Cambio climático Agotamiento del planeta Crisis

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Cambio climático
Agotamiento del planeta
Crisis del agua
Crisis alimentaria
Crisis del tiempo
Fin de la energía barata
Crisis financiera
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Impulsando el Vivir Bien
Recuperar la salud de la Madre Tierra
Bajar la palanca para el futuro
Despertar la energía comunal
Construir la nueva nación
Producción en función de la vida
Salvar al planeta y la humanidad
Confiamos en las armas de la Vida
El sistema inmunológico de la tierra, o la pacha, se ha
dado cuenta de la presencia de la especie humana y está
empezando a equilibrarse, librándose de la infección del
parásito humano.
Richard Preston, 1994.
Confiamos en las armas de la Vida, las armas de
pueblos y naciones que nos levantamos con la fuerza de
nuestras almas, con la fuerza de las mayorías cuando
hayamos despertado la energía comunal y decidido
enfrentar la Crisis Global y construir la Cultura de la
Vida
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Introducción
El presente trabajo tiene como objetivo juntar la información sobre
la peligrosa situación de deterioro en que se encuentran nuestras
comunidades y el planeta a raíz de las incipientes crisis que nos están
cayendo encima.
Hemos tomado esta iniciativa porque sabemos que no podemos salvar
a Bolivia ni al planeta, tampoco construir el Vivir Bien en Bolivia y
el mundo, si no hacemos nada para que nuestra Pachamama se cure,
si no hacemos nada para salvar al planeta y la humanidad frente a la
Crisis Global que amenaza nuestros recursos naturales y nuestra vida
comunitaria, crisis que está causada por la codicia de los grandes dueños
del dinero, por la expansión hasta el último rincón del mundo de las
empresas transnacionales, el capitalismo y la cultura occidental.
Iniciamos el trabajo presentando un pequeño bosquejo de la
Crisis Global que nos avecina, luego de lo cual seguimos con una
presentación más exhaustiva de cada una de las crisis, del cambio
climático, la sobreexplotación de los recursos del planeta, las crisis
del agua y de la producción de alimentos, la crisis del tiempo, la crisis
energética expresada en la bajada de la producción del petróleo, y
terminando con la crisis financiera y la amenaza a la paz mundial.
En la segunda parte vemos las posibles soluciones y salidas que nos
parecen válidas tanto a nivel mundial y nacional como las propuestas
de cómo podamos despertar o potenciar la energía comunal en
nuestras comunidades para dar nuestro granito de arena a esta tarea
conjunta de salvar a la Pachamama.
Al ser una primera recopilación de la información existente, vemos
este trabajo como un punto de partida para estudios más profundos
del tema. Por tanto, convocamos a todas las hermanas y todos los
hermanos del mundo al debate, a la discusión y a la construcción
conjunta de un análisis enriquecida sobre la situación de las
comunidades y el planeta. Asimismo, convocamos a la construcción
de una estrategia y plan de lucha para defender la vida y salvar a la
humanidad, proteger a la madre naturaleza y lograr la sustentación y
preservación de nuestro planeta tierra.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Este trabajo es de ustedes y de nosotros. Está pensado para ser un
trabajo de creación conjunta. Pueden hacer lo que quieran con él.
Pueden reproducirlo o echarlo al mar. Pueden leerlo junto a unas
cervecitas y celebrar que la luna de esta noche está hermosa. Pueden
alimentarlo, debatirlo, criticarlo. Pueden corregirlo. Aumentarle o
quitarle. Resumirlo o ampliarlo. Ilustrarlo o dejarlo tal cual está.
Sobre todo, pueden difundir las ideas que aquí se expresan o las
que ustedes agregan: por Internet, en multígrafos, en periódicos
comunales, leerlo en fiestas y celebraciones. De ahora en adelante
este trabajo es del viento y puede ser transportado por tortugas de
manera lenta o por los huracanes a toda velocidad.
El conocimiento sólo crece si se comparte, así que este trabajo busca
ser una herramienta para generar conocimiento, para buscar ideas y
propuestas de análisis y de lucha frente a las crisis que nos amenazan
o que nos den la oportunidad de salvarnos y salvar a nuestro hogar,
el planeta.
Por tanto, esperamos todos los aportes posibles a este trabajo para que
juntos podamos hacer de este nuevo milenio un milenio de la vida y
no de la guerra, un milenio del pueblo y no del imperio, un milenio
del equilibrio y de la complementariedad.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
La Crisis Global
El Illimani va perdiendo su poncho blanco
El 19 de febrero del 2001, cayó una granizada de 70 mm (litros por
metro cuadrado) durante 50 minutos en la ciudad de La Paz con 70
personas fallecidas y pérdidas materiales de unos 2.500.000 dólares.
El fenómeno del Niño ocasionó pérdidas que ascienden a 360
millones de dólares en Bolivia durante los meses de verano 19971998, y durante los mismos meses 2006 - 2007 generó pérdidas por
más de 400 millones de dólares (según la CEPAL).
El período de lluvias 2005 - 2006, especialmente los meses de
enero y febrero, provocó pérdidas en el sector agropecuario y en la
infraestructura caminera en más de 250 millones de dólares.
Durante el mismo período 2007 - 2008, La Niña se llevó la vida de
50 personas en todo el país. El 60 por ciento del departamento del
Beni estuvo bajo el agua con tres millones de hectáreas de pastizales
inundados, manteniendo un millón de reses en situación de riesgo por
falta de pasto. La capital del departamento, Trinidad, estuvo aislada y
la única forma de llegar fue por vía aérea.
Cada mes que pasa, el nevado Illimani va perdiendo su poncho blanco,
el nevado de ésta y otras montañas va bajando permanentemente, a
tal grado que los alcaldes van a tener que conseguir financiamiento
para pintar de blanco esas nuestras montañas.
Colapso ecológico y social
Vemos que las sequías, inundaciones y otras calamidades naturales, que
afectan severamente a Bolivia y muchos otros países, principalmente
en la producción de alimentos, en la infraestructura y en la salud, no
son nada más que muestras palpables que los sistemas naturales, sociales
y económicos del planeta están al borde de un cambio catastrófico,
una Crisis Global para lo cual pocas sociedades se están preparando.
Aumenta cada mes que pasa la probabilidad de consecuencias muy
graves en una magnitud sin precedentes para el equilibrio de la
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
naturaleza y el vivir bien de las comunidades, y ello continuará si el
mundo no cambia inmediatamente su curso. Si no nos ocupamos de
estos problemas ahora, éstos se ocuparán de nosotros.
Crisis Global
Esta Crisis Global y emergencia mundial tiene su origen en varias
grandes tendencias que avanzan rápidamente y que se fortalecen al
acercarse y afectarse mutuamente. Estas tendencias se pueden resumir
en los siguientes puntos:
1.
El cambio climático, que causa trastornos y desastres naturales
como los del Fenómeno del Niño y de La Niña, sequías,
inundaciones, olas de calor, huracanes y tornados cada vez
más fuertes y más frecuentes, ocasionando una tragedia
económica y social con problemas especialmente graves para
las naciones y pueblos más empobrecidos. Traspasando ciertos
umbrales críticos, el cambio lento puede saltar repentinamente
realizando cambios abruptos con consecuencias catastróficas.
2.
El agotamiento de los recursos naturales del planeta, que se
están reduciendo drásticamente por la sobreexplotación
de las naciones industrializadas que cada año consumen
30 por ciento más recursos que la Tierra logra regenerar, lo
que amenaza tanto la Vida en el planeta como el bienestar
de la humanidad y la sobrevivencia de naciones y culturas
ancestrales que tradicionalmente hemos ofrecido modelos y
prácticas alternativas en armonía con la naturaleza.
3.
La crisis del agua, donde la urbanización, la industrialización y
el mayor uso de energía implica un mayor consumo de agua y
un incremento en la extracción de los recursos subterráneos, lo
que está bajando el nivel de este vital líquido en muchas partes
del mundo, resultando en que un 15 al 35 por ciento de las
extracciones para riego no son sostenibles.
4.
La crisis en la producción de alimentos por el impacto del
cambio climático y la creciente conversión de productos
agrícolas en materias primas de agrocombustibles, lo que está
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
reduciendo gradualmente las reservas mundiales de alimentos.
Junto al encarecimiento de los combustibles, los fertilizantes y
el costo de transporte, ello está causando un aumento dramático
en los precios de los alimentos, que ya alcanzaron los niveles
máximos en los últimos 50 años y probablemente continuarán
siendo elevados durante los próximos años.
5.
El fin de la era de energía barata, en primer lugar de petróleo
y gas, sin que hayamos encontrado energías alternativas que
pueda sustituir éstos en las cantidades a las cuales somos
acostumbrados, lo que amenaza la sobrevivencia a largo
plazo del industrialismo en su actual magnitud y la misma
“civilización” occidental, pero a la vez puede significar la
salvación del planeta y una oportunidad para cambiar nuestro
modo de vivir, de rediseñar nuestra producción de alimentos y
nuestras ciudades.
6.
La crisis financiera mundial, provocada por la reducción del
crecimiento económico causado por el estancamiento de la
producción del petróleo desde 2005, lo que junto al ímpetu del
cambio climático hace desacelerar la producción y desplomar
el precio de la energía y los minerales. Pero, las expectativas
de poder salir de la crisis y retomar el crecimiento se verán
con mucha probabilidad frustradas por el estancamiento de la
extracción del petróleo, que durante 2009 ya está haciendo subir
su precio de nuevo, lo que dificultará la recuperación económica,
llevándonos hacia un período largo de descenso económico.
7.
La crisis del tiempo, donde el tiempo global de la producción
industrial, el ciberespacio y las telecomunicaciones chocan
brutalmente contra el tiempo de la vida, ocasionando una
tremenda colisión de tiempos entre el tiempo cíclico de la
naturaleza y el tiempo lineal de la historia, el tiempo de reloj.
La combinación de estas tendencias peligrosas puede pronto traer,
si no sean revertidas, un colapso ecológico y social a nivel mundial
que desbarataría el funcionamiento económico y operativo más
básico de la sociedad y acabaría con la vida humana y demás seres
vivos del planeta. Algunos dicen que tal colapso ya es inevitable,
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
colapso que afectará a toda la humanidad pero en particular a los
países más empobrecidos como Bolivia que seremos los primeros y
peor golpeados, lo que pueda echar por tierra hasta los más modestos
planes de vida y de desarrollo, sin hablar de cómo pueda ser afectada
la construcción de una Bolivia donde gocemos el Vivir Bien.
Si nosotros no hacemos nada para parar esta Crisis Global, nos
vamos todos, enriquecidos y empobrecidos, indígenas, no indígenas,
los que tienen dinero, los que no tienen dinero, profesionales, no
profesionales, todos nos vamos. De nada va a servir la plata que
cargue algún país, alguna región o algún capitalista, por más que sea
una empresa transnacional.
Sin embargo, vemos que en general hay una profunda y preocupante
indiferencia ante los límites de uso y abuso que la salud y los recursos del
planeta nos permiten, que los esfuerzos de los gobiernos de responder
a la emergencia inminente causados por esta Crisis Global están
hasta ahora escandalosamente inadecuados, y que los esfuerzos de
empresas e industrias de reformar sus políticas siguen principalmente
obstaculizados por límites estructurales que requieren un continuo
crecimiento y ganancias por encima de toda otra meta.
Causante es la ilimitada industrialización
Las causas de esta Crisis Global, que la sentimos cada día con mayor
fuerza, se encuentran en los modelos dominantes de desarrollo
capitalistas y socialistas que priorizan un rápido crecimiento
económico y demandan una acumulación colectiva e individual
de riqueza, todo para responder a un consumismo desenfrenado e
insaciable, que requiere una explotación cada vez más irresponsable
de los recursos naturales.
Impulsados por la civilización occidental y ahora empleados tanto
a nivel mundial como local, estos modelos de exagerada e ilimitada
industrialización no son ninguna solución para la humanidad y son
imposibles de ser generalizados al conjunto de la población mundial,
porque aumentan la huella ecológica y amenazan la sobrevivencia
de los seres vivos y la subsistencia del planeta al no dejar los recursos
naturales renovarse al ritmo con el que se consumen.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Aún siendo ellas los principales causantes de esta Crisis Global, los
modelos de desarrollo siguen como antes con el crecimiento ilimitado,
aplicando las recetas de mercado para generar cada vez más ganancias
y consumo irracional. Las empresas transnacionales y los intereses del
capital financiero internacional no paran su expansión contra viento
y marea hacia el último rincón del planeta. Siguen con la explotación
cada vez más irracional e irresponsable de los cada vez más escasos
recursos naturales del planeta y hasta buscan hacer negocios con la
propia enfermedad que estos modelos producen.
Al seguir avanzando esta crisis, se puede convertir en una amenaza
a la paz mundial cuando las naciones-estado entren en carreras
sangrientas a lo largo y ancho del planeta por la sobrevivencia y el
control sobre el cada vez menor acceso al petróleo y el gas natural,
agua dulce, minerales claves, bosques y tierras para alimentos, entre
otros recursos, desatando guerras como las de petróleo y gas en Irak,
Afganistán, Sudán y Georgia.
Ya no podemos escoger
Al otro lado, vemos un mundo esperanzador, un mundo de cambios
fundamentales. Las naciones originarios indígenas estamos resurgiendo
en este continente y en todo el planeta. Nuestras comunidades están
impulsando otra forma de vida, la construcción de otra América, de otra
Abya Yala, de otro mundo. Frente a la Crisis Global, el mundo occidental
ahora está preocupado, se está cuestionando y anda en busca de modelos
y formas de vida alternativas porque sus valores están en crisis.
En este panorama, ya no es suficiente luchar por liberar a las naciones
empobrecidas de la opresión y explotación de los países enriquecidos,
por liberar al Sur del Norte, luchar por la independencia y la soberanía
nacional frente al imperialismo. El problema principal ya no es la
“pobreza” del Sur, el problema es la mal entendida “riqueza” del
Norte, el consumo creciente y excesivo para lo cual ya no basta un
solo planeta, ya que el empobrecimiento del Sur y el enriquecimiento
del Norte avanzan paralelamente a la destrucción de la naturaleza.
Ya no vale sugerir nomás el socialismo frente al capitalismo o el
neoliberalismo, sugerir el desarrollo sustentable o sostenible frente al
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
desarrollo, sugerir la armonía Hombre-Naturaleza frente a la cultura
de dominación de la naturaleza, sugerir la Cultura de la Vida frente a
los modelos de desarrollo capitalistas y socialistas.
Ya no podemos escoger de manera voluntaria entre dos opciones,
entre dos fuerzas equivalentes que pelean en un contexto estático,
escogiendo la alternativa que mejor nos sirva. Ya no podemos
quedarnos tratando de resolver las contradicciones estáticas entre
capital y trabajo, entre Norte y Sur, entre transnacionales y naciones
originarias, entre dominio militar y la fuerza de la energía comunal.
Todo lo demás es pura paja
No vivimos tiempos “normales”, sino tiempos excepcionales. Tenemos
que abrir los ojos, tomar conciencia de la crisis, ir más allá de lo normal,
entender la importancia de las tendencias dinámicas en el mundo,
reconocer los efectos graves sobre el equilibrio de la naturaleza y el
probable desmoronamiento de la sociedad occidental en cuanto se acabe
la energía barata y se agrave el cambio climático. La convergencia de
estas tendencias causará un cambio que nos caerá encima con toda su
fuerza. Está muriendo la vieja sociedad y no acaba de nacer una nueva
vida. Está madurando la situación revolucionaria, en palabras de la
izquierda. Pero, más allá de ello, nos convoca Pachamama, ultrajada y
paciente. El gran Pachakuti nos espera, se avecina un cambio cósmico
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
y telúrico, un cambio de era, un inexorable amanecer cargado de nueva
vida, de recuperación de identidad y de fuerza.
En esa situación, el mismo desmoronamiento de la sociedad occidental
y las amenazas al planeta deshabilitan la opción de hacer valer una
continuación de los modelos de desarrollo capitalistas y socialistas o
encontrar caminos que prometan más de lo mismo. Ello nos presenta
la oportunidad que el mundo nos escuche y el gran desafío de poner
en la mesa del debate nuestros principios, nuestros códigos, de
impulsar la Cultura de la Vida como la única solución que pueda
salvar a la humanidad y el planeta frente a los efectos de la Crisis
Global. En medio de esa disyuntiva, necesitamos tener la habilidad y
la preparación de encontrar los caminos concretos que nos lleven a
la construcción de una nueva vida o, a lo mejor, apenas a un nuevo
equilibrio de sobrevivencia. Necesitamos ver cómo cuidar y fortalecer
el resurgimiento de los pueblos originarios indígenas para que sea una
guía para la salvación de la humanidad y el planeta.
Por tanto, necesitamos tomar en cuenta estas tendencias dinámicas
para sentar las bases, los cimientos, de la refundación de Bolivia o,
más allá, de la reconstrucción del Qullasuyu. Sin estos cimientos, sin
esta base, TODO LO DEMÁS, todo lo que se habla de combatir la
explotación, la discriminación y el empobrecimiento de la mayoría de
la población, lucha contra la pobreza y el analfabetismo, recuperación,
nacionalización, industrialización y uso sustentable del gas y otros
recursos naturales, producción y consumo de productos ecológicos,
diversificación industrial y revalorización de la hoja de coca, promoción
de exportaciones y apertura de nuevos mercados, se basa en un análisis
fuera de la realidad y, por lo tanto, ES PURA PAJA.
Cambio Climático
El planeta se está recalentando
Civilización occidental mayor causante
Como consecuencia de la cultura de dominación de la naturaleza,
nuestra Madre Tierra, nuestra Pachamama, está enferma, herida de
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
muerte. El planeta se está recalentando y el clima está cambiando.
El aumento exponencial del calentamiento global está provocando
cambios extraordinarios en el clima. Los trastornos del Fenómeno del
Niño y de La Niña, sequías, inundaciones, olas de calor, huracanes
y tornados son cada vez más fuertes y más frecuentes. Se presentan
condiciones climáticas extremas que no hemos visto nunca antes,
aumentando las lluvias en algunas regiones del continente y
ocasionando severas sequías en otras, teniendo efectos negativos
en la agricultura, la silvicultura y la pesca en todas las regiones.
Las inundaciones en el oriente de Bolivia en los últimos años es un
resultado directo de este fenómeno.
Estamos viviendo un cambio climático sin precedentes causado
directa y únicamente por el ser humano. Hay pruebas abrumadoras que
la actividad humana sea la principal responsable del calentamiento
observado desde 1950, particularmente por los patrones de consumo de
la “civilización” occidental desde la época industrial. En el año 1751,
se estimó que las emisiones de dióxido de carbono provenientes de la
quema de combustibles fósiles eran de 3 millones de toneladas. En el
año 2006, se emitieron a la atmósfera 8.379 millones de toneladas.
La concentración en la atmósfera de gases que provocan el efecto
invernadero ha aumentado sustancialmente desde el comienzo
de la revolución industrial (un 37 % en los últimos 200 años). La
concentración preindustrial era de 280 ppm (partes por millón)
mientras en 2008 fue de 390 ppm, y si no dejamos de emitir estos
gases, va camino a las 600 durante este siglo XXI, mientras en el
último millón de años - hasta 1960, la concentración de CO2 en la
atmósfera nunca superó las 310 ppm. Las 600 ppm no se han alcanzado
en el planeta desde hace 18 millones de años, mientras la variación
de CO2 no ha superado aproximadamente 10% en el planeta durante
los últimos 10.000 años.
Si pasamos de un incremento de 20C sobre la temperatura media
preindustrial, los daños van a ser muy severos. En el 2004 ya habíamos
incrementado la temperatura 0,80C. La temperatura depende de la
concentración de CO2. Si superamos los 400 ppm (en 2016 al ritmo
actual), alcanzaremos inevitablemente los 20C antes de 2050.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Pero, la precaria situación del planeta en la actualidad no es culpa
del 80% de la población mundial, que vivimos en condiciones de
pobreza, sino está causado directa y principalmente por los modelos
de desarrollo y consumo irresponsable desde la época industrial de
la llamada civilización occidental. La sed de ganancia sin límites, la
búsqueda de lujo, ostentación y derroche 20% más enriquecida de la
población mientras millones mueren de hambre en el mundo, nos
ha hecho a todos depender totalmente del consumo excesivo de los
recursos del planeta, convirtiendo a todo en mercancía y expuesto a
la sobreexplotación tanto de los bosques, la flora y la fauna, el agua,
la tierra, el genoma humano y la vida misma como los minerales y
los combustibles fósiles (carbón, gas y petróleo), que son los mayores
causantes de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero
(GEI). Desde 1860, Europa y Norteamérica han contribuido con el
70 % de emisiones de CO2. Los países empobrecidos con un 25 %.
Cuatro áreas son las más vulnerables
El cambio de equilibrio climático afecta todas las regiones de la
tierra sin excepción. Las áreas más vulnerables del mundo a este
cambio climático son cuatro: El Ártico, donde las temperaturas están
aumentando rápidamente y el hielo de los casquetes polares se está
derritiendo. El África Subsahariana, en donde se prevé una mayor
sequedad en las áreas ya bastante secas. Las islas pequeñas, por su falta
de capacidad para adaptarse a la subida del nivel del mar. Y los mega
deltas del Asia, donde miles de millones de personas estarán ante un
riesgo incrementado de inundación.
Grandes masas de hielo del casquete de hielo del Ártico y en el
Antártico están comenzando a deshacerse más rápido que lo que se
creía. Por ello, los niveles del mar han aumentado de 10 a 20 cm, y
para el año 2100 pueden aumentar más allá de los 88 cm pronosticadas
hasta ahora si sobrepasando algunos umbrales críticos se funden los
hielos de Groenlandia y de la Antártida, llegando a tener subidas
de entre 12 y 25 metros, aumento que seguirá durante más de mil
años aún cuando consigamos disminuir el aumento de temperaturas
previsto para este siglo.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
La subida del nivel del mar y el incremento de tormentas causarán
inundaciones y otros daños en los territorios costeros en cuyas
cercanías vive el 60% de la población mundial. Allí, los sitios más
vulnerables serán las islas bajas del Pacífico, las costas en todo el
planeta y ciudades como Shanghai o Buenos Aires. En latitudes
templadas, las olas de calor se están volviendo más intensas, más
largas y mucho más frecuentes. Desde el principio del siglo XXI,
estamos viviendo los años más calientes de los últimos mil años.
El cambio climático provoca más enfermedades
Los nevados se están descongelando, los glaciares se están perdiendo
por el deshielo, lo que impacta el equilibrio natural y causa una gran
escasez del vital líquido, el agua, es decir, una reducción de fuentes
de agua tanto para uso humano y animal como para la producción de
energía, especialmente en África, donde entre 75 y 250 millones de
personas enfrentarán una escasez de agua en el 2020. Se prevé que la
nieve y el hielo del Himalaya, que proporcionan a la agricultura de
Asia grandes cantidades de agua, disminuirán un 20 por ciento para
2030.
La sequía está provocando la desforestación. Está en peligro la
persistencia de muchos espacios naturales y de extinción muchas
especies de animales y plantas por no poder resistir y adaptarse con la
rapidez suficiente a la velocidad con la que cambian las condiciones
climáticas en los hábitats en lo que se refiere al incremento en la
temperatura, la relativa humedad atmosférica o una inestabilidad
general.
Las inundaciones, tormentas, sequías y olas de calor provocan
tanto más alergias y enfermedades ligadas a los parásitos como la
propagación de enfermedades en zonas que antes estaban libres de
las mismas. Los problemas respiratorios y cardiacos se complican tras
las olas de calor. En el Sur, hay una amenaza potencial para muchas
personas por el aumento del cólera y el paludismo, la desnutrición
y las enfermedades que son resultado de los efectos de los cambios
ambientales en las fuentes de agua. Todo ello llevará a un aumento
de la mortalidad en general.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Puede afectar el acceso a los alimentos
El cambio climático provocará también grandes cambios en las
condiciones de producción agropecuaria de alimentos, donde el
calentamiento moderado de entre 10 y 20C en las primeras décadas
del siglo XXI provocará la disminución de las cosechas en las regiones
tropicales y en aquéllas en las que hay estaciones secas. El mayor
calentamiento con un aumento de la temperatura global entre 20 y
5,80 C de ahora hasta el 2100 en la segunda mitad del siglo afectará
de manera negativa a todas las regiones.
Tomando en cuenta que la temperatura sólo ha variado en un grado
(Celsius) durante los últimos 10.000 años, cualquier aumento de
temperatura por encima de los 2 grados centígrados podría provocar
cambios “peligrosos” e irreversibles, significando la pérdida y
desertificación de grandes extensiones de las tierras agrícolas más
productivas del mundo, si bien será la agricultura de muchos países
empobrecidos de las zonas semitropicales y tropicales la que sufrirá
las principales consecuencias. Las cosechas podrían caer hasta en
un 30% en el Sur y Centro de Asia, mientras para América Latina
significará una disminución de los rendimientos de varios cultivos,
como cebada, maíz, papa, uva, soya y trigo.
El incremento de la temperatura, la variación de la precipitación,
cambios en la duración de la estación de crecimiento de los cultivos,
la mayor frecuencia y severidad de los llamados desastres naturales y
fenómenos climáticos extremos, están causando los efectos directos
más importantes sobre la agricultura resultando en degradación
de los suelos, disminución de la recarga de los acuíferos, reducida
disponibilidad de agua y de su calidad, y un aumento de las plagas y
enfermedades de los cultivos, el ganado y los humanos.
Ello puede causar desabastecimiento y afectar negativamente a la
seguridad alimentaria y la disponibilidad de alimentos, posiblemente
aumentando el hambre en muchas de las regiones que son actualmente
vulnerables, particularmente en los trópicos, donde algunos cultivos se
aproximan a su nivel máximo de tolerancia de temperaturas extremas
y es muy probable que la producción resulte muy afectada. Debido
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
al menos parcialmente por el cambio climático, existe un acelerado
proceso de reducción de las superficies cultivadas en 40 países del Sur
afectando a 2 mil millones de personas, lo que puede elevar en forma
dramática la carencia de alimentos en estos países.
Tragedia económica y social
El perjuicio que pueda causar el cambio climático a las selvas, ríos,
vida marina y otros elementos de la naturaleza podría reducir a la
mitad el nivel de vida de los empobrecidos del mundo. De no actuar
ahora, el costo de los daños que se producirán podría representar
pérdidas de entre un 5 y un 20% anual del producto interno bruto
(PIB) mundial en un futuro no tan lejano, lo que puede tener
consecuencias “desastrosas” para la economía, a un nivel superior a
la Gran Depresión de 1929-30, lo que debería bastar para impulsar
políticas ambiciosas de lucha contra el cambio climático.
Viendo las tendencias de una reducción del 50 por ciento de los
pantanos en los últimos 100 años, una pérdida de especies entre cien
y mil veces más alta que la que habría sin los millones de humanos en
el planeta, una baja aguda en las existencias de peces y un tercio de los
arrecifes de corales arruinados, es suficientemente claro que perder el
control del agua, las inundaciones y sequías, el flujo de nutrientes de
la selva al campo, es perder espacios naturales que representan entre
el 40 y 50 por ciento de lo que se define como el PIB de los pueblos
que viven en ellas.
Todos los efectos mencionados pueden reducir los ingresos económicos
de los habitantes, elevar los índices de pobreza y generar conflictos
sociales, dando lugar a una tragedia económica y social con problemas
especialmente graves para las naciones y pueblos más empobrecidos,
que seremos los primeros y peor golpeados por los impactos económicos,
lo que se refleja en nuestra seguridad alimentaria y humana, salud,
recursos hídricos, infraestructura, asentamientos, energía e industria.
América Latina
A mitad del siglo, aumentos en la temperatura y disminuciones en
las aguas subterráneas asociadas a ello están proyectados a llevar al
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
reemplazo gradual de bosque tropical por la sabana en Amazonia
oriental. La vegetación semiárida tenderá a ser reemplazada por
vegetación árida. En muchas áreas de América Latina tropical, hay
riesgo de pérdida significante de la variedad de plantas y animales a
través de la extinción de especies.
La productividad de algunos importantes cultivos está prevista
disminuir y la productividad del ganado a deteriorarse, con
consecuencias adversas para la seguridad alimentaria, causando
un aumento de la cantidad de personas en riesgo de hambre. Sin
embargo, los rendimientos de la soya están proyectados a aumentar
en zonas templadas.
Cambios en los patrones de precipitación y la desaparición de nevados
están previstos afectar significativamente la disponibilidad de agua
para consumo humano, agricultura y generación de energía.
Cambios abruptos con consecuencias catastróficas
El planeta avanza rápidamente hacia un estado crítico
A pesar de los notables avances en la investigación sobre el cambio
climático y sus consecuencias que han tenido lugar en el último
cuarto de siglo, no somos capaces de valorar correctamente costos
y beneficios cualitativos mientras sigamos aplicando modelos que
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
casi exclusivamente hacen análisis cuantitativos. Ninguno de los
existentes modelos climáticos, o econométricos o mixtos, resultan
útiles al analizar o predecir cambios bruscos o catastróficos y no
lineales, ya que estos modelos son simples extrapolaciones lineales
de una conducta pasada bien cuantificada. Como son creados por la
cultura euro-norteamericana, que tiene una obsesiva confianza en
que el progreso tecnológico y las leyes del mercado sean suficientes
para aliviar los problemas de destrucción natural, dan por supuesto
un cambio climático gradual, lento y de no demasiada magnitud,
al cual la sociedad se adapta paulatinamente. Sin embargo, esta
confianza evidencia un desprecio a la naturaleza y refleja una alta
dosis de autocomplacencia y soberbia y otra no menor de ignorancia,
actitudes que puedan convertirse en una trampa mortal.
Hasta principios de la década de 1990 se creía que las grandes
transiciones climáticas requerían siglos, si no milenios. Desde 1975
el casquete del Polo Norte se ha ido derritiendo a un ritmo lento
pero constante, y hasta hace pocos años las previsiones científicas
aseguraban que no se deshelaría del todo hasta 2200. Pero, luego
del Cuarto Informe de Evaluación del IPCC en 2007, la conclusión
general es que casi todas las predicciones anteriores se habían quedado
cortas, y que ahora los científicos pueden hacer predicciones mucho
más precisas y fiables sobre el clima futuro.
Hemos descubierto demasiado tarde que debido a la actividad
humana muchos mecanismos de autorregulación de la Tierra está
fallando, que el calentamiento en curso se está haciendo cada vez más
fuerte y rápido, año tras año, y que el planeta avanza rápidamente
hacia un estado crítico que pondrá en peligro la vida que alberga,
donde un calentamiento climático rápido y fuerte pone en riesgo la
habitabilidad de extensas zonas de la Tierra para los seres humanos.
Al otro lado, la disminución del consumo de petróleo (que durante la
primera mitad de 2009 fue de más de tres millones de barriles diarios o
5% de reducción del consumo respecto al año anterior), como también
de gas y carbón, a causa tanto del estancamiento y descenso de la
extracción del petróleo por su agotamiento como de las crisis económicas
cada vez más graves, pueda ocasionar una reducción del volumen de las
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
emisiones globales y la concentración atmosférica de Gases de Efecto
Invernadero, en tal grado que supere las emisiones que podamos esperar
como resultado de una reducción voluntaria y acordada a través de
supuestos convenios internacionales. Durante 2009, este efecto causa
una reducción de las emisiones de dióxido de carbono de 2,6% a nivel
mundial y de 6% de gases de efecto invernadero en EEUU.
Traspasando ciertos umbrales críticos
Más allá de la rapidez con que avanza el cambio, la mayoría de los
componentes del clima global –aire, agua, hielo y vegetación–en
realidad tienen un comportamiento no lineal, donde las temperaturas
globales y las corrientes oceánicas pueden cambiar muy rápidamente
(en una década, o incluso en menos tiempo). Traspasando ciertos
umbrales críticos, el cambio lento y “digerible” se pueda convertir
en rápidas transformaciones profundas y pueda saltar repentinamente
realizando cambios abruptos con consecuencias catastróficas para
especies adaptadas a las condiciones previas, donde la dificultad de
adaptarse a los cambios reales será mucho mayor, hasta llegar, en el
caso extremo, a la imposibilidad.
En el pasado, cambios climáticos dramáticos tuvieron lugar en el
lapso de sólo algunas décadas, como durante el “infierno” en la época
geológica del Eoceno hace 55 millones de años, cuando la temperatura
subió unos 50C en promedio en los trópicos, y 80C en las latitudes
templadas, y el planeta tardó más de 200.000 años en recuperar cierto
equilibrio climático. Hoy los niveles de emisión de dióxido de carbono
y metano son similares a los que se dieron esa vez.
La concentración de los gases de efecto invernadero podría duplicar
los niveles preindustriales ya en 2035 si no se toman enérgicas
medidas para reducir las emisiones de éstos, haciendo casi inevitable
un aumento de las temperaturas promedio de más de 20C con respecto
a los niveles preindustriales, que es considerado como el nivel a partir
del cual las consecuencias se tornarían incontrolables y sumamente
peligrosas, consecuencias que puedan incluir un incremento sustancial
del nivel del mar, intensas tormentas y huracanes, y regiones en
sequía, con grandes ventarrones de polvo a escala continental.
21
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Por lo tanto, esperar que los cambios sean improbables no es muy
razonable, porque una fusión glacial acelerada y un gran aumento en
el nivel del mar, por ejemplo, no deberían considerarse posibilidades
hipotéticas, sino acontecimientos probables. Son amplias las
probabilidades de que este fenómeno genere repentinos sucesos
ambientales cataclísmicos por encima de un incremento gradual (y
por tanto manejable) de las temperaturas promedio.
Retroalimentación al calentamiento
Una vez sobrepasados los umbrales críticos, puedan entrar en
función varios efectos de retroalimentación capaces de acelerar
el calentamiento e intensificar los cambios abruptos y no lineales,
volviéndolos incontrolables y potencialmente catastróficos.
Retroalimentando el cambio, podamos despertar los “gigantes
dormidos”, que le darán más impulso y nos puedan ocasionar grandes
sorpresas. Algunos ejemplos de ello son:
1.
La liberación a la atmósfera, desde anclados los océanos, de
grandes cantidades de metano generadas por los hidratos de
gas natural hoy fijados en depósitos altamente inestables en el
fondo de los océanos, lagos profundos y sedimentos polares (el
metano es un gas de “efecto invernadero” veinticinco veces
más potente que el dióxido de carbono).
2.
Colapso de las poblaciones de algas marinas, que se extinguen
masivamente por encima de cierto nivel de calentamiento
oceánico. La disminución de la capacidad de las algas de
reducir el nivel de dióxido de carbono y crear nubes blancas
que reflejan la luz del sol pueda originar una brusca subida de las
temperaturas promedio en más de cinco grados centígrados.
3.
El aumento de la temperatura tiende a aumentar los incendios
forestales y desestabilizar los bosques tropicales y a reducir el
área cubierta por las mismas. Cuando mueren zonas de bosques
o algas, su descomposición libera dióxido de carbono y metano
al aire, lo que realimenta el calentamiento.
4.
El calentamiento puede conducir a un aumento exponencial de
la actividad de los microbios, que intensificaría la respiración
22
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
de los suelos, de manera que el dióxido de carbono emitido
por los suelos sobrepasaría la capacidad de absorción de la
vegetación adicional.
5.
El derretimiento de los hielos de Groenlandia, cuya velocidad
de fusión se ha triplicado entre 2000 y 2005, y ahora vierte 250
km2 de agua dulce al mar cada año. Los hielos del Ártico se
están derritiendo al ritmo acelerado de 9% por decenio que, de
seguir esa tendencia, se habrían fundido por completo antes de
quince años. Asimismo, hay indicios de que el campo de hielo
de Ross en la Antártida –algo más grande que España— está
comenzando a fundirse.
Científicos expertos en glaciares creen que bastante antes
del final del siglo XXI podemos atravesar un umbral que
desencadene una subida de muchos metros del nivel del mar.
Si se funden los hielos de Groenlandia, el nivel del mar subiría
no unos centímetros, sino probablemente siete metros, y si se
funden los hielos de la Antártida el panorama aún sería mucho
peor, con subidas de entre 12 y 25 metros, tal vez incluso más.
6.
Cambios en la capacidad de la superficie terrestre de reflejar la
luz cuando se funden hielos y nieves. Sustituido el blanco del
hielo, que refleja el 90% del calor al espacio, por el azul oscuro
del mar, que absorbe el 90%, se le obliga a la Tierra absorber más
calor. Es decir, el calentamiento provoca deshielo y el deshielo
provoca más calentamiento y empieza el círculo vicioso.
7.
Colapso o detención completa de la circulación del corriente
del Golfo en el Atlántico Norte que aporta calor a Europa,
lo que podría causar un notable enfriamiento del norte y el
oeste de Europa, por no decir una “mini-edad glacial” con
importantes efectos, como la supuesta desaparición de casi
todos los árboles de Europa. Sin embargo, algunos economistas
calculan que este colapso sólo causaría un refrescamiento
que retardaría el calentamiento e incluso podría resultar
económicamente beneficioso en un mundo recalentado por el
“efecto invernadero”.
23
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
El primer país borrado del mapa
Muchos científicos piensan que ya podemos haber sobrepasado
algunos de esos umbrales críticos, o estar a punto de hacerlo. Así,
por ejemplo, los datos disponibles sobre el retroceso de los glaciares
–especialmente en las montañas más cercanas al trópico: los Andes
y el Himalaya— indican que el sistema del clima ha excedido un
umbral crítico.
Aun en el mejor de los casos, con una política inteligente de control
de emisiones, dentro de 100 años el 20% de la superficie de la Tierra
habrá sufrido tal cambio de temperaturas y de régimen de lluvias que
tendrá un clima enteramente nuevo con unas cualidades impredecibles
para la ciencia actual. Las selvas del África ecuatorial, la Amazonia
y el sureste asiático irán pereciendo, y otras selvas irán devorando los
trópicos mientras los desiertos del Sáhara, el Gobi, Nuevo México y
Kalahari colonizan las actuales zonas templadas.
El Tíbet, los Andes y los Himalayas verán fundirse sus nieves perpetuas,
como ya le empieza a ocurrir al Kilimanjaro en Africa, y treparán por
sus laderas la flora y la fauna de los terrenos inferiores, empujando a
los habitantes hacia las cimas. Tanto en los polos como en las alturas,
las especies adaptadas a los climas más fríos desaparecerán con ellos.
Pero, de seguir como hasta ahora, sin mayor control de emisiones,
las zonas con un clima enteramente nuevo sobrepasarán con creces
estos 20%.
Ya están desapareciendo islas bajo las aguas marinas debido al cambio
climático. La primera isla habitada fue Lohachara en la bahía de
Bengala, la India, en diciembre de 2006, donde llegaron a vivir unas
10.000 personas. El primer caso de traslado colectivo por causa de la
elevación del nivel de los océanos pasó en la isla de Tegua, en el estado
polinesio de Vanuatu, donde la población fue desplazada a comienzos
de diciembre del 2005 para escapar de unas inundaciones cada vez
más frecuentes. El primer país borrado del mapa tras la evacuación
de toda su población puede ser Tuvalu, otro estado polinesio, donde
el cambio climático está provocando grandes mareas hasta tres
metros por encima de su nivel normal. Aumentando cada vez más,
24
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
éstas alcanzan ya a la mitad de los 11.636 habitantes que viven a tres
metros sobre el nivel del mar en islas donde la altura máxima llega a
4,5 metros.
Desintegración de sociedades enteras
El mayor peligro de estos abruptos cambios del clima no radica en la
degradación de la naturaleza, ya que en el largo plazo de los tiempos
geológicos la naturaleza se recupera incluso después de grandes
catástrofes, llegando a nuevas situaciones de equilibrio. Consiste más
bien en un colapso civilizatorio con la desintegración de sociedades
enteras y millones de personas pasando hambre a causa de la escasez
de agua potable y alimentos, carencias sanitarias, migraciones masivas
y conflictos recurrentes por los recursos escasos. Afectando de forma
cada vez más directa los resultados económicos, este colapso crearía
un estado de tensión, violencia y perturbación que haga disparar los
conflictos sociales y provocar agudas batallas entre los sobrevivientes
por el acceso a comida, agua, tierra habitable y fuentes de energía.
Un cambio climático rápido y/o brusco tendrá como efecto incrementar
notablemente los flujos migratorios de refugiados climáticos, que
podrán llegar a cantidades de más de 500 millones, donde la inmensa
mayoría de estos desplazados serán habitantes empobrecidos de los
países del Sur, frente a los cuales un “portazo en las narices” tendría
como resultado tensiones sociopolíticas de gran envergadura con
fuertes impactos en la vida económica, lo que significaría un paso más
en la transformación del planeta en un enorme barril de pólvora.
Nuestra voz es la voz de los nevados
Por tanto, como el proceso de calentamiento del planeta es
sumamente complejo, existe la posibilidad que ello avance mucho más
rápidamente que ahora y sea mucho mayor de lo que se había pensado
antes. En un futuro no muy lejano, en lugar de estar discutiendo
acerca de los metros de playa perdida en las zonas turísticas, o acerca
de los costos marginales del incremento de muertes de ancianos por
olas de calor, nos encontremos estimando cuántos pequeños grupos
de cazadores-recolectores se las arreglarán para sobrevivir por ejemplo
en las estepas de una Europa devastada y empobrecida.
25
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Algunos hasta sostienen que ya hemos pasado el punto sin retorno
en lo que se refiere a cambio climático, y que resulta improbable que
nuestra civilización sobreviva, con la posibilidad de que miles de
millones de personas habrán muerto antes que acabe el siglo XXI, y
las pocas parejas reproductoras que sobrevivan estarán en el Ártico,
donde el clima aún resulte soportable.
Otros consideran que permitir un cambio climático rápido y
descontrolado podría ser un arma para llevar adelante un genocidio
del Norte contra el Sur, magnificando en el futuro el hecho de que
98% de las víctimas de los desastres naturales de los últimos veinte
años (1985-2005) vivía en los países del Sur. En esta perspectiva,
un informe para el Departamento de Defensa de EEUU prevé que
los muertos causados tanto por las guerras como por el hambre y las
enfermedades ocasionados por esta política disminuirían la cantidad
de población, que con el tiempo se reajustaría a la capacidad del
planeta de sostenernos.
Sin embargo, las lecciones de los últimos 100 años demuestran que
la humanidad normalmente reacciona poco y tarde cuando enfrenta
amenazas como asbestos, lluvia ácida, falta de peces, vacas locas y
cambio climático. Tampoco las elites sociopolíticas occidentales, ni
las sociedades en su conjunto, están prestando la atención que merece
a este gravísimo problema. Por ejemplo, frente a la recomendación
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC),
organizado por la ONU, de reducir las emisiones de carbono en
un 60%, el gobierno del Presidente George Bush hasta se niega a
implementar la llamada Convención de Kioto, que ha establecido la
disminución en sólo un ocho por ciento.
Pero, también hay que recordar que los pueblos indígenas no nos
vamos a callar, porque nuestra voz es la de los nevados que pierden
sus ponchos blancos.
Los impactos en Bolivia
Aunque las emisiones de gases de efecto invernadero de Bolivia ni
siquiera alcanzan el 0.1% de las emisiones totales globales, los impactos
del cambio climático han ido creciendo en las últimas dos décadas,
manifestándose en cambios en el clima regional que cada vez serán
más frecuentes y se incrementarán en magnitud e intensidad, como
las sequías, inundaciones y heladas extraordinarias de los últimos años.
La escasez periódica y crónica de agua podría agravarse en la zona baja
y en los valles áridos y semiáridos del país y reducir la disponibilidad
de agua en las zonas de montaña, donde la población en su mayoría
obtiene el agua de sistemas de suministro vulnerables como pozos o
ríos sin tener reservas alternativas en caso de necesidad.
Las inundaciones en las zonas bajas, causadas por intensas
precipitaciones con presencia de mazamorras, relaves, riadas, están
ocasionando daños significativos a la infraestructura e incrementando
las necesidades de adaptación. La ocurrencia de tormentas tropicales,
no antes observadas en las regiones de Santa Cruz, Yungas de La Paz y
Tarija, se ha acentuado con secuelas de importantes daños. Igualmente
los granizos de magnitud como los que azotaron a la ciudad de La Paz
en febrero de 2001, 2002 y 2003.
Ello genera tanto pérdidas de vidas de personas y animales como
la pérdida de nuestros recursos naturales. Asimismo, ocasiona
alteraciones repentinas en la calidad del agua, colapso en la pesca,
entre otras. Está incrementando el desequilibrio entre grupos
sociales, la pobreza, conflictos sociales y problemas de tenencia de la
tierra, lo que a su turno ocasiona mayor presión sobre los ecosistemas,
especialmente por poblaciones desplazadas o de bajos recursos.
27
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Bolivia puede sufrir efectos sobre la salud humana como resultado
de reemergencias de enfermedades ya desaparecidas o controladas
como el cólera, la extensión geográfica y altitudinal de enfermedades
infecciosas transmitidas por vectores como la malaria, el dengue y
otras enfermedades sensibles, el desarrollo de nuevas enfermedades,
etc., lo que se traduce en el incremento de los índices tanto de
mortalidad como de malnutrición y deshidratación por las dificultades
en la disponibilidad de agua y alimentos.
