Autointoxicación digestiva y eczema infantiles

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AÑO VIH.
MADRID 10 DE OCTUBRE DE
DIRECTOR
«(OSE d e
ELkEIZBGlUl
1918
Se publica el 1,10 y 20 de cada mes.
de esto a suponer en la mayoría de los casos de
dermatosis infantiles del tipo eczema una primera
causa digestiva, hay un abismo, agrandado por el
hecho de que aquellos niños que padecen trastornos gástricos apreciables, presentan con relativa
Actualmente, la teoría de las autointoxicaciones poca frenuencia esa dermatosis, y los atacados de
por perturbación del metabolismo celular o por in- ésta, a pesar del trastorno nutritivo que supone una
suficiencia de erauntorios sirve de base patogénica funcionabilidad digestiva insuficiente, conservan la
de la mayor parte de las enfermedades no parasita- mayoría de las veces un esta,do de nutrición al parias e influye poderosamente en el pronóstico de recer perfecto.
Por otra parte, la función vicariante de la piel
estas últimas. Esta manera de ver está conforme
con un sinnúmero de hechos y parece exacta cuan- del niño es mínima, y es raro que sea utilizada por
do se considera exclusivamente el proceso patoló- esos sutiles tóxicos digestivos sin perturbar antes de
gico en sus líneas generales; pero comienza a decaer una manera apreciable la fenomenología gástrica.
cuando tratamos de investigar las causas primeras;de Tal vez Jacquet lleva razón al suponer que todo
aquellas perturbaciones, aun de las más groseras y trastorno visceral o viciación del medio interno podría modificar el influjo nervioso transmitido a la
ostensibles al clínico.
Tal sucede con los trastornos digestivos como piel por las terminaciones periféricas y originando
causa de eczemas infantiles. Es frecuente conside- una alteración del trofismo de aquélla, la haría carar estos trastornos como causa primera de un gran paz de reaccionar a causas pequeñas que serían innúmero de dermatosis padecidas en la infancia, es- suficientes para una piel normal. En este caso, la
pecialmente de las pruriginosas, acomodando el viciación digestiva sería uno de tantos medios de
tratamiento a tal concepción patogénica, y por lo excitar el reflejo trófico de la piel.
Nosotros no queremos entrar en disquisiciones
cual el pediatra cambia en estos caso» el régimen alimenticio del niño, lo regulariza al grado po- patogénicas, y sí sólo señalar lo observado en la
sible en la práctica, da medicación eupéptica y su- clínica de dermatología infantil del Hospital del
ministra consejos a las madres, todos ellos encami- Niño Jesús, tampoco conforme, en la mayoría de
nados a conseguit la más perfecta funcionabilidad los casos, con la cómoda explicación patogénica
gástrica, y no es menos frecuente que, a pesar de que establece una relación de causa a efecto entre
todos estos medios, el niño continúe con su derma- ' algunos eczemas infantiles y las perturbaciones ditesis y hasta se le exacerbe, ocasionando la deses- gestivas.
peración del pediatra ante la persistencia de la derCon especial cuidado en los centenares de casos
matosis .
de eczemas que vemos todos los años en nuestro
Tal vez en estos se ha|llevado a una generali- servicio hospitalario, he investigado la funcionabización demasiado extensa la doctrina de la intoxi- lidad digestiva; claro es que resulta sumamente dicación digestiva como causa de dermatosis, que fícil encontrar un niño, especialmente en la época
no por ser cierta y contar con casos indiscutibles del destetej que no presente o haya presentado alpuede explicar el gran número de aquéllas que ac- gún síntoma de perturbación gástrica, y en esto
tualmente se quieren incluir entre las producidas pudiera decirse que siendo en Madrid el número
por tóxicos digestivos y curar corrigiendo las pre- de niños eczematosos del lo al 12 por roo de la
tendidas causas.
totalidad, el de los niños con fenoraología digestiClaro es, que esa generalización tiene un funda- va del orden patológico alcanza la enorme cifra del
mento muy racional, pues es difícil, dada la simul- 60 por 100 o más. Desde este punto de vista, no hataneidad en la aparición de los trastornos gástricos bría en el niño modalidad patológica alguna que no
con las lesiodes de piel, precisar si se trata de una estuviera ligada con trastornos digestivos.
simple coincidencia, si hay dependencia entre unos
Por esta circunstancia, separamos convenientey otras, o si ambos tienen una etiología común en mente para nuestros estudios todos aquellos casos
algún otro trastorno que pasa para nosotros desco- que en momento del examen no presentara trastornocido.
nos digestivos del orden clínico.
Evidentemente, las perturbaciones gástricas pueSeparamos también aquellos otros de niños eczeden originar manifestaciones cutáneas, especial- matosos, que por sus Claros antecedentes—padres
mente de las llamadas pruriginosas, contra las cua- eczematosos, neurópatas, alcohóhcOF, etc.—nos
les la regularización de las digestiones será el tra- proporcionaban una etiología bien definida, y lo
tamiento causal. Tal vez, como supone Robin, un mismo hicimos con las iniciaciones eczematosas
gran número de prurigos reconozcan como causa originadas por fermentaciones grasas de las llamaprimera fermentaciones gástricas, cuyos productos das costras de UcAe, iniciaciones que conducen desácidos serían una de las condiciones de la adulte- de la pitiriasis simple el eczema seco, al impetigiración de la sangre y de la eosinofilia, y que al ser noso, exudativo, costroso, etc., y que cedían fácileliminados por la piel originarían su irritación pru- mente a la medicación tópica.
riginosa.
Nos quedamos con los eczemas que se iniciaban
Conforme con esta manera de ver se halla la in- en la piel sana, francamente vesiculosos al princieficacia de la mayor parte de los medicamentos an- cio, después rezumantes y con todos aquéllos del
tipruriginosos, y en ciertos eczemas infantiles el grupo anterior, que a pesar de la medicación tópiefecto favorable de la regularización digestiva, es- ca conveniente no curaba el ezcema, y por el conT
pecialmente en cantidad de alimentos, como Mar- trario, se generalizaba a los miembros: tronco, nalfan con su sagacidad clínica ha demostrado. Pero gas, etc. En uno y otro caso, las lesiones eran fuer-
NÚMERO 278
GEFÍENTE
Autointoxicación digestiva
y eczema infantiles
El Dr. Ubeda y Correal, Subinspector de Sanidad, Académico de la Real de Medicina, que faileció recientemente en Madrid, produciendo su muerte hondo sentimiento en la clase médico-farmacéutica. en la que contaba con generales simpatías.
temente pruriginosas y realmente respon lían a un
prurito localizado y al rascado consecutivo.
En lodos estos niños pudimos comprobar, o bien
transgresiones del régimen alimenticio con estreñimiento o diarrea, o bien pequeñas manifestaciones
febriles de intoxicación digestiva.
Nos parecieron casos de los que la mayoría de
los autores, especialnüente los pediatras, les asignan
una etiología autotóxica digestiva, y, si embargo,
tenemos que decir que ninguno respondió a la terapéutica causal.
La dietética llevada al grado más exagerado, especialmente en los no lactantes, influyó muy poco
en la modificación del eczema.
Curaron, sí, los trastornos digestivos apreciables,
pero la medicación exclusivamente gástrica no
fué bastante para hacer lo mismo con el eczema.
En algunos casos y, en niños hospitalizados, llegamos a la dieta láctea prolongada, con alguna toma
de agua alcalina y un laxante de calomelanos cada
cinco o seis días, alcanzando, al parecer, una regularización digestiva completamente fisiológica, y,
sin embargo, el prurito y las placas de eczema no
se modificaban. Con régimen vegetariano exclusivo
hemos tratado otros casos de niños mayorcitos, los
que adelgazan rápidamente, y aun cuando sus funciones digestivas sean perfectas, queda sin corregir la base eczematosa.
Y es, indudablemente, que las intoxicaciones digestivas, o son fugaces como esas urticarias tan
frecuentes en los niños lactantes o crean rápida-
g
(presencia de bacterias cromógenas). Los huevos
•con mancha grande, fija o manchas múltiples de
humedad tienen «lesiones que comienzan de preferencia de alto abajo de las contaminaciones excrementicias de la cascara». Las gruesas manchas se
reconocen en los huevos a la venta, al fin del verano y en invierno; las pequeñas manchas de humedad se observan de preferencia durante el buen
tiempo; en los huevos' mal embalados, y, sobre
todo, cuando el transporte ha sido por mar (huevos de Marruecos, de Rusia). Aspergillus y penici •
Iliumy son los Ascomycfetos más frecuentemente hallados en los huevos con mohos.
Según Martel, en 114 huevos de gallina, estudiados por él, desde este punto de vista, durante el
verano y el invierno pasado, el aspergillus glancus
y el peniñllum glancumst han encontrado en la proporción de tres a uno.
Algunos huevos caracterizados al trasluz por aureolas concéntricas alrededor de la mancha de
moho, han presentado, además de los hongos más
arriba dichos, pequeñas colonias de cuatro a cinco
milímetros de diámetro, duras, aplanadas y como
pegadas a la cara interna de la membrana de la
cascara.
Estas colonias bacterianas, que llegan a hacerse
rápidamente umbilicadas, merced a la simple exposición al aire, han sido objeto de un estudio especial.
Desde luego, ya a simple vista, se las puede
,
«»>«-••
•—
distinguir de las colonias de mohos al principip,
gracias a los caracteres enumerados y también porNOTAS DE HIGIENE),
que están muy circunscritas, y son fácilmente destacadas en conjunto.
Híterac.on^s de ios huenos. desde el Dunto de vista de la
'EX aspergillus fumigatus, hallado por Lucet, en
los huevos de pato o ánade, en incubación, no ha
inspecslóa sanitaria!
sido encontrado por Martel en los huevos de galliDe los procedimientos recomendados para inves- na. Las invasiones de hongos observadas por Luce
tigar las alteraciones de los huevos, sólo la obser- se ven en I05 huevos de gallina también (15 casos
vación al trasluz es un medio realmente útil. Los en 114 observaciones). Acontece alguna vez que
trabajos bacteriológicos del Dr. Martel, que com- las manchas negras de mohos se desarrollan alrepletan los de numerosos autores que han estudiado dedor del polo mayor del huevo, donde se pueden
la cuestión, han determinado a aquél a intentar observar con mucha nitidez.
una clasificación de las manchas conocidas por los
Con frecuencia, el huevo enmohecido hállase
habitualmente dedicados a mirar los huevos del prácticamente exento de culturas microbianas. La
modo indicado.
invasión de la membrana de la cascara y de la claMonsieur Germain, que ha estudiado el asunto ra por el micelium de los mohos o mucedineas es
en el laboratorio del Dr. Martel, en los Halles Cen- un proceso que describe bien Lucet. El huevo pretrales, admite como «prácticamente exentos de bac- senta colonias que, al principio, están muy adheriterias los huevos sin manchas móviles». Regla esta das a la membrana de la cascara, donde aparecen
que, según el Dr. Martel, tiene excepciones («hue- con forma de mamelones más o menos salientes y
con límites claros. Después, filamentos micelianos
vos mal conservados en la cal», huevos viejos).
La motilidad de la mancha es un signo fácil de penetran en la clara y provocan la coagulación de
reconocer que indica, generalmente, alteraciones misma. Cuando faltan las asociaciones microbiamuy benignas. Chalazas espesas (llamaré chalcoza nas, los huevos tienen gusto a moho, pero no descada uno de los ligamentos gelatinosos que man- prenden olor desagradable. Al comienzo de la altetienen suspendida la yema del huevo), cuerpos ex- ración, cascado el huevo, puede ser vaciado sin que
traños, vitelus intensamente coloreados, autolisis el micelium se mezcle con la clara ni con la yema.
de la clara del huevo con Uberación de las chala- Cuando las colonias se han desarrollado con abunzas (embrión poco desarrollado). La existencia de dancia, la yema queda adherida a la cascara.
una masa sanguínea reciente se traduce por una
Los huevos con moho, al principio, son aun uticoloración roja de todo el huevo. El envejecimien- lizables en la elaboración de pastas y biccochos.
to con liberación parcial o total de las chalazas, se Los huevos con moho e invadidos por los microreconoce al trasluz por la transparencia exagerada bios desalojan olores desagradables y se desechan
de la clara, por la posición que toma la yema, al- del consumo.
guna vez todavía adherida por un polo o extremo,
La putrefacción ofrece alguna vez otras formas
La presencia de las «sombras o nubes difusas», aun no descritas.
con un tinte rojo, característico del huevo, indica
Los huevos mal frigorifies (i) (¿mal conservaque la yema rota se ha mezclado con la clara. Es- dos?), por embalaje defectuoso, refrigeración insu
tos huevos viejos son rara vez ricos en bacterias.
ficiente tienen un modo de putrefacción caracterísPero los numerosos puntos de adherencia de la cla- tico por la rapidez con que los fenómenos se desra con la cascara llegan a ser el punto de origen de arrolla,n. Generalmente, se ven aparecer pequeñas
invasiones micelianeas, con formación de manchas manchas rosadas (manchas de humedad al princifijas. El olor y el sabor de estos huevos son muy pio) que se hacen grandes manchas negras y depronunciados y alguna vez desagradables. Se les terminan, en poco tiempo, lá pérdida del huevo. El
rechaza por no ser aprovechables para el consumo. huevo putrefacto, cascado, muestra una yema todaLos huevos empollados tienen los caracteres princi- vía redonda, con una membrana vitelina plegada,
pales que acabamos de asignar a los huevos viejos. espesa en algunos sitios, alterada en otros, hasta el
Presentan, desde luego, una gran movilidad del punto de aparecer en fragmentos. Estas alteraciocontenido en la zona correspondiente al embrión. nes dan a la yema un aspecto especial, encontrado
Los huevos muy viejos tienen una yema adherida también en las formas ordinarias de la putrefaca la cascara en un punto diametralmente opuesto a ción.
aquél, sobre el que descansan. Al principio, una
La putrefacción de los huevos «en la cal», tiene
variación o movimiento brusco durante la observa- caracteres fácilmente reconocibles. Estos huevos
ción al trasluz, basta para suprimir la adherencia conservados en la cal, aparte de los caracteres de
en cuestión. La mancha fija vuelve a hacarse mó- la cascara (rugosidad, fragilidad, gran porosidad),
presentan la clara de huevo con una gran transpavil durante un tiempo, desde luego, corto.
