El Romanticismo 1 EL ROMANTICISMO LA FILOSOFÍA DE LA HISTORIA COMO DISCIPLINA AUTÓNOMA La filosofía de la historia sigue presidida por la idea de progreso, pero de una forma diferente a las ilustradas. Algunas obras anteriores contienen la tensión entre el sujeto y la historia, que se resolvía a favor del sujeto. Pero con los románticos ocurre lo inverso, se polarizan hacia la historia. El romanticismo parte de la distinción, no de la identidad; pero ambos intentan reconciliar sujeto e historia. Hay una escala o jerarquía vertical entre los pueblos, que resulta de aplicar a todos el mismo patrón (ilustración), o que la historia elabora en su mismo desarrollo (romanticismo). En el romanticismo, la historia es el punto de partida de toda reflexión sobre el conocimiento, incluido el sujeto, no como hacia la Ilustración, historia desde el sujeto. Ahora se subraya la historicidad de todo saber, del propio sujeto. El hombre no es un foco, sino que adquiere cierto espesor, una sustantividad histórica. Y esto mediatiza y singulariza todo proceso histórico, relativizándolo. Las ciencias humanas empiezan a desarrollarse con fuerza y se rebelan contra el monopolio de la física. La Historia se hace punto de partida de toda reflexión moral, económica,... Y las relaciones entre los hombres se dejan de pensar en términos universales y eternos, para hacerlo en términos de relatividad espaciotemporal. Ahora el estado y la sociedad no se piensan desde el sujeto; el sujeto es pensado desde categorías colectivas (nación,...) que evolucionan en la Historia. Son los auténticos protagonistas de la historia y otorgan a cada individuo su finalidad propia. Hay una radical diferencia entre los hombres, debido a la diversidad de espacios y tiempos: hay diversas formas de conocer, de sentir... Todas estas formas son legítimas igualmente si las analizamos desde el punto de vista del todo, porque todas contribuyen a la consecución de la meta de la Historia. ¿Qué relaciones mantienen entre sí estas realidades?, ¿es posible la armonía? Los románticos explican esto desde el progreso, pero un progreso distinto al de la Ilustración (ejercicio de una racionalidad propia de una elite). Su idea es de corte dialéctico: hay una diversidad de formas históricas cuya validez está limitada por la de otras. ¿Cómo se establece la escala valorativa? No tendremos un modelo intemporal, una verdad establecida desde fuera; sino que la lógica interna de la historia es la que empuja a los hombres hacia delante, y subsume unos procesos en otros, que están más cerca de la meta. Los pueblos que consiguen dominar a otros son los superiores, es decir, se consigue la abolición de los inferiores. Podemos pensar que esto es más humano que en la Ilustración, que pretendía imponer Europa al mundo; pero el romanticismo es más implacable. Los dominadores no se basan en un modelo universal discutido, sino en la superioridad física. Se idealiza, se impone un ideal, y se domina. La asimilación de las ideas francesas en Alemania fue lenta y dura; influida por la propia tradición alemana: proponen obras nuevas que hacen despertar el sentimiento nacionalista. Rousseau influye. En 1871 se da la unificación formal de Alemania, y el romanticismo alcanzó aquí su máximo desarrollo. Se protesta contra un orden social que se entiende grotesco. La Ilustración había concebido la naturaleza como un todo mecánico; los románticos lo harán como un todo orgánico, dotado de vida propia. Serán también más sensibles al pasado, lo cual se ve en el triunfo de la novela histórica. Sus textos Filosofía de la Historia El Romanticismo 2 están impregnados de un fuerte relativismo cultural e histórico. Su filosofía de la historia surgirá en las últimas décadas del S. XVIII, como opuesta a la de la Ilustración. En todas las filosofías históricas románticas, la historia está presidida por un principio absoluto. Dependiendo del contenido hay dos posibilidades: 1. Comienza con HERDER y culmina con RANKE, fundador de la escuela histórica alemana. La naturaleza del principio absoluto es irracional. Puede tener que ver con el sentimiento, con la belleza, pero no con la razón. Estos favorecen la ciencia histórica en lugar de la filosofía de la historia. 