PROYECTO PRINCIPAL DE EDUCACION en América Latina y el Caribe SUMARIO Presentación 5 Descentralización y desconcentración de los sistemas educativos en América Latina: fundamentos y dimensiones críticas Juan Casassus 7 La educación brasileña y sus recursos: de la recesión al nuevo orden institucional Jacques Velloso y Sandra Carvalho Políticas en una era post-liberal: Reforma y reconstrucción educativa para la década del noventa Thomas Fleming La comunicación en los procesos de alfabetización: reto que exige respuesta Mario Kaplún 19 40 47 Microcentros y formación docente César Vera y Francisco Parra 54 Actividades OREALC 66 Publicaciones OREALC 89 BOLETIN 22 Santiago, Chile, Agosto 1990 3 PRESENTACION La responsabilidad de asegurar una oferta educativa de calidad para todos, se hace sentir con mayor gravitación y exigencia de resultados positivos en toda la región. Ello es consecuencia del consenso –cada vez más generalizado– de que la educación es una prioridad en las estrategias de desarrollo. A nueve años del inicio del siglo XXI y a pesar de los esfuerzos realizados, debemos reconocer que aún existen problemas muy significativos por resolver y que la fórmula para enfrentar esta herencia del pasado y los desafíos que plantean los nuevos escenarios políticos y económicos internacionales, no aparecerá milagrosamente. Ella será el fruto del esfuerzo concertado de los distintos actores sociales. Como aporte a este esfuerzo, nuestro Boletín publica un estudio sobre los procesos de descentralización y desconcentración de los sistemas educativos, en el cual Juan Casassus hace una síntesis de lo que han sido los criterios adoptados para mejorar la eficiencia de la educación. Un acabado análisis de la situación vivida por Brasil en materia de financiamiento de su educación presentan Jacques Velloso y Sandra Carvalho, quienes hacen un balance del período 19801985. Mario Kaplún analiza el problema de cómo utilizar en mejor forma los medios de comunicación masivos en los procesos educativos y, en forma especial, en la alfabetización. La exposición de Kaplún es un interesante punto de partida para una provechosa reflexión. El informe de César A. Vera y Francisco Parra Sandoval sobre microcentros como estrategias de formación de docentes en el Departamento de Huila, Colombia, es una experiencia que puede ser útil a otros países de la región. Y desde una perspectiva anglosajona, Thomas Fleming nos entrega su visión de lo que será la educación en esta década, analizando el papel que a su juicio tendrán los Estados en dicho proceso. Aspectos de la visita que realizara a Chile el Director General de la Unesco, Federico Mayor, son presentados en la sección de Actividades de la OREALC, la que incluye el acostumbrado avance de los trabajos que sus distintas redes realizan en América Latina y el Caribe. 5 Descentralización y desconcentración de los sistemas educativos / Juan Casassus DESCENTRALIZACION Y DESCONCENTRACION DE LOS SISTEMAS EDUCATIVOS EN AMERICA LATINA: FUNDAMENTOS Y DIMENSIONES CRITICAS Juan Casassus* En el ámbito educacional, la política de cada Estado tiene como objetivo principal el asegurar una oferta educativa de calidad para todos sus ciudadanos. Desde una perspectiva regional, se percibe que este objetivo principal ha sido concebido resumidamente de la siguiente manera: durante la década de los 80, las autoridades educacionales nacionales han establecido un diagnóstico crítico acerca del estado de la oferta educacional en sus países. Ellas parecieran coincidir en que la solución a muchas de las dificultades identificadas en la evolución de los actuales sistemas educativos, apunta hacia la concepción e implementación de procesos de desconcentración y/o descentralización de esos sistemas. Como consecuencia de ello, en prácticamente todos los países de la región se están llevando a cabo políticas educacionales que se fundamentan en –o que al menos incluyen– dichos procesos. Este documento se propone examinar –desde una perspectiva crítica– algunas dimensiones de esta formulación en los procesos de desconcentración y de descentralización educativa. Ellos presentan inconsistencias que parecen ser el resultado de la multiplicidad de variables que intervienen en estos procesos; de insuficiencias en el análisis de las ricas experiencias en curso así como de una carencia de instrumentos probados que sirvan para su aplicación. En estas condiciones se puede comprender por qué los que tienen la responsabilidad de concebir e impulsar políticas de descentralización educacional se encuentren confrontados con decisiones particularmente complejas. De hecho, la complicación teórica es de proporciones, en especial si se considera que la descentralización pertenece al mismo universo de los conceptos inmateriales que su referente; el Estado. Una revisión rápida de la creciente literatura sobre descentralización muestra que *Juan Casassus, especialista regional en planeamiento y administración de la educación de UNESCO/OREALC. Este trabajo fue preparado para la Reunión Interagencial sobre Descentralización y Desconcentración de Políticas Públicas (Brasilia, 10-12 octubre, 1989). prácticamente todos los autores se encuentran ante la necesidad de dedicar una parte importante de sus textos a explicitar y definir lo que ellos entienden por los términos empleados. Un porcentaje significativo de ellos siente, además, la necesidad de definir lo que se entiende por “verdadera” descentralización. Esta situación, que es una indicación clara de que se está pasando por un momento privilegiado de creación y elaboración conceptual, es también una muestra de que ese desarrollo teórico no está aún en condiciones de dar cuenta de las complejidades de la dinámica que se genera alrededor de los procesos de descentralización. La exposición que sigue tiene como marco referencial una asociación conceptual de carácter histórico. Esta considera que la idea de “centro” –en este caso el Estado– está asociada a la noción de “unidad” y la idea de “descentro” –de no estar en el centro– (si se permite el abuso de lenguaje) está asociada a la noción de “diversidad”. Así, un proceso de descentralización constituiría una relación de tensión entre dos orientaciones divergentes, una de las cuales tendería hacia una mayor unidad y la otra hacia una mayor heterogeneidad. El resultado se traduciría en un reordenamiento de las relaciones sociales. Na- 7 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación turalmente, la creciente complejidad de las sociedades latinoamericanas hace de esta relación un desarrollo crecientemente complejo. Si se le pudiera tomar una foto al proceso de descentralización de un Estado, en ella aparecerían una multiplicidad de “puntos de equilibrio” que reflejan diferentes niveles de diversidad (o más o menos unidad, según sea la óptica del observador) entre distintos sectores, así como al interior de cada uno de ellos. Si se hiciera un video del proceso se podría apreciar que los puntos de equilibrio no son estables, que algunos son parte de una línea tendiente hacia la unidad y otros hacia la diversidad. Los consensos Es notable constatar como la descentralización, en un período de tiempo de no más de una veintena de años, se ha convertido en un tema altamente consensual. Situaciones de consenso con respecto a ella se han producido en los más variados niveles, como si el conjunto de actores sociales hubieran internalizado la misma racionalidad instrumental que frecuentemente se le adscribe a la modernidad. Sin embargo, en la base de muchos de estos consensos se encuentran procesos encontrados que les confieren una apariencia paradojal. Si se toma la perspectiva de la finalidad de los procesos de descentralización, un primer tipo de consenso sería, por su naturaleza, un consenso utópico. Una representación cultural hegemónica en distintas regiones del planeta, incluyendo la nuestra, vincula diversidad con democracia. Por intermedio de esta vinculación, el concepto de descentralización aparece hoy comúnmente asociado al de democratización. Así, un Estado es más democrático mientras más descentralización presente. Por ello, en la medida de que el pensamiento acerca de la descentralización lleva implícito una idea democrática de autonomía de los actores sociales, se comprende por qué, desde todas las corrientes de pensamiento que aspiran a una democracia en la región, se llega rápidamente a un acuerdo acerca de las bondades de ella. Sin embargo, aún a este nivel, el consenso no está exento de ambigüedades en cuanto al significado de sus contenidos. Si uno se limita tan sólo a la experiencia de este siglo, constata que el concepto de Estado democrático ha dado lugar a las más diversas 8 formas de organización social. O bien, llamar la atención a los cambios que han ocurrido en relación a las funciones que le competen al Estado en el área de la educación (J.C. Tedesco, 1988). Sin ir más lejos, el contenido mismo del concepto de democracia no ha cesado de transformarse en función de la prioridad que se asigne a las mayorías o a las minorías, así como en función de las distintas maneras de cómo se articulen las relaciones de mayoría/ minorías y de su vinculación a los procesos de centralización/descentralización. De todas maneras, un consenso valórico a este nivel tiene la virtud de ofrecer una cierta direccionalidad que facilita la adopción de otros consensos en niveles más concretos. Otro tipo de consenso es más bien un consenso de política. Como se mencionara anteriormente, las autoridades centrales de los sistemas educacionales de la región han manifestado su insatisfacción con la situación de la educación en sus países. Hay que subrayar el hecho que sean los responsables de los sistemas quienes se transformen en los principales portavoces de la crítica, puesto que por un lado ella asume institucionalmente las características de una autocrítica y, por otro, significa también la toma de conciencia de quienes tienen el poder de adoptar iniciativas reales al respecto. También es importante señalar que frente a las limitaciones reales que presenta el Estado en la situación actual, se haya optado por políticas cuya justificación va en el sentido de la descentralización en vez de haber elegido soluciones conducentes a reforzar el Estado nacional centralizado, como habría sido de esperar de los responsables de tal sistema. De hecho, aquí radica una de las cuestiones centrales sobre la cual aún es necesario dar una explicación satisfactoria: la iniciativa de descentralizar en el campo de la educación ha venido precisamente del centro y no de los otros estamentos del sistema, sean estos regionales o locales. Además de la hipótesis de la voluntad legítima de un gobierno de gobernar en este sentido, se proponen a continuación dos líneas de investigación para abordar el tema. Político estratégico Una línea de investigación sitúa este interrogante en el nivel político estratégico y se interroga acerca de porqué un gobierno central aparece dispuesto a despojarse voluntariamente de esferas de poder que tradicionalmente le competen. Descentralización y desconcentración de los sistemas educativos / Juan Casassus Diversos autores (entre ellos McGinn 1986, Ornelas 1988, Street 1986 y Weiler 1989) examinan esta problemática desde el punto de vista de la redistribución del poder, para concluir que por intermedio de las políticas de descentralización se percibe principalmente un reforzamiento del poder central. Este se realizaría mediante la generación de un proceso de centralización del poder a través del debilitamiento de los que pueden ser considerados como concurrentes y/o adversarios, o bien por una combinación de los dos. La consideración de algunos casos concretos es ilustrativa en relación a las tensas relaciones de poder que se generan en estos procesos. Un ejemplo de tensión entre organizaciones en el caso boliviano. En el Libro Blanco1 y luego en el Libro Rosado2 de la Reforma Educativa, el gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) boliviano propuso una reforma educativa para promover “la creación de una cultura nacional; es decir, promover la búsqueda de soluciones propias y genuinas a nuestros propios problemas, desde nuestros propios valores y con nuestros propios recursos”. El eje instrumental de dicha reforma sería la descentralización, tendiente a la regionalización del currículo y la participación de la comunidad en la tarea educativa. Otro eje sería el mejoramiento de la formación de los maestros mediante la creación de una Universidad Pedagógica que reemplazaría a las 30 escuelas normales existentes. Las organizaciones del magisterio, sin embargo, interpretaron el proyecto de reforma de otra manera. La Confederación de Trabajadores Urbanos de la Educación (CTEUB) consideró la propuesta de descentralización como un intento de quebrar la hegemonía de la organización magisterial y la propuesta de la Universidad Pedagógica como un intento de control ideológico de parte del poder central, el cual además buscaba disminuir la influencia en la formación de los maestros que la CTEUB ejercía a través de las escuelas normales. La Confederación manifestó además que ellos no habían sido consultados para la ela- 1 Libro Blanco de la Reforma de la Educación. Ministerio de Educación y Cultura. MEC. La Paz, 1987. 2 Libro Rosado de la Reforma de la Educación. Ministerio de Educación y Cultura. MEC. La Paz, 1988. boración de la propuesta. Consecuentemente, se opusieron a ella y esta no pudo ser implementada, al menos durante el gobierno MNR. Un ejemplo de tensiones entre e intra organizaciones es el caso de México.3 En 1978, con la designación de un nuevo Secretario de Educación, se inicia en la Secretaría de Educación Pública (SEP) una reforma de descentralización organizativa. La propuesta adelantada por la fracción “tecnocrática” del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ahora en la SEP, requería que algunos de los funcionarios “burócratas” fueran removidos de sus cargos. Contemplaba, además la desconcentración de funciones administrativas hacia los 31 Estados, transfiriéndose la negociación desde el nivel nacional al nivel estadual. Los dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) vieron en esto un ataque a la unidad del sindicato y a su capacidad de negociación. Su reacción fue la de aliarse con el sector de “los burócratas” para ejercer la oposición a la política, lo que frenó el proceso… hasta que se generó un movimiento al interior del SNTE en contra de la autoridad central del sindicato. Este movimiento de contestación, que se extendió a lo largo del país, fue capitalizado por la organización sindical rival, la Coordinación Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE). Estimulada por apoyos recibidos del sector de los “tecnócratas”, la CNTE logró beneficios sustanciales en las negociaciones para sus adherentes y hacia 1981 ya tenía una capacidad de movilización e intervención en la política nacional, aun en contra del propio PRI. Así, frente a los posibles resultados de la campaña presidencial y en los cuales el SNTE tiene un rol importante, el éxito logrado por la CNTE hizo que el sector “tecnócrata” tuviera que alinearse con la coalición gubernamental dominada por los “burócratas” y la propuesta de descentralización tuviera que renogociarse. Los ejemplos de Bolivia y de México indican, como se expresara en otra ocasión,4 que las políticas del Estado y en particular las del 3 McGinn, Noel y Susan Street. Descentralización educacional: ¿política nacional o lucha de facciones?. En: “La Educación”, Revista Interamericana de Desarrollo Educativo, Nº 9, 1986. OEA, Washington, USA. pp. 35 a 39. 4 Casassus, Juan. Estado y Educación en América Latina. En: “Sindicalismo docente, Estado y Educación en América Latina”, PIIE, Santiago de Chile, 1989. p. 21. 9 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación sector social que incluyen las de descentralización, no son la expresión de una racionalidad técnica –como una lógica por sobre la sociedad– sino mas bien devienen el resultado de complicados procesos de decisiones donde se entrecruzan los criterios técnicos y políticos de diversos agentes de fuera y dentro del Estado, incluyendo en ellos la expresión de los intereses propios de la burocracia del aparato. Crisis del Estado Otra línea de investigación conduciría a situar la interrogante en el ámbito de la crisis del Estado. El énfasis en esta agenda no radica tanto en los motivos que anuncia el poder central para descentralizar, sino que el acento se ubicaría en la debilidad global de las sociedades en la región y, en particular, en sus principales actores: el Estado y la sociedad civil. Uno de los aspectos de la debilidad del Estado resulta de la propia dinámica de su expansión, que lo ha conducido a cubrir funciones que no necesariamente le competen. El resultado de dicha expansión no se ha traducido en mayor poder, sino en una dilatación y disgregación del mismo, en el sentido de pérdida de la capacidad de control de la acción que él pueda ejercer. Pero si el Estado se ha expandido, éste lo ha hecho porque la sociedad civil no ha tenido la capacidad de asumir la responsabilidad por acciones que le conciernen directamente así como no ha tenido la fuerza para establecer contrapoderes para delimitar las esferas de acción del Estado y limitar su crecimiento. Esto es aún más evidente en sectores de la sociedad civil que se encuentran alejados del centro. Aunque de una tónica diferente a la expresada en los párrafos anteriores, para que el Estado recupere poder aparece como condición necesaria fortalecer los sectores de la sociedad civil, en particular los más débiles. Así, al mismo tiempo el Estado estaría ejerciendo una de las funciones que se le asignan, es decir la búsqueda de la equidad mediante acciones de compensación. Sin embargo, aun cuando este argumento parece ser válido a nivel lógico, en la práctica el grado de atomización, de informalidad y de desarticulación que presentan algunas de las sociedades latinoamericanas ponen en duda la factibilidad de implementación de una estrategia de fortalecimiento ligado a la descentralización, porque se corre el 10 riesgo de que frente a las deficiencias de gestión que se manifiestan, las escuelas con menos recursos queden abandonadas. La otra área en la que se expresan consensos más bien formales, apunta al interrogante de por qué las autoridades de gobiernos de orientaciones político-ideológicas, sistemas económicos, tamaño y organización administrativa muy diferentes, deciden, en forma más o menos simultánea, implementar políticas de descentralización en sus países. La comprensión teórica actual acerca de la naturaleza de los procesos que están ocurriendo en las sociedades latinoamericanas no está, al parecer, en condiciones de dar una explicación global a esta situación. Sin embargo, es posible abordar esta paradoja aparente por medio de dos pistas generales. El “falso” consenso En una, de naturaleza conceptual y semántica, se sugiere que dada la situación presente, se trata sólo de un consenso aparente. Este “falso” consenso resultaría de la variedad en distintos significados, acciones y efectos que se reclaman del mismo término. Así, por ejemplo, en algunos autores (Rondinelli, Nellis, Cheema, 1983, Winkler, 1988) para los cuales predomina la perspectiva económica, el significado y lógica de la descentralización reflejan un proceso que conduce a la individualización y la privatización y donde el instrumento principal es el mercado. En un contexto de penuria financiera, esta perspectiva es una tentación no declarada que pena a la mayoría de los procesos de descentralización educativa. De hecho, a inicios de los 80 sólo el gobierno chileno declara inspirarse en ella y trató de estimular la privatización como parte de una política de descentralización. Con posterioridad, y dada la agravación de la situación, otros países se han iniciado en esta vía. En otra perspectiva, el significado y la lógica de la descentralización refleja un proceso de socialización y de participación, en el cual se enfatizan los aspectos de calidad de vida ligada a la identidad grupal y en donde se privilegia la relevancia cultural como el criterio dominante para la formulación de políticas y administración educativa (Sander, 1988). Una forma concreta que asume esta perspectiva es el proceso de descentralización de Nicaragua, donde a nivel de establecimiento se han creado Consejos Consultivos. En ellos participan los distintos actores del sistema –estudiantes, padres, profesores, Descentralización y desconcentración de los sistemas educativos / Juan Casassus personal directivo– y tiene como función discutir las políticas educativas y diversificar el currículo, contenidos programáticos y metodologías.5 En estos dos casos, necesariamente simplificados, los puntos comunes parecerían radicar básicamente en los términos empleados. Reconsideración crítica La otra pista se sitúa en la internacionalización de los procesos, tendencia que se proyecta desde hace ya varias décadas. Esta, sin embargo, se aceleró como consecuencia de las crisis de los inicios de los 70 que obligó a los países del centro a reconsiderar críticamente sus estrategias nacionales de desarrollo, a proceder a la reconversión y reestructuración productiva y a impulsar una nueva dinámica de competitividad por los mercados internacionales. Acompañando este proceso, también cambiaron las estrategias de organismos de vocación internacional, como por ejemplo el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Con atraso y menor amplitud, estos procesos se producen en los países de la región donde se observa que progresivamente están perdiendo posiciones en el mercado mundial. Sin embargo, lo más relevante para lo que nos interesa, es que los países de la región se encuentran insertos, como actores no protagónicos, en el juego de las interdependencias internacionales. Si se cambia de escala para analizar la descentralización, se puede apreciar que en la práctica se está desarrollando un fuerte movimiento de concentración hacia los centros multipolares de poder internacional. En este proceso, las influencias son particularmente fuertes en el área del financiamiento y en el ámbito de la cultura. El desarrollo impresionante de las nuevas tecnologías, de los medios de información y de comunicación y el aumento de los viajes, son algunos de los vehículos de una nueva cultura mundial. En algunos ámbitos ella es selectiva y sólo participan los productores de la nueva cultura. Pero también es masiva en cuanto es capaz de proyectar y legitimar valores, conceptos e ideas a nivel del planeta. La importancia y ubicuidad del tema de la descentralización podría ser interpretado 5 Ver: Síntesis del debate. En: “Sindicalismo docente, Estado y Educación en América Latina”, PIIE, Santiago de Chile, 1989. pp. 127 y 128. como una prueba del dinamismo con el cual esta cultura funciona. En el área del financiamiento, la nueva dinámica de competitividad requiere: a) la fluidez en los procesos de producción y comercialización, b) la apertura de barreras proteccionistas y c) la eliminación de obstáculos al libre juego del mercado. En resumen se requiere que a nivel del Estado nacional se proceda a superar actitudes rígidas y que ese Estado nacional centralizado se limite a algunas de sus funciones fundamentales –las relaciones externas y la regulación financiera– y busque nuevas formas de organización acorde con su poder centralizador disminuido. Además, el servicio de la deuda ha convertido a la región en exportadora de capital financiero. En su dimensión hacia adentro y más directamente ligado a la descentralización educativa, esto se traduce en que algunos autores (Hevia, Nuñez, 1989) sugieren que ésta es consecuencia de la renegociación de la deuda con el FMI el cual, entre otras materias, recomienda la disminución del gasto público; en definitiva, en educación por lo que todos los países endeudados, sin distinción de ideología, tamaño, etc., estarían llevando a cabo procesos de descentralización educativa. Para resumir, desde la perspectiva de los consensos, el análisis indica que por una parte, aunque inspirados por los más variados motivos, existe efectivamente un ambiente favorable para concebir planes de descentralización. Sin embargo, aún se requiere un esfuerzo teórico que permita integrar la multiplicidad de variables técnicas y políticas que intervienen en esta temática, como parte de un necesario desarrollo y clarificación conceptual. De otra manera prevalecerá una situación de ambigüedad, de conflictos de intereses y en la cual no existen criterios unívocos ni tampoco unanimidad acerca de la conveniencia de implementar efectivamente las políticas diseñadas. Del análisis aparece que uno de los “enjeux” centrales es el Estado nacional y que es precisamente en torno a él que se ha desarrollado una crítica, esta vez compartida. La crítica Desde principios de siglo, cuando en los países de la región se opera un proceso de centralización política importante, la oferta educacional dejó de ser una actividad situada en los municipios –como herencia de la tradición 11 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación de los cabildos– para pasar a ser una función privilegiada del Estado. El desarrollo de la educación llegó a ser una función monopólica del Estado que se articuló de tal manera con su dinámica que a lo largo del siglo se transformó en el instrumento principal para su propia constitución, en sus distintas fases de Estado-nación y de Estado-planificador. En la construcción del Estado-nación, el aporte se realizó mediante la expansión de la cobertura del sistema educativo que facilitó la incorporación progresiva de la población a la ciudadanía, a la nueva institucionalidad, es decir, a la adquisición de los códigos culturales básicos que forman las normas e identidades nacionales. En la estructuración del Estado –planificador, lo hizo mediante la formación y distribución de destrezas básicas necesarias para el proceso de industrialización. Se puede, entonces, percibir que la evolución del desarrollo de la educación ha estado íntimamente ligada a la evolución del Estado. Por ello, la crítica al desarrollo educacional se asocia a la crítica del Estado en su forma actual.6 Esta crítica no deja de tener un elemento paradojal, ya que en los hechos la política educativa del Estado centralizado en América Latina ha tenido resultados positivos en la medida que ha permitido la incorporación masiva de la población al servicio educativo. En efecto, ya en 1950 la tasa bruta de escolarización a nivel primario en la región se situaba alrededor del 48%. Para 1987, 24 de los 27 países sobre los cuales UNESCO dispone de estadísticas oficiales, declaran tener una tasa bruta de escolarización para el nivel primario de 95% o más. Esto quiere decir que, a pesar de la llamada “explosión demográfica” que se verificó en el período y no obstante la crisis financiera presente desde inicios de los 80, la oferta educativa administrada centralmente ha aumentado en tal magnitud que hoy se puede decir que, salvo excepciones, todos los países de la región están en condiciones de acoger a los niños que aspiren entrar en el sistema educativo. Que los sistemas educativos hayan logrado desarrollar una capacidad suficiente para acoger a todos los niños constituye un logro histórico cuya importancia debería ser señalada. A pesar de ello, se tiende a generalizar el sentimiento de insatisfacción respecto del modelo de desarrollo seguido hasta ahora en 6 Casassus, Juan. op. cit. 12 la medida en que éste se encuentra limitado para enfrentar nuevas y crecientes exigencias que se le formulan en el área de la educación. A continuación se examinará desde la óptica de lo político, lo financiero y lo institucional, lo que parece generar las principales fuentes de insatisfacción. Efecto democratizador La primera fuente de insatisfacción manifiesta tiene que ver con el efecto democratizador que se ha esperado de las políticas educacionales. Al respecto, es significativo recordar que las razones aducidas para impulsar el proceso de centralización educacional no estaban guiadas solamente por requerimientos de carácter geopolíticos vinculados con la unidad territorial nacional, sino que fueron primordialmente de inspiración y orientación democrática. Por ejemplo, el sentido de la argumentación que desarrollara en 1920 José Vasconcelos, intelectual revolucionario y primer Secretario de Educación de México, fue que frente a los escasos recursos de las instancias locales le correspondía al Estado asumir la responsabilidad de asegurar la expansión de la oferta educacional gratuita, es decir, de democratizarla.7 Argumentaciones similares se desarrollaron en la mayoría de los países. Como se anotó antes, la expansión cuantitativa en la cobertura del sistema ha sido impresionante. Sin embargo, este logro se ha visto opacado por la incapacidad histórica que han demostrado las sociedades latinoamericanas para resolver en forma adecuada la cuestión de la exclusión social de los sectores marginales. En este sentido, el déficit acumulado de desigualdades sociales también pesa y se manifiesta en el ámbito del desarrollo educativo. Si bien la posibilidad de acceso al establecimiento escolar se ha generalizado, el esfuerzo desplegado no ha sido suficiente para compensar las inequidades sociales pues la calidad de la educación ofrecida por los distintos establecimientos se distribuye de manera altamente desigual. En un extremo se encuentran establecimientos que reúnen déficits de materiales, equipamiento y maestros carentes de formación. En el otro se concentran aquellos que cuentan con los factores 7 Ornelas, Carlos. La descentralización de la educación en México. En: “Perspectivas”, Nº 65. UNESCO, París, 1988. Descentralización y desconcentración de los sistemas educativos / Juan Casassus que inciden favorablemente en la calidad relativa del servicio educacional. El efecto democratizador de la extensión de la cobertura ha sido limitado no sólo porque la oferta educacional no es de calidad similar, sino que también porque las desigualdades al interior de la sociedad evidencian ir en aumento. Tal parecería ser uno de los mensajes principales del análisis de estudios cuantitativos. Las estadísticas escolares reflejan esta situación en la cual el fracaso escolar, que se expresa en la repitencia, la deserción y la sobre-edad, se concentran principalmente en los sectores rurales y urbano marginales. Esta segmentación también se observa con claridad cuando se analiza, por ejemplo para Chile, la evolución de los resultados de las pruebas de medición de los logros escolares. El financiamiento Otra fuente de insatisfacción tiene su origen en la crisis del financiamiento de la educación. Durante la década de los 80, los presupuestos para la educación han cesado de crecer y en algunos casos se aprecia un descenso absoluto. Sin embargo, en forma paralela, en los últimos años se evidencia que la educación ha ido ocupando un lugar cada vez más privilegiado en las estrategias individuales y colectivas de desarrollo. En realidad, la demanda ha experimentado lo que puede ser considerado como una doble explosión por la importancia con la cual se manifiesta. Por un lado se exige más educación, lo que implica aumentar el número de años que se debe permanecer en el sistema escolar regular. Esta aspiración se ve limitada, en parte, porque implica una mayor asignación de recursos financieros en un período de ajustes estructurales y de crisis económica. Por otro lado, la demanda se ha vuelto más heterogénea, en el sentido de que se exige de la oferta educacional una adaptación a las necesidades de las estrategias individuales y/o colectivas. Además de sus implicaciones financieras, esta aspiración tendería a ir en el sentido contrario a la función homogeneizadora y de identidad nacional explícitas en la política educacional del Estado. Gestión ineficiente Una tercera fuente de insatisfacción proviene de la ineficiencia en la capacidad de gestión del sistema burocrático que se ha generado para hacer frente a los requerimientos de la expansión educacional. Al respecto, convendría señalar tres aspectos: su tamaño, la concentración del poder político y la multiplicidad de sus estructuras. El volumen de personas empleadas por el sector educacional crece a medida que se expande el sistema. De hecho, por esta dinámica se han ido constituyendo macroestructuras administrativas, frecuentemente arcaicas, para administrar un volumen de efectivos que varía según los países entre el 35 y el 50% del total de los efectivos del sector público. En 1985, los efectivos relacionados con la educación de primer y segundo grado en un país de la dimensión de Perú representaban aproximadamente 195.000 personas, para un total de 5.180.091 alumnos, mientras que en México esa cifra se acercaba a los 900.000, para un total de 21.673.265 alumnos. Los estudios empíricos y teóricos de la sociología de las organizaciones (Crozier 1965, Sainseaulieu 1988) demuestran que el funcionamiento de estructuras reglamentadas, de dimensiones pequeñas, se obstaculiza por el llamado “factor humano” que genera dinámicas de grupos cuyas prácticas rápidamente entran en conflicto o se vuelven disfuncionales. Además de las dinámicas entre grupos, el fenómeno se vuelve más complejo en el sistema educativo, donde las estructuras burocráticas son considerablemente más numerosas y la multiplicación de reglamentaciones es mucho mayor. Frente a la acumulación de disposiciones “impersonales”, el “factor humano” se defiende de ellas, retrotrayéndose. La lógica misma de la estructura burocrática en un Estado centralizado tiende a ubicar y legitimar la autoridad en la cúspide del sistema otorgándole la facultad de decisión y de regulación en las áreas sustantivas, administrativas y de asignación de recursos. Así, por una parte los ministerios de educación normalmente presentan un panorama de estructuras altamente jerarquizadas donde la dinámica de la conducción y un conjunto muy importante de decisiones tiende a concentrarse (en ocasiones al punto de saturación) en el Ministerio o Secretario de Educación y su entorno. Por otra parte, en la medida de que la autoridad es designada por el poder ejecutivo, el ejercicio del poder institucional conlleva una marcada dimensión política. De hecho, esta combinación constituye una mayor capacidad de imponer una acción. Sin embargo, en la práctica se observa 13 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación una alta rotación de autoridades que se traduce en una secuencia de medidas adoptadas en las cuales unas anulan los efectos de las otras aun dentro de un mismo período gubernamental. La multiplicidad de estructuras es en cierta medida resultado de la situación anterior. Cuando se inicia una nueva administración es corriente que con el propósito de ejercer su acción de una manera eficaz, se proceda a realizar reestructuraciones que permitan una distribución adecuada de líneas de comunicación y de ejecución afines con el pensamiento de estas autoridades y/o eventualmente a crear nuevas estructuras para responder a solicitudes de clientelas. La acumulación de reestructuraciones ha dado lugar a una organización caracterizada por la multiplicidad de estructuras. Así, por ejemplo, el Ministerio de Educación de Venezuela llegó a tener 34 direcciones centrales8 y la SEP en México 7 subsecretarías, 44 direcciones generales, 304 direcciones y 6 consejos.9 Además de constatar la multiplicidad de estructuras, cabe agregar que ellas están constituidas por unidades cuyas funciones y responsabilidades no están siempre definidas con precisión. Frecuentemente, en la práctica se da entre ellas un alto grado de duplicación de funciones que son fuente de lentitud en la administración y de disfunciones en la gestión del sistema. Así, si se quiere mejorar el servicio educativo para el conjunto de la población y, al mismo tiempo, hacerlo en un período de austeridad presupuestaria, aparece necesario otorgarle una alta prioridad al mejoramiento de la gestión del sistema mediante la simplificación de estructuras y la redefinición de funciones y responsabilidades del aparato central. Tipos de descentralización educativa Los procesos de desconcentración y de descentralización que se llevan a cabo en los sistemas educativos de América Latina, son contextualizados y deben ser percibidos como una respuesta a las insuficiencias para resolver los diversos problemas educacionales que en distinto grado han demos8 Silva, Carlos Rafael. Características, estrategias y alternativas para enfrentar la crisis de la educación: el caso venezolano. En: “Crisis fnanciera de la educación en América Latina”. CINTERPLAN, Venezuela, 1977. p. 177. 9 Ornelas, Carlos. op. cit. 14 trado poseer los Estados centralizados de la región. De esta manera, en tanto que solución a problemas, se puede percibir con claridad que la descentralización y la desconcentración no constituyen fines en sí mismos, sino que son procesos instrumentales para obtener logros en las áreas de lo político, lo económico, lo técnico-pedagógico y lo administrativo. A través de las políticas de descentralización como procesos instrumentales se espera lograr en lo político una mayor participación y democracia; en lo económico, más recursos; en lo técnico-pedagógico, una mejor calidad y en lo administrativo, una mayor eficiencia en los procesos educacionales. Con este prisma se examinarán algunas dimensiones de la experiencia de descentralización educativa en la región. Quizá convenga destacar que, a pesar del carácter centralizado del Estado, de todas maneras a lo largo de este siglo siempre han existido algunas experiencias –más o menos aisladas– de descentralización. Sin embargo, en su forma más institucional estos procesos se inician hacia la segunda mitad de los años 60 para luego generalizarse e intensificarse durante el transcurso de las décadas siguientes. En este período, el Proyecto Internacional de Regionalización Educativa (1980), coordinado por la OEA y en el cual participaron ocho países de la región, tuvo un papel importante en la extensión de estos procesos. En la experiencia de América Latina comúnmente se distinguen dos procesos generales, la desconcentración y la descentralización y tres modalidades que pueden adoptar estos procesos, la regionalización, la municipalización y la nuclearización. En los términos en los cuales se expresa la política pública, las experiencias de los procesos de descentralización se presentan con un rasgo unidireccional y secuencial. Es decir, se trataría de un proceso que implicaría la transferencia de poderes del nivel central al nivel local y ello en dos momentos; primero se pasaría a la desconcentración, para luego pasar a un segundo estado que sería el de descentralización. De hecho, la estrategia de implementación gradual del proceso está generalmente concebida de esta manera. Por ejemplo, la estrategia mexicana distingue cuatro fases en su esquema de descentralización hacia entidades federativas: la fase de delegación funcional (1978-1982), la fase de desconcentración administrativa (1982-1988), la fase de descentralización administrativa (1989-1994) Descentralización y desconcentración de los sistemas educativos / Juan Casassus y la fase de descentralización política (también a partir de 1989).10 Esta formulación de las estrategias de desconcentración y descentralización en forma secuencial, refleja un proceso de implementación programada, pero también la idea de que lo distinto entre ambos conceptos radica en la diferencia de grados de un mismo continuum y, por lo tanto, tiende a mantener la ambigüedad en cuanto al significado y diferencia entre estos conceptos. Por ello, quizá sea de alguna utilidad situarse con respecto a estos conceptos. En primer lugar, me parece que es ampliamente aceptado que los procesos de descentralización tienen tanto un significado finalista como uno instrumental. Al inicio de esta exposición se hizo referencia a la dimensión finalista cuando nos referíamos al consenso utópico. Por su naturaleza consensual y utópica, con dimensiones de creencias personales, quizá no tenga mucho sentido extenderse sobre esta acepción. La complejidad del tema radica más bien en la dimensión instrumental de ellos. En este sentido, me siento interpretado por dos proposiciones de Sonia Barrios (en Senén) las que contemplan que: “el par centralización/descentralización está constituido por categorías instrumentales cuyo contenido progresista o conservador no es intrínseco a ellas sino que viene dado por las circunstancias históricas que rodean su implementación”; y, “…ambos esquemas tienen sus virtudes y limitaciones. De allí se desprende que el logro de determinados objetivos sociales requerirá siempre alcanzar un cierto equilibrio entre centralización y descentralización”. En segundo lugar, me parece que se puede avanzar algo más en la precisión de los conceptos de descentralización y desconcentración, y en particular en la orientación de algunos autores (Caetano y otros, 1982) que señalan que la diferencia esencial entre ambos conceptos radica en que uno de ellos –la desconcentración– refleja procesos cuyo objetivo es el de asegurar la eficacia del poder central, mientras que el otro –la descentralización– es un proceso que busca asegurar la eficacia del poder local.11 10 Vanscoit, Pablo. Hacia un nuevo esquema de descentralización educativa en México. Ponencia a la IV Reunión Técnica de REPLAD de UNESCO/ OREALC. SEP. Quito, 1989. 