ETAPA PRE−ANTROPOCENTRICA.PUEBLOS MEDITERRÁNEOS El mar Mediterráneo, en sus islas o en sus costas, es el lugar donde se desarrollan las vías comerciales marítimas que relacionan a los grandes imperios, estas vías también lo serán de intercambio cultural, siendo el lugar de difusión de las civilizaciones fluviales del próximo oriente entre los diversos pueblos del Mediterráneo. Países del Mediterráneo oriental llegaron a poseer una gran cultura artística, que sirvió en gran medida para la formación del arte griego, razón por la cual también se la conoce como cultura prehelénica. Es aquí donde el ser humano comenzará a ser consciente de su propio valor y de su individualidad frente a la naturaleza. Estamos en el principio de una cultura antropocéntrica donde los dioses se convertirán en hombres, y donde acabará imponiéndose la razón y el placer. CRETA (1900 a/c−1100 a/C) Introducción histórica El mar Egeo, sembrado de islas, había suscitado las relaciones marítimas, los intercambios comerciales desde el alba de la civilización. Muy pronto estuvieron los egeos en relación con la costa de Asia menor y por ella con las caravanas del interior. Hacia el año 2500 aproximadamente dominaron los navíos de las Cícladas, pero hacia el 1900 Creta exportaba ya su notable cerámica. Los cretenses, aislados por su insularidad, desarrollaron una cultura y un arte original en su plataforma del Mediterráneo. Las necesidades y posibilidades del metal dieron a su flota un impulso extraordinario; se aprovecharon de ello para extender el campo de difusión de sus creaciones personales. Cuando los invasores aqueos, progresivamente convertidos ellos también en navegantes rivales, abatieron y arruinaron Creta hacia el 1400 tomaron su sucesión lo mismo en la marina que en el arte. La civilización cretense es, en su base, de tipo agrario urbano; sin embargo el arte cretense se caracteriza sobre todo por los rasgos innovadores venidos de la vida marítima y comercial, al mismo tiempo que del desarrollo de las técnicas del metal. Los cretenses, en el tercer milenio, se separan de las culturas propiamente agrarias y se constituyen, con las vanguardias de Asia Menor, en los difusores de la cultura del bronce. Socialmente Creta está más evolucionada que sus vecinos y su soberano no tiene ya este carácter sobrehumano que conservará siempre en Egipto y Mesopotamia. Se ha observado que, a diferencia de las artes de los imperios agrarios, las de Creta no distinguen la jerarquía dando a los más poderosos mayor estatura. La cultura cretense, nacida más tarde que la de sus poderosos vecinos estuvo en relación con estos . Características generales. El arte cretense nos muestra un cuadro de vida colorista, irrefrenable, alegre, sin que podamos encontrar aquí unas circunstancias económicas y sociales distintas de las del mundo circundante. La diferencia radica en parte en el papel relativamente subordinado que la religión y el culto desempeñaban en la vida pública cretense. Creta va más lejos que Egipto en el afán de captar el aspecto vivo de lo que ve, pues añade la creación de formas sugestivas del movimiento hasta en la geometría de la decoración. Tenemos la impresión de que algunos temas se toman de la realidad (los pulpos, por ejemplo) sobre todo porque se prestan maravillosamente a las ondulaciones en movimiento y a los bucles de las líneas. Los frisos de elementos en 1 espiral ocupan el lugar que en el neolítico correspondían a los ángulos ó dientes. Los cretenses están vinculados al mar. Si los hombres de la tierra y el cultivo están obsesionados por los problemas de división regular y estable del espacio, a imagen de sus campos, los hombres del mar están impregnados del movimiento sin fin de las fuerzas acuáticas. Al sucederse las espirales sobre un vaso no pueden dejar de pensarse en la estilización de olas que se persiguen. Pero si el mar , por la experiencia visual que proporciona ayudó a los cretenses a concebir su repertorio técnico, la experiencia manual contribuyó a ello quizá con más fuerza; el cretense, refinado productor de objetos de valor fácilmente transportables, es orfebre más que metalúrgico. Así se conjuga lo visual y lo manual para incitar al cretense a un concepto nuevo de la forma. Lo "mental" es propicio a este concepto, pues el marino viajero, por su perpetua comparación de creencias, costumbres y artes, es mucho menos adicto al mantenimiento de las tradiciones que el aldeano. La imagen, para los cretenses, ya no tiene