Cuando el embalaje se ha hecho con paja, siem- rencia. Los huevos «con la cal», putrefactos,ofrecen
pre rica en esporos de mohos, el huevo ofrece las
manchas de moho o humedad. La mancha de moho
(1) Los huevos bien frigorifles tienen una cimira de iire pequeña reUUvamente. Su yema >• ei móvil como en los otros
es siempre inmóvil y muy visible. Su parte central huevoi
«oaservados duiante mucho tiempo. Su clara llega a ser
llega a hacerse negra, alguna vez violácea o roja rojiza.
mente un estado local que se independiza de la
causa interna que le produjo, constituyendo una
entidad que ya no es modificable por un tratamiento etiológico.
Esto tiene importancia, especialmente, cuando
nos encontramos con eczematosos en el período
del destete. La aparición de un eczema fuertemente pruriginoso en esta época de la vida nos hace
retrasar, muchas veces con perjuicio del enfermito,
el cambio de alimentación ante el temor de dificultar la curación del eczema; y no sucede así en
la mayoría de los casos, pues aquella lesión goza
. ya de independencia digestiva, y sólo cede a una
medicación dermatológica.
Ya que el eczema es una modalidad dermatósica
de etiologla'muy compleja, debemos en todos los
casos, siguiendo a Darier, determinar, previo análisis detenido de las condiciones del enfermo, la
dominante etiológüa e inclinarnos terapéuticamente
en esta dirección sin el perjuicio en patología infantil de la frecuencia de los trastornos gástricos;
evitándonos así el error, en que muchas'veces caemos, de perturbar el aparato digestivo con regímenes extraños y medicaciones intempestivas por supuestas intoxicaciones intestinales ante el solo hecho de la aparición de un eczema.
Dr. Velasco Pajares.
ESPAÑA MEDICA
estos mismos caracteres y, además,* muestran una
movilidad extrema de la yema, que" aparece en la
clara acuosa, con la forma de una sombra de netos
contornos, cuya coloración varía según el grado de
putrefacción, desde el matiz grisáceo hasta el n e gro de sepia. Los huevos, profundamente alterados; no presentan ninguna adherencia de la yema
a la cascara. El olor que desprenden al cascarles
es muy desagradable; la yema aparece intensamente coloreada, muy poco espesa y como liquidada.
La clara, rosada casi siempre, muy rica en bacterias .
Se encuentra, con frecuencia, en los huevos conservados, en vías de putrefacción, despegamientos
de la membrana de la cascara y desplazamientos
de la cáscura de aire, que dan al huevo un aspecto
espumoso.
Las alteraciones relativas al olor y al sabor no
son reconocibles con la observación del huevo al
trasluz. Asimismo, «los huevos frescos, débilmente
microbianos», infectados en el curso de su desarrollo, tienen todos los caracteres de los huevos sanos.
Estos datos muestran cuantas dificultades se hallan para la creación de un servicio de inspección
sanitaria de los huevos. Y muestran, sin embargo;
que se puede, en la mayor parte de los casos, hacer una obra útil interpretando los signos adquiridos por medio dé la observación al trasluz.
(Doctor Martel, Jefe del Servicio veterinario de
Sanidad en la Prefectura de policía. Comunica- ,
ción a la Academia de Medicina en la sesión del
26 de Marzo de i g i 8 ) .
El biberón de cristal como causa posible de intoxicación
por el plomo
Desde hace algunos años se venden, como buenos biberones, para ser esterilizados, juntamente
con la leche que contienen, frascos de cristal que
son, en general, preferibles a los frascos de vidrio,
porque se rompen con mucha menos facilidad en
el acto de la esterilización.
Monsieur Guerbet, en ocasión de observar un
caso de intoxicación crónica en un niño de tres
meses, alimentado con leche esterilifada en frascos
de cristal, tuvo la idea de incriminar al plomo. Y
ha investigado este metal en la leche esterilizada
en frascos de vidrio y en la esterilizada contenida
en frascos de cristal; en estas condiciones ha de^
mostrado que, la leche contenida en los frascos de
vidrio ordinario, no tenía plomo; la que había sido
esterilizada en frascos de crista), contenía este agente tóxico en proporciones variables entre tres y
nueve miligramos por litro, cifras extremas de varias dosificaciones. (Büll. Academie de Medicine,
6 Aout 1918).
¿Qué mecanismo puede explicar el paso del plomo a la leche?
Monsieur Grerbet cree puede admitirse una cierta alcalinidad de la leche, cuyos cloruros, de este
modo, pueden ocasionar, durante la calefacción de
la leche, la disolución de una pequeña cantidad de
plomo que pasa en seguida al estado de sulfuro. Se
sabe ya que la esterilización del agua salada al 9
por i.ooo, en ampollas de cristal, da lugar a la formación de cloruro de plomo. Como quiera que sea,
nos hallamos exclusivamente en el terreno de lahigiene infantil, y es perfectamente lógico desear, como
M. Guerbet, que el uso de las botellas de cristal,
destinadas para la esterilización de la leche, sea
prohibido.
La circular de 19 de Junio de 1878 «prohibe la
venta de vasijas barnizadas con baño de óxido de
plomo fundido o incompletamente vitrificado, que
cede óxido de plomo alos ácidos débiles». Es nece-"
sario, pues, como pide M. Guerbet, completar
aquella disposición con la adición siguiente: «toda
cristalería, como biberones, botellas, destinadas a
la esterilización de la4eche, será prohibida».—A.
16-B.
Dr. Mariano Bellogín.
La Terapéutica del Clínico
REVISTA MENSUAL.
Precio, áizz pesetas al año
Suscripciones: Colegiata, 6,
1.°
SSPAÑA MEDICA
Sin perjuicio de tratar este tema y el del tratamiento del tracoma, según el método del profesor
Abadie, con toda la amplitud que su importancia
requiere, el dia que se celebre el Congreso Nacional de Medicina voy a tener el honor de adelantar,
valiéndome de ESPAÑA MÉDICA, y abusando de la
ífjfK
^
Á
José Román. Veintisiete años. San Juan de Grigor, 9 ° rufla.—Aspecto del enfermo al presentarse en mi clínica.
amabilidad de su digno director, Sr. Bleizegui, algo
de lo que entonces expondré.
El tratamiento de las dacriocistitis agudas y flstulizadas varía mucho según elcriterio, muy respetable,
de cada uno; por otra parte, son muchos los casos que
se presentan en nuestras consultas, y ante esta diversidad de opiniones no sabe uno que partido tomar, y se encuentra indeciso, precisamente porque
las opiniones están divididas, y porque unos se
muestran decididos partidarios de una manera de
proceder y otros de otra.
Paso por alto el tratamiento de las «dacriocistitis
supuradas», porque con rarísimas excepciones—que
yo sepa—todos estamos conformes y practicamos
sistemáticamente la «extirpación del saco lagrimal»
de algún tiempo a esta parte.
Además, está muy tratado este asunto; recuerdo
que con motivo de "un caso de Ectasia gigante de
saco lagrimal, presentado por mí a la Sociedad Oftalmológica de Madrid, en la sesión científica celebrada el 20 de Enero del año 1916, (véase el número de la Revista Hispano Americana de Ciencias Médicas del raes de Febrero del mismo año), decía:
«Una vez dado a conocer el caso, y al hablar del
tratamiento seguido, me propongo poner de relieve
qué procedimiento curativo de las dacriocistitis supuradas es el mejor, y, desde luego, dar mi opinión
y defender el procedimiento seguido en este caso y
en todos los que se me presenten.
De todos los procedimientos conocidos, como las
inyecciones y lavados del saco lagrimal, el sondaje
de vías lacrimales, la incisión y abertura del saco
lacrimal, seguida a los pocos días de su cautsrización, bien con líquidos cáusticos, como el nitrato ácido de mercurio químicamente puro, nitrato de plata
en barra, cloruro de cinc, etc., de todos estos, repito, ninguno me convence, las inyecciones, lavados y
sondajes, porque creo firmemente que la mucosa del
saco lagrimal, en una dacriocistitis supurada, está
tan alterada que no es posible pueda recuperar su
normalidad; a lo sumo, lo que se consigue es una
mejoría que dura tanto como el tratamiento (estos
tratamientos me parecen muy buenos para otras
afecciones de las vías lagrimales, .que no son del
caso citar).
Los otros procedimientos de abertura y cauterización del saco son eflcacez en la mayoría de los casos—no siempre—, y esta eficacia no la conocemos
le con morfina, la inflamación enorme que sobreviene, tanto que algunas veces simula una erisipela de
la cara y, por último, y para mí el mayor inconveniente, es la duración, pues hay muchos enfermos
que duran, por término medio, tres meses; se me
dirá que algunos curan en treinta o cuarenta días,
hasta después de curado el enfermo, por la sencilla son los menos; pero a eso añadiré que algunos tamrazón de que no podemos asegurar nunca si se ha poco curan en seis meses.
cauterizado íntegramente el saco lacrimal o no, y,
Quédame, pues, el procedimiento que yo creo más
por tanto, si se le ha extraído, pues el creer que racional y científico, y es el de la disección y extirlo que sale a los pocos días de cauterizado el saco pación del saco lagrimal seguido de la sutura de los
con líquidos cáusticos es el verdadero saco, y com- bordes de la incisión con o sin desagüe, todo en un
solo tiempo. Las ventajas de este procedimiento no
hay necesidad de irlas señalando, basta con saber
que no es doloroso, y que bien hecho dura la curación, término medio, diez días, no queda apenas señal y el lagrimeo es menor, y en algunos casos llega
a desaparecer.
Desventajas: el procedimiento, sin ser difícil, porque es operación reglada, tiene que hacerse a la perfección, porque sino, no da el resultado apetecible;
por otra parte, la anatomía de ¡a región varía de
unos sujetos a otros, y ai saco lagrimal le ocurre lo
propio, no hay uno igual a'otro, varía en la forma,
varía en su constitución y varía en su profundidad;
todo esto hay que tenerlo en cuenta en el momento
de la operación, pues sino se hace así y no se extrae
íntegro el saco, la operación resulta inútil y además
se corre el peligro, si no se respeta la finísima aponeurosis que separa la reglón de! saco lagrimal del
tejido celular orbitario, en primer lugar, de empezar
a sacar grasa, y en segundo, que puede muy bien
romperse el saco y ponerse en contacto e! contenido
purulento del mismo Con dicho tejido celular y dar
con ello lugar a su infección, y, por ende, a«un flemón
retroocular de pronóstico gravísimo.
La anestesia, la local, producida por la codrenina, qué suprime casf en absoluto el dolor y la hemorragia.
Posteriormente, en La Información Médica de
Cuenca, y en el número correspondiente al 15 de
Enero del año 1917, decía, hablando de este mismo
asunto: «El ideal de todo tratamiento, lo mismo de
esta enfermedad que de todas, sería aquel que curase la lesión y respetara el órgano y su fnnción; asi,
por ejemplo: el ideal del tratamiento de la catarata
sería el de transparentar el cristalino; el de la queratitis ulcerosa, que no quedara mancha, etc., etc., y
refiriéndonos a nuestro tema, el ideal sería curar la
El mismo, después de practicársele el 18 de Julio el supuración respetando el saco lacrimal y, portante,
desbridamiento del flemón y el 25 la extirpación de;l su función
saco lacrimal.—Alta por curación el 30 del mismo mes;.
¿Cuál es, por tanto, el procedimiento que yo sigo
y recomiendo a mis compañeros? El de la extirpapletito, es de una inocencia grande, pues lo que sale ción del saco lagrimal. ¿En qué consiste su técnica?
es la escara producida por el cáustico, y que unas Se empieza por poner tres inyecciones de una mezcla de cocaína y adrenalina en la región del saco,
veces es el saco y otras veces son los tejidos vecinos; buena prueba es que unas veces se ve la foseta mezcla que produce la anestesia y hemostasia indispensables para llevar a cabo la operación, se espelacrimal y otras no.
ra de veinte a treinta minutos y se procede a prac»
Pues bien, aparte de estos inconvenientes hay toticarla.
davía otros no despreciables, cuales son: lo dolorosísimo que resulta la cauterización, dolor del ojo,
Se hace una incisión^de centímetro? y[medio de
frente y cabeza, que obliga muchas veces a calmar-
• ^ , Swl.»
Manuel García. Diecinueve años. Ocafia, Toledo.—Aspecto del enfermo al presentarse en la clínica.
El mismo, después de habérsele hecho el 5 de Agosto
el desbridamiento del flemón, y el 11 la extirpación del
saco lacrimal.—El 14 se le da el alta por curación.
El caso más demostrativo y de curación más rápida, paesto que del desbridamiento a la extirpación medían seis
días y de ésta a la extirpación, tres.
ESPAÑA
larga en forma de semiluna, de manera que caiga su
parte media entre comisura interna y la inserción
tendinosa del orbicular y su parte cóncava mirando
hacia el ojo.
Se inciden todos los tejidos hasta llegar al tendón,
que resalta muy bien y sirve de punto de guia; se
coloca un separador especial de cuatro o seis dientes; una vez bien descubierto el campo operatorio y
a la vista el tendón, se corta éste y una fina aponeurosis—que varía de unos enfermos a otros—, inmediatamente, por debajo, está el saco lagrimal que
hace su aparición; entonces no hay más que separar
hacia dentro y fuera los bordes de la aponeurosis
que protege ai saco y disecarlo con gran cuidado
para que salga íntegro. Hecho esto se dan tres puntos de sutura y se pone un vendaje seco, aséptico y
compresivo.
Si se ha practicado con el esmero debido la operación, y el saco ha salido entero, a los tres días
está hecha la cicatriz, a los cuatro se quitan los
puntos y a los seis u ocho dias está el enfermo curado.
