REIVINDICACIONES Y PROPUESTAS DE LA CONGDE SOBRE LA COOPERACION AL DESARROLLO ESPAÑOLA. (Nota: Estas son las propuestas políticas que la Coordinadora de ONGD plantea a la sociedad y al gobierno español en el marco de su Campaña por el 0.7 y la mejora de la calidad y la cantidad de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) Española. Un resumen de las mismas se encuentra en el llamamiento público general lanzado por la CONGDE. Estas propuestas se completan con las planteadas para la cooperación descentralizada – ayuntamientos, diputaciones y gobiernos autonómicos- en el documento adjunto a éste). 1. Incrementar la ayuda de forma decidida y rápida. En la reciente Cumbre de Monterrey sobre Financiación del Desarrollo el Gobierno español reafirmó el objetivo del 0.7 % como horizonte y se comprometió a incrementar su ayuda hasta alcanzar al menos el 0.33 % del PIB en 2006. Exigimos que esta vez las promesas se hagan realidad y que el Gobierno establezca planes concretos –respaldados por partidas presupuestarias- para alcanzar este objetivo. Al tiempo que se incrementan los recursos es necesario planificar el desarrollo de las capacidades para gestionarlos, de forma que esta falta de capacidad no se convierta en una excusa para no crecer. 2. Este crecimiento debe concentrarse en aquellas partidas e instrumentos con mayor potencial y que se han mantenido estancados en los últimos años, concretamente los recursos para proyectos y programas de la AECI, la cofinanciación con ONGD y las contribuciones a las agencias del sistema de NNUU. 3. Hacer realidad en toda la AOD el objetivo declarado, y no cumplido, de situar la lucha contra la pobreza en el centro de la cooperación. Para lo cual se necesita una estrategia clara que integre a todos los instrumentos de la AOD y la voluntad política de dejar de contaminar la ayuda con intereses comerciales, políticos o de expansión de la cultura española. 4. Un aspecto clave en la lucha contra la pobreza es la atención a los Servicios Sociales Básicos (SSB) por parte de la AOD. Aunque España afirma cumplir el compromiso del 20/20 –destinar el 20 % de los recursos de la AOD a SSB- la OCDE indica que, según su clasificación oficial, la AOD española apenas alcanza el 9 % destinado a estos sectores. Es urgente por lo tanto, en el marco del crecimiento global de la AOD, que ésta se destine de forma prioritaria a los SSB incluyendo la educación básica y la salud primaria. Para ello será necesario incrementar la financiación a través de ONGD y de organismos multilaterales especializados así como habilitar nuevos instrumentos como la ayuda. 5. La distribución geográfica de la AOD española ha primado a América Latina y el Norte de Africa, así como a países de interés comercial para España como China o Indonesia. Manteniendo el énfasis en las dos primeras regiones mencionadas, el incremento de la AOD en los próximos años debe primar la cooperación con Africa Subsahariana donde se encuentran la mayor parte de los Países Menos Adelantados, cumpliendo así el compromiso del Presidente Aznar en la Cumbre UE-Africa de El Cairo de doblar la cooperación al desarrollo con esta región. 6. Como indica la OCDE en su informe sobre España, la cooperación española con países de ingreso medio en América Latina y del Norte de Africa, debe demostrar su orientación e impacto en la lucha contra la pobreza. Los programas de gobernabilidad y fortalecimiento institucional son necesarios pero otras líneas como la cooperación cultural o la nueva política de becas se encuentran alejadas de este objetivo. 7. A pesar de que la AOD crezca en su conjunto, la cooperación financiera a través del FAD debería mantenerse estancada. Siguiendo una vez más las indicaciones de la OCDE el. La práctica Gobierno abrir el debate tendente a revisar la vinculación de la ayuda a la compra de bienes y servicios españoles de ligar la ayuda desvirtúa su orientación a la lucha contra la pobreza e introduce distorsiones en los precios y la planificación de la misma. 