11 Caetano, M., J.P. Martins Barata; M. Ceu Estéves; V. Pessoa. Regionalizacao e poder local. Lisboa, IED, 1982. En: “La gestión de la educación a nivel local”. UNESCO, ED/EPP, 1988, París. De esta manera, la desconcentración refleja un movimiento cuyo sentido es de “arriba hacia abajo” en tanto que la descentralización reflejaría el movimiento contrario de “abajo hacia arriba”. Bajo esta perspectiva, con la salvedad de algunas pocas excepciones, hoy prácticamente todos los procesos de descentralización educativa en América Latina son acciones de desconcentración. Lo cual, por cierto, no conlleva juicios de valor incorporados. Regionalización Lo anterior se comprende mejor cuando se vinculan los procesos de descentralización con las modalidades en que éstos se implementan. La primera modalidad indicada es la regionalización educativa que es un fenómeno real en América Latina que está presente en Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, Nicaragua, México, Panamá, Perú y Venezuela. Aun cuando ella adopte características diferentes –según si sus objetivos se refieran a formas de gobierno y administración interior, a la gestión educativa o a la elaboración de programas, contenidos y metodologías– todas estas experiencias tienen en común el que buscan superar las inequidades en cuanto a las oportunidades de acceso a la educación mediante una redistribución horizontal del servicio educativo y asegurar una mayor pertinencia del proceso.12 Así, según los énfasis persisten diferentes interpretaciones acerca de la regionalización. Algunos autores (Senén González, 1989, Velázquez, 1989) ven en la regionalización un proceso de búsqueda de identidad cultural para la elaboración de contenidos y prácticas pedagógicas. Para Hevia (1989) la regionalización también puede ser percibida como un instrumento tecnocrático que emana de las Oficinas de Planificación Nacionales que persigue resolver problemas de un desarrollo desequilibrado y compatibilizar sus objetivos nacionales con los regionales. Municipalización La otra modalidad, la municipalización –en su expresión contemporánea como un paso hacia unidades más pequeñas– ha sido puesta en práctica en tres países: Brasil, Chile y Colombia. En Colombia, respaldado por las le- 12 Ver: “La Educación”. 15 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación yes N 24 (1988) y 29 (1989),13 se ha iniciado un proceso que persigue asegurar la participación de los alcaldes en el área del financiamiento, las construcciones escolares y la administración y más allá de la municipalidad, busca la participación de organizaciones de la comunidad. En los otros países, la municipalización de la educación fue propuesta en 1967 en Brasil y en 1979 en Chile por gobiernos autoritarios militares. En ellas se reproducen básicamente esquemas de organización de tipo militar y en los cuales prevalece una estricta separación entre las funciones de decisión y las de ejecución; por lo tanto, como ya se indicara, constituyen principalmente formas de desconcentración. Sin embargo, con el advenimiento de la democracia como forma de gobierno en Brasil, la municipalización se ha mantenido como modalidad pero persiguiendo objetivos de democratización, como lo indica la constitución aprobada en 1989. Por otra parte, en Chile el impacto que ha tenido la municipalización ha sido de una naturaleza tal, que aun cuando técnicamente ella podría ser percibida como deseable o perfeccionable –como por ejemplo buscando democratizar su funcionamiento por intermedio de la elección popular de los alcaldes– desde el punto de vista de unos de los principales actores, los maestros y sus organizaciones, tal alternativa es políticamente problemática para el período de transición de un sistema autoritario a un sistema democrático. Nuclearización La tercera modalidad es la nuclearización. Por sus características, ella merece una consideración particular. Algunos autores (Cárdenas, 1978, Rivero, 1978, Lamarra 1987, 1989), ven en la nuclearización la más importante innovación educativa que ha aportado América Latina y como una estrategia y expresión coherente de organización descentralizada de la educación. Originalmente, la nuclearización constituyó una respuesta de educadores del altiplano andino en los años 30 quienes, para romper el aislamiento al que conducen las escuelas unidocentes, buscaron crear lazos entre es- 13 Zapata, Guillermo y Walter Lara. Estado actual y perspectivas de la planeación y administración de la educación en Colombia. Ponencia a la IV Región Técnica de REPLAD de UNESCO/OREALC. Ministerio de Educación Nacional y Universidad del Valle. Quito, 1989. pp. 19 y 20. 16 cuelas de un mismo distrito y seleccionaron una de ellas para que sirviera de modelo y de centro de coordinación (Hevia, 1989). Hacia mediados de los 40, en Puno se crean los primeros Núcleos Escolares Campesinos que paulatinamente se fueron convirtiendo –al menos los núcleos centrales del distrito– en centros sociales y culturales de vinculación con la comunidad. Esta experiencia se abandonó a comienzos de los 60, agobiada por el peso de las imposiciones del sistema nacional, pero fue retomada por el gobierno de Velasco Alvarado a inicios de los 70 bajo el nombre de Núcleos Educativos Comunales (NEC). Los 533 NECs pasaron a constituirse en la organización de base del sistema educativo peruano y se ordenaron en tres grandes grupos de asociación geográfica y ecológica: NECs de la costa, de la sierra y de la selva. Estos NECs fueron reemplazados a inicios de los 80, primero por un sistema de Supervisiones Educativas y luego, hacia 1985, por las Unidades de Servicios Educativos (USES). Sin embargo, antes de su supresión, la innovación había ya generado un modelo en el cual se puede identificar como eje central la participación y que se expresa en: a) una nueva forma organizativa que concibe la escuela como una función de responsabilidad comunitaria; b) una nueva forma de articulación entre centros educacionales por medio de redes interconectadas; y c) una nueva forma de planificación, en particular mediante la aplicación de la microplanificación participativa. Estas ideas se han extendido fuera de las fronteras peruanas y se aplican, con variantes, en Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y Venezuela. ¿Qué se puede concluir de las experiencias? Las dificultades que se evidencian tanto en la gestión de los sistemas como en los intentos de implementación de estrategias de desconcentración y descentralización testimonian, particularmente la complejidad y variedad con que funcionan los procesos educativos. Complejidad que comparte con otros procesos sociales, pero que además adquiere prioridad por el lugar que ocupa la educación en las estrategias nacionales e individuales. En las experiencias de descentralización en la región se puede detectar que además de la tendencia a la unidad expresada en un comienzo, de hecho están operando un con- Descentralización y desconcentración de los sistemas educativos / Juan Casassus junto de factores de distinta naturaleza que tienden hacia la centralización. Entre ellos se pueden distinguir aquellos que están ligados a la tradición centralista o a la falta de tradición descentralizada. A esta tradición se puede asociar la permanencia de modos de operación tipo “centro-periferia”, en la cual se recurre al centro para la resolución de conflictos locales/regionales o para legitimar la introducción de contenidos en programas educacionales. Otros factores están relacionados con la interacción del sistema con el sector externo y en el cual el ministro representa el punto de entrada en las relaciones internacionales y a las exigencias de grupos nacionales, sociales o productivos. En ambos casos se requiere que el ministro mantenga el conocimiento suficiente de lo que ocurre para evaluar, orientar y defender su sector. En el área del financiamiento también se refuerza esta tendencia. En él importa la estructura de los impuestos que históricamente han sido concebidos hacia el nivel nacional y cuya reforma es posible pero no fácil. Por otra parte la negociación con los ministerios de hacienda, la captación de recursos externos y su programación tienen lugar centralmente. Finalmente y quizás aún de mayor importancia es que en el nivel nacional hay mayores facilidades para producir economías de escala. Sin embargo, los factores que tienen la mayor incidencia en la tendencia hacia el centro son las organizaciones de carácter nacional, como lo son las tecno-burocracias que ven su situación amenazada por la pérdida de poder y de empleo y las organizaciones nacionales de los maestros, para quienes la negociación colectiva debe realizarse a nivel central. Por último, dado el instrumental de los procesos, estas resistencias se verán fortalecidas mientras no hayan evidencias de que la descentralización es un instrumento apropiado para el logro de los objetivos designados. Vistos desde el prisma de lo político, lo económico, lo técnico-pedagógico y lo administrativo, las experiencias de América Latina arrojan por el momento una perspectiva poco clara. Con respecto a una mayor eficiencia administrativa, la limitada y desigual distribución de capacidades de gestión requiere la puesta en marcha de programas de capacitación y, por lo tanto, se ven limitadas en un comienzo por criterios financieros. Con relación a lo técnico pedagógico, es cierto que un currículo con contenidos locales se vuelve más pertinente y facilita los procesos de aprendizaje; sin embargo, la multiplicación de programas locales requiere una articulación con el nivel nacional en proporciones a determinar, puesto que por sí mismo él no conduce a la unidad nacional, ni al acceso de los conocimientos universales relacionados con el desarrollo de la ciencia y, por el contrario, tiende a limitar la movilidad del educando fijándolo a su cultura local. En el campo económico, las experiencias de descentralización indican que no sólo no se han aumentado los recursos financieros disponibles para la educación, sino que la situación se ha agravado por la falta de compromiso en este campo por parte del organismo central. Pero, a su vez, sí hay muestras de que la comunidad ha aportado recursos adicionales en el área de la construcción y mantenimiento de establecimientos escolares. Finalmente, en el terreno político, la aspiración de mayor participación es todavía y en general una aspiración no resuelta en la generalidad de los casos, puesto que los procesos de desconcentración parecen más bien fortalecer los “caciquismos” locales en la medida de que allí se reproducen las prácticas de las relaciones tradicionales de centro-periferia. En el ámbito educacional, como lo señalan McGinn y Street, hay varios casos que ejemplifican la situación en la cual las políticas de descentralización no siempre aumentan la eficiencia administrativa, ni la eficacia, ni la participación local y que por el contrario, hasta ahora hay pocas pruebas evidentes de que estas políticas puedan funcionar.14 Sobre la base de la mayoría de los resultados, lo lógico sería concluir que es necesario orientar los esfuerzos para mejorar la oferta educativa por otros medios. Sin embargo, la existencia de algunos casos exitosos como los de la provincia de San Luis, en Argentina, o como lo fueron los NECs en un momento, permiten esperar que las promesas, aunque en un terreno más realista, puedan materializarse. 14 McGinn Noel y Susan Street. op. cit. 17 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación Referencias Bibliográficas Cárdenas, José Elias. Acciones de descentralización y nuclearización educativa en el Ecuador. UNESCO-OREALC, Santiago, Chile, 1978. Crozier, Michel. Le Phenoméne Bureaucratique. Editions Seuil, París, France, 1963. Faletto, Enzo. Una discusión sobre la crisis del Estado se puede encontrar en La especificidad del Estado en América Latina. En: Revista de la Cepal Nº 38. Santiago, Chile, 1989. Fernández Lamarra, Norberto. Regionalización, descentralización y nuclearización de la educación. Consejo Federal de Inversiones. Buenos Aires, 1987. Fernández Lamarra, Norberto y Velázquez, Mirta. “Algunas reflexiones sobre la descentralización y regionalización en la Argentina”. Ponencia para la Cuarta Región Técnica de REPLAD. Ministerio de Educación y Justicia, Buenos Aires, Argentina 1989. Hevia, Ricardo. La política de descentralización de los sistemas de educación básica y media en América Latina. Estado del Arte. (Borrador de la primera versión, 1989). Hevia, Ricardo e Iván Núñez. Crisis en la relación centralismo descentralización educacional en América Latina. En: “Sindicalismo docente, Estado y Educación en América Latina”, PIIE, Santiago de Chile, 1989. McGinn, Noel y Susan Street. Descentralización educacional: ¿política nacional o lucha de facciones? En: “La Educación”, Revista Interamericana de Desarrollo Educativo, Nº 99, 1986. OEA, Washington. Ornelas, Carlos. La descentralización de la educación en México. En: “Perspectivas” Nº 65. Unesco, París, 1988. 18 Rivero, José. “La nuclearización educativa en Villa El Salvador (Perú)”. UNESCOOREALC. Santiago, Chile, 1978. Rondinelli, Dennis A.; John R. Nellis; Shabbir G. Cheema. Descentralization in developing countries. A review of recent experiences. The World Bank. Staff Working Papers. Number 581. Washington D.C., 1983. Sander, Benno. “Management and administration of educacional systems: Major issues and trends”. Ponencia para el taller sobre “The future of strategic educational planning”. UNESCO-IIEP, París, Francia, 1988. Sainsaulieu, Renaud. Sociologie de l’Organization et de l’Entreprise. Presses de la Fondation Nationale des sciences politiques et Dalloz. Paris, 1987. Senén González, Silvia. “Políticas estatales y programas de descentralización y regionalización educativa: un estudio de casos en tres provincias argentinas”. Ponencia para la reunión Interagencial sobre descentralización y desconcentración de políticas públicas. Brasilia, Brasil, 1989. Silva, Carlos Rafael. Características, estrategias y alternativas para enfrentar la crisis de la educación, el caso venezolano. En: “Crisis financiera de la educación en América Latina”. CINTERPLAN, Venezuela, 1987. p. 177. Tedesco, Juan Carlos. El rol del Estado en la Educación. En: “Perspectivas” Nº XIX: 4, 1989, pp. 489 a 511. Weiler, Hans. Education and Power: The politics of educational descentralization in comparative perspective. Mimeo, 1989. Winkler, Donald R. Descentralization in Education: An Economic Perspective. The World Bank. Washington D.C. 1988. La educación brasileña y sus recursos / Jacques Velloso y Sandra Carvalho LA EDUCACION BRASILEÑA Y SUS RECURSOS: DE LA RECESION AL NUEVO ORDEN INSTITUCIONAL Jacques Velloso y Sandra Carvalho* En la segunda mitad de los años 80, el PBI en América Latina se sitúa en niveles inferiores o semejantes a los registrados a comienzo de la década. Pocos son los casos en que no se aplica dicha regla. La recesión de la economía mundial, las políticas de ajuste interno impuestas por organismos internacionales como el FMI y la baja de los precios del petróleo en otros casos, tuvieron como resultado una significativa reducción en el ritmo del crecimiento económico de los países del continente. Ausentes factores de cambio en su inserción en las relaciones internacionales o en sus políticas de desarrollo, este período –en la mayoría de los países– se presenta marcado por la austeridad. A la baja en el PBI generalmente acompañó una disminución de los recursos públicos destinados a la educación, aunque en ciertos casos se observaron pequeños aumentos en los porcentajes destinadas al sistema educacional. Estas características y tendencias rápidamente bosquejadas y que resultan apropiadas para describir la situación predominante en el continente, no pueden –sin embargo–, ser aplicadas en su totalidad al caso brasileño. En Brasil los efectos de retracción económica del comienzo de la década se sintieron en 1981, acentuándose en 1983 como resultado de las políticas de ajuste impuestas externamente y que fueron aplicadas en su totalidad en el país. A partir de 1983 la economía nuevamente mejora, registrando tasas de crecimiento positivas y elevadas. Además, en 1985 acaba formalmente el régimen autoritario y se inicia un nuevo pacto de poder, la nueva República. El advenimiento de este nuevo período exige que el Gobierno Federal se empeñe en cumplir un dispositivo Constitucional de 1983 que fija límites mínimos en la asignación de recursos públicos en educación. El repunte del crecimiento económico y la exigencia constitucional tienen como resultado el aumento de la parte del PBI que se destina a educación. Así, Brasil presenta un cuadro bastante diferente del que se observa en la mayoría de los países latinoamericanos. Sin embargo, el escenario económico de los últimos años y el aumento en la aplicación de recursos a la enseñanza, no han cambiado el cuadro del sistema educacional de manera sustantiva. Por un lado, 20 años de auto- *Jacques, Velloso y Sandra Carvalho, de la Facultad de Educación de la Universidad de Brasilia, diciembre 1988. ritarismo legaron al país problemas que no se solucionan en un par de años. Por otro, las políticas educacionales adoptadas en la Nueva República no difieren, en su esencia, de las aplicadas en el período anterior. En el presente texto se pretende desarrollar un breve análisis de las políticas de financiamiento de la enseñanza y de algunas de las principales medidas administrativas del período comprendido entre 1980 y 1985, con pequeñas incursiones en los años recientes debido a limitaciones impuestas por los datos disponibles. Para el desarrollo de este análisis es conveniente hacer explícito el marco conceptual que lo fundamenta. Un marco conceptual Los estudios de financiamiento de la educación generalmente se fundamentan en dos criterios para el análisis del uso de los recursos: equidad y eficiencia. El primero se relaciona con el acceso y distribución de los servicios educacionales en las diferentes capas 19 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación sociales. El segundo, se refiere a la forma de empleo de los recursos de acuerdo con su volumen y resultados alcanzados. Estos criterios tienen utilidad cuando se aplican de manera correcta, pero generalmente se usan en forma muy restringida. Es común encontrar estudios sobre equidad cuyo horizonte considera solamente cambios marginales en el acceso y distribución de la educación, olvidando que por su dimensión política se sitúa en el proceso más global de democratización de la enseñanza y de la sociedad. Igualmente, la cuestión de la eficiencia en el uso de los recursos públicos destinados al sector educacional es comúnmente tratada de manera exclusivamente técnica. Esta óptica desvincula la eficiencia de su origen eminentemente político: el Estado. Nuestro marco conceptual incluye los dos criterios. Sin embargo, los sitúa en una perspectiva distinta a los análisis corrientes de financiamiento y de administración educacional. Este marco conceptual se fundamenta en la construcción de una sociedad democrática, objetivo superior que no necesita ser justificado. Entendemos que para alcanzarlo, a la educación pública la corresponderá un papel más destacado. Educación, ciudadanía y equidad La educación es un derecho básico del ciudadano. Tiene como finalidad principal la formación para la ciudadanía. Al ser un derecho del ciudadano, lo es de todos. Solamente la escuela pública y gratuita tiene condiciones de ofrecer educación básica a toda la población. La escuela privada, por su esencia, siempre atenderá a pequeños segmentos. La importancia de la educación pública en la construcción de una sociedad democrática se fundamenta en estos hechos. La construcción de la democracia exige una oferta de enseñanza básica de buena calidad a sectores cada vez mayores de la población, sin discriminaciones sociales económicas y políticas. Más aún, exige que el período de escolaridad obligatoria sea alargado. Ambos requisitos suponen la democratización de las oportunidades educacionales y esta tarea sólo puede ser desempeñada de manera satisfactoria por el sistema público u oficial porque él dispone de las condiciones de ampliarse a todas las capas sociales. La formación de la ciudadanía se refiere al conjunto de la sociedad; no sólo a algunos de sus segmentos. Por lo tanto, el conjunto de la sociedad debe influir en los rumbos de la educación. Esto sólo ocurre en relación al 20 sistema oficial que debe responder a toda la comunidad. La escuela privada responde solamente a los intereses de algunos sectores (Velloso, 1986). Finalmente, si una sociedad quiere ser democrática debe adoptar la libertad de enseñanza como uno de los principios organizativos del sistema educacional. Esto significa que la enseñanza privada puede crecer con la autorización del poder público y con la supervisión de éste para que así sean preservados los intereses del conjunto de la sociedad. Significa que todo ciudadano tiene el derecho a escoger entre la escuela pública y la privada. Sin embargo, esta libertad sólo es posible si la escuela pública es de buena calidad para todos. Si esto no ocurre, no hay verdadera libertad de opción ni tampoco de enseñanza (Cunha, 1985). Esta última implica la valorización y el fortalecimiento de la educación pública. Educación, eficiencia y democracia El tema de la eficiencia debe ser puesto también en la perspectiva de la construcción de una sociedad democrática. Se dice que los recursos (humanos, materiales e incluso los financieros) son usados eficientemente cuando permiten alcanzar los objetivos fijados.1 Este concepto puede ser usado tanto en la gestión de la enseñanza pública como en la administración de una empresa privada. Cuando se trata de la enseñanza, sin embargo –o en su acepción más amplia, a la gestión del Estado– la eficiencia asume una dimensión también política. En la gestión del Estado, la eficiencia es el primer requisito de una administración que se pretenda democrática. Si los recursos no son de propiedad privada de sus administradores (técnicos o dirigentes) ya que pertenecen a toda la población, el respeto a los bienes públicos exige el mayor esfuerzo en la búsqueda de la eficiencia. Por lo tanto, la primera dimensión política de la eficiencia surge de la exigencia del respeto debido al bien público. La segunda, es consecuencia de la necesidad de su carácter democrático, de su transparencia. En el sector privado, la búsqueda de eficiencia requiere decisiones referentes a los criterios y procesos de ubicación de los recursos humanos, físicos y financieros. Estas 1 No estamos distinguiendo entre eficiencia técnica y distributiva porque no es relevante para nuestra argumentación. La educación brasileña y sus recursos / Jacques Velloso y Sandra Carvalho decisiones se refieren a un individuo o un pequeño grupo de propietarios de un bien privado, la empresa. Es por eso que ellas pueden ser tomadas –y generalmente así se hace– por un solo individuo o un grupo pequeño de personas. La búsqueda de eficiencia en el sector público en el cual se incluye la enseñanza pública puede implicar decisiones semejantes. Pero en el aparato estatal, ellas necesitan contar con la participación de la población. En una palabra: deben ser democráticas, transparentes. Lo que no significa que la participación en las decisiones que caben al Estado sea siempre directa. De hecho, está intermediada por diversas instancias: partidos políticos, grupos de presión, asociaciones civiles y representantes elegidos. De todas maneras, las decisiones relativas a la destinación de recursos no deben restringirse a un selecto grupo de dirigentes y técnicos. La eficiencia en el sector público, en síntesis, no debe buscarse a costa de la democratización del Estado y la sociedad. Gasto público, educación oficial y privada Antes de pasar al análisis de la evolución del sistema educacional, es conveniente dejar sentadas las limitantes de los datos que utilizaremos. Las cifras referentes al gasto público en todos los programas educacionales se contabilizan en conjunto, independientemente de la red –pública o privada– que los aplica. De este modo, los gastos públicos registrados incluyen los recursos destinados a la enseñanza oficial y también a la particular en la forma de subsidios, subvenciones a los establecimientos, becas, etc. Los gastos por alumno y los cálculos para cada programa educacional están, por lo tanto, sobreestimados. Desde el punto de vista de la evolución de los gastos totales significa que las variaciones en las transferencias a la red privada influirán en los valores registrados sin que, necesariamente, ocurran cambios equivalentes en el número de matrículas, en los sueldos de los profesores o en el tamaño del cuerpo docente. El subsidio a la red privada tiene un tamaño considerable en Brasil. Se sabe, por ejemplo, que el salario-educación2 ha sido una importante fuente de subsidio a la red privada de enseñanza básica, en especial en el período 1980-1985. El mismo papel jugó el crédito educativo en la enseñanza superior privada. Discutiremos esto más adelante en el capítulo sobre la administración del sistema. Las estadísticas sobre los subsidios gubernamentales a la enseñanza particular se encuentran dispersas, fragmentadas. Por lo general se refieren a algunos programas o fuentes de recursos para otro nivel de enseñanza, haciendo difícil cuantificar el monto real de las subvenciones. Sin embargo, los datos sobre gastos del Ministerio de Educación en 1986, –organizados por el IPEA– permiten contabilizar que los subsidios entregados a la enseñanza privada correspondieron a por lo menos un 5% de los gastos totales de ese año, excluidas las becas para estudios de post-grado y otras subvenciones que se sabe que existen pero que no pueden ser cuantificadas debido a la falta de informaciones (Velloso, 1988). Valga mencionar, a título de ilustración, que los subsidios del MEC a la enseñanza particular ese año fueron el doble de las transferencias del Ministerio a la enseñanza básica de todo el país. Las limitaciones señaladas en la apropiación de gastos son difíciles de ser superadas debido a la falta de informaciones. El análisis de los gastos totales y de los gastos unitarios, lo haremos teniendo presente esos límites y aceptando que la proporción de los subsidios en los gastos públicos no ha sufrido, en el período en estudio, grandes alteraciones. Por eso mismo, el análisis referente a los gastos es preliminar y no tiene el carácter de conclusivo. Los gastos públicos en educación que registraremos más adelante se refieren a datos de la función presupuestaria llamada “educación y cultura”, en la cual los gastos se contabilizan por programas de enseñanza: básica, media, superior y “otros programas”. Esta última categoría incluye el preescolar, la enseñanza diferencial, el bienestar escolar (ciertos gastos –no todos– son becas) administración y planificación, cultura y otras actividades. La ausencia de informaciones específicas en relación a los gastos en pre-escolar no será analizada en este texto. Panorama general 2 Nota del traductor: Salario-educación: porcentaje del presupuesto total para educación distribuido por el gobierno federal a los estados y municipios. Los efectos de la crisis económica mundial se manifestaron en Brasil a partir de 1981, con la adopción de políticas recesivas que produjeron ese año una reducción de cerca 21 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación Cuadro 1 EVOLUCION DEL PIB, GASTOS DEL GOBIERNO FEDERAL, GASTOS PUBLICOS EN EDUCACION Y SU PARTICIPACION PIB (índices) Gasto público educación (índices) Gasto público educación PIB (%) Gasto total Gob. Federal (índices) Gasto Gob. Fed. Educ. (índices) 1980 1981 1983 100.0 100.0 2.5 100.0 100.0 96.7 121.9 3.0 90.2 104.0 95.1 99.9 2.6 89.4 111.3 1985 108.8 140.4 3.3 100.6 195.0 Fuente: Anuario Estadístico de Brasil. de 3.5% del PIB y una disminución “de la producción industrial, cercana al 10%” (Conceicao Tavares y Assis, 1985-77). Se registra una nueva baja en el PIB en 1983 y, solamente en 1985, la economía llega a superar los niveles de comienzos de la década (cuadro 1).3 Los gastos públicos en educación en este período muestran grandes oscilaciones; sin embargo, no se registran bajas tan fuertes como las del PIB. Debido a cierta inercia en el gasto de personal, los egresos públicos crecieron en los primeros años de recesión, a pesar de que en 1982 hayan bajado a niveles similares a los del comienzo de la década. Con el repunte económico y la llegada de la Nueva República en 1985 se supera, en casi un 40%, los reales niveles de ese mismo año. En relación al comportamiento del gasto público en educación referido al PIB, se observa igual tendencia pero con cambios menores. La relación osciló entre 2.5% y poco más del 3% del PIB. Esto muestra, aparentemente, un significativo esfuerzo público en la mantención de los niveles reales de gastos en el sector en los primeros años de la década, si se piensa en la baja de la actividad económica. Sin embargo, al examinar esas relaciones bajo otro prisma, éstas revelan que la magnitud del esfuerzo financiero global en el sector se sitúa en niveles bastante bajos. En países vecinos como Chile, Costa Rica, Ecuador, Panamá y Venezuela, tradicionalmente se ha invertido más del 5% del PIB en educación (Psacharapoulos, et. al., 1986) mientras que 3 Los cuadros generalmente se limitan al período 1980-1985 debido a la insuficiencia de datos completos para otros años. Datos relativos a 1986 y 1987, cuando están disponibles, se citan en el texto. 22 en Brasil –la octava potencia económica del mundo occidental– la inversión pública en educación se sitúa bastante más abajo. En la penúltima línea del cuadro 1 se presentan los índices de evolución de los gastos totales (todos los sectores) del gobierno Federal. Se observa, sin embargo, que los valores utilizados en la construcción de los índices no son estrictamente comparables con los datos sobre gastos públicos en educación empleados para obtener los índices que se presentan en las líneas anteriores. La consolidación de los gastos globales del gobierno federal (balances) presenta solamente los gastos realizados en la categoría “recursos del tesoro”, excluyendo los de otras fuentes. Este es uno de los motivos por los cuales los gastos globales del gobierno federal muestran mayores disminuciones y aumentos menores que los observadores en los gastos públicos en educación. Sin embargo, los gastos del gobierno federal en educación no sufrieron las limitaciones que afectaron a los gastos totales en esa esfera de la administración pública. Ellos están consolidados a partir de los gastos de cada Ministerio, incluyendo los de todas las fuentes, siendo por lo tanto comparables a los valores de los gastos públicos del país en educación. Los índices de los gastos del gobierno federal en educación tienen un comportamiento diferente al de todos los presentados en el cuadro 1; sus valores crecen a lo largo del período en estudio. En efecto, en 1985 el gobierno federal gastaba en educación casi el doble de lo empleado a comienzos de la década, gasto que continuó creciendo en los 2 años siguientes hasta alcanzar 215% y 250% en 1986 y 1987, respectivamente, según datos del IPEA (1988). En los últimos años, el aumento de los gastos del gobierno federal en educación fue La educación brasileña y sus recursos / Jacques Velloso y Sandra Carvalho Cuadro 2 EVOLUCION DEL GASTO PUBLICO EN EDUCACION POR NIVEL DE GOBIERNO 1980 1981 1983 1985 Gob. Federal % Ind. 31.1 1.00 26.5 1.04 34.6 1.11 43.0 1.95 Gob. Estados % Ind. 52.4 1.00 57.0 1.33 51.7 0.99 44.9 1.21 Gob. Municip. % Ind. 16.6 1.00 16.6 1.22 13.7 0.82 12.1 1.03 100.0 1.00 100.0 1.18 100.0 1.00 100.0 1.44 Total % Ind. consecuencia del esfuerzo (insuficiente) por aproximarlos al nivel estipulado por la Constitución. La Enmienda Constitucional aprobada en 1983 estableció los porcentajes de los ingresos provenientes de los impuestos que deberían ser aplicados en la mantención y desarrollo de la enseñanza (cubre solamente una parte de los gastos en educación): Gobierno Federal, 13%; Estados y Municipios, 25%. El Gobierno Federal recurrió en un principio a subterfugios contables para eludir el cumplimiento del mandato constitucional (Velloso, 1985). Pero las nuevas fuerzas que llegan al poder en 1985, necesitaban para legitimarse de un sustancial aumento de los gastos en educación ya que en los años anteriores éstos habían correspondido a menos del 5% de los ingresos provenientes de los impuestos. Con el repunte del crecimiento económico en 1985 se hizo más fácil materializar esa exigencia política. El presupuesto del Ministerio de Educación, en ese año, pasó a ocupar el 2º lugar entre todos los Ministerios. Nuestras estimaciones, sin embargo, indican que a pesar del aumento sustancial del gasto público en la mantención y desarrollo de la educación, en los dos últimos años éste no alcanzó el mínimo determinado por la Constitución que estuvo en vigor hasta 1988. La evolución del gasto público en educación en el período 1980-85 muestra que hubo alteraciones esenciales en su composición por nivel de gobierno (cuadro 2). El Gobierno Federal, a comienzos de la década, era responsable por cerca de 1/3 de los gastos; los gobiernos de los estados4 de un poco más de la mitad y los gobiernos municipales de menos del 20%. La caída en los gastos de los estados y municipios en 1983, el punto más bajo de la recesión, fue compensada con el considerable aumento de los gastos federales, permitiendo así que el nivel global de los egresos se mantuviese en el mismo índice de comienzos de la década. El aumento en el nivel federal se obtuvo con la creación de una nueva forma de impuestos,5 el FINSOCIAL, absorbido en casi un 20% por el Ministerio de Educación. A partir de ese momento, los gastos federales aumentan su participación en el total y en el ritmo de crecimiento. En 1985, éste se debió en gran parte al aumento de los gastos en el bienestar de los educandos (merienda, material didáctico, becas, financiado con recursos del FINSOCIAL) y en la enseñanza superior (IPEA, 1987). Al final del período, los gastos del Gobierno se habían casi duplicado en relación a 1980. Como ya lo dijimos, a pesar de este notable crecimiento no se cumplió con la Constitución. En los estados, los cambios fueron más modestos. De acuerdo con informaciones preliminares disponibles, es posible que el 4 Nota del traductor: El sistema jurisdiccional en Brasil es federativo: un Gobierno Central o Federal, llamado también Unión; los gobiernos regionales o estados y el gobierno local o municipal. 5 Nota del traductor: Oficialmente se llama “contribución social”. 23 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación Cuadro 3 DISTRIBUCION PORCENTUAL DEL GASTO PUBLICO EN EDUCACION POR NIVEL DE ENSEÑANZA Enseñanza básica Media Superior Otros programas a Total 1980 1981 1983 1985 51.5 8.6 19.9 20.0 60.7 6.0 18.8 14.6 54.4 7.3 20.6 17.7 50.6 7.3 17.6 24.6 100.0 100.0 100.0 100.0 a Incluye preescolar, educación especial; nivelación, bienestar, administración, planificación, cultura y otros. gasto público en educación en varios estados alcanzara en 1983 el piso mínimo constitucional, (Melchior, 1987). Los resultados del cuadro 2 sugieren que no hubo grandes cambios en el número de estados que alcanzaron el piso, pues los gastos crecieron en torno al 20% entre 1983 y 1985. En relación al gasto municipal, todo indica que solamente un número muy pequeño de los 4000 en que está dividido el país alcanzaba el piso constitucional en 1983. Nuestros resultados sugieren, también, que en este caso el panorama general ha cambiado muy poco en relación a ese año. Al fin del período, los gastos públicos municipales en educación se encontraban en el mismo nivel que en el comienzo de la década. Como resultado de estas modificaciones, el gasto público en educación del gobierno federal correspondía a más del 40% del total del país al final de período, proporción casi idéntica al gasto de los estados. Las municipalidades cuya participación ya era pequeña, la redujeron todavía más. Los datos disponibles sobre gasto público federal en educación en los años 1986 y 1987 muestran continuidad en su trayectoria ascendente, la que tendió a estabilizarse en el año en curso. Así, es probable que la participación actual del gobierno federal en los gastos totales sea aún mayor que la de 1985. Pero la reforma tributaria promovida por la Nueva Constitución y promulgada en Octubre de 1988, que descentraliza la distribución de impuestos, permitirá que gradualmente se revierta este cuadro en los próximos 5 años. Un retrato de la evolución del esfuerzo público en relación a los diferentes niveles educacionales lo da la distribución de los recursos por programa de enseñanza. En el 24 cuadro 3 –que contiene esa distribución– se verifica que no hubo cambios significativos en el egreso de recursos por niveles de enseñanza entre 1980 y 1985. La enseñanza de 1er. grado (educación básica) recibía al comienzo de la década casi la mitad del gasto público en educación. Esa participación, en 1981, aumenta bastante pero baja a lo largo del período hasta caer en un nivel casi idéntico al de 1980. En la enseñanza de 2º grado (educación media) el movimiento al comienzo de la década es en sentido contrario. Su participación inicial es baja, se recupera después pero no llega al nivel inicial. Llama la atención la pequeña participación del gasto público empleado en la enseñanza media, ya que representa apenas el 7% del gasto público total. En la enseñanza superior, las oscilaciones en los recursos también son pequeñas. Su participación en el total varió entre cerca de 18% a 21%, estando al final del período en su nivel más bajo. La isonomía de sueldos6 fue establecida en 1987 entre las autarquías y fundaciones responsables por la enseñanza superior oficial, lo que elevó los sueldos medios de los docentes provocando un leve aumento en la participación de la enseñanza superior en la distribución del gasto público. Se da un notable crecimiento de la categoría “otros programas”. Su participación aumenta de 20% en 1980 a cerca del 21% en el último año estudiado. Esta categoría incluye la educación preescolar y la asistencia (bienestar) al educando, entre otros. Probable- 6 Nota del traductor: Igual salario para igualdad de funciones. La educación brasileña y sus recursos / Jacques Velloso y Sandra Carvalho mente esté en estos programas la mayor fuente de la elevación de los gastos. La matrícula en la educación preescolar aumentó, en el período entre 1980 a 1985, casi en 130%. No hay informaciones pormenorizadas que permitan continuar con la interpretación de los datos del cuadro 3, pero los gastos por niveles de enseñanza serán particularmente analizadas en las secciones siguientes. Educación Básica Evolución de la matrícula La duración de la enseñanza básica fue redimensionada en los gobiernos militares. La reforma de 1971 alargó el período de escolaridad obligatoria de 4 a 8 años y amplió el grupo etario de 7 a 14 años. Sin embargo, no se tomaron medidas concretas para implementar esta reforma lo que provocó en los años 80 una aguda crisis institucional. La universalización de la enseñanza todavía es una meta a ser alcanzada, a pesar de que está prevista en los textos constitucionales desde los años 30. La llegada de la Nueva República no alteró significativamente los problemas estructurales de la enseñanza básica: altos índices de deserción y repitencia, bajo índice de retención, bajas remuneraciones de los profesores, insuficiencia de recursos, de material didáctico e infraestructura. La matrícula en enseñanza básica en el período 1980-85 presentó un crecimiento cercano al 10%; la participación de las redes públicas y privadas se mantuvo cercana al 87% y 12% respectivamente. En los últimos 12 años (1973-85), la participación de la red federal en las matrículas de enseñanza básica se ha mantenido constante e insignificante; menos del 1%. En 1973, el porcentaje de las matrículas en la red de los estados era 59%, cayendo a 55% en 1987. Inversamente, la participación de las matrículas en la red municipal ha aumentado. La transferencia de responsabilidad por la oferta de enseñanza básica a los municipios, particularmente a los del interior, es una tendencia observada. Aparentemente, esta sería la solución más eficaz en relación a los costos. Sin embargo, la sabida carencia de recursos financieros y administrativos en esas municipalidades, sumada a la precariedad de los recursos humanos calificados, provoca distorsiones curriculares, financieras y otras, abriendo camino al clientelismo político y al desvío de recursos. En relación a la cobertura en el período 1980-85, la tasa líquida de escolaridad –considerado el grupo etario de 7 a 14 años inclusive– muestra una leve tendencia ascendente hasta 1983, alcanzando cerca de un 85%, para bajar un poco en los años siguientes. Como consecuencia de esto ocurren modestas alteraciones en el déficit de escolarización (cuadro 4). Es interesante resaltar que en 1984, hipotéticamente, el sistema educacional estaba en condiciones de atender a la demanda, teniendo en consideración que existían 24.8 mi- Cuadro 4 EVOLUCION DE LA MATRICULA EN EDUCACION BASICA GASTO PUBLICO Y DEL COSTO POR ALUMNO Matrícula Total (índ.) Tasa de escolarización (%) Matrícula en la enseñanza pública (índ.) Personal docente enseñanza pública Gastos públicos Total (índ.) Federal (índ.) Estados (índ.) Municipal (índ.) Gasto por alumno 1980a 1983 1985 100a 79.8a 100a 100a 108.7 84.7 108.2 110.1 109.6 83.2 110.6 118.9 100a 100a 100a 100a 100a 105.5 198.6 98.3 82.7 98.7 138.2 369.5 112.2 103.0 128.7 a 1977. 