Esta operación, con ser tan antiquísima (a principios del siglo XVIII ya se practicaba), no se ha generalizado porque lo impedía el dolor y principalmente la hemorragia (condición indispensable para
poder practicar esta operaciones la fiemostasia)».
Algún tiempo después de mi comunicación a la
Oftalmológica, publicó el ilustre oculista, doctor
D. José García del Mazo, dos folletos: Resultaáos
de la extirpación del saco lagrimal en el tratamiento
de las dacriocistitis crónicas (vulgo rijas), y La extirpación del saco lagrimal en las diferentes formas
de dacriocistitis, en los que trata esta materia con
toda su gran autoridad y competencia.
Sin ampliar más este recuerdo, ni traer más citas
por temor a pecar de pesado, y además porcreer es
asunto en el cual estamos todos conformes, paso a
tratar nuestro tema, donde las opiniones están divididas, y, a mi juicio, con algún fundamento.
Ciento diez enfermos operados y curados de rija
aguda y flsíalizada, en mi clínica de la Cava Baja
(de ios cuales 98 historias detalladas figuran en el
trabajo presentado, al Congreso), sirven de cimiento
a los juicios y comentarios que se me han ido ocurriendo en el transcurso del tiempo que vengo sistemáticamente empleando el mismo tratamiento.
Como no es mí propósito aburrir a los lectores
con la publicación de todas las historias—que por
otra parte están a disposición de quien quiera verlas—, haré el resumen de las correspondientes a las
fotografías adjuntas, y por ellas podrán darse idea
de las demás.
Antes quiero cumplir públicamente — y en ello
, tengo gran complacencia—un deber de gratitud y
de justicia con mis queridos compañeros y amigos
los Dres. D. Antonio Pérez Núfiez, D. Mariano Rosales y D. Pablo Hernández, jóvenes e ilustrados
oculistas que con su ayuda intensa y constante han
colaborado eficacíslmamente en estos trabajos que
han dado muchísimo que hacer.
Alejandrina Bonilla, treinta y ocho años, El Provencio (Cuenca). Se presenta en mi clínica con
una rija inflamada del ojo derecho (véase fotografía)
el día 15 de Febrero de i9l8; sin dar lugar a que se
forme el absceso pericístico por infección de ios tejidos vecinos al salir el contenido purulento del saco
por rotura espontánea de éste, como sucede siempre
que no se acude a tiempo; procedo a anticiparme y
abro el saco lagrimal que da salida a gran cantidad
de líquido purulento mezclado con sangre, desagüe,
fomentos calientes y curas sucesivas hacen desaparecer la inflamación, y seis días despué?, o sea el 21,
extirpo un saco con gran facilidad y con muy poco
dolor y hemorragia; alta a los ocho días de la extir^
pación y a los catorce del desbridamíento (véase
fotografía).
José Román, veintisiete años, San Juan de Grigor
(La Coruña). Se trata de un flemón grande que oculta casi el ojo,(véasefotografía).
Se le ha inflamado varías veces y hoy tiene una
fístula por ¡a que sale pus a la menor presión (ojo
derecho).
El día 20 de Julio del año actual le abro el flemón,
y después de continuar hasta el 25 tratándose con
fomentos calientes, le extirpo el saco dicho día.
Con la anestesia conseguida con tres centímetros
cúbicos de cocaína ai 1 por 100 y la hemostasia con
una cuarta parte de centímetro cúbico de la solución
de adrenalina al milésimo, comienzo la operación a
los diez minutos.
Se pudo extraer, al cabo de una hora de operación difícil y laboriosa, un saco incornpleto que pudo
ser extraído totalmente al fin, por la separación de
pequeñas porciones fijamente adheridas al septun y
gotiera lagrimal.
Fué operación de gran dificultad por la grandísirna
hemorragia.
El día 30 de Julio, o sea cinco días después de la
extirpación, y diez después del descubrimiento, se
le da el alta por completa curación (véase fotografía) .
Manuel García, de diez y nueve años, Ocaña (Toledo).
Viene a consultarme con un enorme flemón del
saco lagrimal izquierdo, que oculta el ojo por completo (véase fotografía).
En la famiUa se han dado casos semejantes; y a él
se le ha inflamado el mismo saco varias veces.
El día 5 de Agosto del presente año, le hago un
desbridamiento ampiio y doy salida a un pus espeso
y de olor pútrido.
Los días sucesivos sigo el tratamiento con fomentos calientes, cambio la gasa de drenaje, y el día 11
de Agosto se extirpa el saco, por haber desaparecido los fenómenos agudos.
Se le inyecta una cuarta parte de centímetro cúbico de la solución de adrenalina al milésimo y cerca
de cuatro centímetros cúbicos de la solución al 1
por 100 de cocaína, por tener en cuenta la gran hiperestesia del sujeto, que seguramente hará muy
difícil la operación.
Se comienza ésta haciendo una incisión curva,
circunscribiendo el ángulo interno y continuándose
por abajo con la incisión del desbriaamiento. Disección a ambos lados de la psel para separarla de un
saco enorme colocado inmediatamente debajo de
ella, y se intenta separarle de la apófisis ascendente. Al llegar aquí, las protestas de d lor del sujeto
fueron incompatibles con la continuación del acto
operatorio y hubo que suspenderle, aun cuando presumimos, por la gran hemostasia obtenida, que la
anestesia no era. ni con mucho, lo que la hiperestesia del sujeto aparentaba.
A la media hora se continúa la operación anestesiando previamente al sujeto con cloroformo, y poniéndole en los alrededores del saco una cuarta
parte de centímetro cúbico de la solución de adrenalina al milésimo.
Se extrae rápidamente el saco por cortes y disección roma, se limpia la región de las pequeñas porciones de aquél, no extrísidos por primera intención,
y se termina la intervención con un concienzudo
raspado de la gotiera, conducto nasal y partes blandas de la región operatoria.
Se pudo raspar el septun, y se pusieron tres puntos de sutura muy cuidadosamente para no comprometer la vitalidad de una piel muy resentida.
La dosis de cocaína, de adrenalina, el pánico del
enfermo y la cantidad de cloroformo necesaria para
la anestesia, hicieron indisijensables una inyección
de cafeína y otra de esparteína para elevar la tensión sanguínea y la energía cardíaca que decaían
palpablemente.
Resultó, pues, por todo, la operación más valiente
y comprometida de todas las hechas.
Sin embargo, a los tres dias, se le quitaron los
puntos y aparece la herida operatoria completamente cicatrizada.
El día 14 de Agosto, o sea tres días después de la
extirpación, y nueve días después del desbridamiento, se le da de alta por curación (véase fotografía).
C a r a c t e r e s anatomo-patológicos d e los sac o s extirpados.
Aspecto macrascópico.—Son sacos enormes, de un
volumen tan grande, que en algunos llega a representar hasta veinte veces aquel del órgano normal.
Todos poseen unas paredes fuertemente engrosadas, hipertróficas y de consistencia francamente fibrosa, las que, mientras en unos reducen casi en
absoluto la luz del órgano, en otros no se oponen a
que se observe en él una ectasia bien patente.
Estos sacos, dado su excesivo desarrollo, se desenvuelven en todos los sentidos, pero más francamente por aquel, que, como sucede con su parte anterior, es por donde encuentran la menor resistencia .
Así vemos a estos ocupar espacios, que desde la
foseta lagrimal se extienden rebasándola por arriba
y abajo; siguen en esta última dirección el reborde
orbitario inferior, y al crecer más por su cara anterior, atrofian y borran los planos topográficos de la
región, anteriores a dicha cara, llegando a la piel, no
sin antes, por causa de la resistencia que le opone
el ligamento palpebral interno más o menos atrófico, haberse estrangulado, tomando la forma de calabaza de peregrino.
Tienen un color blanco amarillento o grisáceo sucio, y las fístulas que en algunos se observan, lejos
de asentar en'una pared más delgada, poseen unos
bordes indurados y engrosados.
El interior de dichos sacos encierra una secreción
purulenta, y está tapizado por una serie de eminencias pólipoverrugosas de diferentes tamaños, y anchura de inserción, que dan a la pared un aspecto
velloso característico, muy parecido a aquel que se
observa en los catarros de la conjuntiva. Alguna de
estas eminencias se afargan tanto que son verdaderos pólipos.
Esta disposición, juntamente con la hipertrofia de
MEDICA
las paredes, es la que estrecha tanto la luz de estos
órganos, llegando en algunos a dividirla en una serie de hendiduras anfractuosas con gran número de
sinuosidades multiformes.
Algunas veces estas sinuosidades son tan grandes,
que simulan verdaderos receptáculos en forma de
cripta.
El orificio lie los conductos lagrimales, está en la
mayoría, obliterado, y el que üa acceso al conducto
nasal, lo hemos observado obturando en todos los
casos.
Aspecto microscópico.—En los cortes hechos según su longitud, y a través en los sacos extirpados,
después de coloreados por los métodos de tinción
corrientes (Heraatoxilina y Eosina; Cajal y deí kío
Ortega), hemos podido ver las siguientes alteraciones.
Un engrosamiento bien marcado del epitelio, el
cual consta algunas veces de 16 capas.
Sus células aplastadas simulan un verdadero epitelio pavimentoso extratificado, y las más superficiales, afectas de degeneración mucosa, se desprenden
fácilmente para formar, en unión de las células m¡grátlcas que llegan del corion de la mucosa y de diversas especies bacterianas, la masa que rellena la
luz del saco
La hipertrofia de la túnica propia de éste, es una
verdadera hipertrofia concéntrica.
Dicha túnica está fuertemente infiltrada; mas esta
infiltración, juntamente con una hiperplasia conjuntiva, se exagera en algunos parajes, y da lugar a pequeños nodulitos, q'.'e al hacer relieve debajo del
epitelio forman las eminencias;descrítas ya macroscópicamente, y despegan en algunos sitios dicho
epitelio, para hacerle caer necrosado'en elfinteríor
del órgano.
La hiperplasia general forma, pues, un tejido conjuntivo compacto de disposición concéntrica, alrededor de la cavidad del saco; hiperplasia que en los
sacos no ectásícos llega, al juntarse pared con pared, a dar origen a las cavidades accesorias ya descritas, o a transformar- estos órganos, finalmente,
en verdaderos cordones macizos.
Consideraciones generales
Del examen detenido y concienzudo de las 110 observaciones clínicas, se pueden sacar algunas enseñanzas y hacer algunas reflexiones, que procuraré
extractar.
¿Qué conducta hemos de seguir ante una dacriocistitis aguda en su comienzo?.
Recomendaremos aplicaciones de hielo para ver
de conseguir que el ataque cese y'desaparezca; preferimos el hielo a los fomentos calientes, porque hemos tenido ocasión de notar que con el hielo se domina mejor el ataque; el calor húmedo sobre la rija
inflamada parece como si estimulara la formación
del flemón. Con las aplicaciones de hielo, y con gran
vigilancia del enfermo, debemos permanecer arma
al brazo, uno o dos dias, tiempo suficiente para conocer si el ataque agudo sigue su marcha invasora
o si se detiene; en este último caso no hay que hacer más que tsperar unos días ajque desaparezca
del todo la inflamación, y practicar en seguida la extirpación del saco lagrimal; si, por el contrario, viéramos tendencia a laiormación dei.flemón, inmediatamente, y sin pérdida de tiempo, debemos practicar
una incisión no muy extensa en el saco lagrimal en
su parte inferior, para dar salida a su contenido purulento y poner desagüe,
e
Con este proceder conseguimos varias cosas a
cual más interesantes, tanto para el paciente corno
para el oculista; para el enfermo, porque cesan inmediatamente los dolores agudísimos que acompañan siempre al flemón, y el cuadro alarmante que se
presenta con la enorme hinchazón de la cara, con su
fiebre alta, etc. etc., y para el oculista, porque hemos
tenido ocasión de observar y confirmar repetidas
veces (léanse bien las historias), que siempre que
hemos procedido así, evitando el que el saco se perfore espontáneamente —proceso que explica bien
el dolor agudísimo—, y como consecuencia, el que
el contenido purulento del saco infectara los tejidos
pericísticos, dando lugar con ello a la formación de
un absceso que interesa todos los tejidos y mortifica grandemente la piel; en estos casos, repito, en
que nos ha sido posible seguir esta conducta, hemos
hallado varías ventajas: la inflamación, como dije
antes, desaparece en seguida, y con ella el dolor, y
por ello, y como consecuencia, el saco no ha adquirido el gran tamaño que suele alcanzar, no tiene
apenas adherencias, y es natural que así suceda, y
los tejidos, y sobre todo la piel que rodea al saco,
no se mortifican absolutamente nada, y la operación
puede practicarse al cabo de muy pocos días, con
gran facilidad y sencillez y sin dolor ni hemorragia.
Practicada la incisión del saco, hago una o dos
curas antisépticas al día y recomiendo fomentaciones calientes. Yo estoy muy satisfecho de este proceder y no vacilo en recomendarlo. Una objeción se
le puede hacer, y es que la incisión del saco en pe-
ESPAÑA
MEDICA
Eír
dPJ^
wf
%
ción total del saco? Cuando veamos la foseta lagrimal, la apófisis ascendente, la entrada del conducto
y la cúpula sin partícula alguna, y el septum limpio
completamente; y cuando no nos haya sido posible
respetarle, entonces se examina con gran cuidado
el tejido celular, que tiene gran tendencia a herniarse, y, respetándole, se van quitándolas porciones
que de saco hayan quedado; éste es un tiempo para
mí el-jnás difícil y peligroso; difícil, porque hace falta estar muy acostumbrado a ver sacos y tejido celular para no confundirlo, y peligroso, porque se
puede dar lugar a una infección.
Nota.—Si la hemorragia no cesara en el transcurso de la operación, y fuera tan intensa que la dificultare grandemente, entonces se la suspende hasta
otro día.
