La edad de bronce en Grecia

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LA EDAD DEL BRONCE EN GRECIA: LA ÉPOCA MICÉNICA (2.000-1150
A.C.)
SUMARIO.
1. LA EDAD DEL BRONCE EN GRECIA: LA LLEGADA DE LOS
INDOEUROPEOS EN EL HELÁDICO MEDIO.
2. CRETA DURANTE LA EDAD DEL BRONCE MEDIO.
3. LOS GRIEGOS DURANTE LA EDAD
HELÁDICO RECIENTE O MICÉNICO.
DEL
BRONCE
RECIENTE:EL
1. LA EDAD DEL BRONCE EN GRECIA: LA LLEGADA
INDOEUROPEOS A GRECIA EN EL HELADICO MEDIO.
DE
LOS
Durante la Edad del Bronce en Grecia se suceden los siguientes periodos:
EDAD DEL BRONCE ANTIGUO.......... 3.000 a.c.
EDAD DEL BRONCE MEDIO............ 2.000 a.C.
EDAD DEL BRONCE RECIENTE......... 1.550 a.C.
La Edad del Bronce recibe diferentes nombres según de qué área del Egeo se
trate:
En la Península Balcánica........ HELÁDICO.
En la isla de Creta.............. MINOICO.
En las islas Cícladas............ CICLÁDICO.
------------Los indoeuropeos llegaron a la Península Balcánica alrededor del año
2.000 a.C.; hay evidencia arqueológica de la irrupción violenta, en torno a esa
fecha, de un pueblo que, entrando por el norte de la Península, la recorre en
dirección al sur, penetrando en el Peloponeso, y se asienta en torno al Golfo
Sarónico (Grecia central y meridional).
Por indoeuropeo (o indogermánico, o ario) se entiende un grupo de
pueblos que se servían de lenguas emparentadas entre sí. Este parentesco lo
revelaron los estudios de Gramática comparada e histórica a lo largo del siglo
pasado. Puede también reconocerse, además de la lengua, otros elementos
culturales comunes. Son pueblos seminómadas dedicados a la ganadería. Su
modelo de organización social es la pirámide gentilicia, cuya base es la familia
patriarcal ampliada (clan). La función militar tiene un papel relevante en su
comportamiento social (el uso militar del caballo y del carro de combate es
una innovación suya). Su religión era patriarcal: dominaban los dioses
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masculinos, resultado de la personificación y divinización de fuerzas naturales
(particularmente atmosféricas). Establecen sus poblados en alturas fortificadas
(acrópolis griegas).
Su patria originaria no es conocida con seguridad; hoy se tiende a
situarla entre el norte del Mar Negro y el Yeniséi. Se sabe de una cultura
asentada en este territorio en el V milenio a.C. conocida como "cultura de los
Kurganes". Desde allí este pueblo se expande en tres oleadas sucesivas: entre
el 4.400 y el 4.200 a.C., alcanzan los Balcanes y la cuenca del Danubio; entre
el 3.500 y el 3000 a.C. llegan a Transcaucasia, Irán y parte de Anatolia; del
3.400 al 3.200 a.C. se extienden por la Europa central, y entre el 3.000 y el
2.800 a.C. alcanzan el Egeo y el Adriático, y, quizá, Egipto y Palestina. La
extensión hacia el norte y oeste de Europa fue posterior y termina en época
histórica. Estas migraciones llevan a los indoeuropeos a extenderse por un
vasto territorio, cuyos límites los fijan, por el oeste, los celtas, que llegan a
Irlanda y la Península Ibérica, y, por el este, los indios y tocarios, asentados en
la India y el Himalaya respectivamente. Como resultado, hubo un proceso de
mestizaje cultural con el sustrato neolítico, pero asentándose los indoeuropeos
como élite dominante.
Llegado a Grecia, este pueblo convive con los habitantes originarios
(parece que de origen anatolio), constituyéndose en la capa social dominante.