Nuestros nevados se están acabando
Estamos sufriendo un modelo económico que nos trae cambio
climático en las fuentes de agua y de vida. Nuestros nevados y
glaciares van desapareciendo. Las elevadas temperaturas provocan
la reducción de importantes masas de hielo (derretimiento) hasta
finalizar con la desaparición de los nevados. Ello ocasionará a futuro
escasez de agua para el consumo de los seres vivos y tendrá su impacto
sobre las comunidades y poblaciones que utilizan el agua de éstas para
el riego, los alimentos, la energía y el consumo humano, afectando
gravemente la seguridad alimentaria, las esperanzas de lograr el Vivir
Bien y el equilibrio de la naturaleza con la extinción de plantas y
animales.
El descongelamiento de los nevados y glaciares secará el agua que
desciende de éstas y reducirá los niveles de agua en las represas, lo
que afectará fuertemente al sector energético, ya que gran parte del
consumo energético del país depende del caudal de los ríos generados
en las montañas. Ello conducirá a una mayor demanda de otras fuentes
de energía que podría generar una crisis energética de consideración
especialmente en áreas de ciudades grandes durante el periodo de
bajo caudal.
Tanto en la ciudad de El Alto y las laderas de la ciudad de La Paz
como en muchas ciudades que se encuentran cerca a los nevados, la
desaparición de éstos reduce directamente al acceso y disponibilidad
de agua potable de forma continua para el consumo humano, con lo
cual El Alto recibiría un 35 por ciento menos de recursos hídricos,
obligando al racionamiento en la distribución del vital elemento.
28
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Asimismo, impactará el suministro de agua para riego en el altiplano
norte y valles altos, la recarga de los humedales, las actividades
pecuarias a orillas del lago Titicaca y la generación de energía
hidroeléctrica.
En las actividades agropecuarias, la disminución de recursos hídricos
de los glaciares se traducirá en una reducción en la productividad
agrícola, pérdidas de cultivos por heladas más intensas y frecuentes
y un aumento en los costos de preparación de los suelos para la
siembra. En la ganadería, se reducirá la rentabilidad de los productos
del ganado por reducción en el forraje para el ganado, la producción
lechera, la calidad de la carne y la pérdida de peso del ganado al
tener que gastar más energía en la búsqueda de agua. Ello generará
un desabastecimiento de productos agropecuarios en las ciudades
de La Paz y El Alto y el agravamiento de los cordones de pobreza,
principalmente en la ciudad de El Alto, generando una crisis social
de magnitudes difíciles de predecir, con la amenaza a la vida de estas
ciudades, cuando la gente se vaya a buscar otros lugares.
Afecta fuertemente a la producción agropecuaria
La elevación de la temperatura media y los cambios de precipitación
afecta fuertemente a la producción agropecuaria provocando mayor
estrés en los cultivos, los que requerirán más agua y en muchas
zonas no podrán adaptarse a las nuevas condiciones climáticas.
Estimaciones globales prevén que la producción agrícola tendrá una
variación negativa promedio de alrededor de 7% o mucho mayor,
llegando incluso a pérdidas totales de rendimiento, lo que obligará
a los agricultores a buscar nuevas opciones productivas agrícolas y/o
ganaderas y hasta habilitar nuevas zonas agrícolas.
Una mayor incidencia e intensidad de eventos extremos está
afectando cada vez con mayor intensidad a distintas regiones del país,
los que ya han ocasionado importantes pérdidas del sector. En las
zonas en las que se prevén incrementos en la precipitación, se pueden
obtener bajas sensibles en los rendimientos, debido al efecto negativo
de las inundaciones que inhabilitan grandes áreas de cultivo y a la
pérdida de la fertilidad del suelo en zonas de ladera o montaña. Estos
29
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
seguirán impactando fuertemente sobre el equilibrio natural en los
campos de cultivo y por consiguiente la disponibilidad alimentaria,
afectando tanto a los productores como al desarrollo económico
nacional dado el gran aporte que tiene la producción agropecuaria
sobre la economía.
Pérdidas importantes de recursos económicos
Se producirá mayor migración del campo a la ciudad cuando
comunidades que trabajan y producen en ciertos espacios naturales
necesariamente tendrán que cambiar de vocación productiva debido
a la imposibilidad de adaptarse a las nuevas condiciones, donde los
más vulnerables son los sectores de menores ingresos relacionados
con la actividad agropecuaria, las cuales se verán afectadas por
la falta de recursos hídricos necesarios. A su vez, el crecimiento
de las urbanizaciones por el alto flujo migratorio incrementa la
vulnerabilidad al cambio climático y es responsable de importantes
pérdidas a nivel de la infraestructura urbana.
En general, los impactos del cambio climático son devastadores para
la economía boliviana, reflejados en la seguridad alimentaria, la salud
y la pérdida de infraestructura, en la producción de alimentos, en los
cultivos, en la presencia de enfermedades transmisibles emergentes.
En los últimos años, estos impactos han dejado a Bolivia con pérdidas
importantes de recursos económicos estimados en 517 millones de
dólares afectando un 5.4% del Producto Interno Bruto, como el
caso de las inundaciones 2007 – 2008 con daños a la infraestructura
caminera así como pérdidas superiores a los 250 millones de dólares
en el sector agrícola y ganadero.
Bajo ese marco, Bolivia ve como necesario que los países enriquecidos
incrementen sustancialmente sus niveles de reducción de los
gases de efecto invernadero reales en sus propios países, pero bajo
compromisos vinculantes y no como respuesta a sus propios intereses
y necesidades.
Sin embargo, las sequías, inundaciones y otros efectos del cambio
climático en los últimos años, que han afectado severamente a
Bolivia y muchos otros países en la producción de alimentos, en la
30
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
salud y la infraestructura, son muestras palpables que los países más
empobrecidos como Bolivia seremos los primeros y peor golpeados
por los impactos del cambio climático y las posibles guerras por el
petróleo.
Los recursos del planeta
Creciente sed de recursos naturales y territorio
La creciente sed de recursos naturales y territorio (y, por ende, la
generación de desechos) de los modelos de desarrollo occidentales
está elevando a la especie humana a la cúspide de la depredación
planetaria. En la naturaleza, los depredadores suelen estar dotados
de mayor tamaño y más medios (dientes, garras, etc.) que sus presas.
Pero, gracias a sus medios técnicos y energéticos, la especie humana
no sólo es capaz hoy de capturar ballenas o elefantes, de talar bosques
enteros y de domesticar animales y plantas. Más bien, extiende
los usos agrarios, urbano-industriales y extractivos al conjunto de
los recursos planetarios, así como las infraestructuras y medios de
transporte que los posibilitan hasta límites sin precedentes, lo que
deteriora drásticamente la vida y el equilibrio natural.
31
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Como en los cálculos económicos no es considerado el costo de la
reposición de los recursos naturales, sino solamente el costo de su
extracción y manejo, el mercado no da su verdadero valor a estos
recursos vitales. A diferencia de la verdadera producción renovable de
la naturaleza por medio de la fotosíntesis, la civilización industrial se
caracteriza por no cerrar los ciclos de materiales sino por la extracción
de recursos y energía de la corteza terrestre y el despojo de los frutos de
la naturaleza. Acelerando el ritmo del uso excesivo de estos recursos,
la búsqueda de crecimiento permanente reduce drásticamente los
suministros de éstos hasta que lleguen a ser agotados. Cuanto más
grande sea el crecimiento, antes se agotarán.
En este sentido, vivimos gracias al derroche de recursos que la tierra
ha generado a lo largo de su existencia. El ejemplo del petróleo es
muy claro: en poco más de un siglo el modelo occidental habrá
conseguido acabar con un recurso no renovable y finito que el planeta
tardó millones de años en acumular. Desde finales de los años 80, la
humanidad ya estamos consumiendo los recursos del planeta más rápido
de lo que éste los pueda reponer, aumentando la Huella Ecológica de
la humanidad, que es una estimación del área de tierra y mar necesaria
para producir lo que consumimos y absorber nuestros desechos.
Está llevando al planeta al borde del colapso
La Huella Ecológica nos permite determinar que la responsabilidad de
la destrucción creciente de la naturaleza y del planeta no recae en el
conjunto de la población mundial, sino en el modelo de crecimiento
económico ilimitado de los países del Norte y de las élites de los países
del Sur, en ese 20% de la población mundial más enriquecida que
consume el 86% de los recursos naturales del mundo. Esta destrucción
de la naturaleza (como la quema de combustibles fósiles, la tala de los
bosques, la sobreexplotación de acuíferos o la pesca esquilmadora)
está además subvencionada por esos gobiernos con la increíble cifra
que en todo el mundo alcanza los 700 mil millones de dólares todos
los años.
Basando su crecimiento económico en el derroche de los recursos del
planeta y el saqueo de los recursos de los pueblos del Sur, las naciones
32
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
industrializadas consumen cada año 30 por ciento más recursos que
la Tierra logra regenerar, amenazando tanto la sobrevivencia del
planeta mismo como el bienestar de la humanidad. Es decir, la Tierra
necesita un año y cuatro meses para reponer lo que los seres humanos
consumimos cada año.
Se prevé que el cambio climático y una mayor producción de
biocombustibles someterán los recursos naturales a una considerable
presión adicional y creciente a largo plazo. Si seguimos aumentando
este derroche de recursos en el mismo ritmo que ahora, para el año
2050 la humanidad estaríamos consumiendo los recursos de dos
planetas por año, y dejaríamos en deuda un planeta cada año - en
caso de que estos recursos no se hayan terminado antes.
Es decir, el modelo de crecimiento económico occidental ha alcanzado
un grado de desequilibrio con la naturaleza que está llevando al planeta
al borde del colapso, amenazando su sobrevivencia. El industrialismo
y la lógica de consumo están irreversiblemente deteriorando los
recursos del planeta, hasta el punto en que ya no hay suficiente tierra y
mar para proporcionar los recursos que utilizamos y absorber nuestros
desechos. Este nivel de sobreconsumo y creciente presión sobre la
naturaleza ha aumentado a tal punto, que la Madre Tierra apenas
puede dar cobijo y abrigo a sus hijos y será incapaz de mantenerse
constantemente en su lucha de regeneración.
Los países industrializados ya han superado las capacidades de carga
y de regeneración de la naturaleza, es decir el techo natural máximo
de consumo, de manera que el modelo occidental ni siquiera se puede
mantener en el Norte en sus condiciones actuales, sin hablar de que
sea extensible a escala universal, ya que para universalizar el estilo
de vida de un ciudadano de la Unión Europea necesitaríamos tres
planetas, y para que todo el mundo viva como un habitante medio de
los EEUU deberíamos contar con más de cinco planetas.
La tercera mayor extinción en la historia del planeta
Mientras la mayoría de la población mundial sigue viviendo sin
sobrepasar las capacidades de carga de la tierra y respetando los límites
físicos de la naturaleza, la exagerada e ilimitada industrialización de los
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
países del Norte, la comercialización y la globalización de la actividad
económica está causando una sobreexplotación de los recursos
naturales del planeta, de la tierra, el agua, los bosques naturales y la
variedad de especies de plantas y animales.
Los mares, los ríos, el aire, está siendo envenenados por los crecientes
niveles de contaminación de la industria pesada y el tránsito vehicular.
Los bosques están desapareciendo y con ellos su capacidad de sostener
a la vida que de ellos depende. La Tierra pierde cada año 11 millones
de hectáreas de bosque, lo que es igual a un campo de fútbol cada
dos segundos. De cada cinco árboles, de cada cinco hectáreas de
bosque originario en el planeta, hemos ya perdido cuatro. Solo nos
queda uno. Se espera que los bosques tropicales y montanos, que son
sensibles a cambios en la temperatura, se reduzcan aproximadamente
en un 90%.
Debido a esta deforestación de los bosques tropicales y a la alteración
de los hábitats naturales, estamos viviendo ya la tercera mayor
extinción de las especies vivas en la historia de la vida en el planeta
Tierra. Están en peligro tanto el equilibrio entre las especies como la
vida misma, vida que por medio de su capacidad de autorregulación
logra asegurar y mantener en equilibrio las condiciones de existencia
de sí misma en el planeta, tales como la temperatura, composición
química y salinidad de los océanos.
Plantas y animales son exterminados diariamente en un ritmo de
extinción que es de 100 a 1000 veces más alto que en los tiempos
en los que los seres humanos no poblábamos el planeta. Entre 0,2 y
0,3% de las especies existentes en el mundo se extinguen cada año.
Si suponemos que en el mundo hay dos millones de especies en los
bosques del trópico, número con seguridad muy inferior al real, unas
4.000 especies estarían desapareciendo cada año, es decir diez al día.
Aproximadamente una cuarta parte de las especies de aves del planeta
ha sido extinguida por la acción humana. Durante los 33 años que
van de 1970 a 2003, las poblaciones de animales vertebrados se han
disminuido aproximadamente en una tercera parte. Las dos terceras
partes de las principales pesquerías marinas se hallan sobreexplotadas
34
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
o agotadas. Si esta tendencia continua, antes de 50 años podría haber
desaparecido la cuarta parte del total de especies a nivel mundial1.
Estamos desfalcando el planeta
Entre la mitad y una tercera parte de la superficie terrestre ha sido ya
transformada por la acción humana, que también fija más nitrógeno
atmosférico que la combinación de todas las fuentes terrestres
naturales. La humanidad, además, se ha apropiado completamente
de la mitad de la luz solar que incide sobre este planeta, disponible
para la fotosíntesis, utiliza más de la mitad de toda el agua dulce
accesible en la superficie del planeta, y ha cultivado prácticamente
toda la tierra arable del planeta. El resto de la naturaleza está obligado
a arreglárselas con las tierras y recursos marginales que queden, o a
recoger lo que el ser humano rechaza.
De esta manera, la humanidad ya no vive de los intereses, de la yapa
de lo que produce la naturaleza, sino estamos desfalcando el planeta,
desgastando su capital. Estamos agotando importantes recursos básicos
tanto para la Vida como para la producción industrial, incluyendo
agua dulce, recursos genéticos, tierras agrícolas, y la mayoría de los
elementos comunes locales, regionales y globales.
Al otro lado del desorden impuesto, están desbordándose los montones
de basura. La contaminación, los metales pesados y los productos
químicos manufacturados están contaminando la atmósfera, el agua
y el suelo, entrando por todos lados en la cadena alimenticia. Es
dudoso que exista hoy una persona viva que no acumule venenos
manufacturados en su cuerpo.
Esta creciente presión sobre el equilibrio de la naturaleza, que seguirá
siendo importante por lo menos hasta 2050, está ocasionando la
permanente pérdida de la productividad del planeta, aumentando
la deuda ecológica y amenazando la armonía entre la variedad de
1
De 40 mil especies vivas estudiadas, 16 mil están en peligro de extinción. Un
pájaro de cada ocho puede desaparecer para siempre. Un mamífero de cada cuatro
está amenazado. Un anfibio de cada tres puede dejar de existir. Ocho crustáceos
de cada diez y tres insectos de cada cuatro están en riesgo de extinguirse.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
especies de plantas y animales, lo que hará la sobrevivencia de los
seres humanos y otras especies más difícil que en cualquier otro
momento de la historia. Si no revertimos este despilfarro, ¿durante
cuánto tiempo más nos aguantará el planeta?
Agua es Vida
La vida occidental aumenta la presión sobre el agua
Sin petróleo, la vida industrial es imposible. Pero sin agua, la vida
humana es imposible. Creyendo que nunca podríamos quedarnos
sin agua, la hemos usado como si fuese un recurso infinito. Pero,
el agua dulce no es un recurso infinito. Como especie humana,
hemos destruido nuestras fuentes de agua a tal punto que ya estamos
perdiendo agua del ciclo hidrológico mismo, destruyendo las cuencas
hidrográficas necesarias para nuestra supervivencia y la supervivencia
del planeta. Estamos, literalmente, quedándonos sin agua.
En Estados Unidos, la agricultura industrial consume tanta agua
como las plantas de energía nuclear –devorando cuatro quintas partes
del agua que usa el país en su conjunto—y es la causa principal del
deterioro de los ríos y lagos del país. En el Sur del planeta, el riego
36
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
consume más del 85 por ciento del total del agua utilizada y está
secando los ríos del mundo. A medida que nuestra demanda crece, la
presión sobre la Tierra y los demás seres vivos se acelera.
Estamos agotando nuestras fuentes de agua de seis maneras
fundamentales: extrayéndola de los acuíferos, usando tecnología
sofisticada para bombear agua subterránea mucho más rápido de
lo que la naturaleza la puede reponer; exportando “agua virtual”,
comerciando grandes cantidades de agua de las cuencas hidrográficas
“incorporada” en los productos alimenticios y otros exportados;
desviándola por tuberías, trasladando el agua desde los lugares en
donde la puso la naturaleza y adonde es necesaria para la salud de
los ecosistemas, llevándola hasta donde la queremos para cultivar
alimentos en los desiertos o para abastecer de agua a enormes
zonas urbanas; deforestando, y así degradando los bosques con la
consiguiente reducción en la cantidad de lluvia que cae sobre la
naturaleza; generando islas de calor urbanas, que destruyen los paisajes
que retienen agua y crean enormes desiertos; y generando el cambio
climático, que está causando una mayor evaporación de las aguas
superficiales y está derritiendo los glaciares.
El cada vez mayor uso del agua no se debe solamente al crecimiento de
la población mundial, porque ésta se triplicó en el siglo XX, mientras
el consumo de agua se multiplicó por siete. En Canadá, el consumo
de agua creció 80% entre 1972 y 1991, en tanto la población creció
3%, lo que claramente muestra que no todos tenemos el mismo
acceso al agua, sino que es el crecimiento exponencial del consumo
de poblaciones con el modo de vida europeo y estadounidense que
está aumentando la presión sobre ese y otros recursos naturales. La
urbanización es un componente importante de esa mayor demanda
por agua. Un habitante urbano consume en promedio tres veces más
agua que un habitante rural, mientras que un ciudadano alemán
consume en promedio nueve veces más agua que un ciudadano en la
India. Un norteamericano promedio utiliza casi 600 litros de agua al
día. Un africano promedio usa apenas seis. Los niños recién nacidos
en países del Norte consumen entre 40 y 70 veces más agua que los
nacidos en el Sur.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Millones carecen de acceso a agua
Siendo amenazada de contaminación, cambios en los usos de la tierra,
el crecimiento de la población, la urbanización, la industrialización,
usos no sostenibles y el cambio climático, la provisión de agua dulce
ya no alcanza a nivel mundial y se encuentra mal distribuida. En todo
el mundo nuestras fuentes de agua son usadas como vertedero de los
desechos que generamos. Noventa por ciento de las aguas servidas
en el Sur del planeta se descargan sin tratamiento en los ríos, arroyos
y aguas costeras locales. En China, cerca del 80 por ciento de los
principales ríos están tan degradados que ya no sostienen vida acuática.
Menos del 25 por ciento de la población de Paquistán tiene acceso
al agua potable, por ser tan contaminadas las aguas superficiales del
país. Menos del tres por ciento de los habitantes de Indonesia están
conectados a la red de saneamiento, lo que agrava la contaminación
de los ríos y lagos aledaños. El setenta y cinco por ciento de las aguas
superficiales en India y Rusia están tan contaminadas que no deberían
ser utilizadas para beber o higienizarse.
En América latina, más de 130 millones de personas no tienen acceso
al agua potable debido a la contaminación de lagos y ríos. Las grandes
ciudades como Sao Paulo y Ciudad de México enfrentan las crisis
gemelas de sobre consumo y contaminación generalizada del agua.
Solamente el dos por ciento de las aguas servidas de América Latina
recibe algún tipo de tratamiento. El veinte por ciento de todas las aguas
superficiales de Europa está “gravemente amenazado”, y el 40 por ciento
de los ríos y cursos de agua estadounidenses son demasiado peligrosos
para nadar, pescar o beber, al igual que el 46 por ciento de los lagos,
debido a la gran contaminación tóxica de la agricultura industrial.
En 2008, 1.100 millones de personas, una de cada cinco en el mundo,
ya no tienen acceso a agua potable segura. Casi dos mil millones de
personas viven en regiones del planeta con escasez de agua, de los
cuales 1.400 millones tienen poco o ningún acceso a agua potable
todos los días, la mayoría en los países empobrecidos del Sur. 2.400
millones, una de cada tres, no disponen de medios de saneamiento
adecuados, consecuencia de lo cual están retornando enfermedades
transmisibles que se pensaban erradicadas, como el cólera y la peste.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Hacia el 2015, casi la mitad de la población mundial, más de tres mil
millones de personas, vivirán en países con tensiones por causa del
agua. Para 2025, se prevé que el promedio mundial de abastecimiento
de agua por habitante disminuirá en un tercio, significando que dos
tercios de los habitantes del planeta habrán de enfrentar escasez
de agua. En 2050, con tres mil millones más de seres humanos,
necesitaremos 80 por ciento más de agua sólo para alimentarnos.
Nadie sabe de dónde sacaremos esa cantidad de agua, sabiendo que
el planeta para ese año habrá perdido 18.000 kilómetros cúbicos de
agua dulce, una cantidad nueve veces mayor que la se utiliza cada año
para el riego.
Estamos exportando energía y agua
A medida que la era del petróleo llega a su fin, uno de las consecuencias
menos analizadas es la utilización del agua para mantener o aumentar
el consumo de energía. Cuando se acabe el petróleo, habrá que crear
toda una nueva generación de vehículos de combustibles alternativos,
es decir, construir 700 millones de autos nuevos, que exigirá 315
billones de litros de agua dulce, ya que la fabricación de un automóvil
exige aproximadamente 500.000 litros de agua dulce, agua que llega
limpia y sale contaminada.
El refinado del petróleo pesado es una de las actividades industriales
más intensivas en el uso del agua. Las arenas bituminosas representan
el 66% de las reservas mundiales de petróleo y exigen enormes
cantidades de agua dulce en su refinado. Es necesario vapor a altas
presiones (calentado por gas natural) para lavar el petróleo pesado
de la arena.
Asimismo, la producción de un kilo de pollo utiliza dos mil litros de
agua. Para darnos una idea del costo energético e hídrico de ese pollo,
imaginemos un camión frigorífico en plena Autovía Transamazónica
transportando pollo producido en Santa Catarina, Brasil (a una
distancia de 3,000 kilómetros). Cuando exportan pollo de Brasil a
Europa y Medio Oriente en avión, están también exportando energía
y agua, dejando a regiones como Santa Catarina en escasez de agua y
sometidas a un proceso global de desarrollo desigual y combinado.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Para producir un kilo de cualquier grano, sea maíz o soya, con las
actuales técnicas agrícolas, ¡son necesarios mil litros de agua! Basta
multiplicar por mil los millones de toneladas de granos de maíz, de
soya, de girasol, de algodón para conocer la cantidad de agua que está
siendo importada por los países enriquecidos a donde se dirige el flujo
de esas materias.
Podemos entender que el agua no sólo circula por los ríos, en las nubes,
o por las corrientes marinas, sino también en forma de mercancías
—tejidos, automóviles, alimentos, materias primas agrícolas y
minerales, dando lugar un desequilibrio hidrológico impulsado por
la lógica del mercado y la imposición del desarrollo. La racionalidad
económico-mercantil no podría tener un ejemplo más radical de
ineficiencia ambiental global, para el cual vienen contribuyendo
mucho los organismos multilaterales (FMI, Banco Mundial y OMC)
con sus políticas de ajuste, fomento, ayuda y libre comercio.
Mayor uso de energía requiere más agua
Las industrias, las plantaciones altamente consumidoras de agua, o
las que botan muchos desechos al agua —como son los casos de las
industrias de papel y celulosa o de bauxita-aluminio— viene siendo
transferidas, desde los años 70, a los países ricos en recursos naturales
(energía, minerales, suelos, sol, agua), desde donde exportan las
materias primas y las ganancias y en donde dejan los desechos.
Cada vez más se trabaja con minerales raros, cuya separación exige
agua en proporciones enormes. Igualmente, la desmaterilización y
transmaterialización de la nanotecnología significa más agua utilizada
por todas partes, agua que es insustituible, a diferencia de cualquier
otra mercancía. Se puede mejorar la eficiencia de su uso pero no se
puede prescindir de ella.
Al ritmo del crecimiento de la población urbana y de la industrialización,
las máquinas se vuelven más eficientes en términos energéticos, pero
con un mayor consumo de agua. A fin de cuentas, mayor eficiencia
energética implica mayor capacidad de transformación de la materia
y mayor consumo de agua, porque el mayor uso de energía causa más
calor, lo que es el caso de las termoeléctricas y las plantas nucleares,
donde se requiere más agua para el enfriamiento de las turbinas.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
De esta manera, la mayor eficiencia económica acelera la
transformación de la naturaleza, causando un desorden ecológico
global en lo que se refiere al efecto invernadero y el cambio climático.
Esa expansión generalizada de la industrialización viene avanzando
sobre manglares y otros humedales, así como sobre áreas forestales, en
particular los bosques tropicales, que guardan enormes cantidades de
agua en sí mismas. Esas áreas cumplen un papel muy importante en
el equilibrio climático global por la humedad que contienen, con lo
que contribuyen a que el cambio climático no se agrave todavía más
como viene ocurriendo en gran medida por la propia deforestación.
Efectos en la seguridad alimentaria
La gestión del agua es fundamental para la estabilidad de la producción
mundial de alimentos. En todo el mundo la agricultura representa
un 70 por ciento del agua que se extrae; en el África subsahariana
representa el 87 por ciento. Un acceso fiable al agua incrementa
la producción agrícola, ofrece un suministro estable de numerosos
productos agrícolas decisivos e ingresos más altos en las zonas rurales,
donde viven tres cuartas partes de las personas que sufren hambre
en el mundo. Pero la demanda de las zonas urbanas en acelerado
crecimiento aumenta la presión sobre la calidad y la cantidad de los
recursos hídricos locales.
Numerosas cuencas fluviales explotadas intensivamente, de las
principales regiones productoras de alimentos, ya trabajan al límite
de sus recursos básicos. Sin una gestión sostenible del agua en las
cuencas hidrográficas, los lagos y los acuíferos subterráneos asociados
a ellos, la seguridad alimentaria local, regional y mundial corre riesgos.
La sequía es la más frecuente causa natural específica de aguda escasez
de alimentos en los países del Sur. Las inundaciones son otra causa
importante de emergencias alimentarias.
En la medida en que el cambio climático haga aumentar la frecuencia
de la sequía y las inundaciones, sobre todo en una gran parte de las
regiones tropicales áridas y semiáridas, que afrontarán una disminución
de las lluvias y el flujo de agua en ríos y vertientes, será más difícil
para los agricultores prever el suministro de agua lo que se volverá un
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
obstáculo para la seguridad alimentaria en los países de esas regiones
que más inseguridad alimentaria sufren.
La agricultura de secano, que comprende el 96 por ciento del total
de la superficie agrícola en el África subsahariana, el 87 por ciento
en América del Sur y el 61 por ciento en Asia, será la más afectada.
En las zonas marginales semiáridas donde hay prolongadas estaciones
secas, habrá mayor riesgo de que se malogren las cosechas. Donde no
se puede asegurar la estabilidad de la producción, la población tendrá
que emigrar. Para el año 2020, hasta 250 millones de habitantes de
África subsahariana afrontarán escasez de agua, y en algunos países la
producción de alimentos podría reducirse a la mitad.
A medida que el agua sea más escasa
En las grandes cuencas fluviales y los deltas de los ríos, la irrigación
también corre riesgos debido al conjunto de la disminución del flujo
de agua, la salinidad, el aumento de las inundaciones y del nivel
del mar, así como por la contaminación urbana e industrial. Estas
presiones sobre una parte de las principales tierras productivas del
mundo reducirán la producción agrícola, la variedad de especies y
la capacidad natural de recuperarse de los ecosistemas, con posibles
repercusiones negativas para millones de agricultores y consumidores
debido a la gradual limitación del suministro de alimentos.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Hay tres veces más agua dulce en las represas que en los ríos del
planeta, porque de los 227 mayores ríos del mundo, 60% fueron
intervenidos por alguna represa solamente en los últimos cincuenta
años. En ese mismo periodo, entre 40 y 80 millones de personas, casi
siempre campesinos y pobladores originarios, fueron alcanzados por
inundaciones de sus tierras que tenían el objetivo de construir diques
y embalses. En 1998, estaban siendo construidas nada menos que
349 represas con más de 60 metros de altura en diferentes países del
mundo, en gran parte financiadas por el Banco Mundial, con enorme
impacto socioambiental.
A medida que el agua dulce se vaya haciendo cada vez más escasa,
aumentará la utilización de aguas residuales en la agricultura,
acuicultura, el relleno de las bolsas subterráneas y demás sitios,
dejando expuesta a este peligro a la mitad de la población de los
países del Sur. En algunos casos, el agua residual y contaminada es
el único recurso hídrico disponible para la gente empobrecida y las
comunidades agrícolas en niveles de supervivencia. Más de 5 millones
de personas mueren anualmente por enfermedades relacionadas con
la falta de agua.
Muchas extracciones de agua para riego no son
sostenibles
En vistas de abastecer a los centros urbanos y garantizar el flujo de
alimentos y agrocombustibles dirigido sobre todo a los países del
Norte, sin lo cual el estilo de vida consumista no puede ser practicado,
los monocultivos pasan a predominar en los paisajes rurales del Sur,
consumiendo más tierras, más agua, más suelos, y profundizando
literalmente el problema del agua al ser generalizadas la irrigación y
la captación de aguas subterráneas.
Si, por un lado, con la irrigación podemos aumentar el área de tierras
para la agricultura, no podemos olvidar que esa práctica tiene un
precio alto. Cerca de 20% de los suelos irrigados en el mundo están hoy
salinizados, es decir, inutilizables para la agricultura. El incremento
en la extracción de los recursos subterráneos está bajando el nivel
de este vital líquido en muchas partes del mundo, donde un 15 al 35
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
por ciento de las extracciones para riego no son sostenibles. Aún así, se
anticipa que la demanda mundial de irrigación aumentará entre el 5 y el
20 por ciento para 2080 como repercusión del cambio climático.
Un ejemplo de los efectos de un gigantesco plan de regadío soviético
para monocultivos de algodón es el Mar de Aral, que se encuentra
en una cuenca compartida entre Uzbekistán y Kazajistán, dos países
de la antigua Unión Soviética. En el pasado fue el cuarto mayor lago
del mundo, pero el desvío de los ríos para ese plan ha causado la
pérdida de tres cuartas partes de su extensión en 2004, de lo cual
probablemente sólo la mitad queda en 2008.
El agua sólo es renovable con un uso sostenible
Con la expansión de la racionalidad económico-mercantil engendrada
por el capitalismo, las aguas superficiales están siendo desviadas hasta
el punto de que en muchos cauces de los ríos queda apenas un hilo
de agua. Ahora que las aguas superficiales ya no son suficientes, cada
vez es mayor la explotación del agua en el subsuelo, que está siendo
bombeada para su uso agrícola e industrial a un ritmo que excede en
muchas ocasiones la velocidad de recarga. En los años 90, en América
del Norte, 50% de todo el consumo de agua fue obtenido de aguas
subterráneas. En China también es cada vez mayor la proporción de
aguas captadas subterráneamente. En Madras, India, la captación de
aguas subterráneas ocasionó una baja de tal orden del manto freático
que las aguas saladas avanzaron por el subsuelo cerca de diez kilómetros
continente adentro, acarreando serios problemas de abastecimiento.
En Brasil, el avance del agronegocio, sobre todo en el Planalto
Central con sus enormes extensiones de tierras planas, no tuviera el
éxito económico de corto plazo si no hubieran sido desarrolladas las
técnicas de captación de agua a grandes profundidades, que hicieran
posible cultivar aquellas regiones antes ocupadas por los cerrados
(sabanas). Allí, el agua captada en las llanuras por esas técnicas del
agronegocio rebasa el manto freático, haciendo secar ríos, lagunas,
matorrales y pantanos en una zona donde toda una rica y diversificada
(agri)cultura campesina se desarrolla históricamente, zona que heredó
las mayores reservas hídricas del país y de donde parten importantes
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
ríos hacia diferentes cuencas hidrográficas brasileras. Incluso en
condiciones de disponibilidad de un buen suministro de agua,
como la cuenca del Mississippi y el Golfo de México, el aumento
de las cargas de nitrógeno tras la ampliación de la producción de
cultivos en hilera perjudicará a la calidad del agua. El aumento de
las áreas abandonadas por el cultivo por causa de este desequilibrio
ecológico, como la pérdida de suelos por erosión, son indicios de la
insustentabilidad de ese modelo.
Se supone que el agua es un recurso renovable. Pero, el agua sólo
es renovable cuando se utiliza a un ritmo sostenible, lo que no vale
en el mundo industrial, excesivamente pavimentado, que pierde
agua agotando los acuíferos subterráneos al desviar las aguas a los
alcantarillados y de esta manera reducir la cantidad de agua que
vuelve a los acuíferos, especialmente en la actual competencia por
agua dulce entre fabricantes industriales.
Al otro lado, la desalinización como solución a la crisis del agua, es decir
la posibilidad de poder extraer la sal del agua del mar, es un proceso caro
y muy costoso energéticamente con un uso abundante de hidrocarburos.
Y produce un desecho de salmuera, altamente concentrada, que es muy
contaminante, cuando se arroja de vuelta al océano.
El agua como mercancía es una locura
A lo largo y ancho del mundo, la privatización del agua ha
resultado, una y otra vez, ser menos eficiente que los sistemas
públicos municipales. Los capitalistas globales no creen que ello sea
completamente cierto, aino quieren que el agua sea una mercancía
como, por ejemplo, vientres de chancho, de la manera que se pueda
ser comprada y vendida al mejor postor.
Si se privatiza y mercantiliza, no podremos garantizar agua para todos y
se coloca la mismísima existencia de todo hombre, mujer o niño en las
manos de unas pocas corporaciones, donde el agua-como-mercancía
es una locura a la que sólo podrían someterse los muy privilegiados.
Con la captación de aguas subterráneas, el acceso a los recursos
hídricos se está volviendo más desigual, como no todos disponemos
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
de la maquinaria necesaria —las bombas a diesel—para extraer el
agua. La captación de agua en la superficie era, de cierta forma, más
democrática, en la medida en que el agua estaba al alcance de todos,
literal y materialmente.
Somos piedras andantes de agua
Alimentado por los modos de producción capitalista y socialista, que
nos estimulan aumentar el consumo y acumular riqueza virtual —
dinero, el estilo de vida occidental pone en riesgo la riqueza concreta
del agua, de la tierra, del suelo y de la vida, ya que el agua está presente
en toda la sociedad —en la agricultura, en las artesanías y la industria.
En todas partes donde hay vida hay agua, de manea que la vida puede
ser considerada como otro estado del agua.
Sin agua no hay vida y la existencia misma de todos y todo está
amenazada. La crisis del agua es la que más afecta a nuestra propia
supervivencia y la del planeta. Hasta sin luz podemos vivir, sin foco,
sin energía podemos vivir, pero no podemos vivir sin agua. Miles han
vivido sin amor, pero nadie sin agua. El agua es de todos los seres
vivientes de este planeta, el agua es vida, un elemento vital y recurso
natural de vivencia, un bien social de la humanidad, que no debe
ser objeto de lucro, ni sea malgastada. Es la leche de la Madre Tierra
que amamanta y da vida a las piedras, plantas, animales y personas,
emanada desde los cerros que son los senos de nuestra Pachamama.
Somos nosotros mismos piedras andantes de agua.
Mientras las naciones industrializadas dependen de los hidrocarburos,
la necesidad de agua es absolutamente universal. De alguna forma,
une a los pocos privilegiados con los muchos inquietos, a las zonas
urbanas con las rurales, a las naciones indígenas de la Amazonía con
los gestores de bonos de Tokio. Junto con el agotamiento del petróleo,
la forma en que gestionemos la crisis del agua determinará en gran
medida las perspectivas humanas del futuro previsible.
Agua para la Vida
Siendo el agua parte de nuestra vida y de la misma Madre Tierra, nos
toca enfrentar la crisis mundial del agua, preservar el agua y proteger
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
sus fuentes para que sea para la Vida y para el consumo de todos
los seres del planeta y de la misma Madre Tierra, reconocer el trato
sagrado y mágico que los pueblos le damos a este Ser.
Nos toca garantizar el aprovechamiento y la distribución racional
de nuestras aguas para que alcancen para el consumo de todos los
seres, con más razón ahora que vivimos un modelo económico que
nos trae cambio climático en las fuentes de agua, como indica el
cuarto mandato de los Diez Mandamientos para salvar al planeta, a la
humanidad y a la vida.
El mismo mandato plantea anular todas las políticas que permitan
la privatización del agua y el acaparamiento en pocas manos de los
servicios públicos de agua potable, identificar a los enemigos internos
que privatizan el agua, y a los enemigos externos que viven del
negocio del agua.
Por estas razones, nos toca apoyar la iniciativa de los pueblos indígenas
de organizar y promover una Convención Internacional del Agua,
que la proteja tanto de las leyes del libre mercado y el lucro como
excluirla de los acuerdos comerciales y de la Organización Mundial
del Comercio.
Crisis alimentaria
Aumento dramático del precio de los alimentos
Estamos viendo que el trigo va subiendo, el pan va subiendo a nivel
internacional. No es solamente un problema de un país, sino el
mundo está experimentando un aumento dramático del precio de
los alimentos. Los precios internacionales de los productos agrícolas
aumentaron bruscamente un 8% en 2006 y un 24% en 2007. Durante
esos dos años, subieron de manera acelerada en particular el trigo en
un 152% y el maíz en un 122%, la carne en un 20%.
Continuaron subiendo más fuerte todavía durante el primer trimestre
de 2008 en un 53%, alcanzando los niveles máximos de los últimos
50 años. En este periodo, los aceites vegetales se encarecieron en más
del 97%, los cereales en un 87%, los productos lácteos en un 58% y el
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
arroz un 46%, encabezando una lista de aumentos que incluye no sólo
a algunos de los principales productos sino a prácticamente todos.
La tendencia de los precios de estar por los aires ha sido mucho mayor
que en el pasado y se ha prolongado durante más tiempo. Aunque sean
disipados los efectos de las crisis de breve duración, y no es probable
que se pueda reponer las reservas a corto plazo, los precios más altos
de los alimentos en general seguirán durante los próximos años un 30
a 50 por ciento por encima de los niveles de equilibrio anteriores. Ello
indica un cambio estructural en los mercados con la posibilidad que el
descenso a largo plazo en los precios reales podría interrumpirse.
Provoca malestar social y disturbios
La subida de precios de los alimentos está causando dificultades
financieras a las familias empobrecidas, que provocan graves
privaciones y sufrimientos, especialmente en los países del Sur con
altos niveles de pobreza e inseguridad alimentaria. Para una gran parte
de los 800 millones de personas que ya padecen hambre crónica, el
encarecimiento de los alimentos puede resultar catastrófico. A ellos
se han unido ya otros muchos millones de personas que ahora no
pueden comprar la comida que sus familias necesitan para llevar
una vida sana, donde los más perjudicados son los grandes grupos de
población de las ciudades y las zonas rurales que dedican una parte
importante (70-80%) de los ingresos del hogar a alimentos.
Debido a su rápidamente decreciente poder adquisitivo, muchas
familias deben dejar de consumir fuentes proteicas y otros alimentos
ricos en nutrientes más caros y dependen de los alimentos con alto
nivel energético y costo menor para conservar un nivel mínimo
de productividad. Los hogares desfavorecidos se ven obligados a
comprometer la atención sanitaria, la educación y otros gastos
familiares no alimentarios.
Esta situación ha provocado malestar social y los disturbios motivados
por el hambre que se han producido recientemente en la mayoría
de los continentes, donde las personas han resultado afectadas por
el encarecimiento de los alimentos y el aumento de los costos del
combustible.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Los agrocombustibles responsables en gran medida
Estamos viviendo una crisis alimentaria en la cual no se produce
para el bienestar humano ni por las necesidades de la población
sino según las presiones del mercado, la especulación y rentabilidad
de las grandes productoras y comercializadoras de alimentos. Entre
las causas determinantes de esta crisis, el Banco Mundial reconoce
que el 65% del alza de precios de los alimentos es producto del
rápido aumento de la demanda de agrocombustibles. También,
el Fondo Monetario Internacional ha concluido que la creciente
producción de agrocombustibles es responsable en gran medida del
encarecimiento de los productos, mientras un informe de la FAO
dice que la disponibilidad de alimentos puede verse amenazada por la
producción de agrocombustibles en el momento en que la tierra, el
agua y otros recursos ya no se destinan a la producción de alimentos.
Entre los otros factores concretos que han contribuido al repunte
de los precios, están tanto las faltas de producción ocasionados por
efectos del cambio climático en varias regiones agrícolas del planeta
como el descenso importante de la producción en primer lugar de la
soya en Estados Unidos por el aumento significativo de la producción
del maíz en ese país en 2007. Los precios también han sido afectados
por la reducción gradual de las reservas mundiales de alimentos,
especialmente de los cereales, que se han reducido desde mediados de
los 90 en un 3,4 % anual, porque como la producción de alimentos
per cápita apenas creció en un 1,1 por ciento en nueve años, no ha
podido cubrir el aumento de la demanda, ocasionado en parte por el
rápido crecimiento económico de algunos países del Sur. En 2008, se
prevé que las reservas mundiales de cereales se reduzcan en un 5%
más, llegando al nivel más bajo de los últimos 25 años.
También ha afectado el aumento de los costos del combustible, que
ha incrementado los costos de producción de los productos agrícolas,
subiendo algunos fertilizantes en más del 160% de 2007 a 2008, y
el costo de transportar los alimentos por la duplicación de los fletes
entre 2006 y 2007. De esta manera, los precios de los combustibles
fósiles determinan los precios de los agrocombustibles y sus materias
primas como el maíz y el azúcar para el etanol y la palma, la soya, la
colza y otros aceites vegetales para el biodiesel.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Además, las prohibiciones a la exportación, el aumento de los
impuestos sobre la exportación y otras medidas a corto plazo para
mantener bajo control los precios nacionales, o las “compras motivadas
por el pánico”, agravaron la subida de los precios internacionales,
como cuando en 2007 los países exportadores de arroz prohibieron
su exportación para proteger a sus propios consumidores. También ha
influido la baja del dólar como el precio de la mayoría de los productos
agrícolas se cotiza en esta moneda.
A parte de la demanda de agrocombustibles, influirán en los precios
a largo plazo el impacto del cambio climático sobre el rendimiento
agrícola, las limitaciones de agua y tierras, la intensificación de la
urbanización y la eficacia del uso de las tecnologías existentes y/o la
adopción de nuevas tecnologías para aumentar el rendimiento de los
productos agrícolas.
Arruinan la producción en nuestros países
La demanda de alimentos de los países del Norte, Estados Unidos,
Europa, Japón, también afecta la disponibilidad de alimentos y los
precios. Para lograr la seguridad alimentaria de Europa, los europeos
no necesariamente van a producir todos los alimentos allí, sino los
van a sacar de todas partes del mundo. Si pueden, van a producirlos
en Bolivia e importarlos de Bolivia, aunque eso violaría la soberanía
alimentaria de los bolivianos. Así es la expansión de la soya en
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
América del Sur, donde las empresas grandes están causando impactos
negativos en las comunidades y en la naturaleza, produciendo
monocultivos de forma industrial, de forma muy intensiva.
Cuando los escasos recursos naturales, la tierra y el agua están usados
para los productos de exportación, se nos impide a las comunidades
usar estos recursos y la agricultura para satisfacer nuestras necesidades
de alimentos, especialmente consumir los alimentos de producción
propia que tradicionalmente consumíamos en las comunidades.
Por ganar más, vendiendo los alimentos afuera a precios altos, ya no
consumimos los alimentos de exportación (soya, quinua, etc.), sino
nos hemos conformado con consumir productos importados como el
arroz y la harina de trigo de menor valor alimenticio. Son alimentos
que nos han impuesto por medio de la importación de productos
subvencionados por los gobiernos europeos y norteamericanos. Con
estas subvenciones, los agricultores de estos países pueden ir a vender
sus productos en Mongolia, en Africa o en cualquier parte, arruinando
la producción agrícola en nuestros países.
La agricultura intensiva es un robo a la naturaleza
Los empresarios han creado un mito, según la cual la agricultura
intensiva e industrial es necesaria para que se produzcan más alimentos
y se reduzca el hambre en el mundo. Sin embargo, las grandes
explotaciones y los monocultivos de la agroindustria intensiva son
mucho menos productivos y menos rentables a largo plazo que las
prácticas agropecuarias en las comunidades indígenas, que son parte
de nuestras formas de vida tradicional.
La razón es que la agricultura intensiva o agroindustria se basa en robar
a las zonas forestales, a la naturaleza, a la Pachamama, su variedad de
especies, su capacidad para conservar aguas y suelo, su protección
contra las inundaciones y la sequía. Convertir un bosque en una
pradera para el pasto o en un monocultivo de soya u otros productos
para materia prima industrial genera ingresos y crecimiento que
engrosa las arcas de unos pocos. Pero, esos ingresos y ese crecimiento
se basan en un robo que empobrece las tierras que en el pasado eran
fértiles, contaminándolas a través del uso de fertilizantes.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Asimismo, es un robo a las comunidades campesinas indígenas de sus
fuentes de alimento, forraje, combustible, fibra textil y medicinas.
Basada en insumos fósiles y energías contaminantes, la agricultura
intensiva causa graves problemas a la naturaleza y a la vida comunal,
ocultando consecuencias como la contaminación y el daño a la
variedad de espacios naturales. Además, es uno de los mayores peligros
para el calentamiento global.
