Consumo ¿Nos estamos quedando sin ocio o ganamos en calidad de vida? Una nueva era en los hábitos de consumo La crisis que azota nuestra economía es claramente de consumo. Una circunstancia que está cambiando los hábitos de los consumidores y, en consecuencia, las estrategias de las compañías. Crecen las marcas blancas y las ventas de los establecimientos de comida rápida frente al descenso del gasto medio que se destina al ocio. Es momento para que las compañías y los trabajadores se reinventen. Ignacio Ramos Ramos, Section Manager Hays Retail | 66 66 www.marketingmk.com Autor: RAMOS RAMOS, Ignacio Título: Una nueva era en los hábitos de consumo ¿Nos estamos quedando sin ocio o ganando en calidad de vida? Fuente: “MK Marketing+Ventas”, Nº 248 Julio/Agosto 2009. Pág. 66 Descriptores: •Consumo •Tendencias Resumen: La crisis económica es fundamentalmente de consumo. Los bolsillos de los ciudadanos se resienten, lo que ha condicionado los hábitos de consumo y la actividad de ocio. Los españoles cada vez destinan menos dinero al ocio. Comen con menos frecuencia fuera de casa y cuando salen prefieren gastar menos. La crisis económica ha provocado un cambio en los hábitos de los consumidores españoles. Se ha reducido el gasto medio en los establecimientos de ocio (menos consumo por cliente, menor afluencia a restaurantes, descenso del número de salidas los fines de semana…). En el caso de las comidas fuera de casa la tendencia es clara. Así lo demuestran las cifras: se opta por acudir a restaurantes “low price”, donde prima el precio sobre la calidad o el servicio. L a crisis que estamos viviendo es de consumo. A pesar de que el ciudadano tiene en mente que los sectores más afectados son el inmobiliario, la industria de la automoción o el financiero, no hay que olvidar que todo se reduce, al fin y al cabo, al consumo, y esto afecta a otras áreas como pueden ser las de retail, turismo o restauración. Destaca el descenso significativo en la demanda que se ha producido en este último sector. Según datos de la Federación Española de Hostelería (FEHR), la hostelería emplea directamente a un millón y medio de profesionales en España, una actividad económica que supone el 7% del PIB. Una bajada del consumo afecta de manera directa a todos estos profesionales. Nº 248 • Julio/Agosto de 2009 Según estudios recientes, los españoles dedican el 46% de los ingresos al pago de la hipoteca, que unido al encarecimiento de los productos básicos (pan, leche…) y otros gastos (combustible, facturas del hogar…), hace que sólo dispongan de un 9% de los ingresos para el ocio. Ante esta situación, muchos han cambiado sus hábitos de consumo. En detrimento de las comidas a mediodía en restaurantes, ha crecido el consumo de platos precocinados. Antes se salía más a comer o cenar fuera, pero desde mediados de 2008 ha habido un descenso en el consumo de casi el 7%, fomentado por los factores mencionados (según un estudio realizado por PricewaterhouseCoopers). ¿Se come mejor si hay crisis? De acuerdo con un informe de la Organización Consumidores y Usuarios (OCU), los españoles gastan una media de 1.500 euros al año en comer fuera de casa. Un 26% de las personas que siguen esta costumbre lo hace o hacía a diario. Estas 67 | Consumo En 2008 se incrementó un 12% la venta de marcas blancas en España, situando a nuestro país en el cuarto puesto de la UE con mayor cuota de mercado, con el 34% del total cifras están cambiando, cada mes, y la razón lógica es que la situación actual es bien distinta a la de hace un año. España va camino de 4 millones de parados para finales de 2009. Las economías domésticas están cada vez más castigadas y el consumidor que antes se permitía gastar diez euros al día en un menú, ahora se lo piensa dos veces. Poco a poco se está imponiendo con mayor frecuencia la comida casera, los tupper están en pleno auge, y paradojas de la vida, la crisis ha hecho que sus ventas se disparen. Según algunos estudios, se come ahora más barato y más sano que hace unos meses, debido a que se lleva la comida preparada de casa. De acuerdo con un informe de la OCU, los españoles gastan una media de 1.500 euros al año en comer fuera de casa. Esta situación obliga a las empresas de restauración a adaptarse a las nuevas circunstancias de mercado. Cada vez hacen ofertas más agresivas, han bajado los precios de los menús pero intentando mantener calidades competitivas. En definitiva, se trata de hacer más atractiva la carta, adaptándola a las nuevas motivaciones de los consumidores, y eso en época de crisis pasa por ajustar los precios. Las grandes beneficiadas de este nuevo panorama han sido las cadenas de comida rápida, que desde el año 2007 han aumentado sus ventas un 30% en España (según datos de la consultora AC Nielsen). En contraposición, los restaurantes de alto nivel han sido fuertemente castigados al ver cómo las comidas de empresa se han reducido en los últimos tiempos. Marcas democráticas Las marcas blancas también han salido airosas de la crisis, ya que han visto crecer sus ventas considerablemente durante el último año. Si antes eran target susceptible de familias con poco poder adquisitivo ahora se han “democratizado” llegando a las casas de todos | 68 los consumidores. El hecho de que sus precios sean más bajos no está reñido con la calidad de los productos. En estos tiempos, prima más una compra inteligente y no tanto la “marquitis” a la que ha estado acostumbrado, tradicionalmente, el ciudadano español. Las familias están aprendiendo a comprar mejor, y las grandes cadenas de hipermercados y supermercados no han tenido otra salida que ajustar su oferta. En el año 2008, se incrementó un 12% la venta de marcas blancas en España, siendo el cuarto país de la Unión Europea con mayor cuota de mercado, con el 34% del total de productos vendidos. Empresas como Mercadona tienen su marca propia, Hacendado, desde hace 15 años, y otras se han amoldado a las circunstancias y han visto una oportunidad de negocio, como El Corte Inglés que lanzó en verano su marca blanca Aliada. Con la crisis, el 39% de las familias españolas se ha pasado a las marcas blancas. Lo que queda claro es que las compañías en la situación actual o se reinventan o tendrán serios problemas para continuar en el mercado. Y esa afirmación también vale para los propios trabajadores. Es cierto que hay sectores que se tienen que ajustar y reducir estructuras pero, para otros, es una oportunidad de consolidación y hasta de crecimiento. En la visión del director de Recursos Humanos sobre las promociones internas, en las contrataciones, o por desgracia, los despidos, van a tener que participar valores que hasta ahora eran secundarios, o inexistentes… Capacidad para el cambio, creatividad, flexibilidad, positividad y hasta optimismo ante las dificultades… Ante tanta noticia desmotivante, un cambio de actitud es la única llave que tienen las empresas para salir reforzadas de esta crisis.• 68 Nº 248 • Julio/Agosto de 2009