El sapo fistulizado, perteneciente a una dacriocistítis, cuyo ataque agudo se sufrió mucho tiempo antes <meses), se extirpa con relativa facilidad, y la
operación se parece mucho a una dacriocistitís crónica corriente, con la diferencia de que el saco es
mayor, más resistente y bastante adherido, y que la
fístula hay que raspar, y si es pequeña, extirpar. Entre
este caso y el descrito hay muchas variedades, cuya
característica depende del estado inflamatorio de la
rija.
Curso postoperatorio
Alejandrina Bonilla. Treinta y ocho años. El ProvenCÍO, Cuenca.—Aspecto de la enferma al llegar a mi
clínica.
La misma, después de practicársele el ISdel Febrero el
desbridamiento del fUemón y el 21 la extirpación del
saco lacrimal.—Alta por curación el 23 del mismo mes.
riodo tan agudo resulta dolorosísima; cierto; ante un aunque no es necesario, porque el aspecto del saco
enfermo sufrido no hay problema, porque como dure acusa en seguida su presencia; una vez a la vista la
un instante, lo sufre bien; y ante un timorato y pu- cara anterior del saco, se introduce un cuchillo fuersilánime práctico, recomiendo la anestesia por el te por entre la piel y el saco; pero teniendo presente
que el saco está íntimamente adherido a la piel y
sonmoformo o con unas gotas de cloroformo.
Si no nos es posible practicar esto porque el en- que la disección o despegamiento debe hacerse con
fermo acuda a nosotros tarde con suflemóndel saco el lomo del cuchillo a fin de no correr el peligro de
y absceso de la piel, y esté a punto de abrirse es- incindir el saco.
pontáneamente, entonces debemos incindir la piel y
Una vez libre la cara anterior, se coge'el saco, se
el saco por Sü parte inferior, y siguiendo una direc- tira hacia arriba y adelante y se sigue disecando la
ción que nos sirva para practicar después la extir- cara interna, que es relativamente fácil, hasta llegar
pación; si se ha habierto espontáneamente, como a la cúpula y entrada del conducto nasal; en este
casi siempre lo hace muy por bajo y afuera del án- momento, si antes no ha molestado ya la hemorragulo interno del ojo, no hay más que ampliar la aber- gia, lo hace en tal forma que inunda el campo opetura; desagüe, curas antisépticas y fomentos calien- ratorio; entonces, y sin perder la calma, se introdutes, completan en ambos casos el tratamiento pre- ce una gasa entre cara interna del saco y apófisis
paratorio de la cura radical.
ascendente del maxilar, y se comprime algún tiempo;
Tiempo que debe mediar del ataque agudo a la si esto no bastara, se instilan unas gotas de adrenaoperación. —Siempre que se pueda disponer de él, lida; al mismo tiempo que se hace esta compresión
debe esperarse, por lo menos, el necesario para que tirando del saco hacia adentro, se va disecando la
desaparezca del todo la inflamación; término medio cara externa, exagerando aquí el cuidado y la precaución por ser la cara más difícil de separar, por
puede calcularse un mes.
Con esto, y con no olvidar que cuanto más nos sus muchas y fuertes adherencias, y por la poca reaproximemos al ataque tanto más difícil y dolorosa sistencia del septum muy fácil de romperse y dar
será la operación, y, al contrario, cuanto más nos lugar a la aparición del tejido celular, y con ello a
alejemos, tanto más^fácil e indolora habremos dado complicar mucho la intervención; una vez libre esta
una idea aproximada de.lo que conviene tener pre- cara, no falta más que bordear ia cúpula y despegarla por medio de un corte de los conductos lagrimasente.
en seguida, y tirando fuertemente del saco hacia
Repásense nuestras historias y se verá confir- les;
y fuera, se secciona la entrada del conducto
mado lo que digo. Y cuando no sea posible por ra- arriba,
cor. el cuchíllete curvo abotonado, que es el
zones especialísimas del enfermo o del operador, nasal
esperar, entonces debe intervenirse valientemente, que mejor se adapta a la región.
y practicar la extirpación sin pérdida de tiempo, inSe tapona con' gasa y se comprime durante alguyectando adrenalina en la región del saco y dando nos minntos (de dos a cinco), a continuación se procloroformo si!,se trata de un enfermo pusilámine.
cede a examinar la región teniendo en cuenta que
Técnica de la extirpación del saco inflamado y fis- algunas veces la cara posterior o profunda se halla
iulizado.—Conocidos sus caracteres y topografía, a tres o cuatro centímetros de la piel.
Cuando el saco sale entero, se ve perfectamente
fácil nos será comprender los tiempos de la operalimpia la región; entonces se introduce la sonda núción.
1." Anestesia y hemostasia.— Tres centímetros mero 6 por el conducto nasal, se diseca o raspa bien
cúbicos de la solución de clorhidrato de cocaína la fístula, se dan dos o tres puntos de sutura y terpuro en suero fisiológico al 10 por 100 y cuarta parte mina la operación colocando un vendaje seco, asépde centímetro cúbico de la solución de clorhidrato tico y compresivo.
de adrenalina al 1 por 1.000, distribuidos superfi
Ahora bien; este es el caso ideal en que se extrae
cial y profundamente en la región del saco, produ- integro el saco lagrimal; pero, y cuando esto nos sea
cen una anestesia y hemostasia bastante aceptable imposible, bien porque se nos rompa; bien porque
en la generalidad de los casos, necesitándose un sus muchas adherencias nos impidan disecarlo entiempo que varíe de tres a diez minutos.
tero; bien porque la mucha hemorragia nos obligue
2." Extirpación del saco.—Se practica una inci- a extirpar el bloque formado por el saco con gran
sión curva cóncava hacia afuera de dos o tres cen- rapidez, para poder hacer la compresión con más
tímetros cúbicos de longitud, haciéndola pasar siem- positivo resultado, pues muchas veces hemos compre que se pueda por la fístula; esta incisión ha de probado que después de esta maniobra cesa una
ser muy superficial y trazada con gran cuidado, por- hemorragia que antes no había manera ni forma de
que ya hemos dicho que el saco lagrimal está cuanto conseguirlo; en estos casos, repito, en que no hay
más inflamado más superficial (su cara anterior, claro seguridad de haberlo estirpado completo ¿qué debeestá), hasta el extremo de hallarse algunos inmedia- mos hacer? Examinar la región detenidamente y extamente debajo de la piel; a continuación se va di- tirpar con gran minuciosidad, y sin prisa ninguna,
secando ésta muy suavemente hacia afuera y hacia los trozos de saco que hayan quedado; estos se coadentro hasta que nos permita colocar el separador, nocen muy bien, porque contrasta su color y consisque se vigilará muchísimo, porque pudiera suceder tencia con los tejidos pericísticos. Para esta delicaque la ligera presión de éste rasgara la piel, ya bas- da maniobra debe hacerse siempre uso de un buen
fotóforo que ilumine muy bien y permita ver hasta
tante mortificada.
entrada del conducto nasal.
En este momento puede introducirse por la fístula 'Mla ¿Cuándo
conoceremos que se ha hecho la extracuna sonda que sirva de guía y oriente la región.
Siempre que se practica bien la operación, el curso es excelente para el operado y para el operador;
para el primero, porque sin molestias ni dolor alguno cura en diez o quince días; para el segundo, porqué las curas se reducen simplemente a cambiar la
gasa, y si acaso alguna vez que los tejidos y piel
están muy mortificados, a dar algún toque que los
avive y estimule.
Resumen
Fácilmente se desprende, de cuanto llevamos dicho, que se impone siempre la extirpación del saco
lagrimal, aun en los casos que parezcan más difíciles y complicados, y que siempre que se practique
bien, es decir, que siempre que se extraiga el saco
lagrimal completo, se puede asegurar, sin temor a
equivocarse, que el éxito es seguro.
Si alguna vez fracasa la operación, debemos acudir en defensa de la extirpación, confesando honrada
menté que el fracasado es uno (léase la historia número 63), porque el saco lagrimal es órgano perfectamente disecable, que ocupa su lugar y que permite su extracción total.
Ahora bien; las dificultades que hemos apuntado
tiene la operación, ¿pueden pesar lo bastante en el
ánimo del oculista para inclinarse por otro procedimiento? Yo, desde luego, afirmo que sí, y que no debe
practicar esta intervención quien no tenga gran experiencia en extirpaciones de sacos con dacriocistitís crónica, porque se necesita gran serenidad para
no perderse (cosa fácil) y hacer destrozos, y esto no
se consigue más que con el dominio de la operación.
Dr. Qalindez.
.
•
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FORMULARIO MODERNO
Contra e l pénfígo
(A. Alexander)
Vioformo
6 gramos
Subnitratro de
bismuto
9 —
Lanolina.....)
Vaselina
j aa c. s. para loo
Hágase según la pomada.
Recubrir las lesiones con la pomada.
P a r a e l prurigo
(Trouchenikov)
Timol
50
centigramos
Oxido de cinc
5
gramos
Polvo de almidón. . 10
—
Talco pulverizado.. 34,50 —
Mézclese y porfirícese. Para uso externo.
Cirrosis d e l h í g a d o
(Jusgen)
Cocimiento de malvavisco. 180 gramos
Crémor tártaro
Ig
—
Jarabe simple
20 —
Hágase según arte.
Una cucharada cada dos horas, agitando bien el
frasco antes.
.
^-v-^-
ESPAÑA MEDICA
HABLANDO CON EL DOCTOR MOLLA
un VlflJE CIEIITIFiCO A FRÜIICIA
El grupo de médicos españoles.—El balneario
de Vichy convertido en Hospital.—Cirugía
maxilofacial.—La clínica odontológica de
Lyon.—La reeducación de los inútiles.—-El
Hospital español de París.—El americano.—
El colonial.-.— Visitando el Instituto Pastear.—Los hospitales del frente.—El de Carrel. —Impresiones quirúrgicas.—Terapéutica
física.
De todos es conocida la excursión científica que
han verificado por los centros sanitarios militares
r
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y
Dr. Molla, que dirigió la expedición a Francia.
de Francia un representante de cada^ una de las Facultades de Medicina de los centros universitarios
españoles, bajo la dirección de un profesor de Patología quirúrgica del de Madrid. La elección de
representante de Facultad recayó en un licenciado
en Medicina del curso de igry a 1918, elegido por
.
ixi
presto, dejémosle hablar, dirigiéndole nuestras preguntas para orientar su conversación amena en el
sentido por nosotros ya preconcebido, aunque siempre respetando, por su encargo, las filias y las'fobiás
y la originalidad de la Memoria oficial, que en breve
verá la luz pública, que de antemano afirmamos
será un monumento científico, sobre todo, teniendo
en cuenta la ilustración médica del Dr. Molla.
i...I
Esta excursión ha sido idea del anterior ministro
de Instrucción pública, señor Rodés, que, queriendo emplear unas pesetas que quedaban del presupuesto destinado a penbiones al extranjero, creyó
muy conveniente mandar una comisión de alumnos bajo mi dirección (propuesto que ful por el claustro
de Madrid).
El proyecto de itinerario fué marcado por mi;
aceptado inmediatamente, siendo éste: Burdeos,
Vichy, Lyon, París, visitando en último lugar Burdeos: Ante todo, he de dar gracias públicas, tanto
a las autoridades militares como civiles tnilitarizadas, por los agasajos de que hemos sido objeto en
cada uno de los puntos que hemos visitado.
í...?
En Vichy estuvimos diez días visitando los dos
únicos hospitales que existen, aunque con grandísimo número de camas, uno militar y otro civil militarizado, en los cuales se hace alta cirugía de
juerra. Lo más notable de Vichy es la instalación
de Fisioterapia, en todas sus ramas, dirigida por el
presidente de la Sociedad francesa de Radiología,
Dr. Bellot, e instalado en el mismo local del balneario; esta instalación ha tenido por base !a de Fisioterapia que ya funcioneba con anterioridad al
principio de la guerra en dicho establecimiento
hidromineral, como es lógico pensar, la instalación
actual, en comparación con la antigua, está tnultiplicada al máximo, como es necesario para asistir
diariamente a todos los enfermos de la región de
Vichy y qnp pasan de más de mil. Es admirable y
perfecto el funcionamiento de todas y cada una de
las ramas de la terapéutica física, pues en ella encontramos instalaciones perfectas de rayos X, mecanoterapia, radioterapia, de todos los aspectos de
la gimnástica, tales como paso gimnástico, actitudes, obstáculos, e t c . , para la reeducación funcional de miembros paralizados y de lesiones consecutivas a procesos cicatrizales.
En esta ciudad hay un centro de cirugía maxilofacial, de grandísima importancia, dirigido por el
Dr. Lemaitre, en el cual se hace alta cirugía de
cara. En este centro ha quedado para hacer la tesis
de doctor el representante de la Facultad de Medicina de Madrid,
D. Luis de la
Fresa.
También es
digno de visitael
Hospital Americano, instalado
en el Gran Hotel Garitón, siendo de interés en
este centro, como en todos los
centros ameri canos, el servicio odontológico, hasta tal punto, que se puede decir que la
Odontología es
la especialidad
de los americanos.
La mezquita del Hospital Colonial.
viéndose, sobre todo, en ella, reproducciones y
moldeados por una pasta especial que imita muy
bien las carnes naturales y está preparado bajo fórmula del Dr. Pont, por lo que recibe el nombre de
pasta de Pont.
De lo más interesante que visitamos en Lyon
fueron los talleres para la reeducación funcional de
inútiles totales de guerra, en los cuales se pueden
aprender siete oficios completamente diferentes al
que tenía el soldado antes de la inutilidad; este establecimiento es distinto al de Begonier, instalado
en la zona militar de París y similar al instalado
en el Grand Palais de París. Estas instituciones o
establecimientos de reeducación tienen gran importancia desde el punto de vista social, pues por este
sistema de reeducación, los inútiles no serán gravosos, ni para el Estado ni para las familias, pues
hasta a los ciegos se les enseña oficios con los cuales pueden ganar su sustento. Estos talleres están
dirigidos por raadame Monot.