Crecimiento económico roba y crea escasez
En este contexto, el crecimiento económico es lo que impone a la
agricultura intensiva el robo a la naturaleza y a las personas. La ilusión
del crecimiento encubre ese robo, oculta la creación de una escasez
que en realidad destruye más de lo que se produce aunque se dice que
se está dando más. El crecimiento económico en la agricultura ha
creado tres tipos de escasez:
1.
escasez de recursos, al utilizar más recursos que la agricultura
tradicional para producir menos alimentos. Los nitratos
vertidos en ríos y aguas subterráneas contaminan y obstruyen
los espacios naturales.
2.
escasez de trabajo y medios de vida, pues se expulsa a los
campesinos e indígenas de sus tierras.
3.
escasez de alimentos sanos y soberanía alimentaria, cuando la
producción va a la exportación y no a las comunidades.
Si no hay capacidad de tratar estas escaseces, no se resuelve el problema
de la producción, sólo se ponen parches y no soluciones. La lógica
de crecimiento nos ha llevado inclusive a creer que el desarrollo,
sea sostenible o no, nos ayudará a vivir mejor. Pero, la mamada del
desarrollo sostenible impide reconocer que nos estamos introduciendo
en el desierto sin vida que queda tras los pasos del consumo.
La revolución verde arriesga la producción agrícola
mundial
En este marco, las políticas de acceso a los mercados europeos y de los
países enriquecidos en general encaminan la agricultura de nuestros
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
países hacia una producción industrial en grandes plantaciones de
monocultivos y exportación de productos agrícolas (soya, quinua,
azúcar, carne, productos marinos, flores y vegetales). Vamos a seguir
produciendo para al consumo de lujo de los sectores enriquecidos
de la población mundial, y no para las comunidades y la población
que padece hambre, lo que viola la soberanía alimentaria, destruye el
equilibrio natural y la vida comunal, creando dependencia, pobreza
y hambre, cuyo precio está pagado por las comunidades campesinos
indígenas y la sociedad en su conjunto. Los únicos que se benefician
de estas políticas, son un puñado de empresas agroindustriales y un
limitado número de personas que consiguen trabajo en ese sector. Sin
embargo, por cada puesto de trabajo que se crea, se destruye quince
en las comunidades.
Ello significa seguir en la vía de la revolución verde, que en
su producción en monocultivos usan tractores, cosechadoras,
insecticidas, pesticidas, abono industrial y otros insumos fósiles y
energías contaminantes, lo que está agotando la tierra de nutrientes
mucho más rápido de lo que puedan ser reemplazados, causando
graves problemas a la naturaleza y la vida comunal, arriesgando la
producción agrícola mundial. Para poder seguir aumentando la
producción total, vamos a seguir poniendo en peligro la capacidad
productiva de la tierra, e incluso vamos a tener que seguir invadiendo
zonas naturales de gran variedad de especies, etc., agravando el
calentamiento global.
La producción intensiva en monocultivos en los países del Sur tiene
también consecuencias para los productores y consumidores europeos,
que han perdido su autonomía en cuanto a proteínas, porque la soya
viene tan barata que fomenta una agricultura industrial que ya no está
vinculada a la tierra. Para contrarrestar esta situación y disminuir la
importación de soya, los agricultores europeos plantean cultivar sus
propias proteínas de su trébol, sus lupinas, sus chicharros, de todas las
plantas locales que pueden ser usadas para dar proteínas a los animales.
Las comunidades podemos alimentar el mundo
Lo único que explica que la productividad promedio de las formas de
vida tradicional y las prácticas agropecuarias de nuestras comunidades
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campesinas indígenas es más baja que los monocultivos, es que están
localizados en tierras marginalizadas, hasta donde esas poblaciones
han sido expulsadas, marginadas en el proceso de colonización y
destrucción de la vida comunal. En tierras fértiles, la productividad
total de las prácticas agropecuarias comunales es dos a tres veces mayor
a largo plazo que los grandes monocultivos de agricultura intensiva.
La agricultura familiar, campesina y comunal emplea menos de la
mitad de la energía que la industrial para obtener la misma cantidad
de calorías en forma de alimentos. Para obtener una caloría de
carne, en la agricultura industrial se necesita aplicar diez calorías de
energía frente a una o dos en la tradicional. La papa transgénica que
se cultiva en Sucre y Potosí es menos productiva y menos rentable
en los mercados locales que las variedades de papa tradicional más
buscadas por la gente.
Como el modelo agrícola occidental depende en su totalidad del
petróleo (tractores, fertilizantes, agroquímicos, sistema internacional
de transporte de alimentos, etc.), un recurso finito que el crecimiento
ya ha condenado al agotamiento a medio plazo, volver a una agricultura
en armonía con la naturaleza requiere la producción de alimentos
a una escala local, respetando los ciclos de regeneración natural y
de absorción de desechos. Para el Norte, ello conlleva sustentar la
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agricultura esencialmente con recursos locales, dejando de depredar
los países del Sur con la importación de recursos naturales y energía
de éstos.
Dando un papel importante a la vida tradicional de las comunidades
campesinas indígenas y usando nuestras prácticas agropecuarias
milenarias, produciendo en buenas condiciones también en tierras
fértiles, podemos alimentar el mundo, lograr la sostenibilidad y una
mayor productividad del sistema alimentaria mundial. Estas prácticas
agropecuarias usan mucha mano de obra, pero somos suficientes,
porque estamos todavía en el campo siendo más de 40 o 50% de la
población activa en la mayoría de los países.
Agrocombustibles
Usan la tierra para autos de lujo
En algunas regiones, algunos presidentes, algunos modelos de
desarrollo económico, promueven los agrocombustibles y reservan
masivamente tierras esenciales2 para la vida del planeta a automóviles
de lujo y no al ser humano, usan la tierra para chatarras y no para la
vida humana. Ello niega el alimento a los pueblos y está causando
problemas en la economía de las distintas regiones del mundo,
afectando las economías familiares.
Al tratar de asegurar la oferta de energía, Unión Europea, Estados
Unidos, Brasil, China y varios países más, están cambiando de
combustibles fósiles hacia agrocombustibles. Ello significa que el
precio de la materia prima para agrocombustibles, y de la misma
manera de los alimentos, va a subir en el mismo grado que el precio
del petróleo.
Por tanto, uno de los principales motivos del aumento de los precios
de los alimentos en los mercados mundiales ha sido el aumento de la
demanda de algunos productos agrícolas, como el azúcar, el maíz, la
yuca, las semillas oleaginosas y el aceite de palma, que se han empleado
2
Para producir una tonelada de agrocombustibles hace falta en promedio una
hectárea de tierra.
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principalmente como alimento y/o forraje, y ahora se están cultivando
como materia prima para la producción de agrocombustibles.
Convirtiendo a Africa en una granja gigante de
agrocombustibles
Para cultivar las materias primas de los agrocombustibles, un problema
es encontrar tierras para eso, ya que ya se está agotando las tierras en
el mundo para cultivar alimentos, sin hablar de combustible. Para
reemplazar significativamente el petróleo en los transportes con
biocombustibles, la cantidad de tierra fértil necesaria sería inmensa,
devastaría la producción de comida y agravaría los problemas de
hambre y desertificación. En EEUU, es necesario 5 hectáreas para
cultivar el maíz que se necesita para alimentar un auto con etanol
durante un año de uso, lo que es la cantidad de tierra que se necesita
para alimentar a siete personas durante el mismo período de tiempo.
Un tanque lleno de etanol puede alimentar a una persona un año.
Y si decidieran que todos los autos en EEUU funcionen con etanol,
necesitarían cubrir 97 por ciento de sus tierras con maíz.
Como el mercado no atiende a necesidades y al hambre, y los
ciudadanos del Norte pueden pagar mejor de lo que puedan ofrecer los
habitantes de los países del Sur para comprar alimentos básicos para
su subsistencia, se sustituiría cultivos destinados a la alimentación
humana por otros destinados a “alimentar” autos. Mantener los
tanques de gasolina llenos en EEUU, podría dejar gran parte del
mundo hambriento. Para reemplazar su suministro de petróleo con
agrocombustibles, necesitarían convertir la mayor parte de Africa
en una granja gigante de agrocombustibles. Evidentemente muchos
africanos - quienes ya están hambrientos - no verían con buenos ojos
que los norteamericanos para cultivar su combustible agarrarían la
tierra que ellos usan para cultivar sus alimentos.
30 % de la cosecha de maíz se desviará al etanol
Lo que aún más estimula la demanda de estas materias primas es la
implementación de subsidios al etanol y al biodiésel en algunos países
de la OCDE, que en 2006 ascendió a 11 000-12 000 millones de dólares.
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Este monto representa el valor total de todo el apoyo gubernamental
al sector de los agrocombustibles, incluyendo los imperativos legales
de consumo, créditos tributarios, barreras arancelarias, subvenciones
a la producción y la inversión, y apoyo general al sector, como la
inversión en investigación pública, pero no se toma en cuenta el apoyo
a la producción de materias primas agrícolas. El apoyo que recibieron
los elaboradores y cultivadores ascendió a aproximadamente 6 000-7
000 millones de dólares en Estados Unidos y a 4 700 millones de
dólares en la Unión Europea, subsidios a los agrocombustibles que
probablemente crecerá a medida que aumente el consumo obligatorio
en la OCDE.
La demanda adicional de maíz (para la producción de etanol) y colza
(para la producción de biodiesel) ha mostrado el mayor impacto
potencial sobre los precios. De los casi 40 millones de toneladas en
que aumentó el consumo mundial del maíz en 2007, prácticamente
30 millones fueron absorbidas únicamente por las plantas de etanol,
sobre todo de Estados Unidos, que es el mayor productor y exportador
mundial de maíz. Se prevé que más del 30 % de la cosecha de maíz de
2008 de ese país se desvíe a las destilerías de etanol, lo que supone más
del 12 % de la producción mundial de maíz. En la Unión Europea, se
calcula que el sector del biodiesel ha absorbido aproximadamente el
60 % de la producción de aceite de colza de los estados miembros en
2007, lo que equivale al 25 % de la producción y al 70 % del comercio
mundial en 2007.
La demanda de maíz para etanol seguirá aumentando
Afecta también la cantidad de la superficie apta para el cultivo de otros
cultivos que puede dejar de utilizarse para producir materias primas
para la producción de agrocombustibles, como cuando las plantaciones
de maíz aumentaron en casi un 18 % en 2007, lo que hizo reducir las
superficies destinadas a la soya y, en menor medida, al trigo, cuya menor
producción fue uno de los motivos de la marcada subida de sus precios
y, por tanto, en el de la harina y el pan. La subida del precio de la soya,
a su vez, impactó en el precio de los aceites para cocinar. El pollo, la
carne de ganado y los lácteos también subieron, puesto que todos estos
animales son grandes consumidores de maíz y soya.
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El Vivir Bien
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Esta reacción en cadena podría repetirse en 2008, pero en este caso en
sentido inverso en beneficio de la soya y el trigo debido a sus precios
relativamente más altos. Pero, si la producción de maíz disminuye
en 2008, y como la demanda de maíz por parte del sector del etanol
continúa aumentando, es poco probable que Estados Unidos pueda
satisfacer toda la demanda (alimentos, forraje, combustible y
exportaciones) sin que se reduzcan considerablemente sus propias
reservas de maíz.
Aunque la cantidad de biomasa necesaria para producir
agrocombustibles podrá suministrar sólo una fracción de lo que
actualmente se obtiene de los combustibles fósiles3, afectará
considerablemente a los mercados y el comercio de productos básicos.
El aumento de su producción puede agravar los efectos negativos a
la naturaleza y la seguridad alimentaria, especialmente en el África
subsahariana y partes del Asia meridional.
La futura demanda de agrocombustibles depende entre otros factores
del aumento del precio del crudo, ya que según va subiendo este
precio, resulta más rentable para los productores de agrocombustibles
ampliar su producción y pagar más por las materias primas agrícolas,
lo que hace aumentar los precios de éstas e indirectamente de otros
productos básicos, sobre todo de los alimentos, que en última instancia
aumenta los costos de los consumidores.
Además, depende tanto de si se mantienen las políticas de apoyo a los
agrocombustibles como la sustitución de la materia prima de primera
generación a la de segunda generación (materiales lignocelulosos
que supuestamente no compiten con los alimentos por la tierra). Sin
embargo, los biocombustibles celulósicos no son comercialmente
viables hasta ahora y no lo serán tampoco durante muchos años.
3
En el año 2000, la producción mundial agrícola anual representó el equivalente
a 10 millones de toneladas de petróleo. O sea, el 0,3 % del consumo mundial de
petróleo.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Brasil: No disminuye la oferta de comida
La opinión de Brasil sobre los agrocombustibles, en palabras del
Presidente Luis Ignacio “Lula” da Silva, es que éstos tienen un enorme
potencial y son decisivos en el combate al calentamiento global. Al
mismo tiempo que producen energía limpia y renovable, pueden jugar
un rol importantísimo en el desarrollo económico y social de los países
más empobrecidos, retirar a esos países de la inseguridad alimentaria y
energética, generando ingresos y empleos, sobre todo en el campo.
Brasil no reconoce que la producción de etanol de la caña de azúcar
sea culpable por el alto precio de los alimentos ni que esté llevando
la caña a invadir áreas de cultivos, ya que esa producción ocupa
una parte muy pequeña de tierras agrícolas y no saca tierra de la
producción de alimentos, ni disminuye la oferta de comida en la mesa
de los brasileños y de los pueblos del mundo.
Brasil tiene 340 millones de hectáreas de tierras agrícolas. 200
millones de pastos y 63 millones de cultivos, de los cuales solamente
7 millones de hectáreas son de caña. La mitad se utiliza para la
producción de azúcar. La otra mitad, alrededor de 3,6 millones de
hectáreas, se destina para la producción de etanol. O sea, toda la caña
de Brasil está en el 2% de su área agrícola, y todo el etanol se produce
en sólo el 1% de esa misma área. Su producción de granos creció
gracias a un espectacular aumento de productividad, ya que creció un
142% desde 1990, mientras el área plantada se expandió solamente
un 24%. Asimismo, la producción de caña para etanol por hectárea
fue más que duplicada desde 1970.
Ayuda a descontaminar el planeta
Tampoco reconoce que los cañaverales en Brasil estarían invadiendo
la Amazonia, ya que la Región Norte, en donde se encuentra la
mayor parte del bosque amazónico, tiene solamente 21 mil hectáreas
de caña, el equivalente al 0,3% del área total de los cañaverales de
Brasil. Es decir, 99,7% de la caña está por lo menos 2 mil kilómetros
de la Amazonía. Además, hay en Brasil 77 millones de hectáreas de
tierras agrícolas fuera de la Amazonía que aún no se están utilizando. Y
también 40 millones de hectáreas de pastos subutilizadas y degradadas,
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
que se pueden recuperar y destinarlas a la producción de alimentos y
caña. Juntos eso equivale a más que todo el territorio de Bolivia.
Respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero, menciona
que un auto que funciona con gasolina emite 250 gramos de CO2
por kilómetro, una emisión que es ocho veces y media superior a la
del vehículo a etanol. En la comparación del diesel con el biodiesel,
constata que el camión que funciona con combustible fósil emitió
5,3 veces más dióxido de carbono que aquel a biodiesel. El etanol
de caña genera 8,3 veces más energía renovable que la energía fósil
empleada en su producción, mientras el etanol de maíz genera sólo
una vez y media o menos de la energía que consume. De esta manera,
dice, el etanol bueno ayuda a descontaminar el planeta, mientras
el etanol malo depende de las grasas de los subsidios. Dice también
que el etanol no es solamente un combustible limpio, sino también
limpia el planeta mientras se está produciendo, ya que durante su fase
de crecimiento secuestra gran cantidad de dióxido de carbono.
Dice que el etanol brasileño es factible porque tienen tecnología,
tierras fértiles, agua, sol en abundancia y agricultores competentes.
La “revolución dorada”, que combina todos estos elementos, es decir,
producir agrocombustibles de forma sostenible, puede ocurrir también
en unos 100 países con vocación natural para eso, en África, América
Latina, el Caribe y en algunos países asiáticos. Las sabanas africanas,
por ejemplo, se parecen mucho con el Cerrado brasileño, en donde se
registra altísimos índices de productividad.
De héroe a villano
Sin embargo, ante evidencias crecientes de los impactos de los
agrocombustibles en el precio de los alimentos, en la vida de la gente
y en la variedad de especies de plantas y animales, y de su incapacidad
para combatir el cambio climático, el Comité de Medio Ambiente
del Parlamento Europeo aprobó el 7 de julio de 2008 la reducción de
la meta de alcanzar hasta 2020 el uso de energías alternativas en el
transporte en una fracción de 10% del uso total de energía, para fijarlo
en 4% hasta 2015, energías que junto a los agrocombustibles incluyen
hidrógeno, energía eléctrica y otros. De esta manera, la imagen de los
agrocombustibles cambió en unos pocos meses de héroe del clima a
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El Vivir Bien
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villano, y se reconoció la necesidad de realizar estudios más amplios y
profundos sobre sus impactos y riesgos.
En muchas investigaciones anteriores fueron excluidos los impactos
ambientales del modelo de producción, de utilización de recursos
naturales (como tierra y agua) y de la presión sobre áreas de
preservación o de producción de alimentos. Al creer que sustituir
gasolina por agrocombustibles podría reducir la emisión de carbono, no
fueron considerados las emisiones de carbono que se producen cuando
agricultores, en todo el mundo, responden al incremento de precios y
convierten bosques y pastos en nuevas plantaciones, para sustituir cultivos
de granos que comienzan a ser utilizados para los agrocombustibles. Al
tomar en cuenta el impacto de la implantación de monocultivos en
bosques y pastos, donde la vegetación y el suelo acumulan una gran
cantidad de carbono, no hay como conseguir beneficios al transformar
esas tierras en cultivos para agrocombustibles.
En este contexto, la mayor parte de los grupos ecológicos afirman
que en vez de combatir los cambios climáticos, los agrocombustibles
provocan graves impactos a la naturaleza en regiones de alto
valor natural, alteran el precio de los alimentos y consolidan una
agricultura de explotación laboral y alta dependencia de las grandes
empresas transnacionales. Otro informe revela que la actual demanda
de alimentos, nuevas fuentes de energía y fibras de madera para
fabricación de papel causa más deforestación, más conflicto, más
emisiones de carbono, más cambios climáticos y menos prosperidad
para todos.
Ver cómo afecta la vida comunal
A pesar del esfuerzo del gobierno brasileño para convencer a la
comunidad internacional de que el etanol brasileño es “renovable”, las
plantaciones de caña avanzan rápidamente, “empujando” la frontera
agrícola de las haciendas de ganado y soya, por lo que hay que ver en
qué grado ello afecta a los datos de que 99,7% de la caña está por lo
menos 2 mil kilómetros de la Amazonía. Una investigación alerta
sobre la destrucción ambiental en Brasil, causada por el avance de las
plantaciones de caña y soya en la Amazonia y en la Mata Atlántica,
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
pero que también causa un aumento en el costo de los alimentos,
tanto de forma directa como indirecta. En el Cerrado, el avance de la
producción de caña para etanol por medio de la captación de agua a
grandes profundidades rebasa el manto freático.
Un estudio de impacto a la naturaleza, que incluye todo el ciclo de
la expansión de monocultivos en todo el sector agrícola, constata
que el etanol producido a partir de la caña de azúcar y el biodiesel
hecho a partir de la soya causan más daños al equilibrio natural que
los combustibles fósiles. Un ejemplo de ello es como el aumento del
precio de la soya acelera la deforestación en la Amazonia, produciendo
una “deuda de carbono” en el cultivo para la producción de biodiesel
que llevaría 319 años para ser compensada a través del gran potencial
de las plantas de secuestro de dióxido de carbono en la producción
de agrocombustibles. Hay que ver si en general este gran potencial
logra contrarrestar los efectos del uso de pesticidas y petróleo en
su producción, uso que representa el 30% del costo final en las
plantaciones. Frente a estas evidencias, a lo mejor hay que aplicar a
Lula la sabiduría popular, de que la peor ceguera es de aquel que no
quiere ver.
Al final, es necesario un debate serio y equilibrado sobre cómo
la producción de agrocombustibles afecta la vida comunal y la
convivencia en las comunidades, la naturaleza y la capacidad de
autorregulación que tiene la vida y el planeta. En este marco, hay
que ver los efectos que tuvo la expansión del área plantada de granos
en un 24% y qué efectos tendrá la habilitación a la producción de
alimentos y caña de los millones de hectáreas de tierras agrícolas
inutilizadas y pastos subutilizadas, particularmente en el Cerrado y
en espacios naturales como las sabanas brasileñas y africanas. Otro
cuestionamiento es si el espectacular aumento de productividad es
el resultado del uso del petróleo y que pueda ser revertido en cuanto
disminuya la existencia de esta energía. Asimismo, ver en qué grado
la cada vez más grande producción de caña aumente las emisiones
de metano (CH4) y distintos óxidos de nitrógeno (NOx), agrave la
acidificación de los suelos y ocasione otros efectos que puedan acelerar
el calentamiento global.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Asegurar el alimento agropecuario para el ser humano
En esta situación, es nuestra obligación crear una conciencia en
nuestras naciones, convencer a nuestros gobiernos, para que la tierra
beneficie a los seres humanos, alimente a las personas, a los seres
vivientes. Nuestra Madre tierra es para la vida y no puede ser usada
para el cultivo de combustibles para autos, para las chatarras, para los
tanques de combustibles de los coches, como pretende la fiebre de
los agrocombustibles. Las tierras esenciales para la vida del planeta
no pueden ser convertidas en una mercancía porque falta gasolina o
diesel.
No podemos aceptar los planes y proyectos de generación de energía
como el agrocombustible, que ya está haciendo subir el precio de los
alimentos, sino debemos trabajar por asegurar el alimento agropecuario
para el ser humano.
Además, es necesario realizar un análisis urgente del ciclo de vida del
uso de etanol y biodiesel, porque es posible que no son una solución
al problema del cambio climático, sino que más bien aumenten las
emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Su uso alterará
sustancialmente la utilización de la tierra, en particular referente al
aclareo de tierras de cultivo y de bosques como a la generación de
grandes cantidades de óxido nitroso por la aplicación de fertilizantes,
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
lo que pueda acelerar el calentamiento global hasta aún más que la
gasolina y el diesel normal. Asimismo, como requieren pesticidas y
petróleo en su producción, se aumentará las cargas de nitrógeno, que
hace volver los suelos más ácidos y tiene efectos sobre el equilibrio de
la naturaleza y la capacidad de autorregulación de la Madre Tierra.
Esperamos que el reconocimiento del Banco Mundial y el Fondo
Monetario Internacional que el alza de precios de los alimentos a
nivel mundial es en su mayor parte producto de los agrocombustibles,
no termine sólo en un mensaje, sino que implementen políticas para
frenar las políticas de promover éstos para de esta manera evitar
hambre y miseria para nuestros pueblos. Asimismo, apoyamos la
lucha del pueblo europeo por una moratoria a la importación de
agrocombustibles y para eliminar las subvenciones a éstos producidos
a través de monocultivos dentro de la Unión Europea.
Posiblemente, la crisis alimentaria va a acabar con el libre mercado,
porque no es aceptable que se exporte afuera cuando la población tiene
hambre adentro de los países. Las exportaciones y las importaciones
de alimentos van a colapsar porque la industrialización y el traslado
de los alimentos no son sostenibles a largo plazo. No podemos seguir
aumentando siempre los volúmenes enormes de transporte entre los
países como tampoco el uso de los recursos cada vez más escasos,
enviándolos y trayéndolos de mercados externos, porque ello aumenta
las emisiones de dióxido de carbono y requieren mucho combustible
cada vez más caro.
La Crisis del Tiempo
Colisión de tiempos
La Crisis Global también se puede entender como una Crisis del
Tiempo, ya que por detrás del calentamiento climático, las grandes
contaminaciones planetarias, la desaparición de especies y del
equilibrio natural, la desforestación y destrucción del suelo fértil,
hay graves problemas de temporalidad. El tiempo global de la
producción industrial, los mercados financieros, el ciberespacio y
las telecomunicaciones chocan brutalmente contra el tiempo de la
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
vida y los tiempos largos de la naturaleza, con sus equilibrios y sus
transformaciones cíclicas.
Los ejemplos de choque temporal pueden multiplicarse: la velocidad
de descomposición natural de los contaminantes y la capacidad de
autodepuración de ríos, lagos y estuarios se ve desbordada por el rápido
ritmo con que los colmamos de desechos, el proceso de formación de
suelo fértil es cientos de veces más lento que la destrucción del mismo
por prácticas humanas inadecuadas....
Vivimos una tremenda colisión de tiempos entre a un lado el tiempo
cíclico de la naturaleza y los ritmos circulares de los astros basados
en la repetición (día y noche, rutinas de la vida cotidiana, transcurso
de las estaciones), que es un tiempo que caracteriza a la vida de las
sociedades agrarias y las naciones indígenas, y al otro lado el tiempo
lineal de la historia, el tiempo de reloj, donde los acontecimientos
son únicos e irrepetibles.
Desgobierno de los tiempos
Existe, por tanto, un desgobierno de los tiempos, donde las sociedades
industriales con la lógica del beneficio a corto plazo son incapaces
de organizar las diversas temporalidades, y tomar en consideración
el porvenir, de tener en cuenta el largo plazo y proyectarse en él.
Como mínimo, este desgobierno se refiere a cuatro temporalidades
diferentes, cuya coordinación falla estrepitosamente en las sociedades
industrializadas:
•
En primer lugar está el tiempo de la naturaleza: la sucesión de las
generaciones; los ritmos cíclicos de las estaciones; los ritmos
anuales de los animales migratorios; los tiempos largos de la
evolución biológica de las especies...
•
En segundo lugar el tiempo del cuerpo: los ritmos del desarrollo,
como ser la madurez, la reproducción y la crianza, el
envejecimiento y la muerte; los ritmos naturales diarios y
anuales ajustados a través de nuestro reloj interior, como
también los ciclos menstruales de las mujeres, regulados por los
meses lunares...
65
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
•
Tercero el tiempo de la convivencia: tiempo para el juego, el
encuentro con el otro, la socialización de los niños y niñas, la
vida familiar, las actividades culturales, la acción política...
Tiempo del sistema industrial
Frente a estos tres tiempos de la vida, nos chocamos con el tiempo
de la sociedad occidental industrial. La mecanización de las actividades
productivas impone a toda la sociedad el tiempo lineal homogéneo,
abstracto, medido por relojes. El tiempo global de las redes de
telecomunicaciones y los mercados financieros, donde la información
circula a inimaginables velocidades, se impone crecientemente a
las sociedades de la Vida con sus temporalidades hasta hace poco
tan cíclicas y circulares. El proceso productivo y el flujo informático
atraviesa los espacios tradicionales destruyéndolos y anula las
distancias temporales con una inaudita aceleración del tiempo, casi
hasta la desaparición de las temporalidades tradicionales: noche, día,
laborable, festivo, etc.
Ello no afecta sólo a la naturaleza, sino también a la convivencia
humana, desde la creación cultural hasta las privatizaciones, donde
respecto a las últimas, privatizar equivale a priorizar lo inmediato, la
rentabilidad a corto plazo, sin tomar en cuenta que los tiempos de los
servicios públicos han de operar en tiempos largos para satisfacer las
necesidades de la gente. Por ejemplo, las obras de construcción no se
acabarían a tiempo si no murieran algunos obreros, la producción se
detendría si cumpliéramos las leyes anticontaminación, no creciera
el mercado de organismos transgénicos si se respetase no afectar el
equilibrio natural.
Por el culto a la velocidad, la aceleración de los ritmos, la
compartimentación de la vida cotidiana, la centralidad del trabajo
asalariado y el ocio mercantilizado, etc., la falta de tiempo se ha
convertido en una enfermedad cultural en los países del Norte
enriquecido del planeta, que se está contagiando al mundo entero.
Por ello, no podemos permitirnos una economía, un uso energético
ni una producción agropecuaria en armonía con la naturaleza, no
podemos permitirnos no destruir, no contaminar, no devastar. No
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El Vivir Bien
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podemos permitirnos tiempo para la vida, y sin ello, la humanidad
está condenada.
Aceleración brutal del tiempo cíclico
En este sometimiento del tiempo cíclico por el tiempo lineal, vemos que
el tiempo de la modernidad industrial está acelerando el tiempo cíclico
hasta exceder los límites dentro de los cuales se mantiene la armonía
entre las sociedades humanas y el planeta que las alberga. A partir de la
aparición de los seres humanos como especie, podemos distinguir tres
importantes “cambios de ritmo”, que son tres momentos de aceleración
brutal en los cambios que el ser humano impone a la naturaleza:
•
El primero se produce hace unos 50.000 años, cuando el paso
rápido de la transformación cultural se sobrepone al paso lento
del transcurrir permanente de la naturaleza, momentos en
que los rápidos avances en la fabricación de herramientas y la
creación artística sustituyen la vida en armonía con y apegada
a los cambios naturales.
•
El segundo momento de aceleración se da con el surgimiento
de las culturas agrícolas hace unos doce mil años.
•
El tercer momento es la formación del mundo actual a partir
de la Revolución Industrial, donde el hombre se independiza
del tiempo cíclico de la naturaleza al pasar del uso de la
energía de la biomasa como la leña (energía solar contenida
en la vegetación a través de la fotosíntesis de las plantas) a las
energías fósiles, del trabajo en ritmos cíclicos en armonía con
la naturaleza al ritmo industrial regulado por las exigencias de
lucro y consumo irresponsable de los modelos de acumulación
occidentales, que borra las distinciones entre día y noche,
días laborales y festivos, invierno y verano, etc. Asimismo,
al sustituir tanto los productos agrícolas de temporada con el
cultivo en invernaderos e importación de otros climas, como
las prácticas agropecuarias como parte de la vida tradicional
de las comunidades campesinas e indígenas con la agricultura
industrial intensiva en monocultivos, etc.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Tiempo para analizar la información disponible
Este salto occidental hacia una civilización acelerada destruye un
mundo agrícola con bosques y leñadores, comida “sencilla”, tiempos
lentos, costumbres repetidas hasta el infinito, relaciones duraderas y
absolutas. Al tener menos tiempo por ser obligado a emigrar parte del
año, el campesino ya no puede, como en los Andes, cultivar en una
sola comunidad 30 a 40 variedades distintas de papa (junto con otras
numerosas plantas propias del lugar), cada una con sus requerimientos
ligeramente diferentes de suelo, agua, luz y temperatura, que el
comunario tiene tiempo suficiente para trabajar. Tiene que ajustarse a
la forma de producción industrial, reduciendo el número de variedades
locales, sustituyéndolas por la explotación intensiva de unas pocas
variedades comerciales muy seleccionadas, como en EE.UU., donde
sólo cuatro variedades estrechamente relacionadas representan el
99% de toda la papa producida. Junto a la deforestación, esta falta de
tiempo está provocando una erosión genética con grandes pérdidas
de variedades en los cultivos tradicionales.
La sociedad industrial se está volviendo insostenible cuando tiene
cada vez más opciones nuevas en intervalos cada vez más breves,
no dándonos tiempo para escoger las opciones más viables. Como
toda la información disponible en los archivos, bibliotecas y bancos
de datos sobre todas las cuestiones imaginables crece de forma
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
exponencial, necesitamos tiempo para analizar los datos esenciales
que nos permitan tomar una decisión bien informada, y tiempo para
evitar que nos alborote la inmensa cantidad ingobernable de datos
inútiles.
La información que acumulamos en el mundo se duplica cada cinco
años, pero de forma simultánea se va volviendo inutilizable por falta
de tiempo. La mejora en velocidad de procesamiento y en capacidad
de almacenamiento de información se ve más que contrarrestada
por la adquisición aún más rápida de información, que cada vez
aprovechamos menos. A medida que la información crece, disminuye
el uso de esa información. En 1975, sólo el 10% de la información
que se producía en Japón fue utilizada y el 90% fue desperdiciado.
Actualmente se utiliza sólo el 1%. Así, la desinformación por
sobreinformación desactiva nuestros modos reflexivos de apropiación
y construcción del mundo.
Estamos agotando el tiempo
De la misma manera, esa sociedad introduce miles de nuevas
sustancias químicas en la naturaleza cada año, y emplea veinte años
para evaluar doscientas de ellas. Y ahora se dispone a hacer otro tanto
con miles de organismos genéticamente modificados. Cuando, por
ejemplo, apenas se cuenta con datos sobre la toxicidad del 75% de las
aproximadamente 100.000 sustancias químicas que se comercializan
en la Unión Europea, resulta evidente que no hay proporción entre la
velocidad con la que la sociedad dominante introduce en la naturaleza
sustancias químicas y organismos transgénicos y la velocidad con la
que evalúa los posibles daños que puedan causar.
Lo mismo pasa con el 86% de las sustancias con producción elevada de
más de mil toneladas al año, para las cuales los datos son insuficientes
para poder hacer una mínima evaluación de riesgos y se tardaría un
siglo en evaluar nada más que 2.000 de esos productos químicos. En
EE.UU. se ha estimado que exigiría mil años poder evaluar los riesgos
que presentan las mezclas de dos o tres sustancias, entre las tres mil
sustancias tóxicas mejor conocidas. Sencillamente no hay tiempo y
dinero suficiente para evaluar ni siquiera una pequeña parte de las
sustancias químicas que se comercializan en el mundo cada año.
69
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Como pese a ello son comercializadas, eso quiere decir que la
industria química está utilizando nuestros cuerpos y la naturaleza
como laboratorios de alto riesgo. Es decir, cuando no tenemos un
mecanismo de control o dirección consciente que nos dé tiempo
para reaccionar adecuadamente y a tiempo a las consecuencias de
nuestros propios actos, nuestro actuar se vuelve cada vez más una
carrera suicida de un vehículo fuera de control.
Agotando el tiempo hasta que ya no nos queda más para seguir
equivocándonos, estamos condenados a dar palos de ciego, a cometer
errores cada vez más grandes y más frecuentes. Cada minuto perdido,
cada decisión aplazada, significa que nuestra agresión a la naturaleza
se vuelve irreversible. Aunque despertemos y actuemos con rapidez,
probablemente ya es demasiado tarde.
Tardamos mucho en parar
Cuando la mayoría de los indicadores que dicen dónde nos
encontramos respecto a los límites de nuestro planeta son confusos,
distorsionados y tardíos, es como si estuviéramos conduciendo con el
parabrisas empañado y confiando en un pasajero borracho que puede
ver fuera para que nos guíe.
Por ejemplo, los contaminantes que destruyen la capa de ozono
tardan unos 15 años en recorrer el camino desde la superficie terrestre
hasta la estratósfera, por lo que los daños que vemos ahora son la
consecuencia de nuestro comportamiento de hace 15 años. Además,
pasaron 13 años desde el primer aviso sobre la destrucción del ozono
antes de que se llegara al primer acuerdo internacional para hacer
algo al respecto, y harán falta 13 años más para que dicho acuerdo
resulte completamente operativo.
Una economía que se duplica cada 20 años, que recibe señales de
alarma con retrasos de 10 ó 20 años y que tarda un cuarto de siglo en
responder, es simplemente incontrolable. Es imposible dirigirla. De
esta manera, no se trata sólo de que nuestro parabrisas esté empañado
sino de que la carretera además está helada –tardamos mucho en
parar. Si todos acordásemos hoy llevar a cabo la necesaria reducción
70
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
de emisiones de dióxido de carbono en un 60%, harían falta décadas
para reemplazar los hornos, vehículos, fábricas y centrales energéticas
cuyo funcionamiento depende de los combustibles fósiles.
De esta manera, algunos problemas han alcanzado ya una magnitud
que impide abordarlos con éxito. Aunque todos los políticos fueran
sabios, honrados y estuviesen bien informados, y aunque nuestras
tecnologías funcionaran sin fallos, teniendo el crecimiento como
meta primordial, la sociedad actual no puede evitar sobrepasar a toda
marcha sus límites de aguante. Ya lo hemos hecho.
La cultura de dominación de la naturaleza
El cáncer de la naturaleza
Empeño enfermizo de crecimiento económico
Al implementar el modelo de crecimiento ilimitado, la humanidad
ya no dependemos únicamente de la energía solar, como el resto de
las especies (que a escala humana es una fuente de energía que se
puede considerar ilimitada), sino dependemos en primer lugar de
una cantidad limitada de materia y energía presente en la corteza
terrestre (petróleo, gas, minerales, etc.), materia y energía que
estamos transformando en desechos inservibles. De algunos islotes
urbanos en un mar de comunidades campesinas y una naturaleza
poco intervenida hemos pasado hacia un mar metropolitano junto
a una agricultura industrial intensiva con zonas aisladas de campo
y naturaleza. El mundo que antes era lleno de naturaleza y vacío de
gente, hoy está lleno de gente y cada vez más vacío de naturaleza.
En franca contradicción con las leyes de la naturaleza, el empeño
enfermizo de crecimiento económico permanente de la especie
humana le ha convertido en una enfermedad parasitaria de la naturaleza
que con sus potentes medios técnicos invade al huésped y devora,
simplifica y deteriora el complejo equilibrio de espacios naturales y
paisajes que la vida había llegado a tejer en la Tierra. En el marco
de la llamada “globalización”, el crecimiento económico impulsa la
progresiva explotación y uso humano masivo de la naturaleza y sus
71
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
recursos de tierra, agua y aire. Con la expansión de asentamientos
e infraestructuras a ritmos muy superiores al del crecimiento de la
población, este hijo enfermo del mono deja huellas de un evidente
deterioro territorial. Ejemplos de ello son la ocupación de los suelos
de mejor calidad agrícola para usos extractivos, urbano-industriales
e implantación de infraestructuras, la reducción de la superficie de
bosques y otros espacios naturales con gran variedad de especies en
armonía, el avance de la erosión, los incendios y la pérdida de la
cubierta vegetal, etc.
Comparando la ocupación del territorio por parte de la especie
humana con la evolución del cáncer en el cuerpo humano, podemos
ver que el crecimiento rápido e incontrolado de esta enfermedad
se refleja en el avance del crecimiento poblacional y económico
incontrolado sobre el territorio. El actual modelo de urbanización, con
su creciente extracción de recursos, vertido de residuos y construcción
de infraestructuras diversas, viene provocado por el insaciable afán de
especulación inmobiliaria y lucro que privilegia la construcción de
viviendas como inversión. Al extenderse por toda la población el
virus, la ocupación territorial por usos urbano-industriales indirectos
sigue un ritmo expansivo construyendo un patrimonio inmobiliario
sobredimensionado de escasa calidad.
Los efectos de las células malignas de uniformar las cosas ofrece una
clara similitud con el predominio planetario de un único modelo de
construcción separado del entorno con sus consecuencias destructivas
sobre el patrimonio natural y cultural, como ser los edificios con un
esqueleto de hierro y hormigón, al contrario de la arquitectura propia
de la gente que construyen los edificios como un todo indisoluble
adaptado a las condiciones del entorno y utilizando los materiales de
éste.
Sobre las ruinas de los asentamientos anteriores
Los cánceres son capaces de propagarse por el cuerpo gracias a dos
mecanismos: invasión a los tejidos adyacentes y la diseminación
de tumores a órganos distantes. En comparación con la invasión y
destrucción de los tejidos vecinos por parte de las células del cáncer,
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
la extensión del modo de vida y urbanización uniforme sobre el territorio
adyacente no ayuda a mejorar los asentamientos y edificios anteriores
sino los traga y destruye, vaciándolos de población y contenido. Levanta
sobre sus ruinas esquemas de vida metropolitanos con una nueva
edificación urbana e industrial, que reemplaza el patrimonio inmobiliario
preexistente, condenándolo a la demolición. Esa clase de urbanización
contribuye también a desorganizar la vida en el campo cercano, a la
vez que aumenta las extracciones de recursos y el tirado de desechos,
extendiendo la “huella” de deterioro de la naturaleza hacia puntos cada
vez más alejados y amenazando la capacidad de autorregulación de la
vida y la naturaleza para mantener la armonía del planeta.
Al aumentar cada vez más tanto el requerimiento total de suelo
por habitante como las espectaculares exigencias per cápita de
energía y materiales causado por la demanda de mayor espacio
residencial, vertederos, actividades extractivas, embalses, caminos,
infraestructuras diversas, suelo, etc., a la vez que crece la proporción de
viviendas y locales desocupados, el presente modelo de urbanización
e industrialización se revela mucho más consumidor, mucho más
exigente tanto en suelo, energía y materiales como en residuos por
habitante que el antiguo, aumentando la destrucción de la naturaleza
y un territorio vivo como nunca antes. Las sociedades industriales, que
se están extendiendo sobre todo el planeta, encajan tan mal con la
naturaleza que más bien podemos decir que este modelo está en guerra
con la naturaleza, lo que está hiriendo a muerte a la Pachamama.
La capacidad de las células del cáncer de generar tumores en órganos
distantes por vía sanguínea o linfática, creando un nuevo foco en
tejidos normales de otra parte del cuerpo, encaja como anillo al dedo
con la naturaleza del nuevo modelo de urbanización que además
separa las distintas funciones de la ciudad, en contraste con el
carácter más compacta y diversa de la “ciudad clásica” o “histórica”.
Esta difusión hasta los lugares más recónditos se posibilita a través
de las carreteras y otras redes de comunicación construidas por el
propio sistema dentro y más allá de las fronteras desde la proyección
del colonialismo primero y de las empresas transnacionales después, a
través de la “globalización” del comercio, las finanzas,… y los media.
73
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Otra enfermedad de la especie humana es la competitividad, que
impone el enfrentamiento sobre la cooperación y la depredación
sobre la producción renovable. Hoy es divulgado a los cuatro vientos
como el fenómeno que debe regir la vida económica, a pesar de que
fue la complementariedad y la ayuda mutua que impulsó la evolución
de la vida en la Tierra desde sus formas iniciales más simples hasta
el complejo equilibrio que hoy caracteriza la naturaleza, donde
la Tierra es una fenomenal recicladora de materiales, que trabaja
apoyándose en la energía solar. Y tanto la complementariedad como
el reciclaje requieren múltiples especies de plantas y animales, ya
que los organismos vivos no acostumbran alimentarse de su propio
excremento, ni a ser complementarios con sí mismos.
El desarrollo es un fenómeno de saqueo
El comportamiento depredador está causando una polarización
social y territorial acrecentada, no sólo entre las ciudades y el resto
del territorio, donde las ciudades se nutren de los recursos de fuera
y envían los residuos fuera. También se produce dentro de aquéllas,
entre barrios enriquecidos y zonas desfavorecidas, y más allá, entre los
países enriquecidos y el resto del mundo, como ejemplifica la creciente
brecha Norte-Sur. El modelo depredador-presa ordena el territorio en
a un lado núcleos de atracción de capitales, poblaciones y recursos y
al otro lado áreas de despojo y vertido. A escala planetaria, los países
del Norte son receptores netos de recursos físicos del resto del mundo,
calculados en tonelaje, a la vez que atraen el ahorro del mundo.
Con todo, hay que advertir que hasta bien entrada la segunda mitad
del siglo XX la dependencia de los países del Norte de las materias
primas del resto del mundo era bastante limitada. La industrialización
de estos países se apoyó básicamente en el hierro y el carbón, dos
materias abundantes y bien distribuidas por la corteza terrestre, que
extraían de sus propios territorios. Sin embargo, el desplazamiento de
la base energética de estos países hacia el petróleo y el gas natural y la
multiplicación de sus requerimientos de energía y materiales a niveles
sin precedentes, acentuaron notablemente su dependencia física del
resto del mundo durante la segunda mitad del siglo XX.
74
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Ello muestra que el desarrollo es un fenómeno de saqueo, en el que
a los países del Norte ya no les alcanza sus propios territorios y sus
propios ahorros, sino utilizan los recursos (y las cloacas) disponibles
a escala planetaria. La existencia de países enriquecidos sólo tiene
su razón de ser en la existencia de países empobrecidos, al igual que
sólo cabe concebir la existencia de depredadores con la existencia
de presas. Como no todos los países pueden beneficiarse a la vez de
una relación de intercambio favorable, como tampoco todos pueden
atraer el ahorro del mundo, no cabe generalizar los patrones de vida y
de comportamiento de los países enriquecidos al resto de la población
mundial.
Este orden territorial crecientemente polarizado marca la decadencia
del sistema: la parte cada vez mayor de recursos que reclaman las
funciones (e infraestructuras) de transporte, administración, control,
defensa o policía, a la vez que se reduce la fracción de recursos ligada
al simple disfrute de la vida, por lo que ese modelo no puede más
que impulsar la rebelión de los dominados contra el “animal rapaz
insaciable” que se sirve de la política, la economía y la guerra para
lograr el “botín” deseado.
Causantes los modelos de desarrollo occidentales
Estamos en manos de 200 empresas transnacionales
Ni los graves efectos del cambio climático como tampoco los
demás problemas causados por esta Crisis Global son producto de
los seres humanos en general, sino los principales causantes son
los modelos de desarrollo occidentales, capitalistas y socialistas,
donde en la actualidad el principal destructor del planeta tierra es el
sistema capitalista vigente, inhumano, por la exagerada e irracional
industrialización de algunos países
Para responder a un consumismo enviciado y una acumulación colectiva
e individual de riqueza, metas que ahora son casi generalizadas en los
niveles global y local, esos modelos requieren un rápido crecimiento
económico y requieren de una explotación cada vez más irresponsable
de la humanidad y los recursos naturales. Hace perder tantas vidas en
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
inundaciones, por intervencionismo o por guerras, tantas vidas por
hambre, pobreza y enfermedades normalmente curables.
