Betas, betas... y más betas: Metodologías de estimación del riesgo Franco Parisi F., Doctor en Finanzas. Director Magíster en Finanzas Full-Time, Universidad de Chile. Antonino Parisi F., Doctor en Finanzas. Director Magíster en Finanzas Ejecutivo, Universidad de Chile. A l momento de estimar el premio por riesgo a exigir sobre una inversión determinada, se hace necesario estimar una medida del riesgo relacionado a ella. Es en este contexto donde surge el beta. El riesgo que mide el beta no es el riesgo total que enfrenta un inversionista al invertir en un determinado activo, sino que sólo representa una parte de ese riesgo, el cual es llamado riesgo de mercado, sistemático o no diversificable. El riesgo de mercado es el riesgo asociado al hecho de que la rentabilidad del activo varía ante las fluctuaciones del mercado. Así, el beta surge como un parámetro que mide la variabilidad de la rentabilidad accionaria de la compañía ante fluctuaciones en el retorno del portfolio de mercado, representado éste último por un índice bursátil. Dicho riesgo no es posible de eliminar a través de un proceso de diversificación, ya que es el riesgo inherente a la actividad económica. Dada la posibilidad que tiene el inversionista para diversificar su cartera de inversiones, el beta no considera riesgos tales como el riesgo soberano o político, el riesgo comercial y el riesgo de tipo de cambio, elementos que podrían ser relevantes al momento de realizar inversiones en mercados emergentes, especialmente cuando esto es analizado desde la perspectiva de las compañías multinacionales. Con respecto al beta, pareciera ser que su estimación es una labor relativamente sencilla. Sin embargo, esta tarea resulta ser más compleja de lo que comúnmente se suele pensar, lo que se traduce en que la mayoría de las estimaciones del beta contienen errores. Lo anterior es de gran relevancia, ya que un sesgo en la estimación del beta tendrá un impacto en la conformación de los portfolios de inversión, así como en la estimación de la tasa de costo de capital a utilizar en los procesos de fijación tarifaria, en la evaluación de proyectos de inversión o en la valoración de compañías. Cuadro 1: Betas estimados a través del Modelo de Mercado. Empresa Alfa (α) Beta (βj) Cristal 0,949 0,984 (0,43) (3,36)* Endesa 0,842 1,088 (1,01) (9,80)* Cerveza 1,141 0,824 (0,82) (4,47)* Chilectra 1,095 0,997 (0,96) (6,61)* Concha y Toro -0,098 1,276 (0,052) (5,74)* Las cifras en paréntesis corresponden a los resultados de la prueba t de Student. (*): Significativos al nivel de significancia del 5%. Luego, para obtener el beta ajustado de Bloomberg para las cinco empresas chilenas, debemos aplicar la ecuación (1) sobre los betas estimados a partir del modelo de mercado. Los resultados se muestran en el cuadro 2. Cuadro 2: Betas ajustados de Bloomberg para las cinco empresas chilenas. Empresa Beta Ajustado Cristal 0,989 Endesa 1,058 Cerveza 0,884 Chilectra 0,998 Concha y Toro 1,182 ¿Cuándo utilizar este modelo? El modelo se utiliza especialmente en aquellos casos de empresas que aún no han alcanzado su período de maduración. En efecto, este modelo lo que hace es acercar a 1,0 los betas de las empresas, tanto aquellos que son menores como aquellos que son mayores. La idea que existe detrás de este procedimiento es que la evolución natural de los riesgos sistemáticos de las empresas hace que éstas tiendan al promedio del mercado, lo que las lleva a igualar sus betas a 1,0. En efecto, si el beta de la empresa es cero, entonces el beta ajustado de Bloomberg sería de 0,34. Por otra parte, si el beta de la compañía es 2,0, entonces el beta ajustado de Bloomberg sería de 1,66. Betas para empresas de baja capitalización En esta sección analizaremos dos de las distintas técnicas que encontramos en la literatura para calcular betas, a fin de mejorar las estimaciones que hacemos de este parámetro. Más específicamente, analizaremos el beta ajustado de Bloomberg y el beta para empresas de baja capitalización. Éstas metodologías se agregan al modelo de mercado analizado en los artículos publicados con anterioridad. En el caso de empresas de baja capitalización, o empresas pequeñas, se ha