QUE REFORMA EL ARTÍCULO 126 DE LA LEY FEDERAL DE SANIDAD ANIMAL, A CARGO DEL DIPUTADO MARIO ALEJANDRO CUEVAS MENA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRD Problemática A fin de prevenir riesgos para la salud pública por el uso de sustancias en la alimentación de animales para abasto, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), la Secretaria de Salud (SSA), el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y las delegaciones estatales de la Sagarpa en sus ámbitos de competencia como responsables del efectivo cumplimiento de las disposiciones establecidas en la Ley Federal de Sanidad Animal y la NOM-064-ZOO-2000, deben procurar que se cumplan las especificaciones zoosanitarias de los productos alimenticios para consumo animal a través de la realización de inspecciones permanentes en las que participen dichas dependencias. Argumentación En el diario Oficial de la Federación el 11 de octubre del 2000, se publicó la norma oficial que prohíbe el uso del clenbuterol, como ingrediente activo y como aditivo alimenticio en la formulación de productos alimenticios destinados para el consumo en animales. El planteamiento de la presente iniciativa permite proteger la salud de la población eliminando el riesgo toxicológico derivado del consumo de carne con residuos de clenbuterol y otras sustancias a partir de la realización de inspecciones de vigilancia sanitaria mediante la toma de muestras en rastros, mataderos, establecimientos de venta de carne al mayoreo y detalle, incluyendo carnicerías y tiendas de autoservicio, fortaleciendo los trabajos de colaboración entre las dependencias involucradas para el control del uso y la presencia de sustancias toxicas en ganado para consumo humano. Es importante señalar que la presencia de clenbuterol en carne y vísceras de ganado bovino ha sido identificada como responsable de casos de intoxicación alimentaria, razón por la cual es necesario establecer acciones conjuntas entre las dependencias correspondientes, tendientes a controlar la presencia y magnitud de residuos tóxicos en los productos de origen animal. Cuando las personas consumen carne o subproductos como el hígado, riñones y otros órganos podrían recibir una dosis de clenbuterol, que puede generar un efecto tóxico caracterizado por un incremento en la frecuencia cardiaca, palpitaciones, taquicardia sinusal (120 a 150 pulsaciones/minuto) extrasístole supraventricular errática, fibrilación supraventricular, necrosis de miocardio, tremor muscular, dolor de cabeza, mareo, nausea, fiebre y escalofrió. Aun cuando no se han reportado oficialmente muertes en humanos por el consumo de clenbuterol, se estima que puede causar serias reacciones en personas sensibles, mujeres gestantes y especialmente en personas con padecimientos del corazón. En México se han detectado desde el 2002 hasta la fecha brotes de intoxicación en diversos estados, siendo los más afectados, Jalisco, Distrito Federal, Guanajuato, México, Querétaro y Michoacán. La práctica ilegal del suministro en el alimento balanceado para el ganado de engorda próximo al momento de su sacrificio ha ocasionado problemas de intoxicación en humanos causando síntomas como taquicardía, entre otros. Si bien es cierto este el clenbuterol no se fabrica en México y la Sagarpa prohibió su uso en la alimentación de ganado para el abasto público en el 2000, además de que en el 2001 canceló los registros para medicamentos veterinarios que lo utilizaban. A partir de enero de 2002 se ha realizado su importación para uso de medicina humana, sujeta a Permiso Sanitario Previo de Importación por parte de la SSA (Dirección de Medicamentos). Es necesario realizar las inspecciones que permitan acreditar la erradicación del uso de clenbuterol o sustancias toxicas que se utilicen en la alimentación del ganado y que sean peligrosas para la salud humana. Para tal propósito se pretende la coordinación de acciones, entre la Secretaría de Salud, la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios y las Delegaciones de Sagarpa en los Estados, para que cada Dependencia en sus ámbitos de competencia haga cumplir la legislación. La Cámara de Diputados aprobó una reforma en 2012 al artículo 456 de la Ley General de Salud para castigar con 8 años de cárcel y multa de 100 a 2 mil días de salario mínimo a quienes elaboren, trafiquen, comercien, almacenen o adicionen a los alimentos o agua de consumo animal substancias tóxicas o peligrosas como el clenbuterol, sin embargo no se tiene certeza