25 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación llones de matrículas para una población escolar –7 a 14 años– de 23.8 millones. Sin embargo, 15% de la población en edad escolar estaba fuera del sistema. Entre las posibles explicaciones encontramos: dispersión de la población de las áreas rurales y el estado de miseria absoluta en que vivía parte de la población (32%), lo que le impedía asistir a la escuela (Jaguaribe, 1985; Oliveira, et al, 1987). Al analizar el problema del déficit, se debe tomar en cuenta también la existencia de 11 millones de niños (1984) en escuelas con tres o cuatro turnos, con aproximadamente 2.30 horas de clases al día, lo que representa un déficit “adicional” de 2.2 millones de vacantes (IPEA, 1986). La media global profesor-alumno en el período 1980-85 se mantuvo estable alrededor de 24 alumnos. En el mismo período, el tamaño de los establecimientos de enseñanza creció casi un 20% pasando de 112 alumnos en 1980 a 133 alumnos por escuela en 1987. Pero la media global en la red pública incluye extremos muy distantes. Hay gran número de estudiantes en escuelas unidocentes totalizando, en 1980, casi 5 millones de niños (Cunha, 1985) o sea, 1/5 de las matrículas de ese año. Por otro lado, es interesante observar que el tamaño de los establecimientos de la red privada es mucho mayor que los del sector público. Se explica por estar ubicados preferentemente en las grandes ciudades con una densidad poblacional mayor. El tamaño medio de las escuelas privadas aumentó de 237 alumnos en 1980 a 288 en 1985 para favorecer, probablemente propiciando economías de escalas y elevación de las tasas de lucro. En relación a los docentes, la falta de concursos públicos ha posibilitado la absorción de profesores sin habilitación específica para el magisterio (a nivel de enseñanza media). Muy a menudo son nombrados por motivos políticos. La proporción de profesores sin enseñanza media completa ha disminuido, aumentando sin embargo la proporción de los que no tienen ni siquiera enseñanza básica completa. Si tomamos como referencia el año 1973, la fracción de profesores con educación básica incompleta era de 5% y con media incompleta 16%. En 1985 estos porcentajes cambian: 11% y 8% respectivamente. Este tipo de profesor no habilitado se encuentra de preferencia en las regiones menos desarrolladas del país. Si mantenemos el año 1973 como referente de la trayectoria a largo plazo de la 26 educación básica, se observa que el índice de reprobación ha aumentado en las 8 series (N.T.: cursos, grados, años). El mismo fenómeno ocurre con el índice de deserción, exceptuando la primera serie. El total de pérdidas hasta 1983 (evasión y repitencia) alcanzaba la alarmante tasa de 47%, solamente en la primera serie (Olivera et al, 1987). Este hecho se refleja en la proporción de alumnos que están fuera de la edad reglamentaria y que asisten a 1ª serie, representando casi 20% del total de niños. La elevación de los índices de evasión y repitencia pueden ser parcialmente explicados por la ampliación de la red escolar a través del aumento de los turnos a que ya nos referimos. Parece que la expansión de la red escolar no ha estado acompañada por una mejoría de la calidad de la educación, ni por la adecuación de contenidos y métodos a las necesidades de la clientela. En 10 años, contados a partir de 1973, la proporción de matrícula en 8ª serie osciló en torno de apenas 4% del total. Los datos anteriormente analizados y referentes a tasa de matrícula, escolarización y participación de las diversas instancias administrativas del gobierno en el sistema educacional, son globales. Pero debe resaltarse las grandes diferencias regionales que existen en el país, principalmente entre el sureste7 y el noreste. Un ejemplo: en 1981 cerca del 80% de los niños entre 7 y 14 años asistían a la enseñanza básica en el país; en el noreste, la tasa de escolarización era apenas de 2/3 en tanto que en el sudeste llegaba al 90%. Evolución de los gastos Los gastos en educación básica en las 3 instancias de gobierno se distribuían, en 1980, de la siguiente manera: federal 11%, estados 64%, municipios 25%. En 1985 la distribución es así: federal, 29%, estados 52%, municipios 19%. En Brasil, los mayores financiadores de la educación son los gobiernos de los estados. Mientras el gobierno federal aumentó bastante su participación en el período en estudio, las municipalidades redujeron inicialmente la proporción de sus gastos en el total nacional y, actualmente, no están en el mismo nivel de 1980. El aumento de los gastos del gobierno federal fue de 270% en el período 1980-1985, 7 Incluye estados industrializados como Sao Paulo y Rio de Janeiro. La educación brasileña y sus recursos / Jacques Velloso y Sandra Carvalho comparado con el crecimiento de 12% de los gastos de los estados (cuadro 4). Se nota, al mismo tiempo, un aumento de apenas 11% en la matrícula pública y una disminución de 7% en el número de escuelas de la red. Es necesario preguntarse por el origen del significativo aumento del gasto del gobierno federal. Una parte de este aumento es artificial, consecuencia de la incorporación contable en el balance del Ministerio de Educación de 1981, de recursos relativos a la cuota de los estados del salario-educación. En los años recientes, la mitad del crecimiento de los recursos del MEC para educación básica se debe al aumento de la merienda escolar. En 1984 y 1985, el programa de educación básica en el MEC creció un 49%. Si excluimos los recursos para la merienda, el aumento es de sólo 22% (IPEA, 1986). La parte de crecimiento real se explicaría también por la elevación de los recursos transferidos a los estados para construcción y equipamiento de escuelas. Pero esta explicación no encuentra base en los datos, pues desaparecen en el período 12.000 escuelas, hecho que habla por sí mismo. Además, el equipamiento es precario. Según una investigación reciente del IPEA, 75% de las escuelas ni siquiera tienen mapa mundi (IPEA, 1986). Finalmente, no disponemos de informaciones pormenorizadas que permitan aclarar en toda su extensión, el sustancial crecimiento del gasto federal en educación. En los gastos de los estados es importante considerar los sueldos de los profesores. En primer lugar debemos dejar claro que no todos los estados tienen Plan de Carrera (Estatuto de la Carrera Docente) y en muchos de ellos no es cumplido. De manera general, las condiciones de trabajo de los profesores son precarias y con sueldos bajos. Constituyen el ítem de mayor volumen en las planillas de sueldos de los funcionarios públicos y en su amplia mayoría viven con grandes dificultades financieras. El aumento del número de profesores corresponde al 19%, mientras que el gasto de los estados se incrementó sólo en 12% en el período. Esa diferencia indica la reducción real de los salarios de los docentes a lo largo del tiempo. Por otra parte, el índice de crecimiento de los docentes en el período representa casi el doble del índice de expansión de la matrícula. Una parte del aumento del número de docentes puede ser consecuencia de la ampliación del cuadro de especialistas (supervisores, orientadores, etc.). Pero se sabe que ha habido contrataciones en organismos de educación de los estados y de las municipalidades de personal destinado a otros órganos, fuera del sector educacional, en actividades que son un “desvío de función”. En estos casos, los recursos tienen como fin la mantención de la máquina administrativa del estado y de la municipalidad, sin ningún beneficio para el sistema educacional. En relación a la distribución regional de los recursos federales, casi la mitad del presupuesto del MEC para educación básica es transferido al noreste (IPEA 1986). Esta región, por su relativa densidad demográfica y bajo nivel de desarrollo económico tiene –generalmente– municipalidades mal equipadas, en especial en control y administración financiera, siendo muy sensibles al clientelismo político y mal uso de los recursos. El gasto por alumno en la educación fiscal disminuye al comienzo del período, pues los gastos totales bajan en 1983 mientras la matrícula aumenta. En los años siguientes el gasto por alumno aumenta, alcanzando un total acumulado de casi 30% en el período. Este comportamiento se debe a la elevación del gasto federal. En los estados y municipalidades el crecimiento del gasto total acompañó a la expansión de la matrícula lo que trae aparejado gastos unitarios inalterados en el período 1980-1985. Educación Media La situación actual de la educación media en Brasil es crítica, tanto como consecuencia de la gran escasez de recursos como de las secuelas de la reforma de 1971 que introdujo la profesionalización obligatoria en este nivel de enseñanza. Uno de los objetivos de la reforma era preparar técnicos de nivel medio en toda la educación media, permitiendo la superación de supuestas carencias de ese tipo de mano de obra. Objetivo adicional era reducir la demanda por educación superior a través de la orientación de los egresados de enseñanza media al mercado de trabajo (Cunha y Goes, 1985). La implementación de escuelas profesionalizantes en todo el sistema exigía recursos adicionales (equipamiento y talleres) para la enseñanza pública, entrenamiento en servicio de los profesores y nuevos docentes. Ninguna de estas exigencias fue satisfecha. Hay que hacer notar que una escuela efectivamente profesionalizante cuesta cerca del 60% más que una tradicional propedéutica. Las escuelas públicas supuestamente 27 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación Cuadro 5 EVOLUCION DE LA MATRICULA EN EDUCACION MEDIA DE LOS GASTOS PUBLICOS Y POR ALUMNO Matrícula total (índ.) Tasa de Escolarización 15-19 años (índ.) Matrícula enseñanza pública (índ.) Personal docente en la enseñanza pública (índ.) Gastos públicos Total (índ.) Federal (índ.) Estad. y Munic. (índ.) Por alumno 1980a 1981 1983 1985 100a 100.1 104.4 106.9 12.2a 100a 14.5 106.2 14.5 120.3 14.4 133.3 100a 103.2 91.0 114.9 100a 100a 100a 100a 85.3 61.4 96.4 80.4 85.2 94.8 80.6 71.2 119.7 119.6 119.7 89.7 a 1977. profesionalizantes no fueron equipadas ni contaron con profesores calificados para sus nuevas tareas. Las escuelas particulares continuaron de hecho, propedéuticas, burlando la ley. Y las antiguas escuelas técnicas empeoraron su desempeño debido a la reducción de recursos, que se hicieron aún más escasos debido a las nuevas actividades de la red pública y del nivelamiento negativo provocado por la profesionalización. Finalmente, la alegada carencia de técnicos de nivel medio, argumento impulsador de la reforma, no tenía mayores dimensiones y las relaciones entre formación escolar y empleo no se regían por nexos lineales como lo sugería la supuesta reforma profesionalizante. El pretendido producto de la reforma no llegaría a ser absorbido por el mercado, aunque la innovación tuviera éxito. La reforma de la educación media produjo una baja notable en la calidad de la enseñanza pública en este nivel. Además, no consiguió reducir la demanda por educación superior. La baja en la calidad y la mantención de elevados niveles de demanda de universidad, estimularon en los años 80 la proliferación de cursos privados preparatorios a los exámenes de ingreso a la universidad (cursos vestibulares). Al no ser accesibles a la gran mayoría de la población –que no dispone de recursos para pagarlos– se constituyeron en una barrera adicional al ingreso a la universidad, especialmente a la fiscal, con exámenes más competitivos. La reforma y uno de sus subproductos – los cursos pre-universitarios– contribuyeron a que la educación media en general y la uni- 28 versitaria fiscal, en especial, se hicieran elitistas. Después de la anulación de la reforma, en 1982, no hubo cambios efectivos por una mejoría en la calidad de la red pública. La propuesta profesionalizante, de hecho, nunca fue realmente implantada y ningún nuevo proyecto pedagógico la sustituyó. Permaneció el vacio dejado por el fracaso de la profesionalización obligatoria. Evolución de la matrícula La matrícula total de la educación media creció cada año lentamente entre 1980 y 1985, acumulando cerca del 7% de aumento en todo el período (cuadro 5). En los últimos años su expansión aumentó siendo su crecimiento acumulado en 1987 de 15% en relación al comienzo de la década. Este comportamiento fue resultado de la expansión continua de la enseñanza pública y de la disminución real del alumnado en la red privada hasta 1985. Todo nos lleva a pensar que los efectos de la coyuntura recesiva en la demanda por escuela privada se extendieron hasta aquel año del repunte económico. A partir de ese momento, la matrícula en la escuela privada comienza a subir nuevamente. En la red pública, la matrícula también creció bastante, alcanzando un total acumulado en el período de 33% y del 43% hasta 1987. Con una fuerte baja de la demanda de educación privada en el período, del orden del 25%, su participación en el conjunto disminuyó significativamente. Este proceso, uni- La educación brasileña y sus recursos / Jacques Velloso y Sandra Carvalho do a la expansión de la educación oficial, aumentó la participación de la red pública de un poco más de la mitad a cerca de 2/3 del total del alumnado, valor que se mantuvo estable hasta 1987. Debe notarse que la reducción de la demanda por educación privada no se restringió solamente a nuevas vacantes, ya que hubo también transferencia de alumnos de esa red a la oficial. La participación de los estados, que son los principales responsables por la educación media, se mantuvo casi inalterada en el total de la red pública durante el período. A pesar de la sustancial expansión de la red pública, el cuadro 5 muestra que la tasa de cobertura de la educación media (15-19 años) permaneció virtualmente constante y muy baja –oscilando entre 14% y 15%– índice inferior al de varios países de América Latina, como Argentina, Chile, Costa Rica, Uruguay y Venezuela (Rama, 1982). Una consecuencia seria –y candente evidencia– del deterioro de la calidad de la educación media es el aumento de los índices de reprobación. En cerca de 10 años casi se duplicaron, subiendo de 12% en 1973 a 20% en 1983 (Oliveira et al, 1987). En esta época, el número de alumnos dentro de la edad reglamentaria era de casi 2/5 del total, estando la mayoría de ellos en el primer año. Eso es resultado de la necesidad de trabajo paralelo al estudio que tiene más de la mitad de los alumnos de la educación media. Por ese motivo, el tercer turno –estudio nocturno– es de gran importancia en este nivel de enseñanza. A pesar de que los alumnos del turno nocturno son los de menor poder adquisitivo y tener mayores dificultades de aprendizaje reciben, contradictoriamente, la educación de peor calidad. Entre otras, el profesorado de este turno enfrenta condiciones de trabajo más adversas, con bajos sueldos y sin disponibilidad adecuada de tiempo para la preparación de las clases y el perfeccionamiento profesional. Los alumnos del curso diurno, en su mayoría, tienen la edad reglamentaria y cuentan con docentes que disponen de mejores condiciones de trabajo que las de sus colegas del turno nocturno. Evolución del personal docente y de los gastos El personal docente de la enseñanza pública aumentó en los años iniciales del período, pero ya en 1983 su número bajó en cerca del 10% mientras que la matrícula aumentaba en 20%. Al final del período el profesorado había crecido apenas 15% en tanto que la matrícula se expandió al doble. El comportamiento de la matrícula y del profesorado sugieren que la estrategia para hacer crecer la primera, fue la de aumentar el número de alumnos por curso, con evidentes consecuencias en las condiciones de trabajo docente y la calidad de la enseñanza. Los gastos públicos totales, los del gobierno federal y los de los estados, tienen un comportamiento semejante al de la evolución del cuerpo docente, aunque el índice baja antes (cuadro 5). La caída general de los sueldos de los profesores como resultado de las políticas salariales del período, especialmente entre 1980 y 1983, se refleja claramente en el cuadro 5. En los tres primeros años mientras el número de profesores de la red oficial aumentaba 3%, disminuyendo después en cerca del 10%, el gasto público era cortado en 15%. Solamente al final del período y con el advenimiento de la Nueva República se recupera el nivel de gastos. El crecimiento de los gastos en relación al inicio de la década excede muy poco a la expansión del cuerpo docente, lo que puede haber propiciado también alguna recuperación de los sueldos de los profesores. Los gastos por alumno tienen bajas aún mayores que los gastos públicos totales. En el punto máximo de la recesión se habían reducido en casi el 30% mientras la matrícula crecía 20%. En 1985 su valor estaba todavía 10% más abajo del nivel inicial del período como consecuencia del modesto aumento de los gastos totales, unido a la significativa expansión del alumnado de la red pública. Esos valores demuestran el deterioro de la calidad de la educación a que aludíamos anteriormente. La destinación de recursos para la educación media oficial continúo variando durante los 5 años en torno a porcentajes muy bajos del total de los gastos públicos en educación del país, entre 6% a 7%, por debajo del 9% de los comienzos de la década. Los gastos públicos en enseñanza media estuvieron comprimidos entre la exigencia de recursos para atender a la educación obligatoria y la necesidad de los mismos para mantener la calidad de la educación pública. Educación superior Evolución de la matrícula Hace cerca de 25 años la matrícula en la educación superior correspondía aproximadamente al 1% de la población. Hoy, con casi 29 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación 1.4 millones de alumnos, este porcentaje ha aumentado apenas unas décimas; la cobertura en relación a la edad etaria reglamentaria es extremadamente reducida si se la compara con algunos países de América Latina, configurando un cuadro marcadamente elitista. En esa época, el número de alumnos de la educación oficial correspondía al 60% del total, el 40% restante estaba en la educación superior privada. En esta década esos valores se han invertido: en las instituciones oficiales de la educación superior, estudia aproximadamente un 40% del total de alumnos. Esta inversión ha sido resultado de las políticas educacionales de carácter privatizante puestas en práctica en el período autoritario (Cunha, 1986) y que despreciaron la democratización de la educación. Entre 1968 y 1974, la red particular se expandió vertiginosamente gracias a los beneficios concedidos por el estado, mientras él mismo reprimía el aumento de la red pública, retardando la democratización en el acceso a la universidad. Debe destacarse que la veloz expansión del sector privado y la contención del sector público ocurren durante el llamado “milagro económico” brasileño, período de abundantes recursos gubernamentales y cuando las tasas de crecimiento real del PIB alcanzaron hasta 14% al año. La ampliación de los establecimientos educacionales particulares ocurre, principalmente, a través de la implantación de instituciones no universitarias y con poca inversión en infraestructura, en las cuales laboratorios y bibliotecas brillaban por su ausencia. Las instituciones públicas y privadas de educación superior tienen en Brasil calidad bastante variable. Sin embargo, hay nítidas diferencias entre ambas redes. La enseñanza pública es preferentemente universitaria (casi 80%, cuadro 6) y en esta red se encuentran universidades comparables a las mejores del continente. Se concentran en ellas casi 83% de los programas de post grado –maestría y doctorado– del país y sus cuerpos docentes poseen títulos muy por encima de la media nacional. Más del 20% de sus profesores tienen el grado de doctor y cerca de 1/4 el de maestría. De los libros publicados por docentes de la educación superior y de los artículos editados en revistas nacionales e internacio- Cuadro 6 EVOLUCION DE LA MATRICULA Y CUERPO DOCENTE EN LA EDUCACION SUPERIOR 1980 1981 1983 Matrícula total a Total general (índ.) Enseñanza pública (%) 100.0 37.7 100.6 38.6 104.5 40.1 99.3 40.7 Matrícula en la enseñanza pública Total (índ.) Universitario (%) Federal (índ.) Estados (índ.) 100.0 82.0 100.0 100.0 108.9 74.9 98.9 118.7 117.2 76.9 107.4 134.7 113.1 78.0 103.1 134.4 Matrícula enseñanza privada Total (índ.) Enseñanza pública 100.0 28.1 96.2 28.5 97.2 28.3 91.6 29.4 100.0 102.9 105.0 104.8 100.0 100.0 100.0 100.0 106.1 101.9 110.1 98.9 108.4 103.6 116.6 100.8 108.5 102.5 124.3 100.2 Personal docente b Total (índ.) Enseñanza pública Total (índ.) Federal (índ.) Estado (índ.) Enseñanza privada (índ.) a Todos los datos de matrícula se refieren a la enseñanza con título. Contratos docentes graduación y post-graduación. b 30 1985 La educación brasileña y sus recursos / Jacques Velloso y Sandra Carvalho nales, 76% y 87% respectivamente, tienen como autores a profesores de instituciones superiores públicas. (Velloso, 1986). En la enseñanza privada, al contrario, predominan las instituciones no universitarias; con una matrícula correspondiente a cerca del 30% del total de la red, ofrecen educación de calidad generalmente inferior. Un estudio reciente del Consejo de Rectores de Universidades Brasileñas –CRUB– indica que en el país había 200 facultades que ofrecían cursos de fines de semana. Las universidades particulares con un buen padrón de calidad, son raras excepciones. La matrícula en el sector privado absorbe solamente 17% de los programas de maestría y doctorado brasileños y cerca de 3/4 de sus profesores poseen títulos o cursos de especialización. Los libros y artículos publicados corresponde a 24% y 13%, respectivamente, del total de autoría de los docentes de la educación superior. La evolución de la matrícula en la educación superior revela que el sector público, lentamente, está ganando espacio. En los años 80 (cuadro 6) la participación de la educación fiscal se elevó de casi 40% a algunas décimas por encima de este porcentaje. La educación pública continúa predominantemente universitaria, pero la proporción del alumnado de las universidades ha disminuido levemente en este período, ubicándose en 1985 un poco más abajo del 80%. Esto se debe a la expansión de los establecimientos del sistema educacional de los estados que, a su vez creció más que el sistema federal.8 En la educación privada la matrícula creció levemente, quizás debido a que las universidades particulares se hayan visto menos afectadas por la disminución de la demanda. Influyen también en el crecimiento de la matrícula en la educación superior factores tales como el ritmo de la actividad económica y el desempeño de la educación media. En la red privada las matrículas han disminuido desde el comienzo de la recesión pues la demanda de vacantes en esos establecimientos es muy sensible a las oscilaciones de la economía. La baja calidad de la enseñanza generalmente ofrecida y los altos costos de las mensualidades cobradas –que en los años 70 enriquecieron a muchos propietarios de escuelas– en la década del 80 representaron una carga mucho mayor en la perspectiva de empleo futuro y en la renta actual de los estudiantes y sus familias, respectivamente. Al final del período, el alumnado de la red privada era casi 10% menos que en su comienzo. En 1986 la matrícula creció un poco, sin embargo se mantenía aún por debajo del nivel de 1980. En la red pública, la coyuntura recesiva y sus consecuencias también tuvieron algún efecto sobre la demanda, pero en menor grado. En el sistema federal la matrícula baja en 1981, crece hasta 1983 y de nuevo baja. En 1986 hay una leve recuperación. En el sistema educacional de los estados, el número de alumnos crece bastante hasta 1983, oscilando entre aumentos y reducciones los años siguientes. En lo que se refiere al incremento de la matrícula, el principal problema enfrentado por la red pública no es el de cantidad de demanda, sino de calidad de la misma.9 El desempeño precario de la educación media se está agravando y produce un número creciente de candidatos mal preparados a los exámenes de ingreso a la enseñanza superior, (los “vestibulares”) lo que tiene como consecuencia que no se llenen todas las vacantes existentes, en virtud de la reprobación mayor en los años recientes. Este problema afecta también a la red particular y en mayor grado. Pero su causa está sobre todo en la insuficiencia numérica de la demanda y no en la calidad. Los exámenes de ingreso a esta red generalmente no son competitivos, como ocurre en la red pública, excepto en algunas carreras de ciertas instituciones. Los datos referentes al personal docente necesitan, inicialmente, de una calificación. Se refieren a contratos o funciones docentes y no al número de profesores (no hay informaciones a este respecto). El régimen de trabajo puede ser: tiempo parcial, tiempo integral y dedicación exclusiva. Por eso, un profesor puede ser contratado por más de una institución, lo que ocurre generalmente en la red particular y con cierta frecuencia en la pública. En el período en estudio, la trayectoria del cuerpo docente en la educación pública acompañó de cerca a la evolución de la matrícula. En las instituciones federales, el cuerpo docente creció poco más que la matrícula hasta 1981, pero a partir de 1983 su expansión corre paralela a la del alumnado. En el 8 La matrícula universitaria en el sistema federal se mantuvo constante en 93% mientras que en el sistema educacional de los estados cayó de 75% a 71% en el período 1980 a 1985. 9 La educación superior municipal corresponde a una pequeña fracción (cerca del 15%) de la red pública y su evolución no es considerada en este texto. 31 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación sistema educacional de los estados hay una tendencia contraria: aumento paralelo al de la matrícula hasta 1983 y un poco más elevado hasta 1981. En el cómputo general de la red pública, los contratos docentes se ampliaron a tasas un poco inferiores a las del alumnado, lo que puede ser consecuencia tanto del uso más eficiente de los recursos como también de cambios en el régimen de trabajo, con el aumento del porcentaje de docentes con dedicación exclusiva los cuales pasan a ser contados solamente una vez. El crecimiento del número de docentes con dedicación exclusiva es consecuencia de la ampliación de los cursos de post grados (principalmente maestría y doctorado) de los estímulos resultantes de la política gubernamental y de las reivindicaciones de la Asociación Nacional de Docentes en la Educación Superior (ANDES). En la red particular los contratos docentes se mantuvieron más o menos al mismo nivel de 1980, mientras que la matrícula se redujo. No tenemos informaciones que permitan interpretar certeramente esa evolución. Es posible que, dentro del conocido debilitamiento de los salarios, un creciente número de profesores haya disminuido su régimen de trabajo y aumentado la cantidad de instituciones en las que enseñen. En esa hipótesis aumenta el número de contratos (o funciones) docentes registrados. Organización y financiamiento La organización de la enseñanza superior fue modificada por la reforma de 1968 que tuvo significativas consecuencias en el financiamiento público del sistema. La ley de la reforma fue promulgada en el régimen militar y se fundamentaba en concepciones de organización y gestión de la universidad centradas en la lógica empresarial, con énfasis en la eficiencia y la productividad (Cunha, 1986, Vierra, 1982). El problema de la democratización de la educación no era ni siquiera vislumbrado. En los términos de la reforma, la autonomía universitaria era definida como bastante relativa. En cuanto al financiamiento de las instituciones públicas, se partía del hecho de que no deberían ser mantenidas totalmente por el Estado. A lo largo de los años 70, los recursos públicos destinados al pago del personal (docentes y funcionarios) de universidades federales, pasaron a ocupar partes cada vez mayores del presupuesto. Eso hizo que se comprimiera la proporción de recursos para otros gastos y capital (investigación, amplia- 32 ción y mantención de laboratorios, bibliotecas y otras actividades). En 1973, los recursos del tesoro fiscal para otros gastos y capital (OCC) representaban 26% de los insumos de las universidades federales; en 1975 bajaron a 18%, llegando a valores del orden de 12% en los años iniciales de la década del 80 y cayendo todavía más hacia 1985 (Velloso, 1987). En relación a las universidades de los estados no se dispone de información consolidada, pero el proceso que describimos y sus consecuencias les son aplicables en líneas generales. Ese proceso estaba de acuerdo con el espíritu de la reforma de la educación superior y afectó profundamente a la autonomía de la universidad pública, la que se vio obligada –cada vez con mayor frecuencia– a buscar recursos complementarios a través de contratos y convenios con organismos de gobierno (inclusive con el propio Ministerio de Educación) y con empresas privadas. Se estima que en la década del 80 los recursos del tesoro fiscal empleados en gastos de operación en las universidades federales, eran del orden del 10%; el valor de los convenios de prestación de servicios y para la realización de investigaciones debe corresponder a un porcentaje semejante o incluso mayor en algunos casos. Este proceso puede ser visto como el manejo empresarial de la universidad oficial y es análogo al que ocurría en Chile bajo el régimen de Pinochet, aunque con menos intensidad. En ese país, entre 1973 y 1980 los recursos captados por las universidades a través de la venta de servicios, crecieron del 8% al 27% (Brunner, 1986). Es bueno que la universidad pública tenga fuentes de financiamiento alternativas al Estado. Sin embargo, la universidad pública no puede estar obligada a recurrir a esas fuentes para poder sobrevivir financieramente. Si lo hace, como ocurre con la universidad brasileña, su autonomía es menoscabada e incluso violada en la medida que se ve coaccionada a vender servicios que no están dentro de sus objetivos. La lógica empresarial en la captación de recursos se impone a las finalidades académicas de la institución. Los recursos para investigación existentes en los presupuestos propios de la universidad pública son significantes. Recursos para esas finalidades se obtienen, principalmente, a través de convenios específicos que durante los años 80 se firmaron a nivel federal con el Consejo Nacional de Desarrollo Científico (CNPp) y la Financiadora de Estudios y Proyectos (FINEP), organismos del Mi- La educación brasileña y sus recursos / Jacques Velloso y Sandra Carvalho nisterio de Ciencia y Tecnología.10 A nivel de los estados, solamente la Fundación de Ayuda a la Investigación de Sao Paulo, FASESP, se destaca en el financiamiento a la investigación en la universidad. Examinando y aprobando proyectos de investigación y desarrollo tecnológico, FINEP ha transferido grandes recursos estatales a instituciones de educación superior privadas para financiamiento de pesquisas. Este organismo es responsable por casi 70% del presupuesto de la Pontificia Universidad Católica de Rio de Janeiro-PUC/RJ (Gianotte, 1986). La Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo, en el corriente año, ha financiado casi 30% de su presupuesto con recursos provenientes de organismos gubernamentales, principalmente FINEP. A lo largo de los últimos 15 años, los recursos públicos para la investigación universitaria se concentraron progresivamente en agencias de fomento como las ya citadas y fueron distribuidos mediante la aprobación de proyectos específicos. Paralelamente, el Estado creó un número creciente de organismos gubernamentales de investigación y desarrollo tecnológico. En empresas estatales surgieron departamentos con idéntica finalidad. Durante este período, la investigación y el desarrollo de tecnologías nacionales tuvieron avances significativos. La investigación científica en Brasil se realiza todavía, principalmente, en la universidad pública. Sin embargo, el mayor fortalecimiento relativo de este sector ocurre fuera de la universidad. Como resultado de este proceso se fortaleció también el Estado al definir el rumbo de la investigación en el país. En la educación superior pública, la gratuidad es un hecho hace décadas, excepto el cobro de ciertas contribuciones o valores simbólicos por parte de algunas instituciones del sistema educacional federal, de los estados y las mensualidades de ciertos establecimientos municipales. La educación gratuita en todos los niveles es una de las condiciones para la democratización del sistema educacional. Pero no es este el motivo de la gratuidad de hecho. La Constitución Liberal de 1946 establecía que la educación superior debería ser gratuita solamente para los que demostrasen carecer de recursos. Las Cartas del régimen militar se distanciaron aún más 10 Hasta 1985, antes de la creación de este Ministerio, en la Nueva República esos organismos estaban vinculados a la Secretaría de Planificación de la Presidencia de la República-SEPLAN/PR. de los principios de la democratización del sistema educacional al determinar que la gratuidad de la enseñanza superior (y también de la media) fuese reemplazada gradualmente por el sistema de becas de estudio restituibles. Pero la gratuidad de hecho de la enseñanza superior –práctica vigente durante 2 décadas– terminó por imponer una realidad política en la historia más reciente de la universidad pública. Cuando todavía regía la Constitución del régimen militar, la recesión que comenzó en 1981 desencadenó tentativas del gobierno federal para eliminar la gratuidad de la educación superior. Hubo protestas vehementes de la sociedad civil en las cuales los docentes (liderados por su organización, ANDES), tuvieron un importante papel. Por su parte, el gobierno percibió que la cobranza de mensualidades poco aportaría al presupuesto de la universidad pública, un 8% aproximadamente (cf. los resultados de Velloso y Tramontim, 1981, por ejemplo) y desistió de su impopular proyecto. En 1988, la Nueva Constitución recién promulgada estableció la gratuidad integral en todos los niveles de enseñanza de las instituciones oficiales. Gastos totales y unitarios A lo largo de todo el período 1980-85, la distribución de los gastos públicos del gobierno federal y de los estados en la educación superior se mantuvo casi sin cambios (cuadro 7). En 1981 la parte de los gastos federales se reduce levemente, aumentando un poco también la de los estados. A partir de ese momento, ambas proporciones sufren cambios muy pequeños; la de los gastos federales gira alrededor de 3/4 del total y la de los estados 1/4. (Nótese que ambas no suman, exactamente, 100%; la diferencia corresponde al gasto público municipal). Esas pequeñas variaciones en la distribución de los gastos son consecuencia de un mayor aumento del cuerpo docente de los sistemas de educación superior de los estados. Los gastos federales se incrementaron continuamente durante todo el período. A pesar de haber tenido un mayor aumento acumulado, los gastos de los estados tuvieron una baja en el punto más alto de la coyuntura económica recesiva. En el cómputo general y como resultado del peso mayor de los gastos federales, el total del gasto público creció año a año, alcanzando al final del período 33 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación Cuadro 7 DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LOS GASTOS EN EDUCACION SUPERIOR POR NIVEL DE GOBIERNO, INDICES DE EVOLUCION DE LOS GASTOS POR ALUMNO 1980 1981 1983 1985 Gastos (%) Total Federal Estados 100.0 77.8 22.1 100.0 74.4 25.5 100.0 75.8 24.1 100.0 74.9 25.0 Gastos (índ.) Total Federal Estados 100.0 100.0 100.0 114.9 109.9 132.6 103.2 100.6 112.6 124.2 119.6 140.6 Gastos por alumno Total Federal Estados 100.0 100.0 100.0 105.6 111.1 116.6 88.2 93.7 83.5 109.9 115.9 104.6 casi un 25%. La tendencia al aumento acompañó de cerca al crecimiento del número de profesores (ver cuadro 6), sin embargo a tasas más altas. La elevación de los gastos es resultante principal del comportamiento de variables relativas al cuerpo docente, pues los pagos de personal constituyen el mayor responsable de ello. Esas variables son: salarios y plan de carrera, régimen de trabajo, calificación y número de profesores. Cabe hacer notar que los gastos federales registrados en el programa de educación superior incluyen algunos que no se refieren al sistema federal de educación sino a los ministerios militares (academias de formación de oficiales) y de otros ministerios que tienen instituciones de nivel superior para la formación de cuadros de la administración pública (diplomáticos, fiscales del Ministerio de Hacienda, por ejemplo). Esa manera de contabilizar los egresos provocará una sobreestimación de los gastos unitarios calculados más adelante, ya que nuestros datos no incluyen la matrícula de fuera del sistema federal de educación. Los gastos federales se vieron afectados a comienzos del período por la reestructuración de la carrera del magisterio en 1981. Esta reforma elevó los sueldos e incorporó la categoría de los profesores-colaboradores al cuadro del magisterio. Esos profesores, precariamente contratados, tenían sueldos muy inferiores a los de los profesores del cuadro docente (titulares, adjuntos, asistentes auxi- 34 liares). Los colaboradores representaban, un año antes de la incorporación, cerca de 1/4 del total de docentes de la educación superior federal (SESU, 1985). Los nuevos niveles salariales y la incorporación de los colaboradores son los principales responsables por la elevación de los gastos federales en cerca del 10% entre 1980 y 1981, mientras que el número de contratos docentes crecía, apenas, 2% en esos mismos años (ver cuadro 6). El nuevo plan de carrera del magisterio de la educación superior federal instituyó la promoción automática por tiempo de servicio dentro de una misma categoría. Esa característica significó una presión sobre los gastos –liviana, pero continua–, como resultado del envejecimiento del cuerpo docente. Con el nuevo plan de carrera se le creó, también al profesor, la posibilidad de ascender de categoría sin tener la titulación correspondiente (Maestría o Doctorado) siendo suficientes para habilitarlo las evaluaciones de desempeño a las que debía someterse con ese fin. Este dispositivo trajo consecuencias lamentables, contrariando los principios fundamentales que deben regir a la vida académica. Además, significa otra presión sobre los gastos en la medida en que facilita en demasía el cambio de categoría. Reajustes de salarios Entre 1980 y 1982 estuvo vigente en el país una política de reajustes de salarios que pro- La educación brasileña y sus recursos / Jacques Velloso y Sandra Carvalho movía una pequeña redistribución de ingresos en la masa salarial, sin tocar los lucros del capital. Por esa política, los trabajadores que percibían salarios más bajos tenían sus salarios reajustados en un 10% por sobre un índice de inflación creado en ese entonces, el INPC (Indice Nacional de Precios al Consumidor). Los trabajadores con sueldos más altos recibían reajustes iguales o inferiores a ese índice. La política salarial formó parte integrante de los ajustes recesivos puestos en práctica desde 1981 e intensificados a partir de 1983, año en el cual el país comienza a ser supervisado por el Fondo Monetario Internacional. A principios de 1983, los reajustes para los grupos de menores ingresos se igualaron al INPC y después fueron inferiores a él. Los sueldos más altos tuvieron siempre reajustes menores que el INPC (Singer, 1985). Los profesores universitarios fueron muy afectados por esta política ya que sus sueldos estaban entre los más altos. Con eso, la repercusión en los gastos de factores antes comentados, como la expansión cualitativa del cuerpo docente, su creciente cualificación y los cambios en su régimen de trabajo fue parcialmente anulada por la fuerte compresión de los salarios. Veamos algunos ejemplos que ilustran este fenómeno. En el plan federal, el magisterio tenía entre 1981 y 1983 un crecimiento moderado. Otros factores contribuyeron a elevar la plantilla de sueldos de esas instituciones, pero ya en 1983 los gastos federales cayeron al nivel de los comienzos de la década. En el nivel de los estados, en esos 3 años el número de profesores aumentó 6%. Otros factores influyeron en el aumento de los gastos, pero en 1983 cayeron de un índice de 133 al de 113, una reducción por lo tanto cercana al 8%. En el período 1980-85 hubo una creciente mejoría en la calificación de los docentes de las instituciones federales, a través de la obtención de los títulos de maestría o doctor. La titulación favoreció el ingreso de los docentes a niveles más elevados de la carrera y con mejores salarios. Este fenómeno se observa tanto en el sistema educacional a nivel federal como en el de los estados. En el plano federal, la distribución de los docentes por niveles de carrera en 1980 era: titulares 9%; adjuntos 20%; asistentes, 24%; auxiliares, 21%; colaboradores, 