Ello da lugar a un derroche de energía y uso desenfrenado de
combustibles fósiles y agrocombustibles para alimentar el crecimiento,
pero no para llenar los estómagos, lo que aumenta la huella ecológica
y amenaza tanto a la madre naturaleza como la subsistencia del
planeta, a tal grado que el modelo de industrialización y consumo
de la “civilización” occidental es imposible de ser generalizado al
conjunto de la humanidad, porque los recursos naturales no alcanzan
ni se renuevan al ritmo con el que se consumen.
Aún en medio de todas estas crisis, las empresas transnacionales, el
capitalismo y el colonialismo sigue su ambición de expansión contra
viento y marea hacia el último rincón del planeta, empujada por la
búsqueda de cada vez mayor ganancia, sin tomar en cuenta que para
salvar al planeta y la humanidad es necesario encontrar soluciones
conjuntas y compartidas entre todos sus habitantes.
El destino de la economía y del planeta sigue en manos de 200 empresas
transnacionales y expuesto a los intereses del capital financiero
internacional, que extienden su poderío sobre todo el planeta para
controlar y apropiarse de los cada vez más escasos recursos naturales y
materias primas existentes en el planeta (petróleo, gas, agua, bosques,
76
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
minerales), convirtiendo todos los recursos básicos para la vida en
mercancía privada: el agua, la tierra, el genoma humano, las culturas
ancestrales, la justicia, la ética, la muerte… la vida misma.
A través del industrialismo y el crecimiento, buscan lograr el poder
absoluto sobre la vida, las poblaciones y los gobiernos, conduciendo
al dominio transnacional de los recursos naturales y la variedad
de especies de plantas y animales (a través de patentes). Intentan
asegurarse de nuestros mercados para poder vender sus productos al
último rincón del mundo, para poder vender su tecnología, maquinaria
y otros bienes industriales a precios elevados y comprar los productos
de nuestros países, particularmente materias primas, a precios bajos.
Por la exagerada industrialización
Guiadas por la competencia y no por la complementariedad, las
empresas transnacionales imponen sus intereses a los gobiernos de las
potencias del planeta. A su vez, estos regímenes utilizan instrumentos
que, para respaldar la ambición de esas empresas de moverse
libremente en el mundo, intentan representar a los pueblos: Naciones
Unidas, Organización de Estados Americanos, Fondo Monetario
Internacional, Banco Mundial, Organización Mundial del Comercio
(OMC) y más organismos mundiales y regionales. Aunque las recetas
de estos organismos han llevado a la crisis a la mayoría de los países, la
OMC insiste con esta receta única para todos los países del planeta.
Últimamente, estas potencias han inventado los Tratados de
Libre Comercio (TLC) y Acuerdos de Asociación como medios
para imponerse y defender el comercio en favor de unos cuantos
empresarios, quienes definen políticas como la eliminación de
aranceles y restricciones para los países empobrecidos. Un ejemplo
es la transnacional norteamericana Cargill que, controlando 60%
de la agricultura mundial, ha redactado las reglas de comercio en el
GATT.
Por lo tanto, la concentración del capital en pocas manos no es
ninguna solución para la humanidad, ni para la vida misma. Ello
sólo nos trae egoísmo, individualismo, hasta regionalismo, la sed de
ganancia, la forma de vivir en lujo. Nos hace sólo pensar en el lucro y
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
el consumismo irresponsable, que sólo nos permite acumular basura,
y no jamás en la necesidad de los seres humanos que vivimos en el
planeta tierra de comer todos los días.
Divide al mundo en dos: uno de riqueza material y “libertad”, y otro
de pobreza y opresión, uno “desarrollado” y otro “subdesarrollado”.
En ese otro mundo, más de cinco mil millones de seres humanos, los
condenados de la tierra, deambulamos en la angustiosa noche de la
miseria, sufriendo cada vez más los efectos de la Crisis Global. Las
hambrunas siguen presentándose, el desempleo y el empleo precario,
la polarización económica y social es cada día más grave, dando un
claro ejemplo de cómo la propia realidad rechaza las promesas de las
castas dominantes.
Están acabando con pueblos y culturas ancestrales
De la misma manera, la cultura de dominación de la naturaleza de
los modelos de acumulación occidentales causa graves impactos
sociales, económicos y culturales a los modos de vida de los pueblos
indígenas originarios y el resto de la humanidad. La exploración y
extracción de recursos naturales está acabando con pueblos y culturas
ancestrales, precisamente por no ser “económicamente productivos”,
empujándonos a una competencia descarnada en condiciones
desventajosas con las grandes empresas del norte. Cuando nuestros
territorios estén asentados sobre yacimientos de petróleo, gas o cobre,
potenciales plantaciones de agrocombustibles u otros monocultivos,
o cualquier otro recurso estratégico, en nombre de la “civilización”
intentan despojarnos de nuestros territorios y comunidades,
destruyendo el hábitat y la vida comunal donde estamos asentados.
Frente a la crisis global, la probable escasez de energía, alimentos
y otros recursos, los grupos de poder, las élites del Norte y del Sur,
están preparando a las poblaciones del Norte contra las culturas
indígenas, los migrantes, los pueblos del Sur, para justificar una
distribución de estos recursos a favor del Norte en desmedro del Sur.
Ello dará un resurgimiento del racismo, cuando estos grupos buscan
atrincherarse en sus privilegios y encontrar en los “colonizados” la
amenaza en contra de su obstinación de seguir gozando de su nivel de
vida irresponsable. Como resultado de eso, en varios países y regiones
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
el racismo ha pasado del discurso a la acción. Se expresa en primer
lugar en acciones violentas contra nuestros pueblos, pero también
en normas y mecanismos de control inadmisibles, como las medidas
migratorias recién implementadas por Europa.
El capitalismo también ha pretendido despojarnos de nuestra
identidad. Nos quiere uniformizar a todos para volvernos simples
consumidores. Para el Norte hay un sólo modelo de desarrollo, el
suyo. Los modelos únicos a nivel económico vienen acompañados
de procesos de aculturación generalizada para imponernos una
sola cultura, una sola moda, una sola forma de pensar y de ver las
cosas. Quieren imponernos la idea de que el Norte es quien tiene
que enseñar y el Sur quien tiene que aprender. Destruir una cultura,
atentar contra la identidad de un pueblo, es el más grave daño que se
le puede hacer a la humanidad.
Vemos una crisis moral, una individualización desenfrenada y una
descomposición social que no sólo se ha sentado en los gobiernos, sino
está penetrando profundamente hacia todos los rincones de nuestras
sociedades, dando problemas sociales, políticos y económicos que ya
no encuentran respuestas y solución en el orden actual.
Por tanto, si queremos salvar al planeta tierra para salvar la vida y a la
humanidad, estamos en la obligación de terminar, acabar, erradicar los
modelos de desarrollo capitalista y socialista. Acabar con el mercado,
el despilfarro de energía, especialmente fósil, consumo excesivo de
bienes, la acumulación de basura, la explotación a los seres humanos,
el saqueo de los recursos naturales, las guerras destructivas para
conquistar materia prima.
El fin de la sociedad del petróleo
El Petróleo en nuestras vidas
La sangre que nos alimenta
Junto a los efectos del cambio climático y el consumo excesivo de los
recursos naturales del mundo, nos está cayendo una crisis energética
cuando la producción de petróleo “alcance su máximo nivel” este
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
año o en los próximos, crisis que a un lado pueda significar una gran
amenaza a la paz mundial y a la humanidad, pero a la vez pueda
significar la salvación del planeta y una oportunidad para recuperar
la Cultura de la Vida.
Hace algo más de cien años, la humanidad encontramos un recurso
único, una energía barata y no renovable que se llama petróleo. Con
la ayuda de ese recurso, y antes con el uso masivo del carbón, hemos
podido reforzar las dos patas y las dos manos que nos han dotado a todos
para movernos y para manipular y crear cosas, para trabajar. Con el
derroche de grandes cantidades de energía acumuladas desde tiempos
muy remotos, hemos podido agregar a nuestro cuerpo unas cincuenta,
cien o más manos y pies, lo que ha permitido un gigantesco salto en la
productividad humana a través de la privatización de bienes comunes,
la acumulación primitiva de capital, una creciente proletarización
del campesinado y división del trabajo, la mecanización intensiva, y
últimamente la automatización, informatización y robotización.
Entonces, con los cincuenta esclavos de energía que cada uno de
nosotros tenemos para hacer nuestro trabajo, podemos producir
cantidades crecientes de bienes y servicios con el uso cada vez menos
de nuestras manos. Nos dan también la posibilidad de movernos
hacia donde queremos sin depender únicamente de los vientos y las
corrientes marinas, ni tampoco de los brazos esclavos que movían los
antiguos barcos con sus remos.
Hasta ahora, ese abastecimiento de abundante energía nos ha
posibilitado utilizar en mayor grado otros recursos naturales, como el
agua, los minerales, las tierras o los recursos pesqueros, y nos ha puesto
a nuestra disposición todos los avances tecnológicos, por medio de los
cuales hemos podido fabricar una gran variedad de aparatos necesarios
en nuestro modo de vida actual. Ese recurso nos ha permitido
incrementar enormemente la capacidad de producir y distribuir
alimentos, incluida la revolución verde, que ha posibilitado el excesivo
crecimiento de la población humana en el último siglo. Asimismo, ha
permitido a aproximadamente un tercio de los habitantes del planeta
un modo de vida basado en un elevado consumo energético.
Irresponsablemente, este tercio de habitantes, la llamada “civilización”
industrial occidental, nos ha hecho a todos depender totalmente de
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
la sobreexplotación de esta energía muy eficiente, de esta joya de gran
calidad, fácil de extraer, transportar y utilizar, tan dependientes que ya
no podemos mantener a esta civilización sin seguir contando con cada
vez más grandes suministros de este llamado oro negro, la sangre que
nos alimenta y nos garantiza el modo de vida basado en un consumo
excesivo de los hidrocarburos y otros recursos naturales no renovables,
mimándonos con todas las últimas novedades tecnológicas.
Las fuerzas del mercado y los requerimientos de desarrollo social
y bienestar han tenido un rol importante para el extraordinario
consumo de la energía, pero la mayor parte puede atribuirse a las
empresas industriales, que en su eterno afán de lucro sólo buscan la
mayor producción de bienes al mínimo costo posible, y para cumplir
con su propósito no sólo violan los derechos laborales de la gente
sino también derrochan los recursos naturales del planeta sin darse de
cuenta que con su accionar están condenando el mundo a la muerte.
El mundo se mueve en función del petróleo
El mundo se mueve ahora en función del petróleo. En los aeropuertos
de Estados Unidos y otros países, los aviones están haciendo fila para
levantar vuelo. También las autopistas están llenas de movilidades.
Nos estamos movilizando gracias al petróleo, que mueve más del 90%
del transporte mundial. La sociedad y modo de vida actuales no son
posibles sin la abundante disponibilidad de este combustible. Vivimos
en la opulencia de la edad del petróleo.
Además de ser la fuente principal de energía y recursos que mueve
la economía mundial, los hidrocarburos carbón, gas y petróleo
representan el 80% de toda la energía y la mitad de toda la materia
prima que consumimos a nivel mundial. Empleados en el transporte y
en la fabricación, están presentes en prácticamente todos los aspectos
de nuestras vidas y en todo lo que utilizamos. Desde la industria hasta
la agricultura, no hay actividad económica en el mundo donde no esté
presente algún componente, en distintas proporciones, que provenga
del petróleo o de los combustibles fósiles en general.
Por su fácil obtención, versatilidad, facilidad de transporte y almacenaje,
y la gran cantidad de energía que proporciona por unidad de volumen,
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
el petróleo se convirtió, desde el inicio de su extracción comercial
masiva a principios del siglo XX, en el combustible que más contribuyó
al formidable desarrollo de la industria, la electricidad, la construcción,
la minería, el turismo, la agricultura, la pesca, la ganadería y los medios
de transporte, permitiendo la especialización de las zonas productivas
de todo el mundo. Todo ello posibilitó un desarrollo económico en el
Norte, incrementando la producción y el comercio a nivel mundial,
pero también llevó a una mayor dependencia al uso del petróleo y a los
productos proporcionados por el mismo.
La producción de alimentos se basa en el petróleo
Junto a ser el principal responsable de los adelantos en medicina que
han sido hechos en los últimos 150 años, el petróleo ha sido esencial
en el incremento de la capacidad de producir y distribuir alimentos,
contribuyendo a la multiplicación explosiva de la población mundial,
desde los mil millones de seres humanos a mediados del siglo XIX
hasta más de seis mil quinientos millones de la actualidad.
Cuando la producción de petróleo subió, también lo hizo la producción
de alimentos y medicamentos. Cuando la producción de éstos subió,
también lo hizo la población. Cuando la población subió, la demanda
de alimentos creció, lo cual hizo crecer la demanda de petróleo. Este
crecimiento se hizo por medio de la utilización de cantidades cada vez
mayores de energía, volviendo la producción comercial de alimentos
y medicamentos dependiente del uso intensivo del petróleo.
Por un lado, permitió la producción masiva de medicamentos y el
desarrollo de la infraestructura sanitaria como hospitales, ambulancias,
y hasta las carreteras por donde circulan éstas. Por otro lado, posibilitó
la Revolución Verde, es decir, la mecanización de la agricultura y
la extensión de los regadíos. El petróleo se emplea tanto en forma
de energía —para el arado, siembra, recolección, bombeo del agua,
tratamientos, cosecha, transporte, conservación y distribución—,
como en la fabricación de insecticidas, abonos y conservantes
alimentarios. La mayoría de los pesticidas agrícolas necesitan del
petróleo para su fabricación, y los fertilizantes comerciales se basan
en amoníaco, que se produce a partir del gas natural, cuya producción
va ligada a la del petróleo.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Sin embargo, aunque la eficiencia agrícola —cantidad de alimentos
obtenidos por unidad de superficie cultivada— no ha hecho sino
aumentar, la eficiencia en términos de alimentos obtenidos en relación
a la energía utilizada no ha parado de disminuir, resultando en que
la agricultura industrial de la revolución verde es desde el punto de
vista energético la forma de producción de alimentos más ineficiente
que haya existido jamás. Incluyendo la energía de la producción, el
almacenamiento y el transporte hasta la tienda, por cada caloría de
alimento que llega al consumidor final, se requiere unas ocho a diez
calorías de combustible fósil, básicamente de petróleo.
La Era del Petróleo está por acabar
La Civilización Industrial 1930-2030
Se estima que la humanidad ha consumido desde 1859, en tan sólo
150 años, cerca de la mitad del petróleo existente inicialmente, el cual
necesitó de millones de años para formarse en el subsuelo de diversas
áreas de nuestro planeta. Conforme numerosos estudios, una vez
consumida la mitad de las reservas de petróleo del planeta, el ritmo de
extracción comience a bajar. Es decir, estamos en los tiempos en que la
producción ya no va a poder incrementarse de forma significativa.
En los próximos cinco a quince años nos asecha una gran crisis energética,
cuando la producción del petróleo empiece a disminuir. Hemos ido
subiendo, estamos en la cima, ya vamos de bajada. La Era del Petróleo
está por concluir, sin que realmente nos estemos dando de cuenta
Con 100 años y pico de un asombroso crecimiento económico hecho
posible por el petróleo barato y abundante, nos han hecho creer que
la Civilización Industrial y su motor el desarrollo, sea sostenible o
no sostenible, es la salvación de la humanidad y que nos ayudará a
vivir mejor. Pero, tanto esta civilización (modo de vida moderno),
que se mide por el promedio de la producción de energía mundial per
cápita por año (ê = E/Pobl), como el desarrollo dependen totalmente
del petróleo, y sin el petróleo terminarán irremediablemente. Como
empezó en 1930 y tiene una esperanza de vida de menos de o igual a
100 años, se predice que acabará en el año 2030 o antes.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Notas: (1) 1930 => la Civilización Industrial empieza cuando (ê) alcanza 30% de su valor máximo.
(2) 1945 => Empieza un crecimiento muy fuerte. (3) 1970 => El crecimiento empieza a disminuir.
(4) 1979 => Empieza la “Meseta” de no crecimiento durante la cual (ê) alcanza su valor máximo. (5)
2004 => Llegamos a la “Ceja”. (6) Alrededor de 2008 => Comienza el “Despeñadero”. (7) Alrededor
de 2030 => La Civilización industrial acaba cuando (ê) se cae a su valor de 1930.
No se hacen nuevos descubrimientos
Lo confirma el hecho de que todas las exploraciones que se han
hecho a nivel mundial, especialmente desde mediados de los años
80, ratifican la bajada irremediable de los descubrimientos de nuevos
yacimientos petroleros a nivel mundial.
Durante los años sesenta consumimos aproximadamente 6 mil millones
de barriles por año mientras encontramos aproximadamente 30 a 60
mil millones por año. Desde que los descubrimientos de petróleo
global alcanzaron su máximo nivel en 1962, éstos han disminuido a
virtualmente nada en los últimos años. En 2008 consumimos más de
30 mil millones de barriles por año pero encontramos apenas como
seis mil millones, cantidad que cada año que pasa va disminuyendo.
Es decir, consumimos como cinco barriles de petróleo por cada barril
que encontramos.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Descubrimientos anuales de yacimientos de petróleo desde 1930, expresados en volumen de
reservas incorporadas por año. Se muestra también la curva de la extracción mundial de
petróleo hasta el año 2003. Se observa que a partir de los años ochenta la extracción de
petróleo comienza a superar al petróleo que se descubre cada año.
¿Qué va a pasar cuando ya no haya petróleo?
En otras palabras, los nuevos descubrimientos significantes de
petróleo son tan escasos que buscándolos es perder plata. Por tanto,
muchas grandes empresas de petróleo ahora se encuentran incapaces
de reemplazar sus reservas que rápidamente se están vaciando. Un
informe de junio del 2006 indicó que las cinco empresas de petróleo
más grandes del mundo están ahora “concentrando sus esfuerzos en
desarrollar las reservas existentes”. Esto es una buena manera de decir
que “no quedan suficientes yacimientos de petróleo significantes
en tamaño que valgan la pena usar nuestro tiempo y dinero para
buscarlos”.
Esto significa que la generación de comienzos del siglo XXI nos
enfrentamos al hecho de que el recurso, en que descansa toda la
economía a nivel mundial y el modo vida de la actual sociedad, esté
destinada a ser agotada en un ritmo acelerado, lo que constituye tal
vez el mayor desafío al que se enfrenta la humanidad de nuestros días.
Pese a las inversiones realizadas, en la actualidad no existe ningún otro
recurso conocido con sus cualidades y prestaciones que de inmediato
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
pueda reemplazarlo como fuente de energía en las cantidades a que
nos hemos acostumbrado.
Tampoco hay tiempo suficiente para evitar una crisis mundial, según
ya vienen advirtiendo desde hace décadas los más eminentes geólogos.
Y las alternativas disponibles serán probablemente incapaces de
servir como combustibles para el transporte y en la producción de
alimentos, ni como materia prima para los más de tres mil productos
de uso común que se obtienen del petróleo.
Y nos podemos preguntar: ¿Qué va a pasar cuando ya no haya petróleo?
¿En qué se trasladarán estas millones de personas que se trasladan
todos los días? El occidente está consciente de que aquí a veinte años
no saben que es lo que va a pasar.
Afectará la producción de la papa, la soya, el arroz
Este agotamiento del suministro barato de petróleo significará
escasez y costos cada vez más altos de este combustible. Ello implica
que la distribución y el transporte de mercancías de larga distancia
paulatinamente llegarán a un fin en los millones de kilómetros de
carreteras construidas durante el siglo XX, construcción que de
ninguna manera hubiera sido posible sin el petróleo. Estas carreteras
se deteriorarán cuando ya no se podrá mantenerlas en la escala actual
y en éstas circularán sólo algunos vehículos especiales, pertenecientes
a los pocos privilegiados que puedan permitirse tenerlos.
El agotamiento tendrá también sus efectos sobre el abastecimiento
de productos que son dependientes de esta energía en su producción,
fabricación, almacenaje (electricidad) o transporte (gasolina y diesel),
entre ellos productos agrícolas como la papa, la soya, el arroz, la caña
y otros, que en su producción usan tractores, cosechadoras, bombas
de agua para el riego, insecticidas, pesticidas, abono industrial, etc.
Igual serán afectados todos los sistemas de alimentación industrial y
almacenamiento refrigerada de alimentos, la producción de electricidad
y los costos de transporte y de extracción de los demás recursos mineros,
como excavadoras, perforadoras, camiones y aviones.
Asimismo, tendrá efectos tanto sobre el abastecimiento y la producción
de casi todos los artículos de consumo de los que dependemos en
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
nuestro actual modo de vida - autos, radios, computadoras, celulares,
utensilios, ropa, plásticos, CDs, bolsas de nylon, detergentes,
chicles, medicamentos convencionales, químicos, asfalto, pinturas,
pegamentos, solventes, antisépticos, envoltura de alimentos, aislantes,
refrigeración, bombas para el suministro de agua. También afectará
los servicios de alcantarillado, acopio de basura, hospitales y sistemas
de salud, policía, servicios de bomberos y defensa nacional, y otros
productos y servicios imprescindibles en esta sociedad de consumo.
Esta realidad castiga cada vez con mayor dureza a la población más
desfavorecida de los países empobrecidos, que somos los primeros
afectados por los desabastecimientos y las subidas de los precios del
petróleo.
Terminó la gran fiesta del petróleo
Como resultado del desabastecimiento de estos productos y servicios,
tendremos que volver a la producción local de bienes y mercancías,
en una especie de “globalización inversa” para la que hay poca
preparación, ya que las infraestructuras para el abastecimiento local
han sido desmanteladas en cuanto haya expandido la economía
global. Tendremos que volver a confiar en nuestras dos manos y dos
patas.
Esto explica, con absoluta claridad, que no estamos asistiendo al
llamado fin de la historia, pero si podemos estar en presencia de la
crisis final de la Civilización Industrial, un hecho sin precedente
en toda la historia de la humanidad. El resultado será una
prolongada reducción centenaria en el Producto Interno Bruto, que
probablemente ocasionará la autodestrucción y un casi completo
rediseño de las sociedades industriales, amenazando la sobrevivencia
de éstas, el industrialismo en general en su actual magnitud y la misma
“civilización” occidental, por haberse basados en el uso excesivo de
combustibles fósiles y la sobreexplotación del petróleo como energía
esencial para lograr “desarrollo” y crecimiento económico.
La gran fiesta a la que fuimos invitados con el descubrimiento y el uso
abusivo del petróleo, desgraciadamente terminó.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Incluso los saudís son conscientes de la situación. Ellos tienen un dicho
que dice, “Mi padre montaba un camello. Yo manejo un automóvil.
Mi hijo vuela un jet privado..... Su hijo montará un camello.”
Una vez que la producción alcance su techo
Pero, la crisis inmediata que nosotros enfrentamos no es la falta de
petróleo, sino la falta de petróleo barato. Porque más antes que termine
el petróleo, este año, el próximo año, en los próximos tres a cinco
años, la producción de petróleo en el mundo alcanzará su máximo
nivel de producción. Desde descubierto el petróleo, o la materia
prima no renovable en general, se produce cada vez más hasta llegar
a un punto donde la producción llega a un máximo nivel y luego
comienza a bajar de forma irreversible, porque ya no se descubren
tantos yacimientos como antes, bajando estos descubrimientos hasta
cero en cuanto termine la existencia del petróleo en el planeta.
Durante los últimos 150 años, nos hemos estado moviendo en la parte
ascendente de la curva de producción del petróleo global. El máximo
nivel o techo de producción del petróleo (en inglés: Peak Oil, cenit
o pico del petróleo) es el término técnico para la cima o la cumbre
de la curva.
Este gráfico muestra la verdadera curva de la producción del petróleo. Las reducciones de la
producción efectuadas con motivos políticos por la OPEP en la década de los 70 causaron
que el techo real de producción venga más tarde que lo previsto.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
¿De dónde va a salir el petróleo que falta?
Una vez que el petróleo alcance su máximo nivel o techo de
producción, empezará firme y permanentemente el fin de su era, ya que
la producción comenzará a bajar mientras la demanda sigue buscando
como subir, especialmente por el gran crecimiento económico de
China y la India, cuyas poblaciones suman 2.300 millones de personas.
En verdad, la producción de muchos de los principales campos y la
mayoría de los países productores ya está bajando.
En el 2008, el consumo mundial alcanzó los 87 millones de barriles
día (MM b/d), casi unos 32 mil millones de barriles el año. Hasta
sin contar el consumo de China y la India, la economía mundial
del capital tiene previsto para el 2030 un consumo de unos 45 mil
millones barriles anuales (entre 120 y 135 MM b/d). Si el mundo
quiere aumentar su consumo de petróleo en ese lapso como mínimo
en un 50%, la pregunta es: ¿De dónde va a salir el petróleo, o quedará
petróleo para ese entonces?
Por tanto, aunque muchos dicen que “queda petróleo para varias
décadas al ritmo de consumo actual” y que “no lo agotaremos en
por lo menos 50 años”, la pregunta que tenemos que plantearnos,
no es: “¿Cuándo nos quedaremos sin petróleo?”, sino: “¿Cuándo nos
quedaremos sin petróleo barato?” La razón es, que cuando la demanda
sobrepase la oferta, se espera que se produzca un choque energético
con cada vez más grandes aumentos en el precio. Ello implica el
riesgo de una crisis económica cuando la baja de producción afectará
irremediablemente el crecimiento económico, lo que ocasionará
cambios dramáticos en todo el funcionamiento de la sociedad.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
La crisis financiera
Este gráfico muestra que el consumo mundial de petróleo está proyectado a llegar en el año 2030 a
más de 120 MM b/d. Al otro lado, la producción mundial de petróleo está proyectado a llegar
este mismo año a menos de 60 MM b/d. ¿De dónde sacarán el petróleo que falta? ¿De la luna?
La crisis financiera
Integrar las crisis en una visión general
La crisis mundial que detonó en 2008 apareció primero bajo la forma
de una turbulencia financiera empujada por el desinfle de la burbuja
inmobiliaria norteamericana. Nos informaba que las dificultades del
Imperio no tenían porque propagarse a escala global. Pero como es
lógico, los efectos de la intoxicación mediática duraron muy poco.
Europa entró en recesión empujada por los Estados Unidos pero
también cargando con sus propias vicios parasitarios. La ola negra
llegó también a Japón y e inundó a las llamadas potencias emergentes
de la región como India, Corea del Sur, China y de otras zonas de la
periferia como Brasil.
Esta crisis es mundial y será larga, la acumulación de desajustes y su
magnitud no sugieren una rápida recuperación sino todo lo contrario.
Aún si restringimos el análisis a sus aspectos económicos, a comienzos
de octubre de 2008 la crisis financiera se convirtió en un colapso
que ha puesto bajo signo de interrogación a todos los escenarios de
supervivencia del capitalismo y de la civilización occidental.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Por tanto, para entender la crisis financiera, es necesario ir más allá
de la sucesión de burbujas que se desarrolló desde mediados de los
años 1990 hasta la actualidad (burbujas bursátiles, inmobiliarias). La
aceleración y expansión del desorden global nos impone la necesidad
de ver más allá de la superficie y de los aspectos parciales. Aunque
constituye una tarea extremadamente difícil, es dramáticamente
necesaria, urgente, sacar a la luz e integrar esta y otras “crisis” en una
visión general, única manera de comprender el mundo que vivimos.
Capitalismo joven
Energía barata y abundante
Haciendo este ejercicio, podemos ver una convergencia de numerosas
crisis de diferente ritmo e impacto en el corto plazo. Empezando la lista
de las crisis con la entrada en recesión de los Estados Unidos, la misma
aparece como la etapa final de toda la historia tanto del capitalismo
como del socialismo industrial desde sus orígenes a fines del siglo XVIII.
Ese ciclo bicentenario se encuentra estrechamente relacionado con el
de la explotación intensiva de los recursos energéticos no renovables
(el superciclo carbón-petróleo) y el conjunto de innovaciones que
imprimieron velocidad al proceso de acumulación, extendiéndolo de
manera global. Siendo el corazón del desarrollo industrial capitalista, este
proceso pudo despegar y expandirse vertiginosamente porque sometió a
sus ritmos a las fuentes energéticas no renovables (lo que hubiera sido
técnicamente imposible si fueran recursos energéticos renovables).
Paralela a la expansión colonial, las nuevas técnicas permitieron a
la industria independizarse de los ritmos de reproducción natural
de materias primas, principalmente energéticas. La explotación
intensiva de recursos energéticos naturales no renovables proporcionó
una primera fuente de energía barata y abundante, donde el ciclo
del carbón mineral se corresponde con el del capitalismo inglés. La
llegada en Inglaterra a la cima de la producción de carbón a comienzos
del siglo XX marcó el inicio de la declinación de ese imperio. Pero,
antes se había iniciado el ciclo ascendente del petróleo con centro
en los Estados Unidos, que hoy también declinante llego a su cenit
hacia 1970.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Por medio de la relación carbón-hegemonía de Inglaterra-siglo XIX
===> petróleo-hegemonía de los Estados Unidos-siglo XX, podemos
dibujar tanto el lazó histórico entre los dos imperios atlánticos, que
dominaron todo el desarrollo del capitalismo industrial desde su origen
hasta el presente, como la razón de existencia de la era industrial en
la explotación intensiva de esas energías baratas y abundantes.
Este lazo entre capitalismo industrial y explotación intensiva de
recursos naturales no renovables ha sido decisivo en el surgimiento y
posterior evolución del sistema tecnológico moderno, que enlaza en
un todo coherente técnicas, equipos, productos, estilos de consumo,
materias primas, redes de comunicación y transporte. Define incluso
la forma de explotación de los recursos naturales renovables, como
la agricultura y la pesca, insertándolos en un proceso más amplio de
depredación acelerada de la naturaleza, que en la primera década
del siglo XXI desata una amenaza a la vida en el planeta que se va
extendiendo, acompañada por lo que podríamos definir como el
comienzo de la etapa de declinación en la explotación de los recursos
no renovables (en primer lugar el petróleo).
Colapso de la vida
La amenaza a la naturaleza y el planeta se vincula con todas las
crisis y de manera muy evidente con el agotamiento de la tecnología
industrial. Al intentar el hombre dominar la naturaleza, controlarla
integralmente y manipular a gusto sus ritmos de reproducción,
gastando a voluntad sus tesoros, se vuelve prisionero de su cultura
productiva, de sus proezas científicas y tecnológicas. El capitalismo
no inventó la separación entre el hombre y la naturaleza, pero lo
llevó hasta el extremo límite, hasta un nivel tal que la sobrevivencia
de la especie humana dependerá cada vez más de la superación de
esa larga historia de separación cuyos resultados prácticos plantean el
peligro del colapso de la vida en el planeta.
Hemos llegado al punto en el que dicha tecnología es incapaz de
aumentar la producción en general o disminuir sus costos, en primer
lugar los costos energéticos. Ni siquiera puede impedir que estos
costos sigan aumentando ante necesidades humanas crecientes, es
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
decir “necesidades humanas” social e históricamente determinadas
(con sus clases sociales, imperios, poblaciones sometidas, lujos, etc.).
La tecnología industrial estaría llegando a su límite superior, más
allá del cual va dejando de ser la columna vertebral del desarrollo
de las fuerzas productivas para convertirse en la punta de lanza de la
destrucción de éstas y de su entorno vital.
Los colapsos de la vida son tan viejos como las decadencias de las
civilizaciones, pero la diferencia esencial con los tiempos premodernos
es que ya no nos encontramos frente a una catástrofe limitada a una
región del mundo sino ante un desastre de extensión planetaria y
de intensidad nunca antes alcanzada, acompañada del agotamiento
de la civilización occidental dominada por el parasitismo financiero
(que no hubiera podido alcanzar su nivel actual sin el respaldo de las
tecnologías de punta).
El capitalismo industrial
En este marco, podemos dibujar el desarrollo del capitalismo
industrial como una curva en forma de campana, en la cual podemos
ver que el capitalismo joven se mejoraba cuantitativamente y
cualitativamente, mientras sus crisis de sobreproducción nomás
fueron crisis de crecimiento.
93
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Después de cada gran turbulencia, el sistema se expandía. El optimismo
histórico dominaba la cultura de las clases dominantes, sus saqueos
coloniales eran visualizados como históricamente positivos desde
las sociedades centrales (y desde las elites coloniales). También era
vista de manera positiva la sobreexplotación de recursos naturales no
renovables presentada como proeza técnica y científica. El mito de
una revolución tecnológica infinita se instaló de manera durable.
Luego, la intervención estatal y los socialismos, junto a los
parasitismos militar y financiero, y con la ayuda del soborno a las
clases trabajadoras de las sociedades centrales hecho posible con los
frutos de los saqueos coloniales y neocoloniales, pudieron controlar
las sucesivas crisis de sobreproducción de las que emergieron algunos
síntomas de decadencia. Las primeras fisuras graves del mundo
occidental brindaron espacios favorables para las revoluciones
antiimperialistas y socialistas periféricas, pero la hegemonía cultural
del capitalismo las encadenó a muchos de sus mitos consumistas,
tecnológicos, administrativos, etc., pudiendo finalmente acorralarlos,
vencerlos, integrarlos a su decadencia.
Maduración parasitaria
Inicia su decadencia
En los años 1968-1973, se inicia una crisis crónica de sobreproducción
de carácter global que acelera el proceso de expansión financiera del
capitalismo iniciado hacia fines del siglo XIX, donde esos negocios
hasta fines de los años 60 crecientemente controlaban el corazón del
sistema todavía usando el disfraz del productivismo industrial. Desde
los años 70, la “hegemonía” financiera entra en la etapa superior,
final, de este proceso y controla integralmente el sistema, imponiendo
su sello a la cultura universal y arrojando a un costado los discursos
productivistas que aún sobrevivían. Junto al cáncer financiero se
expandieron las más variadas formas de parasitismo y de saqueo de
recursos naturales y estructuras productivas periféricas.
La prosperidad de la posguerra terminó en 1973-74 con el shock
petrolero que encontró a una economía mundial muy frágil debido a
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
los desordenes monetarios, la caída en la rentabilidad empresarial, la
desaceleración del circuito de endeudamiento y consumo privados, el
incremento de la capacidad productiva ociosa.
Coincidiendo con esos hechos, comenzó a declinar la producción
norteamericana de petróleo hacia los años 1970. El crecimiento
económico global de las décadas posteriores, centrado en los países de
alto desarrollo (energéticamente deficitarios), aceleró la depredación
planetaria de los recursos petroleros hasta llegar al agotamiento (en el
transcurso de la primera década del siglo XXI) de aproximadamente
la mitad de las reservas. Es decir lo que se conoce como el “pico del
petróleo”, el máximo nivel de la extracción petrolera global, antesala
de su declinación que a su vez (re)introduce después de dos siglos el
tema de la escasez alimentaria.
La crisis alimentaria, que se agrava a inicios del siglo XXI, está
estrechamente asociada a la crisis energética, porque los mayores
precios de los hidrocarburos aumentaron los costos agrícolas,
incluyendo el costo de los fertilizantes, el almacenaje y el transporte.
Las llamadas modernizaciones agrarias, las “revoluciones verdes”
aplicando tecnologías avanzadas, más “productivas”, generaron una
aguda dependencia a los hidrocarburos en los principales sistemas
agrarios del planeta, donde las economías campesinas tradicionales
fueron liquidadas por las transformaciones neoliberales. Luego
cuando llegó la crisis de la energía, el remedio buscado a través de los
biocombustibles encareció tierras y productos agrícolas y empujó los
precios hacia arriba, acentuado por la aparición de nuevas presiones
de demanda de alimentos (por ejemplo de China) y las avalanchas
especulativas sobre esos productos.
Desenfrenada carrera consumista
A través de la sobrevalorización de los activos financieros, la expansión
financiera del capitalismo concentró los ingresos y intensificó el
saqueo económico a nivel mundial, ampliando cada vez más la brecha
entre los aparatos productivos (globalizados) dominados por la lógica
del parasitismo especulativo y masas crecientes de empobrecidos y
excluidos (principalmente, pero no solamente, en la periferia).
95
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Ello favoreció en primer lugar a las grandes empresas norteamericanas,
que durante los veinte años siguientes a mediados de los años 1980
vieron subir las ganancias de sus negocios financieros del 16 % al 40
% de todos sus beneficios logrados en el territorio estadounidense.
El resultado de ello fue una profunda concentración de ingresos en
los Estados Unidos, donde el 1% más enriquecido de la población
aumentó su parte de entre 7 y 8% del Ingreso Nacional a comienzos
de los años 1980 a cerca del 20 % en 2008. Por su parte, el 10% más
enriquecido pasó en el mismo período del 33 % al 50% del Ingreso
Nacional.
Pero, estas clases altas no convirtieron sus mayores ingresos en
mayor ahorro e inversión sino en la base de una desenfrenada carrera
consumista. El ahorro personal medio de las clases medias y superiores
bajó de entre 7 y 8% del ingreso medio a comienzos de los años 90
hasta muy próximo de cero en 2003. Para 2006, el ahorro de las
familias se volvió negativo, cuando empezaron a gastar más de lo que
ganan, comiéndose también sus ahorros.
La sobreproducción se vuelve crónica
Paralelamente, la tasa de crecimiento económico mundial fue cayendo
tendencialmente, fenómeno que persiste hasta inicios del siglo XXI
(ver el gráfico 1). Esto se tradujo en altos niveles de desocupación
y precarización laboral agravados por la guerra tecnológica entre
las empresas que buscaban preservar o conquistar mercados cada
vez más duros. En consecuencia se fue imponiendo una tendencia
de desaceleración de la demanda de las naciones del Norte, de larga
duración.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Gráfico 1
Tasas de crecimiento real del Producto Bruto Mundial en %
Productos financieros derivados, en (millones de millones) de dólares
U$S
Crecimiento del PBM
Derivados
Fuentes: Banco Mundial y Banco de Basilea (BIS)
En los países de la OCDE, la tasa de crecimiento real promedio del
consumo privado final había llegado al 5,1% en el período 1961-73,
pero descendió al 3,1% en 1974-79, al 2,7 % en 1980-89 y al 2,3 % en
1990-99. Lo que a su vez frenó la expansión productiva convirtiendo
a la sobreproducción real o potencial desatada desde comienzos de
los 70 en un fenómeno crónico que persistió en el largo plazo. En
Estados Unidos, los salarios de los más empobrecidos disminuyeron
en términos reales a lo largo de la primera década del siglo XXI,
resultando en 2007 en un ingreso real medio de los norteamericanos
inferior al del año 2000.
El consumismo de las clases altas y la precarización laboral en las clases
bajas degradaron severamente la cultura productiva, lo que hizo cada
vez menos competitiva a la industria norteamericana. El resultado fue
un déficit comercial crónico que llegó en 2007 a los 800 mil millones
de dólares, que se agregó al déficit energético de los Estados Unidos
que actualmente importa cerca del 65 % de su consumo. Junto a
dicho deterioro, la desaceleración económica mundial causa déficits
fiscales permanentes y crecientes, complementados por excedentes
financieros de empresas y bancos (petrodólares, etc.) con serias
dificultades para convertirse en inversiones productivas debido a la
situación de estancamiento.
97
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Expansión financiera
La solución al problema fue encontrada por medio del crecimiento de la
deuda pública, de manera que el endeudamiento de los países del Norte
desde los 80 sucedió al endeudamiento de países del Sur del segundo
lustro de los 1970. Hacia comienzos de los 90, los endeudamientos
estatales se volvieron cada vez más pesados, amenazando con hundir a
las economías del Norte. Por otra parte, los excedentes acumulados por
el sistema financiero mundial requerían nuevas áreas de expansión que
les permitieran preservar sus niveles de rentabilidad.
En ese contexto, la ingeniería financiera basada en la revolución
informática posibilita el sostenimiento de la reproducción ampliada
del sistema financiero mundial. Los fondos de pensión y de inversión,
“productos financieros derivados” de alta complejidad (ver el gráfico
1), una red bursátil y cambiaria internacional muy dinámica y
otras innovaciones, que también atraparon a familias y pequeños
ahorristas, inflaron valores de acciones y otros activos especulativos,
aumentando la masa financiera global.
Por otra parte, se acentuaron y generalizaron las “economías
emergentes”, hacia donde fueron flujos monetarios que adquirieron
e instalaron empresas, compraron papeles públicos y privados, todo
ello en una lógica de beneficios altos y rápidos que expandió aún más
la marea financiera. El desmantelamiento de la URSS y otros países
del este europeo generó en los años 90 una gran evasión de capitales
hacia las economías centrales reforzando dicho proceso.
Junto a estas tendencias, crecieron los negocios ilegales de muy alta
rentabilidad. Como una mancha de aceite, se expandieron el tráfico
de drogas y armas, la prostitución, golpes de mano sobre patrimonios
públicos periféricos, etc., lo que pasó a constituir un factor decisivo
de la reproducción de la economía mundial.
Endeudamiento evita la crisis
Desde principios de los 90, EEUU extendió el crédito para consumo
masivo a millones de estadounidenses. Tarjetas de crédito fáciles de
obtener les permitieron a los consumidores norteamericanos adquirir
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
bienes y servicios por encima de sus posibilidades. Por medio del
crédito artificial creado por los sectores bancario e hipotecario, las
familias pudieron comprar viviendas que excedían su capacidad de
pago de largo plazo, sin pensar en que el agotamiento del petróleo, por
ser el motor principal del crecimiento económico, pudiera socavar la
capacidad de la gente de pagar sus deudas.
Mientras el dólar declinaba, el Estado, las empresas y las familias fueron
acumulando deudas, lo que hacía resquebrajar el pilar central de la
posición financiera internacional de ese país. El 4 de octubre de 2008,
la deuda del estado federal alcanzaba los 10,1 millones de millones de
dólares, mientras que la deuda total (pública más privada) había llegado
a los 53 millones de millones de dólares hacia fines de 2007 (equivalente
al Producto Mundial Bruto de ese año o bien a 3,8 veces el Producto
Interno Bruto (PIB) norteamericano). Se trata en síntesis de una
economía que funciona (cada vez peor) sobre la base del endeudamiento
acelerado, endeudamiento que consumió la sobreproducción con
recursos del futuro, evitando el estallido de la crisis.
La interacción perversa de la desaceleración del crecimiento
económico y el crecimiento del endeudamiento público, generó junto
al avance del capitalismo financiero un monstruo que creció sin cesar
alimentada por tasas de interés relativamente altas que desaceleraban
la inversión y la demanda.
Al comenzar el siglo XXI, el desborde financiero provoca turbulencias
de gravedad creciente en los países centrales. En los Estados Unidos, la
burbuja inmobiliaria explota: millones de estadounidenses enfrentan
ejecuciones hipotecarias, los bancos están al borde del colapso y la
economía de EEUU quiebra por vivir 18 años del crédito.
Los mecanismos de exportación de la crisis (hacia la periferia) y de
control interno de la marea especulativa se vuelven insuficientes
ante el volumen alcanzado por esos negocios. Los productos
financieros derivados registrados por el Banco de Basilia en el año
2000 equivalían a cerca de dos veces el Producto Mundial Bruto de
ese momento. A mediados de 2008, los derivados registrados (algo
más de 600 millones de millones de dólares) equivalen a algo más
99
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
de diez veces el actual PMB. Si a ese volumen le sumamos los otros
negocios especulativos en danza, llegaríamos a unos mil millones de
millones de dólares, aproximadamente unas 18 veces el PMB, que
algunos autores califican como el “mega agujero negro financiero de
la economía mundial”.
Con sus compras a crédito sostuvieron a la economía
mundial
El motor visible del desorden se presenta claramente en el Norte:
son los Estados Unidos y las otras grandes potencias. La decadencia
norteamericana arrastra al mundo capitalista, los Estados Unidos
constituyen el espacio esencial de la interpenetración productiva,
comercial y financiera a escala planetaria que se fue acelerando en las
tres últimas décadas hasta conformar un tejido muy denso de la que
ninguna economía capitalista desarrollada o subdesarrollada puede
escapar. La profundización de la crisis nos permite ver que la producción
de bienes, su intercambio, los medios monetarios, el empleo, pero
también la política, el Estado, la tecnología, etc., conforman una sola
realidad, estructural, material, social, un único sistema a la deriva.
100
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
La voracidad energética norteamericana es el principal causante de las
turbulencias en los mercados petrolero y alimentario. Su consumismo,
aparato militar y paranoia especulativa alimentan el desorden
financiero mundial, ya que al hundir en la decadencia a la sociedad
estadounidense, estas tendencias internas-externas condicionan la
evolución del resto del mundo por su enorme peso relativo global.
Pero, no son el resultado sólo de factores endógenos. Su consumismo
parasitario, sus déficits y endeudamientos han sido funcionales a la
crisis crónica de sobreproducción de carácter global. Las grandes
economías centrales y las nuevas economías emergentes (como
China o India) han podido crecer gracias a la capacidad de absorción
de mercancías y capitales por parte del mercado estadounidense. En
algunos casos se trata de colocaciones directas de excedentes, en
otros de ventas e inversiones en mercados a su vez enlazados con
los Estados Unidos. Podemos decir que los consumidores de EE.UU.
sostuvieron a la economía mundial, en gran medida con sus compras
a crédito.
