Autor: José Luis Pérez Galán DCM-08-01594-01 FACTORES A CONSIDERAR EN UNA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA La investigación cualitativa reconoce la subjetividad de los sujetos como parte constitutiva de su proceso indagador. Ello implica que las ideologías, las identidades, los juicios y prejuicios, y todos los elementos de la cultura impregnan los propósitos, el problema, el objeto de estudio, los métodos e instrumentos a utilizar. Situaciones preconcebidas Es habitual que los individuos, basándose en la experiencia vivida determinados momentos de su existencia, construyan y pongan manifiesto determinados comportamientos aprendidos que manifiestan en respuestas automáticas ante situaciones que, asimilan como similares a otras ya pasadas. en de se se Este tipo de comportamiento obedece a esquemas formados en nuestra mente, que están asociados a determinadas creencias o simples prejuicios que aún sin un fundamento lógico que lo sostenga ante una crítica racional, condiciona nuestras respuestas. Pongamos un ejemplo; se sabe de manera científica que los procesos gripales tan sólo se curan permaneciendo en cama durante algún tiempo, bebiendo en abundancia y la propia sudoración. “Esquemas formados en nuestra mente, asociados a determinadas creencias o simples prejuicios condicionan en la mayoría de los casos nuestras respuestas” Pues bien, si fuéramos los responsables de investigación comercial de un laboratorio farmacéutico, y nos pidiesen que realizáramos un estudio previo a la campaña publicitaria de lanzamiento de un nuevo medicamento que combate los procesos gripales, ¿qué tendríamos que hacer para empezar el proceso? Sin lugar a dudas deberíamos plantearnos que situaciones preconcebidas tienen, con respecto a la curación de un proceso gripal, el segmento de mercado que hemos identificado en nuestra segmentación para el que va a ir destinada la campaña. Si la conclusión es que el pensamiento mas enraizado es el de que con cama y sudor se pasa la gripe, deberemos indicar a los responsables de la organización farmacéutica que lo mejor para que el nuevo producto pueda ser aceptado sería como ayuda a la curación o a atenuar los síntomas. En ningún caso se debe plantear que el medicamento en cuestión curará el proceso gripal, porque aunque ello fuera verdad, mientras la creencia o la suposición establezcan lo contrario, la reinterpretación del mensaje irá en esta dirección y el producto no se podrá vender. El comportamiento y los juicios de valor. Los estímulos que presentemos para que sean captados por los individuos de nuestro “target”, serán reinterpretados de forma diferente en función de cómo esos individuos conciban la realidad de las distintas situaciones vitales que se les presente. pág. 1 CLASE EJECUTIVA 2008 © José Luis Pérez Galán © Clase Ejecutiva, S.L. Todos los derechos reservados. De uso exclusivo para los alumnos de Clase Ejecutiva. Prohibida la reproducción total o parcial del documento y su distribución por cualquier medio impreso o electrónico sin la autorización escrita de Clase Ejecutiva. Autor: José Luis Pérez Galán DCM-08-01594-01 Un individuo puede responder ante un mismo estímulo de una forma muy distinta a otro, por el simple hecho de concebir el entorno de manera diferente. Podemos bromear siguiendo el conocido (espero que lo sea por todos) ejemplo de la botella medio vacía o medio llena, un pesimista siempre indicará que la botella está medio vacía, un optimista expresará que esta medio llena y un realista apreciará la realidad de la manera mas precisa. Por tanto, la respuesta esperada, en forma de comportamiento, para cada individuo puede ser totalmente diferente, ante un estímulo similar, y ello debido a los diferentes esquemas de referencia con los que habitualmente se identifican los distintos individuos. Los esquemas de referencia forman un todo con el individuo y su personalidad, de manera que debemos contar con ellos pues condicionan de manera determinante el comportamiento. Por otra parte, la actitud de los individuos, que representa un puente entre el estado psicológico de los mismos y los objetos exteriores, es fundamental en el nivel de respuesta. La actitud de los individuos manifestada a través de juicios de valor, unida al esquema de referencia, forman un conjunto que permite realizar un análisis de la situación en un proceso de investigación