26%. Cuatro años más tarde los adjuntos representaban cerca de 30% del total, los asistentes eran poco más de la mitad; los auxiliares, aproximadamente 10% y los colaboradores casi no existían. Esos cambios fueron consecuencia del proceso de calificación docente y de la incorporación de los colaboradores al cuadro del magisterio federal. En su conjunto, contribuyeron a aumentar los gastos. Dedicación exclusiva En el mismo sentido contribuyó el cambio en el régimen de los docentes. En 1980 cerca de 2/3 del cuerpo docente de las instituciones federales de la enseñanza superior estaba en régimen de tiempo integral o dedicación exclusiva (esta fracción no incluye la categoría de los colaboradores, para la cual no se dispone de datos comparables). Cuatro años más tarde esa proporción aumentó hasta aproximádamente 3/4 del magisterio (SESU, 1985). Ambos procesos, el de la mejoría de la calificación y el de cambio en el régimen de trabajo, tuvieron como consecuencia una tendencia alcista de los gastos; elevaron también el potencial cualitativo del magisterio, permitieron la expansión de la post graduación y el fortalecimiento de la investigación. Procesos parecidos y con similares consecuencias ocurrieron en los sistemas de los estados, especialmente en instituciones como la Universidad de Sao Paulo –USP– y la Universidad de Campinas, UNICAMP. No se dispone de informaciones consolidadas de esos sistemas. Es probable que la intensidad de los procesos haya sido menor pues su crecimiento se dio, principalmente, a través de la expansión y creación de nuevas instituciones no universitarias. En ellas, como ni la investigación ni la post graduación florecen, el régimen de tiempo integral y la titulación tiene menor importancia. Ese conjunto de factores relativos a carrera, calificación, régimen de trabajo y expansión cuantitativa del cuerpo docente de la educación superior, tendió a elevar el gasto total, mientras que la política salarial actuó en sentido contrario. Como resultado tenemos que en el período los gastos aumentaron más que el número de docentes. Los gastos unitarios crecen lentamente en los primeros años del período, bajando en 1983 para aumentar posteriormente hasta 1985. Las reducciones de 1983 son sustancialmente mayores que los cambios en los gastos totales. Eso se debe a la continua expansión de la matrícula hasta ese año, la que en los sistemas de los estados creció a tasas más altas. En los años siguientes y hasta el final del período, los gastos unitarios crecen nueva- 35 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación mente. En el plano federal el aumento es significativo: el número de profesores se mantiene, prácticamente, estable, la matrícula disminuye debido a la insuficiente calidad de la demanda a la cual ya nos referimos y los otros factores (calificación y régimen de trabajo, principalmente) siguen presionando en el sentido de aumentar el gasto. En el plano de los estados parece que la significativa expansión de la matrícula en los dos últimos años del período (casi 15%) ocurrida principalmente en instituciones no universitarias, se debe al aprovechamiento de profesores recién titulados con sueldos más bajos. Los gastos unitarios aumentan después de 1983, pero aún permanecen en niveles inferiores a los de 1981. Esta interpretación es verosímil, pero su comprobación depende de informaciones adicionales que no se encuentran disponibles. Además, y como ya dijimos en la introducción a este trabajo, todo el análisis de los gastos totales y unitarios tiene carácter preliminar y de sugerencia debido a las limitaciones de los datos y a la insuficiencia de informaciones. Recursos externos Cuestiones conceptuales y políticas Al analizar los recursos externos destinados a educación surge, inmediatamente, una pregunta relativa a la finalidad de estos préstamos en moneda extranjera. Responderla implica el tratamiento de algunas cuestiones de orden conceptual y político, lo que haremos a continuación. Los préstamos extranjeros pueden ser encarados como un anticipo de presupuesto. En este caso, serán más ventajosos que los que podrían realizarse en moneda nacional solamente si sus costos fuesen menores, es decir, si los intereses son más bajos que los cobrados internamente (Mello y Souza, Velloso y Melchior, 1988). Pero los recursos adicionales obtenidos de esta manera no son sino medios para enfrentar los problemas educacionales. Y la solución de esos problemas depende, principalmente, de voluntad política, de una correlación de fuerzas que en efecto permita su adecuado enfrentamiento. La mayoría de las veces depende, también, de transformaciones sociales externas al sistema educacional, pero aún en este caso es mucho lo que se puede hacer internamente debido a la relativa autonomía del sistema. Por consiguiente, los préstamos extranjeros no son la solución, sino apenas medios para que las soluciones 36 puedan eventualmente ser encaminadas, a condición de que otros requisitos sean satisfechos. Por otra parte, en Brasil los préstamos extranjeros representan con frecuencia una parte pequeña de los gastos públicos en educación. Generalmente, no tienen un volumen comparable a los recursos necesarios para programas o proyectos de envergadura nacional. Constituyen, por lo tanto, un aporte adicional, con duración máxima de medio plazo. Al contrario, la implementación de soluciones a los problemas educacionales exige, generalmente, esfuerzos continuados que superan el período en el que estos recursos extraordinarios –mediante los préstamos extranjeros– entran al país. En estas circunstancias, parece que los préstamos extranjeros sólo serán productivos si, satisfechas ciertas condiciones que más adelante discutiremos, son destinados a actividades “semilla”. Pueden incluirse en esta categoría programas o proyectos cuyos frutos se reproduzcan fácilmente, tengan impacto elevado en el sistema educacional, sean de corta o media duración y para los que no existan en el momento los recursos necesarios. Ejemplos que, eventualmente, pueden ser incluidos en esta categoría, son programas de perfeccionamiento de profesores o proyectos de fortalecimiento de actividades de investigación. Es frecuente la argumentación de que los préstamos son útiles para provocar cambios institucionales. Al representar un flujo estable de recursos por algunos años, los préstamos facilitarían la adopción de algunos tipos de innovaciones, tales como nuevas prácticas de gestión. Este argumento es confuso por 2 razones. Primero, porque si la adopción de innovaciones dependiese apenas de la garantía de nuevos recursos por algunos años, los préstamos internos podrían tener el mismo efecto. Segundo, porque la adopción de cualquier innovación requiere de un clima favorable como la existencia de una voluntad política y/o de una correlación de fuerzas que puedan garantizar alguna posibilidad de éxito. Una de las motivaciones de los préstamos extranjeros puede ser el interés de las agencias financiadoras por hacer efectivas sus directrices de política social o educacional en los países que solicitan estos recursos. De hecho, no han sido pocas las situaciones en que conjuntos articulados de políticas sociales (los llamados “paquetes”) han sido ofrecidos a los países en desarrollo vinculados a la posibilidad de préstamos externos (véase Cardoso, 1983, por ejemplo). Es- La educación brasileña y sus recursos / Jacques Velloso y Sandra Carvalho tas situaciones han sido, especialmente, frecuentes en los casos de agencias bilaterales, como la AID, o multilaterales, como el BIRD (Banco Mundial). Frente a la gran escasez de recursos existente en los países en desarrollo, préstamos como esos han provocado, muchas veces, profundas alteraciones en las políticas nacionales. Las elites de estos países –en general– acogen de buen grado esas ofertas porque se combinan con sus intereses, aunque puedan colidir –y es frecuente que eso ocurra– con las aspiraciones de la mayoría de la población. Diferencias Es verdad que entre las agencias internacionales de financiamiento hay significativas diferencias en lo que se refiere a la definición anticipada de las políticas educacionales de los países que reciben los préstamos. La misma diferencia existe en lo que se refiere a su conducta durante las negociaciones de los préstamos a las naciones en desarrollo. Algunas de esas agencias tienen vagamente especificado su papel y por lo general no demuestran mayor empeño para que los países que reciben el préstamo, lo acepten. Otras lo tienen muy bien definido y tratan de validar sus directrices durante las negociaciones. Un ejemplo que ilustra este segundo caso son los préstamos del Banco Mundial (BIRD). En 1983 se desarrollaban negociaciones por un volumen considerable de recursos entre este Banco y un sector de ciencia y tecnología brasileño. Se llegó posteriormente a un acuerdo que tuvo como resultado la implantación del Programa de Apoyo al Desarrollo Científico y Tecnológico, PADCT. Durante las negociaciones, el equipo de consultores del BIRD, avalado por la dirección superior de la institución, postulaba con insistencia y acierto, que representantes de la comunidad científica deberían tener activa participación en las decisiones medulares del futuro programa. Era esta una directriz claramente definida por la agencia financiadora. Como el gobierno brasileño del régimen militar era contrario a esa participación, persistió el impasse durante cierto tiempo. Más tarde, al término del régimen militar, la comunidad científica conquistó su participación no sólo en decisiones centrales del programa, sino también en instancias deliberativas de organismos gubernamentales responsables de la política científica y tecnológica del país. En este caso, tal vez una rara ex- cepción, las políticas de la agencia financiadora estaban de acuerdo con el avance de las perspectivas de democratización del país. El Banco Mundial, por lo general, difunde los estudios de sus técnicos sobre la educación en los países en desarrollo. Estos estudios tienen una fuerte connotación doctrinaria, es decir, encierran nítidas opciones y recomendaciones de ciertas políticas educacionales. El contenido de estos estudios, desde un punto de vista formal, expresa sus opiniones y no necesariamente el de la agencia a la que están vinculados. Aunque, oficialmente, las opiniones emitidas son de los técnicos, la experiencia ha mostrado que suelen coincidir con las políticas asumidas por la institución. Un ejemplo reciente de esos estudios es el de Psacharopoulos et. al. (1986). Es iluminador examinar el contenido del estudio y las críticas de Carnoy (1987) a las recomendaciones de políticas de ciertas agencias internacionales como el BIRD. Hecho este examen, se verifica que las opiniones de los técnicos generalmente coinciden con las políticas recomendadas por la institución. En el texto de los técnicos del Banco, las opciones y recomendaciones de políticas educacionales se orientan en el sentido de fortalecer la iniciativa privada en educación y la concesión de facilidades a las escuelas particulares. Por lo tanto, están en dirección opuesta al fortalecimiento de la escuela pública. En la literatura brasileña sobre educación en los últimos años, estas propuestas son llamadas privatizantes porque actúan en dirección contraria a la democratización de la educación; varias de ellas fueron puestas en práctica durante el régimen militar o hubo tentativas de hacerlo. Las políticas recomendadas por los técnicos –es decir, oficiosamente sugeridas por la agencia financiadora– frecuentemente están preocupadas con la eficiencia buscada, la mayoría de las veces, a expensas de la democratización de la educación, de la sociedad y del Estado, ubicándose en el polo opuesto al marco conceptual que enunciamos al comienzo de este texto. En el cuadro de análisis de los préstamos externos, además de los aspectos económicos y financieros pertinentes, hay dos variables que merecen cuidadosa consideración. Una de ellas es la propuesta de política educacional que muchas veces está insertada al préstamo. La otra es la flexibilidad de la institución financiadora en lo que se refiere a sus propuestas de políticas educacionales. Los 37 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación recursos en moneda extranjera pueden ser deseables solamente si su contratación no viola la soberanía nacional y, principalmente, si contribuyen a la ampliación de las oportunidades educacionales a todas las capas de la población. En síntesis, puede decirse que los préstamos externos, debido a las condiciones en que son ofrecidos y a otras limitaciones que presentan, no constituyen un camino preferencial u opción importante para enfrentar los problemas educacionales de los países en desarrollo. Evolución de los préstamos externos Los recursos externos para el sistema educacional pueden ser analizados a partir de los contratos con el Ministerio de Educación, MEC ya que no hay informaciones consolidadas de los sistemas municipales y de los estados. Para el MEC, los datos disponibles incluyen los contratos firmados hasta 1985 y comprenden los recursos destinados a los diversos niveles de enseñanza. En los años iniciales del período 1980-85 se observa una tendencia declinante en el aporte de los recursos externos con una ligera recuperación al final (parte superior del cuadro 8). El movimiento de pagos, al contrario, tiende a elevarse en los años iniciales. Ese comportamiento no sólo es consecuencia de la contratación de nuevos préstamos, de sus valores y de los cronogramas de desem- bolso (generalmente entre 5 y 7 años), sino también de la distribución en el tiempo de los períodos de carencia y amortización de los préstamos contratados recientemente y los anteriores. En la última columna de la parte superior del cuadro 8 se presenta el total acumulado de los aportes, pagos y el saldo del flujo de caja, el que es negativo y del orden de los US$ 64 millones. Nótese que los valores de la columna “total” corresponden a la suma de los montos de todos los años del período. La parte inferior del cuadro 8 contiene los aportes, pagos y el flujo de caja previstos a partir de 1987. Esos valores fueron estimados en función de los préstamos contratados hasta 1985 y no incluyen contratos posteriores o que están actualmente en negociación. Al inicio de la segunda mitad de la actual década se observa que los aportes superaron a los pagos, lo que tuvo como consecuencia un flujo de caja positivo. A partir de 1989 no hay ingresos de nuevos recursos y la situación se invierte con flujo de caja negativos en todos los años siguientes. La deuda en moneda extranjera del MEC, acumulada a partir de 1985, alcanza a la suma aproximada de US$ 420 millones y de US$ 483 millones en su valor total acumulado. A pesar de lo significativo de esta suma, ni los aportes de recursos externos, ni los pagos a las agencias financiadoras han representado una parte apreciable de los gastos del ministerio. Entre 1984 y el comienzo de la Cuadro 8 PRESTAMOS EXTERNOS AL MINISTERIO DE EDUCACION 1980 Préstamos Aportes Pagos Flujo de caja Previsiónesb Aportes Pagos Flujo de caja a 1983 24.1 20.3 3.8 13.0 23.2 –10.2 3.7 27.4 –23.7 22.6 30.2 –7.6 91.1 155.2 –64.1 1987 1989 1991 1993+ Totalc 53.7 41.5 12.2 3.3 49.7 –46.4 – 48.5 –48.5 – 358.8 –358.8 189.8 672.5 –482.7 Total 1980-1985 es la suma de los valores de cada año del período. Las previsiones se basan en los contratos de préstamos firmados hasta 1985. c Total de 1986 a 1993 es la suma de los valores de cada año del período. b 38 1985 Totala 1981 La educación brasileña y sus recursos / Jacques Velloso y Sandra Carvalho década, los recursos externos disponibles fueron equivalentes, en promedio, a cerca del 1% de los gastos del Ministerio en la función educación y cultura. Los pagos correspondieron en promedio cerca del 2% de esos gastos (Mello y Souza, Velloso y Melchior, 1988). En la segunda mitad de la década, los pagos previstos crecen sustancialmente en relación al quinquenio anterior. Tomando como referencia el año 1991, se verifica que en esta época los pagos previstos serán cerca de 77% más elevados que los realizados en 1983. Pero la proporción de pagos previstos por el MEC en los próximos años no se distanciará demasiado de sus valores anteriores. Los gastos del ministerio sufrieron un notable crecimiento entre 1984 y 1986 por las razones anteriormente registradas, llegando a estabilizarse en 1987. En ese período de dos años, los gastos del ministerio aumentaron 87% más de lo previsto. A juzgar por ese aumento, los futuros pagos de los préstamos corresponderían a un porcentaje algo menor que el del año pasado. Sin embargo, en 1988 la reforma tributaria promovida por la nueva Constitución tuvo como resultado algunos cortes en el presupuesto del Ministerio de Educación. En los próximos cuatro años, el presupuesto tributario del gobierno federal (Unión) será reducido en algunos puntos porcentuales y el presupuesto del Ministerio también en la misma proporción. En ese juego de aumentos y reducciones, la porción de los pagos previstos deberá estar en torno al 25% de los gastos del MEC o menos, sin que llegue a comprometer su programación o su presupuesto. 39 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación POLITICAS PUBLICAS EN UNA ERA POST-LIBERAL: REFORMA Y RECONSTRUCCION EDUCATIVA PARA LA DECADA DEL NOVENTA Thomas Fleming* Con una nueva década y un milenio al alcance de la mano, resulta de toda conveniencia que los líderes políticos y los educadores consideren algunos de los cambios sociales y educativos que han marcado los últimos años, así como el significado de ellos para la institución social constituida por la educación pública. En el transcurso de las pasadas dos décadas, diversas fuerzas sociales, políticas y económicas han transformado la naturaleza misma de la sociedad y han cuestionado el rol que las escuelas deberían desempeñar en la vida de las personas, en la vida de la comunidad y en la vida del Estado. Gran parte de la discusión y del debate acerca de la escolaridad durante los años 70 y 80, adoptó un tono crítico. En todo el mundo, la reciente toma de conciencia acerca de la educación ha sido configurada por las demandas de la comunidad en relación con la responsabilidad en los costos y en la calidad de ella, por demandas de los padres por mayor participación en la política educacional y en la toma de decisiones, por el fraccionalismo y el conflicto dentro de la profesión docente y –tanto entre los niveles del gobierno responsables por la entrega de servicios educativos, como en otros ámbitos– por la creciente popularidad del sector escolar privado. En opinión de algunos críticos se observa una “crisis” en la educación pública, una crisis que transciende las fronteras nacionales y que provoca preocupación en Argentina, como lo hace en México, en Canadá y en los Estados Unidos. Las quejas de estos son múltiples y variadas. Para algunos de los más estridentes detractores, las escuelas –así como quienes las gobiernan y las administran– no representan las necesidades de la comunidad en su conjunto y, según se afirma, sirven para privar de sus derechos a quienes deberían ayudar. Con mayor frecuencia quizás, periodistas, *Thomas Fleming. Ph. D. Profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Victoria, B.C. Canadá. Autor de diversas obras sobre la historia de la administración educacional. Editor del informe de la Comisión Real sobre Educación (Report of Royal Commision on Education), 1988. 40 políticos y diversos otros críticos se refieren a la disminuida confianza que se tiene en la educación pública, a las altas tasas de analfabetismo en países desarrollados y en desarrollo, a los bajos niveles de rendimiento académico aun en las naciones más avanzadas, a los serios problemas de alfabetismo cultural entre los estudiantes de la enseñanza media y a la discutible relación que parece existir entre inversión en educación y crecimiento económico. Junto con tales quejas, los críticos sostienen que las escuelas sirven como organizaciones destinadas a impedir el cambio, que el currículo y las destrezas que enseñan dejan de ir al mismo paso con los grandes cambios sociales, con los cambiantes requerimientos del mercado del trabajo industrial o post-industrial y con la revolución tecnológica que ha caracterizado a las comunicaciones y a la información en los años 70 y 80. Si bien estas preocupaciones reunen gran atención pública y profesional, su discu- Políticas públicas en una era post-liberal / Thomas Fleming sión rara vez genera la clase de perspectiva que conduce a una comprensión fundamental coherente acerca del porqué la enseñanza pública aparece en un estado de confusión. A menudo la preocupación de los educadores y de los críticos educacionales por los problemas actuales, los ciega a los mayores ritmos de la historia y a las perspectivas más amplias que se requieren para comprender los desafíos que están surgiendo cuando nos aproximamos al año 2000. El propósito de este artículo es abordar y ofrecer tal perspectiva mediante la descripción y el análisis histórico y ofrecer un marco de referencia a través del cual observar la escuela a la luz de las transformaciones políticas, sociales, económicas y de otra naturaleza que caracterizan a la última década del siglo veinte. Para hacerlo, primero es necesario observar la institución de la educación pública en términos históricos como una rama del aparato del Estado y como elemento central de su política. Las escuelas públicas –ya sea en Europa, en los Estados Unidos o en Latinoamérica– deben su mismo origen y éxito a las grandes revoluciones republicanas de los siglos dieciocho y diecinueve y a la doctrina política y social del liberalismo en la cual se basaron tales revoluciones.1 Fácilmente puede argumentarse que la idea de una escuela “común” o “pública” fue una de las principales creaciones del liberalismo del siglo diecinueve y la primera institución social importante del nuevo estado nacionalista. Para la política de orientación liberal y para los reformadores sociales del siglo diecinueve, la escuela constituyó el más directo y adecuado vehículo institucional para la construcción de la nación y para el renacimiento moral y social que buscaban. Cuando la fábrica remplazó a la granja y la industrialización con la urbanización cambiaron la faz de la sociedad occidental y la naturaleza de la vida familiar, la necesidad de una agencia tal como la escuela para colaborar en estas transformaciones se hizo obvia. La atracción de la escuela pública, como sus propósitos, parecían sin límites: podía educar a los jóvenes, enseñarles los valores y la ética prevalecientes, a la vez que socializarlos en las conductas de la comunidad. Al mismo tiempo –sostenían sus representantes– la escuela prepara a los más jóve1 Thomas Fleming, “From the Common School Triumphant to the School of the Millennium: The Rise and Fall of Educational Liberalism” (University of Victoria, trabajo no publicado, marzo 1990). nes para las responsabilidades de la vida democrática y de la ciudadanía política, asimila a los pobres y a los inmigrantes, cultiva a la sociedad en general y previene el crimen, la delincuencia y la enfermedad mediante sus enseñanzas, su organización y el control social que impone. 2 Desde luego, el experimento liberal del siglo diecinueve por reorganizar y rehacer la sociedad a través de iniciativas y regulaciones auspiciadas por el gobierno, se manifestó en otras expresiones fuera de la escuela. Se le pudo observar en los esfuerzos municipales para construir hospitales y orfanatos, mejorar las calzadas y la salubridad e iluminar y cuidar el orden en las calles. Sin embargo, en casi todos los países, fue la escuela pública –más que cualquier otro servicio o institución cívica– la que hacía concebir mejores esperanzas de un inacabable nuevo mundo de progreso social, orden y prosperidad que excitaba la imaginación liberal. En resumen, la escuela pública emergió como la más visible expresión institucional del Estado providencial que el liberalismo buscaba crear. Influencia que perdura A través de Europa y de las Américas, desde la mitad del siglo diecinueve hasta la mitad de los años setenta, la perspectiva liberal de cómo enfrentar los problemas del mundo social y educacional por lo general mantuvo su influencia, aún durante períodos cuando se elegían gobiernos “conservadores” o “neo-liberales”. Y, esta visión liberal de que sea el gobierno el que regule los asuntos económicos y sociales permaneció constantemente confirmada en ciertos ideales filosóficos comunes al nacionalismo del siglo diecinueve, incluidos algunos supuestos tales como: los individuos son perfectibles a través del desarrollo educacional y social; el progreso social se garantiza mejor mediante la planificación y regulación estatal; la igualdad social debería ser la meta superior de la actividad estatal; los individuos y la sociedad deberían ser organizados conforme a paradigmas nacionales y científicos y que las diferencias sociales e individuales son objetables y debieran ser minimizadas, si no eliminadas.3 Transformar tales perspectivas filosóficas 2 Alison Prentice, The School Promoters (Toronto: McClellan and Stewart, 1977). 3 Para un análisis crítico de la filosofía liberal, véase: William F. Buckley, Up From Liberalism (Toronto: Bantam Books, 1969), pp. 6-7. 41 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación en políticas y prácticas educacionales usualmente caía –en todo el mundo– en jurisdicciones de antiguos funcionarios que trabajaban en el nivel central de las oficinas de gobierno. Estas personas habitualmente fueron apoyadas en su trabajo por cuerpos de legislación escolar que sostenían que sólo una presencia fuerte y centralizada en lo educacional podría proporcionar la visión y el control necesarios para conducir las escuelas del país. En muchas oportunidades, el Ministro de Educación fue facultado por Ley para desempeñarse como la más alta autoridad en la toma de decisiones y fijación de políticas educativas, pudiendo generalmente intervenir en cualquier materia y nivel en beneficio del sistema. Tradicionalmente, esas personas – junto con los funcionarios gubernamentales que servían en los Ministerios de Educación– determinaban el currículo escolar básico, autorizaban los textos que debían emplearse, determinaban la extensión del año y de la jornada escolar diaria y prescribían –entre otras funciones– los procedimientos de evaluación e inspección educacional. 4 Su misión, como ellos lo veían, era clara. Les preocupaba la entrega de enseñanza gratuita común a todos los niños. Históricamente se sostuvo que tal sistema era la clave para la igualdad social y el medio para proporcionar una oportunidad económica, cuando no una imperfecta posibilidad de nivelación. Sin embargo, en los últimos años esta visión ha dejado de ser tan fuertemente sustentada por los líderes gubernamentales o quizás, por el público en general. ¿Qué es lo que ha incitado este cambio de perspectiva? ¿Qué nuevas fuerzas han configurado la conciencia política y pública acerca de la educación y qué significan estos cambios para las escuelas y para la educación en las décadas venideras? Al tratar de responder estos interrogantes, la argumentación general que este trabajo desea promover es que, como ideología social y política, el liberalismo ha perdido mucho de su influencia después de dominar durante más de un siglo el desarrollo de las políticas educacionales, así como de otras públicas. Aún más, resulta razonable asumir que los efectos de la declinación del liberalismo pueden sentirse más profundamente en las escuelas y en otras instituciones sociales cuyo crecimiento y apoyo ha estado estrechamente alineado con las inclusivas y expansivas políticas sociales que el liberalismo ha promovido tradicionalmente. 4 Fleming, op. cit. p. 7. 42 Conservadores o neoliberales Más directamente, los orígenes en este cambio en la perspectiva ideológica pueden ser derivados del surgimiento de los gobiernos conservadores o neo-liberales en los Estados Unidos, Canadá e Inglaterra durante los años 70 y de los triunfos electorales de conservadores y neo-liberales en todas partes desde esos años. La popularidad de tales gobiernos se ha basado en una amplia muestra de factores que incluyen: un disgustos público generalizado por cualquier forma de fuerte control central en los años anti-colonialistas y postimperiales que siguieron a 1945; una generalizada insatisfacción pública respecto al crecimiento en tamaño y poder de las burocracias gubernamentales; temores respecto al crecimiento de la deuda pública y de los costos del gobierno; la notoria inefectividad de las economías administradas por el gobierno; y la reacción negativa, al menos en varias naciones desarrolladas, a la dudosa efectividad de programas sociales ambiciosos y costosos emprendidos desde el fin de la segunda guerra mundial. 5 En las naciones menos desarrolladas, una inflación en espiral, economías desechas, serios déficits comerciales y las insolventes demandas por repago de los préstamos, han generado sus propias formas de conservantismo económico y de restricción del sector público. Esta acción política internacional hacia la reducción de la presencia de un “gran aparato estatal” y hacia la restricción del sector público en los gastos, se caracteriza comúnmente como “el nuevo conservantismo” o “neo-liberalismo”, dependiendo del ámbito en que se discuta.6 Generalmente se le observa caracterizado por sus esfuerzos por aflojar los controles reguladores del gobierno en la economía, por estimular el libre comercio y liberalizar los mercados, por “achicar” las burocracias, por simplificar el tamaño y costos de los progra- 5 Thomas Fleming, “Restraint, Reform and Reallocation: A Brief Analysis of Government Policies on Public Schooling in Bristish Columbia, 19811984”. Education Canada (Spring 1985) 4-11. 6 El término “nuevo conservantismo” se usa habitualmente en la mayor parte de Europa occidental, las Islas Británicas y Norte América para describir este movimiento; en Europa hispánica, México, América Central y del Sur, el término generalmente usado es “neoliberal”. Con leves variaciones, ambos términos son en gran medida equivalentes. Políticas públicas en una era post-liberal / Thomas Fleming mas sociales –incluyendo la educación– y por promover un clima social y económico en el que puedan florecer el comercio y la industria. Como una doctrina social y política, este nuevo conservantismo o neo-liberalismo refleja una visión diferente de la naturaleza humana y del rol del gobierno. Valora la libertad sobre la igualdad, el auto control sobre la regulación, la individualidad sobre la conformidad, la tradición sobre el cambio y la libertad de elección sobre los servicios monopólicos del Estado. Intenta primeramente hacer a los individuos responsables de sus propias vidas y busca reducir o eliminar, donde sea posible, la intervención del gobierno en los asuntos individuales o familiares.7 En este aspecto, adopta como su axioma la antigua perspectiva parlamentaria británica: “El gobierno que mejor gobierna es el que gobierna menos”. Si bien esta posición ha tenido considerable influencia en los políticos de todo el mundo, en los últimos años –y, quizás especialmente desde la transformación política de Europa oriental– continúa encontrando considerable resistencia de ciertos sectores públicos, destacadamente los sindicatos, los grupos representativos de los pobres, de los menoscabados y una diversidad de otros grupos con intereses especiales en todos los niveles socioeconómicos quienes no desean ver la caída del Estado proveedor. En diversos países a través del mundo, los críticos de los gobiernos conservadores o neo liberales previenen a los líderes de gobierno que no es posible volver a las políticas económicas del laissez faire de una época pretérita o a desmantelar en forma drástica los fundamentos sociales del estado moderno. Hacerlo así, argumentan tales críticos, es inducir el caos social, económico y político. Tal debate aprisiona parte de la tensión ideológica que ahora marca el contexto en el cual se diseñarán las políticas públicas durante los años 90. A través de los mundos desarrollados y en desarrollo, parece que los dogmas del nuevo conservantismo o neo-liberalismo no son aún completamente aceptados, en tanto que las viejas tradiciones liberales de ampliar los servicios públicos para garantizar el progreso social, el orden, la igualdad de oportunidades aún no han sido des- cartadas. Los diseñadores de políticas se encuentran trabajando en una época de ambigüedad filosófica, una etapa que se caracteriza por la coexistencia de valores liberales y neo-liberales. Puesto de otra forma, resulta difícil percibir una perspectiva o un propósito social en su amplio sentido –acerca de la educación u otras áreas de la actividad pública– que sea igualmente compartida por académicos, profesores y administradores escolares, planificadores educacionales y sociales, funcionarios gubernamentales y el público en general. Además, mientras que puede discutirse que los gobiernos en todos los niveles se encuentran actualmente más preocupados con tópicos que tienen que ver con la eficiencia y la restricción que con materias de igualdad de oportunidad, tal enfoque aparece relacionado con las actuales exigencias económicas y políticas que con una deliberada reorientación de la filosofía política y social.8 A falta de un mejor término, puede ser apropiado describir el presente contexto filosófico y político de la acción pública como “post-liberal”. Tal denominación resulta útil en la medida que significa una tendencia alejada de una disposición ideológica antigua en lugar de un movimiento hacia una nueva. Esta distinción puede ser también significativa porque el término “post-liberal” presumiblemente trae aparejados algunos vestigios de continuidad y tradición, a la vez que algún sentido de evolución. 7 Para un planteamiento clásico de la perspectiva conservadora o neo-liberal, véase: Clinton Rossiter, Conservatism in America: Thankless Persuasion (Vintage Books: New York, 1962). 8 Al respecto, Inglaterra es, quizás, una excepción. El gobierno Thatcher ha tratado de diferentes formas reorientar la filosofía política y social de la nación. Política pública en una era de ambigüedad Emplear el término “post-liberal” para describir el actual estado de ambigüedad ideológica en el quehacer político es, sin lugar a dudas, menos importante que tratar de comprender lo que este desarrollado contexto de políticas públicas significa para la educación y para quienes trabajan en las escuelas. ¿Cuáles son los desafíos emergentes planteados por este contexto de políticas públicas para los administradores, profesores y otros funcionarios relacionados con la educación? ¿Qué tendencias o desarrollos pueden identificarse para ayudar a los educadores a comprender el ambiente social y político en el cual operarán las escuelas en las décadas venideras? ¿Qué significa para la educación el descenso del tradicional enfoque liberal? 43 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación Corriendo el riesgo de parecer prescriptivo, pueden plantearse varios supuestos como orientadores de futuras acciones. Primero, para ser efectivos en sus labores, los administradores y otros que toman decisiones en educación así como en otras áreas de políticas públicas deberán en las décadas venideras aprender a adaptase a esta ambigüedad y a ajustarse al hecho que ni el gobierno ni el público estarán dispuesto a apoyar de buena gana cualquier osada aventura social o educacional como lo hicieran tan gustosamente en el pasado, especialmente en las décadas de los 50, 60 y 70. Tanto en las naciones desarrolladas como en las en desarrollo, los dirigentes educacionales serán efectivos sólo en la medida en que se conviertan en parte de una búsqueda para desarrollar una nueva y equilibrada perspectiva ideológica que rinda homenaje tanto a los anhelos por libertad individual y restricción económica en educación valorados por los conservadores, como a los anhelos por igualdad y progreso social valorados por los liberales. Hace una generación, Morton White –historiador de la filosofía– describió perspicazmente esta búsqueda por una ideológica coexistencia como la búsqueda de “un capitalismo sin lágrimas”.9 Más recientemente el profesor Blinder de Princeton escribe también acerca de la necesidad de una equilibrada perspectiva ideológica: “La que la ley de Murphy dice que nunca lograremos –una política económica que sea tanto terca como bondadosa. Para alcanzar esta feliz unión debemos unir el cálculo económico racional del conservador… con la compasión del liberal… Debemos empezar a pensar con la mente y a sentir con el corazón, en lugar de hacerlo al revés”.10 En una época en la cual no dominará ninguna filosofía política única, en la cual la política pública estará conformada por ideales tanto conservadores como liberales, esto no promete ser una tarea fácil. Se requerirá una particular sabiduría social y destrezas políticas para calibrar programas que sean posibles implementar e identificar en apoyo para la educación. Segundo, puede anticiparse que la tarea del educador de “vender” al gobierno y al 9 Norton G. White, Social Thought in America, (Boston: Beacon Press, 1966). 10 Allan Blinder, Hard Heads, Soft Hearts, Tough-Minded Economics for a Just Society (New York: Addison-Wesley, 1987), p. 15. 44 pública la idea de nuevos programas y servicios educacionales probablemente llegará a ser más onerosa en los años venideros. Indudablemente en los países desarrollados, las políticas restrictivas del sector público, el descenso en el apoyo político al gasto educacional (y un descenso de la población en edad escolar), así como un cambio generalizado en las prioridades públicas hacia el cuidado de la salud, el medio ambiente y el desarrollo tecnológico, limitarán y reorientarán el crecimiento educacional. Tales factores, sin duda, también servirán para reducir los gastos en ayuda exterior y al desarrollo internacional de los recursos humanos. Tanto en las naciones desarrolladas como en las en desarrollo, ya hoy en día resulta evidente que los educadores están ahora forzados a competir vigorosamente con otras áreas del sector público aun para mantener los existentes niveles de apoyo. Aún más, puede anticiparse que los gobiernos más antiguos en todas partes insistirán en controles más estrechos y en sistemas de responsabilidad para los programas educacionales que apoyan, a la vez que se esperará una mejor identificación y definición de roles y de responsabilidades dentro de los sistemas de educación pública. Capacitación técnica y vocacional También puede anticiparse que tanto los gobiernos como quienes pagan impuestos insistirán continuamente por reformas escolares que permitan a las escuelas dirigir sus actividades hacia logros específicos de aprendizaje para los estudiantes y hacia la capacitación técnica y vocacional más que hacia el desarrollo académico general. La evaluación de programas y la medición del rendimiento de los alumnos, constituirán además importantes énfasis asignados a la escuela pública de las décadas venideras. Los políticos y el público probablemente, continuarán intensificando la importancia de las destrezas educacionales básicas y seguirán demandando que se siga un currículo común. Si la reciente experiencia de Norte América proporciona algunas orientaciones, podría también anticiparse que los gobiernos federales reenfocarán su atención educacional en los problemas de los educando adultos, y particularmente, el problema del analfabetismo en la medida que afecta la productividad económica e industrial. En otras palabras, el gobierno intentará, hasta donde sea posible, orientar sus inversiones en educación hacia programas que Políticas públicas en una era post-liberal / Thomas Fleming ofrezcan la mayor y más inmediata clase de retorno económico. En consecuencia, corresponderá a los educadores convencer a los políticos que ciertos cuerpos de destrezas y de conocimientos educacionales tienen aplicaciones directas hacia el empleo o al desarrollo económico. Tercero, es probable que la lucha para el control de una política educacional –y particularmente el tópico del control público contra el control profesional de la educación– se intensificará en la década venidera. Las escuelas, durante largo tiempo, han servido de campo de batalla donde compiten intereses sociales y políticos que luchan por la supremacía. Sin embargo, en lo sustancial, tales conflictos han ocurrido entre grupos y personas externos a la escuela. En resumen, los participantes en la lucha por controlar las escuelas, bien pueden cambiar durante la década de los 90. Ya existe importante evidencia que sugiere que el público ya no está preparado a ceder autoridad para la toma de decisiones en políticas de educación principalmente a los profesionales de la educación, administradores o planificadores, como ocurrió durante largo tiempo en la historia de la escuela pública. Los directivos educacionales y los profesores no son más observados –usando la elocuente frase de David Tyack y Elizabeth Hansot– como los “administradores de la virtud” .11 Al unísono con la ascendente sospecha pública respecto a la ciencia –y respecto a los expertos de cualquier tipo– los profesionales de la educación ya no disfrutan del estatus o fe pública que alguna vez se les asignara, si no en los hechos al menos en la mitología popular. Un creciente movimiento populista –en todas partes del mundo– se encuentra demandando participación en todos los aspectos educacionales –desde participación en clases hasta en los consejos de padres de las escuelas locales. En el día de hoy, los padres y los grupos de interés especial continuamente desafían el derecho de los representantes elegidos para presentar sus intereses o para hablar en su nombre acerca de las metas y prioridades de los establecimientos. Quizás más que nunca antes, los educadores tendrán que hacer campaña para convencer al público de sus capacidades profe- sionales y de la necesidad de adoptar decisiones profesionales –acerca de los estudiantes y de los asuntos educativos– que estén libres de interferencias políticas y parentales. Cuarto, los administradores educacionales, los dirigentes gremiales y los educadores en general estarán obligados a enfrentar problemas relacionados con la diversidad cultural en la medida que ésta atañe a tópicos lingüísticos, sociales y políticos. La década de los 90 será claramente una era de relativismo en los valores, una época en la cual las aspiraciones y conductas sociales serán crecientemente expresadas en términos individuales y algunas veces narcisistas.12 11 David Tyack and Elizabeth Hansot, Managers of Virtue: American Public School Leadership 1820-1980 (New York, Basic Book, 1982). 