Avance y proyección de las crisis
Crisis de subproducción
En el marco de esta larga decadencia general del capitalismo, donde
el parasitismo depredador fue avanzando de manera irresistible en
todas las esferas de la vida social, la sociedad occidental ha venido
experimentando diversas crisis parciales, sobre todo financieras. La
marea parasitaria decadente, caracterizada por la saturación financiera
de la economía mundial, no podía expandirse indefinidamente.
Incapaz de generar una ola global de innovaciones e introducir
transformaciones decisivas (por ejemplo respecto al consumo
energético), esa sociedad no podría ampliar la expansión del
capitalismo a largo plazo. Tarde o temprano tenía que empujar el
sistema hacia el colapso. Y como es lógico, el puntapié inicial fue
dado en el centro del Norte: en los Estados Unidos.
La larga crisis crónica de sobreproducción asociada a la
sobreexplotación de los recursos naturales no impidió el crecimiento
101
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
económico, pero agravó las tendencias parasitarias, la cultura del
corto plazo, la superficialidad como patrón de comportamiento, la
depredación de fuerzas productivas y la naturaleza. En ese marco, la
dinámica general del capitalismo (el llamado progreso), su desarrollo
tecnológico, que proclamaba haber terminado con las crisis de
subproducción de las civilizaciones anteriores, siendo sólo afectado
por crisis de sobreproducción hasta ahora controladas, termina hacia
el final de su ciclo a generar una subproducción a escala global,
tanto energética como de alimentos (que ya lo vemos en el pico del
petróleo y la disminución de las reservas de alimentos). Esta crisis de
subproducción planetaria se está volviendo la mayor de la historia
humana, semejante a las decadencias y colapsos de las civilizaciones
anteriores al capitalismo (que después de todo no es tan original
como habíamos creído).
La racionalidad económica requiere que se maximice la productividad
del factor de producción más escaso entre los tres factores clásicos
de producción --trabajo, capital y tierra/naturaleza. A esta altura de
la cada vez más grave escasez de recursos naturales, la naturaleza es
el factor de producción más escaso. En efecto: la fuerza de trabajo
se reproduce si existen alimentos y recursos naturales; el capital
se reproduce si existe trabajo y recursos naturales; pero cuando
los recursos de la naturaleza se están agotando irreversiblemente,
en primer lugar los combustibles fósiles, pero también los recursos
renovables que en la práctica se vuelven no renovables cuando se
sobreexplotan, la economía humana ha entrado en una era en la que
el restante capital natural se ha convertido en el factor limitante para
el desarrollo y el crecimiento económico.
Sin cada vez más energía, se para el crecimiento
Vemos que el pico del petróleo, el máximo nivel de la producción
mundial de petróleo, ya está cerca. Parecen cumplirse las estimaciones
de los geólogos que el techo de producción se producirá entre 2008 y
2010, ya que la producción se estancó en el año 2005 sin lograr superar
con mayores cantidades la cantidad producida en mayo de ese año.
Después de esa fecha, la curva de extracción del petróleo tiende
a aplanarse dentro de una franja que oscila entre los 84 y los 88
102
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
millones de barriles diarios (ver el gráfico 2), ya que de 2005 a 2008,
la producción aumentó en apenas 200 mil barriles. En ese período, la
oferta mundial de petróleo repuntó en el mes de julio del 2006 y en
julio del 2008, superando en las dos ocasiones ligeramente la oferta
de mayo del año 2005, para luego volver a niveles más bajos. Luego la
crisis financiera mundial hace bajar la producción unos tres millones
de barriles diarios para el inicio del 2009, alcanzando un nivel en
donde se queda por lo menos hasta mediados de ese año.
Esto se contrasta con el aumento en los tres años anteriores (2002
a 2005), que fue de ocho millones de barriles, y el promedio desde
mayo 1996 hasta mayo 2005, que fue tres millones 600 mil barriles
por período de tres años.
La oferta mundial de petróleo en barriles día vista como promedios mensuales desde el mes de enero
del 2001 hasta julio 2008, mostrando un estancamiento en la oferta desde mayo 2005.
Sin crecimiento, se caen los mercados financieros
Por ese hecho, lo probable es que la crisis de los créditos hipotecarios,
que se extiende a Europa y al resto del mundo en 2008, es una
primera señal de que el crecimiento económico está fallando. Esto
se entiende porque el crecimiento económico depende de que todo
el trabajo hecho en la economía mundial --toda la producción, la
construcción, y el transporte— siga aumentando. Si no aumenta, ya
no hay crecimiento.
103
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Como ya es muy poco de este trabajo que lo hacemos con la fuerza
del músculo humano, prácticamente todo se hace con energía que
proviene de diferentes combustibles, en la mayor parte del carbón, el
petróleo y el gas natural, las fuentes primarias de la riqueza del mundo.
Como hasta ahora el uso de energía (petróleo) en la producción
ha sido cada vez mayor, ello ha aumentando la productividad de
las personas –la cantidad producida por persona- generando a
su vez un crecimiento económico constante, que, por lo tanto, es
completamente dependiente de un suministro de energía que siga
creciendo cada vez más.
Por su lado, el sistema financiero global (los créditos, las tasas de interés,
los fondos de pensiones, los seguros, las bolsas de valores) y el sistema
económico en general está creado sobre la base del crecimiento para
no colapsar. Por ello, los bancos pueden crear capital dando más en
crédito de lo que tienen en depósito, estando seguros que las deudas
de hoy se puedan pagar con el crecimiento económico de mañana.
Fin del petróleo barato
Refrescando el origen y las causas de la crisis energética, vemos que
100 años y pico de explotación intensiva de abundante petróleo
barato por la llamada civilización occidental ha hecho posible el
desarrollo y el asombroso crecimiento económico del mundo, que
ahora se moviliza gracias al llamado oro negro. Irresponsablemente,
esta civilización nos ha hecho a todos depender totalmente de la
sobreexplotación del petróleo, tan dependientes que ya no podemos
mantener esta civilización ni el desarrollo sin seguir contando con
cada vez más grandes suministros de éste.
Sin embargo, la existencia del petróleo en el planeta está empezando
a ser agotada sin que hayamos encontrado una energía que la pueda
sustituir en las cantidades a que nos hemos acostumbrado debido a su
alto contenido energético, la facilidad de su manejo, la multiplicidad
de sus usos. Hasta ahora la producción ha ido subiendo, estamos en la
cima, ya vamos de bajada.
Al haber alcanzado el máximo nivel de la producción del petróleo
o estar muy próximos del mismo, es decir, el fin de la posibilidad
104
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
de obtener petróleo de manera fácil y en cantidades suficientes para
abastecer la creciente demanda mundial, su precio tiende a subir
cuando se estanque la extracción o ésta comience a descender. Esto es
lo que ha pasado en la crisis que estalló en 2008, ya que la producción
de petróleo está estancada desde 2005, lo que hizo disparar su precio
desde 11 dólares el barril en 1998 hasta 147 dólares en el 2008.
¿Crisis energética causa de la crisis económica?
Cuando todo el funcionamiento de la sociedad depende en un alto
grado a un único recurso, una pequeña variación en su precio hará
tambalear todas las economías, y en especial las más débiles. Al
dispararse los precios del petróleo durante la primera década del siglo
XXI, la crisis económica mundial se profundiza, genera inflación en
todos los países y en todos los sectores económicos.
Ello impide inevitablemente a lugares y sectores de la economía
mundial pagar los precios más altos para abastecerse, e influye no
sólo sobre cada aspecto de la producción, desde alimentos hasta
electricidad, desacelerando su crecimiento e incrementando el
desempleo, sino a largo plazo también hace prohibitivo el transporte
de larga distancia por tierra, aire y mar.
Por perder sus trabajos, sufrir salarios estancados o tener otras
dificultades económicas, mucha gente ya no gana tanta plata que
han esperado. El poder adquisitivo de los consumidores se achica y la
gente compra menos. Sin poder pagar sus deudas, y como los bancos
tampoco tienen suficientes depósitos para pagar a sus acreedores,
dejan a éstos en crisis, lo que causa más estragos en una economía ya
muy endeudada.
Sin el uso de cada vez más energía para construir algo, no aumenta la
productividad ni se produce más, se rompe la burbuja y hace colapsar
el sistema económico y financiero, provocando una prolongada crisis
económica que se inicia con la crisis financiera en los EEUU. Al
extenderse a Europa, Japón y el resto del mundo en 2008, la crisis
hace disminuir la producción aún más, desacelerando o hasta parando
el crecimiento económico, en primer lugar en los países del Norte.
105
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Bloqueo energético al crecimiento
En otras palabras, las fuerzas productivas mundiales tal como
ahora las conocemos y el notable éxito energético del capitalismo
industrial chocan con un techo energético que es producto de su
propio desarrollo, es decir, al iniciarse el agotamiento del petróleo,
se genera un bloqueo energético al crecimiento económico, haciendo
colapsar los mercados financieros, que se basan en el crecimiento de
la economía (en los intereses del capital), con consecuencias sociales
y económicas inmediatas e inevitables.
La contracción de la economía internacional hacia un crecimiento
cero o negativo hace desacelerar el consumo del petróleo e incluso
disminuirlo, afectando a la demanda de productos en general de
productos y servicios, lo que debilita la subida del precio de la energía
haciéndolo caer en ciertos períodos, igual que de los minerales.
Esta tendencia es reforzada por el repliegue repentino de fondos
especulativos que apostaban al alza de su cotización.
Bajada zigzagueante del Producto Bruto Mundial
En síntesis, la tendencia de largo plazo es hacia la subida del precio,
que no tiene porque ser ordenada, fácilmente previsible, sino
106
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
todo lo contrario. Cuando la extracción comience a descender, el
precio tiende a subir, cada vez desde niveles cada vez más bajos del
Producto Bruto Mundial, siguiendo el descenso de éste. Prolongará
hacia el futuro la trayectoria zigzagueante-ascendente que se viene
desarrollando en los últimos años, machacada tanto por caídas en
el precio del petróleo provocadas por las crisis económicas cada vez
más graves y recortes temporales en la producción para contrarrestar
las bajas del precio como sucesivas entradas y repliegues de fondos
especulativos en dicho mercado atraídos o repelidos por hechos reales
o imaginarios de cada coyuntura.
Al mismo tiempo, el cambio climático se está agravando con mayor
rapidez que proyectado antes. Sus efectos están erosionando con
mayor furia a la economía. Inundaciones, sequías, voraces incendios,
tornados y otros fenómenos están desestabilizando la naturaleza
en todo el mundo, no sólo destruyendo la producción agrícola y la
infraestructura en distintas regiones del planeta, sino volviendo la
economía global más lenta.
La única posibilidad de romper el techo energético al crecimiento,
es tratar de forzar la capacidad productiva racional del petróleo en
áreas claves del sistema internacional de explotación del recurso. Si
la presión de los grandes consumidores globales consigue someter a
los principales productores (Medio Oriente, Cuenca del Mar Caspio,
Rusia, Venezuela, etc.) obligándolos a sobreexplotar sus yacimientos,
tarde o temprano podrían producirse colapsos productivos importantes
en algunos de ellos, acelerando la llegada de la futura bajada e
incrementando su grado de declinación.
Frustradas las expectativas de un fin de la crisis
Al agravarse la crisis económica y financiera, las principales
potencias occidentales inyectan cuantiosos recursos frescos a su
sistema financiero generados por los impuestos de toda su población
para restablecer la confianza en su andamiaje económico y devolver
la eficacia de los mercados financieros internacionales, para parar la
disminución de las tasas de crecimiento, los ingresos y el consumo, y
revertir el cierre de empresas y el aumento del desempleo.
107
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Pero, las expectativas de poder salir de la crisis y retomar el
crecimiento económico se verán con mucha probabilidad frustradas
por la interrelación y convergencia de las crisis energética y
financiera, interrelación que se fortalece cada vez más a causa
del estancamiento y descenso de la extracción del petróleo. Este
fenómeno ya está haciendo subir el precio del petróleo de nuevo,
que en el tercer trimestre de 2009 ya ronda los 70 dólares, lo que
dificultará la recuperación de la economía mundial y del crecimiento
económico, llevando las economías a un período más o menos largo
de decrecimiento y descenso.
El aumento de los costos de producción de la industria y el transporte
de larga distancia, junto a la exclusión de cada vez más personas y
pueblos de los “frutos” del desarrollo y de las oportunidades de trabajo
e ingresos dependientes de éste, provocada por las crisis económicas,
genera un decrecimiento en la demanda de productos industriales,
minerales y energía.
Esta situación fortalece la tendencia a la baja en la producción de
petróleo, causada por una convergencia de dos fenómenos contrarias.
A un lado, influye el agotamiento físico de las reservas y las cada
vez más grandes dificultades económicas de costear tecnologías de
extracción cada vez más sofisticadas y costosas para extraer reservas
cada vez menos accesibles. Al otro lado, la baja en la producción
de petróleo se agrava por la cada vez menor demanda de energía
ocasionada por la profundización y ampliación tanto de las crisis
económicas como del cambio climático, la crisis del agua, la crisis en
la producción de alimentos y otras más.
Creciente interacción entre las varias crisis
Entre bajadas y subidas temporales, el Producto Bruto Mundial
seguirá en las próximas décadas su tendencia a la baja de manera
zigzagueante al ritmo de las crisis económicas cada vez más graves que
nos esperan al mundo y en particular a los países industrializados con
el avance de la crisis energética al agotarse las reservas del petróleo,
lo que causa un cada vez menor acceso a la energía necesaria para
seguir alimentando el crecimiento y el desarrollo del mundo.
108
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Por lo tanto, la detonación de la crisis financiera mundial en
2008 nos advierte del inicio de una profunda crisis económica que no
será pasajera sino que al contrario sólo es el inicio de una larga crisis
mundial sin fin que en última instancia hará colapsar el capitalismo,
el socialismo industrial y la llamada civilización occidental.
Originada por la incipiente crisis energética, las crisis económicas,
en combinación con otras turbulencias agudas y como parte de
una multiplicación y creciente interacción entre las varias crisis, la
alimentaria, la sobreexplotación de la naturaleza, el cambio climático
y las demás, podrían transformarse en un megacolapso potencialmente
mortal para la civilización vigente, colapso que no significa de manera
inmediata su muerte, pero al extenderse y perdurar puede engendrar
la desintegración imparable de la sociedad occidental (haciéndonos
recordar la decadencia del Imperio Romano).
La crisis de las alternativas energéticas
¿Qué alternativas tenemos?
La manera casi conjunta y simultánea en que todas las crisis estallan
significa que estamos entrando en una profunda crisis de la tecnología
moderna, de la misma civilización occidental. Vemos un colapso
financiero que al combinarse con otras turbulencias agudas podría
transformarse en un megacolapso potencialmente mortal para la
civilización vigente, colapso que no significa de manera inmediata su
muerte, pero si se extiende y perdura puede engendrar la desintegración
imparable de la sociedad occidental (el paralelo con la decadencia
del Imperio Romano es inevitable).
En esta antesala de un desastre universal, estamos viendo el verdadero
final de la segunda revolución industrial, lo que ocurre ya antes que
el momento de máxima producción mundial del petróleo. Agregada
a estas turbulencias, toma también fuerza la crisis de los valores y
las normas de la modernidad, las visiones del futuro, las identidades
y todas aquellas convicciones que otorgan sentido a la existencia,
más que evidente en los países del Norte y también en los espacios
(preferentemente urbanos) de las zonas más parasitarias del Sur.
109
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
¿Nuevos yacimientos?
Si existiesen soluciones para las sociedades industriales ante la crisis
energética, éstas habrían de pasar por el descubrimiento de nuevos
grandes yacimientos, la aparición de otras energías que puedan
sustituir al petróleo, o el ahorro energético masivo y conservación
de recursos naturales. Pero, ni siquiera con el alza de los precios del
crudo se han incrementado los gastos en exploración ni se están
desarrollando otras energías.
Es conocido en todo el mundo petrolero que las grandes compañías
desde finales del siglo pasado han reducido a un mínimo sus gastos
de exploración, ni están invirtiendo en nuevas refinerías, porque
sencillamente saben a ciencia cierta, que luego de 140 años
explorando y explotando en búsqueda de petróleo no hay rincón de la
tierra donde geológicamente pueda existir la posibilidad de encontrar
petróleo, aparte de la plataforma submarina. No queda más petróleo
importante por descubrir y que las inversiones que hagan hoy en
exploración y refinación jamás puedan recuperarlas.
Por tanto, ni las transnacionales petroleras ni el FMI, el Banco
Mundial o el llamado Grupo de los Ocho quieren arriesgarse de
invertir en exploraciones para nuevos descubrimientos petroleros, ni
para mejoramiento de los campos existentes o aumento de la capacidad
de refinación, especialmente en el Medio Oriente y Venezuela, sino
estas actividades deben ser asumidas exclusivamente por parte de los
países de la OPEP.
110
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Aquí podemos ver cuanto petróleo falta por descubrir por región. A la izquierda vemos cuanto ya
se ha consumido, en medio lo que hay en reservas, y que cada año que va está disminuyendo,
y a la derecha lo poquito que todavía no hemos descubierto.
¿Las plataformas submarinas?
En los últimos años, las mayores esperanzas para las compañías petroleras
de encontrar petróleo se centran en las llamadas plataformas submarinas.
Hasta hoy, son 7 regiones donde se han concentrado los esfuerzos: Golfo
de México, Plataforma Continental Brasileña, Golfo de Guinea, Mar
del Norte, Mediterráneo frente a Egipto, Mar de la China en torno a las
Islas Spratly y la zona marina entre Australia y el Timor.
Desde finales de los años 70, se inició el interés por las perforaciones
en aguas profundas (más de 500 metros). A esto contribuyeron
los altos precios del petróleo en la época de las crisis petroleras
originadas por el embargo árabe, que hacía rentable la búsqueda en
dichas zonas donde la exploración es más costosa y arriesgada. En
el campo Roncador, Petrobras tenía que atravesar 1.850 m. de agua
en 1998 para perforar, y Total llegaba a 2.200 m. de profundidad en
Canyon Express. A partir de allí es cuando se inicia la perforación en
búsqueda de petróleo, que ha llegado hasta los 8 Km. bajo el lecho
marino, con resultados positivos por debajo de un 10 %.
Para los años 90, las grandes compañías operaban en unas 60 cuencas
y habían descubierto unos 120 campos. A finales del año 2000, el total
111
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
de los hidrocarburos (gas, petróleo) descubiertos en las principales
cuencas: Golfo de México, Brasil y Golfo de Guinea, llegaba a 27
mil millones de barriles. En otras palabras se había encontrado
hidrocarburos para un año de consumo mundial.
Las compañías petroleras, la AIE (Agencia Internacional de la
Energía) y el Servicio Geológico de EEUU, pese a estos resultados aún
consideran, en su escenario más optimista, que se pueden encontrar
unos 100 mil millones de barriles en las cuencas submarinas, lo que
significa que la agonía del capital se alarga en unos 3,5 años si es que
realmente se consigue petróleo.
No existe sustituto al petróleo
Una posibilidad para reducir el consumo de petróleo sería comenzar
a sustituirlo por otras alternativas energéticas, algunas de las cuales
son mitos de alta tecnología propuestos por políticos y economistas
o anunciadas en los medios de comunicación como sustitutas de los
combustibles fósiles. Sin embargo, los físicos y geólogos, que nos están
dando una verdad científica y matemática, nos cuentan una historia
totalmente diferente
En la actualidad, las fuentes de energía basadas en recursos finitos
no renovables (combustibles fósiles y fisión nuclear) aportan el 86%
del enorme consumo de energía global. Los combustibles fósiles (gas,
petróleo, carbón) continúan siendo la fuente energética básica, pues
no sólo aportan el 80% de la energía que se consume en el mundo,
sino que también contribuyen al aprovechamiento de las demás
fuentes energéticas conocidas.
El petróleo representa el 35% del total del consumo energético global
y más del 90% de la energía empleada en los transportes. Mientras
hay muchos alternativas tecnológicamente viables para petróleo, no
aparecen por ningún lado nuevas fuentes de energía alternativas (o
combinación de esas) que puedan proporcionarnos ni siquiera una
parte de la energía neta requerida por nuestro moderno sistema
monetario e infraestructura industrial, o aplicarse con la suficiente
rapidez y efectividad como requiere la crisis energética generada por
la escasez de petróleo.
112
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Resulta muy complicado que pueda aparecer una fuente de energía
que pueda sustituir al “oro negro” como combustible para el
transporte mundial, pues no sólo debería ser técnicamente posible
su producción y uso a gran escala y en muy breve plazo de tiempo,
sino que se deberían sustituir y/o adaptar con una rapidez increíble
todos los vehículos del planeta – los más de 800 millones de autos,
camiones, aviones, barcos, etc.- para que pudiesen funcionar con la
nueva fuente de energía, así como desarrollar con enorme rapidez
toda la infraestructura para la producción, transporte y distribución
de la misma por todo el mundo.
Requieren hidrocarburos en su producción
La energía solar produce energía neta marginal, pero los paneles
solares fotovoltaicas se construyen con materiales procedentes de
los hidrocarburos y otros materiales muy escasos. Las altamente
promovidas células de combustible de hidrógeno no son ni siquiera
una fuente de energía, sino una forma de almacenamiento de energía.
Para producirlo, se requiere más energía que la que se obtendrá del
mismo, energía que actualmente es el gas natural. La producción
de cada componente principal de los paneles solares y las células de
hidrógeno, desde las PVCs hasta las células de combustibles mismas,
requieren energía y materiales alimentados de hidrocarburos.
Por la falta de petróleo barato, en Estados Unidos están volviendo a la
generación de energía alimentada por carbón, planificando construir
al menos 100 nuevas plantas en más de 36 estados. Además de que su
perfil de energía neta es pobre comparado con el petróleo, enfrenta
problemas de costos de reconversión, de muy difíciles adaptaciones
tecnológicas, y de contaminación por ser mucho más sucio que el
petróleo y extremadamente dañina para la naturaleza con mayores
emisiones de carbono.
La utilización a gran escala de la energía nuclear plantea graves
problemas de seguridad. Las plantas de esta energía son además muy
caras de construir, y los desechos deben ser almacenados y guardados
durante miles de años. Para lograr el nivel necesario de producción de
uranio y carbón que amortigüe la crisis energética, serían necesarias
113
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
explotaciones intensivas que llevarían a un rápido agotamiento de sus
reservas en una magnitud que resultaría en la bajada de su extracción
aproximadamente a partir del 2030 y posiblemente antes.
Los generadores eólicos tienen un perfil de energía neta
apreciablemente favorable, pero el viento es intermitente en el
mejor de los casos. Tampoco existe ninguna alternativa que pueda
sustituir al petróleo para la fabricación de los más de 3.000 productos
derivados del mismo, y que son esenciales en la industria y en nuestro
modo de vida actual.
Etanol de maíz es una energía negativa
Cada vez más se está promoviendo agrocombustibles como una
fuente para reemplazar el petróleo. La experiencia con el etanol es un
ejemplo. Es un alcohol derivado de vegetales (maíz o caña de azúcar)
que es usado hoy en día, principalmente con una mezcla de 10%
de etanol y 90% gasolina. Ya que se usa en alguna extensión, como
también biodiesel, metanol etc., se piensa normalmente que el etanol
es una solución aceptable al problema del combustible. Pero, todos son
cultivados con considerables cantidades de insumos de combustibles
fósiles (pesticidas y fertilizantes) y les hace falta mucha energía para
todo el proceso de producción (siembra, tratamiento, fertilización,
114
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
riego, cosecha, transporte, distribución y procesamiento), energía
que en la actualidad se obtiene del petróleo.
Los agrocombustibles padecen de EROEIs bajos, a veces negativos
(EROEI: Energy Return on Energy Invested - la energía que se
recupera de la energía que se usa en su producción). El etanol de
maíz producido en EEUU, por ejemplo, es una energía negativa – es
decir, sin contar el daño a la tierra o al agua y otros costos debidos a
prácticas agrícolas insostenibles, usa más energía para producirlo que
aquella que se obtiene de él, lo que significa malgastar recursos fósiles
de energía y agravar el déficit de energía. Aproximadamente un 70%
más energía es usada para producir un galón de etanol de maíz que la
energía contenida en ese galón. Biodiesel es considerablemente mejor
que etanol de maíz, pero con un EROEI de tres no puede competir
todavía con el petróleo que ha tenido un EROEI de aproximadamente
30. Al otro lado, el etanol de caña producido en Brasil es una energía
positiva que tiene un EROEI de ocho, es decir, produce ocho galones
de etanol con el uso de un galón de energía4.
Comparada con el consumo descomunal de petróleo, la producción
anual de EEUU del etanol es tan pequeña que cubre no más que
quince días de consumo. La realidad es que para reemplazar incluso
una pequeña parte del suministro de petróleo en EEUU con
agrocombustibles, necesitarían convertir la mayor parte de Africa en
una granja gigante.
A nivel mundial, los agrocombustibles representan apenas entre uno
y dos por ciento del consumo total. Como son tan pobres sustitutos
al petróleo, no sirven mucho para resolver la crisis de energía. Sólo
sirven para el lucro de las grandes compañías agroindustriales, como
Archer Daniels Midland, ConAgra, y Monsanto, y los granjeros
norteamericanos en el medio oeste, que reciben un subsidio entregado
por el gobierno norteamericano con los dólares de los contribuyentes
para comprar sus votos.
Por tanto, la expansión de los agrocombustibles no consigue superar
la carencia energética, sino el acaparamiento de tierras fértiles y
4
Ver la discusión sobre los efectos positivas y negativas del uso del etanol brasileño en el capítulo Agrocombustibles en este trabajo
115
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
productos agrícolas con fines energéticos más bien reduce la oferta
alimentaria, trae hambre e inflación.
Usando una Combinación de las Alternativas
No hay lugar a dudas, que necesitaremos encontrar sustitutos para
el petróleo. Pero, un análisis de las actuales alternativas de energía
no nos puede calmar. Aunque las alternativas tradicionales tal como
solar y eólica ciertamente merecen que invirtamos en ellas, no son,
de ninguna manera, las varitas mágicas como se sabe dar a conocer.
A pesar de ello, cualquiera sea la civilización que surja después del fin
de la era del petróleo, ésta obtendrá probablemente una buena parte
de su energía de fuentes alternativas. A pesar de sus limitaciones
individuales, es todavía posible para la economía mundial funcionar
con una canasta de estas tecnologías, pero solamente bajo las siguientes
condiciones, que tendrían que ser implementadas inmediatamente:
1.
Algunas docenas de descubrimientos tecnológicos;
2.
Un grado de voluntad política, honestidad y cooperación entre
todas las fuerzas nunca antes vista;
3.
Una tremenda colaboración internacional;
4.
Aproximadamente 25 a 50 años de paz general y prosperidad
para readecuar la economía anual del mundo de 65 billones de
dólares, incluyendo las redes de transporte y telecomunicaciones,
las industrias, los sistemas agrícolas, las universidades, los
hospitales, etc., para que éstos puedan funcionar con las nuevas
fuentes de energía.
5.
Enormes cantidades de capital de inversión, y un cambio
masivo de inversión desde otros sectores de la economía (como
el ejército y otros sectores improductivos e innecesarios) hacia
la investigación de energía y conservación;
6.
Reformas fundamentales al sistema bancario;
7.
Ninguna interferencia de las industrias de petróleo y gas;
116
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
8.
Una generación de ingenieros, científicos, y economistas
entrenados para ejecutar una economía global que funcione
con nuevas fuentes de energía.
9.
Sabios funcionarios de gobierno que no sean corruptos y que
tengan la capacidad de manejar la transición de una generación
de duración.
Si logramos todo lo anterior, podríamos conseguir de las fuentes
alternativas la energía equivalente de 3 a 5 mil millones de barriles
de petróleo por año.
El riesgo es que ya sea muy tarde
Es una tremenda cantidad de petróleo - igual de lo que el mundo entero
usaba por año durante los años cincuenta, pero no está de ninguna
manera suficiente para mantener nuestro actual sistema económico
global. El mundo usa actualmente más que 30 mil millones de barriles
de petróleo por año para sustentar el crecimiento económico. En la
actual sociedad de consumo, ese uso tiende a aumentar con el tiempo
debido al crecimiento de la población, la obligación de seguir con
el crecimiento económico y la industrialización de naciones como
China e India.
Así, aun cuando las nueve condiciones descritas arriba de algún
modo se manifestaran milagrosamente, todavía estamos enfrentando
una reducción de 70 a 90% en la cantidad de energía disponible.
Una reducción de 70 a 90% sería sumamente dolorosa, pero no el
“fin del mundo” si no fuera por el hecho que, como está explicado
anteriormente, el sistema monetario se derrumbará en la ausencia
de un suministro de energía constantemente creciente. Si un déficit
entre la demanda y suministro de 5% es bastante para multiplicar los
precios, ¿qué pasaría con un déficit de 70 a 90%?
Para hacer la cosa peor, aun si todos los obstáculos anteriores no
existieran, todavía nos enfrentamos con el problema del “tiempo
de duplicación económica”. Si la economía crece a una velocidad
saludable de 3.5% por año, se duplica su tamaño cada 20 años. Ese
crecimiento debe ser alimentado por un suministro de energía que se
117
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
duplica en el mismo ritmo. Así, nuestra “deuda energética” total se
habrá agravado en el momento que logremos un mayor avance en el
cambio hacia fuentes alternativas de energía.
Para lograr una nueva era de crecimiento económico prolongado,
sería necesario combinar un ahorro sistemático de energía con el
reemplazo de los recursos energéticos y mineros no renovables que
estamos utilizando ahora por recursos renovables u otros recursos no
renovables, como cuando el petróleo reemplazó al carbón mineral
durante la primera mitad del siglo XX. Deberíamos ya estar invirtiendo
en las alternativas y convertir nuestra infraestructura industrial para
usarlas. Pero, desgraciadamente no tenemos la menor idea de cuáles
podrían ser esos recursos alternativos.
Ello requeriría además un salto innovativo, pero hasta ahora no hay
ni el menor indicio serio de que esa ola innovadora esté apareciendo
ni de que pueda aparecer durante la próxima década. Aún así, para
lograr una transición suave de energías no renovables a renovables,
necesitaremos décadas – lo que no tenemos antes de llegar al techo
de producción en la extracción de petróleo (donde probablemente
ya estamos).
Aún cuando estuviéramos intensificando inmediatamente los esfuerzos
para cambiar a otras fuentes de energía (que no estamos viendo
todavía), el riesgo es que los resultados de estos esfuerzos vengan
demasiado tarde y sean, en todo caso, escandalosamente insuficientes
para prevenir el inevitable período de transición, durante el cual la
cantidad de energía disponible se verá drásticamente reducida, por
lo que las naciones tendrán menos energía disponible para realizar la
producción útil - incluyendo la fabricación y transporte de bienes, el
crecimiento de productos alimenticios y la calefacción de hogares.
Amenaza a la paz mundial
Peligro que entren en carreras sangrientas
El control de las fuentes de energía es ya un problema de seguridad
y sobrevivencia para cada país y para toda la civilización industrial.
Ultimamente, los niveles más altos de dirección político-militar
118
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
en el mundo reconocen que el cambio climático y las demás crisis
puedan convertirse en un tremendo factor de desestabilización de las
relaciones internacionales (incluyendo nuevas guerras).
La combinación de los efectos del cambio climático y los mermados
recursos naturales incrementa la posibilidad de que los países
occidentales y las empresas transnacionales entren en carreras
sangrientas por el control del acceso a los yacimientos de petróleo y
las rutas estratégicas para el transporte de hidrocarburos (oleoductos
y gasoductos), pero también sobre el acceso al agua dulce, minerales
claves, bosques y tierras para alimentos y agrocombustibles, entre
otros recursos naturales.
Todo el andamiaje político y militar de EE.UU., Inglaterra y las otras
potencias occidentales tiene como columna vertebral el acceso,
control y posesión de los principales yacimientos y rutas petroleras,
así como las materias primas que son estratégicas para la supervivencia
de la economía y el modo de vida occidental. Ello significa invadir,
ocupar y controlar los yacimientos y las rutas de hidrocarburos, en
todo lugar donde se encuentren, al precio que sea y usando todos los
recursos y fuerzas políticas, económicas, ideológicas y especialmente
militares.
Muchos políticos y expertos —especialmente en EEUU— priorizan
la opción militar para mantener su privilegiado nivel de vida durante
más tiempo que otros países. En el momento en que suba el nivel del
mar, cuando el agua, el petróleo y el gas natural se vuelvan cada vez
más escasos, cuando en algunas zonas las fértiles pero escasas tierras
de labor se vuelvan desiertos, puedan desatar guerras mortíferas a lo
largo y ancho del planeta para beneficiarse de las últimas gotas del
llamado oro negro y demás recursos vitales.
Confiando en la superioridad de la fuerza militar con que cuenta esos
países, consideran que tienen cierto grado de ventaja en la lucha
global por las fuentes de crudo necesarias y los recursos en general,
estableciendo puestos militares en algunos sitios para garantizar el
flujo de materiales críticos y fortificando las fronteras y costas para
frenar la entrada de migrantes indeseables. Como ya lo estamos
119
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
viendo en Afganistán, Irak, Sudán y Georgia, y con la amenaza que
Irán o Venezuela pueda ser la próxima víctima, estos peligros puedan
significar una gran amenaza a la paz mundial, donde los combates en
primer lugar se ubicarían en los países del Sur, aunque los territorios
del Norte no necesariamente se salvarán.
Escalada militarista del Occidente
En este marco, la estrategia militar del Imperio se centra en la
conquista de una extendida franja territorial eurasiática que va
desde los Balcanes hasta Pakistán pasando por Turquía, Irak, Arabia
Saudita, Irán, los países de Asia central y Afganistán. En el centro de
dicha franja se encuentran las zonas del Golfo Pérsico y de la Cuenca
del Mar Caspio que albergan cerca del 70 % de las reservas globales
de petróleo.
La guerra por esa conquista comenzó desde el fin de la Guerra Fría
en los años 1990, cuando la ofensiva militar norteamericana sobre
Eurasia, a veces asociada con la Unión Europea, se inició con la
primera guerra del Golfo y siguió con las guerras de Yugoslavia. En
una estrategia de avanzar sobre Rusia, buscando su desmembramiento,
para luego acorralar y someter a China, los Estados Unidos fueron
cubriendo ese espacio con bases militares y ocuparon algunos de sus
países.
120
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Luego la ofensiva continuó con las invasiones de Afganistán e Irak,
y las amenazas occidentales contra Irán hasta llegar a las recientes
aperturas de nuevos frentes militares en Pakistán y en el Caucaso
(enfrentando a Rusia en Georgia). Sin embargo, la estrategia
eurasiática fracasó. La economía decadente de los Estados Unidos no
está en condiciones de asumir una larga guerra universal, que junto
a la degradación de su cohesión social limita las posibilidades de
reclutamiento de tropas.
Aunque en principio la crisis económica en curso podría frenar
el impulso imperialista, no podemos estar seguros que no podría
imponerse una escalada militarista del Occidente. Si los países del
mundo no logramos ponernos de acuerdo en llevar adelante medidas
conjuntas para reducir el riesgo de un cambio climático cataclísmico
y nuestra dependencia al petróleo, algunos países pueden acceder
a las armas de destrucción masiva para sacudirse unos a otros en la
medida que vaya disminuyendo el oro negro.
En las guerras no ganan los pueblos
Puede volver a suceder guerras como la Guerra del Chaco, que no era
una guerra de los pueblos, ni siquiera de naciones, sino era una guerra
por la ambición de dos grandes transnacionales, la Standard Oil y la
Shell, por el petróleo, por los recursos naturales, por los hidrocarburos.
Las intervenciones de carácter militar, la ocupación de algunos países
a otros países con pretextos de lucha contra el narcotráfico, de armas
de destrucción masiva, traen muchos problemas de vida, muchos
problemas sociales.
Estas guerras no benefician a los pueblos sino a pequeñas familias,
no ganan los pueblos, sólo ganan los imperios, no ganan las naciones
sino las transnacionales. No mueren ni presidentes ni ministros, ni
mueren dueños de empresas transnacionales, sólo mueren pueblos
usados falsamente para defender ciertos intereses de países, de las
transnacionales.
Otras voces recuerdan que las batallas constantes por recursos
menguantes reducirán los recursos todavía más de lo que se reduzcan
por los efectos climáticos, que la guerra en Irak y la fallida respuesta
121
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
ante el huracán Katrina muestran lo ineficientes que son estos
instrumentos cuando se confrontan con la dura realidad de un mundo
que no perdona. Consideran que la superioridad militar de EEUU
pueda darle una ilusión de ventaja en las luchas venideras, pero el
precio siempre aumentará en sangre y recursos necesarios para pagar
esta empresa y eventualmente les rebasará y destruirá.
Creen que el uso de medios militares no puede protegerlos de los
estragos del cambio climático, de las tormentas, las sequías y las
inundaciones. En cuanto los socios comerciales se sumerjan en el
caos, las importaciones de alimentos, materia prima y energía de
ellos desaparecerán también. Sin embargo, esta visión parece muy
ingenua, ya que cuando los hombres deciden hacer la guerra raramente
consideran sus costos ni buscan motivos. Más bien responde a la causa
de que la guerra es una de las grandes industrias del capitalismo, la
segunda industria más grande a nivel mundial. Al fin y al cabo, no
hay capitalismo sin guerra.
La guerra y el Calentamiento Global
La guerra destruye la vida y derrocha los recursos naturales. Nada ni
nadie puede excluirse de una guerra. Sufren los que pelean y los que
se quedan sin pan por alimentar a la guerra. Sufre la Madre Tierra y
el equilibrio natural, que nunca más volverá a ser lo mismo después
de una guerra.
La guerra en Irak ha sido responsable de al menos 141 toneladas
métricas de dióxido de CO2 equivalente desde marzo de 2003, cantidad
que equivale a las emisiones de 25 millones de coches y es más de lo
que emiten al año 139 países. Los 150 mil millones de dólares que
el candidato presidencial Barack Obama plantea invertir en energía
verde en los próximos 10 años, apenas supera lo que EEUU gastan en
10 meses de guerra en Irak.
El presupuesto militar de todos los países del mundo supera los 1,1
billones de dólares al año, de lo cual Estados Unidos es responsable
de casi la mitad, mientras que se podría reducir a la mitad el hambre
y garantizar la salud reproductiva a todas las mujeres del mundo con
sólo 24 y 12 mil millones de dólares al año respectivamente -el 2,6
122
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
y el 1,3% del presupuesto mundial para la guerra. Vemos que con
una mano se recaudan cientos de millones de dólares destinados a
combatir el cambio climático y con la otra mano se gastan miles de
millones para la muerte y la destrucción.
Luchar porque los países renuncien a la guerra
Como somos de la Cultura de la Vida y del Diálogo y no de la cultura
de la guerra, pensamos que los problemas y conflictos del mundo
deban ser resueltas de manera pacífica dentro del pleno respeto a
la autodeterminación de los pueblos, particularmente ante toda
controversia que pueda surgir a partir de la búsqueda de los países por
garantizar su acceso al petróleo u otros recursos de la naturaleza cada
vez más escasos.
El proyecto de nueva Constitución Política del Estado dice
expresamente en su Artículo 10:
“Bolivia es un Estado pacifista, que promueve la cultura de la paz
y el derecho a la paz, así como la cooperación entre los pueblos de
la región y del mundo, a fin de contribuir al conocimiento mutuo,
al desarrollo equitativo y a la promoción de la interculturalidad,
con pleno respeto a la soberanía de los estados. Bolivia rechaza
toda guerra de agresión como instrumento de solución a los
diferendos y conflictos entre estados…”
Por tanto, proponemos al mundo organizar un gran movimiento político
social a la cabeza del movimiento indígena del mundo, que tenga como
objetivo luchar por acabar con las guerras de las transnacionales, porque
los países renunciemos a esa industria de la muerte que es la guerra,
que renunciemos a la carrera armamentista e iniciemos el desarme para
garantizar la preservación de la vida del planeta.
Asimismo, que tenga como objetivo luchar porque las pequeñas
familias que manejan las transnacionales renuncien a impulsar el
intervencionismo, la soberbia y el autoritarismo de unos países, de
unas potencias, a otros países, y que los trillones de millones que se
destinan a la guerra deben destinarse a curar a la madre tierra que está
herida por el tema del cambio climático.
123
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Impulsando el Vivir Bien
Vivir Bien o colapso catastrófico
Vuelco fundamental en la historia de la Tierra
La manera casi conjunta y simultánea en que todas las crisis estallan,
nos están alertando que nos encontramos frente a una profunda crisis
de la tecnología industrial, de la civilización occidental. Alcanzando
el tope de la producción del petróleo y el avance cada vez más rápido
del cambio climático, que se puede acelerar bruscamente cuando la
sobreexplotación de la naturaleza y la vida del planeta, medida por los
cálculos de huella ecológica, traspasen umbrales irreversibles, vemos
que la continuidad del crecimiento ya no es posible. Es decir, habrá
un bloqueo energético al crecimiento económico que nos plantea
un cuestionamiento crucial de la expansión incesante del producto
bruto global, necesidad vital para la civilización industrial. Al haber
sobrepasado los límites al crecimiento, la situación del mundo a
comienzos del siglo XXI está caracterizada por el agravamiento de la
emergencia ecológica, por una prolongada crisis del sistema financiero
y por una marcada inestabilidad internacional en transición a un
estado de guerra.
124
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
La civilización industrial ya está viviendo su clímax (o muy cerca
de hacerlo) y a punto de entrar en una fase transitoria hacia otro
equilibrio, fase que necesariamente tendrá que ser breve y sólo puede
desembocar en un período más o menos largo de un decrecimiento
y descenso de esta civilización durante uno o dos siglos, un descenso
tanto demográfico como económico, lo que implica menos población,
tanto de cuerpos humanos como de artefactos.
Cuando se comprende el impulso biológico que ha sido responsable
del crecimiento, se comprende también que el pico de la producción
mundial de petróleo, con su consiguiente e irreversible disminución,
se convertirá en un inminente e ineludible vuelco fundamental en la
historia de la Tierra, cuyo impacto mundial sobrepasará todo cuanto se
ha visto hasta ahora. Y es seguro que ese acontecimiento tendrá lugar
durante la vida de la gran mayoría de las personas que vivimos hoy.
Como no hay un sustituto para el petróleo debido a su alto contenido
energético, la facilidad de su manejo, la multiplicidad de sus usos y los
volúmenes en que ahora lo usamos, en el próximo medio siglo no habrá
recursos energéticos más que para permitir una continua reducción
del uso energético total de la especie humana. Las consecuencias de
esta crisis energética llevarán a un colapso inevitable de la civilización
industrial en un futuro próximo, colapso que ha de producir el final
de esa civilización, no el tránsito a una escala inferior sostenible.
Hacia una sociedad más sencilla
La inminencia del pico en la producción de petróleo afectará en
primer lugar de manera inmediata al transporte y la producción de
alimentos. Es evidente que el petróleo barato ha hecho posible una
enorme expansión del transporte a bajo costo, lo que demuestra
la presencia en todas partes de las mismas marcas comerciales, la
mundialización de los mercados de bienes agrarios e industriales, la
actual división internacional del trabajo y el turismo de masas. La
imposibilidad de mover a bajo costo más vehículos con más gasolina
producirá en el mejor de los casos un cambio de tendencia, un
regreso hacia actividades económicas de alcance meramente local y
la reducción de las ciudades, donde los viajes se volverán excepción
125
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
más que algo normal. En el peor, una desorganización catastrófica de
todo el sistema económico.
La agricultura moderna depende del petróleo para labrar los campos
y para irrigarlos, para fertilizarlos, para combatir las plagas y las malas
hierbas, para recoger la cosecha y para llevarla a los mercados. La
agricultura ecológica, en muchas de sus formas actuales, evita algunas
de esas dependencias, pero no todas. Aunque una organización
comunal podría permitir rendimientos muy altos de la producción
agraria en armonía con la naturaleza, la perspectiva de alimentar
adecuadamente a más de siete mil millones de personas es más
que alarmante, ya que las dificultades para que los éxitos locales
se reproduzcan más o menos simultáneamente en todas partes son
enormes.
El alcance y las consecuencias de un colapso o una cuesta abajo
de la civilización industrial, no significa necesariamente la caída
catastrófica a una desorganización caótica de la sociedad, sino el
tránsito a una sociedad que rápidamente se vuelva más pequeña,
más sencilla y con menos diferencias sociales. La especialización y el
control centralizado disminuyen. El flujo de información se reduce,
la gente comercia e interactúa menos, y en general hay una menor
coordinación entre individuos y grupos. La actividad económica
decae proporcionalmente a todo lo anterior.
Los supervivientes del colapso, si los hay, no serán capaces de
mantener la civilización industrial, que no puede sobrevivir mucho
tiempo después del agotamiento de sus bases. Las sociedades postcolapso tendrán que vivir vidas más sencillas. No tendrán los recursos
para construir grandes obras públicas o para realizar investigación
científica. Como la cultura moderna es una consecuencia de la
abundancia de recursos y de energía, no será posible que algunos
individuos se mantengan improductivos, escribiendo novelas o
componiendo sinfonías.