2. Parte del idealismo postkantiano y culmina en HEGEL. Su terreno es el de la filosofía de la historia, no de la ciencia histórica. El desarrollo histórico se analiza mediante el reconocimiento de la racionalidad que está detrás. El principio absoluto es la razón, que es inmanente a la historia. HERDER Johann Gottfried Herder (1744-1803), nacido en la ciudad de Mohrungen (hoy es Polonia y se llama Morag), es el autor de la primera visión romántica de la historia. Fue discípulo de Kant, pero se opuso a la filosofía trascendental, intentando demostrar que el origen del conocimiento está en las sensaciones del alma y las analogías que establece. Se opone al sentido histórico de la Ilustración para destacar que la historia como evolución y crecimiento es característica de todas las realidades naturales. Donde mejor se manifiestan las leyes generales de la historia, es en la historia humana. Hay que intentar describir la evolución del hombre desde sus condiciones iniciales en la naturaleza. Todo en la historia parece a la formación de la humanidad. Pero para ello han de recorrerse etapas graduales cada una con su valor propio, que nos llevan a una sociedad basada en la razón y en la justicia. Todo esto se produce de acuerdo a leyes naturales. Por ejemplo (recordar la gradualidad de una idea de perfección): 1. Todo sistema debe alcanzar una especie de perfección (resultado de las fuerzas que lo componen) para permanecer. 2. Toda perfección es un conjunto de fuerzas combinadas, limitadas entre sí, y se halla en un máximo parecido. 3. Si un ser se halla alejado de este centro de verdad, bondad y belleza, tenderá a él. Además describió la historia del mundo, y de una serie de pueblos (China, India, Grecia...) prestando especial atención a los europeos. De Europa dice que ha llegado a su situación brillante debido al clima templado, la multiplicidad de pueblos e ideales y las relaciones con los demás pueblos. Por eso ha logrado una sociedad activa. La humanidad se identifica para él con la belleza, la verdad y la bondad. No es capaz de determinar que la historia tenga una sola trama (por su escepticismo) y esto le lleva a una mera contemplación estética de la historia. La historia es el resultado de dos fuerzas: naturales y espirituales. Hay que tener en cuenta el ambiente físico de una nación, pero reconociendo que todo Filosofía de la Historia El Romanticismo 3 pueblo está animado por un cierto espíritu, que se manifiesta en cada gesto. Habrá por lo tanto una diversidad de espíritu de los pueblos. Con estas ideas, la historia que diseña suele tender hacia el colectivismo: “Yo no soy nada, el conjunto lo es todo”. El espíritu de un pueblo es para Herder la forma de vida de sus individuos, sus costumbres, sus hábitos, su lengua, su manera de sentir, su religión, sus metas,... todo lo que se transmite de una generación a otra por la educación. Pero lo más importante, donde se expresa el alma de un pueblo, su carácter e inteligencia, es en el lenguaje. El ambiente geográfico es el que modela las distintas razas que existen en los hombres. La naturaleza humana no es universal, está diversificada, pero existe una raza más elevada, superior, la raza histórica, que progresa con el tiempo y tiene su centro privilegiado en Europa. La perfección está en la infinitud: la experiencia infinita es lo que reúne en sí toda experiencia. Herder acaba divinizando la historia, porque la ve como un gigante que necesita devorar continuamente personajes y pueblos para poder desarrollarse. Estos reciben a cambio el honorable honor de alcanzar la inmortalidad, al fundirse con la historia y ser fagocitados por la divinidad. Todas las aportaciones contribuyen al progreso de la historia. Lo que no está muy claro son las distintas manifestaciones culturales: armonía o conflicto. Parece que cuantas más, más cerca de la infinitud y por tanto de la perfección. Cada individuo debe preocuparse de su meta propia, de desarrollar la capacidad con que ha sido dotado y olvidarse de la historia porque contribuye a ella ciegamente. Contempla la historia como proceso de identidad finito-infinito. Cada fase de la historia es una realización del universal. El principio absoluto va desarrollándose y creciendo con lo particular, en un progreso. Este progreso lo explica con la metáfora de las edades del hombre. En esto no se diferencia de los ilustrados, aunque él llama la atención acerca de esto; hay que usarlo con cuidado, para recoger la rica variedad de los pueblos. 1. Infancia: Oriente bíblico (diferente de China, Voltaire). Además existe una sola pareja como origen. 2. Adolescencia: Egipto antiguo. 3. Juventud: Grecia. 4. Madurez: Roma. Al invadir el imperio los germanos rejuvenecieron la historia, y es esta conquista. El mundo moderno, que es todo lo significativo históricamente es obra del pueblo germano. Aquí abandona esta imagen y compara la humanidad con un árbol. El tronco son los pueblos germanos; la savia nueva creada por la historia será la religión cristiana, que en manos de los alemanes da orden y seguridad al mundo. La Edad Media fue un estado de preparación. Filosofía de la Historia