8. El Gobierno debe dotarse de una política activa y comprometida de condonación de deuda externa, contribuyendo a con nuevos recursos a las iniciativas internacionales, cancelando la deuda insostenible e injusta de los países más pobres y estableciendo nuevos mecanismos de conversión de deuda externa por desarrollo y medio ambiente y no solo por inversión de empresas españolas. Para todo ello es imprescindible la vinculación de la política de deuda con la de cooperación al desarrollo y la creación de un Fondo de Desendeudamiento que se puede nutrir de los recursos que permanecen sin gastar año tras año de la partida del FAD. 9. La falta de apuesta del Gobierno español por los organismos multilaterales tiene que ser sustituida por una política multilateral decidida a contribuir de forma creciente en los fondos e iniciativas globales –SIDA, Africa, Educación Básica, Deuda, etc- así como en los programas de las agencias de NNUU, aportando reflexión y recursos, colaborando en el desarrollo de los planes de estas agencias e integrando en la cooperación bilateral estos planes e iniciativas. 10. La Acción Humanitaria del Gobierno español debe ser mejorada y potenciada. Para ello es necesario establecer una línea de financiación propia dotada de recursos significativos y con dos modalidades diferenciadas. Una que atienda la ayuda a crisis humanitarias crónicas con recursos estables y predecibles y otra para emergencia que permita habilitar fondos con rapidez en casos de desastres, sin detraer estos fondos de otras partidas. En ambos casos debe haber mecanismos claros y transparentes para acceder a estos recursos. En cuanto a su gestión, es necesario que dentro de la AECI haya una unidad, con nivel de dirección o subdirección general, que responda en nombre y contenido a la Acción Humanitaria. 11. Tal y como recomendó el Consejo de Desarrollo de la UE en Noviembre de 2001, hay que promover el compromiso de la población en la lucha contra la pobreza en el mundo. Para ello son imprescindibles los programas de sensibilización y educación para el desarrollo. Además de promover la educación para la solidaridad en los planes educativos, las convocatorias destinadas a ONGD deberían reservar un coeficiente fijo del 5 % para programas de educación para el desarrollo. 12. Es imprescindible que, como se recoge en la Ley de Cooperación, se avance en la integración de los instrumentos de la ayuda en unas planificaciones y estrategias conjuntas que superen el mero intercambio de información actual. La ayuda se encuentra repartida entre dos Ministerios –Economía y Asuntos Exteriores- y con una dispersión cada vez mayor al crecer la participación de otros ministerios como Defensa, Educación o Interior, en algunos casos con programas de dudoso encaje en los objetivos de la cooperación al desarrollo. 13. Para asegurar el liderazgo del Ministerio de Asuntos Exteriores es necesaria una reforma en profundidad de la AECI, que posibilite la gestión de más recursos de forma más ágil y transparente. La AECI debe estar inequívocamente orientada a la lucha contra la pobreza y a los postulados de la Ley de Cooperación, abandonando el uso de sus recursos y capacidades para otros fines, como los de difusión de la cultura y la lengua española, alejados de los de la cooperación al desarrollo. 14. La gestión de la AOD debe ser transparente en todas sus fases. La adjudicación de contratos y subvenciones debe regirse por criterios claros, entre los que la calidad y el impacto en el desarrollo sean los fundamentales. Se debe avanzar en la evaluación de las actuaciones y programas y en el conocimiento de los resultados de estas evaluaciones por parte de la población. 15. La política de cooperación al desarrollo debe contar con la participación de las diversas administraciones y actores sociales que de una u otra forma intervienen en ella. Esta participación es positiva tanto en la canalización de los recursos como en la definición de la propia política. El Consejo de Cooperación tiene que recuperar su relevancia –perdida en estos últimos años- y su carácter de foro de discusión y consulta, recuperando también la legitimidad de contar entre sus miembros a las ONGD elegidas por la Asamblea de la CONGDE.