12 Cristopher Lasch, The Culture of Narcissism: American Life in an Age of Diminishing Expectation (New York: W.W. Norton, 1979). Los años 90 Los años 90 probablemente sean una era marcada por la soberanía individual, un período en el cual los intereses del grupo especial y del individuo llegarán a dominar los del colectivo, un período en el cual las políticas públicas no estarán ancladas en el consenso público o en las creencias probadas a tiempo respecto al progreso social y educativo. en consecuencia, la pregunta de cómo las escuelas públicas pueden acomodar en sus corredores la pluralidad de intereses que en la actualidad buscan expresarse y participar, será la que mayormente determine su futuro. Si las escuelas no pueden satisfacer las demandas públicas por participación, el desencanto de la comunidad con la educación pública probablemente aumentará. En cualquier caso es predecible que este nuevo modo de populismo impulsará importantes cambios en el gobierno local de la educación y bien puede, en su oportunidad, llevar tanto a la proliferación de consejos de gobierno en el nivel educativo local como a la declinación de la influencia de las autoridades educacionales centralizadas. De la misma forma es predecible que emergerán nuevas presiones orientadas a descentralizar la autoridad y las estructuras administrativas, el control curricular, el control de las evaluaciones y exámenes, así como el control de los mecanismos para los impuestos y los gastos educativos. Es concebible que las estructuras de la autoridad escolar puedan volver a sus más remotos principios históricos cuando una pequeña comunidad o grupo privado operaba no más que una es- 45 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación cuela única que era dirigida por un consejo de legos en la materia. Tales cambios podrían tener grandes y obvias implicancias para los profesionales de la educación, los que trabajarían bajo el escrutinio más directo de la autoridad local en lugar de los funcionarios del gobierno central. Dichos cambios también expondrían a los directores de escuelas y a su personal a fuerzas políticas que anteriormente se dirigían hacia funcionarios elegidos o designados en el gobierno local o estatal. Esos eventos significarían también el fin de la vieja tradición liberal del control profesional de la educación, así como el sueño de que las escuelas estuvieran de alguna forma sobre la política. En síntesis, uno de los más significativos movimientos que puede encontrarse en esta era post-liberal de políticas públicas, es un emergente movimiento para “desprofesionalizar” la educación y devolver su control a los padres y a los grupos comunitarios locales. Quinto, puede anticiparse que el control semi-monopolista por parte de la educación pública de los programas y servicios escolares crecientemente dará paso, en todo el mundo, a una economía educacional mixta, una economía que enfatizará la mayor elección y diversidad en las opciones educativas dentro y fuera de los sistemas tradicionales públicos o estatales. Al respecto, puede ser suficiente considerar que la escuela pública y la gran corporación de negocios fueron –indiscutiblemente– las dos grandes invenciones organizacionales de fines del siglo diecinueve y una considerable reconfiguración de ellas ha ocurrido en los últimos años, en la medida que éstas han tratado de responder a las cambiantes circunstancias económicas, sociales y tecnológicas. Este cambio, en si mismo, puede provocar la pregunta: ¿Puede una reestructuración similar estar detrás de la escuela pública? Las demandas de los padres y de la comunidad por mayor elección en lo educacional son ya evidentes en el mundo desarrollado.13 Sin lugar a dudas, pueden ser pronto expresadas con igual fuerza en todas partes, 13 Ver, por ejemplo, un reciente estudio canadiense: British Columbia Royal Comission on Education, A Legacy for Learners (Victoria, B.C.: Queen’s Printer, 1988), o bien el estudio más reciente Provincial Education Advisory Committee, Let’s Talk About School: A Report to the Minister of Education (Victoria B.C.: Queen’s Printer, 1985). 46 en la medida que los padres busquen un mayor control y elección en la configuración del currículo formal e informal que aprenden sus hijos. Sexto y último; el contexto de la educación pública en los años 90 y en los venideros puede ser conformado notoriamente por los cambios que ya están teniendo lugar en la fuerza de trabajo del sector. Canadá y los Estados Unidos, por ejemplo, están enfrentando serios déficits de profesores como también lo están experimentando otras naciones en todo el mundo. Este problema, en parte se relaciona con el envejecimiento de la misma fuerza de trabajo (el promedio de edad de un profesor canadiense está en alrededor de los cuarenta años), con dificultades para atraer jóvenes a las pedagogías universitarias del campo educacional y con altas tasas de deserción dentro de la misma profesión docente. Enfrentados a muchas otras opciones, especialmente en carreras relacionadas con las industrias de altas tecnologías y del campo de la información, los jóvenes capacitados se aprecian menos interesados en escoger una profesión donde se percibe que los salarios son bajos y los desafíos sociales inmensos. El cambiante status de la mujer, particularmente en las naciones desarrolladas, también ha significado que ya las escuelas no puedan contar para su profesorado con una población femenina cautiva debido a las pocas opciones de otras carreras. Al mismo tiempo, los recientes esfuerzos de los gremios docentes por obtener un mayor control en los programas de formación de profesores y por establecer las condiciones de trabajo en las escuelas, a la vez que para empeñarse en movimientos para mejorar la seguridad y beneficios sociales, han contribuido a desestabilizar tanto la preparación de docentes como su reclutamiento. En conclusión, entonces, la década de los años 90 promete ser una época de considerables desafíos para los educadores y para los políticos que configuran la educación pública. La comunicación en los procesos de alfabetización / Mario Kaplún LA COMUNICACION EN LOS PROCESOS DE ALFABETIZACION: RETO QUE EXIGE RESPUESTA Mario Kaplún* La presencia tan universal de los medios de comunicación en nuestro entorno cultural actual, viene a justificar plenamente el estudio sobre su empleo en las instancias alfabetizadoras y postalfabetizadoras. El Proyecto Principal de Educación recomienda “aprovechar los medios de comunicación para las acciones educativas”. Es necesario, entonces, hacer el aporte de precisar cómo podemos aprovecharlos y usarlos en forma más adecuada y eficaz. Todavía hay en este campo muchas preguntas sin responder; muchas acciones que no han sido confrontadas y evaluadas. Ya con sólo avanzar en esa dirección, estaremos haciendo una valiosa contribución a los esfuerzos educativos. Este seminario tiene para ello el gran aval de que no lo hará desde supuestos teóricos y voluntaristas, desde planificaciones de escritorio, sino desde la experiencia, desde la práctica. Y con los materiales a la vista o al oído… Para quien les habla, como estudioso de la comunicación educativa, este último rasgo convierte a este Seminario en una ocasión privilegiada. Cuando, hace unos años, debí hacer para la UNESCO/OREALC un estudio sobre estrategias y recursos de comunicación en la educación de adultos, me encontré con una gran limitación: pude reunir algunos informes de los programas en ejecución pero no los materiales educativos producidos y empleados en ellos. Al parecer, éstos no se consideran relevantes; no se ve necesario analizarlos ni evaluarlos. Los informes se limitan a consignar: “se imprimieron tantas cartillas”, “se emitieron tantos programas de radio”, pero nada dejan saber acerca de esos impresos y de esas emisiones radiofónicas, de su consistencia pedagógica, de su calidad creativa *Mario Kaplún, uruguayo, especialista en comunicación educativa. El presente documento recoge la introducción técnica que hiciera Kaplún al inicio del reciente Seminario Regional REDALF sobre medios de comunicación en apoyo a procesos de alfabetización y postalfabetización, celebrado en Cusco, Perú, del 9 al 13 de julio de 1990. y comunicativa, de su adecuación al lenguaje específico del medio al cual están destinados. Sin embargo, todos ellos son factores, determinantes para los resultados del esfuerzo alfabetizador. Me propongo trazar, muy suscintamente, algo así como una visión panorámica en torno a la comunicación en apoyo a programas de alfabetización y postalfabetización: intentar una recapitulación, revisar en qué se está, enunciar las tendencias prevalecientes, los avances conceptuales que se vienen registrando en los últimos años, los problemas e interrogantes que hoy se plantean y que, ciertamente, ya no son los mismos de décadas pasadas. Espero que este recuento sea útil para que esta reunión aporte pautas de reflexión y evaluación. Si un encuentro como este se hubiese realizado hace unos quince o veinte años, habría estado dominado por un sentimiento de euforia. Hubo un momento, en efecto, en que se creyó que los modernos medios de comunicación eran la panacea, la llave maestra que vendría a resolver por sí sola y en forma casi mágica, los ingentes déficits de la educación básica en nuestra región. Radio y televisión eran vistos como la gran moderna escuela sin confines, de capacidad de admisión y cobertura ilimitadas; como los nuevos educadores, los nuevos protagonistas de la empresa educativa. Fue la época de la fascinación tecnológica. 47 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación Ya en 1979, cuando se celebra la trascendente Conferencia Intergubernamental de México, ese optimismo inicial ha dado paso a una actitud mucho más crítica y realista. El documento preparatorio de la reunión –que sería la base para el Proyecto Principal de Educación– al referirse a los programas educativos realizados a través de medios de comunicación, advierte sobre la necesidad de “evaluaciones que permitan apreciar su eficiencia real en términos de cobertura y resultados educativos, puesto que –enfatiza el Proyecto– la utilización de tales medios no implica por sí misma que un sistema educacional se modernice, que la calidad de la educación mejore y que los costos unitarios disminuyan”. Como se puede apreciar, una actitud desmitificadora. Hoy, después de reiteradas decepciones, hay conciencia de que es preciso encarar la cuestión con más cautela, con expectativas menos ilusorias, con criterios más afinados y exigentes. Ya no se habla de alfabetizar o postalfabetizar a través de los medios sino con apoyo de estos, lo que desplaza el eje protagónico y pone la cuestión en términos más equilibrados. A partir de esta sana y necesaria reubicación, este encuentro nos permitirá apreciar cuánto se ha avanzado en los últimos años en el diseño de estrategias más integrales y más efectivas. Sobre la alfabetización En lo concerniente a la alfabetización, se han registrado evoluciones en la dimensión social, en la cultural y en la pedagógica. La dimensión social En cuanto a la primera de estas dimensiones, la social, se ha tomado conciencia de que ninguna alfabetización es neutra ni ideológicamente aséptica. Sea consciente de ello o no, todo programa alfabetizador se inscribe en un marco ideológico determinado y transmite una cierta visión de la sociedad y de los valores. Al mismo tiempo, ya es difícil encontrar un programa que se proponga convocar a una comunidad o a un sector de la población con el único propósito de enseñarle la lengua escrita. Antes bien, la alfabetización –sea esta presencial o a distancia y con independencia de los medios en los que se apoye– es vista como un momento privilegiado para propiciar una acción más formativa y de mayor proyección social. Son compartidos los 48 lineamientos del Proyecto Principal de Educación cuando este propone “orientar los sistemas educativos conforme a la justicia social, de manera que contribuyan a fortalecer la conciencia, la participación, la solidaridad y la capacidad de organización, principalmente entre los grupos menos favorecidos”. Esta ya arraigada preocupación por la dimensión socioeducativa del acto alfabetizador, se traduce necesariamente en los contenidos de los materiales educativos y en los valores que ellos transmiten. Dimensión cultural Desde el ángulo cultural, hubo un primer momento en que la alfabetización se constituyó no pocas veces –aunque seguramente sin proponérselo– en una acción colonizadora. Se tendió a alfabetizar en forma estandarizada desde la cultura hegemónica, blanca, occidental y urbana. Como un pequeño ejemplo –elemental pero ilustrativo–, recuerde las justas quejas del director de una radio educativa rural de la región andina de Venezuela, cuando las radioclases que le llegaban grabadas desde Caracas proponían palabras como “metro”, “torre” o “ascensor” a campesinos que jamás habían viajado en metro, nunca habían vivido en un edificio torre –ni lo habían visto siquiera– y en su vida habían subido en un ascensor, y que incluían asimismo como ejemplos de palabras compuestas, vocablos tales como “autopista”, “supermercado” o “rascacielos”. La colisión se acentuaba más gravemente cuando esa cultura dominante pretendía alfabetizar desde sus propias categorías culturales a los individuos de las viejas etnias autóctonas de nuestra región. Una sana autocrítica llevó a tomar conciencia de este avasallamiento cultural, no por involuntario menos sensible a ahondar en la relación entre alfabetización y cultura (o mejor en plural: culturas, puesto que precisamente ellas expresan la diversidad) y a procurar lo que cabría llamar el anclaje antropológico de las acciones alfabetizadoras. Se pudo advertir entonces en los materiales impresos, en las emisiones radiales, etc., una mayor preocupación por el lenguaje seleccionado, por el respeto a la identidad cultural de las comunidades, por las idiosincracias étnicas y regionales y sus respectivos universos vocabulares. Empero, hoy la urdimbre se ha tornado más compleja. Nuestro alfabetizando de hoy no es el de ayer, ni aun asignándole a ese ayer una data más o menos reciente. Esas La comunicación en los procesos de alfabetización / Mario Kaplún identidades culturales tradicionales han entrado en crisis y en recomposición. El acelerado proceso de urbanización y de modernización, la revolución tecnológica que ha remecido todo el entramado social y cultural, el éxodo rural que algunos programas de alfabetización por radio favorecieron –aun sin proponérselo expresamente– la expansión de los medios masivos de comunicación, están configurando aun en medio de la extrema indigencia y las carencias educacionales de las mayorías latinoamericanas, un nuevo y ambiguo escenario cultural. El migrante urbano habla otro lenguaje, tiene otras demandas y otras expectativas con respecto a la alfabetización; experimenta otras necesidades –laborales, sociales, culturales. Y asimismo, el campesino está cambiando y queriendo o necesitando apropiarse de otros códigos, que la radio y la televisión homogenizan. Esta nueva realidad cultural se refleja –o está requiriendo ser reflejada– en los materiales educativos: en sus contenidos, en su léxico, en sus apoyos gráficos, en sus temáticas y nos llama a analizarla y a reflexionar en torno de ella. La dimensión pedagógica Respecto a la dimensión pedagógica, creo que cabe afirmar –y congratularse por ello– que en los últimos años se ha acentuado la autoexigencia en cuanto a la calidad de la alfabetización impartida. Se percibe una conciencia más pronunciada de que un programa alfabetizador no se valida sólo por sus índices cuantitativos (aunque sin duda aquí lo cuantitativo cuenta) sino también por sus resultados en términos cualitativos. Se han tornado evidente que no basta con contabilizar en cuadros estadísticos el número de iletrados que se matricularon y completaron el curso, por altas y halagüeñas que estas cifras puedan aparecer; es menester evaluar la efectividad de la alfabetización ofrecida. De esa exigencia consensualmente compartida se hace eco la convocatoria a esta reunión cuando ella afirma la necesidad de “innovar medios y métodos educativos que posibiliten una enseñanza-aprendizaje calificada”. Pues bien: ¿qué entender por una alfabetización calificada? ¿Cuándo se puede aseverar que una acción alfabetizadora ha cumplido con su objetivo primordial: el de que sus destinatarios se apropien realmente de la lengua escrita? También en este aspecto existe un rico bagaje de innovaciones y de aportes. Yo sólo me limitaré a esbozar un tema de análisis que comienza a aflorar a partir de nuevas investigaciones y contribuciones y que ciertamente transciende las usuales propuestas de métodos y técnicas para la enseñanza de la lectoescritura. El enfoque es nuevo y complejo; su fundamentación y desarrollo demandarían ellos solos toda una extensa ponencia. Con todo, porque lo estimo de sumo interés y extremadamente relevante, intentaré plantearlo así sea suscintamente. Hay como un supuesto básico de casi toda la alfabetización que se ha venido impartiendo hasta el presente: que el objetivo es el de lograr que el alfabetizando adquiera el código escrito y su decodificación. Ello, ni siquiera ha sido –ni se vio por qué tenía que ser– objeto de discusión: era lo natural, lo lógico. La misión de la alfabetización es la de dar a conocer y ejercitar el instrumento. Una vez en posesión del mismo, una vez éste grabado y afirmado, la consolidación de la competencia lectora y escritora ya podrá completarla el alfabetizando por sí mismo en la ejercitación, en la práctica, en la vida. Más aún si recibe el apoyo de una postalfabetización. Sin embargo, las investigaciones psicolingüísticas de la connotada especialista Emilia Ferreiro y su equipo de colaboradoras, están llevando a poner en duda el grado de real efectividad de este modo de entender la alfabetización y aportando nueva luz a la cuestión. Se ha iniciado una revisión de los presupuestos de la enseñanza-aprendizaje de la lectoescritura que, cabe esperar, generará en los próximos años un debate de fecundas proyecciones. En breves palabras, la corriente que orienta Ferreiro introduce una decisiva distinción: diferencia el aprendizaje de la mecánica de la lectoescritura –esto es, el aprendizaje del código– y la adquisición de la función de la lengua escrita y señala que, en determinadas deficitarias condiciones socioculturales –que son precisamente las del adulto analfabeto– el conocimiento de la mecánica no siempre lleva necesaria y automáticamente a la apropiación de la función. La escuela elemental pone toda su preocupación en enseñar la primera (de ahí su insistencia en ejercicios de reproducción, de memorización, de fijación, de copia, de dictado) y da por supuesto que una vez conocida ésta, el niño ya alfabetizado desarrollará y adquirirá la segunda. En esto, la alfabetización de adultos ha seguido en líneas generales el mismo criterio. 49 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación Descifrar pero no leer Sin embargo, las investigaciones realizadas por el mencionado equipo con niños de bajos estratos socioeconómicos de cuatro países de América Latina, han puesto en evidencia que el educando puede recibir la mecánica sin por ello captar ni internalizar lo esencial: el sentido, la función de la lengua escrita (y no me refiero, obviamente, al significado de las palabras de un texto determinado sino al sentido de la lectura, al sentido del acto mismo de leer). Y, si no se da esa captación, la adquisición de la competencia lectora y escritora no se produce: no se aprende realmente a leer y a escribir. El resultado es el que todos podemos comprobar tan frecuentemente –y yo mismo lo he hecho en forma reiterada en mi experiencia de educador popular–: el de jóvenes y adultos que de niños pasaron por la alfabetización pero que sólo pueden descifrar las letras, decodificarlas, reconstruir más o menos trabajosamente la literalidad del texto; pero no leer comprendiendo. De confirmarse estas hipótesis –como de hecho se están confirmando– sería el momento de evaluar con toda la valentía y objetividad necesarias, el real índice de entropía de los programas alfabetizadores, con o sin apoyo de medios. Preguntarse asimismo si la impresionante cantidad de los que hoy llamamos “analfabetos funcionales o por desuso” – esto es, adultos que de niños o en algún otro momento de su vida fueron alfabetizados pero que sin embargo hoy no pueden leer y escribir– se debe sólo, como suele pensarse, a la ausencia de una instancia posterior de ejercitación y de fijación, o también al hecho de que aquella alfabetización recibida no les permitió internalizar e incorporar la función lectora y escritora. Tal vez la causa –o al menos la única causa– no sea el “desuso”, es decir, la pérdida o el olvido de una capacidad que ya habían adquirido sino la carencia, ya desde el inicio, de esa capacidad. Son, como se ve, advertencias que no pueden dejar de inquietarnos sanamente, de ponernos en actitud de revisión y de búsqueda. No sé si esta apretada síntesis ha resultado los suficientemente clara. Con todo, espero que se haya percibido que este aporte a la sicolingüística –el que, como se ha de ver más adelante, presenta una gran afinidad con los encuadres de la comunicación educativa– llevaría a revisar en profundidad no sólo los métodos sino también los materiales y recursos de apoyo para la alfabetización. 50 Como sugiere Emilia Ferreriro, lo que necesita el alfabetizando no son sólo ni tanto materiales para “aprender a leer” –cartillas programadas– sino, sobre todo, materiales “para leer”: textos para la lectura espontánea, seleccionados por el interés y/o la necesidad de los propios alfabetizandos que los lleven naturalmente a buscar y privilegiar más que lo que el texto dice, lo que quiere decir, el mensaje que él comunica. Y, a la vez, vivir situaciones que lo impulsen a desarrollar su autonomía escritora: a escribir sus propias palabras y comunicar sobre el papel sus propias ideas. Ya comienzan a aparecer algunos materiales de afabetización que, aunque todavía de manera tímida e incipiente, toman en cuenta este requerimiento incorporando ejercitaciones de comprensión lectora y de aplicación de la lengua escrita. Por ahí comienza a abrirse una alfabetización más efectiva, más perdurable, más completa. Son –así lo creo, al menos– inquietudes que nos desafían constructivamente y nos estimulan a un intercambio y una reflexión fecundas. Sobre postalfabetización La otra vertiente de esta problemática nos plantea el apoyo de medios para la postalfabetización. También en este terreno es posible advertir un cambio significativo. Siempre haciendo la comparación entre el antes y el ahora –una técnica un tanto maniquea, pero útil para identificar procesos de cambio– será bueno recordar cómo se entendió en un pasado no lejano el papel de los medios masivos en la educación. Por un lado, surgieron y se desarrollaron las llamadas escuelas radiofónicas; por el otro, los planificadores pugnaban por lograr insertar en la radio y en la televisión “espacios educativos”. O para especificarlo con más precisión, espacios instruccionales. De este modo se entendía aprovechar los medios masivos de comunicación para la educación y ponerlos al servicio de las necesidades educativas de la población. ¿Qué fue de aquella tendencia? Recordemos, por ser altamente representativa y a la vez bien ilustrativa, la trayectoria del conjunto de emisoras que integran la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica, ALER. En 1973, todas las emisoras e instituciones que la integraban operaban como escuelas radiofónicas, ofreciendo programas de alfabetización y de instrucción básica. Una dé- La comunicación en los procesos de alfabetización / Mario Kaplún cada más tarde, sólo una tercera parte de sus afiliadas continuaban funcionando parcialmente como radioescuelas, en tanto los dos tercios restantes habían dejado de transmitir clases por radio y trataban de cumplir sus objetivos educativos con otras estrategias. En su asamblea del 82, los miembros de ALER habían llegado a la comprobación de que, en su modalidad inicial de escuelas radiofónicas, habían trabajado con audiencias controladas: grupos reducidos que representaban menos del 10% de la audiencia potencial total mientras el resto de la misma quedaba desatendida y excluida. Se desperdiciaban así –expresan las conclusiones de aquella Asamblea– las oportunidades educativas que ofrece la audiencia abierta. Hoy, las emisoras de ALER continúan cuestionándose y en permanente búsqueda. Han tomado conciencia de que una emisora de radio no es una escuela sino ante todo un medio masivo de comunicación y de que las poblaciones a las que quieren llegar asignan a la radio (y otro tanto cabría decir de la TV) otras funciones que no son la de recibir instrucción. La posibilidad de un medio masivo de cumplir un rol social y educativo pasa necesariamente por tener muy en cuenta el modo de consumo, el modo de uso de la radio y la televisión por parte de sus millones de oyentes y videntes. Obviamente, con esto no se está queriendo afirmar que la radiodifusión y la televisión no pueden ni deben asumir una función educativa, sino que ello requiere superar los moldes escolarizantes y adoptar otras modalidades y otras estrategias. Educación para todos La convocatoria que hemos recibido para este seminario menciona el Programa Mundial “Educación para Todos” recientemente aprobado en Tailandia, cuyo Plan de Acción propone “promover por todos los canales de comunicación, incluyendo los medios masivos, los cambios de comportamiento que posibiliten a individuos y familias la adquisición de conocimientos, habilidades y valores requeridos para vivir mejor”. No sé si ustedes tuvieron la misma reacción que yo al leer esta transcripción. Sin conocer la totalidad del texto –y que me perdonen sus redactores– la expresión “cambios de comportamiento” presenta un cierto dejo conductista. Pero, dejando de lado este reparo, el enunciado describe evidentemente una política mucho más amplia y global. No vin- cula el papel de los medios masivos a la instrucción, a la enseñanza, sino más bien a la educación permanente: a la creación de una atmósfera educativa que atraviese e impregne todo el tejido social. ¿Qué es “lo educativo”? Cuando la educación –tanto la formal como la no-formal– intenta definirlo, distinguir una acción educativa de otras acciones cualesquiera, privilegia siempre el dato de la intencionalidad explícita: el educador tiene el propósito definido de educar y lo explicita; el educando a su vez, acepta la propuesta –que coincide con sus propios intereses– y recepciona el mensaje (acude a la escuela o al centro de educación, escucha el programa educativo de radio) con el fin expreso y compartido de adquirir determinados conocimientos y bienes culturales. Esta caracterización no parece adecuarse a la relación que los usuarios establecen con los medios masivos de comunicación y el servicio que esperan de ellos. En los hechos, llevó a una visión de circuito cerrado, antieconómica por sus altos costos unitarios y no competitiva. Lo primero que habría que tomar en cuenta para encarar la relación entre educación y medios masivos es el dato elemental de que todo aparato de radio y todo televisor tiene por lo menos dos perillas: una, que sirve para cambiar de emisora y otra para cortar la recepción. Fue tal vez un voluntarismo de los planificadores el de pensar que los medios se dejarían “aprovechar” dócilmente para los fines que ellos predeterminaban. Tal intento encontró no sólo la resistencia de los propietarios de los medios (no debe olvidarse que en nuestra región el 95% de la radio y la televisión es comercial y orientada a la maximización del lucro), quienes respondieron ubicando a regañadientes esos espacios instructivos en los horarios más marginales y de más escuálida sintonía; sino que enfrentó también la indiferencia de la mayor parte de esa audiencia masiva a la que se quería llegar. Circunscribir la cuestión a una franja aislada de espacios y aceptar que los medios masivos ejercen su acción educativa sólo a través de ellos en tanto los restantes se dedican –según la categorización tradicional– a “informar” y “entretener”, implicaría –entre otras consecuencias– el soslayar el hecho de que los medios están educando o deseducando siempre, a lo largo de todos sus mensajes, bien sea que difundan una telenovela, una serial, una información, una tira cómica o una canción. Esta influencia global es la que, al decir del Proyecto Principal, “debe ser orientada para contribuir de manera cons- 51 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación tructiva a la educación”. Más que proponerse, entonces, conquistar espacios-isla específicos, la educación debiera tratar de estar presente en el conjunto de los medios, viéndolos como un “todo” educativo. Pareciera que hoy empieza a asumirse que, además de la educación formal y la noformal, existe una tercera modalidad: la informal. Es en ella en la que pueden inscribirse más adecuadamente los esfuerzos educativos desarrollados a través de los medios de masa. Aquí ya no hay un educando a quien se le anuncia y explicita la intención de ofrecerle educación y que, a su vez, se pone expresamente en actitud de recibirla. El destinatario recepciona ese mensaje porque le interesa en sí mismo, porque éste ha sabido captar su atención y su interés. En otras palabras, porque él logra ser, por así decir, “competitivo” en relación a otros mensajes que simultáneamente solicitan su consumo. Incluso en el caso de la alfabetización, todavía sigue poniéndose en duda por algunos expertos la real posibilidad de alfabetizar que tiene la radio; pero lo que en cambio sí se ha demostrado es que los medios masivos, inteligentemente utilizados, constituyen apoyos valiosísimos para promover la alfabetización, para crear un “clima educativo” y para estimular la lectura. Posiblemente, esta concepción no se presente demasiado seductora para un planificador cómodamente instalado en su rutina y habituado a operar para reducidas audiencias controladas. Implica el desafío de crear mensajes educativos capaces de ganarse y conquistar la audiencia por interesantes, por entretenidos, por su capacidad de hablar en el lenguaje específico del medio, por su capacidad de empatía con el destinatario. Es posible realizar telenovelas educativas. Pero estas tienen que resultar por lo menos tan atractivas como las otras que están al alcance de la implacable perilla selectora. Y, a la vez, ser consecuente con sus objetivos formativos; poder responder por el saldo educativo que su mensaje deja. Lo cual, ciertamente, no es ni fácil ni sencillo. Sobre el modelo de comunicación Si me permiten agregar algunas ideas más, habría todavía otra contribución merecedora de ser atendida e incorporada a la reflexión. Como comunicador, la considero un aspecto relevante que no debe estar ausente de este “puntapie inicial”. En estos últimos años se ha ido conformando una nueva rama –no sé si de las Cien- 52 cias de la Comunicación o de las de la Educación: la Comunicación Educativa. La naciente disciplina está construyendo su marco conceptual y elaborando progresivamente una Pedagogía Comunicacional, cimentada en la experimentación práctica y en la formulación teórica. Una de sus contribuciones es la de haber relevado la importancia del modelo de comunicación que adoptan las distintas acciones educativas cuando éstas se valen de medios. Es notable observar cómo educadores que, cuando están rodeados de sus alumnos, se muestran comunicativos, dialogantes, pero en cuanto tienen que hablar por radio, elaborar el texto de un impreso o el guión de un video educativo, pierden esa capacidad de diálogo y se lanzan a enunciar contenidos cerrados sobre sí mismos sin dar el menor resquicio –ni siquiera simbólico– para la reflexión, la pregunta, la duda, el razonamiento personal del destinatario. Pareciera que la comunicación a distancia operase como un corsé que les impone, les obliga a convertirse en informadores monologantes. Algo análogo le sucedió a la educación a distancia tradicional: aceptó acríticamente el modelo transmisor y unidireccional que los medios masivos parecían imponerle ineluctablemente. Queriendo “aprovechar” los medios, en realidad se sometió a ellos y el resultado fue que bajo el maquillaje de una aparente modernización, siguió imperando la pedagogía más anacrónica y arcaica, la más “bancaria” para usar la conocida expresión de Paulo Freire. Y la menos eficaz. La menos eficaz. No se atribuya, entonces, la introducción de esta cuestión a mera deformación profesional. Cierto es que quien la está poniendo sobre la mesa es un comunicador; pero no es menos cierto que en ella está en juego de manera decisiva la eficacia de las acciones educativas, sean ellas a distancia o presenciales. Se aprende construyendo Ya es una premisa pedagógica universalmente compartida la de que no es recibiendo lecciones como el educando llega a la apropiación del conocimiento. El ser humano aprende mucho más construyendo que repitiendo lo que otros dijeron. El proceso de enseñanza-aprendizaje tiene, sin duda, un componente de contenidos que es menester transmitir, enseñar; pero necesita ineludiblemente ser también –y en gran medida– descubrimiento personal, re-creación, re-invención. Un proceso educativo no se construye con locutores La comunicación en los procesos de alfabetización / Mario Kaplún y oyentes sino con inter-locutores; con educandos hablantes y no con receptores silentes. Retomemos incluso el ejemplo de la alfabetización. A primera vista, ésta puede parecer un caso claro de transmisión: hay un código alfabético que el iletrado no posee y que debe serle enseñado, transferido, transmitido. La participación del alfabetizando parece reducirse a repetirlo y, por medio de ejercicios programados y graduados, memorizarlo y asimilarlo. Sin embargo, vimos hace un momento que la apropiación de la lengua escrita no pasa sólo por el aprendizaje del código sino por la captación de su función. Y sucede que lo primero –el código, el valor fónico de los signos, la formación de las palabras– se puede transmitir; pero lo segundo –la función, el sentido– casi no es transmisible, no se lo puede “explicar” ni “enseñar”. Es algo que el alfabetizando ha de descubrir por sí mismo, ejercitándolo personalmente. La lengua escrita –una verdad elemental pero no siempre suficientemente tenida en cuenta en las acciones alfabetizadoras– es un lenguaje; uno de los lenguajes desarrollados por el ser humano. Y, como todo lenguaje, le sirve al hombre para comunicarse: es un medio de comunicación. Se alfabetiza realmente aquel que incorpora ese lenguaje a su vida, lo internaliza, lo usa para comunicarse. Para ir descubriendo empirícamente esa función comunicativa el alfabetizando necesita leer no sólo lo que está ya fijado en la cartilla, sino lo que reviste interés personal, directo y actual para él, lo que contiene valor de información y de comunicación en su vida; y escribir no sólo las frases que le son dictadas sino las que él siente la necesidad y el deseo de construir porque comunican algo concreto a alguien concreto. He aquí, entonces, cómo incluso la alfabetización se nos transforma de acto de transmisión que aparentaba ser, en acto de descubrimiento de intercambio y de comunicación. Validada entonces la premisa, acuden los fértiles interrogantes. ¿Cómo usar creativamente los medios –que de por sí parecen diseñados para una transmisión unidireccional– en un proceso que sólo es realmente educativo cuando logra ser dialogal, participativo? He aquí otro reto que desafía nuestra creatividad. En los años recientes, la Comunicación Educativa ha recogido ese reto y actualmente ya puede presentar y aportar experiencias concretas de comunicación alternativa, bidireccional, o aún mejor, multidireccional. Lo que yo quisiera que quede claro es que cuando desarrolla estas propuestas, cuando señala la importancia de potenciar al educando como emisor y no únicamente como receptor de mensajes, no lo hace sólo por un afán –digamos– “comunicacionista”, desde la lógica interna de la comunicación, sino también desde los fueros de la pedagogía. El modelo de comunicación que se adopte gravitará decisivamente en el resultado educativo. Podrá señalarse, con razón, que en el empleo de medios en el mensaje educativo mediatizado no siempre es factible que el educando participe de cuerpo presente o se oiga su propia voz. Aun en esos casos, la pedagogía comunicacional aporta otro elemento significativo: la necesidad de construir los mensajes educativos no desde la propia visión, desde la propia percepción del educador-emisor, sino desde la de sus destinatarios, de modo que aun sin hallarse físicamente presentes ellos puedan identificarse, reconocerse, sentirse representados por él. Porque no olvidemos que “ahí afuera”, a un paso de nosotros por todo el mapa latinoamericano, andan millones de hombres y mujeres de nuestros pueblos, cada uno con su “radiecito” junto a sí. Con ellos tenemos que comunicarnos. Ellos son los protagonistas de nuestros esfuerzos educativos y comunicativos”. 53 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación MICROCENTROS Y FORMACION DOCENTE* César Vera y Francisco Parra La capacitación de maestros como campo de investigación se presenta en la actualidad casi inexplorado. Numerosos eventos sobre Investigación en Educación han urgido la realización de estudios que den cuenta de este relevante aspecto educacional. Pero solamente hasta hace aproximadamente cuatro años y jalonado por la Universidad Pedagógica, del Valle y de Antioquia, se viene adelantando un proceso de investigación que ha mostrado la crisis de la formación de maestros en servicio y ha propiciado la experimentación de modalidades alternativas. El presente trabajo sintetiza el resultado de un estudio que desde la combinación de enfoques cualitativos y cuantitativos de investigación educacional, pretendió establecer la realidad de los microcentros como estrategia de formación analizando sus dificultades, logros y perspectivas hacia el futuro. Igualmente postula algunas líneas de política para la orientación de esta modalidad de capacitación que evidencia aspectos muy positivos, pero que requiere ser apoyada por estudios e investigaciones rigurosas. El eje central lo constituye el capítulo “Los microcentros, una mirada crítica”, que realiza una evaluación y análisis de la suerte que han corrido los microcentros en el Departamento del Huila. Allí se abordan prioritariamente los aspectos de capacitación, sin descuidar tópicos atinentes a la imagen del maestro. Finalmente se presentan los aspectos interpretativos de conclusión y se postulan las líneas de política que deben marcar las perspectivas hacia el futuro para que no fracasen los microcentros como metodología de capacitación y perfeccionamiento docente. Se espera que el presente trabajo pueda ser continuado por esfuerzos que lo complementen en la búsqueda de la transformación y la democratización educacional. Carácter y metodología del estudio Como punto de partida es importante especificar el carácter del estudio realizado: por sus pretensiones teóricas y sus rasgos metodológicos puede definirse como de carácter exploratorio. En primer término, se realiza un diagnóstico y evaluación sobre la situación actual de la estrategia de capacitación docente a través de microcentros en el departamento del Huila y derivado de ello se postulan algunos lineamientos de política para cualificarla en el futu- *Síntesis de un estudio exploratorio en el Departamento del Huila. Universidad Pedagógica Nacional. Centro de Investigaciones. CIUP Bogotá, Colombia, junio 1989. 