del cumplimiento de la norma. La carne se considera generalmente un producto de alto valor que constituye una buena fuente de hierro y vitaminas, pero han surgido en todo el mundo una serie de problemas de salud pública que han tenido efectos adversos en la producción, comercio y consumo de carne. Inocuidad de la Carne y Salud Pública1 La inspección de la carne es el principal método utilizado para garantizar la su inocuidad. El propósito de la inspección de la carne es proporcionar carne inocua y sana para el consumo humano. La responsabilidad de lograr este objetivo reside en primer lugar en las autoridades competentes en materia de salud pública, las cuales están generalmente representadas en el matadero por los veterinarios o inspectores de la higiene de la carne. Entre los puntos débiles frecuentes de la inspección de la carne cabe destacar la carencia de un cuerpo de inspectores (veterinarios, inspectores de la carne) independiente, competente y que cuente con recursos suficientes y capacidad jurídica y práctica plena para emitir un dictamen objetivo sobre la idoneidad de la carne y las distintas partes de los animales destinadas al consumo humano. Asimismo, la FAO ha elaborado una serie de directrices y normas sobre procedimientos y técnicas de inspección de la carne para los países en desarrollo. Gran parte de las actividades de salud pública veterinaria tiene relación con el proceso de la cadena alimenticia, conocido como “de la granja a la mesa”, que comienza con la cría de animales y pasa por los rastros, la industrialización, el transporte y la venta de alimentos, hasta llegar a la mesa del consumidor. Todas esas etapas exigen vigilancia, normas técnicas, legislación, inspección, comunicación social y otras actividades de participación directa de la salud pública. La participación de profesionistas y especialistas en salud pública veterinaria mediante la vigilancia, prevención y control del uso de sustancias en la alimentación de animales para abasto, podría asegurar la inocuidad de los alimentos para el consumo humano. Se trata de garantizar la inocuidad de los alimentos de origen animal durante los procesos de producción, transporte, comercialización, hasta su llegada al consumidor, a través de las inspecciones necesarias para cumplir tal objetivo. Las secretarías de Salud y de Agricultura han negado que en el país exista un problema generalizado con el uso de clenbuterol, sustancia prohibida en la alimentación animal, por lo que el consumo de carne es seguro, sin embargo considero imprescindible la vigilancia permanentemente del cumplimiento de la Ley Federal de Sanidad Animal y por la normativa sanitaria NOM-064-ZOO2000. El Gobierno Federal junto con las autoridades sanitarias estatales, han señalado que mantienen las acciones de vigilancia regular sobre la producción y venta de carne en el país, aunque desde mi punto de vista no se ha establecido una verdadera coordinación y programación de las inspecciones que se deberían realizar para lograr sus objetivos, por lo que México padece un grave problema de salud pública por culpa del uso masivo de clenbuterol para engordar ganado. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), ha rechazado el uso del clenbuterol lo mismo que los engordadores de ganado, puesto que la carne que se consume en el país proviene del sacrificio en rastros tipo inspección federal (TIF) y municipales, que cuentan con estrictos controles de seguridad del Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y la (Cofepris), por lo tanto, para fortalecer la vigilancia que se viene realizando, es importante establecer la participación conjunta de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), la Secretaria de Salud (SSA), el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y las delegaciones estatales de (Sagarpa), para la realización de inspecciones que permitan prevenir riesgos para la salud pública por el uso de sustancias en la alimentación de animales para abasto. El esteroide está prohibido en la industria cárnica en México por sus efectos negativos en la salud humana. Sin embargo, se utiliza masivamente porque los engordadores de ganado tienen muchos alicientes para usarlo y el costo de hacerlo es muy bajo. No les importa violar las normas sanitarias, porque las ganancias que obtienen son altas y el riesgo limitado. El clenbuterol como engordador artificial de ganado se usa para mejorar la conversión alimentaria de reses, puercos y aves, ya que aumenta la masa