De lo grande y centralizado a lo pequeño y local
Ello nos obliga a enfrentar una inminente e ineludible encrucijada,
donde bien podamos salvar al planeta y la humanidad con un heroico
126
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
esfuerzo conjunto para llevar adelante una transición hacia una
vida sin combustibles fósiles, o bien sufrir una pelea horrible e inútil
por los restos del botín de recursos naturales que estamos robando
a la Pachamama, pelea que tendría como resultado guerras, crisis
económica y catástrofes naturales.
En esta perspectiva, el colapso puede ser tanto un resultado como un
objetivo. Podemos mirar hacia abajo, bajar la palanca y descender
hacia un Vivir Bien, o en último lugar una pura sobrevivencia,
reduciendo el consumo material, la población y las pertenencias no
esenciales, manteniendo un nivel suficiente de vida en equilibrio
con la naturaleza. Adecuándonos a los recursos limitados, podemos
reorganizar la sociedad en comunidades pequeñas y complementarias
que, conservando y compartiendo los recursos, vivirán de la energía
solar recibida.
Podemos lograr un cambio fundamental de las sociedades industriales,
ir de lo grande, rápido y centralizado a lo pequeño, lento y local, de la
competencia a la construcción conjunta, y del crecimiento ilimitado
a vivir con lo suficiente, una sociedad menos poblada y con menos
uso de energía, un Vivir Bien con satisfacción artística y experiencias
espirituales, una convivencia en comunidades donde el consumo y
la posesión de objetos materiales sean subordinados a la convivencia
humana y donde tengamos control sobre nuestras propias vidas, una
vida donde necesitamos viajar menos y que nos estimule a echar
raíces....
En el marco de una drástica contracción del consumo de masas, la
desaparición de productos y profesiones inútiles (como el uso de autos
particulares, los agentes de viajes y la publicidad), la reducción del
período de escolarización, podremos presenciar la recuperación de los
valores comunales, el resurgimiento del ferrocarril y la rehabilitación
de la artesanía,.
Luego de que la economía estadounidense en los noventa se basó
en la creación de suburbios dispersos y la provisión de mobiliario,
accesorios y financiación para ella, proceso que ha fue acompañado
por la mercantilización y la conversión de bienes públicos en lujos
127
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
privados, el empobrecimiento de los espacios públicos y la violación
del paisaje, tendremos que volver a las ciudades pequeñas rodeadas
por tierras agrícolas, a los edificios de dos a cinco pisos y a los espacios
cotidianos suficientemente pequeños para que podamos recorrerlos a
pie cuando se vuelvan obsoletos los edificios altos, los grandes centros
comerciales y las áreas de parqueo.
Restos de ciudades construidas por los dioses
Si al otro lado, mantenemos las actuales políticas de crecimiento (gran
escala, velocidad y competición) más allá del clímax, las condiciones
de vida comenzarán a deteriorarse y el posible descenso ordenado
será finalmente reemplazado por un inevitable colapso completo y
catastrófico de la civilización industrial. Una vez alcanzado los límites
naturales, esta sociedad – que sólo obtiene estabilidad a través de una
expansión sin fin - se ve empujada a la descomposición de la vida
occidental que será dominada por la desorganización social.
En ese caso, la escasez de energía conduce a turbulencias económicas,
apagones frecuentes y prolongados, y un caos generalizado. En unos
años, la producción de alimentos se desploma, dando lugar a hambrunas
incluso en los países ahora enriquecidos. Estallan conflictos y guerras
por los escasos recursos renovables y no renovables, incluyendo
guerras civiles. Mientras tanto, la crisis ecológica rompe el tejido
social, y la escasez de agua, el nivel del mar en aumento y la severidad
de los temporales producen estragos adicionales. Uno tras otro, los
gobiernos centrales colapsan. Los imperios revierten en naciones,
las naciones en feudos regionales o tribus, lo que significa el rápido
retorno al origen prehistórico de la especie humana, a los tiempos de
los cazadores y agricultores de subsistencia del pasado.
No es sólo la civilización industrial que se verá arrastrada por la
espiral descendente del colapso, sino que es poco probable que la
especie humana misma pueda persistir mucho tiempo sin la energía
que forma una parte tan decisiva de su modo de vida. De 2020 a 2100,
la población mundial declinará rápidamente, tal vez a menos de mil
millones. En los inicios del nuevo siglo, se entretiene a los nietos
de los supervivientes con historias acerca de una gran civilización
128
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
del pasado reciente en la que la gente volaba en pájaros metálicos.
Después de unas pocas generaciones, la gente creerá que las ruinas
entre las que vive son los restos de ciudades construidas por los
dioses.
Estamos en tiempos de cambio
El mundo ahora se está cuestionando
Para preservar el planeta, la vida y la propia especie humana ante
los efectos devastadores del modelo de desarrollo occidental, nuestro
hermano presidente Evo Morales resalta en su Carta sobre el Cambio
Climático que éste ha colocado a toda la humanidad frente al dilema
de seguir por el camino de la llamada civilización occidental y la
muerte, o avanzar por el camino de la armonía con la naturaleza
y la vida dentro los límites que la salud y los recursos del planeta
permitan.
Frente a esta gran disyuntiva y la perspectiva preocupante de la
naciente Crisis Global, el mundo occidental está preocupado, no
sabe qué hacer. Se está cuestionando y anda en busca de modelos
y formas de vida alternativas pues sus valores están en crisis. Han
empezado a hablar del desarrollo sostenible, desarrollo sustentable.
Están discutiendo en eventos internacionales qué tipo de desarrollo
van a llevar adelante. Ahora están hablando de un desarrollo
armónico, pero siguen hablando del desarrollo, de vivir mejor, pero
sin el petróleo no hay desarrollo.
No es ninguna solución para la vida
Aún siendo los modelos dominantes de desarrollo capitalistas y
socialistas los principales causantes del cambio climático y las demás
crisis, los países occidentales del Norte siguen como antes con el
crecimiento ilimitado, aplicando las recetas de mercado para generar
cada vez más ganancias y consumo irracional.
Respondiendo a un consumismo desenfrenado, siguen con la
explotación cada vez más irracional e irresponsable de los cada vez
más escasos recursos naturales del planeta y un uso cada vez mayor
129
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
del petróleo y otras energías, buscando hasta hacer negocios con
la propia enfermedad que estos modelos producen, como ser los
agrocombustibles, energías alternativas de alta tecnología a gran
escala, explotación del litio y otras soluciones tecnológicas, que nada
más agravan la crisis hasta el límite irreversible.
Por tanto, la exagerada e ilimitada industrialización de los modelos
de acumulación occidentales, ahora expresada en la liberalización
comercial a ultranza y supremacía absoluta del mercado, que caminan
hacia el desastre económico y la destrucción del equilibrio natural
acelerada del equilibrio natural y nuestro planeta, se han vuelto
absolutamente desacreditados de ser una solución para preservar el
planeta, la vida y la propia especie humana ni podrán solucionar
esta crisis global, porque aumenta la deuda ecológica y amenaza la
sobrevivencia de los seres vivos y la subsistencia del planeta al no
dejar los recursos naturales renovarse al ritmo con el que se consumen.
El mismo desmoronamiento de estos modelos y sus amenazas a la vida
y el planeta deshabilitan la opción de hacer valer su continuación o
encontrar caminos que prometan más de lo mismo.
Por ello, quieren saber cuál es la propuesta de la nación indígena
originaria. Necesitan conocer los valores del mundo indígena, de la
Cultura de la Vida. Están ansiosos de entender nuestras formas de
130
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
organización, quieren saber cómo los indígenas hemos garantizado
el equilibrio, cómo vivimos en armonía con la naturaleza. Por eso,
cuando hacen sus doctorados, van al Norte Potosí en busca de modelos
de sociedad, donde no ha llegado el occidente todavía. Cuando les
planteamos nuestra propuesta de la vida, la Cultura de la Vida, la
cultura del diálogo, se quedan sin argumentos, dicen que esto es la
propuesta, valoran lo que somos nosotros.
Tiempos de Pachakuti, del Quinto Sol
Al querer construir el Vivir Bien, vemos que el clima se está
volviendo loco y que la Tierra está sin el equilibrio adecuado, al igual
que nosotros, que también nos estamos volviendo locos, estamos sin
el balance ni la armonía necesarios. Estamos viendo que los tiempos
venideros serán muy difíciles para el Planeta, donde el suelo de la
Tierra se pondrá muy caliente, donde habrá gran pérdida de agua.
Pero, reconocemos que no estamos solos aquí. Hay grandes espíritus,
que se encuentran entre nosotros. Están en los animales, en las plantas,
en las piedras, en el agua. Reconocemos que los seres humanos somos
los guardianes de la vida de las plantas y los animales, y si permitimos
que ellos se mueran, nosotros los seguiremos. Asimismo, que tenemos
que cuidar los espíritus de los seres de la antigüedad, que tienen
contacto con nosotros, los achachilas que viven en la Naturaleza,
para que estos tiempos no los afecten o dañen.
Vemos la importancia de los conocimientos astronómicos y científicos
sobre la tierra, el tiempo y el cosmos que tenían y tienen nuestras
naciones, la profecía que la nación maya nos dejaron a los habitantes
del planeta tierra de hoy, un mensaje escrito en piedra, un mensaje de
alerta y de esperanza, que nos habla sobre los cambios que debemos
realizar en nosotros mismos para impulsar la humanidad hacia una nueva
realidad de armonía, los cambios que transformarán simultáneamente
el planeta y el ser humano para dar paso a la nueva era de Luz, la era
de la mujer, la era de la madre, la era de la sensibilidad.
La profecía anuncia, ahora en los tiempos de culminación del Quinto
Sol, en los tiempos de Pachakuti, el final del reino del miedo en
nuestro mundo, el final del tiempo de odio y materialismo. Como
131
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
nuestro sol es un ser vivo que respira y cada 5.125 años se sincroniza
con la galaxia, el enorme organismo en el que existe, recibirá el
sábado 22 de diciembre del año 2012 un fuerte rayo sincronizador
proveniente del centro de la galaxia, que afectará a la Tierra mediante
un desplazamiento de su eje de rotación. Esta respiración de la
galaxia es cíclica y nunca cambia, lo que cambia es la conciencia
del ser humano que pasa por ellos, siempre en un proceso hacia la
perfección.
Los cambios climáticos, los acontecimientos que se están precipitando,
son las señales que nuestros ancestros visionaros nos legaron en sus
sabias enseñanzas, debemos advertir al mundo que estas profecías
son verdaderas, los hijos del maíz, los hijos del jaguar, los hijos del
arco iris, han vuelto, los agoreros, estas serpientes emplumadas, estos
danzantes de la alborada.
Volveremos a ser parte de la galaxia
En este Pachakuti, dejaremos el camino de destrucción por el que
avanza el mundo y la humanidad desaparecerá como raza pensante
que amenaza con destruir el planeta. El mundo atravesará la puerta
que transformará a la civilización actual basada en el miedo en una
vibración mucho más alta de armonía y comprensión para todos los
seres humanos, para dar comienzo a una nueva era, un nuevo Sol.
Entramos en un camino que abra nuestra conciencia y nuestra
mente para volver a ser parte de todo lo que existe, encontrarnos
entre todas y todos, con la tierra y la naturaleza entera, con nuestro
sol, con la galaxia y con todo el universo. Todos los seres humanos
comprenderemos que todo está vivo y consciente, que somos parte de
este todo y que podemos existir en una nueva era de luz y armonía,
donde el reino mineral, vegetal, animal y toda la materia esparcida
por el universo a todas las escalas desde un átomo hasta una galaxia,
son seres vivos con una conciencia del Vivir Bien.
Entrando en una nueva época de aprendizaje, la comunicación y la
reintegración harán que las experiencias y conocimientos adquiridos
estén disponibles sin egoísmos para todos los demás. El respeto y
la flexibilidad serán elementos fundamentales de la espiritualidad,
132
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
transformará al individuo y a la comunidad y hará que el ser humano
sienta a otros seres humanos como otra parte de sí mismo.
Las actividades comunitarias, las manifestaciones artísticas y las
ocupaciones estéticas ocuparán la mente humana, el ser humano
vivirá la primavera galáctica, el florecimiento de una nueva realidad
basada en la reintegración con el planeta y todos los seres humanos,
comprendiendo en ese momento que somos parte integral de un
único organismo gigantesco.
Ofrecemos al mundo la Cultura de la Vida
Cargados de esta energía, las naciones originarias indígenas estamos
resurgiendo en el continente Abya Yala5 , ahora llamado América,
y en todo el planeta. Como una voz de esperanza de un porvenir
más equilibrado, irrumpe la Cultura de la Vida que encarnan nuestros
pueblos, como lo han demostrado a través de la historia. Nuestras
comunidades están impulsando otra forma de vida, la construcción
de otra América, de otra Abya Yala, de otro mundo.
Estamos en tiempos de cambio, en tiempos de grandes desafíos.
Estamos entrando en un Siglo XXI donde la fuerza del más fuerte
resulta insuficiente para someter a las naciones oprimidas que luchan
por su soberanía. Empieza una nueva era impulsada por las naciones
indígenas originarios, dando luz a los tiempos de cambio, a los tiempos
de Pachakuti. Vemos un mundo esperanzador, un mundo de cambios
fundamentales.
Es ampliamente reconocido que las naciones indígenas de hoy somos
de la Cultura de la Vida y no de la cultura de la guerra y la destrucción.
Los pueblos indígenas vivimos en armonía con la Madre Tierra, no
solamente en complementariedad con el ser humano. Esto nos da la
oportunidad que el mundo nos escuche, la oportunidad de discutir,
poner en la mesa del debate nuestros principios, nuestros códigos,
nuestros valores.
Por ser las naciones indígenas el reservorio de saberes ancestrales y
conocimientos científicos de la vida para defender la vida, tenemos
5
En lengua Kuna, Abya Yala quiere decir “tierra en plena madurez “ o “tierra de la eterna juventud”.
133
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
la fuerza moral para mostrar al mundo el camino hacia la solución
de estas crisis y, por tanto, debemos ser consultados como guías para
un cambio que logre recuperar la salud de la Madre Tierra. Ningún
sector, ningún experto, ningún especialista, puede debatir con el
pueblo indígena sobre cómo vivir dentro los límites inherentes de la
madre naturaleza, cómo vivir en armonía con el mundo natural,
Reafirmando que nuestra sabiduría y forma de vida apegada a la tierra
es la única alternativa para el mundo en esta Crisis Global, como la
única solución a las crisis medioambientales, económicos y sociales que
está padeciendo el planeta, ofrecemos al mundo la Cultura de la Vida
como el camino que permitirá que los seres humanos reconozcamos,
que somos parte de la madre naturaleza, que necesitamos restablecer las
relaciones complementarias, de respeto mutuo y de armonía con ella.
Ofrecemos al mundo nuestros principios y códigos culturales,
espirituales, lingüísticos e históricos, los conocimientos y saberes
ancestrales de nuestros abuelos, la memoria histórica que descansa
en la arquitectura, en la cerámica, en la textilería, todo el Saber
guardado que nuestros ancianas y ancianos susurran en el silencio y
que podemos “leer” en sus arrugas y en nuestros libros de piedra, el
hablar de los antepasados con que lagos y mares humedecen nuestras
lenguas, el acontecer ancestral que nuestros genes despiertan y hablan
en nosotros, que los montes y nevados nos dialogan, que los vientos
nos soplan en los oídos.
A partir de las leyes naturales que dan vida
Siendo naciones que tradicionalmente ofrecemos modelos y prácticas en
armonía con la naturaleza, siempre respetamos la tierra, el agua, el aire
y el fuego. Desde nuestros padres y abuelos somos pueblos que sentimos
y respetamos nuestra papa, nuestra yuca y nuestro maíz, nuestros
cerros, nuestros días y noches, con todas sus estrellas. Desde tiempos
inmemoriales acostumbramos hablar con nuestras aguas y respetarlas,
con nuestro sol y nuestra luna, con los vientos, los puntos cardinales y
todos los animales y plantas de nuestras tierras que nos acompañan.
En nuestro principio están las bases de lo que actualmente somos.
Siempre hemos considerado a la naturaleza algo tan importante como
134
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
nosotros mismos. El agua que recibimos del cielo, las montañas, los
bosques y las tierras vive todavía en el corazón de nuestros pueblos.
No en balde somos pueblos que todavía distinguimos el sabor sagrado
del agua viva.
En relación con nuestra madre tierra aprendimos a leer la niebla, el frío
y el calor, los temblores ligeros de la tierra y los eclipses, aprendimos a
interpretar el sonido de nuestros ríos o dialogar con el viento que sale
de los pozos naturales y los ríos subterráneos para poder interpretar
los fenómenos naturales y planear nuestras actividades del año.
Supimos prevenir cualquier catástrofe con la ayuda de nuestros
conocimientos milenarios y nuestra organización comunal. Teníamos
los sixis y pirwas, los qullqas y tampus llenos para resistirlos, aún si
hubiesen durado cinco o diez años. Más, nuestra vida en completa
armonía y respeto mutuo con la madre naturaleza, con la Pachamama,
no daba lugar a los catástrofes “naturales” ocasionados por la cultura
occidental ahora, frente a los cuales somos ahora indefensos, porque
han destruido nuestros territorios, ayllus y nuestra organización
comunitaria.
135
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Impulsar los Diez Mandamientos
Frente a la amenaza a la Madre Tierra, cada vez más agravada por su
convergencia con el cambio climático y las demás crisis, nuestro
hermano presidente Evo Morales propone Diez Mandamientos para
salvar al planeta, a la humanidad y a la vida, basados en el Vivir Bien, en
la vivencia de nuestros pueblos, en nuestra visión sobre la Madre Tierra.
Viendo las cada vez más vemos profundas coincidencias entre el
movimiento indígena, las organizaciones de los movimientos sociales
y muchas personalidades de los distintos países, que compartimos
la visión sobre la vida, la humanidad y el planeta tierra, propone
compartir y debatir estos mandatos entre nuestras comunidades,
nuestras organizaciones, para que de manera conjunta buscar cierto
equilibrio en el mundo.
Entre los más importantes mandatos, el Primero es acabar con el
sistema capitalista vigente, inhumano, con su desarrollo industrial
ilimitado, si queremos salvar al planeta tierra para salvar la vida
y a la humanidad, ya que nos trae egoísmo, individualismo, hasta
regionalismo, la sed de ganancia, la forma de vivir en lujo, sólo pensar
en el lucro y no jamás en la armonía entre los seres humanos que
vivimos en el planeta tierra.
Segundo es renunciar a la guerra, porque de las guerras no ganan las
naciones sino las transnacionales. Debemos decir a nuestros países
que terminen, acaben, renuncien a esa industria de la muerte que es
la guerra, que inicien el desarme para garantizar la preservación de la
vida del planeta, que renuncien al intervencionismo, la soberbia y el
autoritarismo de unos países a otros países, que destinen los trillones
de millones que se destinan a la guerra para curar a la madre tierra que
está herida por el cambio climático.
La tercera propuesta es un mundo sin imperialismo ni colonialismo,
donde las relaciones no deben tomarse como una dependencia, como
un sometimiento de un país a otro, sino deben estar orientadas hacia
la complementariedad y tomar en cuenta las profundas asimetrías
que existe de familia a familia, de país a país, de continente a
continente.
136
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
El cuarto punto está orientado al tema del agua, el agua como un
derecho humano y de todos los seres vivientes de este planeta. Hasta
sin luz podemos vivir, sin foco, sin energía podemos vivir, pero no
podemos vivir sin agua, porque el agua es vida, un recurso natural
de vivencia. Vivimos un modelo económico que nos trae cambio
climático en las fuentes de agua. Nuestros nevados, glaciares, montañas
van desapareciendo, la sequía está provocando la desforestación.
Vivir Bien, no vivir mejor a costa del otro
Como quinto mandato, debemos buscar cómo acabar con el derroche
de energía. En 100 años estamos acabando con la energía fósil creada
durante millones de años. Como algunos presidentes reservan
tierras para automóviles de lujo y no para el ser humano, para
agrocombustibles, que causa problemas en las economías familiares
de las distintas regiones del mundo, debemos crear una conciencia
en nuestras naciones para que la tierra beneficie a los seres humanos,
implementar políticas para frenar los agrocombustibles y de esta
manera evitar hambre y miseria para nuestros pueblos.
Otro mandato es el respeto a la Madre Tierra, porque la tierra es
nuestro hogar y nuestra vida. El sistema capitalista trae a la Madre
Tierra como una materia prima, pero la tierra no puede ser entendida
como una mercancía, ¿quién puede privatizar o alquilar a su madre?
Desde el movimiento indígena buscamos cómo influir a los otros
sectores sociales, sean urbanos, sean rurales, cómo persuadir a los
sistemas económicos vigentes, a las políticas de privatización, para
que puedan entender que la tierra es nuestra madre, para que respeten
a la Madre Tierra y nuestra forma de Vivir Bien en comunidad.
Proponemos al mundo organizar un movimiento internacional en
defensa de la Madre Naturaleza, un movimiento que permita defender
la vida, recuperar la salud de la Madre Tierra y restablecer la vida
armónica y responsable con ella, que permita salvar a la humanidad,
salvar al planeta tierra.
Luego propone acabar con el consumismo, el derroche de recursos
naturales y el lujo, la emisión de gases de efecto invernadero y la
137
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
generación de basura que contamina y daña a la Madre Tierra, consumir
nomás lo necesario, priorizar lo que producimos y consumimos
localmente, para que millones y millones no mueran de hambre cada
año mientras millones de dólares se gastan para combatir la obesidad
del otro polo de la sociedad.
El penúltimo punto apuesta a un estado plurinacional donde todos
estemos al interior de éste, blancos, morenos, negros, todas y todos,
respetando nuestras diferencias, no solamente fisonómicas, también
económicas, con economías manejadas por las comunidades, las
asociaciones, hasta por la propiedad privada, pero sin permitir el saqueo
a nuestros recursos naturales o la explotación a nuestros hermanos.
Como último y décimo mandato, planteamos el Vivir Bien, no vivir
mejor a costa del otro sino en armonía entre hombre y mujer y con
la Madre Tierra, respetando las formas de vivencia de la comunidad,
compartir, complementarnos y no competir., una vida sencilla que
reduzca nuestra adicción al consumo y mantenga una producción
equilibrada.
Derechos de la Madre Tierra
Al declararse el Día Internacional de la Madre Tierra el 22 de abril
de 2009, nuestro hermano presidente Evo Morales hace un llamado
al mundo de que ha llegado la hora de reconocer que la tierra no nos
pertenece, sino que más bien nosotros pertenecemos a la tierra, que
la misión de los seres humanos en el mundo es velar no sólo por sus
propios derechos sino también que tenemos responsabilidad con la
Madre Tierra y todos los seres.
Como una medida para lograr ello, propone a los 192 gobiernos de
las Naciones Unidas consensuar una Declaración Universal de los
Derechos de la Madre Tierra, que debe ser basada en los siguientes
cuatro principios:
1. El derecho a la vida, que significa el derecho a existir. El derecho
a que ningún ecosistema, ninguna especie animal o vegetal, ningún
nevado, río o lago sea eliminado o exterminado por una actitud
irresponsable de los seres humanos. Los humanos tenemos que
reconocer que también la madre tierra y los otros seres vivientes
138
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
tienen derecho a existir y que nuestro derecho termina allí donde
empezamos a provocar la extinción o eliminación de la naturaleza.
2. El derecho a la regeneración de su biocapacidad. La Madre Tierra
tiene que poder regenerar su biocapacidad. La actividad humana sobre
el Planeta Tierra y sus recursos no puede ser ilimitada. El desarrollo
no puede ser infinito. Hay un límite, y ese límite es la capacidad
de regeneración de las especies animales, vegetales, forestales, de
las fuentes de agua y de la propia atmosfera. Si los seres humanos
consumimos y peor aun derrochamos más de lo que la Madre Tierra
es capaz de reponer o recrear entonces estamos matando lentamente
nuestro hogar, estamos asfixiando poco a poco a nuestro Planeta, a
todos los seres vivos y a nosotros mismos.
3. El derecho a una vida limpia, que significa el derecho de la Madre
Tierra a vivir sin contaminación. Porque no solo los humanos
tenemos derecho a vivir bien, sino que también los ríos, los peces, los
animales, los árboles y la tierra misma tienen el derecho a vivir en un
ambiente sano, libre de envenenamiento e intoxicación.
4. El derecho a la armonía y al equilibrio con todos y entre todos y
todo. Es el derecho a ser reconocida como parte de un sistema del
cual todo y todos somos interdependientes. Es el derecho a convivir
en equilibrio con los seres humanos. En el Planeta hay millones de
especies vivas, pero solo los seres humanos tenemos la conciencia y
la capacidad de controlar nuestra propia evolución para promover la
armonía con la naturaleza.
Cumplir nuestra responsabilidad con la Madre Tierra
Pero, más allá de hablar de derechos de la Madre Tierra, convirtiendo
nuestra responsabilidad ante las Leyes de la Naturaleza en una Ley
del Hombre, nos preguntamos, siendo los hijos de la Madre Tierra,
¿cómo los seres humanos podemos hablar de Derecho de la Madre
Tierra, cómo podemos atrevernos otorgar derechos a nuestra madre,
a la Madre Tierra, cuando nuestros padres nos enseñan que debemos
respetar, honrar y obedecer a nuestra madre, a nuestros padres?
Hablar de Derecho de la Madre Tierra, es asumir que los seres
humanos tengamos la potestad de otorgar cualquier Derecho a ella,
139
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
a la naturaleza, o que lo tenga una autoridad jurídica o de derecho
conforme las Leyes del Hombre. Pero, los seres humanos no somos
quienes podamos atribuirnos tal facultad sin tomar en cuenta las
Leyes de la Naturaleza.
Siendo parte de la naturaleza, siendo los hijos, los uywas de la Madre
Tierra, siendo hermanas y hermanos con el viento, las estrellas, las
plantas, la piedra, el rocío, los cerros, las aves, el puma, a nosotros los
seres humanos, nos toca cumplir las Leyes de la Naturaleza, cumplir
con la Madre Tierra, cuidar a la Pachamama.
Nos toca cumplir las exigencias de la naturaleza, las exigencias de la
Madre Tierra, cumplir nuestra responsabilidad con la Madre Tierra,
con el equilibrio de la naturaleza, con la capacidad de autorregulación
de Madre Tierra, de la vida, de asegurar y mantener en equilibrio las
condiciones de existencia de sí misma y la armonía del planeta.
No podemos creernos los dueños del universo capaces de otorgar
derechos a la naturaleza, a la Madre Tierra, a la Pachamama, conforme
las Leyes del Hombre, obviando las Leyes de la Naturaleza.
Dentro los límites de nuestra madre naturaleza
Asumiendo esta visión, no es suficiente poner en papeles supuestos
derechos de la naturaleza, de la Madre Tierra, firmar convenios,
elaborar constituciones o leyes del hombre que supuestamente
garanticen esos llamados derechos.
Al contrario, para cumplir con la Pachamama, con la Madre Tierra,
nos toca despertar la energía comunal, potenciar la energía comunal,
con creatividad, entusiasmo y acción conjunta tomar iniciativas
propias desde nuestras comunidades y, si tenemos esta posibilidad,
también con apoyo desde nuestros gobiernos propios, asumir nuestra
responsabilidad de construir un Vivir Bien para todos dentro los
límites que la salud de nuestra madre naturaleza nos permita.
Dejando de confiar en la filosofía y los conceptos colocados por una
minoría autoescogida, dejando de confiar en la economía, sociología,
derecho, ciencias sociales de técnicos e intelectuales, educadores
y formadores, capacitadores y facilitadores antropocentristas, nos
140
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
toca comenzar a forjar nuestro destino con la plena capacidad que
detenemos, reconstruir NOSOTROS MISMOS nuestras formas
de vivencia comunal en armonía con la Madre Tierra en nuestras
comunidades y naciones con nuestras propias manos, con nuestros
propios corazones y nuestras propias cabezas.
A partir de la sabiduría de la mujer
Cumpliendo con ello, proponemos un nuevo varón/mujer, un
chachawarmi en interacción y armonía con la pacha en comunidad.
Entre las mujeres y hombres, que somos semejantes diferentes,
podamos disminuir nuestras visiones distintas y, aprendiendo de
la mujer, fortalecer las visiones que nos unen para volvernos más
semejantes que diferentes, para guiarnos más por el hemisferio
derecho del cerebro, que es creativo, ve el conjunto a largo plazo
y predomina en la mujer, que por el hemisferio izquierdo, que es
mecánico, orientado al detalle en el corto plazo y usado más por los
hombres. Podamos guiarnos más por el corazón que por la razón, lo
que es reflejado en el símbolo de las manos cruzadas, donde la mano
izquierda (corazón o hemisferio derecho) sobre la derecha (razón o
hemisferio izquierdo) expresa la dualidad complementaria.
En este marco, el papel de la mujer se está volviendo cada vez más
crucial, cada vez más imprescindible. Al darnos de cuenta que ha
141
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
fracasado el modelo de sociedad impulsado por el hombre, ha fracasado
la dudosa racionalidad que rige la expansión de los mercados, que
imponen el consumo de bienes de uso único, producidos mediante
costosas e insostenibles tecnologías, la sabiduría de las mujeres
constituye una inestimable alternativa, que debe ser reconocida y
salvaguardada para las generaciones futuras.
Encontrando la armonía entre todas y todos, la complementariedad y
el vivir en común-unidad desde los valores ancestrales de convivencia
con la pacha, podamos construir un mundo en que las mujeres dejen
de ser tratadas como víctimas, dependientes, menores de edad, un
mundo en que las mujeres puedan potencializar y reconstituir su
fuerza de dar vida y criar la vida.
Estrategias frente al Cambio Climático
Espacio atmosférico para nuestros países
Entre nuestras estrategias de enfrentar el cambio climático, una
apunta a hacer los países industrializados asumir su responsabilidad
de parar el cambio climático para estabilizar las temperaturas y el
clima de la tierra, hacerles reducir sus emisiones de gases de efecto
invernadero hasta un nivel que se quede dentro la capacidad limitada
de la tierra de absorber estos gases, tomando en cuenta que se incluya
en ese nivel suficiente espacio atmosférico libre para nuestros países
de manera que nos dé posibilidad de arrojar a la atmósfera tantas
emisiones de gases de efecto invernadero que aseguren nuestro
crecimiento y desarrollo en el futuro, compensándonos de esta
manera por el espacio atmosférico perdido.
Otra busca obligar a los países industrializados pagar la deuda de
adaptación, es decir, a través de financiamiento y transferencia
de tecnología compensar a los países del Sur para que podamos
hacer frente a los efectos adversos del cambio climático causados
por las emisiones históricas y actuales provenientes de los países
industrializados, ayudándonos a financiar los costos necesarios para
mitigar y adaptarnos a estos efectos del cambio climático.
Las dos estrategias se basan en la existencia de una deuda climática
que los países industrializados han contraído con nuestros países y
142
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
con el planeta, una deuda acumulada de emisiones de esos países, que
por su alta concentración atmosférica niegan el espacio atmosférico
necesario para el desarrollo y los objetivos de reducción de la pobreza
de nuestros países. Es una deuda que nos deben por amenazar la
integridad del sistema climático de la Tierra, por desperdiciar los
recursos compartidos del planeta que pertenecen a todos los pueblos
de manera equilibrada, y por mantener estilos de vida que continúan
amenazando las vidas y los medios de vida de la mayoría de la
población del planeta.
Que restauren a Pachamama
En este marco, Bolivia propone a todos los pueblos del mundo
incorporar en la lucha contra el cambio climático el espíritu de los
Diez Mandamientos para Salvar el Planeta, la Humanidad y la Vida.
Inicia el planteamiento, señalando la importancia de atacar las causas
estructurales del cambio climático, cambiar tanto el sistema capitalista y el
modelo energético como los hábitos de consumo irresponsable, ambiciones
de lujo y afanes de derroche de los países industrializados, sin lo cual las
medidas serán simples paliativos. Exhorta al mundo adoptar el Vivir Bien
basado en la complementariedad en armonía con la naturaleza dentro los
límites del planeta Tierra, en vez de seguir con el modelo del vivir mejor
con su desarrollo ilimitado, acumulación creciente, industrialización sin
fronteras y consumo excesivo de combustibles fósiles y agrocombustibles.
Frente a la pretensión de los países industrializados de hacer a todos
los países asumir responsabilidades parejas, tratando de impulsar
la idea de que los países del Sur suscribamos compromisos de
reducción de emisiones, Bolivia insta a los países industrializados,
como causantes de los daños causados por el cambio climático y del
desequilibrio con la naturaleza, asumir su responsabilidad y reconocer
compromisos necesarios que les obliguen reducir sus emisiones de gases de
efecto invernadero en un mínimo de 40% para el 2020 y del 90% para el
2050, compromisos que deben hacerse de manera interna en sus países y
no a través de mecanismos de mercado.
Considerando que para atender la deuda climática que los países del Norte
tienen con el planeta, Bolivia propone crear un Mecanismo Financiero
143
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Integral que sirva para resarcir a los países del Sur con apoyo que coadyuve
a nuestros esfuerzos de adaptación y mitigación, como también para dar
cumplimiento real y efectivo a la creación y transferencia de tecnología
apropiada para la restauración de Pachamama a su estado normal y la
reconstrucción de un Vivir Bien que no repita los errores del proceso de
industrialización salvaje, una tecnología que entre otros casos sirva para
devolverle al Tunari y Chacaltaya sus capas de nieve. Considera que
estas medidas deben ser enmarcadas en los planes nacionales, priorizando
los países menos culpables a esta agresión a la Madre Tierra, los países que
preservan la naturaleza y/o los que más sufren los impactos.
Poca voluntad para con los países del Sur
Pero, viendo que los países industrializados hasta ahora muestran poca
voluntad de generar financiamiento y transferencia tecnológica para
con los países del Sur, es muy probable que su voluntad y capacidad
económica seguirá disminuyendo al ritmo de la capacidad económica
cada vez menor de esos países como resultado del agravamiento de
las crisis económicas provocadas por el avance de la crisis energética,
crisis económicas que conforme todas las proyecciones le espera al
mundo y en particular a los países industrializados por la cada vez
menor acceso a la energía necesaria para seguir alimentando el
crecimiento y el desarrollo.
Por ello, más que basar nuestras esperanzas en ayudas poco confiables
desde afuera, nos toca trabajar conforme una estrategia dirigida a
enfrentar los impactos del cambio climático en nuestros países con
prácticas y recursos propios desde el seno de nuestras comunidades a
través de la potenciación de la energía comunal y la construcción del
Vivir Bien. En cuanto avancen las crisis a nivel mundial, esta estrategia
interna se volverá cada vez más importante, por lo que a nuestras
comunidades nos toca desenrollarla con nuestros propios recursos
dentro nuestras fronteras, complementando estos con prácticas de
hermandad entre nuestras naciones que puedan coadyuvar a los
esfuerzos de nuestras comunidades.
A partir de la experiencia de nuestras comunidades soberanas, nos toca
potenciar la energía comunal de los seres humanos organizados, sabios,
144
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
movilizados y dotados de identidad, para desde las comunidades locales y
naciones indígenas originarias impulsar de manera soberana acciones,
programas y planes de mitigación y adaptación que lleven a consolidar y
reconstruir la vida y las formas de vivencia en comunidad de nuestros
antepasados, donde la vida es comunal, armónica y autosuficiente.
Para que podamos apropiarnos del tema
En este marco, Bolivia ve como importante recoger y promover las prácticas
de armonía con la naturaleza de las comunidades y naciones indígenas
originarias, quienes a lo largo de los siglos siempre impulsamos la defensa
de la Madre Tierra y conservamos la naturaleza. Ratificando este papel
fundamental de las naciones indígenas originarias, a Bolivia le toca
asumir el liderazgo e impulsar nuestra agenda en los esfuerzos de
las naciones del mundo de construir soluciones a largo plazo a esta
violación a la Pachamama que es el cambio climático.
Ultimo, Bolivia expresa la necesidad de crear una Organización Mundial
del Medio Ambiente y el Cambio Climático que tenga facultades superiores
a las organizaciones comerciales y financieras multilaterales, para que
promueva la construcción de un Vivir Bien amigable con la naturaleza a
fin de poder salvar al planeta del derroche de los recursos naturales y los
combustibles fósiles en los procesos de producción, comercio y transporte
de productos.
Para que Bolivia pueda seguir asumiendo este papel protagónico, es
preciso asegurar que las comunidades y naciones indígenas originarias,
los movimientos sociales y nuestro pueblo en general, podamos
apropiarnos activamente y de manera soberana del tema a partir de
nuestra propia agenda para tomar liderazgo en este movimiento de
defensa a la Madre Tierra y poder contribuir a la profundización y
concientización del planteamiento boliviano, sustentando nuestra
propuesta de solución en la construcción del Vivir Bien como ejemplo
de una Vida que no produce cambio climático sino que se mantiene
dentro los límites que la salud y los recursos del planeta permitan a
partir de la potenciación de la energía comunal basada en nuestras
prácticas y recursos propios.
145
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Recuperar la salud de la Madre Tierra
Devolver al planeta su fertilidad
Por tanto, no podemos salvar a la humanidad y el planeta tierra ni
solucionar esta Crisis Global, si no salvamos a la Madre Naturaleza
de los desastres que en su decadencia está provocando la cultura
de dominación de la naturaleza de los modelos de acumulación
occidentales. Es obligación de los pueblos, fuerzas sociales, fuerzas
políticas, organismos internacionales, recuperar la forma de vivencia en
armonía con la naturaleza para devolver a la madre tierra su fertilidad.
Para no violar los procesos de auto regulación de la vida y del planeta,
debemos defender la herencia común de nuestras semillas y de la
variedad natural de especies de plantas y animales. Como hijos de
Pachamama, debemos responsablemente construir juntos entre las
naciones del mundo una vida de abundancia en armonía HombreNaturaleza, donde todos y todo vivamos bien dentro los límites de
la naturaleza, dentro los límites del planeta Tierra, reconociendo su
espiritualidad y que un cambio espiritual puede proteger la vida.
La Pachamama nos necesita
Fortalezcamos la vida armónica entre hombre y naturaleza, donde
todo es VIDA, donde todos somos uywas, criados de la naturaleza y
del cosmos, donde todo somos parte de la naturaleza y no hay nada
separado, donde el viento, las estrellas, las plantas, la piedra, el rocío,
los cerros, las aves, el puma, son nuestros hermanos, donde la tierra
es la vida misma y el hogar de todos los seres vivos.
El Tata Inti nos da vida, calor, y con las lluvias empieza a fecundar
la tierra. Pachamama nos da de comer, vestidos y techo. Vivimos en
las faldas de ella y nos alimentamos de su leche, el agua, que nos
da vida y alegría, mientras los cerros y las selvas son toda nuestra
fortaleza. Vivimos también para ella y en constante diálogo con ella.
Dependemos de ella y ella depende de nosotros. Igual que a nuestra
mamá, tenemos que cuidar a Pachamama. Ella también nos necesita
para poder seguir viviendo en plena salud.
146
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Desde el movimiento indígena tenemos que buscar cómo influir a
otros sectores sociales, sean urbanos, sean rurales, cómo persuadir a los
sistemas económicos vigentes, a las políticas de privatización, para que
puedan entender que la tierra es nuestra madre, para que respeten a la
Madre Tierra y nuestra forma de Vivir Bien en comunidad. Tienen que
entender que la tierra y la naturaleza no puedan ser vendidas y acaparadas
bajo las leyes del mercado, sino la tierra y todos los recursos que ella
cobija tienen que ser gestionada de manera responsable y armónica por
la sociedad en su conjunto, con complementariedad y respeto.
Tenemos que asumir medidas que contribuyan a limitar el consumismo,
el derroche de recursos naturales, la eliminación de gases de efecto
invernadero y la generación de basura que contamina y daña a la
Madre Tierra.
Partamos de la experiencia de nuestras comunidades indígenas
originarias, donde:
salvamos la vida y la naturaleza cuidando a la Madre Tierra
como nuestra madre, hija, hermana más que tratar al agua, los
animales, las plantas, los genes y otros aspectos de la vida como
mercancías. Ya no podemos seguir tratando a nuestra propia
madre como mercancía, como una materia prima, como hace
el sistema capitalista. ¿Quién podría privatizar o alquilar, fletar
a su madre?
A base de ciclos cerrados
Para ello, necesitamos comprender los principios de la vida y de la
madre naturaleza y aprender de ella como reconstruir nuestra forma de
vida y uso de recursos naturales de manera que volvamos a encajarnos
armoniosamente en la vida natural, de reinsertarnos en su equilibrio.
Podemos aprender de ella, no porque sea una “maestra moral”, sino
porque funciona, porque es perfectamente equilibrado después de
cuatro mil millones de años de vida, autorreparación, reajuste continuo
de su complejísimo funcionamiento y adaptación mutua entre todos
sus seres. No es estática, sino mantiene una estabilidad dinámica
gracias a sus propios mecanismos de autorregulación de la vida.
147
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Si contemplamos a la madre naturaleza con una “mirada económica”,
vemos que es una “economía” cíclica, totalmente renovable y
autorreproductiva, sin desechos, cuya fuente de energía es inagotable
en términos humanos: la energía solar en sus diversas manifestaciones,
incluyendo el viento y las olas. La característica fundamental de esta
economía cíclica natural es que funciona a base de ciclos cerrados
de materia, donde cada residuo de un proceso se convierte en
la materia prima de otro: los ciclos se cierran. Por el contrario, la
economía industrial occidental desarrollada en los últimos dos siglos
es de naturaleza lineal en lo que se refiere a los flujos de materia y de
energía: los recursos quedan desconectados de los residuos, los ciclos
no se cierran.
En concreto, la madre naturaleza:
1.
Funciona a partir de la luz solar sin usar más energía que la
indispensable.
2.
Reciclando todo conforme su propia autorregulación, se
mantiene dentro los límites de su capacidad de subsistencia
sin dar lugar a excesos.
3.
Aprendiendo de su contorno, cuida tanto el equilibrio
entre las múltiples variedades de especies como la vida de
las generaciones futuras.
Beneficioso para la salud del planeta
Sumado a esto, al contrario de ser una amenaza para el planeta y
el bienestar de la humanidad, la crisis del petróleo más bien pueda
aportar a la salvación del planeta y el medio ambiente, contrarrestando
la amenaza del cambio climático, cuando el petróleo comience a
escasear y su precio llegue a pasar los mil dólares el barril.
Al principio, pueda ser doloroso para muchos de nosotros, pero
muy probablemente sería beneficioso para la salud del planeta. Nos
obligará aprender a vivir con menos energía, asumir el desafío de
cambiar seriamente nuestra visión de vida y nuestro modo de vivir,
de rediseñar prácticas agrícolas y producción de alimentos, nuestros
148
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
sistemas de transporte, nuestras ciudades, construir un nuevo mundo
post-petróleo en que la humanidad viva en armonía consigo misma
y con la tierra.
En este marco, Bolivia propone al mundo organizar un movimiento
internacional en defensa de la Madre Naturaleza, un movimiento
que permita defender la vida, recuperar la salud de la Madre Tierra
y restablecer la vida armónica y responsable con ella, que permita
salvar a la humanidad, salvar al planeta tierra.
Que el norte pague la deuda ecológica
Como los causantes del desequilibrio con la naturaleza y la
sobrevivencia del planeta son los países occidentales del Norte, lo que
se requiere cambiar es ante todo el Norte. En el marco de un respeto
a la vida armónica con la madre naturaleza y la convivencia entre
las personas, las relaciones Norte-Sur deben basarse en la obligación
de los países del Norte de no superar el límite máximo de consumo
dentro la capacidad de regeneración del planeta.
149
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Deben asumir su responsabilidad de los daños, parar el cambio
climático y la sobreexplotación de los recursos naturales del planeta,
y enfrentar la degradación irrevocable de la materia y la energía.
Deben pagar la deuda ecológica y climático en vez de que los países
del Sur paguen la deuda externa, y no solamente con los países del
Sur sino con todos los países del mundo.
A las familias del otro polo de la sociedad que sólo buscan lujos a
cambio de que millones y millones no tengan posibilidades de vivir
bien, que gastan millones de dólares en cómo adelgazar, para combatir
la obesidad, mientras millones mueren de hambre cada año y la
salud del planeta se agrava, a estas familias hay que persuadirles que
abandonen el lujo y el exceso de consumo, que no piensen solamente
en la plata, en acumular capital para pocas familias o para regiones, sino
que piensen en los demás, que piensen en la vida, en la humanidad,
en el planeta, en la Madre Tierra. A estas familias, hay que mandarles
jarabe de coca, porque el jarabe de coca combate la obesidad.
Bajar la palanca para el futuro
Dar un giro radical a las economías occidentales
Estimuladas por la sabiduría y la experiencia de nuestras comunidades
indígenas originarias, ya están surgiendo soluciones en muchos
lugares para enfrentar la profunda crisis actual, y mucha gente y
organizaciones proponen otros modelos de vida.
Consideran que las distintas crisis que componen la Crisis Global
pueden ser enfrentadas por medio de los mismos cambios estructurales
porque todas tienen el mismo origen estructural, que pueden ser
enfrentadas con soluciones que a la vez sean locales y globales,
personales y políticas, visionarias y concretamente prácticas, donde
la solución a cada crisis es la solución a todos.