Muy agradable fué la visita que hiciníios a la Facultad de Medicina de Lyon, institución que recibe
el nombre de Museo anatomoclínico de Godatt,
análogo, aunque en pequeño, al famoso de Val de
Gra9', de Parí-; en 61 hay acumulados, con esmeradísimo orden, colecciones interefantísimas de
En este centro fuimos muy
bien atendidos
por los médicos mihtares y librer, y especialmente
por los doctores Parturier, Reynes y Roux.
La Comisión Médica Española con el profesor Alexis Carrel,
el claustro respectivo. La dirección de esta excursión ha estado a cargo del catedrático de Patolo •
gla, Dr. D. Rafael Molla, elección muy acertada del
claustro de la Facultad de Medicina de la Universidad Central, pues de todos son conocidos los profundos conocimientos quirúrgicos que atesora.
A esta comisión se agregó, por posterior decisión
ministerial, un representante de la Escuela de odontología.
Como nuestro deseo es tener constantemente a
nuestros lectores al corriente de todas las de actualidad, nos propusimos interrogar al Dr. Molla a su
vuelta a España. En este camino y con el oído
En Lyon visitamos unos cuantos de los innumerables hospitales militares de esta zona, o zona 14.a
de las 20 en que está dividida P'rancia desde este
punto de vista; entre ellas merecen especial mención los hospitales de Dechenettes, Charitée y el
famoso Hotel Dieu, comparable al del mismo nombre de París, y en el cual el Dr. Berart hace activa
cirugía ósea.
En la Escuela de médicos militares está inslalada
laclínica de odontología, que dirige el Dr. Pont,
Monumento a Moresten.
ESPAÑA
MEDICA
instalaciones de
g a s , electricidad, vapor de
agua, y algunos
como el hospital Canadiense
están construídos de cemento
y amianto, y,
por tanto, incombustibles.
En París visitamos, en primer lugar, el servicio del doctor
Legüeu o clínica de vías orinarías, en laque
tiene heridos de
guerra de esta especialidad; nos
dedicó una sesión operatoria,
en laque operó,
con la maestría,
de todos conocida, una litotriciayunanefrectomía; en estás
El doctor Morestín, opetando'una herida de cara a presencia de la Comisión de los médicos
dos intervencioespañoles, a los cuales dedicó una sesión quirúrgica.
nes, el mismo
Legüeu, fué extoda clase de lesiones, tanto en piezas naturales plicando, en perfectísimo español, los diferentes
como en reproducciones exactas, hechas por emi- tiempos y accidentes del acto operatorio.
neotes artistas, empleando el modelado en cera,
En el hospital Buffon saludamos al Dr. Chutro,
yeso y pasta de Pont—estas últimas muy interesan- eminente cirujano de Buenos Aires, puesto al sertes por &a exacto parecido y semejanza al natural, vicio de la cirugía francesa desde el principio de la
así como gran número de radiografías y dibujos—; guerra; sin temor a exageraciones, podemos decir
estas colecciones están clasificadas por tipos de le- que és un cirujano de altos vuelos.
siones y en orden descendente, desde la cara a las
El hospital Español, situado también en la zona
extremidades inferiores, así como también por teji- de París, es, en pequeño, un verdadero arquetipo
dos y sistemas; se encuentran en ellas, como ya he
de moderna instalación de hospital militar; se ha
dicho, toda clase de sistemas, lesiones, que por la realizado gracias a las bondades del Marqués de
naturaleza de las substancias que las integran, que- Casa-Riera, y está dirigido por un cirujano catalán,
darán imperecederas a través de los tiempos, cons- muy eminente, el Dr. Desardá, ayudado por los
tituyendo un medio pedagógico de enseñanza, tan- Dres. Ferrero y Sáez.
to en la actualidad como en tiernpos venideros, en
Nuestros compatriotas nos dedicaron dos sesiorelación con las heridas de guerra.
nes operatorias, en las que se vio, principalmente,
extracción de proyectiles, y nos pudimos convenEn la zona de l'arís visitamos los hospitales milita- cer de que, en pequeño, es uno de los mejores hosres y civiles militarizados; la construcción de aqué- pitales militares improvisados.
llos no ha sido a la ligera, sino cumpliendo con
Como tipo de hospital moderno, vimos el hospitodas las reglas de la arquitectónica moderna y tal Rotschild que, aunque empezada su construcasí vimos grandes edificios. Sin embargo, algunos ción para la población civil de París, antes de la
de los mismos están instalados en edificios destina- guerra, y casi terminado poco después de estallar
dos anteriormente a otros fines, y cuando estalló la la guerra, fué militarizado desde un principio,
guerra y hubo el gran aflujo de heridos, se habili- siendo sostenido por la casa Rotschild, gastándose
taron como hospitales mi.itares; asi, el hospital muy cerca de un millón de pesetas anuales y haamericano de París, está instalado en el Liceo Fas- biéndose empleado ya en su construcción, todavía
teur, con cabida de doscientas camaa y montado no completamente terminada, seis millones de pecon arreglo a todos los adelantos modernos; el hos- setas, por cuyos gastos se comprende la magnifipital Buffon, en el Liceo de tu nombre, y así suce- cencia de esta fundación.
sivamente los grandes hospitales de reciente consHicimos objeto de nuestros saludos al Dr. Motrucción en París.
Los hospitales montados en los distintos lugares
ád del frente de batalla y situados en una zona de
oo a 90 kilómetro^ alrededor de París, están repartidos en formaciones sanitarias.
Los hospitales a retaguardia están también repartidos en formaciones sanitarias; reciben el nombre de puestos de socorro los situados en la. linea
c'e fuego, y están a cargo de los médicos de batallón y ambulancia de batallón; después están las
ambulancias divisionarias o tarabiéa hospitales
provisionales montados.en barracones movibles,
desmontables en algunas horas, y en los cuales se
practican hasta operaciones de urgencia, pero la
mayoría de los heridos son evacuados; más atrás
están, a 30 ó 40 kilómetros de la línea de fuego, en
sitios donde raramente llegan las piezas de largo
alcance, están los hospitales denominados de/riage
u hospitales permanentes, casi todos, por ejemplo:
el de Pontoise, instalado en un antiguo cuartel de
caballería, la mayoría son barracones aislados al
estilo de nuestros pabellones Docks y los menos
construidos de tela para ser montados en pocas
horas, como los que están más cerca de la línea de
fuego; los más próximos a París son de tal construcción que no les igualan sus antiguos similares,
como sucede, por ejemplo: con el hospital Colonial y con el hospital Americano, pues poseen
Una fiesta a estilo de su país, celebrada por
restín, a cuyo cargo están varios servicios de cirugía de cara en distintos hospitales, haciéndonos el
honor de dedicarnos una sesión operatoria. Morestín, entre otros servicios, los tiene en San Luis, en
Val de Grage.
Objeto de visita detenida fué el Instituto Pasteur,
grandioso edificio, saludando en él a su director,
Dr. Roux, que nos recibió cariñosamente; este centro está hoy casi dedicado a la producción de
sueros, vacunas y medicamentos para el ejército, pudiéndose decir que está completamente militarizado; institución que tiene anejos hospitales, laboratorios, en los cuales se encuentran todas las especialidades para facilitar el arte de obtener la salud
con el menor grado de inutilidad.
La visita al Grand Palais fué interesante por ser
este edificio el alojamiento de un centro de física
terapéutica análogo al de Vichy, y de un servicio
de reducación funcional de mutilados, con más
amplitud que el instalado en Lyón, pues se enseñan hasta veinte oficies, diferentes, en los que están
incluidas todas las artes mecánicas y la telegrafía
sin hilos, todo ello bajo la dirección del doctor
Camus.
La visita que hicimos al famoso Val de Gra^e
nos entretuvo dos días, lo mismo pudimos emplear
veinte; de tal manera hay allí acumulados con un
perfectísimo orden todo lo relacionado con la guerra, tanto desde el punto de vista sanitario, como
ofensivo y defensivo; la sección dedicada a las
heridas de guerra está igual organizada que la de
Lyón; encuéntrase también su parte histórica, en
la que se pueden comparar el aite y las heridas de
guerra, por ejemplo: las ocurridas en tiempo de
Napoleón y las actuales.
En la zona del* frente visitamos principalmenje
un hospital de cada tipo; así: un hospital de triage,
instalado en el bosque de Chantilly; un hospital
permanente, eligiendo como más perfeccionado el
magnífico de Fierre Duva!, cirujano dedicado muy
especialmente a la cirugía del pulmón, y que está
instalado en Pontoise, en dirección á Versalies.
Dedicamos mucha atención a la visita al hospital de Carrel, en el que exclusivamente se emplea
el tratamiento de las heridas de guerra por el líquido de DaquinCarrel.
El día de la visita a este hospital vino Carrel,
desde su laboratorio—situado en Saint Cloud , a
darnos una conferencia, con proyecciones, que
versó sobre la manera de aplicar su método de tratamiento en las heridas, fijándose, muy especialmente, en su empleo en los grandes fracturados,
haciéndonos notar con fotografías, preparaciones
y casos clínicos, los distintos períodos de la evolución de las heridas, así como su sutura secundaria,
después de la desinfección completa de las mismas,
previos análisis de lo> exudados de las mismas.
El hospital de Carrel está instalado en la fábrica
de los famosos chocolates de Merier.
Si interesante fué la visita al Instituto Pasteur y
Hospital de Carrel, no menos fué la del hospital
de la Ambrina. La «ambrina», todo sabemos que
los coloniales en el Hospital del bosque.
ESPAÑA
10
MEDICA
conseguir, mediante trabajos agrícolas, apropiados
a la clase de inutilidad que quedó, a provocar todos los movimientos que artificialmente cumple la
mecanoterapia activa o pasiva. Además de las ventajas qu« se obtienen con esta terapéutica, se tiene
la de que .toda esta terapéutica se hace al aire libre,
ganando el enfermo, además él su sustento, en relación con la cantidad de trabajo útil desarrollado.
El número de instalaciones agrícolas que ha instalado Bergonier, asciende a 14, y en ellas reciben
tratamiento más de 200 enfermos, y con excelentes
resultados
De los progresos alcanzados en higiene, en la actual guerra, no es preciso hacer mucho hincapié para
afirmar que han sido sorprendentes, pues en el frente de Francia no se ha registrado ninguna epidemia, y se puede decir que la tifoidea no se conoce
en el frente occidental francés; desde este punto de
uista hemos de decir que, en la sala de infecciosos
de Val de Grace, cuando nosotros la visitamos,
habla veintiocho enfermos, siendo la mayoría de
ellos procedentes de las guarniciones del interior;
todo lo dicho demuestra que la organización sanitaria es admirable, desde el punto de vista higiénico, la que goza el ejército francés; todo lo cual
se debe a los ríos de dinero que se gastan en la actual guerra.
Hospital del jardín colonial en Rogent-sur-Marne.
es un producto empleado en el tratamiento de las
quemaduras, producidas por cualquier materia: es
producto a base de caucho y parafina, que empleaba, antes de la guerra, ea el tratamiento de las
quemaduras un médico francés, el Dr. Sanfort, con
buenos resultados^ al estallar la guerra, noticioso
el Estado mayor de tales resultados, encargó al
mismo Dr. Sanfort de un buen número de enfermos con quemaduras, producidas por distintas
substancias, y, viendo que obtenía buenos resultados, se asoció el susodicho Dr. Sanfort al barón de
Rotschild, iniciando la fabricación, en gran escala,
de la ambrina: además, Rostchild montó por su
cuenta un hospital para tratar quemados, por diferentes productos, instalándole en Compiegne, que
fué destruido por los alemanes en una ofensiva y
construido nuevamente 30 kilómetros más atrás,
en una finca de campo regalada por un noble francés. Este hospital lo dirige, como enfermera mayor,
la baronesa de Rotschild, aue nos atendió cumplidamente, sirviéndonos un espléndido almuerzo
el día de la visita. Allí se vio emplear la ambrina
con arreglo a la técnica más perfecta; además,
pudimos darnos cuenta exacta de los resultados
obtenidos en toda clase de quemaduras.
Fuera de París visitamos el Hospital Colonial situado en el Bosque de Vincennes, en el que pudimos apreciar lo bien atendido y exquisito trato que
reciben las tropas coloniales; éstas están agrupadas atendiendo a su religión, costumbres; es decir,
forman verdaderas tribus a igual que si estuvieran
en sus propios territorios; para que esta semejanza
sea mayor en dicho bosque, además del hospital
para los soldados convalecientes, se hallan dispuestas las condiciones para que encuentren los mismos
juegos, accidentes, etc.; es decir, la misma forma de vida y costumbres que en su territorio natal
y aun también dispone de sus mezquitas y sinagogos. En esta visita y con lo expuesto puedo afirmarque queda completamente desvirtuada la leyenda que circula por el mundo de que los autoridades militares francesas siempre ponían en primera
línea a las tropas coloniales; es decir, la consideraban como «carne de cañón», y después a los heridos los trataban como a verdaderos animales irracionales mas dañinos. El jefe de este centro nos
regaló una colección de fotografías en la que se representan momentos de la vida de estas tropas coloniales.
El Hospital Canadiense es un modelo de organización militar sanitaria, instalado con toda clase
de adelantos, construido con materiales incombustibles y dirigido por cirujanos y médicos canadienses, sólo se admiten enfermos canadienses.
En el orden general de la cirugía nada inopinado hemos encontrado, ya que la cirugía había progresado muchísimo antes de la guerra; pero sí se ha
reformado y perfeccionado muchísimo, y en algunas ramas se ha adelantado bastante, y muy especialmente en cirugía de pecho, grandes fracturas,
heridas infectadas; la cirugía máxilofacial ha hecho
grandes pregresos; pero no tantos como sé ha dicho
por algunos autores, sobre todo al principio de la
guerra, época en la que las condiciones del guerrear y la ausencia de medios protectores, hicieron
que las heridas máxilofaciales y craneales fueran
extensas, intensas y graves; pero desde el empleo
de los casos protectivos han disminuido a un número muy exiguo.
Respecto a la terapéutica física, debemos decir
que ej muy prolijo en ella el campo de Burdeos; en
él, Bergon>er ha instituido la llamada mecanoterapia agrícola, que consiste fundamentalmente en
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Los heridos en el jardín del Hospital Colonial.
