probablemente es ya vida humana, delata sentimientos homicidas. Y aunque se llegue a una certeza, aunque se compruebe una animación humana tardía, habría que decir que se trata de una persona humana en potencia próxima y, por consiguiente, con todos los derechos naturales, entre los que ocupa el primer lugar el derecho a la vida, o sea el derecho a nacer. Aunque los elementos que progresivamente se transforman hacia un ser humano completo no estén todavía 'humanizados', su mismo destino les confiere una dignidad especial, que concede a su destrucción el carácter de homicidio anticipado. d - La ciencia: da a conocer que en un óvulo fecundado existen 2 billones de bits de información genética, que equivalen a una biblioteca de 183.000 volúmenes, cada volumen con 500 páginas y este ser no ha existido en 15.000.000 de años en las 40.000 generaciones que han pasado por el planeta ni existirá según Carl Sagan es un ser único e irrepetible. El mismo Santo Tomás, si bien dudó de la animación precoz, afirmó que había que respetar la originaria vocación a la animación. - Varios jesuitas, en la Revista francesa "Etudes", propagaron la idea de que la persona humana es tal, en la medida en que puede abrirse a otros, entraren relación con otros y que, por lo mismo, el embrión no es todavía una persona humana. Por eso afirma del Doctor Chauchard: es necesario denunciar la falta de espíritu filosófico de algunos. Es un no-sentido filosófico afirmar que el amor materno, o la aceptación social, crea al niño; de donde se sigue que el pobre rehusado no existe. Es decir: que ante dos mujeres con el mismo tiempo de embarazo, si una de ellas no quiere aI niño, entonces no lo tiene y se le puede abortar desembarazándola de "Alguna cosa"; mientras que la otra que si lo quiere, tiene uno y él es algo sagrado. Es cierto que se requiere la relación social para crecer en la persona; pero también es cierto que un niño concebido tiene derecho a la aceptación, la cual, si nos mantenemos en el plano de la mala filosofía, daría existencia al niño. 4 - Aspectos morales del aborto voluntario-directo a – Principio: El aborto directamente intentado (provocado) no es lícito jamás» ni siquiera en los casos de gestación ectópica. b – Razones: Sabemos que sólo Dios tiene derecho sobre la vida y sobre la muerte, que no es lícito matar directamente al inocente. El médico, la madre o quien sea, cometería un homicidio directo calificado porque es un abuso de fuerza por tratarse de un indefenso. El problema del aborto es un tema del respeto a la vida humana, del derecho de todos. Sería ilógico disociar el aborto de la eutanasia, del genocidio. En realidad, el estado adulto no es más que una etapa de lo humano. La vida humana se desarrolla en el tiempo: un hombre no está terminado, completo sino cuando alcanza la edad normal de su muerte natural al final de su vejez. Y el hombre no existe menos en sus comienzos, en los que desde ya posee el derecho - a toda la duración de su vida. Sociedad inhumana la nuestra: sociedad - de lucha de edades en la cual los adultos todopoderosos mantienen al margen a jóvenes, viejos e intrauterinos. - Se habla de óvulo, germen, embrión, feto, recién nacido», etapas de infancia, adolescencia, adultez, vejez. Se trata siempre del mismo hombre en etapas diferentes. El nacimiento es un comienzo del estado civil, pero no crea nada nuevo; y él recién nacido, con cerebro inacabado no es más que un feto exterior con autonomía muy reducida; el respeto actual por su vida (será definitivo?) considera criminal matarlo; pero, por qué no ocurre lo mismo con el feto? Quienes creen que el hombre es individuo capaz de relaciones personales, deberían con lógica admitir que el niño antes de cinco o siete años (maduración anatómica del cerebro) y quizás el adolescente hasta los 17 años (maduración psicológica del cerebro) no es una persona. c - Las así llamadas “indicaciones". El mundo moderno llama "indicaciones”, las razones por las que se juzga aconsejable, "indicado", interrumpir el embarazo mediante el aborto. Veámoslas: - La indicación eugenésica. Considera "indicado" destruir la vida de la criatura que nacerá con taras o enfermedades. Se trata como en la eutanasia, -de suprimir existencias inútiles, sin valor, desde el punto de vista de la raza, la economía, la política. Esto implica desconocimiento del valor de la vida y conduce a asesinatos en masa. Así pasó con Hitler que con la idea del súper hombre de Nietzsche, mandó a las cámaras de gas a todos los alemanes con problemas mentales o con malformaciones en sus organismos. Tenemos las obras fenomenales de superación de Hellen Keller (mujer ciega, sorda y muda que solo se comunicaba por el tacto). poseemos las investigaciones del científico de la Nasa Hopkins quien habla para donde