De la mezcla de ambas culturas, y del influjo cultural recibido de la isla de
Creta, surgirá, ya en el Heládico Reciente, la primera cultura griega.
De la vida de este pueblo a lo largo del Heládico Medio no nos queda,
prácticamente, otro testimonio que un tipo de vasijas cerámicas llamado
"minio". Cabe suponer que, pueblo de cultura pobre y primitiva a su llegada,
fue éste un periodo de aclimatación y absorción de influencias de las culturas
mucho más desarrolladas y urbanas del Egeo.
2. CRETA DURANTE LA EDAD DEL BRONCE MEDIO.
Durante este periodo de silencio de los primeros griegos, los reinos
cretenses dominan cultural y económicamente el área del Mar Egeo. Por los
textos (aún no descifrados) en escritura cretense de esta época, conocida como
"Lineal A", parece que los cretenses no eran un pueblo indoeuropeo, sino más
bien anatolio (aunque quizá con elementos de población indoeuropea, los
llamados "luvitas", pueblo indoeuropeo tempranamente asentado en Anatolia).
Son los últimos representantes de la floreciente cultura neolítica
europea, que en el continente había quedado sumergida bajo la dominación de
pueblos indoeuropeos venidos de fuera. En Creta, por su lejanía del
continente, sobrevive algún tiempo más. En Creta se encuentran los rasgos
que definen a esta cultura:
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-Asentamiento en núcleos urbanos, que situaban no en alturas
defendibles, sino en paisajes agradables con agua y buena tierra.
-Economía de base agraria.
-Metalurgia incipiente (cobre, oro).
-Ausencia de testimonios militares (ni armas ni fortificaciones).
-Ausencia de clara diferenciación social (no hay tumbas especiales).
-Una religión femenina, vinculada a los ciclos agrarios y a la tierra,
ocupa un lugar central en la vida social.
-La organización social es matriarcal: la herencia es matrilineal:
monogamia, adulterio o virginidad carecen de sentido. Más que
subordinación del varón, hay especialización de funciones.
Creta vive en esta época un modelo institucional próximo al que es
norma en el Oriente Próximo de entonces: una institución con sede en el
palacio (monarquía teocrática, o, colegio sacerdotal) centraliza la
administración y la religión del estado. El palacio, centro de la vida del reino,
es residencia, pero, además, centro de la administración del reino (con
archivos, talleres, almacenes) y centro del culto. Los palacios de Creta son, por
ello, muy extensos; su planta es absolutamente irregular, pues parece que
crecieron en torno a un patio central por yuxtaposición de nuevas
dependencias.
También el arte cretense refleja estas mismas influencias del Oriente
Próximo, concretamente del Egipto faraónico, aunque muy originalmente
asimiladas, de forma que revela una personalidad cretense muy peculiar. Falta
la monumentalidad que imponía al arte egipcio su función de propaganda del
poder faraónico y de arte sacro. Este carácter más humano, íntimo o
decorativo ("arte burgués" se llama al cretense) está en consonancia con la
ausencia de construcciones defensivas. Se pensó que esta rara confianza podía
deberse a la existencia de un imperio naval cretense que les hacía sentirse
seguros en su isla (no hay base suficiente para tal suposición).
Durante el Minoico Medio, Creta, dividida en varios reinos, que parece
que se unieron a fines del periodo bajo la autoridad del palacio de Cnoso,
desarrolló un activo comercio con el Próximo Oriente y Egipto, convirtiéndose
en intermediario comercial entre el Próximo Oriente y los pueblos del Egeo.
Productos cretenses se hallan en Egipto y otras zonas del sur del
Mediterráneo, lo mismo que productos de allí y también cretenses se hallan en
la propia Creta, las islas , la Península Balcánica y otras zonas del Mar Egeo.
La existencia independiente de Creta concluye en torno al año 1.450
a.C. como consecuencia de la invasión por griegos llegados del continente. Lo
prueban los textos, hallados en Creta y correspondientes a esa fecha. Están
redactados en una escritura que deriva del "Lineal A", pero que se usa para
escribir griego, la llamada "Lineal B", usada también por las mismas fechas en
la Península Balcánica.