muscular y disminuye el tejido graso de los animales que lo consumen, al tiempo que aminora la ingesta oral. Es decir, con menor volumen de alimento los engordadores obtienen más kilos de peso corporal. El clenbuterol se ha utilizado desde hace años en la industria cárnica para conseguir un engorde más rápido de los ejemplares destinados al consumo humano, en quien recaen las repercusiones de salud que hemos mencionado. Es cierto que la legislación al respecto de esta sustancia es muy clara y concisa, ya que determina un uso restringido del clenbuterol en determinados casos de enfermedad por parte del animal. Pero siempre debe respetarse un periodo mínimo desde que se administra esta sustancia hasta que la carne se va a consumir por el ser humano. Este periodo lo que permite es que el animal elimine de su organismo los restos del clenbuterol que puedan acabar afectando al ser humano. A pesar de existir infinidad de medidas al respecto y de la ley mostrarse estricta con esto, existen muchos casos que se saltan la ley, e incluso aquellos que no lo hacen y respetan los días de depuración del animal, están bajo sospecha de tener su carne efectos nocivos para el ser humano, ya que en la mayoría de los casos el clenbuterol se queda depositado en el hígado de ese ejemplar y pasa al organismo humano si consumimos las vísceras. Los efectos del clenbuterol en nuestro organismo son serios, ya que su consumo afecta a la glándula tiroides, que es la que se encarga de regular el metabolismo. Este ataque contra la tiroides es lo que provoca disfuncionalidad metabólica con la consiguiente aceleración o ralentización del metabolismo y los efectos que esto tiene en nuestro organismo. Por ello es importante cuidar que lo que consumimos está libre de esta sustancia. Existen investigaciones que indican que el uso del clenbuterol, cuando es administrado como fármaco de forma terapéutica y bajo prescripción veterinaria, representa un riesgo mínimo para el consumidor. Sin embargo, su uso ilegal en animales como anabolizante para aumentar la cantidad de músculo puede dar lugar a graves intoxicaciones. En México, como en muchos países, se prohíbe el uso de clenbuterol como promotor de crecimiento en animales destinados al consumo humano, sin embargo continúan presentándose casos de intoxicación. El uso ilegal del clenbuterol en la producción animal ha causado severos envenenamientos por ingestión de alimentos contaminados y el cuadro de intoxicación normalmente se presenta de una a seis horas posterior a su ingestión. Se debe considerar además que aunque parte del clenbuterol administrado se excreta o metaboliza, hay una cantidad muy importante que queda retenida en el organismo, sobre todo en la retina (donde se encontrarán las mayores concentraciones), en hígado y en menor cantidad en músculo de los animales tratados. Por tanto el consumo de vísceras procedentes de animales tratados de forma descontrolada con elevadas cantidades de clenbuterol, presentan un mayor riesgo de envenenamiento que la carne. Aunado a esto, investigaciones científicas indican que los métodos de procesamiento térmico dados a la carne comúnmente (cocimiento, horneado, freído y preparación en microondas) no pueden inactivar o remover significativamente la concentración de residuos acumulados en los tejidos de animales expuestos a dosis de clenbuterol. Dado que la carne y vísceras de bovino son parte de la dieta del mexicano, se han establecido acciones preventivas que intentan desalentar a los productores en el uso de clenbuterol en la engorda de ganado. Sin embargo, es una realidad que el uso ilegal de esta sustancia durante el crecimiento del animal sigue siendo una práctica común por parte de algunos productores. De acuerdo a la NOM-064-ZOO-2000, está en vigor la prohibición del uso de clenbuterol con fines de promoción de crecimiento en ganado bovino, por lo que su uso es autorizado exclusivamente con fines terapéuticos sólo para animales que no son destinados para el consumo humano y como agente tocolítico para vacas. Por su parte, el artículo 456 de la Ley General de Salud endurece las penas contra el uso de sustancias tóxicas (como el clenbuterol), a fin de desincentivar el uso de éstas y combatir este problema de salud pública. La Ley Federal de Sanidad Animal establece en los artículos 171 al 175, sanciones de 3 a 7 años de prisión y de 10 mil a 50 mil días de salario mínimo vigente de multa para quienes realicen acciones como el ingreso al territorio nacional de