va el universo y podemos ver las deformaciones de su cuerpo, de quienes nos hubiéramos perdido si los hubiesen abortado. - La indicación ética. Considerar oportuno suprimir la criatura que deberá su vida a un adulterio o violación. Las razones son evitar la "tortura moral causada por la presencia del hijo indeseable; evitar la vergüenza y desprestigio de la madre soltera. He ahí la ética burguesa de los que prefieren el asesinato a asumir las propias responsabilidades. -La. indicación social. Considera justificado el aborto cuando el niño ha de ser para la familia un peso económico demasiado grande. Es la ética de quienes prefieren aniquilar la vida del hijo a trueque de conservar la propia, o de asegurarse una vida cómoda. Pero no nos contentemos con solamente condenar el aborto: urge hacer algo para aliviar la miseria y reducir las tentaciones al crimen; aunque la mayoría de los abortos se da en países ricos y en las clases pudientes, no siendo la miseria económica sino el hedonismo social el que mueve a ello. Triste es saber que el ingreso per cápita de los 3 más adinerados del mundo no alcanzan a igualarla los 47 países más pobres del mundo todos juntos en un año. Mirar las cantidades de dinero con que se compra armamento en el mundo, cuanta hambre y miseria se podría subsanar en el tercer y cuarto mundo. - La indicación médica. (Aborto terapéutico). Considera "indicado" el aborto directo cada vez que se presenta peligro para la vida de la madre (indicación vital), o cuando se piensa que dicho peligro se presentará más tarde (indicación profiláctica). Cualquiera sea el criterio de la ciencia médica, la Iglesia se mantiene fiel al principio de que nunca es lícito atentar directamente contra la vida del niño inocente, en el seno materno, con fundamento en principios que ya expusimos. Al médico le corresponde hacer lo que esté en sus manos para salvar tanto la vida de la madre como la del hijo; si no lo logra, no le enmiende la plana a Dios: es voluntad suya que ambas vidas mueran. Los códigos civiles que permiten sacrificar el hijo para salvar a la madre, amparan el egoísmo contra la entrega maternal. Es esencial a la verdadera maternidad que la madre esté dispuesta a sacrificar su vida, antes que atentar contra el hijo. Estadísticamente son más las madres que mueren o quedan enfermas a consecuencia de un aborto "indicado" médicamente, que las que mueren o quedan enfermas por haber rechazado el aborto directo. Los estragos morales causados en la madre son más graves que los físicos. La experiencia del confesionario ayuda a palpar los traumas de orden psicológico que ellas padecen en su ser de madres. Porque el aborto es un comportamiento psicopatológico contrario al inconsciente femenino fecundo y maternal. Una mujer que pide el aborto y que se regocija del mismo es una anormal y, por lo general, una solitaria que fue culpablemente abandonada por el otro. Y es curioso: las que abortaron son las que más hablan a favor del aborto, buscando psicológicamente defenderse a sí mismas, para desde el inconsciente socializar la culpa para no sentirse tan criminales, como quien dice "mal de muchos ...". d - Otros pretextos aducidos para justificar el aborto - De dos males hay que elegir el menor; luego es preferible la muerte de uno solo, que la de ambos. Si la elección puede hacerse mediante un acto honesto, concedo; pero si se hace mediante un crimen, niego. El fin no justifica los medios. Es preferible que mueran inculpablemente ambos, que salvar a uno asesinando al otro. - “Si el niño pone a su madre en peligro, puede considerársele injusto agresor y vale defenderse de él, incluso dándole muerte". Ridículo considerar “injusto agresor" al niño inocente, pues se limita a permanecer, sin culpa, donde la naturaleza ha querido colocarle. - “La vida de la madre puede ser necesaria para los hijos ya nacidos: debe presumirse, entonces, que el no nacido renunció a la vida por el bien de sus hermanos y de sus padres". - El niño no puede renunciar a su propia vida, porque el derecho a la vida es irrenunciable (es arriesgable); de lo contrario se podría matar a cualquiera que consintiera en su muerte, lo que es inconcebible. Pió XII en el discurso a las parteras italianas (1951) condena en forma absoluta la muerte directa del niño, así sea para salvar la vida de la madre. Peca gravemente la mujer que, creyéndose embarazada, procura (busca) el aborto a base de saltos, oprimiéndose el seno con fajas, tomando medicinas abortivas, etc. e - Pena eclesiástica. - Si de hecho se logra el aborto, la madre queda "ipso facto" excomulgada lo mismo que todos los que hayan intervenido eficazmente, aun sólo aconsejando. Esta excomunión está reservada al Obispo. No se incurre en ella si se ignoraba su existencia (cic. 1398 y 1329,2).