16 Los desafíos del «Niño Vigoroso» (Qali Warma) Iris Camacho Ricardo Marapi El Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (Pronaa) es una institución que se creó en la década de los noventa para atender, de manera temporal, a la población más afectada por la violencia y la crisis económica que sufrió el país. Sin embargo, su permanencia se prolongó y, con ella, aparecieron serios cuestionamientos respecto a la focalización de los beneficiarios, la calidad de los alimentos, la distribución y el mal manejo de la institución, debido a evidentes casos de corrupción. Ante tal escenario, no sorprende que la desnutrición crónica infantil y la anemia en el ámbito nacional —cuyo combate es objetivo principal del Pronaa— persistan en un 15% y 30%, respectivamente1. Hace unas semanas, el Ministerio de la Inclusión y Desarrollo Social (Midis) tomó la decisión política de desactivar el Pronaa y proponer un nuevo programa, Qali Warma2 (Niño Vigoroso), con un esquema más local y participativo por parte de la comunidad, y que entrará en funcionamiento el año 2013. Una de las principales observaciones al Pronaa es que no ha focalizado bien a sus beneficiarios, lo cual se refleja en la baja cobertura (población necesitada, pero no atendida) y en la filtración (población que no necesita, pero que accede)3. Ante ello, Qali Warma propone como beneficiarios a los niños de educación primaria; es decir, apunta a alumnos de los colegios. Al respecto, el economista Enrique Vásquez Huamán4, especialista en políticas contra la pobreza, advierte que se debe revisar en detalle la lista de los beneficiarios, pues existe una tendencia a inflar el número de estudiantes con el objetivo de que lleguen más ingresos a los centros educativos. El Pronaa también se encarga de la compra de alimentos para ser distribuidos en los desayunos escolares, las papillas y los programas de complementación alimentaria. Como se sabe, el Pronaa es el segundo comprador de alimentos, después de los gobiernos locales, pero lamentablemente sus compras solo beneficiaban a unas pocas empresas distribuidoras5. Con el nuevo esquema de Qali Warma se plantea que los recursos (presupuesto) ahora sean transferidos a los «Comités Alimentarios», conformados por maestros y padres, quienes se encargarán de comprar, preparar y distribuir los alimentos. Las compras de alimentos deberán hacerse a pequeños productores de la localidad —de tal manera que contribuyan a di- namizar las economías locales—, para que, al mismo tiempo, los beneficiarios consuman alimentos de alto contenido nutricional que sean producidos en su misma zona. Al respecto, Vásquez opina que introducir productos de la zona es una buena iniciativa, pues este nuevo criterio permitirá que los beneficiarios tengan mayor disposición de aceptar los alimentos, lo cual no sucedía con los que otorgaba el Pronaa. Sin embargo, ¿qué garantiza que los recursos de Qali Warma siempre considerarán el aspecto nutricional y no otros intereses? Otra de las críticas al Pronaa era que los alimentos que recibían los beneficiarios carecían de los nutrientes necesarios y eran de poca calidad. Qali Warma plantea que el rol de fiscalización lo tengan las asociaciones de padres de familia, las conocidas Apafa, ya que el Midis prepublicará los menús. En teoría, esto permitirá a los padres exigir que se entregue el menú que se indica por día. Sin embargo, ¿tendrán la capacidad para monitorear que los alimentos contengan las cantidades de calorías, proteínas, minerales, etc., que los mismos objetivos del programa establecen? Si bien desactivar el Pronaa es una decisión acertada, el nuevo programa, Qali Warma, aún plantea incertidumbres sobre su funcionamiento. Tampoco se han deta- llado cuáles serán los filtros de control que se aplicarán para no repetir las ineficiencias y los casos de corrupción del Pronaa. La creación de Qali Warma también plantea retos, ya que los programas sociales se han caracterizado por cumplir solamente un rol asistencialista, dejando de lado la creación de capacidades en la población. Qali Warma y otros programas deben llegar a quien verdaderamente lo necesita, evitando la filtración. Y para lograr sus objetivos, se deben establecer alianzas estratégicas, con el Instituto Nacional de Salud y el Centro Nacional de Alimentación y Nutrición. Trabajando de manera integral y transparente, Qali Warma podría realizar un trabajo articulado y exitoso. Notas 1 INEI: Endes 2011. 2 Creado mediante D.S 008-2012-MIDIS. 3 Mediante el Informe 560-2011-CG/PSC-EE, la Contraloría General de la República realizó un examen al Pronaa y determinó que en el Callao se repartieron desayunos escolares a instituciones educativas que no estaban en la lista de beneficiarios. Esto originó en 2009 una filtración del 86% de las instituciones educativas admitidas. 4 Vásquez Huamán, Enrique. El Comercio, viernes 15 de junio de 2012. 5 Denuncia de la Unidad de Investigación del diario El Comercio. «Las empresas caseritas del Pronaa», 16 de noviembre de 2011. LA REVISTA AGRARIA / 141