productos y animales, almacenamiento, comercialización y suministro de este tipo de productos prohibidos por la Ley, exponiendo la salud de la población con el uso de éstas. Se han monitoreado rastros tipo inspección federal (TIF) y municipales por parte de personal de Sagarpa y la SSA, con el fin de detectar la existencia de clenbuterol y mantener la carne contaminada alejada de los canales de comercialización. A fin de controlar el uso ilegal de estas sustancias en animales para carne, también se analizan muestras de material biológico (orina, hígado, sangre, músculo) tomados durante la engorda de animales, por parte de personal operativo de ambas Secretarías. Por lo que es importante continuar con la vigilancia y control, y sobre todo detectar establecimientos clandestinos, que pudieran estar sacrificando animales con la presencia de esta droga. Por otra parte, existe el programa de Proveedor Confiable (Libre de clenbuterol) implementado desde 2007 por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agropecuaria (Senasica), que mediante lineamientos específicos promueven la certificación de los productores para declararlos como hatos libres de clenbuterol y garantiza a los compradores que la carne que consuma esté 100% libre de él. Sin embargo, esta certificación no es obligatoria y por los costos de producción sin clenbuterol los propios productores aseguran que no es una opción completamente factible. Por lo tanto, se requiere monitorear periódicamente los lugares de introducción y comercialización de productos cárnicos, con especial atención a los centros de acopio de mayor concentración de estos productos en los estados de la República Mexicana, mediante el muestreo de la carne y vísceras. Por el riesgo que conlleva para la industria y la manifestación de los síntomas propios del Bagonista en toda la población consumidora y que pone en peligro su salud, urge la necesidad de establecer métodos de análisis rápidos y adecuados que permitan asegurar la inocuidad de los alimentos y evitar las consecuencias de salud pública y socioeconómicas que repercuten negativamente en el comercio y sanidad de los animales. La inocuidad de los alimentos es una función esencial de salud pública, por lo tanto debe desempeñar en las políticas de desarrollo nacional. No obstante, la inocuidad de los alimentos incluye las actividades realizadas por varios organismos e instituciones cuyos mandatos son a menudo no definidos claramente. Esto ha dado lugar a la fragmentación del sistema de control de alimentos y a un uso ineficiente de los recursos. La cooperación y coordinación a nivel nacional, regional e internacional se requiere para mejorar la eficacia y por lo tanto la protección y promoción de la salud del consumidor y mejorar las oportunidades para el comercio y el turismo. Por lo anteriormente expuesto, el suscrito, Diputado Mario Alejandro Cuevas Mena de la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos e integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, Con fundamento en lo establecido por los artículos 71, fracción II, 72 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 77 y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados someto a la consideración de esta Soberanía la presente Iniciativa con Proyecto de Decreto: Iniciativa de ley con proyecto de decreto por el que se reforma el artículo 126 de la Ley Federal de Sanidad Animal Artículo Único: Se reforma el artículo 126 de la Ley Federal de Sanidad Animal para quedar como sigue: Artículo 126.- La Secretaría podrá inspeccionar en cualquier tiempo y lugar el cumplimiento de las disposiciones de sanidad animal o de buenas prácticas pecuarias mediante: I. ... II. ... III. ... Los resultados de los actos de inspección que realicen la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, la Secretaria de Salud, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios y las delegaciones estatales de (Sagarpa), se asentarán en actas circunstanciadas, en las que participará un representante de cada una de estas dependencias, quienes de manera coordinada realizarán un informe anual sobre los resultados nacionales de dichas inspecciones. Transitorio Único. El presente decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Nota 1 http://www.fao.org/ag/ags/industrias-agroalimentarias/carne-y-leche/cal idad-e-inocuidad-de-lacarne/cuestiones-de-salud-publica/ Palacio Legislativo de San Lázaro, a 30 de abril de 2014. Diputado Mario Alejandro Cuevas Mena (rúbrica)