Ateneo Ambulatorio Fecha: 17/05/2010 Responsable: Mara Lopez Wortzman Paciente/Problema: adulto sano Exposición/Intervención: Evaluación previa para realizar actividad física recreativa Desenlace: detección de enfermedades cardiovasculares, riesgo de muerte súbita, arritmias Búsqueda: Up to Date 17.2, consenso de corazón y deporte (2007-SAC) Conocimiento de base La muerte súbita asociada con el deporte es un raro (1 en 100000) pero catastrófico evento. Las víctimas son usualmente jóvenes aparentemente sanos, pero muchos tienen enfermedad cardiovascular que no fue diagnosticada antes del evento. Por lo tanto es de sumo interés en la práctica clínica detectar estas anormalidades tempranamente y luego definir la actividad física apropiada y restringida para cada enfermedad. El deportista recreacional es aquel que desarrolla actividades deportivas como elemento para mejorar su calidad de vida y/o con un fin lúdico. Existe un mayor riesgo potencial de muerte súbita en personas que practican deporte en forma recreativa porque: – Se trata de un número mayor de personas. – Suelen tener menor calidad de control médico. – Realizan actividades de diferentes características incluyendo ejercicios que involucran aceleraciones y desaceleraciones rápidas. – Las actividades suelen no tener prescripción científica previa o frecuentemente son inadecuadas. – Raramente las actividades son supervisadas por profesionales capacitados. La mayoría de las muertes súbitas en atletas son causadas por arritmias, como taquicardia ventricular o fibrilación ventricular, malformaciones congénitas y displasia arritmogénica del ventrículo derecho. Entonces nos preguntamos cómo deberíamos evaluar a una persona que quiere comenzar a hacer actividad física y que estudios complementarios son necesarios para el screening de enfermedades que puedan generar complicaciones a la hora de realizar deportes. Las guías mundiales más utilizadas son la de la sociedad europea de cardiología y la de la American Heart Asociation (AHA). Ambas proponen un interrogatorio completo que incluya antecedentes personales y familiares y examen físico detallado. La diferencia más importante que hay entre ellas es, que la americana no realiza estudios complementarios si se trata de una persona joven, (<35 años)con el examen clínico normal y sin datos patológicos en el interrogatorio. En cambio la guía europea recomienda solicitar un ECG de 12 derivaciones a todo paciente que desee participar en deportes. Esto se fundamenta en que el ECG detecta patologías que contraindican o limitan la realización de actividad física como la miocardiopatía hipertrófica, el síndrome de QT prolongado, el síndrome de Brugada, Wolf-Parkinson-White y cardiomiopatía arritmogénica del ventrículo derecho, entre otras. La AHA objeta la inclusión rutinaria en el screening de ECG por su baja especificidad y la posibilidad de resultados falsos positivos (no sería costo efectiva). En Italia es obligatoria también la solicitud de una prueba de esfuerzo. La Sociedad Argentina de Cardiología, además de el interrogatorio y el examen físico detallado, propone un screening previo a la realización de actividad física en individuos aparentemente sanos clasificándolos en base al tipo de ejercicio a realizar y de acuerdo con la edad: En un paciente menor de 35 años sin antecedentes patológicos personales, ni familiares, con examen físico completo normal, se debería solicitar, como mínimo, previo a la realización de actividad física recreativa un ECG en reposo, un laboratorio que incluya glucemia y perfil lipídico y una radiografía de tórax frente. Artículo 1 Lugar de búsqueda: Pubmed Título: “Preparticipation evaluation. An evidence- Cita: clin j sport med 2004; 109-122 based review” Objetivo: revisar la evidencia disponible que establece la realización de una evaluación previa a la realización de actividad física como screening en pacientes aparentemente sanos. Materiales y métodos: Se realizó una búsqueda exhaustiva (Pubmed, Medline, Cochrane, etc), se encontraron 653 trabajos. De ellos 310 cumplieron con los criterios de inclusión y 25 finalmente fueron los analizados relacionados con la realización de la evaluación pre deportiva. La mayoría de estos artículos evaluaban enfermedades vasculares y distintos procedimientos de screening. Resultados: El formato de la evaluación pre actividad física no está estandarizado por lo tanto los trabajos muestran resultados heterogéneos en cuanto a sensibilidad y especificidad de los exámenes complementarios solicitados para detectar alteraciones cardiovasculares que contraindiquen el ejercicio físico. Conclusión: Es necesario realizar una pre evaluación estandarizada para poder evaluar su utilidad e identificar factores de riesgo asociados con la realización de actividad física.