I.- Resolución comentada. Sentencia del Tribunal Supremo, Sala 1ª, de 1.2.2016 [ROJ: STS 318/2016 – ECLI: ES:TS:2016:318]. II.- Resumen de la controversia. La sentencia comentada trata de responder a las dudas del administrador o del mediador concursal a la hora de valorar la titularidad ganancial o privativa de los préstamos personales y de los gastos de tarjeta de crédito realizados por uno de los cónyuges; y para ello la respuesta a dos básicas preguntas: (i) ¿En qué condiciones el crédito personal solicitado por un solo cónyuge debe imputarse al pasivo privativo del acuerdo extrajudicial o concursal; y cuando debe serlo además al ganancial?; y, (ii)¿Qué prueba, siempre difícil, debe buscar el mediador y/o administrador?. Tal cuestión presenta en la actualidad especial relevancia para el mediador/administrador concursal en supuestos de ser designado en acuerdo extrajudicial de pagos de uno o ambos cónyuges sujetos a régimen ganancial o de comunidad de bienes; mostrando los criterios para ordenar las deudas adquiridas por uno solo de los esposos. III.- Comentario. El supuesto de hecho del que parte la sentencia comentada [F.Dcho 1º] versa sobre matrimonio sujeto al régimen de sociedad de gananciales en que el esposo no empresario había solicitado o refinanciado en el plazo de los años antes del concurso un total 16 préstamos personales, presentando descubiertos en 19 tarjetas de crédito y en una cuenta corriente. Calificadas por el administrador concursal tales importes como privativos, el esposo impugnó dicha calificación sosteniendo que dichos importes fueron utilizados en el pago de los gastos y necesidades familiares, por lo que en el inventario concursal el administrador debía incluir los bienes gananciales, tal como ordena el art. 77.2 L.Co. [F.Dcho3º]. El Juzgado de lo Mercantil estimó parcialmente la demanda y declaró el carácter ganancial de todas los préstamos y deudas menores [-salvo dos que por su importe el Juzgado estimó ajenas a la regular administración de la sociedad ganancial-]; pronunciamiento que fue revocado en parte por la Audiencia Provincial al estimar que todos los préstamos personales e importes de los descubiertos de tarjetas de crédito eran gananciales [F.Dcho 4º]. El art. 77.2 L.Co. ordena al administrador concursal incluir en la masa activa del concurso los bienes y derechos gananciales cuando estime que de alguna de las deudas adquiridas únicamente por el concursado con terceros deben responder tales bienes. Aunque con distinto alcance dicha obligación se extiende al mediador concursal, en cuanto de conformidad con el art. 234.1 L.Co. debe proceder a la comprobación de los datos y documentación del deudor; y ello porque mientras el administrador concursal elaborará por razón de su función [art. 33.1.d).1º L.Co.] ybajo su Autoridad su propio inventario y relación de acreedores atendiendo a su criterio profesional, el mediador debe limitarse a corregir al deudor y poner de manifiesto a los acreedores sus criterios y razones para conformar el inventario y relación de acreedores de un modo distinto al deudor, pero sin poder elaborar por sí tales documentos al prevalecer los elaborados por el deudor, quien es libre de aceptar las correcciones y críticas del mediador. A la hora de imputar deudas asumidas por un solo cónyuge frente a terceros, señala el Tribunal Supremo que el mediador/administrador deberá atender al destino final y real de 1 las cantidades ingresadas por los préstamos personales o por créditos o gastos contra tarjetas electrónicas bancarias; de tal modo que si dichos importes o ingresos se utilizaron para atender (i) el levantamiento de las cargas familiares, (ii) la administración de bienes comunes o privativos, y el (iii) ejercicio de la profesión y oficio de cada cónyuge, deberán responder [-junto a los bienes privativos del cónyuge deudor-] de modo principallos bienes gananciales que deberán incluirse [-por el administrador-] o deberá ser solicitada su subsanación [-por el mediador-] en el activo concursal [F.Dcho 9º], siendo subsidiaria la responsabilidad de los bienes privativos. Como nuevo cauce del guía al mediador/administrador concursal, recuerda el Tribunal Supremo que si la deuda contraída por uno sólo de los cónyuges es contraída [-cualquiera que sea la finalidad del crédito solicitado por uno sólo de los cónyuges, y especialmente, el real destino de gasto de dichas cantidades-] por ambos cónyuges o por uno con el consentimiento expreso [-sea verbal o escrito-] del otro, de dicha deuda de un solo esposo responderán solidariamente tanto los bienes gananciales como privativos, todos los cuales deberán ser incluidos en el inventario concursal. Recuerda igualmente el Alto Tribunal que si el cónyuge del concursado casado en régimen ganancial pide la disolución y liquidación del régimen de comunidad ante tal inclusión de bienes gananciales en el inventario del concurso, es obligación del administrador concursal el incluir en el inventario concursal el derecho de recobro o reintegro de las cantidades abonadas [-estén o no pagadas frente a terceros-] por el concursado para la atención de dichos gastos con cargo a la masa [F.Dcho 9º]. Tal hipótesis no resulta de aplicación al acuerdo extrajudicial en cuanto su iniciación, desarrollo y conformación de inventario y lista de acreedores, no facultan al cónyuge no deudor a solicitar del Notario o mediador la disolución del régimen de comunidad, sin perjuicio de la disolución convencional del art. 1392.4 C.Civil o judicial del art. 1393 C.Civil. Conscientes las distintas instancias de la dificultad probatoria que conlleva acreditar el real destino dado a las cantidades solicitadas por un solo cónyuge a lo largo de muchos años de convivencia, a lo que se adiciona una habitual y reiterada refinanciación total o parcial de posiciones deudoras previas e impagadas destinadas al consumo, la Resolución analizada da validez a los indicios utilizados por la Audiencia Provincial para concluir que los importes crediticios solicitados por un solo cónyuge fueron destinados a gastos familiares, cuales son: (i) que el dinero de los 16 créditos personales se ingresaran en una cuenta de titularidad indistinta del matrimonio; (ii) que la situación de paro intermitente del solicitante de los créditos hacia necesarias dichas cantidades para atender los gastos de un matrimonio sin más ingresos y con dos hijos a su cargo; y (iii) el importe y cadencia temporal de los préstamos y cantidades tomadas a crédito de las tarjetas, en cuanto se adaptan a los consumos y gastos propios de la unidad familiar [F.Dcho 4º]. Y tales criterios resultan plenamente aplicables tanto a los supuestos de concurso o acuerdo extrajudicial de un solo cónyuge en régimen de comunidad como a los supuestos de solicitud de concurso acumulado de ambos esposos [art. 25.1 L.Co.] o solicitud conjunta de acuerdo extrajudicial de pagos de ambos esposos; posibilidad ésta última que si bien sólo es exigible cuando el acuerdo previsible pueda afectar a la vivienda conyugal [art. 232.2.III L.Co.], nada impide pueda admitirse voluntariamente en supuestos de matrimonio o convivencia análoga que haya conformado un patrimonio en común. ____________ 2