La característica de la cirugía francesa, como
siempre, es la gracia, el arte, la habilidad que revelan los grandes cirujanos franceses en todas sus intervenciones; en esta guerra, la intensísima resistencia para el trabajo, algunos de los cuales han
estado hasta tres días seguidos operando, y muy
principalmente en las grandes ofensivas; también es
la aplicación de todos los métodos clasicos y el ensayo racional en todos los conocimientos m o dernos.
En la característica de la cirugía Norte-Americana, hay que reconocer la superioridad en materiales, la abundancia de instrumental y el derroche de
dinero; no creemos que tengan grandes cirujanos,
o, por lo menos, no han venido en la actualidad a
Francia. El método de Blacke en el tratamiento de
las fracturas, es lo más interesante en esta rama de
la cirugía. Son algo originales y apasionados por
sus métodos de anestesia, siendo, como ya hemos
dicho, grandes odontólogos
p« La característica de la cirugía inglesa es la seriedad y el,aspecto científico que procuran dar a todos
sus trabajos e investigaciones; poseen grandes laboratorios que han destinado al empleo de la seroterapia y los estudios realizados, muy principalmente
sobre el tétanos y la gangrena gaseosa.
Dr. M . A c e ñ a .
CARNET DEL CLÍNICO
TRATAMIENTO
"
Do la tuberculosis pulmoaar
por l»í inyeccione» intramuículareí de ácido sulfuroso.
Diversas preparaciones sulfurosas han sido preconizadas contra la tuberculosis pulmonar. El ácido sulfuroso, cuyas propiedades microbicidas son
bien conocidas y su poder de difusión, ha sido
empleado a este objeto en forma de inhalaciones.
Un médico italiano (Talini, de Milán) ha tenido
la idea de recurrir a las inyecciones intramusculares de esta substancia. Ha hecho ensayos con el
ácido sulfuroso combinado, en inyección de dos
a cinco centímetros cúbicos de solución fisiológica de cloruro de sodio, adicionado de 0,5 por 100
de bisulfito de sosa, después ha llevado, progresivamente, la solución de bisulfito a 5 por 100.
Habiendo comprobado que el ácido sulfuroso
combinado es perfectamente tolerado por el organismo, Talini encontró más eficaz la solución
empleada y combinada de anhídrido sulfuroso libre; se sirve de agua salada fisiológicamente, conteniendo 5 por 100 de bisulfito de sosa y i por loo
de anhídrido sulfuroso, y todos los días inyecta en
los músculos de la región glútea cinco centímetros
cúbicos de esta solución en los adultos y tres en
los adolescentes.
ESPAÑA
MEDICA
Más tarde, a fin de ejercer una acción tónica, al
mismo tiempo, sobre el corazón, Talini asocia inyecciones de cloruro de calcio, empleando, cada
vez, de una parte, tres centímetros cúbicos de solución fisiológica de cloruro de sodio, conteniendo 5 por 100 de bisulfito de sosa y i por loo de
anhídrido sulfuroso libre y, de otra parte, dos centímetros cúbicos de agua salada fisiológica adicionada de 5 por loo de cloruro de calcio.
Bajo la influencia de estas inyecciones no se
tardará en observar una mejoría en el estado general del paciente, que se manifiesta claramente por
un aumento de peso, al mismo tiempo que en una
atenuación de los fenómenos catarrales, con desaparición de sudores nocturnos; la fiebre disminuye progresivamente, para desaparecer del todo, en
particular cuando se trata de una tuberculosis incipiente, y a veces también en las formas avanzadas.
El estado enfermo, una vez suficientemente m e jorado, Talini no practica las inyecciones más que
cada dos días, y más tarde sólo dos por semana.
En los sujetos que han recibido un centenar de
jnyerciones, la investigación de la albúmina en la
orma lesulta negativa.
vVVVVVVVVVVV\A/VV\AA/VV^'VVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVV»'<
1
L(^ COCINñ Dei ENFERMO
^|/\A/VVVVV\AA/\/VX\VWVVVVVVVVVVVVVVVVVVV\/V\^^
Legumbres y frutas en conserva.
Las legumbres se conservan secas por medio de
la desecación y frescas por el procedimiento de
Appert. Algunas, a semejanza de las frutas, hállanse sumergidas en alcohol, vinagre, mezclas especiales, que ejercen de conservadoras. Tanto las unas
como las otras, siempre que no haya sido preparada su conservación por las familias mismas, se falsifican o adulteran corrientemente.
Las dos principales falsificaciones de legumbres
secas (lentejas, habas, guisantes, etc.) más en boga
son: la mezcla con otras de inferior cualidad, carcomidas por insectos y la hidratación que aumenta
de mucho el peso de la legumbre. Véndese con frecuencia zanahorias secas y frescas, después de haberlas tenido en agua templada durante unas doce
horas. Esta adulteración se reconoce fácilmente,
pues las zanahorias a ellas sometidas fermentan al
poco tiempo manando un olor peculiar. Los derivados tóxicos, que en este caso se forman, son algunas veces tan peligrosos como los de las carnes
en descomposición.
Es necesario, antes de consumir las legumbres
conservadas secas, devolverlas el agua que hayan
perdido en la desecación; débese, pues, antes de la
cocción, propiamente dicha, sumergirlas en agua
fría durante seis u ocho horas y en agua templada
durante cuatro o cinco.
Las frutas secas (manzanas, peras, almendras,
nueces, etc., etc.) se hidratan también, dejándolas
en lugares húmedos durante tiempo determinado;
en este caso contienen de 45 a 50 de agua en vez
de 12 a 15 que debieran contenerl'en estado normal. Las nueces viejas se lavan y blanquean, pero
poco tardan en pudrirse coiio las demás frutas; es,
pues, menester tan sólo abrir algunas, a fin de percatarse del engaño.
Las legumbres que se conservan frescas por medio del procedimiento de Appert pierden sa color
natural y toman uno grisiento, que no halaga la
vista lo más mínimo. A fin de subsanar este defecto, los comerciantes emplean envases de cristal verde, lo que es de todo punto inofensivo, y también
sales de cobre que devuelven su color verde a las
legumbres. Esta es una verdadera adulteración,
pues las sales de cobre se consideran como tóxicos,
y esto sin contar que por medio de esa coloración
artificial, disimulan totalmente el mal estado de las
conservas.
Las conservas de tomates son las más falsificadas y adulteradas, y arabos fraudes consisten casi
siempre en la adición de materias colorantes. Efecto de la cocción, y a la larga, el tomate pierde su
característico color rojo, tomando un tinte obscuro mucho menos apetitoso. Además, la coloración
artificial que se obtiene de la cochinilla o .de la
cocina, sirve también para disimular las pulpas de
inferior calidad o extrañas, que los vendedores pretenden subsistuir al tomate. Las pulpas extrañas
11
más frecuentemente substituidas son la del nabo y
la zanahoria; añaden también con objeto de disimular las adiciones de agua, substancias amiláceas
y féculas mezcladas con dextrina. Estas múltiples
adulteraciones son difíciles de distinguir cuando
no bastan el olfato, el gusto y el aspectoexterior. Lo
más prudente es abstenerse de toda conserva dudosa.
En fin, las hierbas cocidas (espinacas y acelgas)
que venden los fruteros, hállanse algunas veces
mezcladas con trozos de plantas diversas y hasta
algunas tóxicas, como acónito, belladona, digital,
cicuta, etc., etc. Esta falsificación sólo puede descubrirse con ayuda del microscopio; sin embargo,
un sabor particular debe hacernos rechazar estas
mezclas,
Dr. Qustn,
Gon la epidemia de gripe se está evidenciando lo
de siempre: el poco interés que los gobiernos prestan en los asuntos sanitarios.
No basta el talento, la autoridad y las excepcionales condiciones de nuestro Inspector general de
Sanidad; no son suficientes los derroches de celo
de los inspectores provinciales; es que el Estado no
presta en esta cuestión toda la actividad debida, y
suceden así dos cosas lamentabilísimas: una, que no
se cumple lo poquísimo que hay bien legislado en
asuntos de la salud pública, otra, una carencia de
material inconcebible.
Y ahí van dos datos inmediatamente, pues nosotros no lanzamos las afirmaciones sin estar debidamente documentadas.
Los periódicos publican estos días, con carácter
oficioso, la noticia de que se han llevado al Juzgado unos individuos por negarse a ser vacunados.
¿Y qué? ¿No es la vacunación obligatoria? ¿Por qué,
pues, se da ahora esta noticia?
Pues sencillamente, porque hasta ahora no sie ha
cumplido la ley, que impone castigo al rebelde,
puesto que si así hubiera venido haciéndose no
tenía que llevarse a la prensa tamaña novedad.
Es decir, que hemos necesitado que haya muchísima viruela en Madrid (porque hay mucha), y que
estemos bajo la presión de una epidemia para poner en rigor una ley promulgada, yo no sé cuanto
tiempo hace.
Otro caso. La Gaceta publica una Real orden
disponiendo la desinfección de los vagones de los
trenes. ¿Pero no está mandado que se haga siempre? ¿No es esto rudimentario en toda policía sanitaria?
Y así sucede en toda legislación y en las Ordenanzas municipales, y los convalecientes de enfermedades contagiosas circulan por Madrid como
Pedro por su casa; y los retretes carecen de inodoros, y los coches no se desinfectan en serio, y todo
no es más que un simulacro vergonzoso.
Resumen de esto: lo paquísimo que hay legislado
en Sanidad, no se cumple en tiempos normales, y se
presenta como grandes medidas en tiempos de epidemia.
* *
La segunda responsabilidad está en la carencia
de medios sanitarios de que se dispone. Recordemos lo del cólera de Vendrell; recordemos cómo
están las provincias respecto a parques sanitarios
y comprenderemos las dificultades enormes que se
presentan en circunstancias anormales para organizar las estaciones de desinfección y aislamiento ¿Es
un secreto lo que pasó en Irún? ¿No sabemos, desgraciadamente, lo que es el cordón sanitario de la
frontera portuguesa?
*••
Desde 1914 cuenta España, votada en Cortes con
una ley de epizootias que garantiza y defiende la
salud y la vida de los animales.
|.t Desde 1915, que se presentó, no pudo conseguirse que los Cortes aprobaran una ley de epidemias.
Esto es definitivo, en cuanto a la responsabilidad
que cabe al Gobierno en estos desastres de la salud
pública.
*
«*
En la Real Academia dijo el Inspector general de
Sanidad el pasado año: «Hasta nuestros más conspicuos hombres públicos no aciertan a colocar el
problema de defender la salud y la vida de las gentes en el término preferente que le corresponde, en
relación a otras cuestiones políticas y sociales de
orden más secundario».
Esto dice Salazar, hombre reflexivo, que cuando
lanza así un juicio, jqué cargado no estará de
razón!
Dr. C a u t e r i o .
MEDICACIONES Y REMEDIOS POPULARES
Aparato digestivo —Todos sabemos que en el
niño, hasta los tres o cuatro años, la preocupación
de los padres la constituye el brote de los dientes.
Todo trastorno de salud en los bebés se achaca a
los dientes, así como más tarde las lombrices son
responsables de cualquier malestar.
Estaréis cansado de ver alrededor del cuello^de
los niños collares de ámbar o de raices de plantas
cuyo objeto es, según las madres, favorecer la salida
de los dientes.
Los collares de patas de topos se explican, porque
el topo semboliza la energía de la perforación. Es,
por esta misma razón, por la que en algunas regiones de Francia se curan^^los dolores de muelas metiendo un dedo entre la piel y la carne de un topo
macho ( i ) , y pasando enj'seguida el dedo sobre el
diente doloroso.
En los Altos Vosgos, para que los dientes de los
niños salgan sin dolor, frotan las encías de tiempo
en tiempo con cerebro dejiebre. Desde que el primer diente brota, se sustituye dicha fricción por la
de vino, de citya práctica procede el dicho de:
cuando un niño echa sus dientes, la madre debe
vender su camisa para comprar vino. Pero aun hay
otro remedio mejor, que es el frotar las encías del
niño con cresta de gallo aun]sangrante.
En otros sitios, los curanderos dicen al que padece de los dientes. Colocad sobre el diente careado
orina de buey rojo, o mejor aun, el diente de un
muerto. Esta creencia existe aún en los Estados
Unidos.
Los dientes de los muertos'gozan de mucho crédito. Un diente de un abuelo muerto, colgado del
cuello de un niño durante la Semana Santa, asegura
una dentición perfecta.
Disenteria.—Se la historia (polygonum) fué muy
empleada para curar la disentería, se debe a que su
raíz tiene la forma de un intestino. Pero, ¿por qué
se ha de meter una hoja bajo la planta del pie para
conseguir la curación? (2).
Es seguramente, por la misma razón que una
castaña de Indias o una patata llevadas en el bolsillo curan el reumatismo y las hemorroides.
Para las diarreas infantiles, las matronas colocan
un clavo sobre el ombligo del niño, durantejcatorce horas.
¿Y qué bien puede hacer en la disentería beber
el enfermo agua, en la cual se introducen guijarros
de río enrojecidos en el fuego? Misterio.
Alcoholismo.—¿Porqué para quitar del vicio de
la bebida a un borracho se le hace beber leche
de burra o de yegua, en la cual se haya muerto una
ostra? Es un problema que no hemos resuelto, pero
que da muy mal resultado, pues en Charentes, que
es donde se emplea, los curdos forman legión.
Ictericia.—Para la ictericia todos los remedios
reposan en la terapéutica por semejanza, además
del azafrán, el limón y otros, en el Postan se emplea la zanahoria de la siguiente manera. Se toma
una gran zanahoria, se aplasta y se orina sobre ella
durante nueve días, al llegar el noveno, la ictericia
está curada.
(1) Trousseau ha señalada esta medie ción singular en sus
«Conferencias sobre el Empirismo». «¿Sabéis—decía—cómo en el
campo los empíricos curan los dolores? Es muy simple. Cuando el
domingo van a misa—esta condición es imprescindible—y encuentran un topo macho lo cojen y lo aprietan con las manos hasta qun
lo ahogan. En tanto que sus manos no hayan sido lavadas (y abusan muy poco del jabón), son aptos para curar toda clase de enfermedades».