prolongación secreta ni trasfondo religioso; deja de ser sagrada como lo era todavía en las tumbas de Egipto, y no vale más que por sí misma, por lo que muestra. Se convierte en un espectáculo y en un goce para los ojos. Al dotar así al arte de su autonomía y de la conciencia de placer que procura los cretenses preparan a Grecia.. El arte cretense tiene también sus convencionalismos antinaturalistas y sus formas abstractas, descuida la perspectiva casi siempre, las sombras faltan de sus pinturas, los colores se mantienen en los tonos ordinarios y la forma de la figura humana se pinta siempre más estilizada que la de los animales. No obstante hay una diferencia con lo anterior en la osadía de la elección de temas. MICENAS (1.400 A/C) Ya en el territorio griego se desarrolló la cultura micénica, que tuvo sus asientos principales en Micenas y Tirinto. Las ciudades son verdaderas acrópolis. Se disponen, bien fortificadas, en lugares escarpados, dominando la llanura o vigilando un lugar de paso. Grandes murallas aseguran la defensa. Se ve que aquel pueblo vivía pendiente de la amenaza de invasiones norteñas, que, en efecto, acabaron con el poderío micénico. Al igual que en el caso cretense, la arquitectura micénica se limita al empleo del dintel, y, sobre todo pone en el primer plano, y ya con algunas de sus formas definitivas, un elemento arquitectónico, que será capital desde los tiempos clásicos: la columna. En Micenas, veremos cómo la flanquean leones, cual si de una deidad se tratase. Edificio habitual es el megarón o casa. Se dispone a lo largo, con una sola entrada, en orden a conservar bien el calor durante el invierno. El megarón comporta una disposición. Existe un vestíbulo con columnas, que anuncia el templo griego, de suerte que la casa se revela por una fachada. Menos importante para el futuro son los monumentos funerarios, que con su largo corredor y su gran cámara circular al fondo, cubierta por falsa bóveda , son uno de los más bellas manifestaciones del tipo de dolmen de cámara prehistórico. En escultura se continúa con las convenciones de los imperios agrarios pero cambia la función; ahora los frescos de los palacios no tienen una función religiosa o de propaganda política sino meramente decorativa. OTROS PUEBLOS DEL MEDITERRÁNEO 2 La cultura talaiótica balear (−1300 a −653 ) En las islas mediterráneas hay otros monumentos megalíticos de la época del bronce como los talayots y navetas de las islas Baleares o los nurages de Cerdeña. Los Talaiots son construcciones defensivas de grandes piedras colocadas en seco, de plantas cuadradas o redondas, con cámara o columna central, que puede tener una segunda planta o talaiot superior. Las taulas, servían probablemente para colocar sobre ellas los cadáveres, y las navetas, llamadas así por parecer una nave invertida, también son construcciones funerarias. Los iberos Conformaban una gran etnia divida en pueblos que habitaban la cuenca occidental del Mediterráneo. Cuando en el siglo VII a/C los fenicios se establecen en Cádiz, intentan ganarse el favor de los jefes iberos ofertándoles regalos. Se crean así unos circuitos de distribución de la riqueza desiguales y una diferenciación social que da lugar a una nueva conformación del poder y de la cultura. La posesión de esos objetos se convierte en símbolo de riqueza, los iberos aprecian sus motivos ornamentales, que copiarán y adaptarán hasta convertirlas en esculturas de gran tamaño. Una vez superado el impacto de los regalos exóticos y valiosos, los productos de los fenicios son pagados con otros productos en comercio libre. Los cadáveres del los aristócratas iberos, ataviados con lujosos ropajes, ardían en una pira funeraria durante más de un día. Finalizada la cremación, metían los restos en una urna que era enterrada junto al ajuar funerario. La Dama de Baza contenía una mujer joven. En su tumba se hallaron lanzas y escudos además de vasijas y otros dones. La esfinge de Elche lleva en su lomo a un mortal a través del cielo. Son muchos los monumentos funerarios iberos que se encuentran adornados con esculturas. Desde la zona de Valencia hasta Andalucía, pasando por Albacete y Murcia, es frecuente que para acompañar al monumento funerario aparezcan esfinges, animales fantásticos de cabeza humana, cuerpo de león y alas de pájaro. Falsa bóveda (volta fals) Cubierta arqueada de un espacio que se consigue a través de la aproximación de las hiladas hasta cerrar el espacio, siendo los empujes verticales. 3