Mito: El abuso sexual es fácil de detectar Realidad Un alto porcentaje de niños y niñas que han padecido abuso sexual no tienen signos visibles en el cuerpo. Hay razones que dificultan la identificación del abuso; la niña o el niño puede: tener miedo a recibir un castigo, pensar que no le creerán, sentir que es su culpa o haber recibido amenazas de quien abuso de él o ella. También, una persona adulta no llega a estar preparada para hacerle frente a una realidad como ésta: piensa que no está sucediendo realmente, que no ve lo que ve, que debe ser un error lo que sospecha o que está exagerando al preocuparse. Para prevenir el abuso sexual infantil, es necesario tener y brindar una educación sexual basada en la salud, el respeto y la confianza; incluyendo el autocuidado del cuerpo y el hablar sobre el abuso sexual. El abuso sexual conlleva actos que pretenden dominar, poseer, cosificar a la persona a través de la sexualidad. Para ello, no es necesario el contacto físico. Para prevenirlo, es necesario brindar información oportuna sobre la sexualidad humana, que fomente el desarrollo sexual de acuerdo con la edad de la niña o niño, basada en el respeto a la corporalidad individual. Esto permitirá la formación, desarrollo y fortalecimiento de herramientas y estrategias emocionales-conductuales efectivas de autoprotección y diferenciación de experiencias sexuales de confianza y seguridad personal de aquéllas abusivas, para enfrentar situaciones de vulneración y amenaza. Recuerde que hablar de abuso sexual sin previamente abordar la temática de la sexualidad puede propiciar un entendimiento errado de la sexualidad, y contribuir a un desarrollo sexual desde lo dañino o nocivo para sí y su entorno. ¿Qué hacer si un niño o niña te confía que ha vivido un abuso sexual? o Mantén la calma y evita exagerar la reacción. o Cree en lo que te dice y en cómo se siente. o Enfatízale que hay solución y que se le protegerá. o Fomenta confianza para que se exprese. ¿Qué hacer si un niño o niña te confía que ha vivido un abuso sexual? o Busca a profesionales para un tratamiento médico y psicológico. o Muéstrale afecto y refuerza a que diga la verdad. o Evita descalificaciones, burlas y culpar a la niña o niño.