54 ro. Como se ve, el objeto de investigación es bien claro y concreto. Ante la inexistencia de estudios evaluativos sobre la capacitación de docentes durante los últimos años, se consideró indispensable la realización de un estudio que estableciera con alguna claridad el estado actual de ese aspecto educacional y permitiera proponer políticas a mediano y largo plazo. Ahora bien, para la recolección de la información se acudió a una diversidad de instrumentos y técnicas a fin de complementar ágilmente los enfoques cuantitativos y cualitativos en la investigación. Es así como el cuerpo del estudio se nutre de la triada encuesta-observación-entrevista. Respecto a la primera, fue desarrollada por una población de 100 docentes de los niveles de preescolar, básica primaria y básica secundaria de la zona urbana pertenecientes a los Distritos Educativos 1, 5 y 6. Microcentros y formación docente / César Vera y Francisco Parra Dicho instrumento contempló tres ejes para la recolección de la información requerida: – Autoimagen del docente. – Trabajo cotidiano y – Aspectos relacionados con la capacitación. El último eje, como es obvio, es el central e involucra temáticas atinentes a la definición de la estrategia de los microcentros, aciertos y desaciertos de los mismos y recomendaciones de los maestros para su perfeccionamiento. La entrevista de carácter semi-estructurada fue aplicada a docentes de los niveles antes mencionados y su importancia radica en el registro de conceptos de “viva voz”, algunos de ellos con críticas muy bien fundamentadas. Por su parte, la observación no participante realizada “in situ” a varios microcentros, amplió notablemente el horizonte de la información. Esta triada permitió realizar el análisis de la relación que existe entre la teoría y la práctica en el desarrollo de los microcentros. Dicho en otros términos, detectar los desfases y/o coincidencias que existen entre lo que se dice hacer en el microcentro y lo que realmente se hace. Otro de los aspectos que se buscó determinar con la estrategia metodológica del estudio, fue el relacionado con las condiciones del trabajo grupal tales como: – – – – – niveles de participación; rol de los coordinadores; encuadre grupal; rigurosidad de las reflexiones; pertinencia de las temáticas abordadas y textos utilizados en el desarrollo de los diversos microcentros observados. Lo anterior permite una mirada crítica y confiable sobre los logros y obstáculos que han tenido los docentes del Huila en la aplicación de una estrategia de capacitación que les exige un profundo cambio de actitud y la conquista de la autonomía en sus formas de pensar y de acceder al conocimiento. Por otra parte, cabe destacar que esta modalidad de auto-capacitación la viene impulsando el Ministerio de Educación Nacional (MEN) desde hace cuatro años, pero hasta la fecha no se ha adelantado un estudio evaluativo ni se ha realizado un debate conceptual en torno a la trascendencia de la formación en servicio de los docentes y a la construcción de alternativas que consulten las necesidades e intereses de los usuarios. Si bien es cierto que se ha legislado prolijamente, como señalamos en anterior escrito, “la capacitación docente ha sido objeto de numerosas reglamentaciones, diagnósticos y multiplicidad de políticas que no han logrado superar el desfase existente entre la capacitación ofrecida a través de numerosos y diversos cursos y un efectivo mejoramiento de las prácticas pedagógicas y por ende de la calidad de la educación”.1 En síntesis, los microcentros como objeto de investigación por hallarse en proceso de experimentación y sedimentación como opción distinta de capacitación, ameritaba un tratamiento metodológico que permitiera detectar su situación objetiva y postular las recomendaciones necesarias para que no fracase una opción, sin duda interesante, pero que requiere análisis críticos. La política nacional de capacitación y los microcentros como estrategia de formación Como resultado de la toma de conciencia por parte del MEN sobre las dificultades presentadas por la capacitación tradicional y la necesidad de enfrentar la expansión de la renovación curricular en todo el territorio nacional –reto contenido en el Decreto 1002 de 1984– la Dirección General de Capacitación se planteó estrategias buscando garantizar tanto la cobertura como la calidad en los procesos de capacitación. Esto, lógicamente significaba un replanteamiento en la concepción de la formación en servicio, que giraba alrededor de cursos presenciales a un costo muy elevado, con un sentido administrativo de normas de personal, desligados de la realidad, de las necesidades del docente y sin relación con su práctica. Se planteó entonces que la “capacitación debe estar en función del mejoramiento cualitativo de la educación, de la eficiencia y eficacia del Sistema Educativo Nacional. Esto significa que ella debe estar, en primer lugar, en función de la prevención del fracaso escolar, del rendimiento educativo y de la escuela y de la promoción del docente como persona, como profesional y como promotor del desarrollo social”.2 1 Vera, César; Parra, Francisco. “Contribución a un Análisis de la Capacitación Docente y la Práctica Pedagógica”. Revista Investigación Educativa Nº 1, DIE-CEP, Bogotá, 1985, pág. 12. 2 MEN. Orientaciones para el Desarrollo de la Política Nacional de Capacitación, Bogotá, 1982, pág. 18. 55 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación La concepción anterior va unida a lo expresado por el Decreto 1419 de 1978 como definición de los fines del sistema educativo colombiano: – – – – – – “Contribuir al desarrollo equilibrado del individuo y de la sociedad sobre la base del respeto por la vida y por los derechos humanos. Promover la participación consciente y responsable de la persona como miembro de la familia y del grupo social y fortalecer los vínculos que favorezcan la identidad y el progreso de la sociedad. Desarrollar en la persona la capacidad crítica y analítica del espíritu científico. Fomentar el desarrollo de actividades y hábitos permanentes de superación que motiven a la persona a continuar la educación a través de su vida. Fomentar el estudio de los propios valores y el conocimiento respecto de los valores característicos de los diferentes grupos humanos. Formar una persona moral y cívicamente responsable”. Se puede evidenciar la brecha existente entre la política educativa y práctica del docente y la administración del proceso educativo. No pocos estudios –partiendo desde el realizado en la década del 50 por los esposos Reichel Dolmatoff, “La Enseñanza Formal en Aritama”, pasando por los de Rodrigo Parra, hasta los de Araceli de Tezanos– han descrito la práctica pedagógica con calificativos como de memorística repetitiva, adivinación, imposición, disciplina (niño obediente) no contradecir al maestro (alumno sumiso), sistema de negación (no pararse, no correr, no hablar), individualismo, ausencia de análisis crítico, tradicional y retórica, confirmando el desfase entre la teoría pedagógica, la formación de los maestros y la práctica del docente. La estrategia del Ministerio de Educación debe partir entonces del sentido de la capacitación, de sus objetivos, de las metas de la política educativa, de la realización del docente como persona y como profesional; todas claramente enunciadas y definidas en los documentos oficiales. La capacitación debe contribuir finalmente a la realización del maestro como promotor del desarrollo integral, lo cual exige de él un conocimiento de la política del Estado, de la comunidad y sus formas organizativas, un alto grado de responsabilidad social y una aproximación a los espacios de reflexión y análisis del trabajo cotidiano. 56 Surge entonces a partir de este análisis, la idea de los microcentros para el sector urbano y la escuela demostrativa para el sector rural. Los microcentros se presentan como una estrategia de capacitación que –valorando la experiencia y vivencia de los docentes– los involucra en procesos de autoformación maestro a maestro, intercambiando conceptos y compartiendo actividades para buscar soluciones a problemas de aula o de relación con la comunidad. Inicialmente el Microcentro fue concebido como un mecanismo para impulsar el conocimiento y aplicación de la renovación curricular. “Se pensó además que se requerían unas condiciones mínimas de organización y administración de estos grupos básicos de capacitación, con el fin de que tuviesen asesoría, tutoría y se estableciera una retroalimentación por parte de un equipo técnico responsable a nivel local y regional”.3 En este sentido, el MEN publicó la orientación básica para la organización, funcionamiento y asesoría de los microcentros en los Boletines Nº 4, 9 y 2 de los Centros de Experimentación Piloto (CEP), donde se define al microcentro como “la célula básica de organización educativa a nivel de municipio, que consiste en conformar grupos de trabajo de docentes y/o docentes directivos de uno o varios establecimientos educativos en los niveles de preescolar, básica primaria, básica secundaria y media vocacional para desarrollar actividades de capacitación maestro a maestro conducentes a detectar necesidades, analizarlas y buscar la solución más adecuada, con el propósito de resolver su problema a nivel de aula, de establecimiento educativo y de la comunidad”.4 Teniendo definidas las actividades generales de organización administrativa, se procedió a definir las acciones y la metodología de trabajo que permitiera el intercambio de maestro a maestro y que hiciera operativa la acción del docente; es decir, que los cambios, estrategias y soluciones se reflejaran en la práctica del docente, en la calidad de la educación y en la toma de conciencia sobre su responsabilidad social. Se generó entonces la llamada capacitación-acción-crédito. El trabajo del microcentro se hace girar sobre dos ejes; los talleres pedagógicos y el proyecto educativo. 3 MEN. Boletín de los CEP Nº 12, Bogotá, octubre 1987, pág. 3. 4 MEN, Boletín de los CEP Nº 9, Bogotá, marzo 1986, pág. 5. Microcentros y formación docente / César Vera y Francisco Parra Los primeros tienen como propósito lograr respuesta concreta y práctica a los problemas que en el manejo curricular y en las relaciones trabajo con los padres enfrenta el maestro, buscando mediante el trabajo en grupo, el intercambio de experiencias y la participación individual, las respuestas a los problemas planteados.5 El segundo se definió como “la secuencia de tareas planificadas, con una intencionalidad práctica y productiva que debe lograrse a través del trabajo cooperativo”.6 En las mismas orientaciones proporcionadas por el MEN se plantean los pasos para el trabajo tanto del taller como del proyecto y se ligan a la propuesta normativa de perfeccionamiento expresada en los documentos oficiales de políticas de capacitación. Los condicionantes administrativos y de concepción manejados, tanto por las regiones como por los mismos técnicos del Ministerio de Educación, han impedido un real avance académico de una de las estrategias más ambiciosas y progresistas en el campo del perfeccionamiento docente. Este hecho se ha reflejado en una constante lucha entre los enunciados teóricos de la capacitación y las prácticas burocratizadas y administrativistas de la misma. El componente investigativo, elemento esencial del perfeccionamiento, se trata en forma superficial y no se legitima como productor de nuevos conocimientos sobre la realidad escolar. El perfeccionamiento docente, sobre la base de una generación de conocimiento científico sobre la práctica, se le entiende como “la actividad que realizan los profesores para mejorar y modificar su práctica docente. Concepción que parte de la base que un maestro estará en condiciones de modificar su práctica en forma consciente y creativa, en la medida que adquiera una capacidad de analizarla críticamente. En otras palabras, la modificación de una práctica no se reduce a disponer de un modelo de práctica alternativa sino que por el contrario y primeramente en un reconocimiento de su racionalidad personal e institucional”.7 Por último, queremos destacar la importancia de la vinculación de las universidades y las facultades de educación a todos los pro- 5 Cfr, MEN. Boletín de los CEP Nº 9, Bogotá, marzo de 1986. 6 Ibid. 7 Vera G., Rodrigo. “El Taller de Educadores, un Espacio Grupal para el Desarrollo de Investigación Protagónica”. Dialogando Nº 10, Santiago de Chile, 1985. gramas de formación e investigación sobre los maestros en ejercicio. La aproximación a esa realidad práctica del desempeño docente tiene un doble efecto; alimenta los procesos académicos de la universidad, beneficia a los maestros en ejercicio y se reconoce el papel protagónico de la comunidad, lo cual permite “diseñar planes curriculares, investigativos, culturales, tecnológicos de beneficio comunitario y lo más trascendental, el propiciar un reconocimiento de la posibilidad de autogestión colectiva y de autorealización de los miembros de la comunidad”.8 La microcentros en el Departamento del Huila: una mirada crítica El presente capítulo, que constituye el eje central del estudio, estará dedicado al análisis de lo que ha sucedido con los microcentros en el Huila, acudiendo al testimonio directo de los protagonistas. La cobertura temática no se limitará exclusivamente a los aspectos relacionados con la capacitación, sino que se hará referencia a otro tópico igualmente importante que gravita sobre la práctica de los docentes; la imagen que ellos tienen de su profesión. La imagen del maestro: del apostolado al heroísmo cultural Cuando se habla de la profesión del maestro es insoslayable hacer referencia a la imagen que se tiene sobre ella en dos sentidos: la que perciben de sí mismos los maestros y la que social y culturalmente se le asigna. Es claro que en los últimos años la imagen de la profesión docente ha experimentado cambios al igual que la sociedad colombiana. Los crecientes procesos de urbanización, la crisis en la formación de los docentes, el deterioro de la calidad de la educación han acarreado una indiscutible pérdida de status del maestro. Antaño, en nuestra sociedad aldeana y pastoril, era un personaje consultado y respetado intelectualmente. Los maestros llegaban entonces a autodefinirse como apóstoles y comparaban su práctica a la del sacerdocio. Pero las luchas gremiales, la concepción contractual de su trabajo y los fenómenos de masificación educacional llevaron al maestro a autodefinirse como trabajador o asalariado. Las luchas del magisterio se enfocaron entonces hacia las reivindicaciones salariales 8 MEN. La Escuela como Proyecto Cultural. 57 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación y prestacionales. Ello permitió, sin duda, el mejoramiento de sus condiciones laborales. Pero hasta finales de la década del setenta pareció olvidarse que los maestros además de ser asalariados eran formadores de ciudadanos, es decir, desempeñaban una actividad de tipo cultural. Con el surgimiento de reflexiones sobre la esencia de su trabajo y el impulso de los gremios al llamado Movimiento Pedagógico,9 se ha reemplazado la imagen del apostolado y el asalariado para dar cabida a la de “trabajador de la cultura”. Aparte de lo loable que esto ha sido, se ha idealizado tanto esta imagen que hemos saltado, sin solución de continuidad, del apostolado al heroísmo cultural. Después de haber sido desconocidos y tratados como intelectuales subalternos, hoy se quiere supravalorar a los maestros y que sean ellos los que se encarguen de reivindicar la imagen de si mismos y de su profesión. Nos encontramos entonces en la confrontación de dos imágenes igualmente idealizadas. Se puede señalar pues, que en horabuena los maestros y su profesión vuelven a ser objeto de análisis, investigaciones y debates. Por lo anterior, el punto de partida de la encuesta estuvo orientado a detectar en los maestros huilenses las visiones que tienen sobre su profesión. Las respuestas evidenciaron multiplicidad de tendencias como lo muestra el cuadro 1. El panorama de respuestas confirma que persiste el predominio de la imagen del aposto- 9 Es importante reseñar brevemente las metas y la filosofía del movimiento pedagógico. Así expresan sus líderes los objetivos: “El Movimiento Pedagógico busca crear una corriente de pensamiento y acción en el campo de la cultura y específicamente en la educación y la pedagogía, no busca solamente la transformación de las prácticas pedagógicas en el salón; es un movimiento que reivindica toda la condición del maestro como la del niño, la del joven y la de la escuela”. Sobre la escuela y la cultura se plantea; “si los fenómenos culturales se crean por fuera de la escuela, esta tiene la posibilidad de ser el espacio de encuentro y de síntesis de la vida cultural de municipios y provincias, desde donde se pulsarían y expresarían las necesidades particulares de cada región. La escuela se convertirá en lugar de confluencia de todo tipo de tradiciones, orales y de quehaceres, de diversos sabores no académicos de manifestaciones artísticas populares, en fin de la vida misma de vastos espacios”. Tomado de: “Movimiento Pedagógico: otra escuela otros maestros”. Revista Educación y Cultura Nº 1, Bogotá, julio, 1984, págs. 10 y siguientes. 58 Cuadro 1 DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LAS OPINIONES SOBRE LA IMAGEN DEL MAESTRO Categorías 1. 2. 3. Apóstol de la educación, orientador, segundo padre Trabajador asalariado Trabajador de la cultura, pedagogo, investigador Total % 68.0 21.7 10.3 100 lado (68%), matizada por el del asalariado (21.7%) y el de trabajador de la cultura (10.3%). Cabe anotar que al momento de categorizar las diversas respuestas se enfrentó una dificultad, pues muchos maestros se definían simplemente como “guías”, “amigos”, “orientadores”, “formadores”, “instructores”, lo cual evidencia de qué manera la ausencia de reflexión les impide mirarse a sí mismos y ser conscientes de lo que son y de lo que eventualmente representan. Si es cierto que los microcentros se postulan como un espacio de reflexión de y para los maestros, en ellos debe abordarse entonces la imagen del docente como algo indispensable para que adquieran conciencia de su trabajo, de sus compromisos y de la urgencia de conquistar la autonomía. De lo contrario, continuarán teniendo una imagen arcaica y superada de su profesión. El testimonio como protagonista del proceso Definición y metodología de los microcentros El punto de análisis tiene que ver con la definición que los maestros dieron a los microcentros. Docentes pertenecientes al nivel preescolar lo definieron así: “Se concibe el microcentro como un equipo de trabajo donde hay un interés común: el niño. Este equipo se reune para trabajar, planear y organizar actividades. Cada integrante aporta experiencias y se discuten alternativas para trabajar con los niños y con la comunidad. El microcentro es entonces, un grupo de apoyo y trabajo de los docentes que lo integran”. Otro maestro de básica primaria opinó: Microcentros y formación docente / César Vera y Francisco Parra “Yo considero que el microcentro es una reunión de maestros que tenemos un interés: el interés de realizar reflexión pedagógica. La realizamos sobre los problemas que tenemos en el aula con los niños, sobre los problemas que enfrentamos con la comunidad y de esta manera intercambiamos nuestras experiencias”. Por su parte, uno de los líderes sindicales más célebres del Departamento y actual Director del Centros de Estudios e Investigaciones Docentes (CEID) sostuvo: “Concibo el microcentro como un taller colectivo que facilita el desarrollo de la actividad docente, en la medida que a través de él no sólo se rescata la experiencia de los educadores sino que permite su socialización”. No cabe duda que los maestros se han apropiado de una manera muy precisa y acertada de la idea de la capacitación por microcentros. Vale la pena destacar su definición como espacio de reflexión pedagógica: así recuperan su palabra y abren su práctica a la mirada pública. Pero si analizamos en profundidad las opiniones, se entiende el microcentro no sólo en la dimensión de capacitación sino también como organización del trabajo escolar. La valoración de las experiencias como ocasiones de aprendizaje marcan la pauta del camino del cambio educacional. Si se supera el rol de simple aplicador de programas y se entra a reflexionar críticamente sobre la cotidianidad del docente, se está dando un gran paso en la democratización de la escuela y de la enseñanza. Cuando hablamos del “rol docente” se hace en el sentido de su significación derivada de la división técnica del trabajo. La concepción del maestro como técnico o “administrador” de currículo debe superarse hacia la concepción del maestro como un profesional. Como comenta un investigador, “un rol profesional es atribuido a una persona en condiciones de diagnosticar situaciones, proponer diversas alternativas de acción tomando en consideración los objetivos que se procuran alcanzar y las particulares circunstancias donde trabaja, implantar soluciones originales y evaluarlas de manera tal de poder introducir correcciones a su práctica en la perspectiva de su mejoramiento y mayor efectividad”.10 10 Vera G., Rodrigo. “Talleres de Educadores. Una Línea de Perfeccionamiento Participativo”. Dialogando Nº 12, Red Latinoamericana de Investigaciones cualitativas sobre la realidad escolar. Santiago, Chile, 1985, pág. 56. En este orden de ideas, los microcentros se presentan como un espacio por excelencia para lograr ese cambio de rol del educador y la tan anhelada democratización educacional. Pero es del caso precisar que esa mutación de rol del maestro dista mucho del heroísmo cultural por el cual abogan no pocos líderes sindicales e intelectuales de la pedagogía. Un segundo aspecto importante de los microcentros tiene que ver con las diferencias que los docentes han podido percibir entre lo que podríamos denominar “capacitación tradicional” y capacitación por microcentros. La información de la encuesta permite plantear el siguiente paralelo: Capacitación tradi- Microcentros cional Expositiva magistral. Poco se tiene en cuenta la experiencia del docente. Cursos demasiado teóricos. Se trabaja aisladamente. Se asiste por el crédito. Muy verbalistas. Deficiente evaluación y seguimiento. Participativa. Es vivencial y la experiencia se convierte en situación de aprendizaje. Los conocimientos adquiridos en el microcentro se llevan a la práctica. Se fomenta el trabajo grupal. El crédito está mediado por el trabajo de reflexión y acción. Se analizan e interpretan textos. El maestro autoevalúa y es generador de nuevos aprendizajes. Cuando la capacitación docente está mediada únicamente por el crédito, así describen los maestros el proceso: “Como existe la obligación de adquirir unos créditos para el ascenso, llegado el momento el docente no va a mirar que el curso que están dictando le sirva para mejorar su desempeño. Se matricula en el primero que encuentra, aunque no le sirva para nada; el asunto es meterse y que le salgan los créditos. Así lo que recibimos no lo vamos a practicar, es algo que se queda en el aire”. Contrasta lo anterior con la opción que ofrecen los microcentros en el siguiente análisis comparativo: “La capacitación tradicional se fundamenta en la relación vertical orientador-alumno- 59 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación maestro como un simple proceso mecánico enseñanza-aprendizaje que corresponde a los postulados de la psicología conductista. En los microcentros, por el contrario, es posible implementar una nueva capacitación donde la relación se horizontaliza. En este caso se comparten experiencias y tanto el orientador como el docente que se capacita, enseñan y aprenden”. El balance resulta entonces altamente favorable a los microcentros. La crisis de la capacitación docente no admite dudas, como tampoco el microcentro como metodología alternativa. Una vez definido el microcentro y señalado sus diferencias frente a la capacitación tradicional, es necesario referirse a las condiciones del trabajo grupal que se posibilitan con dicha modalidad. Es claro que la conformación de grupos docentes no es tarea fácil, si se tiene en cuenta que actualmente aprenden, trabajan y piensan de manera aislada.11 Ese es precisamente uno de los dilemas que enfrentan los microcentros. No es fácil lograr en poco tiempo el cambio de lo que ha sido costumbre secular, máxime si tenemos en cuenta que las distintas reformas educativas atomizan cada vez más a los maestros. Los microcentros, al estimular el intercambio de experiencias, implican necesariamente una relación grupal y cooperativa de los maestros. Para obtener una visión de lo que está sucediendo en este aspecto, se consultó a los maestros sobre las formas de desarrollar los microcentros y así describieron el proceso: “Por lo que he podido experimentar, el trabajo en equipo que se realiza en los microcentros, no sólo ha permitido mejorar las relaciones entre los mismos maestros, sino que se viene estimulando una nueva praxis pedagógica más ajustada a las necesidades de formación de los estudiantes. El hecho de compartir las experiencias educativas hace que los docentes comiencen a comprender que su función como educadores no es simplemente la de 11 Sobre la atomización del rol docente comenta R. Vera: “No es usual que los docentes asuman cooperativamente su trabajo, se observen sus prácticas y se apoyen mutuamente con críticas y sugerencias para mejorar el servicio educativo que se está brindando a los alumnos. No es usual que en las instancias administrativas, de coordinación y supervisión existentes en la escuela se desarrolle un análisis colectivo de los problemas que cada docente está enfrentando en su diaria labor. Vera G., Rodrigo. Op. cit., pág. 61. 60 transmitir saberes, sino que su campo como trabajadores de la cultura les permite salir del estrecho marco de la escuela a fin de asimilar los nuevos conocimientos que le proporciona su contacto directo con la naturaleza y la sociedad”. Por su parte, otro docente complementó: “El trabajo en grupo nos permite colectivamente buscar soluciones a problemas que afrontamos como docentes ya sea con el alumno o los padres de familia; la discusión grupal nos permite confrontar mejor los problemas, buscándole las soluciones más adecuadas”. Sin embargo, según análisis realizados con algunos maestros entrevistados y basados en las observaciones a algunos microcentros se encontró que este trabajo grupal enfrenta una dificultad: el papel del coordinador en las sesiones de trabajo. Es innegable que para desempeñar este papel se requiere un maestro con un mínimo carisma. Pero cuando el grupo descubre el más cualificado no se practica la rotación, lo que origina dependencia y eventualmente rutinización. Sobre esta dificultad acotó una maestra: “La gente se “recuesta” mucho; a mi me escogieron porque tenía suficiente tiempo para coordinar. Que usted es soltera, no tiene hijos, no tiene esposo, que usted tiene tiempo para estar en el CEP; acepté y me siento bien. Pero los compañeros no han querido reemplazarme y ya me estoy cansando”. Una vez que se ha detectado como obstáculo del microcentro lo relacionado con el papel que desempeña el coordinador, es del caso recomendar a los maestros y a los técnicos de los Centros Experimentales Pilotos clarificar muy bien esta función. Es indispensable que este rol se rote y todos los integrantes lo asuman. También es importante anotar que quien acepta la coordinación debe permitir el debate y no tratar de imponer sus puntos de vista. Si el coordinador “sesga” la discusión en los aspectos que a él le parecen más relevantes, se pierde así agilidad y libertad en la misma. De otra parte, las temáticas o ejes de reflexión que se quieran abordar en las sesiones deben ser, en lo posible propuestos por el grupo y no por el coordinador. Esta situación de “descentramiento” –de no estar en el centro– del coordinador, estimula una participación más activa, una valoración equilibrada de las opiniones y sobre todo, la posibilidad de pluralismo y disentimiento. Microcentros y formación docente / César Vera y Francisco Parra De esta forma se fomenta algo de lo cual la sociedad colombiana adolece: el respeto por el otro y el reconocimiento de la diferencia conceptual. Dificultades y equívocos detectados Una vez que se ha hecho referencia a los aspectos conceptuales y metodológicos de los microcentros, es necesario abordar el análisis de las dificultades que han detectado los maestros en su aplicación. Para ello se acudirá también al testimonio de los docentes, complementando la información con los resultados de las observaciones. Apoyados en estas últimas, se puede evidenciar una de las mayores deficiencias: el trabajo de los minicentros se ha enfocado prioritariamente a tareas formales, principalmente parcelación, integración de unidades y elaboración de materiales. No se quiere afirmar, de ninguna manera, que esto no se deba realizar en el microcentro; lo que se cuestiona es el hecho de dedicar todo el esfuerzo a ello. Algunos grupos de maestros que integraron el microcentro desde hace más de un año, no han superado esta etapa, lo cual ha originado una grave rutinización y la pérdida del sentido del ejercicio de reflexión. Así se refieren los maestros al caso de un microcentro del grado quinto de básica primaria: “Nosotros llevamos dos años de microcentro en el grado quinto; hicimos un curso en marzo del año pasado para luego trabajar con la renovación curricular. Poco a poco nos fuimos adaptando, hemos mejorado la forma de parcelar e integrar y este año la situación ha cambiado, con el año anterior de experiencia ha sido más fácil manejar el programa”. Uno de los mayores equívocos en el cual han caído técnicos de los Centros Experimentales Pilotos del Ministerio de Educación y los maestros, es concebir el microcentro exclusivamente para tratar lo relacionado con la renovación curricular. Si sigue ganando espacio esta idea, no hay duda de la posibilidad del fracaso. Si el microcentro se rutiniza en actividades menores, el maestro pierde la motivación para continuar. Es indispensable superar esa visión tan recortada y concebirlo como un auténtico espacio de reflexión pedagógica, donde los programas escolares son una de las innumerables temáticas que tienen que ver con la práctica del docente, pero no la única. Tienen que abordarse además temas relacionados con la for- mación y capacitación del maestro, la escuela, la cultura escolar, la pedagogía, la historia de la educación y la pedagogía en Colombia e incluso los aspectos más relevantes de la misma renovación curricular como los fundamentos, los marcos teóricos, etc. Otra dificultad en el desarrollo de los microcentros la constituye la marcada dependencia de los maestros respecto a las agencias pedagógicas del Estado, ya sea el CEP o la Secretaría de Educación. Si dichas entidades no suministran materiales u orientaciones, los microcentros no despegan. Claro está que ello tiene que ver con la heteronomía12 de la práctica docente y la ausencia de una disciplina para asumirse como profesionales autónomos y pensantes. Sobre lo anterior comentó el director del CEID, capítulo Huila: “La principal dificultad en el trabajo de los microcentros está íntimamente relacionada con las viejas tradiciones de las prácticas docentes que se constituyen en obstáculos ante las necesidades de cambio educativo. Conocemos de muchos maestros que son renuentes a ese cambio y prefieren mantener sus viejas costumbres y hábitos, apegados siempre a los programas diseñados. Otra dificultad está relacionada con el bajo nivel de formación de muchos educadores y su escaso interés por la investigación permanente”. El éxito de los microcentros entonces, no depende únicamente del Estado sino básicamente del cambio de actitud del maestro que le permita entender que su capacitación debe surgir de sus necesidades e intereses y que la cualificación de la calidad de la educación depende mucho de él mismo. Así lograría su “responsabilidad social asumida” diferenciando “el derecho a condiciones de vida, del derecho a la cultura que le asiste a él y a sus alumnos y reconocer la importancia de cada uno de ellos sin subordinar de antemano lo cultural a lo económico, como sucede actualmente, pues es el primer aspecto –el cultural– el que define su ser social y fundamenta su dignidad”.13 12 Heteronomía: del griego “heteros”, de otro o ajeno, y “nomos”, regla o norma. Condición de una institución u organización que recibe las reglas para su operación de otra institución de la cual es dependiente. 13 Florez Ochoa, Rafael. “El futuro de los maestros: inteligencia con dignidad”. Revista Educación y Cultura Nº 9, Bogotá, CEID, 1986, pág. 52. 61 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación Otro objetivo de la estrategia de microcentros tiene que ver con el estímulo de proyectos pedagógicos o proyectos educativos. Este ha sido otro punto conflictivo por cuanto no existe claridad conceptual frente a ellos y se ha caído en equívocos, tanto por parte de los maestros como de los técnicos de los Centros Experimentales Pilotos. La confusión ha sido tal, que ha llegado a confundirse Taller Pedagógico y Proyecto Pedagógico. Es importante precisar que el primero hace referencia a la metodología de reflexión colectiva en las sesiones del microcentro y el segundo al derrotero del trabajo de investigación que mediará las actividades por lo menos durante un año. Es evidente que los maestros no han tenido formación que les posibilite el desarrollo de prácticas de investigación ni en la Escuela Normal ni en la Facultad de Educación. Sin embargo, a “investigar se aprende investigando” y es indispensable dotar al maestro de elementos y herramientas metodológicas para adelantar sus proyectos. Los detractores de los microcentros consideran que es absurdo exigirle al docente que investigue y que es una utopía pensar en un maestro investigador. Sin embargo hay que precisar muy claramente que no se debe pretender convertir a los maestros en investigadores educacionales –que los hay en los centros especializados y en las universidades– sino en investigadores sobre su quehacer, lo cual se expresa en lo que sucede diariamente en la cotidianidad de la escuela. Esto permite diferenciar taxativamente la investigación que realizan los docentes respecto de la que adelanten los especialistas formados para ello en Colombia y en el exterior. Para dar luces al respecto, es importante retomar la definición que se ha dado de la investigación docente: producción rigurosa y sistemática de conocimientos pedagógicos generados por docentes destinados a analizar críticamente sus propias prácticas para transformarlos hacia formas más eficientes y democráticas de enseñanza-aprendizaje. Pero para obtener lo anterior, los maestros tienen que asumirse como investigadores de sí mismos. Superar el estado de heteronomía que los afecta y conquistar la auténtica autonomía y el pensamiento crítico. Pero además de ello, como quedó dicho, es necesario brindarles herramientas conceptuales y metodológicas. Respecto a las primeras, es indispensable que los maestros se apropien no mecánicamente de lo que constituye un proyecto de investigación docente, cuáles son sus pasos y las técnicas que es ne- 62 cesario utilizar. En relación a las segundas, necesitan formación para el manejo de información científica en educación, obteniendo adiestramiento en la elaboración de Resúmenes Analíticos en Educación RAEs, bibliografías y estados de conocimiento sobre temáticas específicas. De esta forma podrán leer críticamente todo lo que la investigación educacional ha producido en materia de formación de maestros, historia de la educación y la pedagogía en Colombia, renovación curricular, evaluación y promoción automática, etc. Solamente así se garantizaría el éxito de los microcentros como espacios de investigación docente. Pero además de lo señalado, es urgente pensar en la capacitación de los capacitadores en dichos tópicos porque a medida que los maestros van generando proyectos requieren asesoría y seguimiento. Es realmente muy difícil afirmar que en este momento los técnicos de los Centros Experimentales Pilotos están en capacidad de brindarla. Por ello es necesario pensar en la realización de Seminarios-talleres sobre diseño, evaluación y seguimiento de proyectos de investigación docente. También sería necesario abordar lo relacionado con lo que ha sido la evolución de la investigación educacional en los últimos quince años. Es decir, cómo se han abordado los diferentes objetos de investigación y la innovación en metodologías tales como la aplicación de la etnografía al análisis de fenómenos sobre la cultura escolar, el método sociológico y arqueológico en la investigación histórico-educativa y los enfoques participativos en la formación y capacitación de maestros. Sin estos prerrequisitos, es difícil pensar en el éxito de la estrategia de capacitación por microcentros. Logros obtenidos Al señalar los obstáculos y equívocos de los microcentros, el presente estudio no puede dejar de lado la referencia a los logros que se han obtenido que, aunque son inferiores a los primeros, es necesario destacar. El primero sería la toma de conciencia del docente de dos aspectos atinentes a su formación permanente: la crisis de la capacitación tradicional y la posibilidad de la opción alternativa que constituyen los microcentros. Y subyacente a esto, la urgencia de participar en los cambios educativos y en el mejoramiento de la calidad de la educación, asumiéndose como protagonistas de primer orden en ese proceso de profundas transformaciones educativas y culturales. Sobre ello comentó el director del CEID, Huila: Microcentros y formación docente / César Vera y Francisco Parra “No obstante las dificultades, también se han obtenido logros con el trabajo de los microcentros, uno de ellos ha sido el cuestionamiento de las prácticas pedagógicas tradicionales. Otro, el de establecer nuevas relaciones para abordar los problemas del saber y uno último, una nueva forma de capacitación. En este último caso tenemos ya ejemplos de varios maestros que comienzan a elaborar pequeños proyectos de investigación educativa que están acordes con las necesidades del medio. Por ejemplo, conozco un grupo de maestros que vienen trabajando la historia de su municipio con una metodología participativa; otros trabajan en nuevas metodologías para el desarrollo de la actividad lúdica y artística. Si bien estos casos se vienen dando, aún sopesan las dificultades; pero creo que si se logra una mejor comprensión de la función real del maestro, los microcentros pueden aportar significativamente al desarrollo de un nuevo proyecto cultural”. Otra maestra, coordinadora de un microcentro de preescolar, así habló de los logros: “Yo creo que son más las cosas positivas que los obstáculos en la realización de los microcentros. Entre los primeros están el poder unificar criterios, el de integrarnos, el de poder comunicar muchas cosas. De pronto, una niña encuentra un documento en el periódico sobre la creatividad del niño, sobre el juego, entonces se presentan la oportunidad de llevar esos documentos al microcentro, leerlos y sacar conclusiones que en un momento dado nos pueden servir. Para mi han sido mayores los logros, en ese sentido; quiero destacar lo relacionado con el trabajo en grupo. Se discute libremente y buscamos alternativas”. sus perspectivas hacia el futuro. Así comentó un maestro su visión al respecto: “Si los maestros no reflexionamos sobre lo que hacemos, nos mecanizamos y no vamos a ser conscientes de los problemas y dificultades que hay que superar. Entonces el microcentro se presenta como un recurso para detectar los puntos conflictivos y las posibilidades de transformación de la escuela”. Podemos decir, sintéticamente, que si se solucionan los equívocos y se superan los múltiples obstáculos, los microcentros podrán tener éxito a nivel regional y nacional. Esta alternativa autogestionada puede facilitar también el cambio de rol de los educadores y la construcción de proyectos pedagógicos alternativos. Interpretación, conclusiones y lineamientos de política Si se tiene en cuenta el carácter cualitativo del estudio, los capítulos anteriores constituyen la dimensión empírico-analítica que permite la de la hermenéutica-crítica y el establecimiento de líneas de política. Es decir, el aporte del estudio se ubica en los aspectos conceptual-cualitativos y en el análisis de las perspectivas respecto al objeto de investigación: los microcentros. Vista en su conjunto la experiencia de los microcentros en el departamento del Huila, se pueden señalar los siguientes puntos de interpretación y conclusión: – – Otro de los logros dice relación con la recuperación de la escuela como espacio cultural de la comunidad. Algunos microcentros que se han dedicado al área de español han adelantado importantes proyectos de recuperación cultural. A no pocas sesiones han asistido padres de familia que han aportado sus tradiciones culturales en materia de coplas, leyendas, canciones y demás expresiones folclóricas. También cabe destacar de la capacitación por microcentros, que se realiza en el sitio de trabajo del docente. No se le sustrae de su ambiente cotidiano y es el grupo el que establece las reglas del juego. Ello posibilita, sin duda, el, estímulo de la creatividad y la autonomía del educador. Si bien se han dado resistencias a esta metodología, los maestros que la han practicado ponen de relieve sus ventajas y – – – La imagen del docente se concibe aún dentro de los arcaicos cánones del apostolado. La renovación curricular ha sido conocida muy parcial y superficialmente por el sector docente del Huila. La ausencia de reflexión sobre la cotidianidad escolar impide al maestro señalar sus deficiencias y la incidencia directa de su discurso pedagógico en el fracaso escolar. La excesiva rutinización y ritualización del ejercicio docente le impide percibir la importancia de la reflexión y la formación pedagógica. El trabajo de los microcentros se ha focalizado en los aspectos formales y menores de la renovación curricular tales como parcelación, descuidándose el estudio y análisis de los fundamentos, los marcos teóricos y del debate que se ha dado en los últimos años por su orientación conductista y tecnologicista. 