Una persona mal educada Una persona mal educada, es una amenaza para la sociedad. Porque ¿qué se espera de una persona que es grosera, altanera e irresponsable? No se pueden esperar buenos frutos de alguien que no conoce el respeto por el otro, no lo tolera y no lo comprende. Una de las características fundamentales de estas personas es la falta de ciertos valores y virtudes, los cuales consideran ridículos e innecesarios, como son el respeto a los demás, la serenidad o la amabilidad. En muchas ocasiones son personas con afán de protagonismo y un alto grado de egocentrismo, lo que les lleva a pisar a los demás si lo consideran necesario, creyendo que intimidándolos se ganarán su respeto. Los niños desde pequeños imitan actitudes y comportamientos. Si en los círculos en los que se mueven no se respira un ambiente de respeto, difícilmente aprenderán a vivir con ciertos valores. El desarrollo social de los niños se basa fundamentalmente en tres círculos: la familia, el colegio y su grupo de amistades. Los tres van a tener una influencia importante en el desarrollo de su personalidad y de su comportamiento en sociedad. Difícilmente una persona adquirirá buenos modales o tratará con respeto a los demás si en el ambiente en que su vida se desarrolla, estos conceptos no existen. Una persona mal educada puede molestar a cien. Una persona mal educada es una amenaza para la sociedad porque es alguien que no conoce el respeto, la amabilidad, la cortesía, no saben decir gracias o por favor. Todos estos antivalores de este tipo de personas se verá reflejado en las siguientes generaciones, hasta que se pierda por completo la buena educación, por ejemplo algunos términos como cortesía o caballerosidad que eran hace algunas décadas, básicos en la formación de muchas personas, hoy en día se consideran en muchos ámbitos como simplemente obsoletos. Comportarse de forma educada, sirve de ejemplo; hace que otras personas que se fijen en nosotros tomen en cuenta este comportamiento. Nosotros también podemos aprender de otras personas. Y de esta manera, podemos difundir y promocionar la buena educación y los buenos modales. Fuente: Dª. Trinidad Aparicio Pérez Psicóloga. Especialista en infancia y adolescencia. Please download full document at www.DOCFOC.com Thanks