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3. LOS GRIEGOS DURANTE LA EDAD DEL BRONCE RECIENTE: EL
HELADICO RECIENTE O MICENICO.
Micenas1,
Se da a este periodo el nombre de "micénico" por el reino de
en el Peloponeso, el más poderoso de la época según los poemas de
Homero.
De principios de este periodo datan los primeros restos arqueológicos
que revelan la presencia de los griegos en el continente: los círculos de tumbas
B y A de Micenas. Son enterramientos reales en fosas rectangulares cavadas
en el suelo y señaladas por una estela grabada; el recinto ocupado por las
fosas está cercado por losas de piedra verticales que lo acotan2. Dentro de las
fosas se encontró un riquísimo ajuar funerario: armas, joyas, y útiles en
bronce y metales y piedras preciosas. Los ajuares y la propia existencia de
enterramientos de excepción delatan que en este pueblo se había producido
una notable acumulación de riqueza y poder, que se había producido en su
seno una jerarquización social apreciable, y que mantenían contactos, quizá
aún por intermedio de Creta, con otras culturas mediterráneas. En efecto, las
piezas de los ajuares hallados son de origen cretense, obtenidas bien en
empresas militares, bien por importación, bien obra de artistas cretenses
asentados en los palacios de los griegos micénicos.
Esta evolución llevó finalmente al establecimiento entre los griegos de
una monarquía sobre el modelo cretense, aunque de corte más bien militar
que teocrático. Esta institución es un injerto extraño en la tradición
indoeuropea. Los indoeuropeos se organizaban socialmente en una estructura
gentilicia. Su base era el clan, un grupo de familias o una familia en sentido
muy amplio, con un ascendiente común. Un grupo de clanes de ascendiente
común forman una fratría y varias de ellas emparentadas una tribu. Se
pertenece a la comunidad formada por estos pueblos no por nacer en el
territorio que ocupan, sino por haber nacido en el seno de uno de sus clanes.
Esta pertenencia concede al individuo su personalidad social: sus derechos y
obligaciones, la atención de los dioses de la comunidad, la protección solidaria
de la comunidad, el derecho a la posesión de la tierra y a la opinión en los
asuntos que afectan a la comunidad.
1
.- La ciudad de Micenas, en el Peloponeso, próxima a Argos,
fue descubierta en 1.876 por un alemán aficionado a la
Arqueología, Heinrich Schliemann, descubridor también de los
restos de Troya, en Asia Menor.
2
.- Más adelante, en torno al s. XV a.C., estas tumbas serán
sustituidas por otras más monumentales, de planta circular y
cubiertas por una falsa bóveda, a las que se accedía por un
corredor a cielo abierto. Son las llamadas tumbas de "tholos".
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Parece que desde esta situación se llegó a la monarquía al potenciar la
figura del "rey de tribu", que la gobernaba con la asistencia de un "consejo" de
notables, jefes de unidades inferiores (clanes, fratrías,.). Aumentado el poder y
la distancia que lo separaba del resto de la comunidad, pudo convertirse en un
"wanax" (a[nax) (nombre que se dio al rey en este nuevo sistema político). Esto
sólo pudo hacerlo un dirigente tribal amparado en un poder y prestigio
previamente acumulados, que le permitieron auparse por encima de la
organización gentilicia y asentarse en un palacio, desde el que ejercía una
autoridad en cierta forma consentida, aunque no hay datos para afirmar que
fuera del todo absoluta.
Se crean así, en las sociedades griegas del Heládico Reciente, dos
mundos. De un lado, el palacio, constituido a la manera cretense como un
vasto complejo, sede del poder político y militar, y también centro
administrativo y económico, con archivos, almacenes y talleres, lugares de
culto y dependencias para la servidumbre, artesanos y funcionarios a su
servicio. Dos diferencias respecto del palacio cretense: las fortificaciones que lo
protegen y el "megaron" (mevgaron) como forma constructiva. Para centralizar y
fiscalizar desde él de la vida del reino los micénicos adaptaron la escritura
cretense ("Lineal A"), de manera que fuera apta para escribir la lengua griega.