demostrado que existen problemas al momento de estimar sus betas a través de los métodos tradicionales, ya sea por medio del modelo CAPM ex – post o a través del modelo de mercado. Es por ello que Handa, Kothari & Wasley (JFE, 1989) sugieren calcular la ecuación ex–post del CAPM, pero agregando el premio por riesgo del mercado rezagado en el lado derecho de la ecuación. De esta forma, el modelo CAPM ex–post, expresado en la ecuación (3), se transforma en la ecuación (4): El Beta Ajustado de Bloomberg [R j,t − R F,t ] = α + β1 ⋅ [R M,t − R F,t ] + ε j.t Uno de los modelos más empleados por la industria financiera es el beta ajustado de Bloomberg. De acuerdo a este método, se estima un beta ajustado según la siguiente ecuación: βAjustado = (β)(0,66) + 0,34 (1) El β que aparece en el lado derecho de la fórmula corresponde al beta estimado a través del modelo de mercado, de acuerdo al siguiente modelo de regresión lineal: Rj = α + βj(RM) + ε (2) Por otra parte, los parámetros 0,66 y 0,34 son entregados por el web site de Bloomberg, y son ajustados periódicamente por medio de estadísticas bayesianas. Por ejemplo, supongamos que hemos estimado el beta para cinco empresas chilenas, utilizando para ello el modelo de mercado. Esto se muestra en el cuadro 1. (3) [R j,t − R F,t ] = α + β1 ⋅ [R M,t − R F,t ] + β 2 ⋅ [R M,t −1 − R F,t −1 ] + ε j.t (4) El modelo planteado en la ecuación (4) se estima por mínimos cuadrados ordinarios (MCO). El término [Rj,t – RF,t] representa el exceso de retorno del activo j con respecto al activo libre de riesgo en el período t; el término [RM,t – RF,t] corresponde al exceso de retorno del portfolio de mercado con respecto al activo libre de riesgo en el período t; el término [RM,t1 – RF,t-1] corresponde al exceso de retorno del portfolio de mercado con respecto al activo libre de riesgo en el período t-1; α es un término constante; εj,t es un término de error; y β1 y β2 miden la variabilidad del exceso de retorno del activo j ante las fluctuaciones en el exceso de retorno del portfolio de mercado registradas en los períodos t y t-1, respectivamente. De esta manera, el modelo sugiere que el impacto de la información sobre el precio accionario tiene un rezago debido a que la acción no es transada en forma frecuente, por lo que deben recogerse los shocks del mercado ocurridos en los períodos t y t-1. En este caso, se requiere que el β2 sea estadísticamente significativo. De ser así, el beta total de la empresa estará dado por la suma de ambos betas, es decir, β1 + β2. También, en este caso se requiere que el coeficiente α sea estadísticamente no significativo. Continuando con el ejemplo, los betas para las cinco empresas chilenas, estimados a través de este modelo, se presentan en el cuadro 3. Cuadro 3: Estimación de betas para empresas de baja capitalización. Empresas α β1 β2 βcapitalización Cristal 1,109 0,926 0,501 1,427 (0,59) (3,36)* (1,82)** Endesa 0,957 1,028 0,107 1,028 (1,20) (8,75)* (0,91) Cerveza 0,738 0,778 0,060 0,778 (0,55) (3,99)* (0,31) Chilectra 1,473 1,033 -0,169 1,033 (1,38) (6,60)* (1,08) Concha y Toro -0,015 1,153 0,411 1,564 (0,00) (4,99)* (1,78)** Las cifras en paréntesis corresponden a los resultados de la prueba t de Student. (*) : Significativo a un nivel de significancia del 5%. (**): Significativo a un nivel de significancia del 10%. Así, este modelo debe ser empleado sólo si β2 resulta ser estadísticamente significativo. En caso contrario, si no se rechaza H0: β2=0, entonces existe evidencia de que la empresa es suficientemente grande, de que no presenta problemas de baja capitalización y, en consecuencia, debe emplearse el modelo CAPM ex– post o, en su defecto, el modelo de mercado. En este caso, se concluye que las empresas Cristal y Concha y Toro son compañías pequeñas que deben usar el beta de baja capitalización al momento de calcular su tasa de costo de capital. Visite el sitio web www.parisinet.com o contáctese con Edinson Cornejo llamando a los teléfonos 6783373 – 6783370. Para informaciones e inscripciones, llamar a Diario Financiero a los teléfonos 3391097 – 3391050 o consultar en San Crescente 81, Piso 2. © Diario Financiero. Miércoles 25 de Agosto de 2004.