que nos permita encontrar que es lo que los individuos pueden aceptar de mejor o peor grado y, por tanto, cómo se debe presentar cualquier proposición de forma que la probabilidad de éxito sea mayor. “La respuesta esperada, en forma de comportamiento para cada individuo puede ser totalmente diferente, ante un estímulo similar” Por ejemplo, realizar una campaña publicitaria cuyo objetivo sea el de concienciar de los beneficios que puede suponer declarar los impuestos en forma correcta, sin ocultar cantidades ni defraudar a Hacienda, puede fracasar, esto es, no cubrir el objetivo a un nivel adecuado, por el simple hecho de no conocer o no considerar los esquemas de referencia y las actitudes de los elementos a los que va dirigida tal campaña publicitaria. Si se conocen esos esquemas de referencia y la actitud que se manifiesta respecto al tema impositivo, el investigador indicará al director de la campaña la mejor manera en que se puede producir el mensaje para que sea aceptado el contenido del mismo de manera adecuada. Las sensaciones, los recuerdos y los sentimientos Con la presentación de un estímulo, se puede producir en una persona una determinada experiencia que puede ser interpretada por él de una manera positiva o negativa. Apreciar el olor que se desprende de un perfume puede inducir una sensación agradable o desagradable, según el caso. Esta posibilidad puede ser utilizada, en el sentido de poder determinar que tipos de sensaciones pueden producir un efecto pág. 2 CLASE EJECUTIVA 2008 © José Luis Pérez Galán © Clase Ejecutiva, S.L. Todos los derechos reservados. De uso exclusivo para los alumnos de Clase Ejecutiva. Prohibida la reproducción total o parcial del documento y su distribución por cualquier medio impreso o electrónico sin la autorización escrita de Clase Ejecutiva. Autor: José Luis Pérez Galán DCM-08-01594-01 positivo el segmento de mercado que interese como población objetivo dentro de un plan de marketing. Por otro lado, saber qué recuerdo es positivo, puede ser decisivo para modificar una determinada actitud e incluso el propio comportamiento de compra. Muchos mensajes publicitarios a través de diferentes medios, aunque fundamentalmente por la televisión, reproducen escenas de la vida cotidiana de las personas consideradas como parte de algún “target”, con el simple propósito de que estas recuerden o rememoren momentos pasados vividos de manera agradable. El ejemplo de una pareja de novios en busca de una vivienda, que utilizan un automóvil, elemento este último que representa el producto anunciado, seguro que no nos resulta lejano. Es un claro ejemplo de la importancia de los recuerdos. En resumen, inventar historias agradables, que han sido vividas de una manera similar por los elementos de una población objetivo, constituye una buena forma de intentar reafirmar una actitud o de intentar cambios si así fuera el objetivo. Según la intensidad con la que se pueden manifestar las sensaciones y los recuerdos emulados, los sentimientos, bien de rechazo o de aceptación hacia el contenido de un mensaje publicitario, siguiendo en este ejemplo, se producirán a su vez con diferente fuerza, llegando en su máxima intensidad a reflejar estados emocionales que pueden ser percibidos por respuestas de tipo no sólo psicológico sino también fisiológico. “Saber qué recuerdo es positivo, puede ser decisivo para modificar una determinada actitud e incluso el propio comportamiento de compra” Si el mensaje que se proyecta es el que indicamos anteriormente, esto es, la historia de una pareja en busca de vivienda, puede ocurrir que a una persona que este viendo y escuchando tal mensaje, le produzca un sentimiento de rechazo si su experiencia en este sentido fue negativa; puede que su sentimiento sea de agrado si su experiencia fue positiva, y en ambos casos la intensidad del sentimiento puede ser de tal magnitud que, con cierta seguridad, tanto la persona que tuvo la experiencia positiva como negativa, sea idéntica. En ambos casos se habrá producido la manifestación de una emoción. pág. 3 CLASE EJECUTIVA 2008 © José Luis Pérez Galán © Clase Ejecutiva, S.L. Todos los derechos reservados. De uso exclusivo para los alumnos de Clase Ejecutiva. Prohibida la reproducción total o parcial del documento y su distribución por cualquier medio impreso o electrónico sin la autorización escrita de Clase Ejecutiva.