El nuevo sistema, un silabario, se llamó "Lineal B" y se utilizó para los
registros administrativos de palacio, escrito sobre tablillas de arcilla blanda
que los incendios que destruyeron los palacios cocieron, permitiendo que se
nos conservaran. Por debajo del "wanax" había toda una corte de altos
dignatarios, de los que parece que fue el llamado "lawagetas" (laov", a[gw)
(literalmente "conductor de huestes"), el segundo en la jerarquía. Estos
funcionarios disfrutaban, como el propio rey y los templos, de lotes de tierra
anejos al cargo llamados "témenos" (tevmeno").
Otro mundo diferente fue el del "damos" (dh'mo", pueblo), organizado a la
manera gentilicia tradicional. Estaba bajo la dirección de autoridades
territoriales en que se combinaba la condición de delegados territoriales del
"wanax" y de dirigentes tribales, con lo que se armonizaban y evitaban
conflictos entre ambas fórmulas institucionales.
A lo largo del Heládico Reciente, y, sobre todo, a partir de 1.450 a.C. en
que los micénicos invadieron Creta, apoderándose de ella, los reinos micénicos
se convirtieron en las grandes potencias del Mediterráneo oriental,
suplantando a los cretenses en sus funciones comerciales. A lo largo de esta
época los micénicos comercian con el Mediterráneo occidental (muy
particularmente con Italia) y meridional, convirtiéndose en los intermediarios
entre los pueblos del Egeo y el resto del Mediterráneo, y fundan factorías
comerciales en las costas de Asia Menor. Ocuparon así el espacio de seguridad
existente entre los dos grandes imperios de la época y zona: el egipcio y el
hitita, asentado en Anatolia. En ese hueco los micénicos desarrollaron su
comercio y sus correrías militares. Pues, a diferencia de lo que ocurría, al
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parecer, en Creta, los micénicos se muestran como un pueblo belicoso, una
sociedad en que lo militar tiene una preeminencia evidente. Pues, además del
carácter militar de su monarquía, de la abundancia de testimonios
(documentales y artísticos) de armas y guerreros y de lo que la tradición
atestigua (sobre todo Homero), se da la circunstancia de que lo más original
del arte micénico (en su mayor parte imitación del cretense) es su arquitectura
defensiva: los palacios están dotados de poderosas defensas, las ciudades
protegidas por ciclópeas murallas.
Este mundo se derrumba allá por el año 1.150 a.C. Las causas son
complejas. De una parte, la llegada de nuevos pueblos a Anatolia provocó el
hundimiento del imperio hitita y la incursión de los llamados "pueblos del
mar" provocó el debilitamiento y repliegue del imperio egipcio. Como
consecuencia de ello, el Mediterráneo quedó sin control que garantizara su
estabilidad y seguridad, de lo cual debieron de resentirse el comercio y las
relaciones exteriores micénicas. Convertidos así en precarios los contactos
exteriores, los reinos micénicos hubieron de iniciar un proceso de
empobrecimiento que, en un momento dado, pudo llevar al enfrentamiento
de reinos griegos entre sí, a la sublevación de poblaciones sometidas,...etc.
La explicación tradicional de este declive es la invasión de los dorios, un
pueblo que desde el NO. de Grecia, donde estaba asentado, se desplaza en
esta época a los territorios ocupados por los reinos micénicos, instalándose
en ellos, en muchas ocasiones como población dominante. Sin embargo, es
lógico pensar que si los dorios (presentados por el mito como los hijos de
Heracles que retornaban al Peloponeso) pudieron enfrentarse con éxito a los
antes poderosos micénicos, es porque ya no lo eran, de forma que la
invasión, más que una causa del fin de la cultura micénica, fue una
consecuencia.
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