Por la gravedad del fenómeno, proponen que los individuos y las
naciones debamos cerrar el prolongado ciclo de civilizaciones,
cuya última etapa es la del mundo occidental. Debemos iniciar
inmediatamente una transición necesaria de todas las economías
pudientes y poderosas, dar un giro radical en el rumbo de las economías
occidentales. Debemos iniciar las transformaciones estructurales
150
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
necesarias para sustituir los actuales modelos de desarrollo basados
en el capitalismo y el socialismo, en la mercancía, en la explotación
irracional de la humanidad y los recursos naturales, en el derroche
de energía y en el consumismo. Iniciar cambios locales, regionales
y globales hacia modelos que priorizan la vida, la armonía y el
complementarnos entre los seres humanos y con la naturaleza.
Rápidamente dejar de usar energías fósiles
Como los países del Norte han crecido desmesuradamente gracias a
un “subsidio fósil” que ha permitido a la economía crecer sin parar,
sustentándose en la extracción de recursos finitos (petróleo, gas,
carbón, etc.), creados durante millones de años y que han acabado en
apenas 100 años, esto implica para el Norte un cambio completo del
modelo energético, que significa acabar rápidamente con el derroche
de energía y dejar de usar sistemas basados en energías fósiles. En
este marco, a nivel mundial debemos comprometer a los países del
Norte ponerse de acuerdo sobre plazos fijos anuales que lleven a una
disminución del alto consumo del petróleo, carbón y gas. Tampoco
deben usar sistemas “alternativos” de energía a gran escala, diseñados
para extender el crecimiento industrial, incluyendo la energía nuclear,
hidroeléctrica macro, carbón limpio, agrocombustibles industriales, y
la quema de sustancias peligrosas y desechos urbanos.
Una alternativa es usar energías alternativas y renovables en
pequeña escala orientadas a lo local, energías limpias y amigables
con la naturaleza, incluyendo energía solar y eólica, hidroeléctrica
en pequeña y mediana escala en nuestras regiones, geotérmica y
mareomotriz, agrocombustibles locales, que no amenacen a la vida
del planeta ni destruyen a la Madre Tierra. Pero, aún con una canasta
de estas fuentes, no podamos conseguir más energía que la equivalente
de 3 a 5 mil millones de barriles de petróleo por año, que es igual a lo
que el mundo entero usaba durante los años cincuenta y corresponde
a unos 10 a 20% de los 30 mil millones de barriles que sustentan el
actual crecimiento económico y sociedad de consumo.
Revertir el crecimiento económico ilimitado
Por tanto, en un período relativamente corto, este cambio radical
debe influir substancialmente en el alcance y la forma de nuestros
151
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
sistemas productivos y de intercambio, y en la generación de riqueza
y modelos de consumo. Debemos abandonar tanto la adicción
al productivismo como la fe en la economía del crecimiento, del
progreso y del desarrollo, sea sostenible o no, olvidando los mitos
de su eficiencia, porque las soluciones a la crisis requieren revertir el
crecimiento económico ilimitado de los países del Norte y anular el
crecimiento ininterrumpido de los hábitos de consumo material y el
constante crecimiento de la inversión física.
Asimismo, debemos contener el optimismo tecnológico y perder
nuestra adicción a soluciones técnicas de gran escala, que no
logran alcanzar verdaderas soluciones en el largo plazo, evitando la
industrialización. Es decir, dejar de usar las ganancias empresariales y
la acumulación de riqueza personal como mecanismos fundamentales
para lograr bienestar social.
Como son en primer lugar los flujos materiales y energéticos
provenientes de los países del Sur que permiten mantener los ritmos
de producción y consumo del modelo occidental del Norte, debemos
cesar esos flujos de materiales y energía que salen en condiciones
desfavorables con precios bajos y altos impactos a la naturaleza y los
medios de vida de la gente. Para superar el espejismo de un crecimiento
infinito al precio de la degradación irrevocable de la naturaleza del
Sur por medio de la depredación de sus recursos naturales originarios
y la exportación de los residuos a sus territorios, debemos llevar
adelante cambios estructurales en la economía mundial para cambiar
las condiciones comerciales de manera que el comercio de larga
distancia deje de ser un instrumento de crecimiento, dirigiendo la
actividad económica fuera de las economías globalmente centralizadas
y orientadas a la exportación.
Bajar la palanca….
En primer lugar a los países industrializados, les toca bajar la palanca
para el futuro para construir un Vivir Bien en torno de las necesidades
básicas de la vida con más bajos niveles de producción material, de
uso absoluto de energía y materias primas, y de consumo material,
es decir, les toca reducir a la décima parte su consumo de energía y
152
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
materiales, liberando así espacio ambiental para que podamos vivir
decentemente los seres humanos del Sur, como también los demás
seres vivos de la naturaleza.
Reconociendo que vivimos en un planeta finito con una capacidad
limitada para mantener en vida las especies que alberga y para balancear
los desequilibrios actuales del mundo, debemos encaminar a los países
del Norte hacia un descrecimiento o acrecimiento económico que
impulse una vida con una producción menos productiva y un consumo
respetuoso de la naturaleza, una vida con economías probablemente
basadas en el aprovechamiento de la luz solar por medio de la
fotosíntesis, asegurando que éstas no superen la capacidad de carga de
la tierra en cuanto a consumo de materia y energía.
Ello le obligaría al Norte descartar gran parte de su actual sistema
de transporte, de industria y de agricultura, ya que los materiales no
renovables extraídos en la historia del crecimiento capitalista deberían
ser más que suficientes para asegurar una calidad de vida adecuada de
las poblaciones del Norte. Por lo tanto, puedan dejar la extracción
de materiales y energía y la producción de bienes para dedicarse
al reciclaje y el mantenimiento de los materiales ya producidos,
comenzando a entender los productos de la industria como bienes
durables en vez de concebirlos como bienes de consumo.
No podemos aceptar la entrega de mercancías dentro de bolsas,
paquetes, moldes y botellas de plástico que van a tardar miles de
años en disolverse en nuestras tierras o que al quemarse van a llenar
de cáncer nuestros cuerpos. Debemos liberarnos de aparatos que se
alimentan con infinitas baterías eléctricas que envenenan nuestras
aguas, y el uso de miles y miles de llantas de todo tipo de vehículos
automotores, que desechadas trágicamente paran como material de
incineración en los hornos industriales.
Así, debemos lograr una reducción económica global que nos llevará
a mantener una producción material con el uso de tecnologías que
crean más trabajo y que protejan la naturaleza, una producción y una
agricultura cercana a la población que deje una huella ecológica igual
o inferior a un planeta, evitando los kilométricos viajes de todas las
mercancías.
153
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
….para vivir en abundancia….
La maniática aceleración que experimentan las sociedades industriales
y el vicio salvaje del usar y botar se opone frontalmente a la duración
y la perdurabilidad que caracteriza a una sociedad en armonía con la
naturaleza. Por tanto, debemos impulsar una economía que, tomando
en cuenta las asimetrías Norte Sur y Sur Norte, defienda la vida a largo
plazo y lleve a un Vivir Bien para todos de abundancia, paz y soberanía
local y regional, donde compartamos de manera equilibrada los recursos
globales y locales entre las naciones del mundo en armonía con la
naturaleza y dentro los límites que su salud y recursos permitan.
Aprendiendo de la naturaleza y de su funcionamiento, podemos sugerir
estos principios básicos para la reconstrucción de una economía en
equilibrio con la madre naturaleza:
1.
Reinsertarnos dentro los límites de la capacidad del planeta
Tierra de sostenernos, usando el sol como fuente principal de
energía
2.
Cerrar los ciclos de materiales y no transportarlos demasiado
lejos
3.
Respetar el equilibrio entre las múltiples variedades de especies,
evitando los organismos transgénicos y contaminantes.
….de forma sencilla….
Podamos vivir más despacio conforme el tiempo cíclico, entrar
en una fase de desaceleración para tener tiempo para la vida, para
preservar, restaurar y cuidar a la Madre Tierra, igual como cuidamos
las plantas y frutales en nuestro propio jardín, bellas y útiles a la vez,
y también para establecer relaciones personales con todos los seres de
la naturaleza.
Ello exige tiempo y esfuerzo, tanto si hablamos de relaciones con la
naturaleza como si de relaciones humanas. Tiempo para pensar en lo
que hacemos. Tiempo para tomar decisiones a partir de información
confirmada y conocimientos sólidos. Tiempo para evaluar los riesgos
y posibles consecuencias de nuestros actos, y tiempo para reaccionar
154
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
ante los mismos. Tiempo para obtener claridad en las ideas antes que
eficacia, y para saber qué hacemos antes que dejar que nos domine la
velocidad.
Construyendo la cultura de la lentitud, la cultura de los ritmos pausados
y los tiempos lentos frente a la cultura occidental de la rapidez,
contraponiendo un resuelto tiempo es vida a lo que representa el dicho
tiempo es plata, priorizando la calidad frente a la cantidad, la lentitud
consciente frente al apuro enloquecido, cambiamos nuestro modo de
vida actual para adoptar un estilo de vida más sencilla en pequeña
escala que reduzca nuestra adicción al consumo y dependencia a cosas
superfluas. Podamos construir conjuntamente un Vivir Bien personal
y global que no dependa del uso excesivo de los recursos del planeta,
una vida que nos lleve a buscar la armonía entre los seres humanos
y con la naturaleza, que cuide la vida humana y aporte a la salud y
la armonía del planeta. Como dice Gandhi, debemos vivir de forma
sencilla simplemente para que los demás puedan vivir.
….y tener más tiempo para vivir
En vez de seguir haciendo más cosas, necesitamos sobre todo hacer
todo de manera distinta y también hacer menos. Necesitamos
autolimitarnos, autorregular nuestra población, nuestra tecnología,
nuestros modos de convivencia y definir si queremos vivir bien o
155
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
vivir mejor, para que no sobrepasemos los límites del planeta en lo
que se refiere tanto a generación de recursos naturales y energía como
capacidad de absorber desechos y contaminación.
En vez de sustituir autos viejos por coches ecológicos, e instalar aparatos
de aire acondicionado respetuosos con la naturaleza, necesitamos
construir un Vivir Bien sin coche y sin aire acondicionado. Debemos
consumir apenas lo necesario, ya que seguir consumiendo cada vez
más en un mundo limitado es suicidio. No es más rico el que más
tiene, sino el que menos necesita, como dicen los abuelos zapotecas
de Oaxaca, México.
Ello no provocará una disminución en el bienestar humano sino sólo
en el uso de materiales y energía. No es volver al pasado sino más
bien encaminarnos en el futuro de manera responsable. Nos protegerá
de problemas futuros aún más grandes, como riesgos de salud,
degradación ambiental, la brecha de la pobreza global, conflictos
armados y movimientos de refugiados.
Nos dará más tiempo para vivir en tranquilidad como también más
oportunidades laborales que apunten a mantener una producción
equilibrada basada en el Vivir Bien. Asimismo, más tiempo tanto
para salud, higiene y asistencia médica para todos como para tomar
en cuenta a las personas mayores y darle oportunidades educativas
para los jóvenes, seguir luchando por nuestros hijos, para que puedan
crecer en paz, con escuelas y parques donde correr y gritar sin el
peligro de las drogas.
Nos dará más tiempo para una vida humana valiosa, rica en sentido,
tiempo para la meditación, para la contemplación, para el silencio,
para poder enseñar a nuestros hijos el proverbio de nuestros padres que
“un vaso de agua no se le niega nadie”. Asimismo, para crear espacios
compartidos a donde pueda regresar la música colectiva, sin videojuegos
o pantallas gigantes, y para la reconstrucción de espacios para reuniones,
fiestas, bailes u otras prácticas culturales, donde podamos vernos para
pensar, reír, divertirnos y volvernos a soñar juntos.
Para llegar a un Vivir Bien en el Sur que garantice el sustento de los
millones de personas empobrecidas, tal vez será necesario e inevitable
156
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
aumentar en un inicio el uso de materia prima y energía en este
hemisferio hasta lograr el equilibrio entre nuestras necesidades y la
capacidad del planeta de sostenernos. Crecimiento podrá haber, pero
sólo si no afecta la armonía de la naturaleza, la hermandad entre las
personas, el Vivir Bien y por lo tanto la felicidad humana en el Norte
y el Sur.
Vida comunal con producción local
Para poder mantener la viabilidad económica en el futuro a pesar de
la crisis energética y el cambio climático que nos avecinan, ahora
que el petróleo escaseará fuertemente durante los próximos cinco a
quince años, sin que se conozca otra energía que pueda sustituirlo,
tenemos que cambiar dramáticamente nuestra organización
económica, el transporte y la producción, hacia economías locales
con administración local y regional, con propiedad local de los medios
de producción, priorizando la producción local para el consumo de
productos locales, con el uso de labor, conocimientos y materiales
locales, tomando iniciativas organizativas locales que reconozcan,
respeten y fortalezcan una vida armónica con la madre naturaleza,
manteniéndonos dentro sus límites.
Para responder a la vida, las necesidades y la soberanía de nuestras
comunidades, debemos organizar nuestra producción entre regiones
autosuficientes que fortalezcan el mercado interno y la producción
local y nacional para lograr el autosostenimiento de nuestras
comunidades, de manera que nos surtamos con producción propia
y del intercambio y la distribución de productos entre nuestras
comunidades y las diferentes alturas (pisos ecológicos) y regiones
de nuestros países, una producción e intercambio para la vida que
incluya alimentos locales para el uso interno.
Impulsando la interdependencia entre éstas, produciremos en el
territorio la mayoría de nuestras necesidades para no depender
de transporte y suministro de recursos desde lejanos lugares,
independizándonos tanto de los mercados como de las garantías
es¬tatales, especialmente ahora que cada vez más tendremos que
contentarnos con ya no contar con la energía barata y abundante
157
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
a la cual nos hemos acostumbrado. Organizando economías locales
fuertes, que además son más eficientes, consolidamos la convivencia
y la Cultura de la Vida inclusiva y complementaria en nuestras
comunidades.
Priorizar el consumo local antes que vender al exterior
En una era de caos climático y recursos menguados en un planeta
finito, no es posible seguir dependiendo de una producción orientada
a la exportación, sostener volúmenes enormes de transporte global,
seguir aumentando siempre el uso de recursos y trayéndolos de
mercados externos. Un producto que recorre la mitad del mundo
para llegar a su destino, puede ser más barato en costos puramente
productivos que otro que se produce en el país. Pero, si tomamos
en cuenta los costos ambientales del transporte de dicha mercadería,
el consumo de energía y la cantidad de emisiones de carbono que
genera, este producto impacta negativamente en la salud del planeta
y de la humanidad, por lo que es más sano priorizar el consumo de lo
que se produce localmente.
Por ello, será necesario disminuir tanto el comercio de larga
distancia como los movimientos de capital a través de fronteras.
De ninguna manera podemos privilegiar el mercado externo a
costa de la producción nacional. De lo que producimos debemos
priorizar el consumo local, de manera que el comercio exterior sea un
complemento a la producción local.
Frente a estas crisis, tenemos que crear una nueva experiencia, una
nueva vivencia, porque todo no puede ser a favor a las transnacionales.
Crear una hermandad que nos enriquezca, trayéndonos conocimientos
y prácticas diversas, que fortalezca el cuidado de la naturaleza y la
salud de los pueblos.
No podemos aceptar la destrucción de la producción propia de las
comunidades por medio de productos importados de las empresas
transnacionales a precios artificialmente baratos, subvencionados,
que aprovechan las reglas de la liberalización de las importaciones.
Tampoco podemos aceptar empresas transnacionales empeñadas
en despojarnos de nuestras tierras, bosques y aguas que destruyen
158
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
el pequeño y el mediano comercio, que elevan el desempleo, que
generan basura nociva y difícilmente destruible, que destruyen la
identidad y la memoria de los pueblos.
Partamos de la experiencia de nuestras comunidades indígenas
originarias, donde:
alcanzamos un VIVIR BIEN, intercambiando lo que
producimos entre nuestras tierras en diferentes alturas, y
entre nuestras comunidades y sociedades a nivel nacional,
continental y mundial,
más que dejar que nuestra vida siga igual o peor, vendiendo
cada vez más barato y comprando cada vez más caro al mercado
nacional o extranjero.
Control económico administrativo
Para construir el Vivir Bien e impulsar la Cultura de la Vida en
sus diversas expresiones, fortalecemos la autodeterminación y las
soberanías nacionales y locales, para que responda a la protección
de la vida y la producción de nuestras comunidades, la defensa de la
propiedad comunal frente a la privatización extrema.
Ya no podemos depender solamente de algunas empresas
transnacionales, algunas empresas privadas, algunos agroindustriales
que prefieren vender al exterior que en su país, menos si manejan el
comercio desde un punto de vista político, ni siquiera económico. Por
la vida, por las mayorías, por los pueblos, el Estado, los grandes sectores
sociales o los productores organizados en cooperativas, en empresas
comunales de producción, asociaciones, debemos rápidamente crear
o asociarnos en empresas a manos del pueblo, que funcionarán con el
aporte económico de los mismos asociados y apoyo económico estatal,
donde las comunidades y los trabajadores manejen la administración
y dispongan de los frutos de esa producción.
O recuperemos más bien a esas empresas que permanentemente
sabotean la economía del hogar. Las propias comunidades tomaremos
el control económico administrativo de esas empresas y otras
estratégicas, sean públicas o privadas, control que es facultad
159
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
soberana y autogestionaria de las mismas comunidades. Este control,
o dirección económica, tendrá como principio la complementariedad
en armonía con la naturaleza, donde las comunidades y los
productores manejaremos las cuatro fases de la economía: producción,
transformación, intercambio y financiamiento, dando valor agregado
a las materias primas y eliminando a los intermediarios. A la vez,
aumentaremos y profundizaremos la regulación estatal y comunal de
la actividad empresarial.
Despertar la energía comunal
Con creatividad, entusiasmo y acción conjunta
Para que esta nueva experiencia, esta nueva vivencia sea exitosa,
será necesario impulsar acciones locales e internacionales. Debemos
seguir el ejemplo de las millones de personas alrededor del mundo
que no están esperando el reconocimiento oficial de la crisis global,
seguir el ejemplo de las innumerables comunidades a lo largo y ancho
del planeta que con creatividad, entusiasmo y acción conjunta ya
están intentando inventar y actualizar una gran variedad de prácticas
alternativas a nivel de la comunidad, a nivel local y regional, en áreas
rurales y urbanas.
160
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Con iniciativas propias desde las comunidades y también con apoyo
desde el gobierno, con una amplia unidad de fuerzas y movimientos
sociales, nos toca despertar la energía comunal, potenciar la energía
comunal en nuestras comunidades, que es la principal capacidad
transformadora que tenemos. Con esta fuerza podamos impulsar la
consolidación y la reconstrucción de la vida y la soberanía de las
comunidades, del ayllu, la tenta, reconstrucción que haga realidad
los valores culturales de nuestras comunidades y nos permita volver
al camino. Seguir el ejemplo de estas personas y comunidades,
comenzando a reconstruir NOSOTROS MISMOS nuestras
comunidades y naciones con nuestras propias manos, con nuestros
propios corazones y nuestras propias cabezas, asumir la responsabilidad
de la construcción de un Vivir Bien para todos dentro de los límites
de la naturaleza. No podemos confiar en que sólo el gobierno y los
movimientos internacionales resuelvan nuestros problemas.
Para salvarnos de la autodestrucción de la sociedad occidental,
partamos de la experiencia de suyus, ayllus y markas, tentas y tekoas,
de nuestras comunidades soberanas, de la Cultura de la Vida, donde
la vida es comunal, armónica y autosuficiente, de comunidades que
tienen plena capacidad de elaborar propuestas e impulsar una nueva
vida, donde el equilibrio hombre naturaleza junto a la soberanía de
las comunidades es la base de la vida.
Volver a ser Qamiri
Por medio del potenciamiento de la energía comunal y la
reconstrucción de la vida y la soberanía de las comunidades, del ayllu,
la tenta, construyamos una nueva vida, volvamos a nuestro camino, al
camino del equilibrio. Cuando hablamos de volver a nuestro camino,
estamos hablando de hacer realidad los valores culturales ancestrales,
generar armonía entre el hombre y la mujer, entre el hombre y la
naturaleza.
No perdamos en el olvido nuestras raíces, rescatemos, desde nuestras
casas y pueblos, nuestra lengua y los valores y las tradiciones que
todavía muchos practicamos o recordamos. Sigamos transmitiendo la
sabiduría efectiva de nuestros antepasados para que podamos volver
161
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
a entender su sentido profundo Aprendamos de nuestras madres y
abuelas. Volvamos nuevamente a ser, porque la colonización ha hecho
que nosotros dejemos de ser. Muchos de nosotros hemos dejado de
ser, ya no somos. Volvamos nuevamente a ser qamiri, a ser iyambae, a
ser qhapaj, volvamos a lograr el Vivir Bien.
Vivir bien y NO mejor
Para volver a nuestro camino, la construcción del Vivir Bien se
consolida como el principal objetivo estratégico de los pueblos
originarios indígenas, un Vivir Bien que apunte a recuperar la
vivencia en comunidad, avanzar por el camino de la armonía con la
naturaleza y la vida, todo para salvar al planeta tierra y también a la
humanidad.
Nos toca construir un Vivir bien que significa construir nuestra
casa; sembrar, cuidar, cosechar y cocinar la propia comida; decidir
el vestido; curarse; poner ritmo propio a nuestras alegrías y tristezas;
cuidar el derecho de aprender con nuestros errores. Siempre seremos
del tamaño de nuestros trabajos, de la habilidad y torpeza de nuestras
manos y mentes.
En el Vivir Bien, nos desenvolvemos en armonía con todos y todo, en
una convivencia donde todos nos preocupemos por todos y por todo
lo que nos rodea. Lo más importante no es el hombre ni el dinero,
lo más importante es la armonía con la naturaleza y la vida. Siendo
la base para salvar a la humanidad y el planeta de los peligros que la
acosa una minoría individualista y sumamente egoísta, el Vivir Bien
apunta a una vida sencilla que reduzca nuestra adicción al consumo y
mantenga una producción equilibrada sin arruinar el entorno.
En este sentido, Vivir Bien es vivir en comunidad, en hermandad, y
especialmente en complementariedad, es una vida comunal, armónica
y autosuficiente. Vivir Bien significa complementarnos y compartir
sin competir, vivir en armonía entre las personas y con la naturaleza.
Es la base para la defensa de la naturaleza, de la vida misma y de la
humanidad toda.
162
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Vivir bien está reñido con el derroche
El Vivir Bien no es lo mismo que el vivir mejor, el vivir mejor a costa del
otro. Vivir mejor es egoísmo, desinterés por los demás, individualismo,
sólo pensar en el lucro. Porque para el vivir mejor, frente al prójimo,
se hace necesario explotar, se produce una profunda competencia, se
concentra la riqueza en pocas manos.
En algunos países del Norte, en las grandes metrópolis, hay personas
que se compran una ropa, la usan una vez y luego la arrojan a la
basura. Esa falta de interés por los demás genera entonces oligarquías,
noblezas, aristocracias, elites que siempre pretenden vivir mejor a
costilla de los demás. Si no hay interés por la vida de los demás, sólo
queda el interés por la vida de la persona individual, a lo sumo de su
familia.
El Vivir Bien está reñido con el lujo, la opulencia y el derroche,
está reñido con el consumismo. No trabajar, mentir, robar, someter
y explotar al prójimo, atentar contra la naturaleza, posiblemente
nos permita vivir mejor, pero eso no es Vivir Bien, no es una vida
armónica entre el hombre y la naturaleza. En nuestras comunidades
no queremos que nadie vivir mejor, ya que el vivir mejor acepta que unos
puedan estar mejor a cambio de que los otros, las mayorías, vivamos
mal. Pero, estar mejor nosotros y ver a otros que están peor, eso no es
Vivir Bien. Queremos que todos podamos vivir bien, queremos lograr
relaciones armónicas entre todos los pueblos.
La identidad está relacionada con el Vivir Bien
En el Vivir Bien, todos y todo nos podamos sentir bien, disfrutar
plenamente una vida basada en valores que se han resistido por más
de 500 años. Estos valores, estos principios son la identidad que nos
han legado nuestros abuelos, la armonía y el complementarnos en
nuestras familias y en nuestras comunidades con la naturaleza y el
cosmos, más la convivencia por medio del consenso diario entre
todos y todo en nuestras comunidades y la sociedad entera.
La identidad está relacionada con el vivir bien, la armonía o el
equilibrio está relacionado con el vivir bien, la complementariedad
163
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
está relacionada con el vivir bien, el consenso está relacionado con
el vivir bien. Al otro lado está la dignidad, la justicia, la libertad y la
democracia, o sea la dignidad está relacionada con el vivir mejor, la
justicia está relacionada con el vivir mejor, la libertad está relacionada
con el vivir mejor, la democracia está relacionada con el vivir mejor.
Todos y todo somos parte de la Tierra y de la vida, de la realidad,
todos dependemos de todos, todos nos complementamos. Cada
piedra, cada animal, cada flor, cada estrella, cada árbol y su fruto,
cada ser humano, somos un solo cuerpo, estamos unidos a todas las
otras partes o fenómenos de la realidad.
Es más importante la identidad que la dignidad
Nos han dicho los de la izquierda, que tenemos que ser dignos,
tenemos que defender nuestra dignidad. Pero, más allá de la dignidad,
es más importante conservar y defender sobre todo nuestra identidad,
que es el fundamento de nuestra dignidad. Personas que sólo tienen
dignidad es como una planta sin raíces.
En la Cultura de la Vida, cada uno conservamos nuestra propia identidad,
se respeta al individuo, se respeta al árbol, a las plantas. Si no defendemos
nuestra identidad, nos vamos a morir, vamos a desaparecer.
No hablamos de justicia social, porque cuando hablamos de justicia,
estamos hablando solamente de las personas, y eso es excluyente.
Vamos más allá de la justicia. Buscamos una vida equilibrada entre
el hombre y la naturaleza, una vida equilibrada entre el hombre y la
mujer. Tenemos que eliminar la exclusión y preservar la naturaleza.
La complementariedad va más allá de la libertad
No estamos buscando la libertad, más bien estamos construyendo la
complementariedad. En nuestras comunidades nadie tiene que ser
libre, porque todos nos complementamos, la mujer se complementa
con el hombre, y el hombre se complementa con la mujer, y los dos
nos complementamos con la naturaleza.
En nombre de la libertad, el 20% más enriquecida de la población
mundial, la llamada civilización occidental, está emitiendo los gases
164
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
de efecto invernadero, provocando el cambio climático. En nombre
de la libertad, la misma civilización está consumiendo los recursos
naturales renovables del planeta más rápido que éste los puede
reponer. En nombre de la libertad, están terminando con el petróleo
y demás recursos naturales no renovables.
Pero, en nuestras comunidades nadie tiene que ser libre. En nuestras
comunidades, todos nos complementamos, la mujer se complementa
con el hombre, y el hombre se complementa con la mujer, y los dos
nos complementamos con la naturaleza. El hombre no tiene que
sentirse libre, capaz de destrozar la planta, porque la planta es nuestra
hermana, con la planta nos complementamos, porque ambos, la
planta y nosotros, somos uywatas, criados de la pachamama, de la
madre naturaleza.
Nadie dice: voy a cuidar de mí solo
Para los pueblos que pertenecemos a la Cultura de la Vida, lo más
importante no es la persona individual. Lo más importante es el ayllu, la
tenta, que es la semilla, jatha, de donde ha germinado nuestra cultura.
Todas las familias vivimos juntas, compartiendo tierra, animales y
cosechas, unidos en ayllus o tentas. No vivimos solos. Somos parte
del ayllu o la tenta, como la hoja es parte de la planta. Nadie dice:
voy a cuidar de mí solo, no me importa mi ayllu o mi tenta. Es tan
absurdo como si la hoja dijera a la planta: no me importas tú, voy a
cuidar de mí sola.
Todos valemos, cada uno guar¬damos un espacio y tenemos nuestras
tareas, responsabilidades y tierras. Todos nos necesitamos a todos. Todos
pertenecemos a la Cultura de la VIDA, todos somos parte de la comunidad.
Fundamentada en el dar y recibir, en el complementarnos, en el bien
común, el apoyo mutuo organizado, la comunidad y la vida comunal
desarrollan sus capacidades sin destruir al hombre y la naturaleza.
Nueva nación y nueva institucionalidad
Construyamos la soberanía de las comunidades
Al pueblo, a las comunidades, a los movimientos sociales, nos
toca organizarnos, formarnos y prepararnos para construir nuestro
165
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
gobierno soberano, potenciar la energía comunal de las comunidades
como motor de la construcción de la Vida y para la apropiación de
la autodeterminación, del gobierno y del Plan de Vida en todos los
niveles.
Nos toca profundizar la democracia para ir más allá de la democracia,
descolonizar el país, impulsando la consolidación y la reconstrucción
de la vida y la soberanía en nuestras comunidades, ayllus y tentas,
la soberanía de naciones y pueblos originarios, afrodescendientes y
migrantes, hombres y mujeres, movimientos y organizaciones sociales,
donde haya armonía, complementación y hermandad, todo dentro del
equilibrio entre el hombre y la naturaleza, donde podamos reconstruir
nuestros lazos y construir la autonomía de cada pueblo, respetando la
consulta y las facultades de todos en nuestras decisiones.
Convirtiendo nuestras comunidades en motor de la construcción
de la Vida, revitalicemos la vida comunal dentro los límites de la
naturaleza y en armonía con ella, donde nuestra vida es basada en
la identidad que nos han legado nuestros abuelos, la armonía y el
complementarnos en nuestras familias y en la sociedad, con la
naturaleza y el cosmos, más la convivencia por medio del consenso
diario entre todos y todo en nuestras comunidades.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Con iniciativas propias desde las comunidades y también con apoyo
desde el gobierno, comencemos a recuperar la vivencia armónica
de nuestros antepasados, fortalecer la vida propia, la identidad y
espiritualidad propias en nuestras comunidades. Arraigados en el
territorio, empecemos a organizar entre todos nuestra vida productiva
y comunal en el campo y en los barrios, manejar los asuntos de la
comunidad, producir nuestra propia comida, vestimenta, herramientas
y demás necesidades, hacer funcionar la educación, la comunicación
y la salud propia, construir nuestras escuelas y caminos, gobernar
NOSOTROS MISMOS nuestros ayllus, tentas, comunidades y el
país a partir de nuestros propios gobiernos comunales.
Consenso más que democracia
Levantemos el ejercicio directo de la soberanía en nuestras
comunidades por medio del consenso comunal, que aún la practicamos
en las naciones indígenas originarias, donde siempre tomamos
nuestras decisiones, resolvemos nuestros conflictos, nos ponemos de
acuerdo mediante el consenso, para que nadie oprima a nadie.
Levantemos en nuestras comunidades soberanas un consenso, que no
sólo es el “ponerse de acuerdo” y la acción conjunta, sino constituye
el ejercicio, el accionar, la práctica de lo que todos juntos junto a todo
estamos haciendo todos los días, el ejercicio directo de la soberanía en
equilibrio entre todos juntos junto a todo, que dé lugar a una realidad
donde podamos vivir de manera equilibrada, idéntica, consensual y
complementaria con nosotros mismos y con todo el entorno.
Vigoricemos el consenso al cual hemos llegado a partir de las
decisiones, las reglas y los usos y costumbres y el qué hacer y qué saber
que hemos afinado por medio de nuestro quehacer diario, por medio
de discusiones y acuerdos durante generaciones.
En la realidad de vivir el consenso, no se percibe la democracia, pues
en democracia existe el sometimiento, donde las minorías se someten
a las mayorías o las mayorías someten a las minorías. Si de cinco
personas, tres están de acuerdo y las dos restantes no, los primeros
someten a los dos, que son minoría. En democracia, hasta las mayorías
se someten a las minorías.
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
En la nación originaria, esa situación no se da, sino todos debemos
estar de acuerdo para dictar cualquier medida. Cada uno de nosotros
tenemos que intervenir y tener la misma oportunidad de ser escuchado.
Todos tenemos que llegar al consenso, ponernos de acuerdo entre
todos. Todos tenemos que convencernos y tomar juntos una decisión
consensuada entre todos, no mediante el voto.
Hacia el ejercicio directo de la soberanía
Como base de la vida, de la economía, de la política, avanzaremos en
la construcción del ejercicio directo de la soberanía en el país desde
nuestras comunidades, ejercicio que se lleva adelante por medio del
consenso comunal y no mediante la democracia para definir y construir
la unidad, la responsabilidad y el quehacer en conjunto a favor del bien
común, el Vivir Bien para todas, todos y todo sin que falte nadie.
A las comunidades, nos toca generar nuestras propuestas conforme
nuestras raíces e identidad, reconstruir nuestras comunidades y
naciones con nuestras propias manos y nuestros propios corazones,
construir una sociedad soberana que se administrará y se “planificará”
en armonía con el individuo, la naturaleza y el cosmos, donde
NOSOTROS MISMOS de acuerdo a nuestro propio juicio y nuestras
propias ideas definamos qué queremos y cómo queremos vivir nuestras
vidas, donde NOSOTROS MISMOS nos pongamos de acuerdo de
qué pensar y qué hacer para construir un futuro de esperanza para la
Madre Tierra y para nuestros hijos, los hijos de nuestros hijos y los
que vienen después.
En nuestras comunidades soberanas podamos determinar libremente
nuestros propósitos, nuestras formas de organización, la planificación
conjunta de las comunidades, la asignación de nuestras autoridades,
partiendo del conocimiento que tenemos de nosotros mismos y con
plena conciencia de la responsabilidad que eso implica. Podamos
determinar nuestros propios planes para el uso de nuestros territorios
y recursos, crear nuestras propias leyes y reglas sobre manejo de agua,
suelos y basura, tener una vigilancia permanente de la calidad del
agua, la tierra y el aire, de manera que ningún proyecto de vida se
pueda construir o implantar sin la consulta y aprobación de nuestras
comunidades.
168
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Partamos de la experiencia de nuestras comunidades indígenas
originarias, donde:
decidimos nosotros mismos juntos los asuntos de la comunidad
y cómo gobernar el país,
más que dejar que el mercado, como un nuevo patrón, nos lo
decida;
Sobre la base del Ayllu
Sustentemos la construcción del ejercicio directo de la soberanía en
el modelo del Ayllu, basado sobre la posesión privada y la propiedad
común, donde todo está dirigido por la rotación de autoridades, que
elimina “los poderes en el poder”. En el Ayllu, el Estado se conserva
en la misma organización social, impidiendo que vuelva autónomo y
externo a la comunidad. En este sentido, el Estado, constituido sobre
la base del Ayllu, es prisionero de la sociedad, que limita su campo
de acción.
El Ayllu crea órganos intermedios de autodeterminación, que
previenen la formación de grupos o élites que buscarían autonomía
y usurparían la representación de la voluntad y el consenso de la
comunidad. Estos órganos intermedios imponen una planificación
sobre el territorio y, descentralizando por intermedio de los tampus y
otros centros de acopio de la riqueza comunal, impiden la aparición
del comercio y la moneda.
A través del Ayllu, la sociedad no cae en la trampa de la apropiación
privada de la tierra y los medios de producción. En el Ayllu como
organización social, no existe escasez de palabra, de pensamiento ni de
bienes de consumo. A través del Ayllu, formamos regiones, o franjas
territoriales, que contengan todas las distintas alturas, el mar, la costa,
el altiplano, la cordillera, los valles, los yungas y el llano, más que
constituirlas de acuerdo a áreas impuestas, como ser departamentos,
provincias, TCOs, distritos indígenas, actuales territorios indígenas
y otras.
169
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Las comunidades base de la institucionalidad
Por medio del ejercicio directo de la soberanía, las comunidades
tomamos la iniciativa de construir la nueva nación y las nuevas
instituciones de gobierno como parte de una nueva vida. En la
práctica y desde nuestras comunidades para el país, creamos las nuevas
espacios y estructuras institucionalizadas de autodeterminación, de
toma de decisiones, de planificación, donde la determinación de
nuestras estrategias de vida y la toma de las decisiones colectivas y
nacionales, basadas en principios comunitarios, sea facultad soberana
de las y los comuneros, de las ciudadanas y los ciudadanos.
Basadas en su capacidad y experiencia milenaria de gobernar, deliberar
y decidir, las comunidades ejerzamos directamente la soberanía
en los territorios regional y nacional a través de las estructuras de
autodeterminación, gobernando de manera soberana, en todos los
niveles, desde las comunidades mismas, pasando por tentas, tekoas,
ayllus, markas, layas, suyus (municipios, provincias, departamentos),
hasta el nivel central, de manera que seamos los actores de la región que
definamos las políticas públicas orientadas a construir el Vivir Bien.
En base a la soberanía de nuestras comunidades, los ayllus, tentas,
comunidades seremos la base de la nueva institucionalidad del
Estado Plurinacional, el gobierno soberano magno, de manera que
las decisiones soberanas de las comunidades, la propia gestión del
territorio, sean vinculantes sobre los niveles superiores, con potestad
de asignar y revocar desde sus asambleas a los comunarios delegados
a los niveles centrales.
Consejos de Construcción del Vivir Bien
Para concretizar la construcción de los espacios y estructuras
de autodeterminación, nos toca impulsar entes superiores a las
comunidades, ayllus, tentas, como confederaciones o asociaciones
de las comunidades, de municipios autónomos (markas o layas),
soberanamente constituidas por las comunidades. Estas se pueden
llamarse o convertirse en Consejos de Construcción del Vivir Bien,
a los cuales sean delegadas las comunidades y por medio de los cuales
170
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
ejercerán la soberanía directamente sin mediación de nadies, de
ninguna otra instancia.
Estos Consejos, o como los llamaremos, se constituirán en una
nueva institucionalidad regional y nacional, en estructuras de
autodeterminación a partir del gobierno soberano magno de las
comunidades, los ayllus, tentas, en el campo y en los pueblos y las
ciudades. Podríamos crear cuatro clases o niveles de consejos: a)
Consejo nacional, b) Consejos territoriales en los departamentos,
territorios indígenas y originarios, regiones, municipios y distritos,
c) Consejos sectoriales y d) Consejos intersectoriales y de temas
estratégicos regionales, como también subconsejos específicos.
De acuerdo con la ocupación y uso del territorio en concordancia con
la soberanía de las comunidades, naciones originarias, municipios,
regiones y departamentos, estos consejos tendrán que basar su trabajo
en espacios o unidades de planificación regional política y económica
soberana creadas de acuerdo con criterios sociales, culturales,
económicos, organizativos, de tamaño, densidad, población,
superficie y asignación de recursos, etc., y en base al fortalecimiento y
la consolidación de las capacidades técnicas, operativas y de gestión
de las comunidades, naciones originarias, movimientos sociales y
sociedad civil.
Ejercicio soberano de los espacios comunes
En este marco, proponemos institucionalizar el debate político de
los asuntos nacionales y la formulación y gestión de las políticas
nacionales en estructuras y canales de autodeterminación, superando
las demandas sectoriales, corporativas y territoriales para construir una
visión política nacional de construcción permanente y estable de un
Vivir Bien que resguarde los intereses colectivos por el bien común.
Respondiendo a problemas concretos y prácticos, construyendo
políticas igualmente concretas y prácticas a favor del bien común,
evitamos caer en las peleas ideológicas y políticas improductivas
entre diferentes corrientes y tendencias políticas que existen ahora
en el mundo intelectual y académico de la sociedad occidental. En el
mundo indígena originario campesino obrero no hay esto. Somos más
171
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
prácticos, buscando juntos nuestras soluciones de manera comunal a
favor del bien común.
Cumpliendo el séptimo mandato de los diez mandamientos para
salvar al planeta, a la humanidad y a la vida, que nos plantea que los
servicios básicos, agua, luz, educación, salud, comunicación, inclusive
transporte, no pueden ser negocio privado de las transnacionales,
sino tienen que ser servicios públicos, nos toca fortalecer y recuperar
el ejercicio soberano y público sobre el uso y manejo tanto de los
servicios básicos como de los espacios y bienes comunes, comunales,
regionales y nacionales, como ser el aire, el agua, la naturaleza, la
atmósfera, vida silvestre, los minerales, las aynuqas, los pastizales,
las semillas, cerros, lagos, ríos, playas, bosques, música, bibliotecas,
espectros radioeléctrico y electromagnético, parques, plazas, calles,
infraestructura civil, etc.
Producción en función de la vida
Reincorporemos la agricultura a las comunidades
Las formas de vivencia en comunidad, donde hay propiedad comunal
y no propiedad privada individual, representa la mejor alternativa
al mundo del mercado que camina hacia el desastre económico y
la destrucción del equilibrio natural. La forma de vida apegada a la
tierra de las comunidades campesinas indígenas defiende la vida y la
variedad natural de especies.
Reincorporemos la agricultura a las comunidades, a la madre
naturaleza, y al cultivo de las necesidades básicas de alimentos para la
subsistencia. Aumentemos la producción agrícola mediante reformas
agrarias, devolviendo las tierras a las comunidades, de quienes se las
ha tomado durante años anteriores.
Generemos economías locales fuertes, poniendo los recursos en
manos de las comunidades y reforzando la Cultura de la Vida y las
prácticas agropecuarias que son parte de la vida tradicional de las
comunidades campesinas e indígenas.
El acaparamiento y la concentración de muchas tierras en pocas manos
mientras muchas manos se queden sin tierra, especulando con ella y
172
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
sobreexplotándola, sólo puede llevar a un mayor desequilibrio social
y de la naturaleza. Frente a estas políticas, la unidad y la organización
es la mejor forma de hacer respetar las tierras comunitarias, de
recuperarlas. El mejor título, la mejor documentación que podemos
tener para poseer tierra, es nuestra organización.
Partamos de la experiencia de nuestras comunidades indígenas
originarias, donde:
trabajamos juntos por la sociedad y por nuestras familias,
compartiendo, cantando, bailando, tal como seguimos
practicando en nuestras comunidades.
más que trabajar de pongo de sol a sol en una chacra o labor
individual,
No depender de nadie
Con iniciativas propias desde las comunidades y también con
apoyo desde el gobierno, fortalezcamos la producción de nuestra
propia comida, vestimenta, herramientas y demás necesidades.
Como nuestros antepasados, viviremos de todas las riquezas que nos
legaron para satisfacer nuestras necesidades humanas, para lograr la
autosuficiencia comunal y nacional, el no depender de nadie.
173
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Volvamos nuestras comunidades productivas y sostenibles, recuperando
nuestra gran riqueza de especies y plantas medicinales, tanto vegetales
como animales. Para eliminar el excesivo consumo de energía ahora
propio de la agricultura industrializada, de-industrialicemos la
agricultura e impulsemos la reforestación de las tierras expropiadas
por ésa, ahora en manos de las empresas estériles. Dando preferencia
a las especies nativas, implementemos una explotación racional de
nuestros bosques.
Devolvamos al planeta su fertilidad, combinando todos los productos
que se puedan encontrar en un mismo espacio en cultivos simultáneos
de múltiples plantas. Ello produce más variedades y enriquece la
fertilidad de la tierra con cada nueva cosecha, porque da un uso
mucho más eficaz del agua, el sol, etc. No sobreexplota, desnutre
y envenena las tierras y aguas ni provoca tantas plagas. Tampoco
enferma o deforma genéticamente a nuestros hijos.
Garantizando de esta manera la combinación natural de las plantas,
incentivemos el cultivo de aquellos de alto valor nutritivo y curativo.
Produzcamos alimentos sanos y variados para todos, diversificando
los mismos a las necesidades de la población para que no falte comida
en las comunidades.
Nuestra riqueza económica y espiritual está ligada directamente
al uso respetuoso de las riquezas que nuestra Pachamama, nuestra
Madre Tierra, nos quiere entregar. No hiriéndola ni depredándola,
para que siempre tengamos algo que comer y seguir viviendo como
naciones, construiremos una vida de abundancia en armonía HombreNaturaleza.
Partamos de la experiencia de nuestras comunidades indígenas
originarias, donde:
producimos para la comunidad, manteniendo a nuestras
familias,
más que alimentar la vida en las ciudades y en los países
enriquecidos, produciendo más barato para ellos;
174
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
hacemos valer el equilibrio y la convivencia entre el hombre
y la naturaleza, la recuperación y uso sustentable de los
Recursos Naturales,
en contraposición con la explotación irracional de éstos;
Protejamos nuestras propias semillas
El hambre en el mundo no solucionamos con semillas Terminator
de la agroindustria, sino recuperando y protegiendo la herencia
común de nuestra gran riqueza de semillas ancestrales, guardándolas
y haciendo bancos de semillas, combatiendo su usurpación por las
grandes empresas transnacionales mediante la propiedad intelectual,
los patentes y la utilización de semillas transgénicas a título de
incrementar la productividad. La naturaleza no puede ser sometida
a los caprichos de un laboratorio de alimentos genéticamente
modificados que acaban con nuestras semillas milenarias y nos obliga
a depender de la agroindustria.
Honremos a las mujeres campesinas e indígenas, protectoras
tradicionales de las semillas y la soberanía alimentaria, cuidadoras de la
variedad natural y la alimentación local y de calidad para sus familias,
cuya vida entera gira tanto en torno a la fertilidad, el cuidado de los
niños, el campo, las semillas, el agua y los recursos como alrededor de
la defensa de la cosmovisión. Fortalezcamos tanto la herencia común
de la variedad de especies de plantas y animales existentes en la Tierra
como el libre intercambio de productos para la vida.
En muchas comunidades, la semilla es guardada y protegida por
la mujer (para que los hombres no la coman), es decir, es ella que
garantiza la siembra que viene y se ocupa de la planificación en un
sentido amplio. Cuida que las comunidades indígenas campesinas
usemos prácticas agropecuarias que son parte de la vida comunal
en armonía con la naturaleza, vida que permite que el círculo de las
semillas y los insumos se cierre dentro de las mismas, librándonos de
la necesidad de importarlos.