63 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación – – – – – – – – – – – – 64 Conformación de grupos que conlleva la metodología del microcentro, ha encontrado serias dificultades por la atomización secular del rol docente. La dimensión hermenéutica del trabajo de los microcentros debe ser apoyada por el suministro de textos y material audiovisual y en vista de su carencia, los microcentros tienden a rutinizarse. Por el estímulo de la reflexión pedagógica y la investigación docente que pretenden impulsar los microcentros, es indispensable la capacitación de los capacitadores en dichas prácticas y en el manejo de información científica en educación. Los equívocos conceptuales sobre el trabajo de capacitación por microcentros han implicado una confusión entre taller pedagógico y proyecto educativo. Las agencias pedagógicas del Estado, como el Ministerio de Educación, Centros Experimentales Pilotos, Secretarías de Educación, etc., deben concebir los microcentros no simplemente como metodología de capacitación sino como objeto de investigación y evaluación permanente. La inexistencia de estudios sobre el proceso de los microcentros dificulta una conceptualización y debate sobre el estado actual de la formación en servicio de los maestros colombianos. Algunos maestros, directivos docentes y funcionarios expresan una visión muy administrativista de los microcentros que los lleva a concebirlos como espacios para llenar planillas. La recuperación de la autonomía del maestro es posible en el marco de proyectos pedagógicos y culturales autogestados por los educadores. Si bien en el departamento del Huila los logros de los microcentros han sido significativos, no puede afirmarse que hayan constituido éxito rotundo. La heteronomía del educador le imposibilita concebir en toda su dimensión la importancia del microcentro como espacio de reflexión pedagógica y de generación de conocimiento sobre el oficio de la enseñanza. Dada la importancia de los microcentros, el Centro de Estudios e Investigaciones Docentes, capítulo Huila y la Facultad de Educación deben comprometerse a apoyarlos efectivamente para su correcta aplicación. Por los equívocos conceptuales, los maestros no han logrado precisar el papel del coordinador y el trabajo por proyectos – – – como mediadores de la articulación capacitación-acción-crédito que postula la política nacional de capacitación. La evaluación se evidencia como el punto más débil del trabajo de los microcentros pues se concibe de una manera mecánica y tradicional. La capacitación de los capacitadores a nivel regional y nacional tiene que ser tarea inmediata si se quiere que no fracase la estrategia de los microcentros. Para que los microcentros se constituyan en verdadera alternativa de capacitación deben ir acompañados de investigaciones rigurosas que permitan una conceptualización sobre perfeccionamiento docente. Como se ve, son demasiados los puntos que requieren reflexión en el futuro y muy amplia la tarea de investigación que es necesario emprender y que se ha aplazado durante casi cinco años. Es claro que la capacitación de maestros dispone de muy escasa bibliografía que dé cuenta de su historia, de sus conflictos y en especial de la construcción de alternativas. Por ello, el presente estudio debe ser visto como una aproximación inicial que requiere nuevos y mayores esfuerzos. En capacitación, al igual que en otros trascendentales aspectos educacionales, hay mucho por hacer y no se puede seguir aplazando su análisis crítico. Ahora bien, las recientes disposiciones sobre Promoción Automática y Evaluación deben ser estudiadas y analizadas críticamente en los microcentros pues lo que está en juego es la socialización de nuestros niños, lo cual requiere de juiciosas reflexiones. Finalmente proponemos las siguientes líneas de política que contemplan los aspectos de capacitación por microcentros, en el marco de la reforma educativa en marcha: – – Es indispensable propiciar acciones interinstitucionales (CEPs, Facultad de Educación, Escuela Normal, Movimiento Pedagógico, Asociaciones Profesionales de Docentes, SENA, CASD, etc.) con el fin de facilitar el ambiente para el logro de los objetivos de la reforma educativa y de los microcentros como estrategia de capacitación. Es recomendable estimular la realización de microcentros en todas las instituciones educativas, matizados por cursos presenciales de alta calidad que estén articulados con la situación que viven cotidianamente los educadores y que propicien un ambiente de reflexión y acción transformadora. Microcentros y formación docente / César Vera y Francisco Parra – – Los planes y programas de capacitación durante los próximos tres años deben contemplar como eje de su desarrollo la metodología del microcentro. Esto implica que dicho proceso debe ir acompañado de investigaciones rigurosas que den cuenta de su evolución y sedimentación. Es necesario ver que el cambio de estrategias de capacitación no es controlable normativamente, sino como un proceso que conlleva el estímulo de nuevas prácticas educativas, en la búsqueda de la autonomía e identidad del maestro y de la ele- – – vación de la calidad de la educación. Los microcentros como espacios de reflexión y experimentación pedagógica, deben ser vistos fuera de concepciones administrativistas. Esto supone que las agencias pedagógicas del Estado deben apoyarlos logísticamente, pero darles autonomía conceptual y metodológica en su desarrollo. La política nacional de capacitación debe estar apoyada por investigaciones que permitan analizar sus logros, dificultades y plantear cambios estratégicos. Bibliografía Arnove, Robert, “Políticas Educativas durante el Frente Nacional”, en Revista Colombiana de Educación, Nº 1, Bogotá, 1978. Batallan, Graciela, Los Procesos de Interpretación de los Talleres de Investigación y Aprendizaje, Bogotá, s.f. Caro, Miguel Antonio, El Código del Educador, Bogotá, 1978. Departamento Nacional de Planeación, Para Cerrar la Brecha. Programas del Sector Educativo, Bogotá, 1975. De Tezanos, Aracely, Escuela y Comunidad. Un Problema de Sentido, Bogotá, CIUP, 1984. ______ Maestros Artesanos-Intelectuales. Estudio Crítico sobre su Formación, Bogotá, UPN 1987. Hernández, Carlos Augusto, “La Reforma Curricular: Cientifismo y Taybrización”. En Revista Educación y Cultura, Nº 2, Bogotá, CEID, 1984. López Michelsen, Alfonso, El Gobierno del Mandato Claro, Tomo II. Imprenta Nacional, febrero 1976. Ministerio de Educación Nacional, Política Educativa Nacional, Serie del Educador , Nºs. 5 al 9. Parra Sandoval, Rodrigo, “Estudios Sociales sobre el Maestro Colombiano”, en Revista Colombiana de Educación, Nº 4, Bogotá, 1979. ______ ; Zubieta, Leonor, “Escuela, Marginali- dad y Contextos Sociales en Colombia”, en Revista Colombiana de Educación, Nº 10, Bogotá, 1982. ______ Las Relaciones Sociales Escolares. Los Maestros y el Currículo, Bogotá, CIUP, 1986. ______. La Escuela Inconclusa. Plaza y Janés, Bogotá, 1987. ______. Los Maestros Colombianos. Plaza y Janés, Bogotá, 1987. Pérez Castaño, Carmen Emilia. “Los fines de la Educación: Principales Estrategias”. Memorias Congreso Pedagógico Nacional. Bogotá, CEEP, 1987. Vasco, Carlos Eduardo. “Conocimiento e Interés”. Anuario Científico. Universidad del Norte, Barranquilla, 1986. ______ “Conversación Informal sobre la Reforma Curricular”. Revista Educación y Cultura Hoy. Bogotá, CEFD, 1985. Vera Gil, César. “Notas para un Análisis de la Política Educativa de López Michelsen 1974-1978”. Revista Colombiana de Educación. Bogotá, CIUP, 1986. ______; Parra, Francisco. Capacitación de los Maestros, Editorial Nueva América, Bogotá, 1989. Vera G., Rodrigo. “Talleres de educadores. Una línea de perfeccionamiento participativo”. Dialogando Nº 12. Santiago, Chile, 1988. 65 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación ACTIVIDADES OREALC VISITA DEL DIRECTOR GENERAL DE UNESCO A CHILE En el marco de una serie de invitaciones a relevantes personalidades internacionales, el gobierno de Chile recibió al Director General de UNESCO, Federico Mayor Zaragoza, quien permaneció en este país desde el martes 3 al sábado 7 de julio recién pasado. Chile, país miembro y fundador de la Organización, fue visitado por Mayor Zaragoza junto al miembro de su gabinete Galo Ponce, en una gira que fue la primera realizada a Chile por parte de un Director General de UNESCO. El personero, no obstante, había estado en Chile con ocasión de un congreso científico efectuado en Concepción en 1963. Durante su visita, teniendo como anfitrión al Ministro de Educación Pública del país, Ricardo Lagos, el Director General sostuvo entrevistas con el Presidente de la República, Patricio Aylwin, con el titular de Relaciones Exteriores, Enrique Silva Cimma, con el Ministro Director de la Oficina de Planificación Nacional, Sergio Molina, con los Presidentes del Senado y la Cámara de Diputados, Gabriel Valdés Subercaseaux y José Antonio Viera-Gallo, respectivamente. La visita incluyó otras actividades tales como conferencias con periodistas especializados en educación y cultura; reunión-desayuno con los más importantes directores de medios de comunicación del país y dirigentes de los Colegios de Periodistas de Chile, de la Asociación Nacional de la Prensa y de la Asociación de Radiodifusores, ARCHI. Simultáneamente, concedió entrevistas exclusivas a los diarios La Epoca y El Mercurio, las que fueron publicadas en las ediciones dominicales de esos medios informativos. Visita al Parlamento El jueves 5 de julio, fue recibido en una solemne sesión conjunta del Senado y la Cámara de Diputados en la sede del Congreso Nacional ubicada en el puerto de Valparaíso, a 120 kilómetros de la capital. A su llegada, el alto funcionario internacional fue saludado por el Vice Presidente del Senado, Beltrán Urenda, por el Presidente de la Cámara de Diputados, José Antonio Viera-Gallo, por los representantes de las Comisiones de Educación de ambas Cámaras y por educadores y alumnos de la Quinta Región del país. En su intervención ante los legisladores chilenos señaló: “El Parlamento constituye uno de los pilares básicos de la democracia y esta iniciativa es una prueba más de su capacidad para asumir, con criterio moderno, con seriedad científica y amplio espíritu de participación, la comprensión de los problemas más importantes de la sociedad moderna”. En su extensa intervención hizo un llamado a los senadores y diputados, recalcando que “las políticas educativas exigen continuidad. Por ello –señaló– éstas no son obra de un grupo social o político ni de 66 Actividades OREALC períodos limitados de tiempo. Desde este punto de vista, es importante postular, como lo hicieran los Ministros de Educación de América Latina y el Caribe en su última reunión de Guatemala, la urgencia de tomar decisiones de mediano y largo plazo”. Finalizando su discurso expresó que “para ello, es necesario diseñar pactos de estado, consensos o acuerdos nacionales que garanticen la vigencia de las grandes prioridades educativas. El papel del Parlamento en la definición de estos acuerdos es crucial. Aquí están los representantes legítimos de los diferentes sectores políticos de la comunidad, y aquí está, también, el instrumento que permite traducir el consenso en pautas de acción. Promover estos acuerdos es nuestra responsabilidad frente a las futuras generaciones. La historia nos ha dado la oportunidad. No la desaprovechemos”. Al término de su intervención hicieron uso de la palabra representantes de las distintas fuerzas políticas allí representadas, quienes agradecieron la visita de Mayor Zaragoza y se comprometieron a asumir la responsabilidad que les correspondía en el gran desafío de la educación. Durante la visita al Parlamento, así como durante toda la intensa jornada de cinco días, el Director General fue acompañado por el Representante de UNESCO en Chile y Director de OREALC, Juan Carlos Tedesco. Educadores Populares En la tarde del mismo jueves 5 de julio, Federico Mayor concurrió al Centro El Canelo de Nos, a un encuentro con educadores populares y dirigentes de ONG nacionales, organizado por el Consejo de Educación de Adultos de América Latina, CEAAL. Hito importante en su visita, la reunión en la zona sur de Santiago congregó a más de doscientos líderes de la educación popular y de adultos de las más australes y norteñas zonas del país. Durante la visita, el personero de UNESCO dialogó con Francisco Vío Grossi, Secretario General del CEAAL y Presidente también del Consejo Internacional de Educación de Adultos, ICAE. En esa oportunidad analizaron conjuntamente temas relacionados con el apoyo de estas ONG a la Conferencia Mundial de Educación para Todos, en el marco del Año Internacional de la Alfabetización (AIA). Vío Grossi también anunció al Director General la próxima realización en Chile, en la tercera semana de noviembre de este año, de la Asamblea General del CEAAL, oportunidad en que concurrirán alrededor de cuatrocientos representantes de toda América y observadores de Asia, Africa y Europa. Durante su saludo al representante de UNESCO, Francisco Vío señaló que “las ONG que trabajamos en educación popular, somos espacios en las que se privilegia el encuentro de la gente en toda su diversidad, bajo el común anhelo de ser más libre. Libres de todo aquello que atente contra una vida digna, libres de todo aquello que nos impida crecer, ya sean estructuras, ideologías o conductas”. “Por ello, agregó el dirigente del CEAAL, nos gusta la UNESCO. Compartimos sus ideales y reconocemos su protagonismo en la búsqueda de espacios de encuentro y de diálogo mundial. Sin embargo, queremos que se amplíe su compromiso con las ONG. En Chile, somos más de 600 entidades. En Perú, más de 2.000. En América Latina y el 67 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación Caribe somos algunas decenas de miles de instituciones al servicio de la educación popular y de adultos”. Luego de un intenso y franco diálogo con los educadores asistentes, Mayor Zaragoza fue invitado a firmar el Libro Viajero Latinoamericano, en el que éste dejó impreso un testimonio de respaldo a la acción de las ONG: “Que todos sepan que sólo la educación libera. Que los maestros y educadores son la clave del auténtico desarrollo de los pueblos. Que las democracias no perduran cuando se construyen sobre la ignorancia. Que forjar una ciudadanía que participe en los asuntos públicos es indeclinable requisito para un devenir iluminado y luminoso. Que el libro viajero así lo proclame en todas partes”. En la noche del mismo día, el Ministro de Educación, Ricardo Lagos, ofreció al Director General de UNESCO una recepción en el Palacio Cousiño, a la que concurrió gran parte del gabinete ministerial, las más altas autoridades del país y representantes del mundo artístico y cultural chileno. Condecoración Gabriela Mistral En una sobria ceremonia, realizada en una pequeña escuela de educación primaria en el barrio norte de Santiago, un centenar de alumnos y profesores de la Escuela “Puerto Rico” recibieron al Director General de UNESCO. En el encuentro fue acompañado por el Ministro de Educación, Ricardo Lagos, por el Embajador de Chile ante la Organización, Gonzalo Figueroa; por el Director de la Oficina Regional de Educación de la UNESCO, Juan Carlos Tedesco; por la Alcaldesa de la comuna de Conchalí, María Antonieta Saa, por expertos de OREALC y dirigentes del Colegio de Profesores de Chile. En esa oportunidad, el titular de Educación confirió –en representación del gobierno chileno– la Orden al Mérito Docente y Cultural “Gabriela Mistral” a Federico Mayor. La condecoración, que lleva el nombre de la insigne poetisa chilena, Premio Nobel de Literatura (1945), fue creada por el gobierno del Presidente Patricio Aylwin y fue otorgada, por primera vez, en la persona del científico español que detenta el más algo cargo de la UNESCO. En sus respectivas intervenciones, tanto el ministro como Mayor Zaragoza destacaron los estrechos vínculos existentes entre España y Chile a través de acciones realizadas por los premios Nobel chilenos, Gabriela Mistral y Pablo Neruda. Al mediodía del viernes 6, en la sede del Ministerio de Educación Pública de Chile, fue firmado un Memorándum de Entendimiento, suscrito por el Ministro del ramo, Ricardo Lagos y el Director General de UNESCO. En el documento se establecieron acuerdos concretos de apoyo del organismo internacional a iniciativas gubernamentales chilenas relacionadas con las escuelas básicas de más bajo rendimiento del país. La alfabetización de adultos y la búsqueda de soluciones a la crisis de objetivos y contenidos por que pasa la Educación Media y la regionalización del quehacer cultural, fueron algunos de los puntos incluidos en el acuerdo bilateral. El gobierno de Chile y la UNESCO coincidieron en reconocer la importancia de la participación de todos los actores sociales en la definición y elaboración de las políticas educativas, científicas y culturales. En ese sentido, concordaron en el Memorándum de Entendimiento y 68 Actividades OREALC cooperación en estimular acciones de concertación y consenso que garanticen la estabilidad de las políticas en el mediano y largo plazo. En la tarde del mismo día, el Director General sostuvo un encuentro en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, con representantes de los organismos de la Organización de las Naciones Unidas residentes en Chile. Posteriormente concurrió a la clausura del curso internacional sobre “Técnicas de Investigación del Genoma Humano”, realizado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile bajo la dirección del científico chileno, Dr. Jorge Allende y que contó con el patrocinio de UNESCO Finalizando sus actividades oficiales en el país, el Director General sostuvo una reunión con cerca de cien cientistas políticos, abogados y diplomáticos del Consejo para las Relaciones Internacionales. REDALF Red regional de capacitación de personal y de apoyos específicos en los programas de alfabetización y educación de adultos Area de acción: Alfabetización y postalfabetización Tipo de actividades: Capacitación y asistencia técnica/reunión regional Nombre de la actividad: Seminario Taller Regional REDALF sobre medios de Comunicación en apoyo a programas de alfabetización y postalfabetización (9 y 13 julio de 1990, Cusco, Perú). Este encuentro fue organizado y auspiciado por la OREALC con la cooperación del Ministerio de Educación del Perú y convocado en el marco del Plan Operativo de la REDALF para el Año Internacional de la Alfabetización. El Seminario tuvo por objetivos: – – analizar las experiencias innovadoras y relevantes sobre programas de alfabetización y postalfabetización con apoyo de los medios de comunicación, privilegiando el uso de los medios: radio, televisión, video y materiales impresos; formular propuestas sobre pertinencia y formas de uso de medios de comunicación – social, considerando la motivación del “Año Internacional de la Alfabetización” y las orientaciones del programa mundial “Educación para todos”; recopilar experiencias y material innovador para su difusión en los países representados. Asistieron 26 especialistas de los siguientes países: Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Perú, Uruguay y Venezuela, representando a instituciones públicas y ONGs a cargo de experiencias relacionadas con comunicación educativa; expertos de la UNESCO y otras agencias internacionales y observadores de instituciones peruanas. En el encuentro se presentaron programas de alfabetización y postalfabetización que empleaban bajo diversas modalidades los medios de comunicación: programas radiofónicos en los cuales la radio constituye el medio principal y experiencias donde la radio es uno de los medios de promoción educativa y cultural; programas centrados en los materiales impresos y finalmente experiencias en las cuales el video o la televisión constituyen los aspectos nucleares. Entre los pro- gramas presentados se destacan: Radio del Arzobispado de San Salvador (El Salvador), Sistema Radiofónico Shuar (Ecuador), Radio Onda Azul (Perú), INCUPO (Argentina), Instituto Fe y Alegría (Venezuela), Proyecto UNESCOAGFUND SEE-PER-10 sobre Alfabetización y Postalfabetización con medios audiovisuales (Perú), programas de las siguientes instituciones: CNTC (Central Nacional de Trabajadores del Campo-Honduras), CIDE (Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación-Chile), Amigos del País (Guatemala-ONG), Perú-Mujer (Perú-ONG), Qhana (Bolivia), Teleduc (Chile). Es interesante señalar que muchos de estos programas están destinados a población rural y algunos de ellos desarrollan propuestas de educación bilingüe –a partir de la lengua materna– como es el caso de Radio Shuar (lengua shuar) y Qhana (lengua aymara). Entre las principales conclusiones se destacan: a) la producción de medios debe basarse en estudios participativos, desarrollados por equipos multidisciplinarios; b) es necesario formar a los promotores y alfabetizadores respecto de la estructura y el empleo de los materiales; c) los medios deben adaptarse al contexto sociocultural; d) el uso de los me- 69 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación dios debe subordinarse al proyecto pedagógico; e) los medios deben facilitar el aprendizaje de la función de la lectoescritura y no la nueva adquisición de un código, que se olvida por desuso. instrumentos de investigación se analizarán en un taller previsto para el mes de octubre. Area de acción: Alfabetización Tipo de actividad: Capacitación y asistencia técnica Tipo de actividad: Proyectos en desarrollo Nombre de la actividad: Nombre de la actividad: Concurso de proyectos de alfabetización y educación cívica con mujeres campesinas de la subregión andina. Se elaboraron las bases para el Concurso de proyectos de alfabetización y educación cívica destinado a estimular la puesta en práctica de experiencias participativas con mujeres indígenas y campesinas de la subregión andina. Este concurso, que se realiza en el contexto del Año Internacional de la Alfabetización, espera contribuir a modificar la desigualdad educativa y social de las mujeres. Podrán participar todas las personas jurídicas no gubernamentales de la subregión andina (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) que acrediten experiencia en trabajo educativo con mujeres campesinas e indígenas, particularmente en el campo de la alfabetización. Los plazos de presentación del proyecto son del 1º de septiembre de 1990 al 15 de enero de 1991. Los formularios e información complementaria deben solicitarse en la Oficina Regional de la UNESCO en Santiago, Chile. Area de acción: Alfabetización Tipo de actividad: Investigación Nombre de la actividad: Investigación regional sobre analfabetismo funcional. En este campo, se ha elaborado el diseño del estudio y los instrumentos de recolección de datos. Estos ya han sido validados en Chile, tanto en Santiago como en localidades del interior. La propuesta de estrategia e 70 Area de acción: Alfabetización Taller sobre producción de materiales educativos en postalfabetización y educación cívica para programas con mujeres de la subregión andina. Se están desarrollando las actividades preparatorias del taller, entre las que destacan la firma de la carta acuerdo con la Asociación Perú Mujer; la confección de la convocatoria del encuentro y se están seleccionando las participantes nacionales. El taller, que se realizará en Lima, Perú, del 29 de octubre al 9 de noviembre de 1990, está destinado a ONGs que trabajan con mujeres neolectoras o de bajo nivel de escolaridad, e interesadas en iniciar programas de educación cívica. La reunión tiene por objetivo capacitar a representantes de ONGs de la subregión andina en la producción de materiales impresos de postalfabetización y educación cívica. Area de acción: Alfabetización Tipo de actividad: Capacitación y asistencia técnica. Nombre de la actividad: Programa de equipos itinerantes (misión cooperativa de asistencia técnica) Se está preparando el programa de equipos itinerantes que brindará asistencia técnica a los programas de alfabetización y que desarrollarán actividades promocionales y propiciarán programas de capacitación junto con los equipos nacionales. En este marco se han seleccionado y contratado los especialistas de los equipos referidos, se han programado las actividades de la misión y auspiciado la orga- nización de las contrapartes nacionales. En el mismo sentido, se han diseñado talleres nacionales en Centro América (El Salvador, Guatemala y Honduras), subregión andina (Bolivia, Ecuador y Perú) y República Dominicana y Haití. En estos talleres, que tendrán lugar en septiembre y noviembre, se evaluarán las estrategias nacionales de alfabetización y se elaborarán propuestas innovadoras. Area de acción: Alfabetización Tipo de actividad: Evaluación Nombre de la actividad: Evaluación externa de la Campaña Nacional de Alfabetización El informe final de evaluación externa de la Campaña Nacional de Alfabetización fue presentado oficialmente al Ministerio de Educación del Ecuador (Boletín Nº 21, ver información detallada sobre el documento final de la evaluación externa). Area de acción: Educación de adultos Tipo de actividad: Capacitación y asistencia técnica Nombre de la actividad: Seminario regional sobre la investigación de la educación básica de adultos Se está preparando la reunión regional en la cual se analizarán los resultados de la investigación regional sobre la educación básica de adultos. Ella se llevará a cabo en Antigua, Guatemala, del 4 al 8 de diciembre y para tal efecto se firmó carta-acuerdo con el Gobierno de ese país y se elaboró la convocatoria del encuentro. Participarán personal vinculado con la aplicación de los resultados de la investigación en sus respectivos países y representantes de la UNESCO y del Gobierno de España. Area de acción: Educación de adultos Tipo de actividad: Investigación Actividades OREALC Nombre de la actividad: Investigación sobre la educación básica de adultos Durante este período se ha continuado trabajando en la investigación regional sobre la EBA. El equipo OREALC ha analizado los datos de las encuestas nacionales de estudiantes, profesores y directores de EBA. En particular, se han procesado los archivos primarios de Perú, Colombia y Ecuador y se han analizado los datos agrupados de Centro América y México. Se han creado códigos regionales y subregionales para estandarizar la información. Además, se ha elaborado un informe sobre la muestra de estudiantes del Perú, que será enviado a los países para orientar la redacción de los informes nacionales respectivos a ser presentados en el seminario regional de cierre de la investigación. Area de acción: Educación de adultos Tipo de actividad: Capacitación y asistencia técnica/reunión nacional Nombre de la actividad: Encuentro nacional para la construcción de un sistema de educación de adultos (Colombia) Durante el mes de mayo se recibió en la OREALC el informe final de esta reunión que tuvo lugar en Bogotá, Colombia, entre el 20 y 23 de marzo. Este evento, auspiciado por la OREALC y organizado por el Comité del Año Internacional de la Alfabetización y el Ministerio de Educación Nacional de Colombia, es parte del proceso de organización de un Sistema Nacional de Educación de Adultos. Participaron representantes de organismos gubernamentales y no gubernamentales. En la reunión se analizaron las condiciones nacionales y regionales para construir el sistema propuesto; se determinaron líneas de acción para su puesta en práctica y se establecieron lineamientos para elaborar un estatuto orgánico de la Educación de Adultos. La des- centralización del sistema educativo formal y el sistema nacional de educación popular de adultos, fueron caracterizados como estrategias convergentes que apuntan hacia el mejoramiento de la calidad de la enseñanza. Area de acción: Educación bilingüe Tipo de actividad: Cooperación y asistencia técnica Nombre de la actividad: Pasantía en México Entre el 9 y 21 de julio, el INEA de México llevó a cabo en el marco de la REDALF una pasantía sobre producción de materiales de educación bilingüe y bicultural. Participaron pasantes de los siguientes países: Ecuador (2); Honduras (1); Guatemala (3); El Salvador (1); Colombia (2) y Argentina (2). El programa incluyó un seminario sobre el tema en Ciudad de México y los participantes se organizaron en dos grupos de trabajo que visitaron programas de educación bilingüe en el interior del país (Estados de Oaxaca y de Hidalgo). Posteriormente, hicieron una evaluación de la pasantía y presentaron sus planteamientos al INEA sobre los programas visitados. Los dos grupos prepararon un informe con las conclusiones y sugerencias. Area de acción: Alfabetización Tipo de actividad: Publicación Nombre de la actividad: Superación del analfabetismo. Políticas y estrategias para el período 1990-2000, OREALC, 1990 Esta publicación contiene el informe final del Seminario Técnico Regional sobre Políticas educativas y estrategias para superar el analfabetismo durante 1990-2000 (Managua, Nicaragua, 23 noviembre-3 de diciembre 1989). En dicho seminario se analizaron las evaluaciones de los programas nacionales de alfabetización de la mayoría de los paí- ses de la región y se elaboraron recomendaciones sobre estrategias renovadas de alfabetización. Estuvieron presentes representantes nacionales y especialistas convocados a título personal. Entre los principales aportes de la reunión, contenidos en esta publicación, se destacan: el análisis del carácter sociocultural del analfabetismo y la propuesta de emprender acciones de alfabetización traspasando las fronteras de los ministerios de Educación. Además, se identifican las dificultades existentes, tales como el carácter esporádico y disperso de los programas, la falta de evaluaciones, las carencias de capacitación de personal, los escasos recursos financieros; se recogen asimismo, propuestas para enfrentar dichos obstáculos. También se plantea la necesidad de superar las estrategias nacionales con nuevos enfoques culturalmente orientados en materia de alfabetización y el papel que ésta pueda tener en la construcción de democracias participativas. Area de acción: Alfabetización Tipo de actividad: Publicación Nombre de la actividad: Analfabetismo y alfabetización. Mesa Redonda, OREALC, 1990. Esta publicación presenta los resultados de la Mesa Redonda sobre Analfabetismo y Alfabetización realizada en el marco de la Tercera Reunión del Comité Intergubernamental del Proyecto Principal (Guatemala, 26-30 de junio 1989). La Mesa Redonda se constituyó con especialistas procedentes de distintos contextos socioculturales y de diversas disciplinas. La visión del educador coexistió con la del sociólogo y el planificador, permitiendo nuevas lecturas de la alfabetización. En esta Mesa, los participantes ratificaron la vigencia de la tarea alfabetizadora y el carácter sociocultural del fenómeno del analfabetismo. A partir de estos supuestos, se deslindaron y reafirmaron las responsabilidades del Estado y la sociedad civil en la alfabetización. 71 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación Además, se analizaron las estrategias alfabetizadoras, con especial referencia a las campañas exitosas de la década de los ochenta; se relacionó el analfabetismo con el fracaso de la escuela básica; se caracterizó el proceso alfabetizador en contextos multiculturales y pluriétnicos y se exploraron las perspectivas de la alfabetización en los años que restan del siglo. Particularmente interesantes fueron las observaciones acerca de la escuela como productora de analfabetos absolutos y funcionales. También se presentó la evolución de la educación bilingüe hasta la adopción del modelo de mantenimiento (educación bilingüe intercultural), sus ventajas y requerimientos. A su vez, la coexistencia en el Caribe del creole y los idiomas oficiales, fue caracterizada como un legado de la colonización europea; se presentaron además, estrategias de bajo costo sustentadas en enfoques participativos. Las conclusiones de la Mesa Redonda han contribuido a afirmar la necesidad de enfrentar el analfabetismo con nuevas estrategias en las cuales programas de alfabetización y escuela básica se constituyen como una unidad de acción. Area de acción: Alfabetización Tipo de actividad: Publicación Nombre de la actividad: Manual de elaboración y producción de materiales de postalfabetización y educación cívica para mujeres de América Latina y el 72 Caribe. UNESCO, 1990. Se acaba de publicar este Manual elaborado por la Asociación Perú-Mujer con auspicio de la Sección de Igualdad de oportunidades en materias de Educación para los Jóvenes y las Mujeres de la Sede de la UNESCO (París). El objetivo del Manual es ofrecer a las instituciones que operan en postalfabetización y educación cívica con mujeres, esquemas orientadores para el diseño y la producción de materiales de enseñanza. El documento se basa en una muestra de 520 materiales procedentes de 21 países de la región, que fueron analizados y clasificados por temas predominantes (sexualidad, planificación familiar, nutrición, salud, trabajo, organizaciones, violencia, generación de ingresos, otros). A partir de esta información sistematizada, las autoras presentan sugerencias para elaborar, producir y evaluar materiales de enseñanza. Nos alertan, asimismo, respecto al hecho de que los materiales no pueden ser desarrollados en forma aislada sino como elementos de apoyo a un plan educativo, pues constituyen una expresión objetivada –explícita o no– de una cierta manera de concebir la educación. El Manual también hace referencia a la importancia tanto de conocer las características socioeducativas y culturales de las potenciales usuarias de los materiales como de generar mecanismos para que éstas se transformen en productoras. En este sentido, se da particular significado a la revalorización de las expresiones de la cultura oral. Finalmente, el Manual propone un esquema de procedimiento que parte de una investigación participativa de la realidad para culminar en materiales que recogen los problemas cotidianos de las usuarias, considerando ilustraciones de fácil identificación y con lenguaje sencillo y familiar para las mujeres. Podemos afirmar que el Manual navega entre dos aguas; lo que las cosas son y lo que deberían ser, en el supuesto de una educación al servicio de la justicia y la democratización social. Así, el texto presenta características predominantes de los materiales seleccionados y, simultáneamente y a partir de ellos, propone esquemas orientadores. Confiamos en que las instituciones comprometidas con la educación de la mujer en situación de precariedad educativa, tengan acceso a esta guía práctica y con ella puedan recuperar el esfuerzo institucional que suponen los materiales aquí seleccionados y analizados, como partes de la actual cruzada regional para democratizar el acceso de la mujer a los servicios educativos de entes públicos y no gubernamentales. Actividades OREALC REPLAD Red regional para la capacitación, la innovación y la investigación en los campos de la planificación y la administración de la educación básica y de los programas de alfabetización Formación de formadores Seguimiento del I Seminario-Taller Regional para la Formación de Formadores en Planificación y Administración de la Educación México Para iniciar la tercera etapa del Primer Seminario-Taller de Formación de formadores se firmó una carta-acuerdo entre la Secretaría de Educación Pública, en representación de los Estados Unidos de México y la UNESCO, para el desarrollo de un Programa de Capacitación en Planificación Educativa en dicho país. El programa forma parte de la estrategia que la SEP ha diseñado para incrementar su política de modernización educativa y, en particular, para capacitar y actualizar a cuadros técnicos nacionales en los nuevos enfoques y prácticas de la planificación y administración educativa. Los objetivos de este programa son: – – mejorar la capacidad técnica de los funcionarios que realizan actividades de planificación y administración de la educación tanto a nivel central estatal, regional y a los distintos niveles del sistema educativo; contribuir a consolidar mecanismos de coordinación a nivel regional para promover en forma continua y participativa la actualización de conceptos, metodologías e instrumentos de planeación. El programa se desarrollará en un período de 4 años bajo la forma de seminarios-talleres y adoptando la modalidad de “momentos”. El momento 1 corresponde al de preparación previa y a distancia; el momento 2 será el seminario presencial; y el momento 3 será de seguimiento. Se prevé que al cabo de 4 años, 300 responsables habrán sido atendidos por el programa de capacitación, entre ellos: 60 planificadores de dependencias y organismos centrales; 147 planificadores de las direcciones generales de servicios coordinados de educación pública en los Estados y en el Distrito Federal; 93 planificadores de organismos en los Estados. El programa de capacitación estará compuesto de una serie de ocho seminarios, de 1990 a 1993, que tendrán lugar en los meses de julio y noviembre de cada año. Durante los dos primeros –que tendrán lugar en 1990– se atenderá a la totalidad de los subdirectores de planeación y jefes de programación de las direcciones generales de servicios coordinados de educación pública en los Estados. El programa seguirá las orientaciones contenidas en el documento conjunto de la SEP y la Universidad de Monterrey, “Programa de Capacitación en Planeación Educativa en México”. La preparación técnica y la organización material del programa y de los seminarios estará a cargo de la SEP. El primer Seminario-Taller Regional de Planeación y Administración Educativas tuvo lugar en Oaxaca del 9 al 20 de julio de 1990. En el se trataron los siguientes temas: Educación en México y América Latina en un contexto de crisis; Enfoques teórico-metodológicos de la planeación educativa; Nuevos escenarios de la educación mexicana; Planeación sectorial; microplaneación; Programación y presupuesto de la educación; Administración de los servicios a nivel local; Educación para adultos; Administración educativa y modernización; Calidad de la Educación. II Seminario-Taller de Forma- ción de Formadores en Planificación y Gestión Educativa Las actividades organizativas del II Seminario-Taller se han desarrollado conforme a lo programado. Edmundo Fuenzalida, de la Universidad de Standford (USA), ha sido designado y está actuando como Coordinador Académico del mismo. Se ha recibido una muy buena respuesta a la solicitud efectuada a los participantes de definir un tema para una exposición oral, de 15 a 20 minutos, que ilustre los resultados de las investigaciones o estudios hechos en el país al respecto, concluyendo con una evaluación de lo que estas investigaciones o estudios han aportado a las tareas del planificador educativo. Así se pretende que el Seminario-Taller se enriquecerá con las experiencias nacionales de cada uno de ellos. Planes de Redes Nacionales REPLAD Argentina Dentro del Proyecto V “Apoyo a la creación y consolidación de redes nacionales” del Plan de Actividades 1990-1991 de REPLAD, Argentina ha presentado su Plan para la constitución de una Red Federal de Planeamiento de la Educación. Ella está destinada a ayudar en el proceso de transferencia de servicios educativos nacionales a las provincias, cuyas administraciones cuentan con limitada capacidad para encarar tareas de planificación y gestión para los servicios que actualmente prestan. El plan surge ante la necesidad de mejorar y fortalecer la capacidad técnica e institucional para hacer frente a las nuevas responsabilidades que han de asumir. Esta Red Fe- 73 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación deral contribuiría a definir pautas y criterios comunes para toda la nación a fin de construir y consolidar un sistema educativo nacional integrado y unido a partir de la diversidad. Se plantea la realización de un Seminario Nacional que reuna a funcionarios de las oficinas provinciales de planificación educativa, de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, a docentes y funcionarios de las universidades nacionales y del Ministerio de Educación y Justicia con el fin de concretar acuerdos y programas de trabajo en común. Con el fin de otorgar legitimidad político-institucional a la Red, se señala la necesidad de presentar esta propuesta ante las autoridades del área educativa de cada jurisdicción y ante los miembros del Consejo Federal de Cultura y Educación. – – Modalidades operativas – – – Finalidades – – – – – Generar un proceso de planificación concertado que tenga al MEJ como instancia de articulación y apoyo técnico; dar organicidad al trabajo de las regiones para coordinar el proceso de planificación de las