(2) Esta teoría de la medicación a distancia estaba muy extendida. Por ejemplo, bajo pretexto de gue la araña curaba las fiebres,
un periódico de medicina inglés, de 1745, recomendaba entre la
cuartena encerrar una araña en la cascara de una avellana y de
llevarla consigo. Estas ordenanzas eran—dice seguidas en los Estados Unidos en 1861. El padre de la Filosofía, fin de siglo, *l ilustre Schopenhauer, usaba este remedio contra la fiebre.
ESPAÑA MEDICA
21
En las Ardenues/se aplica una tenca sobre )a
boca del estómago; al pudrirse, el pescado amarillea, es la bilis que se va.
Hidtopesia —El sapo tiene la propiedad de absorber la humedad, por eto la piel de sapo seca y
pulverizada en infusión con tila es aconsejada en
elGolfo de Gascuña. Igualmente se puede cortar
un trozo de rana de estanque y colocarlo sobre Jos
rifiones.
Enfermedades del cerebro.—Para curar un alienado, es suficiente darle mucho ajo en los alimentos durante cuatro años, Si tiene una crisis de melancolía y queréis que desaparezca, debéis ponerle
durante tres horas dos ianches vivas bajo los pies.
Es el cosquilleo producido por este pescado en su
agonía el que hará reir al enfermo. ¿Puede sei? Es
algo parecido al consejo de colocar una sardina
debajo del talón para hacer desaparecerla jaquees.
¿Queréis detener la crisis de un epiléptico? Picarle con un alfiler bajo la uña del dedo pequeño de
la mano izquierda, o bien ponedle en la planta del
pie una cataplasma de lombrices de tierra, o aun
mejor, taparle la cara con un lienzo obscuro; y, por
último, cuando la crisis haya pasado, y con objeto
de evitar su repetición, haced beber al enfermo en
un vaso de vino tres gotis de sangre tomadas del
quene de un gato negro, o mejor aun, que el enfermo coja dos gansos blancos, que los coloque en
cada sobaco y que corra en círculo muchas veces
al día.
No hay nada, dice Plinio, que se deba preferir
para el tratamiento de la epilepsia que un lagarto
eventrado con una caña.
Dr. Cabanés.
I Congreso Nacional de Medicina
que se celebrará en Madrid bajo el augusto patronato de 5 . M. el Rey D. (Alfonso XIII
(Coniittuación.)
COMUNICACIONES
«La verdadera teoría de la esquiascopia».—Doctor Manuel Márquez, Madrid.
«Experiencia de cinefotoscopia (esquiascopia)».
Dr. Tomás Blanco, Valencia.
«Tratamiento de la queratitis». —Dr. Guillermo
Sánchez Aguesta, Granada.
«Flebitis tuberculosa de la retina». «Retinitis
proliferante». «Nuevo caso de esporotricosis primitiva del reborde orbitario».—Dr. Félix Fernándel Balbuena, Gijón.
El deslizamiento o autoplastia conjuntival y la
cura decomprensiva en algunas afecciones oculares» . «Presentación de un nuevo dispositivo para
mantener asépticas las suturas esterilizadas y autoclave».—Dr. Francisco Bordas, Barcelona.
«Tuberculosis de la conjuntiva. (Dos casos curados). Su demostración con el aparato de proyecciones.—Dr. Basterra Santacruz, Madrid.
«Mi colgajo para la extracción de la catarata.—
Dr. Tomás Barraquer, Madrid.
«Caso clínico de catarata negra».—Dr. Baldomcro Castresana, Madrid
«Del procedimiento de la extracción de la catarata por medio de la ventosa».^-Dr. Baldomcro
Castresana, Madrid.
«Caso clínico de voluminoso tumor del nervio,
óptico en una joven de veintidós años, por la vía
transpalpebroconjuntival, conservando el ojo. Presentación de la fotografía de la enferma y pieza patológica».—Dr. Manuel Dolcet, Barcelona.
«Caso de tumor mixto de la glándula lagrimal
orbitaria en un hombre de cuarenta y cinco años,
operado, conservando el ojo con integridad de la
yisión. Presentación de fotografías».—Dr. Manuel
Dolcet, Barcelona.
«Síndrome de Marcus Gunn».—Dr. Manuel Marín Amat, Almería.
«Curación espontánea del desprendimiento de la
retina».—Dr. Manuel Marín Amat, Almería.
«Investigaciones sobre la regeneración de las
membranas profundas oculares».—Dr; Muñoz
Urra, Talavera de la Reina.
<U]cera subepitelial progresiva de la córnea».—
Dr. F. Ángel Chavarria López, Calahorra.
«Los rayos ultravioletas en oftalmología».—
Dr. Pablo Subirá Marquet, Barcelona.
«La sutura de la córnea de la operación de la
catarata».—Dr. Manuel Márquez, Madrid.
«Concreciones en los cálculos lagrimales».—
Dr. Ramón Castroviejo Nobajas, Logroño.
«El absceso ciscunscrito de la esclerótica».—
Dr. Manuel Menacho, Barcelona.
«Resultado de la extirpación del saco lagrimal».
Dr. José García del Mazo, Madrid.
«La nieve carbónica en oftalmología». —Dr. José
García del Mazo, Madrid.
«Estudio anatomo patológico de la degeneración
nefrítica de la retina» (Proyecciones).—Dr. Francisco Poyales, Madrid.
«La reacción del poro coloidal y su importancia
en la oftalmología» (Proyecciones).—Dr. Francisco Poyales, Madrid.
«Sobre el diagnóstico bacteriológico de la tuberculosis ocular».—D. Francisco Poyales Madrid.
•
«Sobre la sutura de la córnea en la operación de
catarata; sus ventajas y necesidad de practicarla sistemáticamente».—Dr. Antonio Oliveres, Tortosa,
Tarragona.
«Tratamiento del ¿racoma».—Dr. Jesús Galindez
y Rivero, Madrid.
«Tratamiento de las dacriocistitis o rijas agudas
y fistulizadas».—D. Jesús Galindez y Rivero, Madrid.
«Aportación clínica a la rftalmología; casuística
de un curso de oftalmología en la Facultad de Medicina de Valladolid».— Dr. Mariano Sánchez y
Sánchez, Valladolid.
SECCIÓN X
Otorrinolaringología.
Presidente: Dr. D. Ricardo Botey, Plaza de Cataluña, 25, Barcelona.
Secretario: Dr. D. Fernando Casadesús, Arenal,
20, Madrid.
TEMAS OFICIALES Y PONENCIAS
Procedimiento de elección para la laringuectomia.
Dres. Francisco Antolí Candela, Valencia, y Juan
Pórtela. Cádiz.
Tratamiento endobronquial del asma.—Dr. Falgar, Barcelona.
COMUNICACIONES
•s Tratamiento del cáncer laríngeo por la intubación radífera y por la laringotomía con aplicación
de radio». Tratamiento del cáncer exoíágico por el
cateterismo radífero». «Varios instrumentos otorrinolaringológicos». —Dr. Ricardo Botey, Barcelona.
«Indicaciodes de la trepanación mastoidea».—
Dr. Luis Sufié Medán, Barcelona.
«La ozena, un nuevo origen y algo sobre el tratamiento».—Dr. José María Serra de Martínez,
Barcelona.
«La operación de grunert en el tratamiento de
las tromboflebitis primitivas o secundarias del golfo de la yugular interna». — Dr. Daniel García
Horm aeche, Bilbao.
«Algunas consideraciones sobre el tratamiento
quirúrgico de la sinusitis maxilar».—Dr. Joaquín
Canalejo, Arizcún.
«Cooperación de la ortodoncia en la respiración
nasal».—Dr. Luis Subirana, Madrid.
«Sobre un procedimiento original de turbinectouiía conservadora».—De. Ernesto Botella, Madrid.
«Tuberculosis óptica. Deducciones de caso clínico».—Dr. Julio Mateo y Diez, Campillo de Altobuey.
«Resultados de propia experiencia en la laringuectomia total por cáncer». «Aplicaciones del radium en el cáncer laríngeo y su va!or respectivo».
«Labronquioscopia en la extracción de cuerpos extraños en niños de pecho». «El nistagmus vestibular
durante la rotación». «Alteraciones del nistagmus
y de las sensaciones vertiginosas en los cambios
de posición de la cabeza durante la prueba térmica». «Contribución al estudio del mecanismo y de
la génesis de los fenómenos laberínticos».—Dr. Antonio G. Tapia, Madrid.
«Estudio clínico de algunas faringopatías. O b servaciones anatómicas sobre los X y XI pares craneales».—Dr. José Megías Manzano, Granada
«Laringuectomia y radium en el cáncer laríngeo».
«Cirugía endonasal de las vías lagrimales».—Doctor Falgar, Barcelona.
«Esofagismo y esofagitis».—Dr. J. OUer, Barcelona.
«Notas clínicas sobre el tratamiento vacunoterápico de las otitis medias supuradas simples y con
masioiditis».—Dr. Ignacio Fernández Seco, Madrid.
«Las soluciones de Menciere, Carrel y otras análogas en el tratamiento de las otitis purulentas».—
Dr. A. Martín, Barcelona.
« Adenopatías traqueobronquiales con compresión bronquial» .—Dr. Víctor Fairén Gallan, Zaragoza.
«Estudio clínico de las laringitis pultáceas».^
Dr. Enrique Prada Vizmano?, Madrid.
«Resultados lejanos de los vaciados petromastoideof».—Dr. Ernesto Botella, Madrid.
«Oclusiones coanales congénitas».—Dr. M^irio
de Gondraj Bilbao.
«Contribución al tratamiento quirúrgico de las
laringo estenosis a g u d a s » . ^ D r . S. García Vicente, Madrid.
«Ensayo de una orientación en el estudio del
ozena».—Dr. Francisco Rueda Carrero, Madrid.
«Comentarios a una operación de Grun'írt». Dr. Francisco Rueda Carrero, Madrid.
aModificación racional en la técnica de la laringuectomia total».—Dr. Francisco Rueda Carrero,
Madrid.
«El tétanos como complicación de la otitis media supurada».—Dr. Rafael Vilar Sancho, Valencia.
«La rinitis atrófica ocenatosa es susceptible de
ser transformada en atrófica simple». —Dr. Rafael
Vilar Sancho, Valencia.
«Tratamiento de las otitis medias agudas supuradas con mastoidititis por autovacunación. Nota
clínica».—Dr. Esteban González y Diez, Gijón.
«Un caso de sífilis terciaria del estómago».—
Dr. Juan Pórtela Rodríguez, Cádiz.
((Cuerpo extraño detenido siete meses en el esófago de un niño».—Dr. Juan Pórtela Rodríguez,
Cádiz.
«Mi manual operatorio en la trepanación de
ciertas formas de sinusitis frontales».—Dr. Fernando Casadesús, Madrid.
«Un caso de osteomielitis invasora de cráneos.
Dr. Fernando Casadesús, Madrid.
«Anatomía patológica y tratamiento de la angina de Vincent».—IDr. José Gay y de Montella,
Barcelona.
«Cuando se debe operar las vegetaciones adenoideas».—Dr. Luis Infante y de Ortiz, Salamanca,
«Complicaciones postoperatorias consecutivas a
la extirpaciones de los cornetes inferiores y otros».
Dr. Luis Infante y de Ortiz, Salamanca.
«Litiasis de los conductos excretores de las glándulas salivares».—Dr. Olegario Sánchez Calvo,
Madrid.
«Dos casos de complicación óptica poco frecuente».—Dr. Bertrán y Castillo, Madrid.
«La fonación artificial de los laringuectomizados. Sus progresos durante estos últimos años en
España». —Dr. Fernando Casadesús, Madrid.
«El bacilo de Pérez como agente productor de
la ocena. De la presencia de este bacilo en las dacriocistitis de los ocenosos. Lesiones anatomopatológicas de tales sacos sacrimales».—Dr. Víctor Fairén, Zaragoza.
«Caso notable de tolerancia esofágica. Cuerpo
extraño (moneda) seis años detenido en el esófago».—Dr. José Pérez Mateo, Murcia.
«Las piezas dentarias en el esófago y su extracción fsofagoscópica».—Dr. José Pérez Mateos,
Marcia.
SECCIÓN XI
Electrología y radiología m é d i c a s .
Presidente: Dr. D. Celedonio Calatayud, Reina,
35 y 37, Madrid.
Secretario: Dr. D . Julián Ratera, Bárbara de
Braganza, 14, Madrid.
TEMAS OFICIALES Y PONENCIAS
Indicaciones de la radioterapia
profunda.—Doctores Julián Ratera, Madrid, y Agustín Frió y César Comas, Barcelona.
La termopenetracióij. {diatermia) y sus aplicaciones clínicas.—Dr. Luis Cirera Salse, Barcelona.
Za radioactividad en terapéutica.—Dr. Celedonio
Calatayud, Madrid.
[Continuará)
ESPAÑA MEDICA
n
Ni tristes ni alegres.
Antes de llamar al médico, procurad [oh ¡ectoresl conocer su carácter.
Hay médicos tristes como cipreses, y médicos
regocijados y bulliciosos como castañuelas. Cualquiera de los dos os proporcionarán disgustos.
Yo tuve un ligero dolor de ríñones no hice muchos días, y mi familia, que se alarma por cual
quier cosa, pues teme, y no sin fundamento, que el
^'"K;í'?V'f^*"
,^
.^^_,.
.....
Baai
día de mi muerte será el último de alimentación,
fuese en busca del médico.
—¿Es aquí donde reclaman los auxilios de la
ciencia?, preguntó con acento solemne el doctor
Ahogavidas. dirigiéndose a la criada.
—Sí.
señor, aquí; pase usted, contestóle ésta.
El doctor hizo su entrada en mi alcoba con paso
majestuoso, acercóse a mi lecho, púsose las gafas y
comenzó a formular una serie de preguntas que me
helaron la sangre en las venas.
