Principios del Aikido No es posible cubrir aquí, o quizás tampoco en un libro, todos los principios de Aikido y mucho menos dar gran detalle de ellos. Hay unos principios en Aikido, que forman el núcleo de la técnica, que un Aikidoka puede ejecutar. Estos principios también pueden ser usados en la vida cotidiana, durante la relación con otras personas. El Aikido es uno de las artes marciales más espirituales, hasta el punto de que ha sido llamado “zen en movimiento”. El nombre de Aikido se puede traducir como la Vía de la armonía con el Ki. Para explicar el concepto de Ki, el Doshu Kisshomaru Ueshiba, hijo de O Sensei definió al respecto: “Oímos a veces a estudiantes que dicen que “es un sentimiento de algún tipo de energía que viene cuando mente y cuerpo están en armonía”, o “es un poder extraño, vital que aparece inesperadamente a veces, de un poder desconocido”, o “es el sentido de la perfecta sincronización de la respiración en la práctica del Aikido”, o “es un movimiento espontáneo, inconsciente que refresca mente y cuerpo después de un buen entrenamiento“ y otras tantas definiciones. Cada respuesta es válida en el sentido de que es una reacción verdadera ganada por la experiencia real personal. Y al ser una expresión directa de un sentimiento, contiene una certeza que no se puede negar. Si esto es así, las diferencias en las contestaciones es lógica, y la gran variedad se produce no sólo por la dificultad en definir el Ki, sino que nos demuestra que la profundidad y anchura de Ki desafía el ser abarcado por una definición sola”. (El Espíritu del Aikido) Centro/ hara El centro de uno (el físico y el marcial) es sólo la mitad del cuerpo. Localizado en el abdomen (hara), sirve como la fuente/ enfoque del Ki y como punto de equilibrio cuando se ejecutan las técnicas. Intente levantar algo directamente lejos de usted, y después intente levantar el mismo objeto cuando está debajo suyo, ¿es mucho más fácil cuando está en el “centro”, verdad?. Mantener un conocimiento de su centro y el de su compañero de entrenamiento hace que las técnicas de Aikido sean ejecutables sin hacer fuerza. Todos estos principios poseen múltiples aplicaciones y significados. El concepto que un Aikidoka confiere inicialmente a uno de estos principios, puede cambiar más tarde, al darse cuenta de la existencia de otras formas de enfocar una situación determinada. El Aikido es un camino en el cual, cuando una puerta se abre, podemos encontrar otras donde elegir y algunas de esas puertas nos pueden hacer volver a la original. Sin embargo no nos parecerá la misma que atravesamos en la primera ocasión. Concentración La concentración durante la práctica del Aikido no necesariamente viene de forma natural y por ello debemos cultivarla. Cuando el Sensei enseña una técnica debes estar bien atento a los movimientos de sus pies, caderas, y en general, de todo su cuerpo. Todas estas cosas se aprecian en un pequeño instante. No hay una segunda oportunidad, no hay repetición de aquél instante (ni siquiera en tu mente) porque la siguiente vez será totalmente diferente. Cuando tu compañero te toque debes de sentir su movimiento, fuerza, balanceo. Tu técnica se desenvolverá según los factores que se han descrito, por ello debes crear y entender la situación tal como viene. Todo esto debe ser realizado tanto con tu cuerpo como con tu mente. Zanshin Es el estado de concentración o actitud mental para el combate. Es preciso liberarse de la influencia de las emociones, los sentimientos, el pensamiento, etc. de forma que la mente actúa sin deseo, sin intención, sin detenerse, o quedar fijada en ningún detalle, para descubrir el ataque en el mismo instante que nace, sin que exista ninguna demora de tiempo. La práctica frecuente de la meditación ayuda notablemente a adquirir la actitud o estado Zanshin.