provincias, entre ellas y con la nación; fortalecer la capacidad institucional y técnica del proceso de planeamiento en el ámbito de las diversas jurisdicciones que componen el país; contribuir a incrementar la capacidad de trabajo de cada región en materia de formulación e implementación de programas y proyectos educativos; conformar un mecanismo de intercambio y cooperación del área de política, planeamiento y administración de la educación de las universidades nacionales. – 74 Establecimiento de un flujo y reflujo de comunicación entre las diversas jurisdicciones, universidades, organismos federales, centros de investigación para favorecer el Eje de articulación y de apoyo técnico sería la Dirección General de Planeamiento Educativo del Ministerio de Educación y Justicia; Designación de una provincia sede para cada región y de un representante de la misma como coordinador y responsable; Definición de un plan concertado de actividades para dar forma a los mecanismos organizacionales y operativos y de gestión de programas de trabajo; Presentación de esta propuesta a las autoridades educacionales de cada jurisdicción en el marco del Consejo Federal de Cultura y Educación; Componentes de la Red Federal – Consideraciones generales para el funcionamiento de la Red – intercambio de experiencias en materia de capacitación, innovación e investigación; Integración de la investigación y la aplicación de innovaciones al mecanismo de la toma de decisiones; Creación y consolidación de mecanismos institucionales y operativos que favorezcan la efectividad, eficacia y eficiencia de la Red Federal. – Redes regionales: compuestas por unidades provinciales y municipales de planeamiento educativo, a las que se podrán incorporar aquellos organismos cuyo desempeño implique una contribución para el mejoramiento de la calidad de la educación. Su finalidad: a) coordinar y gestionar en el ámbito regional las tareas de la Red Federal; b) desarrollar programas y proyectos que respondan a los requerimientos específicos de la región. Para hacer operativa y agilizar las tareas, se considera la designación de un representante jurisdiccional como responsable regional. Comprende las siguientes regiones: Patagonia, Cuyo, Noroeste y Noreste argentino. Red académica de planificación y gestión de la educa- ción: constituida por docentes del área de planeamiento, política y administración de las universidades. Finalidad: articular y fortalecer estos campos disciplinarios como un área integrada, coordinando actividades académicas, ejecutando acciones a nivel nacional y regional en temáticas afines, divulgando conocimientos en esas unidades académicas para mejorar la planificación y gestión a nivel universitario, ministerios provinciales y nacional. Cada región designará una universidad que cumplirá funciones de coordinación y nexo entre las mismas. La coordinación sería rotativa. Las siguientes universidades se nominaron como sedes regionales: Región centro bonarense: Universidad Nacional de Luján; centro litoral: Universidad Nacional de Entre Ríos; Patagonia: Instituto Universitario de Santa Cruz; Nuevo Cuyo: Universidad Nacional de San Luis (a confirmar); Noroeste: Universidad Nacional de Salta. Brasil Se han sostenido conversaciones para la reestructuración y fortalecimiento de REPLAD en Brasil, principalmente en lo referente a las condiciones de su funcionamiento, campos de actividad, temas y contenidos de la Red, propuestas programáticas, proyectos específicos para 1990-1991 y una nueva estructura para esa Red Nacional de REPLAD que incluiría un Consejo, una Coordinación ejecutiva y organizaciones ejecutantes. Dentro de ella, la Coordinación de Planeamiento Sectorial tendría una participación más activa. Una vez aprobado por el Ministro de Educación, un decreto ministerial será dictado para oficializarlo. Chile Dos nuevas instituciones se han incorporado a la Red REPLAD Chilena. Así, además del Centro de Administración Educacional de la Universidad de Concepción, formarán parte la División Actividades OREALC de Planificación y Presupuesto del Ministerio de Educación, a cargo de Pedro Henríquez Guajardo y el Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación – CIDE–, cuyo Director es Patricio Cariola. III Actividades Nacionales Chile El Centro de Administración Educacional de la Universidad de Concepción, con el auspicio del Departamento de Asuntos Educativos de la OEA y dentro del marco de la Red REPLAD de UNESCO-OREALC, organizó un taller sobre “Perspectivas de la educación chilena” que se llevó a cabo en Concepción entre el 27 y 28 de abril de 1990. Contó con una Mesa Redonda sobre el tema “Educación municipal versus educación privada” y de otras conferencias y exposiciones. La Universidad Arturo Prat llevó a cabo un Programa de Post-Título en Administración de Recursos Humanos con el apoyo del CAE de la Universidad de Concepción, el Departamento de Asuntos Educativos de la OEA y UNESCO/OREALC en el marco de la Red REPLAD. El programa constituye un plan de estudios que define su campo de competencia en la integración de la teoría y práctica de la administración de recursos humanos. El régimen de estudio considera tres períodos intensivos de trabajo académico presencial de un mes de duración cada uno, con actividades de investigación de campo en los interperíodos. Sus objetivos son formar especialistas capaces de a) demostrar comprensión sobre información referida a la administración de recursos humanos, b) elegir, de acuerdo a criterios intrínsecos y extrínsecos, enfoques adecuados para la solución de problemas que competen a los recursos humanos; y, c) conocer los procedimientos operativos necesarios para enfrentar problemas en la administración del personal en las organizaciones públicas y privadas. El plan de estudio se dividió en dos instancias: asignaturas obligatorias y tesis de título. La actividad se inició en la ciudad de Iquique en julio pasado. PICPEMCE Red regional de formación, perfeccionamiento y capacitación de educadores Encuentro Nacional sobre Educación Sexual Un Encuentro Nacional sobre Educación Sexual se realizó en Santiago de Chile ante una iniciativa del Programa de Apoyo y Extensión en Salud Materno-Infantil (PAESMI), el patrocinio de la UNESCO, a través de su red PICPEMCE y el auspicio del Fondo de Población de Naciones Unidas. En este Encuentro participaron 240 profesionales de diversas áreas relacionadas con la educación sexual, tanto a nivel del sistema formal de educación, como de la educación no formal. Entre ellos profesores, médicos, psicólogos, sociólogos, religiosos, enfermeras, matronas, comunicadores y otros provenientes de todo el país. La meta del Encuentro fue la de elaborar un conjunto de proposiciones generales y recomendaciones concretas sobre el modo de incorporar la Educación Sexual en el Sistema Formal de Educación. Para este fin, se propuso examinar el estado de la Educación Sexual en el país con el objeto de dar pautas para una estrategia global. Del Encuentro surgió, además, el compromiso personal de los participantes de realizar o intensificar acciones en el campo de la Educación Sexual, como medio de aportar a la calidad de vida de futuras generaciones. En especial, se percibió la necesidad de elaborar políticas que permitan la integración de la Educación Sexual en el currículo escolar, tomando en cuenta la existencia de varios problemas que afectan a los jóvenes, como por ejemplo, los numerosos embarazos de adolescentes, abortos, separaciones y enfermedades de transmisión sexual. Sobre estos y otros temas hay ignorancia, ya que los jóvenes no reciben información adecuada ni de sus padres ni del sistema escolar. En otros términos, se valoró la necesidad que los jóvenes incorporen, en su búsqueda de identidad y personalización, conocimientos sobre la vida sexual, tanto biológicos como afectivos. Las distintas exposiciones, experiencias intercambiadas y debates, enfatizaron la necesidad de incluir esta temática en los programas formales y en la educación no formal para niños, jóvenes y adultos, como un elemento vital para la salud física y mental de los chilenos. Como un aporte para lograr el desafío planteado, se formularon las siguientes proposiciones: Reformular las normas del Ministerio de Educación en relación a la Educación Sexual, las que deberían incluir, entre otras: – – – una concepción de formación permanente en este campo, considerando la continuidad del ciclo vital; la aplicación de metodologías de aprendizaje activoparticipativas; contenidos que incluyan orientaciones para evitar la discriminación de género en la escuela; Para llevar a la práctica estos 75 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación planteamientos, se proponen algunas estrategias de acción: – – – – – – capacitar a orientadores, profesores y padres; incorporar la Educación Sexual en el currículo de formación de profesores; generar una instancia de coordinación de instituciones, organismos gubernamentales y no gubernamentales, que trabajen en Educación Sexual, que evalúen las experiencias realizadas y promuevan nuevas ideas. Esta instancia debería asimismo, como seguimiento de este evento, organizar reuniones regionales y provinciales. promover que las Comisiones Mixtas Salud-Educación, en todas las Regiones, integren la temática de la Educación Sexual en sus actividades. propiciar programas educativos sobre sexualidad humana en los medios masivos de comunicación. realizar un catastro nacional de experiencias y personas que participan en educación sexual, en la educación formal y ONGs, y difundirlo. En términos concretos, se podría avanzar al: – – – – – capacitar a profesores multiplicadores, para incorporar la Educación Sexual en el proyecto de mejoramiento de las 900 escuelas básicas; realizar un Concurso Nacional de Cuentos y elaborar materiales educativos para fomentar la superación de la discriminación de la mujer. reconocer y premiar la innovación pedagógica que se realice en esta área, como forma de legitimar y valorar el rol docente. revisar reglamentos como el que limita la continuidad de estudios de la alumna embarazada. explorar formas novedosas de capacitación que animen la discusión sana sobre sexualidad de los jóvenes entre sí, y con sus profesores. Como temas prioritarios de abordar, se sugiere: – El cuestionamiento del siste- 76 – – – ma patriarcal en la educación. Reconocer la importancia de educar sobre la afectividad. La Educación Sexual como medio de fomentar y mejorar las relaciones interpersonales. La maternidad y paternidad responsables. En cuanto a situaciones particulares, se afirmó la necesidad de aplicar metodologías específicas para las minorías étnicas, si las investigaciones así lo aconsejan. Por último se planteó la necesidad de explorar metodologías apropiadas para grupos específicos, como discapacitados, menores en situación irregular, recluidos, pacientes de enfermedades limitantes, etc. Todos estos acuerdos están incluidos en “la Declaración de Lo Barrenechea” que fue aprobada por los 240 asistentes al Encuentro, y que se entregó al Ministro de Educación, Ricardo Lagos, para su consideración. El encuentro se realizó entre el 30 de mayo y el 2 de junio del presente año. Concurso de Proyectos de Lecto-escritura y Cálculo Inicial La red PICPEMCE, frente al desafío constituido por el grave problema del fracaso escolar en los primeros años de la escuela básica, convocó a un concurso de proyectos sobre lecto-escritura y cálculo inicial. La convocatoria se efectuó en el 2º trimestre del presente año. El concurso buscaba localizar proyectos bien fundados, cuyo objetivo sea una intervención pedagógica para solucionar el problema del fracaso escolar relacionado con el aprendizaje de la lecto-escritura y el cálculo inicial. La convocatoria se hizo en el ámbito de la red, es decir a las instituciones de formación de educadores y a los centros de perfeccionamiento en servicio para maestros que se integran en PICPEMCE. Los proyectos seleccionados recibirán el apoyo de la UNESCO/OREALC para su afirmación y desarrollo y a través de PICPEMCE será irradiado hacia la región. De 37 proyectos de 8 países sobre los dos temas que fueron presentadas, se seleccionaron tres proyectos de lecto-escritura, uno de cálculo inicial y uno que toma ambos aspectos. Los proyectos son los siguientes: Argentina: “Aplicación del enfoque psicogenético en la lecto-escritura”. Consejo Provincial de Educación San Martín de los Andes, Neuquén Srs. Margenat y Manganiello. “Una propuesta para la enseñanza inicial del Cálculo en sectores urbano-marginales”. Instituto de Formación y Perfeccionamiento Docente de San Carlos de Bariloche. Sras. Ana María Bressan y Nora Scheuer. Colombia: “El niño y la escuela: lenguaje y matemáticas”. Universidad del Valle, Cali. Sras. Orozco, Botero y Correa. Costa Rica: “Iniciación de los procesos de lectura y escritura desde la pedagogía operativa con niños de 5 a 9 años en instituciones de educación básica en Costa Rica”. Universidad Nacional. Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE) Heredia. Sras. Sánchez y Vargas. México: “Trabajo experimental para la enseñanza de la lectoescritura en lengua Mixe y de la matemática en el primer grado de la escuela primaria”. Universidad Pedagógica Nacional. Oaxaca. Sres. Aldaz y Mancha. Además de los seleccionados, se tomaron en cuenta por su interés y sus posibilidades de aporte a la región, los siguientes proyectos: “La alfabetización en zonas fronterizas bilingües: lineamientos pedagógicos y práctica docente”. Ministerio de Educación de la Provincia de Misiones. Sras. Citrinovitz y Salgueiro. “Proyecto de intervención pedagógica en la iniciación a la lecto-escritura en sectores marginales”. Instituto de Formación y Perfec- Actividades OREALC cionamiento Docente de San Carlos de Bariloche, Río Negro. Sra. Block. “Propuesta didáctica alternativa en el aprendizaje de la lectoescritura”. Ministerio de Educación, Departamento de Planeamiento Educativo, Provincia de Salta. Srs. Bori, Vázquez, Slodky. PICPEMCE establecerá una tipología de proyectos, tratando de descubrir sus afinidades y diferencias mediante un enfoque sistémico sobre cada uno de ellos. Esto permitirá elaborar fichas que los hagan comparables, que ayuden a percibir cual es el tipo de apoyo que requieren para el mejor logro de sus objetivos y que faciliten el establecimiento de nexos de cooperación horizontal entre proyectos. Actualmente la red PICPEMCE trabaja en la elaboración de un programa de cooperación a nivel de la región para facilitar el apoyo mutuo. SIRI Sistema Regional de Información Area: Base de datos de información educativa, cualitativa y estadística Línea: Base de estadísticas educativas por países Se ha distribuido a los países el cuestionario para actualizar los datos sobre cobertura y eficiencia durante el período 1988-1989. Se espera recibir las respuestas durante los meses de septiembre y octubre de 1990 a fin de procesarlas y preparar un primer informe que pueda ser revisado en la reunión de PROMEDLAC IV a realizarse en el mes de abril de 1991. Se ha iniciado la preparación de un informe sobre la situación educativa de la mujer en América Latina con la información disponible en el banco de datos y se colaborará con FLACSO en el proyecto “Mujeres Latinoamericanas en Cifras”, que se llevará a cabo en los dos próximos años. ción se presentan en el libro “Situación educativa en América Latina y el Caribe, 1980-1987” editado en septiembre de 1990 por la OREALC. Está disponible la microficha de “Resúmenes Analíticos Monotemáticos sobre educación intercultural (RAM Nº 1)”, que fue publicada por REDUC junto con el RAE 5511 (1er semestre 1990) editado por CIDE-REDUC en Santiago de Chile. Los interesados en esas publicaciones pueden consultar las microfichas en cualesquiera de los 24 centros de REDUC existentes en cada una de las capitales de los países de América Latina. 300 documentos aparecen clasificados en el Boletín del Centro de Documentación correspondiente a Abril-Diciembre 1989. Ahora que el Centro cuenta con un nuevo local, se espera poner al día la publicación de ese Boletín. Area: Análisis de la información estadística y documental Area: Análisis de la información estadística y documental Línea: Procesamiento de la información y elaboración de informes Línea: Publicaciones SIRI preparó información básica para dos misiones del Banco Mundial. Una de ellas acordó con el Gobierno de Chile las características de un posible proyecto de mejoramiento de la educación básica, mientras que otra misión Datos regionales sobre acceso, cobertura, eficiencia, alfabetización y experiencias para mejorar la calidad de la educa- elaboró un informe del sector de educación básica y media del Uruguay. Se colaboró, además, en la preparación del capítulo de educación para la versión final de un informe del Banco Mundial sobre los sectores sociales en Chile. Se ha completado el análisis de la información recolectada sobre la calidad de la educación en Ecuador. Cristina Sierra está ahora preparando el informe final que deberá estar listo el segundo semestre de este año. Investigadores de Argentina, Colombia, Chile y México se reunieron con el Director de la revista “Perspectivas”, publicada por la Unesco, a fin de examinar modalidades para difundir los resultados de sus investigaciones. SIRI coordinó esta actividad en la región a fin de estimular el intercambio sistemático de informaciones. Se preparó un informe sobre la demanda social por educación superior en Chile, hacia el año 2000, que fue solicitado por la Comisión de Educación Superior asesora del Presidente de la República. Dicha Comisión debe presentar su informe a fines del presente año. Una selección de 100 resúmenes analíticos, sobre alfabetización y educación de adultos, se publicará en el segundo volumen de Resúmenes Analíticos Monotemáticos. SIRI seleccionó estos resúmenes, publicados por REDUC-CIDE durante los últimos 77 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación cinco años y los presenta en este segundo RAM para: – – – – difundir entre los especialistas los resultados de la investigación e informes recientes facilitarles la ubicación de las microfichas que están disponibles en cada capital de la región; identificar a los especialistas e instituciones interesadas en el tema para ayudar a generar contactos informales entre ellos y preparar los antecedentes para una conferencia regional que organiza OREALC sobre estos temas. El resumen de este RAM Nº 2 y la microficha correspondiente estará disponible en esos centros a partir del primer semestre de 1991. Cerca de 200 artículos sobre educación técnica vocacional identificados por OREALC están siendo procesados por REDUC. Ese material, junto a otros 100 RAEs ya disponibles en el sistema REDUC, permitirá publicar un volumen con Resúmenes Analíticos Monotemáticos sobre Educación Técnica y Vocacional (RAM Nº 3). Este volumen facilitará el trabajo de análisis a los especialistas y les permitirá leer los trabajos originales en las microfichas correspondientes. 400 documentos ingresaron al Centro de Documentación de OREALC en enero-julio de 1990. Se está preparando el Boletín Bibliográfico correspondiente, junto con sus índices de materias y autores. Los resúmenes analíticos de una selección de esos documentos se publicarán en el próximo volumen de REDUC y los interesados podrán usar las microfichas correspondientes. Area: Intercambio y uso de la información y documentación Línea: Sistemas de información para la administración Argentina avanza en el procesamiento de información sobre diversos aspectos del funcionamiento del sistema escolar. El 78 SIRI fue invitado a participar en el diseño del inventario de construcciones escolares, en junio de 1990, como parte del subproyecto DIPIEMS que se lleva a cabo en el Ministerio de Educación con la colaboración de las secretarías estatales de educación. Colombia está interesada en desarrollar con UNESCO el proyecto “Organización de Procesos para la producción y uso de estadísticas educativas a nivel regional”. Se está examinando la posibilidad de continuar avanzando en esta línea. OREALC colaborará con el Gobierno de Bolivia y el Banco Mundial para diseñar un plan de trabajo para identificar problemas y potencialidades en el sistema educacional de ese país. Un consultor entrevistará funcionarios claves en Colombia, México, Nicaragua, y República Dominicana para identificar las necesidades de información y la forma en que ella es usada en la toma de decisiones. El estudio se realizará en un período de siete meses a partir de septiembre de 1990. Area: Intercambio y uso de la información y documentación Línea: Sub-redes de información Se envío cartas a cada uno de los autores de trabajos incluidos en el RAM Nº 1 sobre educación intercultural. Se les indica que la microficha del trabajo puede ser consultada en los centros REDUC y que existen microfichas, de la mayoría de los originales de los demás trabajos incluidos en el RAM, que también pueden ser consultados en dichos centros. Se seleccionó la información disponible en la región sobre Nutrición y Educación y fue incluida en un trabajo que preparó la sede de UNESCO para el “U.N. Administrative Committee on Coordination, Sub-Committee on Nutrition (ACC/SCN)”, que se reunió en París en febrero de 1990 y para una de las mesas redondas de la reunión de Jomtien en Tailandia. Area: Intercambio y uso de la información y documentación Línea: Programas para análisis y proyecciones de información Se instaló un programa de análisis de la eficiencia de la educación en el microcomputador de la Dirección General de Planeamiento Educativo de Bolivia. A solicitud del director general de esa dirección se examinó con su personal el uso del Modelo Zymelman para estudiar formas alternativas de asignar los recursos disponibles para educación. Está disponible una “Guía del CD-ROM” preparada por el Programa General de Información de la UNESCO y UNISIST. La nueva tecnología para registrar y acceder a información ofrece discos ópticos WORM que se pueden grabar una vez y leer muchas veces (Write Once Read Many) y de discos CD-ROM que tienen información digital pre-grabada (Compact disk Read Only Memory). El CD-ROM tiene 12 cm de diámetro, se lee con láser y permite almacenar 270,000 páginas de texto o su equivalente de gráficos o imágenes (similar a la capacidad de 1500 diskettes de 5 1/4”). Por el momento es imposible modificar los datos que se grabaron inicialmente. Para usarlo, el microcomputador se debe accionar con un equipo que tiene un costo de alrededor de US$ 1000. Hay Bancos de datos disponibles en CD-ROM, pero también se puede pre-grabar información con un costo de US$ 2000 por el original, pero las copias tienen un bajo costo (Publicación PGI-88/WS/11 UNESCO, París, 1988). Se avanzó en la sistematización de los formatos de los Bancos de Datos en la reunión organizada por el Programa General de Información (PGI) en Ginebra (17-21 de Abril de 1990). El Formato Común de Comunicaciones (CCF) ofrece un marco para el intercambio de información. Dentro de ese marco, el programa de información en LAC (INFOLAC) ha generado el “Formato de Intercambio de Información Referen- Actividades OREALC cial (FIIR)”. Los interesados pueden solicitarlo a S. Albertus en la sede de Caracas. La Dirección Regional de PNUD para LAC ha llevado a cabo conferencias por computadora reuniendo a los consultores y a las contrapartes de proyectos que están localizados en diversos países. A partir del próximo año esperan ofrecer, “on-line” o vía correo electrónico de bajo costo, la información que generen los proyectos PNUD. Area: Sistemas de información para la administración Línea: Seminarios/Congresos La urgencia de contar con adecuados sistemas de información para tomar decisiones en educación, fue destacada en la III Reunión regional de Distribuidores del sistema CDS/MicroIsis realizada en Caracas. La reunión fue inaugurada por la Ministro Dulce Arnao de Uzcategui. 28 especialistas examinaron los nuevos desarrollos del software MicroIsis 2.3 así como sus aplicaciones en bases de datos, las modalidades de distribución y asistencia técnica. SIRI colaboró con la Universidad Iberoamericana en el programa de Maestría en Educación. En un seminario-taller, realizado en julio, se presentó la “Experiencias de investigación sobre la calidad de la educación básica en América Latina”. Los Bancos de Datos de UNESCO estarán, eventualmente, abiertos a la consulta de los educadores de la región. Dos especialistas de SIRI participaron en la reunión del Centro de Intercambio de Información (PRS/IPS/ Clearinghouse) que se llevó a efecto en Caracas entre el 17 y el 20 de Julio. Se avanzó en la identificación de los bancos de datos disponibles en la región que, eventualmente, podrían interconectarse. El Cuarto Seminario Nacional de Investigación en Educación de Colombia se realizó entre el 4 y 6 de julio pasado, organizado por la Universidad Pedagógica Nacional. Se limitó la asistencia a 130 personas, pero se publicarán los Resúmenes Analíticos de los trabajos que fueron enviados. 79 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación Indice Números 1 al 21 Número Fecha Págs. Acciones nacionales de alfabetización de adultos en América Latina: una revisión crítica, por Torres, Rosa María 19 ago/89 21-28 Administración y desarrollo de recursos en algunos colegios primarios y para toda edad en el Caribe anglo parlante, por James-Reid, Olga 20 dic/89 57-70 Alfabetización, derechos humanos y democracia por Rivero José 20 dic/89 7-16 La alfabetización en el Grupo de los 8. Instrumentalización de un programa de intercambio de experiencias, por Ministerio de Educación del Perú 17 dic/88 26-33 Algunas actividades de los países relacionadas con el Proyecto Principal 4 nov/83 5-20 Alternativas a la comprensión del analfabetismo en la región, por Ferreiro, Emilia 13 ago/87 7-17 Alternativas de educación básica de adultos, por Chaparro, Félix 10-11 dic/86 40-54 Análisis del financiamiento y administración de la educación en un contexto de austeridad. El caso del Uruguay, por Solari, Aldo E. 21 abr/90 36-59 Aportes para la construcción de un modelo didáctico de nuevas estrategias de educación a distancia, por Mena, Marta 14 dic/87 7-15 Avances de la educación bilingüe en Costa Rica durante 1986 por Amadio, Massimo y Guillermo Segura García 10-11 dic/86 21-25 Conferencia mundial sobre educación para todos 21 abr/90 7 Conferencia Mundial sobre Educación para Todos. Satisfacción de las necesidades básicas de aprendizaje 19 ago/89 56-57 Los consejos de escuela y el desarrollo educativo. Una experiencia argentina, por Salviolo, Antonio P.F. 21 abr/90 69-71 Constitución de un Comité Regional Intergubernamental Interino del Proyecto Principal de Educación en América Latina y el Caribe 1 1982 3-5 Creación del Comité Regional Intergubernamental del Proyecto Principal 5 may/84 5-7 Declaración Mundial sobre Educación para Todos 21 abr/90 8-14 Demanda Nacional de Planificadores de Educación, por García, Walter 12 abr/87 23-29 Por artículo 80 Indice Números 1 al 21 Número Fecha Págs. El desarrollo curricular a nivel local 3 mar/83 12-13 La divulgación científica y tecnológica en la educación extraescolar 3 mar/83 7-8 La educación de adultos entre dos modelos, por Lovisolo, Hugo Rodolfo 16 ago/88 17-29 Educación de adultos en América Latina: requerimientos y estrategias en materia de preparación de personal, por Rivero, José 10-11 dic/86 40-54 Educación de adultos para la habilidad oral. Una experiencia en innovación curricular, por Morris, Jeanette 16 ago/88 56-62 La educación inicial o parvularia, por Peralta Espinoza, M. Victoria 13 ago/87 18-54 La educación rural en la reforma educacional de la provincia de Córdoba, Argentina, por Prada, A.M. 18 abr/89 38-44 3 mar/83 8-9 Educación y computadoras: panorama y realidad, por Carnoy, Martín; Hugh Daley y Lisa Loop 14 dic/87 16-25 Ejercicios de Programación de la Primera Etapa de Ejecución (1984-1986) del Proyecto Principal de Educación 5 may/84 8-21 La elaboración de alfabetos como tarea interdisciplinaria por, D’Emilio, Anna Lucía 9 abr/86 17-23 La enseñanza básica y el analfabetismo en América Latina y el Caribe: 1980-1987, por Schiefelbein, Ernesto y otros 20 dic/89 17-56 La enseñanza de las matemáticas en los niveles básicos y medio en Chile, por Gálvez, Grecia e Irene Villarroel 15 abr/88 17-64 La escuela rural en Colombia, por Parra Sandoval, Rodrigo 14 dic/87 26-32 La escuela y los maestros: entre el supuesto y la deducción por Ezpeleta, Justa 10-11 dic/86 55-70 Establecimiento de dispositivos nacionales del Proyecto Principal 1 1982 6-7 17 dic/88 34-43 Estatuto del Comité Intergubernamental del Proyecto Principal de Educación 2 ago/82 16-19 Estrategias de capacitación de educadores de la comunidad en programas de educación inicial no escolarizada, por Calvo, Gilberto 8 mar/86 5-12 Estrategias de desarrollo de la educación en las zonas rurales en el marco del Proyecto Principal 3 mar/83 10-11 Por artículo Educación y alfabetización en poblaciones indígenas Estado y educación en América Latina, por Casassus, Juan 81 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación Número Fecha Págs. Estrategias para la introducción del consejo de exámenes del Caribe, por Bailey, Barbara 21 abr/90 60-68 La evaluación de proyectos educativos en América Latina por Philp, Johanna 13 ago/87 55-67 Experiencias de innovaciones educativas: Cuba, Ecuador, Nicaragua, Costa Rica, por García, Arvelio 10-11 dic/86 5-20 El financiamiento de la educación en período de austeridad presupuestaria, por UNESCO, División de Políticas y de Planificación de la Educación 19 ago/89 29-55 Formación y capacitación en servicio de educadores en áreas rurales 3 mar/83 11-12 Hacia un pensamiento en educación matemática. Aportes de investigaciones chilenas de los niveles básicos y medios, por Montero L., Patricio 17 dic/88 44-62 Investigación sobre el comportamiento de los profesores en los cursos de primer año de español en colegios secundarios de Trinidad y Tabago, por King, Irma y Jeannette Morris 18 abr/89 31-38 Marco de Acción para Satisfacer las Necesidades Básicas de Aprendizaje 21 abr/90 15-26 Materiales de apoyo para la formación docente en educación bilingüe intercultural, por Amadio, Massimo 15 abr/88 97-105 Los mecanismos de integración subregional y la promoción de la cooperación horizontal dentro del marco del Proyecto Principal 3 mar/83 14-15 Métodos y procedimientos de la comunicación en función del Proyecto Principal 3 mar/83 3-4 Ministros acuerdan apoyo al Proyecto Principal 4 nov/83 21-22 Necesidades y requisitos de un eficiente programa escolar de salud: una perspectiva, por Figueroa, J. Peter 14 dic/87 33-36 Nuevas estrategias para el financiamiento de la educación y de la formación en el Tercer Mundo, por Lourie, Sylvain 15 abr/88 7-16 El papel de la orientación educacional y profesional en el contexto del Proyecto Principal 3 mar/83 6-7 Patrones de creencias culturales que inciden en el aprendizaje de las ciencias en las escuelas del Caribe de habla inglesa por, George, June y Joyce Glasgow 19 ago/89 58-62 Pedagogía Masiva Audiovisual, por Calvelo Ríos, J. Manuel 12 abr/87 30-34 La planificación educativa en el futuro, por Gurriarán, Jesús M. 21 abr/90 27-35 Plan Regional de Acción del Proyecto Principal de Educación 6 ene/85 19-26 Por artículo 82 Indice Números 1 al 21 Número Fecha Págs. Precisiones en torno a la calidad de la educación, por Lafourcade, Pedro 15 abr/88 65-87 Primera Reunión del Comité Regional Intergubernamental del Proyecto Principal 6 ene/85 3-18 Problemas de aprendizaje en niños de 6 a 15 años de edad, por Houston, E.M. 13 ago/87 68-78 El programa de apoyo a las actividades del Proyecto Principal de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe 3 mar/83 15-16 Progresos en la educación bilingüe en situación de escasez de recursos. Experiencia y perspectivas en Nicaragua, por Amadio, Massimo 20 dic/89 71-84 Proyecto de Educación Nutricional en Jamaica, por Baume, Carol 12 abr/87 35-45 El Proyecto Principal de Educación en Centroamérica: progresos, limitaciones y prioridades de acción para el futuro 9 abr/86 5-12 El Proyecto Principal y los mecanismos de integración subregional 1 1982 11 Puntos sobresalientes en los debates de la Reunión de Santa Lucía 2 ago/82 5-10 Recomendación de la Reunión de Santa Lucía 2 ago/82 11-15 Recomendación del Comité Intergubernamental del Proyecto Principal 6 ene/85 27-32 La reorganización de los contenidos; otra dimensión de la calidad de la educación 3 mar/83 13-14 Repetición: la última barrera para universalizar la educación primaria de América Latina, por Schiefelbein, Ernesto 18 abr/89 7-30 Reuniones técnicas regionales 1 1982 12-14 Reuniones técnicas regionales y subregionales 4 nov/83 22-25 12 abr/87 5-17 1 1982 8-11 Sexta Conferencia Regional de Ministros de Educación y de Ministros encargados de la Planificación Económica de los Estados Miembros de América Latina y el Caribe 12 abr/87 19-22 Siete estrategias para elevar la calidad y eficiencia del sistema de educación, por Schiefelbein, Ernesto 16 ago/88 30-55 Por artículo Segunda Reunión del Comité Regional Intergubernamental del Proyecto Principal de Educación Seminarios nacionales sobre el Proyecto Principal 83 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación Número Fecha Págs. Sistema de Información Estadística en apoyo a la planificación, la operación, el seguimiento y la evaluación del Programa de Alfabetización del Ecuador, por Vega de Baca, Dayssy 10-11 dic/86 5-20 El sistema de Redes de Cooperación del Proyecto Principal de Educación 7 sep/85 5-11 El Sistema Regional de Información de Proyecto Principal (SIRI) 7 sep/85 12-14 La situación de los docentes en el Caribe de habla inglesa, por Alleyne, Albert B. 17 dic/88 7-25 Tercera Reunión del Comité Regional Intergubernamental del Proyecto Principal de Educación 19 ago/89 7-20 Los textos en el rendimiento del alumno y en la metodología de enseñanza. Jamaica, por George, Nancy 15 abr/88 88-96 Un marco para la elaboración de estrategias diversificadas de formación de educadores polivalentes, por Vera Godoy, Rodrigo 8 mar/86 13-42 Unidad de apoyo al Proyecto Principal de Educación en América Latina y el Caribe 5 may/84 7-8 VII Conferencia Regional de Comisiones Nacionales para la Unesco de América Latina y el Caribe 7 sep/85 22 Vinculación entre la educación formal y no formal en el marco del Proyecto Principal 3 mar/83 4-6 Alleyne, Albert B. La situación de los docentes en el Caribe de habla inglesa 17 dic/88 7-25 Amadio, Massimo. Materiales de apoyo para la formación docente en educación bilingüe intercultural 15 abr/88 97-105 Amadio, Massimo. Progresos en la educación bilingüe en situación de escasez de recursos. Experiencia y perspectivas en Nicaragua 20 dic/89 71-84 Amadio, Massimo y Guillermo Segura García. Avances de la educación bilingüe en Costa Rica durante 1986 10-11 dic/86 21-25 Bailey, Barbara. Estrategias para la introducción del consejo de exámenes del Caribe 21 abr/90 60-68 Baume, Carol. Proyecto de Educación Nutricional en Jamaica 12 abr/87 35-45 Calvelo Ríos, J. Manuel. Pedagogía Masiva Audiovisual 12 abr/87 30-34 8 mar/86 5-12 Por artículo Por autor Calvo, Gilberto. Estrategias de capacitación de educadores de la comunidad en programas de educación inicial no escolarizada 84 Indice Números 1 al 21 Número Fecha Págs. 10-11 dic/86 40-54 Carnoy, Martín; Hugh Daley y Liza Loop. Educación y computadoras: panorama y realidad 14 dic/87 16-25 Casassus, Juan. Estado y educación en América Latina 17 dic/88 34-43 D’Emilio, Anna Lucía. La elaboración de alfabetos como tarea interdisciplinaria 9 abr/86 17-23 Ezpeleta, Justa. La escuela y los maestros: entre el supuesto y la deducción 10-11 dic/86 55-70 Ferreiro, Emilia. Alternativas a la comprensión del analfabetismo en la región 13 ago/87 7-17 Figueroa, J. Peter. Necesidades y requisitos de un eficiente programa escolar de salud: una perspectiva 14 dic/87 33-36 Gálvez, Grecia e Irene Villarroel. La enseñanza de las matemáticas en los niveles básico y medio en Chile 15 abr/88 17-64 10-11 dic/86 5-20 García, Walter. Demanda Nacional de Planificadores de Educación 12 abr/87 23-29 George, June y Joyce Glasgow. Patrones de creencias culturales que inciden en el aprendizaje de las ciencias en las escuelas del Caribe de habla inglesa 19 ago/89 58-62 15 abr/88 88-96 Gurriarán, Jesús M. La planificación educativa en el futuro 21 abr/90 27-3 Houston, E.M. Problemas de aprendizaje en niños de 6 a 15 años de edad 13 ago/87 68-78 James-Reid, Olga. Administración y desarrollo de recursos en algunos colegios primarios y para toda edad en el Caribe anglo parlante 20 dic/89 57-70 King, Irma y Jeannette Morris. Investigación sobre el comportamiento de los profesores en los cursos de primer año de español en colegios secundarios de Trinidad y Tabago 18 abr/89 31-38 Lafourcade, Pedro. Precisiones en torno a la calidad de la educación 15 abr/88 65-87 Por autor Chaparro, Félix. Alternativas de educación básica de adultos Daley, Hugh (ver Carnoy, Martín) García, Arvelio. Experiencias de innovaciones educativas: Cuba, Ecuador, Nicaragua, Costa Rica George, Nancy. Los textos en el rendimiento del alumno en la metodología de enseñanza. Jamaica Glasgow, Joyce (ver George, June) González G., Hernán (ver Montero L., Patricio) 85 BOLETIN 22, agosto 1990 / Proyecto Principal de Educación Número Fecha Págs. Lourie, Sylvain. Nuevas estrategias para el financiamiento de la educación y de la formación en el Tercer Mundo 15 abr/88 7-16 Lovisolo, Hugo Rodolfo. La educación de adultos entre dos modelos 16 ago/88 17-29 Mena, Marta. Aportes para la construcción de un modelo didáctico de nuevas estrategias de educación a distancia 14 dic/87 7-15 Ministerio de Educación del Perú. La alfabetización en el Grupo de los 8. Instrumentalización de un programa de intercambio de experiencias 17 dic/88 26-33 Montero L., Patricio. Hacia un pensamiento en educación matemática. Aportes de investigaciones chilenas de los niveles básicos y medios 17 dic/88 44-62 Morris, Jeanette. Educación de adultos para la habilidad oral. Una experiencia en innovación curricular 16 ago/88 56-62 Parra Sandoval, Rodrigo. La escuela rural en Colombia 14 dic/87 26-32 Peralta Espinoza, M. Victoria. La educación inicial o parvularia 13 ago/87 18-54 Philp, Johanna. La evaluación de proyectos educativos en América Latina 13 ago/87 55-67 Prada, A.M. La educación rural en la reforma educacional de la provincia de Córdoba, Argentina 18 abr/89 38-44 Rivero, José. Alfabetización, derechos humanos y democracia 20 dic/89 7-16 Rivero, José. Educación de adultos en América Latina: requerimientos y estrategias en materia de preparación de personal 10-11 dic/86 40-54 21 abr/90 69-71 Schiefelbein, Ernesto. Repetición: la última barrera para universalizar la educación primaria de América Latina 18 abr/89 7-30 Schiefelbein, Ernesto. Siete estrategias para elevar la calidad y eficiencia del sistema de educación 16 ago/88 30-55 Schiefelbein, Ernesto y otros. La enseñanza básica y el analfabetismo en América Latina y el Caribe: 1980-1987 20 dic/89 17-56 Por autor Loop, Liza (ver Carnoy, Martín) Morris, Jeanette (ver King, Irma) Peruzzi, Sonia (ver Schiefelbein y otros) Ruiz de Lira, Rafael (ver Schiefelbein y otros) Salviolo, Antonio P.F. Los consejos de escuela y el desarrollo educativo. Una experiencia argentina Segura García, Guillermo (ver Amadio, Massimo) 86 Indice Números 1 al 21 Número Fecha Págs. 21 abr/90 36-59 Torres, Rosa María. Acciones nacionales de alfabetización de adultos en América Latina: una revisión crítica 19 ago/89 21-28 UNESCO, División de Políticas y de Planificación de la Educación. El financiamiento de la educación en período de austeridad presupuestaria 19 ago/89 29-55 Vega de Baca, Dayssy. Sistema de Información Estadística en apoyo a la planificación, la operación, el seguimiento y la eva luación del Programa de Alfabetización del Ecuador 10-11 dic/86 5-20 Vera Godoy, Rodrigo. Un marco para la elaboración de estrategias diversificadas de formación de educadores polivalentes 8 mar/86 13-42 Por autor Solari, Aldo E. Análisis del financiamiento y administración de la educación en un contexto de austeridad. El caso del Uruguay Tedesco, Juan Carlos (ver Schiefelbein y otros) Villarroel, Irene (ver Gálvez, Grecia) 87 Indice Números 1 al 21 PUBLICACIONES OREALC • Deuda externa y financiamiento de la educación. Su impacto en Latinoamérica. Fernando Reiners. Santiago, Chile, abril 1990, 224 pp. • Para la crisis actual ¿Qué gestión educativa? Mesa Redonda. PROMEDLAC III (Tercera reunión del Comité Intergubernamental del Proyecto Principal de Educación en América Latina y el Caribe. Guatemala, 26-30 junio 1989). Santiago, Chile, mayo 1990, 56 pp. • Superación del analfabetismo. Políticas y estrategias para el período 1990-2000. Informe final. Seminario regional, Managua, Nicaragua, 23 nov.-1 dic. 1989 (REDALF). Santiago, Chile, junio 1990, 130 pp. • Contacto. Vol. XV, Nº 1, marzo 1990. Boletín de Educación Ambiental de UNESCO-PNUMA. Santiago, Chile, junio 1990, 8 pp. • Información e Innovación en Educación. Nº 62, marzo 1990. Boletín de la Oficina Internacional de Educación. Santiago, Chile, mayo 1990, 8 pp. • Capacitación de personal de educación agropecuaria de nivel medio. Informe final. Seminario taller subregional, Barquisimento, Venezuela, 25-29 septiembre 1989. (Educación científica y tecnológica). Santiago, Chile, 1990 . 89