—¿Qué siente usted?
—Dolor en los ríñones.
Follefón de ESFHNB MEQICH
Dr. Enrique de Madrazo
Herencia y educación
DRAMA E N DOS ACTOS Y EPÍLOGO
(CONTINUACIÓN)
MARQ.—(Se encara con DiaboUna, que acobardada se estremece. Con sus im-pertÍ7ientes la
examina con iinperiniente curiosidad.:) ¡Estos
caballeros de la corte caen en unas vulgaridades campesinas ! {Mira con desprecio ; se vuelve y airada sacude con el látigo la jalda.)
DuQ.—(/lirado da un paso hacia la Marquesa.)
i ¡Marquesa I
MARQ.—[Con ironía y sublime desprecio.) ¡ La
poesía bucórca pasó de moda por cursi I ¡ Vamos,
señores! (La Marquesa hacia el foro altioa. El Duque como si quisiera
detenerla
airado. Popín con ma'a cara da dos pasOs hacia el Duque. Angelita y Manolo un grupo.
Don José y Norberto parados con
extrañeza,
y DiaboUna, altiva y soberbia, se yergue
echando chispas por los ojos. 8e oyen las
trojnpas de caza llamando a los cazadores al
tiempo que salen.\
TELÓN
ACTO
La misma
SEGUNDO
decoración
del
acto
primero.
ESCENA PKIMERA
DON
JOSÉ
y
ANS,—[Entra por el fondo.
ANSÚEEZ.
Don José vien^
de
—Malo. ¿Advierte usted dificultad en la respiración? ¿Nota usted cierto desequilibrio cerebral? ¿Ha
escupido usted sangre coagulada? ¿Le duele a. usted
el bazo?
—No,
señor.
—Bueno. Hay lesione que no salen a la superficie ni ofrecen síntomas claros, y la lesión que usted padece es una de ellas. Necesito conocer los
antecedentes de usted.
.
—Pues yo soy de Vigo, hijo de padres pobres,
pero honrados; estuve en relaciones año y medio
con una señorita que me dejó por un teniente...
—No pregunto nada de eso. Necesito saber si
tiene usted humor...
—Sí,
señor; suelo estar alegre, a pesar de lo caro
que se ha puesto todo.
—Quiero decir si tiene usted humor herpético.
—Lo ignoro.
—Indudablemente, usted es herpético. Bien; voy
a darle a usted un cocimiento para los ríñones, y
luego una untura para qUc se la beba usted en dos
veces, digo, no, el cocimiento es para beber, y la
untura para untarse. Si con la untura no desaparece la C0S2, habrá que hacer una operación.
—¿Grande?
-Sí,
bastante grande; es decir, ancha; habrá qiie
abrir unos diez centímetros de vientre.
—¿Nada más?, dije yo; y me desmayé de espanto.
El doctor arrojó la caña de Indias que llevaba
en la mano, remangóse las mangas del gabán y se
lanzó sobre mí como si fuese a estrangularme.
—¡Un síncope!—dijo. Ya sabía yo que este enfermo está grave... A, ver una servilleta, el cuchillo
de la cocina, una jofaina...
—¿Le va usted a matar?—preguntó la doméstica
alsrmadísima.
—No;
vamos a ver si podemos abrirle la boca
rara que no se ahogue.
En aquel momento yo volvía en mí, y por poco
me muero del susto al ver al doctor blandiendo el
cuchillo de la mano diestra y apoyando la siniestra
en mi garganta.
Después de escribir ocho o diez recetas y de llamar aparte a mi familia para decirla que era muy
probable que yo me muriese entre ocho y ocho y
media de la noche, el doctor se fué con el rostro
avinagrado y la mirada mortecina.
¡a habitación de DiaboUna.) Aquí me tienes,
ilustre pedagogo.
I)ox J O S É . — S u p o n g o que no será nada. Estas
muchachas. Y sobre todo cuando se tienen
las nerv'os de Diabolina.
Axs.—-¡ D'abolina 1 ¡D'abolina! E a , vamos a
ensayar el coro.
J)í>>; J O S É . — ¿ T e han d'cho?
Ass.—¿Qué?
DON J O S É . — M a l h a y a la hora en qué se le ocurrió al Duque...
ANS.—-Ah, vamos, sí. ¡ L a s fiestecitas! ¡Los
bailes!
DON J O S É . — U n desaire a Diabolina.
A N S . — ¿ U n desaire? ¡ M a l o !
DON J O S É . — D e l a n t e de i>odos. ¡ U n escándalo! A S Í es que la pobre...
Axs.—¿Conque un escándalo? E l geniecito,
allá le tiene.
DON
JOSÉ.—Ya
ves.
ANS.^—Poco bueno traerá el Duque. H a venido,
deslumhrar a estas gentes, que no ven las
satisfacciones de la vida más que por el traje
y el mantel.
DON JOSÉ.—Nuestra labor peligra.
A N S . — Y a , , ya.
DON
JOSÉ.—(Como invitando a que vea a Diabolina.) Mira, t ú que entiendes de los nerv'os haz el favor de ver a Diabolina.
A X S . — ¿ Y o ? Lo mejor es dejarla tranquila.
DON J O S É . — ( A la puerta de la habitación de
Diabolina.) Tú, Angelita, dile a Diabolina
que entre, que está aquí el Doctor (A Ansúrez.); por supuesto, yo creo que ya se le ha
pasado.
ANS.—(Aparte dudando.) ¿ P a s a d o ? (A Don
José.) Sí, el carácter de Diabolina va y viene.
Y no varió de actitud durante los tres días que
estuvo asistiéndome. A mí ya no me dolía nada,
antes al contrario, sentía un gran deseo de salir a
la calle y de comer de todo, y hasta de dedicarme a
la bicicleta; pero el doctor exclamaba con fúnebre
acento:
—¡Mucho cuidadol Nada de alimentación ni de
ejercicio. Procure usted conservar siempre la misma postura para que no sigan rompiéndose los vasos
sanguíneos.
—¿Se me han roto muchos?—preguntaba yo.
—Pasan de doce.
Un día, harto de medicinas y de vaticinios lúgubres, salté de la cama y me fui a los toros. Cuando llegó el doctor a mi casa y supo que había salido
a paseo, después de haber arrojado por el balcón una
botella de dos litros de cocimiento y tres cajas de
pildoras y otras tres de pomada verde y dos docenas de sanguijuelas vivas, comenzó a decir que él
se lavaba las manos, y que yo dejaría de existir de
un momento a otro.
No he dejado, como ustedes ven, pero estoy decidido a morirme definitivamente antes de traer a
mi casa un médico triste.
Si me dan a escoger, prefiero que el doctor sea
como uno que asistió a la señora de Cachiano.
Aquel entraba en la alcoba cantando el pasodoble
ESCENA II
D i c h o s ; ANGELITA y después DIABOLINA.
ANG.—(Deteniéndose a la puerta, vuelve la cabeza.) B u e n a s tardes, doctor. (A DiaboUna.) Anda, mujer. (A Ansúrez.)
¿Verdad
que le conviene tomar el aire?
DU\
JOSÉ.—Naturalmente.
A.NS.—(.4 DiaboUna que aparece.) ¿Pero qué
es eso, Diabolina?
A N G . — N a d a ; dice que no va al ensayo. (Ya
a Diabolina.) ¿Y por qué no?
DiAR.—(De malhumor.)
Ya lo sabes, este dolor de cabeza.
DON J O S É . — ¿ D e veras no vienes?
A N S . — V a m o s , Diabolina, ¿los nervios, e h ?
AxG.—i La marquesa, qué orguUosa! ¡Y ese
antipático duque !'
DiAB.—(De mal humor.) Y dale con el duque.
DON J O S É . — E l l o s estáci mejor en sus palacios
y nosotros en nuestra aldea.
A N S . — A h o r a al ensayo. (A DiaboUna con intención.) Esos picaros nervios...
DON
J O S É . — N o faltaba m á s . (A
DiaboUna.)
L o que es hoy... (Por Ansúrez.) N o me deja
dé la mano. (A Angelita.) Tienes que dar un
vistazo.
XANG.—(A Diabolina.) ¿Da modo que te quedas?
A N S . — ( A Don José.) T e n e m o s que ver e n su
casa a los héroes de la fiesta. L a s novillas
blancas de- la carreta. L a carreta vestida de
laurel y roble; dejaremos para después el
trono de los viejos.
ANG.—(Poniéndose una manteleta.)
E s una
hermosura de fiesta.
(Se continuará)
16
ESPAÑA MEDIDA
de £¿ tambor de granaderos, y en seguida cogía una
servilleta y se la ataba a la frente para provocar el
regocijo de la enferma.
—Vaya, ya estoy convertido en cocinero, gritaba . Ahora voy a hacer albondiguillas. ¿Por dónde
quieren ustedes que empiece a cortar?
Y cogía un brazo de la enferma y lo limbiaba
con el pafiuelo,'fingiendo que se lo iba a amputar y
a hacer después picadillo.
Cuanto más triste estaba el señor de Cachiano,
más se reía el doctor.
—¡Hombrel ¡No sea usted tonto! Esta señora no
tiene nada. Un tumor interno en el vientre. Y eso
¿qué es? Ba, que se levante y se vista y se vaya con
usted a las Ventas del Espíritu Santo a correr una
/ « í r ^ a . ¿Saben ustedes quién se casa? El general
Espartero con la Cibeles, Tararí, tararí, pi, pi.
El Sr. Cachiano tuvo que echar de casa al doctor para que no volviese loca a aquella desgraciada familia y para poder conservar el mobiliario,
pues el doctor, en vez de recetar, se sentaba en las
mesas o se suLía a las sillas o se tumbaba de espaldas sobre el sofá del gabinete.
bre, se desestima la pretensión de los solicitantes y
se dispone que esta resolución se publique en los
periódicos oficiales para evitar nuevas consultas
sobre el particular e infracciones posibles a los preceptos de la ley del Registro civil y del Real decreto de 4 de Enero de 1915.
Ha fallecido en Madrid la respetable y virtuosa
señora doña Adelaida Soto, madre de nuestro muy
querido amigo el ilustre ginecólogo ü r . Luis Soler.
Sabe el Dr. Soler cuánto es el afecto que le tenemos, y, por tanto al enviarle nuestro pésame, lo
hacemos compartiendo con él muy sinceramente
su pena.
En la apertura de curso de la Universidad de
Zaragoza hizo el discurso inaugural el catedrático
de Medicina, Dr. D. Félix Cerrada, versando acerca de los problemas de segunda enseñanza.
La Asociación de la Prensa ha nombrado médicos especialistas de Dermatología y Sifilografía,
res'pectivanente, a nuestros buenos amigos los doctores Vicente Jiménez y Sánchez Covisa.
Falleció en Madrid el Dr. D. Manuel Frade Barón, subinspector de Sanidad militar, retirado.
—En Teis el médico titular Dr. Julio Alfonsín.
Compuesto de Petroselina y Mentol. Emenagogo-analgésico poderoso regulador del flujo
menstrual. Combate con gran eficacia las
dismenorreas, amenorreas y menopausias.
Da empleo útil en partos difíciles. Tolerancia absoluta. No es abortivo. Preparado por
Monsieur P . T a i l i e u r , en Fontainebleau
(Francia)
s JahOn de sales de LA TOJA
Facilitamos en el acto y enviamos a provincias
cuantos pedidos se nos hagan. Certificado médico,
Análisis de leche. Laboratorio propio a cargo de
reputado Dr. Urquiola.
Al efectuar el pedido (por correo o telégrafo) exprésense ios meses del niño y remítase por giro
postal telegráfico el importe del viaje, más 40 pesetas de nuestros honorarios a nombre de: Director
del Mercantil Palace, Jacometrezo, 62, Madrid.
• • • »
Por el Ministerio de Instrucción pública ha sido
encargado de desempeñar la cátedra de Histología
déla Facultad de Medicina de Santiago, vacante por
fallecimiento del Dr. Río y Lara, nuestro querido
amigo, el auxiliar de aquella Escuela, Dr. Villar
Iglesias.
HEIIIA6EIIE TAILLEUR
EN EL CUARTO PC GUARDIA
Bagatela.
La mayor parte de los hombres tiemblan lo mismo cuando van a operar que cuando van a ser operados (Langenbeck).
Celebrando el alivio.
En el teatro le toca a un médico sentarse al lado
de un cliente suyo, el cual le dice, antes de empezar el primer acto, que toda la noche anterior se la
había pasado tosiendo.
—Esta noche está usted mejor—observa el médico al bajarse el telón—¡pues sólo tose usted en los
momentos interesantes del diálogo.
¡El colmo de la aplicaciónl
—De modo que su chico es muy aplicado.
Calle usted Sobre todo por las matemáticas es
un portento. Tan aficionado es a los cálculos, que
]hasta jos tiene en la vejiga de la orinal
La Gaceta anuncia a oposición lo plazas de farmacéuticos segundos de Sanidad militar, las cuales
empezarán el próximo día 15 de Noviembre.
TERftPEUTICft FRftCTICa
Los médicos del Registro civil, de Santander, elevaron instancia al Ministerio de Gracia y Justicia
en solicitud de que se dicte una disposición de carácter general, declarando compatibles los cargos
de médico del Registro civil y titular del Ayuntamiento; y por real orden, comunicada per el señor
ministro e inserta en \a Gaceta del 24 de Septiem-
Fefia Castillo (Santander)
Sanatorio médico destinado a enfermos de!
aparato digestivo, nutrición y neurosis.
Director, Dr. Moralee
Adoptado en todo^el mundo, pues es el único
que a su eficacia para curar y evitar las
afecciones de la piel, une la condición defser
un producto exquisito de|tocador, por su
fino perfume y la abundancia y autosidad de
de su espuma
Por su singularidad de disolverse en cualquiera agua, por salitrosa que sea, se hace
ifidispens&ble a los señores cirujanos que
pueden utilizar el Jabón de LA TOJA, con
soluciones de sublimado, cloruro] sódico y
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