Ante la imposición de los cultivos comerciales para exportación
en los países del Sur, son justamente las mujeres campesinas e
175
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
indígenas quienes valoran los cultivos tradicionales. Estos necesitan
pocos insumos, están adaptados al medio, son ricos en nutrientes y
contribuyen a desarrollar la soberanía y diversidad agrícola local. A
la vez que defendemos nuestras formas tradicionales de subsistencia,
miles de hombres y mujeres en Los Andes preservamos para la
humanidad valiosos conocimientos y recursos genéticos, apoyados en
principios básicos de complementariedad y ayuda mutua.
Tan importantes que la pachamama
En el mundo andino, la mujer representa a la pachamama, que es la
madre tierra poseedora de la fuerza de dar vida y la fuerza de crear la
vida y cuidar sus frutos como una buena madre. Por ser la madre que
nutre y protege, por estar presente en todas las actividades orientadas
a criar la vida, la cría de los niños, la educación de la nueva generación
y la revitalización de la cultura, la mujer es valorada como fuente de
vida y como base de la organización social.
Así, las mujeres de los pueblos indígenas preservan los saberes en
sus genes y transmiten a sus hijas/os los legados del conocimiento y
la interacción con la naturaleza, enseñan a interactuar con los seres
protectores de las montañas sagradas, los lagos en la Amazonía, desde
el corazón, en interacción con la madre tierra dadora de la vida.
Es la mujer quién cuida la integridad y la estabilidad interna de
la comunidad. Impulsa una vida sencilla y apegada a la tierra en
comunidades o granjas familiares, que son las que han conservado
los árboles y la variedad armónica de especies, las que disponen de
más agua y que sobreviven mejor. Defienden así la cosmovisión y
sostienen culturas y formas de vida en armonía con la naturaleza,
enfrentando la discriminación, los programas de ajuste estructural y
la pobreza.
Al participar activamente de todos los quehaceres de la comunidad,
tanto en el sostenimiento de las prácticas agrícolas como en la
valoración de sus culturas ancestrales, las mujeres son tan importantes
para la comunidad que la misma tierra, la pachamama. Son vinculadas
con el alimento fundamental como las abuelas o madres o esposas o
hijas de los seres tutelares, las montañas sagradas. Al ser relacionados
176
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
con lo femenino, la papa, las habas, la yuca, la oca, la coca, la quinua,
es sagrada y femenina.
Retomemos nuestras propias tecnologías
Protejamos nuestros recursos para el presente y para las generaciones
futuras en todas las comunidades, poniendo fin a la erosión de nuestras
tierras y la depredación de la naturaleza, aprovechando y distribuyendo
racionalmente nuestras aguas. Limitemos el uso de agroquímicos al
mínimo necesario para sustituirlos con abono natural y control de
plagas con plantas y mezcla de cultivos, ya que la agricultura con
tracción animal fertiliza la tierra con un excelente estiércol, que no
genera residuos y más bien acerca al hombre a la naturaleza.
Construyamos el Vivir Bien, retomando nuestras propias tecnologías
apropiadas, que no son costosas y pueden quedar bajo la administración,
vigilancia y el control comunal, aprovechando nuestros propios
fondos financieros provenientes de nuestras propias cajas de ahorro o
uniones de crédito. Podemos lograr una autocapacitación, que puede
madurar si nos aliamos con investigadores y profesionales que tengan
una visión de simpatía, acompañamiento y respeto por los procesos
de reorganización de los pueblos.
Partamos de la experiencia de nuestras comunidades indígenas
originarias, donde:
usamos nuestros propios modos de producción y nuestra
propia tecnología para preservar nuestras tierras,
más que recibir créditos, asistencia técnica y maquinaria
foránea, que destruyen nuestra Madre Tierra;
Reconstruyamos la vida en el campo
Ante la Crisis Global, ante el agotamiento del petróleo y la
intensificación del cambio climático, reconstruyamos la vida y
la economía en el campo y en pueblos pequeños, apoyando y
trabajando, organizando y fortaleciendo tomas de tierra en haciendas
improductivas de terratenientes nacionales y extranjeras.
De esta manera, los que hemos tenido que abandonar nuestras tierras
para buscar la vida en las minas, en las ciudades y en el exterior,
177
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
podamos volver tranquilamente al campo, reunirnos con los que
se quedaron y con los que todavía no nacen, revitalizar nuestras
comunidades de origen, donde juntos podamos construir un VIVIR
BIEN basado en nuestras prácticas culturales y comunales, las riquezas
de nuestras comunidades, tierras fértiles, agua y aire limpias, evitando
también el alto costo energético en el traslado de alimentos y agua
del campo a la ciudad.
Podemos salvarnos de la autodestrucción de la sociedad occidental, la
opresión, la explotación, la contaminación, la inseguridad y los vicios de
las grandes ciudades, lugares inhóspitos donde fuimos botados por una
cultura dependiente de una energía barata, energía que en los próximos
años se acabará sin que nos ofrezca otra energía que la pueda sustituir.
Podemos recuperar nuestras comunidades a partir de nuestros recursos
materiales y humanos que nos pueden permitir atender los sistemas
de agua, la basura local, una agricultura sin agroquímicos. En el fondo
de nosotros mismos está el poder de nuestros propios saberes locales,
base para la construcción de nuestra autonomía territorial y muy
variadas experiencias de vida soberana.
Consolidemos la Soberanía Alimentaria
Garanticemos la Soberanía Alimentaria, tanto respecto a productos
de procedencia de la propia comunidad como los conseguidos por
medio del control de las diferentes alturas (pisos ecológicos), donde
la comunidad y el acceso a todos los recursos aseguran tanto el respeto
a nuestra propia cultura en equilibrio con la naturaleza como la
alimentación para toda la población, la gestión de espacios y modos
campesinos e indígenas de producción e intercambio agropecuaria.
Con la Soberanía Alimentaria, las comunidades definiremos nuestras
propias políticas de producción, distribución y consumo de alimentos
sanos y limpios de contaminación en una producción altamente
productiva y diversificada basada en tecnologías equilibradas con
la naturaleza, definiciones en las cuales las mujeres desempeñan un
papel fundamental.
Con iniciativas propias desde las comunidades y también con apoyo
desde el gobierno, nos toca garantizar que el alimento agropecuario
178
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
sea para el ser humano, que la tierra sea para la vida y no para el cultivo
de agrocombustibles, para autos de lujo, para chatarras, que nuestra
madre tierra, la Pachamama, no sea convertida en una mercancía,
porque falta gasolina, porque falta diesel. Para evitar hambre y
miseria para nuestros pueblos, nos toca establecer restricciones a toda
conversión de tierras agrícolas que no sea para cultivo de alimentos.
Dándonos a nosotros mismos, a nuestros hijos y los hijos de nuestros
hijos, una garantía de existencia saludable en equilibrio con la naturaleza,
ponemos más valor en el bien del largo plazo que en la generación de
riqueza que hace caso omiso de las próximas generaciones.
Partamos de la experiencia de nuestras comunidades indígenas
originarias, donde:
garantizamos la vida para nuestros hijos, los hijos de nuestros
hijos y los que vengan después, salvando al planeta a partir
de nuestra piedra y nuestras kheñuas, nuestra quinua, papa
y yuca, nuestros frijoles, habas y choclos, nuestra mara, oca,
coco y coca,
más que desgastar la tierra, depredar la naturaleza y dentro de
30 a 50 años acabar con el petróleo, el gas, el hierro, el estaño,
el litio y todos los otros recursos naturales no renovables,
necesarios para el “desarrollo moderno”, sea “sostenible” o no
sostenible, “armónico” o no armónico;
Hacer funcionar nuestra propia salud
Otro tema fundamental es la salud, ya que estamos viviendo el
surgimiento de nuevas y viejas enfermedades, artificiales o no, como la
gripe porcina. Frente a la gran probabilidad que éstas se volverán cada
vez más comunes al ritmo que avance la descomposición y las crisis de
la llamada civilización occidental, es importante tomar medidas que
enfrenten esta emergencia.
Más que autoengañarnos con medidas protectoras a cuerpos indefensos
y enfermos como son los barbijos inútiles y medidas de aislamiento e
higiene, nos toca implementar medidas que refuercen las defensas y la
resistencia del cuerpo, no solamente a las nuevas enfermedades sino
179
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
también a viejos flagelos ocasionados por bajas defensas, desnutrición
e inadecuada alimentación, como el gripe normal, neumonía,
pulmonía, diarreas y otras.
Ello significa dejar de poner el énfasis en la curación de enfermedades
ya adquiridas, combatiendo una enfermedad con medicamentos
químicos y artificiales que crean otras, y comenzar a implementar
medidas que nos mantengan sanos, que nos aseguren una vida sana,
que hagan funcionar nuestra propia salud a partir de cómo siempre
nos hemos mantenido sanos en las comunidades, donde la salud de la
comunidad y la mente es tan importante como la del cuerpo.
Nuestro alimento es nuestra medicina
Significa poner el énfasis en la prevención de eventuales enfermedades,
basada en el vasto conocimiento indígena. Por un lado, siendo nuestra
medicina una vida comunal y espiritual sana y natural, compartir con
los demás comunarios la convivencia comunal y un compromiso de
responsabilidad protagónico por la comunidad y la nación.
180
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Al otro lado, antes que buscar medicamentos para curar las eventuales
enfermedades, nuestra medicina natural y eficiente es asegurar
una alimentación nutritiva y suficiente integrada por abundantes
alimentos sanos libres de químicos que incluya también el consumo
preventivo de plantas y otras sustancias nutricionales y medicinales
como los llamadas “medicamentos” tradicionales o naturales.
Frente al crecimiento de un consumo cada vez más manipulado,
nos toca impulsar la reconstrucción de la producción y consumo de
alimentos domésticos, sanos, que no nos esclavicen a las tiendas de
autoservicio y comida basura, ni a enfermedades degenerativas como
la diabetes, los problemas del corazón o el cáncer.
Como nuestro alimento es nuestra medicina, nos toca recuperar
nuestros alimentos propios que ya no valoramos. Ahora ya no nos
alimentamos, sólo comemos. No es igual comer que alimentarse.
Decimos, es hora de comer, iremos a comer. Ya no decimos, iremos a
alimentarnos, y no nos alimentamos.
Tenemos nuestra quinua, que ya no les damos a nuestros hijos.
Tenemos el ulluku, tenemos el isañu. Son alimentos que nos puedan
garantizar la salud y la soberanía alimentaria. La hoja de coca es uno
de los mejores alimentos del planeta tierra. Tiene muchas cualidades
alimenticias, medicinales y es parte de nuestra espiritualidad.
Educación y comunicación propia
Comencemos a hacer nuestra propia educación a partir del aprendizaje
comunal que siempre hemos dado a nuestros niños en nuestras
comunidades, a partir de las prácticas y responsabilidades comunales y
sociales, el aprendizaje comunal propio que nos crea energía comunal
y nos hace aprender en el trabajo diario, en esa escuela social que es
la comunidad, que no podemos vivir fuera de la vida comunal.
Nuestro aprendizaje comunal no sólo nos lleva a adquirir
conocimientos, sino a cosmocer, que no es igual que conocer, ya
que al cosmocer, los seres humanos nos incluimos en la realidad y
aprendemos de la realidad, sintiéndonos como una parte más de
esta realidad. Así, el Cosmocimiento y el Saber surge de la realidad,
181
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
porque los seres humanos nos ubicamos, nos damos, nos sentimos y
nos percibimos dentro de cualquier parte de la realidad, en toda la
realidad para poder “aprehenderla “ toda en su “totalidad”, para que
la realidad nos hable y nos cuente su vida. Tampoco adquirimos el
saber solamente racionalmente, sino también con los sentimientos,
la intuición, los instintos y con toda nuestra potencia.
Cuando conocemos nomás por “conocer”, no nos sentimos parte de
la naturaleza. Vemos a la planta desde afuera, separados de lo que
queremos conocer. Al contrario del conocimiento, el Cosmocimiento
y la Sabiduría surgen de la realidad, de la vida misma. A través de
la práctica siempre vuelve a la realidad, a la vida, para actuar, para
transformar ésta para el bien común, para resolver problemas de
nosotros, de nuestra familia, de nuestra comunidad, para construir el
Vivir Bien. Al cosmocer, el pensar y el hacer, las ideas y la práctica,
el aprendizaje y las acciones van juntos. Aprendemos y enseñamos
haciendo.
Pero, más que educación y aprendizaje, hagamos funcionar la
comunicación, recuperemos nuestra propia forma de comunicación.
Más importante es la comunicación que la educación. Antes, entre
nuestros pueblos se daba una verdadera comunicación, y no se hablaba
tanto de educación. Para romper con la situación que el papá ya
destrozado educa al hijo que está sanito, que es el profesor que educa al
alumno y no al mismo tiempo al revés, nos toca fortalecer la verdadera
comunicación entre papá e hijo, entre alumnos y profesores.
Justicia indígena originaria campesina
En el Vivir Bien, nuestras leyes no han nacido del capricho de un
grupo, ni del cerebro de un supersabio, iluminado, ni de ningún dios
sino vienen de nuestros abuelos. Generación tras generación hemos ido
aprendiendo que nuestro bienestar y vida misma depende solamente
de que lo hagamos cumplir. Estamos sólo aplicando las Leyes de la
Naturaleza, las leyes del equilibrio cósmico que dan vida, y que reglan
y limitan a la vida. Fuera de ellas consideramos imposible vivir.
En esta realidad, el Vivir Bien está ajena a la delincuencia, a la
prostitución, al robo, a la corrupción. No hay candados ni cerraduras.
182
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Nada se atesora oculto. Nada se roba. Una rama apoyada en la puerta
dice, nadie está en casa. Dos ramas cruzadas a la entrada de un pueblo
dicen, no se quieren tratos con los visitantes.
Por tanto, nos toca comenzar a regirnos por nuestras propias leyes
y fortalecer la justicia indígena originaria campesina a cargo de
nuestras autoridades según los códigos y normas no escritos de nuestra
tradición como naciones indígenas originarias, códigos y normas que
las comunidades hemos transmitido de boca en boca en tradición
viva a lo largo de miles de años.
Estos códigos son basados en la responsabilidad de la comunidad de
cuidar a sus miembros y su entorno, de manera que todos y cada uno
de la comunidad cuidamos la salud y el bienestar de todos y todo
sin que falte nadies. Siempre nos hacemos de menos. Siempre nos
estamos curioseando, nos preocupamos, nos vigilamos. En aymara
esto es el TUMPA. Es importante para mantener la armonía, ya que
todos tenemos importancia. Todos guardamos un espacio, tenemos
un valor y mantenemos entre nosotros un equilibrio. Es decir, todos
nos necesitamos a todos. Si nosotros rompemos ese equilibrio, habrá
guerra, confrontación, problemas.
Reconstruir el equilibrio
El funcionamiento de la justicia indígena originaria campesina se
basa en un conjunto de valores, principios, normas y mecanismos
para la solución de conflictos, para volver a la armonía y reconstruir
el equilibrio. Utilizamos la palabra reconstruir (el equilibrio) más que
la palabra resolver (conflictos) porque ésta se entiende como vaga a
diferencia de reconstruir, que se percibe más concreta.
Basado en la Cultura de la Vida, la justicia indígena originaria
campesina permite la construcción de la unidad, el equilibrio y la
armonía en las relaciones humanas y las relaciones de las personas con
la madre naturaleza. Su aplicación se da a través de autoridades que
tienen la capacidad de orientar a los miembros de las comunidades en
su quehacer diario y de educar y formar a las nuevas generaciones.
La Cultura de la VIDA contiene elementos que conforman nuestra
concepción sobre la vida, el cosmos y la humanidad, alrededor
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
de los cuales, los miembros de la comunidad nos conducimos y
nos relacionamos. Son tres elementos que se interrelacionan y se
complementan entre sí, no pudiendo existir el uno sin el otro, como
ser el principio de la creación, el Rayo; el Hombre-Mujer, ChachaWarmi; y la Madre Naturaleza, Pachamama. En esa interrelación
indispensable, uno de los principios que permite la armonía y la vida
es el respeto que puede contemplarse en la naturaleza. Por ejemplo, la
noche y el día, los astros, los diferentes ciclos de la luna, se alternan
sin alterar el orden.
En Bolivia, ¿Desarrollo o Vivir Bien?
Esperanza de producción industrial
A partir de esta conversión de nuestras comunidades en motor de
la construcción del Vivir Bien, la esperanza es poder complementar
la producción básica y esencial de nuestras comunidades con las
posibilidades de desarrollar servicios como el turismo y buscar un
mayor valor agregado por medio del desarrollo de la siderurgia, la
agroindustria y otros sectores de producción industrial y tecnológica
a partir del proceso de nacionalización y recuperación de los recursos
naturales, como ser los recursos hidrocarburíferos del gas y el petróleo,
y los recursos mineros tanto del yacimiento de hierro del Mutún
como de las minas de Huanuni, Caracoles, Matilde, Coro Coro,
Karachipampa y San Cristóbal.
Estando claros que esta producción industrial y extractiva no puede
ser más que complementaria a la producción principal de nuestras
comunidades, ya que con la posible subida de los precios de energía,
al agravarse la crisis energética cuando la escasez de petróleo se vuelva
cada vez más seria, podemos esperar a corto plazo altos precios del
gas y sus derivados como de los minerales y metales, pero limitado
a períodos cortos en tiempos de recuperación durante las crisis
económicas.
Sin embargo, en medio de las crisis energética y económicas que nos
avecinan, es probable que estos beneficios sean limitados a los pocos años
que nos quedan antes que se agoten los recursos naturales y energéticos
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
necesarios para esa producción industrial, siendo el petróleo y el gas
los primeros en riesgo durante los próximos años. La disminución de
éstos implica mayores dificultades técnicas y el encarecimiento de su
extracción, a la vez que las crisis económicas excluyan a cada vez más
personas y pueblos de los “frutos” del desarrollo.
En riesgo la vida comunal
En esta realidad de un ya visible desmoronamiento de las estructuras
económicas mundiales provocado por las distintas crisis, situación
en la cual será imposible sostener una constante expansión de una
producción orientada a la exportación y a transportes de larga distancia
como tampoco mantener a la industria globalizada y la forma de
vida actual, es contraproducente que Bolivia impulse una economía
orientada al crecimiento económico sin límites por medio del acceso
a los mercados, el aumento de las exportaciones y la inserción en la
economía mundial con el fin de aspirar al nivel de sobreconsumo
destructivo de los países industrializados del Norte.
En ese caso, pondríamos en peligro la conservación de los recursos
naturales y el equilibrio natural del planeta, los esfuerzos de revertir
el cambio climático, la soberanía alimentaria y la protección del
agua para la vida. La maniática aceleración que experimentan las
sociedades industriales y el vicio salvaje del usar y botar se opone
frontalmente a la duración y la perdurabilidad que caracteriza a una
sociedad en armonía con la naturaleza.
Tampoco es aconsejable confiar en el comercio como motor para
el desarrollo y tener la esperanza en que el mercado incentive la
reconversión industrial y el desarrollo de las capacidades productivas,
comerciales e institucionales con el fin de fortalecer la competitividad
y aumentar la productividad, ya que con la posibilidad cada vez
más limitada de acceder a la energía necesaria para estas metas nos
dificultaría lograr estos objetivos a la vez que contribuiríamos a la
aceleración del cambio climático.
Ni siquiera nos conviene cumplir con el criterio del desarrollo
sostenible de consumir menos recursos y generar menos residuos
en cada proceso productivo por medio de avances tecnológicos, ya
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
que sumando los resultados de una producción cada vez más grande,
llegaríamos a consumir al fin y al cabo más recursos y generar más
residuos en un mundo, donde los recursos naturales se están agotando
más rápido de lo que el planeta pueda reponerlos. Olvidaríamos que
la naturaleza no es sólo un recurso, sino que es nuestro hogar y que no
podemos vivir de otra manera que no sea en armonía con ella.
Asimismo, el acceso real, efectivo y libre a corto plazo al mercado
europeo y otros mercados con productos de interés comercial y
estratégico, favoreciendo la exportación de productos con valor
agregado, ira privando nuestras comunidades de los escasos recursos de
tierra, energía y agua al ser desviados a los mercados de exportación,
con el riesgo que se nos descomponga la vida comunal, la capacidad
de equilibrio de la naturaleza y la satisfacción de las necesidades
locales de alimentos.
Estudiar los efectos del agotamiento de recursos
Por tanto, es necesario estudiar a profundidad qué pasará en un mundo
donde cada vez más tendremos que usar menos energía, qué pasará con
la aparente alta demanda de productos industriales que se visualizaba
antes del inicio de la crisis económica, en primer lugar de productos
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El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
salidos de megaproyectos como el del Mutún y de una industrialización
en general, productos que necesitan mucha energía en su procesamiento
y su uso, como sobre todo es el caso del hierro y su conversión en acero,
materiales esenciales en una sociedad industrializada.
En ese contexto, es necesario estudiar no solamente los efectos de
la escasez y los costos relativos cada vez más altos del petróleo para
los transportes, en primer lugar de larga distancia, a los cuales tendrá
posibilidad de acceder cada vez menos personas por la disminución de
ingresos de cada vez más personas afectadas por las crisis, sino también
sus efectos sobre la demanda y el abastecimiento de muchos productos
industriales y servicios a los que dependemos en nuestro actual modo
de vida - autos, plásticos, químicos, medicamentos y otros. Asimismo,
sus efectos sobre el comportamiento de productos agrícolas como la
papa, la soya, el arroz, la caña y otros alimentos cuando disminuya el
poder de compra y suban los costos de producción de la agroindustria,
que en su producción usan tractores, cosechadoras, insecticidas,
pesticidas, abono industrial, etc., productos que todos usan el petróleo
en su fabricación o en su uso.
Es necesario estudiar este tema a profundidad para especificar desde
qué tiempo y en qué grado este agotamiento de recursos y los efectos
de las crisis generadas por esta situación afecten la demanda y la
producción de cada uno de los productos industrializados, incluyendo
los derivados del gas, en los próximos cinco, diez, quince, veinte
años…, que son los años pico de los proyectos de industrialización
que Bolivia está proyectando en estos días.
Estudiar qué efectos tendrá esta situación sobre las posibilidades
de llevar adelante las posibles actividades complementarias a la
producción básica de nuestras comunidades, estudiar en qué grado
afecte la esperanza de industrialización de Bolivia, estudiar a qué
nivel de consumo podamos aspirar.
Es necesario estudiar si la sociedad industrializada que estamos
proyectando tenga futuro dentro de treinta o cincuenta años, cuando
posiblemente la oferta de energía no llegue a más que la mitad de la
actual oferta.
187
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Estudiar si en estas condiciones es viable copiar las sociedades
industrializadas, que sí tuvieron acceso a una energía barata y
abundante durante su fase de industrialización, o si al contrario esta
situación demanda sociedades esencialmente distintas a la soñada
y proyectada en el Plan Nacional de Desarrollo y que de manera
sobrentendida suponemos que nos espera.
El papel de la nacionalización
Con la finalidad de lograr una distribución equilibrada de la riqueza
entre todos los bolivianos, nuestra meta es consolidar el proceso
de nacionalización y recuperación de nuestros recursos naturales y
empresas estratégicas en el marco del equilibrio y la convivencia entre
el hombre y la naturaleza en contraposición con una explotación
irracional de los recursos naturales.
En este marco, es necesario estar conscientes que sólo en cuanto
Bolivia no dependa de la tecnología de las empresas de servicios
contratadas y de la voluntad de inversión de estas empresas, podamos
concretar el objetivo de la nacionalización de los hidrocarburos, que
todo el gas y el petróleo que salga de nuestros pozos sea propiedad
nuestra y no de las empresas transnacionales, y que un Estado fuerte
tenga el control total y la dirección de toda la cadena productiva.
Asimismo, definir durante qué tiempo y en qué grado la riqueza de los
hidrocarburos y los demás recursos naturales no renovables siga siendo
la palanca para el desarrollo productivo de Bolivia, una palanca que
garantice la creación de empleos a partir de la reactivación del aparato
productivo, la promoción del crecimiento del sector manufacturero,
los micro y pequeños empresarios y la agroindustria. Esta definición
depende en primer lugar de la correcta respuesta a la reflexión planteada
arriba y del análisis correcto del avance de las crisis que vivimos.
Desarrollo productivo o Vivir Bien autosuficiente
En síntesis, es crucial estudiar a profundidad si la probable disminución
en la demanda a nivel mundial de productos industrializados,
incluyendo los derivados del gas, valga también para Bolivia y nos
impida iniciar una industrialización, averiguar bien el impacto que
188
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
tendrá la situación energética sobre la demanda y la producción de
productos que necesitan mucha energía en su procesamiento y su uso,
sobre todo en el caso del hierro, mineral primordial en una sociedad
industrializada, es decir si afectará la viabilidad del Mutún a largo
plazo y las esperanzas de explotación del litio,
o si Bolivia pueda industrializar todavía un poquito más sin
afectar la salud de Pachamama o su independencia frente al
occidente.
De una respuesta correcta a esta reflexión depende nuestra esperanza de
lograr la generación de empleos estables, ingreso y excedente económico,
si con la creación de una matriz de desarrollo productivo apuntando a la
industrialización y las exportaciones o con una matriz de construcción
del Vivir Bien basado en nuestros propios esfuerzos y recursos.
Depende de si lo más aconsejable es escoger una matriz de desarrollo
productivo integrada por Hidrocarburos, Minería, Agropecuaria,
Agroindustria, Industria Manufacturera, Turismo y Forestal, o escoger
una matriz de construcción del Vivir Bien basado en producción local
para el consumo de productos locales dentro los límites de la madre
naturaleza, organizada por medio del intercambio y la distribución
de productos entre nuestras comunidades y diferentes alturas (pisos
ecológicos) en regiones autosuficientes.
De una respuesta correcta a esta reflexión depende si será posible
garantizar a corto plazo la paz social y la estabilidad económica,
política, social e institucional, basadas en la esperanza de lograr un
pacto social por el empleo con las empresas privadas nacionales y
las inversiones extranjeras que estén dispuestas a garantizar derechos
laborales, obligaciones tributarias y medioambientales, como también
de un correcto análisis del avance de las crisis en los próximos años y
nuestra capacidad de resolver los problemas y enfrentar o sortear los
obstáculos causados por este avance.
El desarrollo desvaloriza nuestra filosofía de vida
Nos encontramos ante esta encrucijada en un mundo donde el
occidente sigue queriendo aplicar las recetas de mercado, del desarrollo,
189
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
de la industrialización cada vez más sofisticada y complicada, para
generar cada vez más ganancias a la empresa privada.
Sin embargo, dándose cuenta que el desarrollo está empezando a afectar
negativamente a la gente y al planeta por la explotación cada vez más
irresponsable de los cada vez más escasos recursos naturales, quiere
poner parches al desarrollo, copiando la experiencia y la realidad de
los pueblos indígenas, pero sin realmente entender su alcance. Han
empezado a hablar del desarrollo sostenible, desarrollo sustentable.
Están discutiendo en eventos internacionales qué tipo de desarrollo
van a llevar adelante. Ahora están hablando de desarrollo armónico,
Desarrollo con Identidad, pero siguen hablando del desarrollo, de
vivir mejor en vez del Vivir Bien.
Pero, para la construcción del Vivir Bien, no nos sirve hablar
del desarrollo, ya que éste está relacionado con el vivir mejor.
Necesitamos crear las condiciones materiales y espirituales para
construir y mantener el Vivir Bien, en el sentido de vida armónica
en permanente construcción, ya que no existe un estado anterior o
posterior, de sub-desarrollo y desarrollo, como condición para lograr
una vida deseable, como cree el mundo occidental.
Como el Vivir Bien va mucho más allá de la sola satisfacción de
necesidades y el solo acceso a servicios y bienes, más allá del mismo
bienestar basado en la acumulación de bienes, el Vivir Bien no puede
ser equiparado con el desarrollo, ya que el desarrollo es inapropiado y
altamente peligroso aplicar cuando queremos construir el Vivir Bien.
La introducción del desarrollo aniquilara lentamente el Vivir
Bien, porque fragmenta la vida comunal y cultural de nuestras
comunidades, al liquidar las bases tanto de la subsistencia como de
nuestras capacidades y conocimientos para satisfacer nosotros mismos
nuestras necesidades y las exigencias de la Madre Naturaleza.. Ello
nos muestran los efectos de la actividad petrolera en los territorios
y pueblos indígenas, que se viene implementando en nombre del
desarrollo, como también la educación occidental (incluida la versión
bilingüe intercultural), que excluyen y desvalorizan los saberes y la
filosofía de vida de las sociedades indígenas, haciéndonos asimilar
y depender de propuestas ajenas que son contrarias a los códigos y
valores del Vivir Bien.
190
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Nos hace depender del Estado
Siendo una imposición occidental, el desarrollo coloca, desde que fue
inventado luego de la segunda guerra mundial, a las ex colonias en la
categoría de países subdesarrollados (tercer mundo), y concibe a las
sociedades indígenas de estos países como grupos pertenecientes a un
espacio y tiempo considerado ‘periférico’ y ‘primitivo’.
Haciendo creer que seamos ‘los más pobres entre los pobres’,
absolutamente todos los programas de desarrollo implementados
desde los Estados, las ONGs, la iglesia, nos orientan a buscar un vivir
mejor, insinuando que la superación de la ‘pobreza’ indígena significa
el acceso a los ‘beneficios de la modernidad’ y el desarrollo a través de
la ‘integración al mercado’.
Para ello, los indígenas debemos dejar nuestros usos y costumbres
tradicionales ‘no rentables’, renunciar a nuestras formas de subsistencia
local y olvidarnos de nuestra capacidad de autodeterminación, pasar
a ser fuerza de trabajo y permitir tanto el libre acceso de la minería y
la extracción de hidrocarburos como el saqueo y la depredación de la
naturaleza, con el motivo de hacernos depender del Estado para que
éste resuelva nuestras necesidades.
191
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Amenaza la armonía con la naturaleza
En este contexto, nos preocupa las nuevas visiones desarrollistas
que hablan de desarrollo armónico, Desarrollo con Identidad, que
son visiones promovidas por los centros educativos y los maestros
bilingües, pero principalmente por las ONGs a través de sus líneas
de “cooperación al desarrollo”. Ejemplos de ello son las actividades
de planificación y manejo del territorio y sus recursos, programas de
ahorro y crédito (pequeños bancos indígenas), e inclusive actividades
que incorporan la lógica de valoración occidental de la geografía
ambiental como es el turismo.
Estas visiones, que incorporan la lógica comercial frente al equilibrio
natural y la vida, están apuntando a que los pueblos indígenas
terminemos siendo funcionales a los nuevos procesos económicos de
ecologismo neoliberal y Desarrollo con Identidad que, insertados en
la vida de las comunidades y disfrazadas como iniciativas comunitarias
para lograr “sustentabilidad” a partir de la “identidad”, pretenden
lograr la mercantilización de todas las vidas existentes y sus hábitats
junto al aire y al conocimiento indígena.
Diversas experiencias demuestran que algunas de estas iniciativas,
que son medidas conforme los ingresos económicos, el empleo, y el
acceso a bienes y servicios, empiezan a dar resultados en lo que se
refiere a las necesidades monetarias y parecen colocar a las sociedades
indígenas como colectividades “en vías de desarrollo” con propias y
auténticas formas de modernidad.
Pero, no toman en cuenta la amenaza que significan a la armonía con
la naturaleza que vivimos en los territorios indígenas, ni a nuestra
capacidad de cuidar a la madre naturaleza. Tampoco contemplan
los impactos sobre nuestros conocimientos y formas de producción
y organización local ni sobre la energía comunal como potencialidad
productiva y de resolución de los problemas, lo que al final resultará
en que nuestras comunidades seguiremos apareciendo como “las más
pobres entre las pobres”.
El desarrollo es un fracaso
Nos ha llevado a creer que el desarrollo es la salvación de la humanidad
y que nos ayudará a vivir mejor, pero como depende del cada vez mayor
192
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
uso de energía, en primer lugar del petróleo, sin el petróleo no hay
desarrollo. Y para nosotros, el desarrollo, con o sin petróleo, significa
antidesarrollo que provoca grandes desequilibrios, no solamente entre
las personas, sino también entre el hombre y la naturaleza.
A nivel mundial, el desarrollo es el principal causante de la
Crisis Global y destructor del planeta tierra, por la exagerada
industrialización de algunos países, el consumismo enviciado y la
explotación irresponsable de la humanidad y los recursos naturales,
aspiraciones que amenazan a la madre naturaleza y la subsistencia
del planeta a tal grado que no pueden ser generalizados al conjunto
de la humanidad, porque los recursos naturales no alcanzan ni se
renuevan al ritmo con el que los consumimos.
La crisis económica extrema de los países donde vivimos y del mundo,
la crisis de la naturaleza y los graves efectos del cambio climático,
el desequilibrio de la vida comunal, el caos social y la amenaza a
la vida y al planeta, demuestran que tanto la industrialización y el
consumo de la “civilización” occidental como el desarrollo, con o sin
“identidad”, es un fracaso total.
Ello nos advierte que la aplicación de la lógica del desarrollo
no nos sirve para llevar adelante la propuesta del Vivir Bien.
Conforme nuestra filosofía de vida, no podemos ni debemos aceptar
el desarrollo, en ninguna de sus formas, ya que no es otra cosa que
una imposición. Más bien, debemos eliminar de nuestro discurso
el término desarrollo y fortalecer la construcción del Vivir Bien,
desde la familia y las comunidades hasta el contexto más amplio de
naciones y estructuras de gobierno.
Salvar al planeta y la humanidad
Salvar al planeta tierra para salvar a la humanidad
Frente a lo que está ocurriendo con la Crisis Global, podemos
sencillamente decir que los países enriquecidos son los culpables y
tendrían que ser ellos los que tengan que solucionar el problema.
Pero, todos y todas tenemos una responsabilidad que va más allá de
la especulación científica, tenemos la necesidad y la responsabilidad
193
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
de cambiar el modelo energético y nuestros hábitos de consumo,
tenemos que ir más allá que cumplir el Protocolo de Kioto y las demás
recomendaciones de las autoridades mundiales, cuyas metas ya no
son más que una fracción de las reducciones necesarias para frenar de
forma significativa el calentamiento global y crear un mundo donde
todos y todo vivamos bien dentro los límites del planeta Tierra.
Tendremos que hacer de este nuevo milenio un milenio de la vida y
no de la guerra, un milenio del pueblo y no del imperio, un milenio
del equilibrio y de la complementariedad. Este milenio tendrá que
ser para defender la vida y para salvar a la humanidad, respetar y
defender a la madre tierra, para que vivamos en armonía con ella, y
si hablamos de la madre tierra y queremos salvar a la humanidad, no
lo podemos hacer sin lograr la sustentación y preservación de nuestro
planeta tierra. Aquí se trata de juntos salvar al planeta tierra, y si
salvamos a ella con seguridad salvaremos a la vida y a la humanidad.
Con iniciativas propias desde las comunidades y también con apoyo
desde el gobierno, podemos juntos decidir y encaminar nuestros
destinos, juntos asumir la voluntad y responsabilidad del Vivir Bien
que nos han legado nuestros ancestros, para construir de manera
horizontal entre todas y todos la cultura de la paciencia, la cultura
del diálogo y fundamentalmente la Cultura de la Vida, reconociendo
que el respeto y la complementariedad pacífica y armónica entre
nuestras naciones y comunidades es esencial para salvar al planeta, la
humanidad y la vida. En este marco, pedimos a las Naciones Unidas
convocar a una cumbre mundial indígena para recoger las propuestas
y las iniciativas de nuestros pueblos y naciones.
Para que nos entienda los de la izquierda, podemos decir que vamos
a construir un socialismo comunitario en armonía con la Madre
Tierra, donde socialismo no es solamente la defensa al hombre sino
una obligación de los pueblos vivir en armonía con la Madre Tierra,
respetando las formas de vivencia de la comunidad. Podemos mejorar
el planteamiento del socialismo del siglo XXI con la incorporación
de la vivencia y la experiencia de los pueblos indígenas del mundo,
pueblos que defienden fundamentalmente a la Madre Tierra.
194
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Estrategia Mundial
Como propuesta concreta frente a las amenazas a la sobrevivencia
del planeta, frente a los efectos del cambio climático, el consumo
excesivo de los recursos naturales y la crisis energética, Bolivia exhorta
a todos los países, las fuerzas sociales, los organismos internacionales,
empezar a debatir de verdad como construir juntos nuestro futuro.
Para alimentar este debate internacional y debate con nuestras
comunidades, con nuestras organizaciones, lanza al mundo unos 10
mandamientos para salvar al planeta, a la humanidad y a la vida.
A partir de este debate, podemos construir una Estrategia Mundial
basada en los valores de la Cultura de la Vida, en los valores de la
convivencia y la complementariedad no solamente entre las personas
sino en la armonía entre el hombre y la naturaleza.
Esta estrategia tendrá como objetivo resolver los problemas
fundamentales de los pueblos, como los relativos a la defensa de la
madre naturaleza y el equilibrio natural, el agotamiento de las reservas
energéticas, la cultura, la soberanía alimentaria, tierra y territorio, la
explotación, la discriminación y el empobrecimiento de la mayoría de
la población, a la vez que responda a la protección del bien común y
la vida por sobre la ganancia particular, y a un vivir bien en beneficio
del conjunto de nuestras comunidades y naciones.
195
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Ello significa una política a largo plazo para salvar al planeta y la
humanidad de los efectos del cambio climático, las crisis alimentaria
y del agua, la sobreexplotación de recursos naturales del planeta y
la bajada de la producción del petróleo y el gas, aprovechándonos
del agotamiento del petróleo como incentivo para cambiar el patrón
energética.
Las arrugas de nuestros mayores
Si nosotros no hacemos nada para que nuestra Pachamama se cure,
para que nuestra Madre Tierra se cure, para que podamos volver a ese
nuestro camino, para que un día se pueda dar ese gran Pachakuti, no
vamos a poder garantizar que el sol salga nuevamente para nuestros
pueblos. El sol se ocultó para nuestros pueblos hace más de 500 años.
Todavía no sale.
Nos va a ayudar a dar luz al sol para que aparezca al final del túnel,
la sabiduría de todos los pueblos del mundo, la sabiduría del pueblo
boliviano. Nosotros tenemos nuestros propios conceptos, nosotros
sabemos. Ello no está escrito. Está guardado en nuestras bibliotecas
andantes, está reflejado en las experiencias y la sabiduría de nuestros
mayores.
Las organizaciones sociales, los consejos de amautas, de sabios, en el
Altiplano y los valles de Bolivia, las comunidades originarias y ayllus,
los sindicatos del campo y de la ciudad, las capitanías en el Oriente
boliviano, las comunidades indígenas y organizaciones sociales
de todos los países del mundo, son el reservorio de conocimientos
científicos de la vida para defender a la vida, son el reservorio de
sabiduría para construir un país que tenga propuestas al mundo a
partir de la Cultura de la Vida, para construir un mundo que logre
salvar al planeta y a la humanidad.
Tenemos que aprovechar a leer las arrugas de nuestros mayores antes
que se mueran, porque allí está lo que nosotros tenemos, y esto lo
tenemos que recuperar. Por eso, leer las arrugas de nuestros abuelos es
entender la Cultura de la Vida, forma de vida que no es dependiente
del consumo excesivo de energías no renovables que emiten gases de
efecto invernadero sino que se basa en la armonía hombre naturaleza.
196
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Introducción.................................................................................... 5
La Crisis Global.................................................................7
El Illimani va perdiendo su poncho blanco............................... 7
Colapso ecológico y social.......................................................... 7
Crisis Global............................................................................... 8
Causante es la ilimitada industrialización.................................. 10
Ya no podemos escoger............................................................... 11
Todo lo demás es pura paja......................................................... 12
Cambio Climático.............................................................13
El planeta se está recalentando...................................................... 13
Civilización occidental mayor causante.................................... 13
Cuatro áreas son las más vulnerables......................................... 15
El cambio climático provoca más enfermedades........................ 16
Puede afectar el acceso a los alimentos...................................... 17
Tragedia económica y social....................................................... 18
América Latina.......................................................................... 18
Cambios abruptos con consecuencias catastróficas........................ 19
El planeta avanza rápidamente hacia un estado crítico............. 19
Traspasando ciertos umbrales críticos........................................ 21
Retroalimentación al calentamiento......................................... 22
El primer país borrado del mapa................................................. 24
Desintegración de sociedades enteras........................................ 25
Nuestra voz es la voz de los nevados.......................................... 25
Los impactos en Bolivia.................................................................. 27
Nuestros nevados se están acabando.......................................... 28
Afecta fuertemente a la producción agropecuaria..................... 29
Pérdidas importantes de recursos económicos........................... 30
Los recursos del planeta.....................................................31
Creciente sed de recursos naturales y territorio......................... 31
Está llevando al planeta al borde del colapso............................ 32
La tercera mayor extinción en la historia del planeta............... 33
Estamos desfalcando el planeta.................................................. 35
Agua es Vida......................................................................36
La vida occidental aumenta la presión sobre el agua................. 36
Millones carecen de acceso a agua............................................. 38
197
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Estamos exportando energía y agua........................................... 39
Mayor uso de energía requiere más agua.................................... 40
Efectos en la seguridad alimentaria............................................ 41
A medida que el agua sea más escasa......................................... 42
Muchas extracciones de agua para riego no son sostenibles...... 43
El agua sólo es renovable con un uso sostenible........................ 44
El agua como mercancía es una locura....................................... 45
Somos piedras andantes de agua................................................ 46
Agua para la Vida....................................................................... 46
Crisis alimentaria...............................................................47
Aumento dramático del precio de los alimentos............................ 47
Provoca malestar social y disturbios............................................... 48
Los agrocombustibles responsables en gran medida....................... 49
Arruinan la producción en nuestros países.................................... 50
La agricultura intensiva es un robo a la naturaleza........................ 51
Crecimiento económico roba y crea escasez.................................. 52
La revolución verde arriesga la producción agrícola mundial........ 52
Las comunidades podemos alimentar el mundo............................. 53
Agrocombustibles..............................................................55
Usan la tierra para autos de lujo................................................. 55
Convirtiendo a Africa en una granja gigante de
agrocombustibles........................................................................ 56
30 % de la cosecha de maíz se desviará al etanol....................... 56
La demanda de maíz para etanol seguirá aumentando............... 57
Brasil: No disminuye la oferta de comida.................................. 59
Ayuda a descontaminar el planeta............................................. 59
De héroe a villano...................................................................... 60
Ver cómo afecta la vida comunal............................................... 61
Asegurar el alimento agropecuario para el ser humano............. 63
La Crisis del Tiempo..........................................................64
Colisión de tiempos.................................................................... 64
Desgobierno de los tiempos........................................................ 65
Tiempo del sistema industrial..................................................... 66
Aceleración brutal del tiempo cíclico........................................ 67
Tiempo para analizar la información disponible........................ 68
Estamos agotando el tiempo....................................................... 69
Tardamos mucho en parar.......................................................... 70
198
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
La cultura de dominación de la naturaleza........................71
El cáncer de la naturaleza............................................................... 71
Empeño enfermizo de crecimiento económico.......................... 71
Sobre las ruinas de los asentamientos anteriores....................... 72
El desarrollo es un fenómeno de saqueo..................................... 74
Causantes los modelos de desarrollo occidentales......................... 75
Estamos en manos de 200 empresas transnacionales................. 75
Por la exagerada industrialización.............................................. 77
Están acabando con pueblos y culturas ancestrales................... 78
El fin de la sociedad del petróleo.......................................79
El Petróleo en nuestras vidas.......................................................... 79
La sangre que nos alimenta........................................................ 79
El mundo se mueve en función del petróleo.............................. 81
La producción de alimentos se basa en el petróleo.................... 82
La Era del Petróleo está por acabar................................................ 83
La Civilización Industrial 1930-2030........................................ 83
No se hacen nuevos descubrimientos........................................ 84
¿Qué va a pasar cuando ya no haya petróleo?............................ 85
Afectará la producción de la papa, la soya, el arroz................... 86
Terminó la gran fiesta del petróleo............................................. 87
Una vez que la producción alcance su techo............................. 88
¿De dónde va a salir el petróleo que falta?................................. 89
La crisis financiera..............................................................90
Integrar las crisis en una visión general..................................... 90
Capitalismo joven........................................................................... 91
Energía barata y abundante........................................................ 91
Colapso de la vida...................................................................... 92
El capitalismo industrial............................................................. 93
Maduración parasitaria................................................................... 94
Inicia su decadencia................................................................... 94
Desenfrenada carrera consumista............................................... 95
La sobreproducción se vuelve crónica....................................... 96
Expansión financiera.................................................................. 98
Endeudamiento evita la crisis.................................................... 98
Con sus compras a crédito sostuvieron a la economía mundial.100
Avance y proyección de las crisis................................................... 101
Crisis de subproducción............................................................. 101
Sin cada vez más energía, se para el crecimiento....................... 102
199
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Sin crecimiento, se caen los mercados financieros.................... 103
Fin del petróleo barato............................................................... 104
¿Crisis energética causa de la crisis económica?......................... 105
Bloqueo energético al crecimiento............................................ 106
Bajada zigzagueante del Producto Bruto Mundial...................... 106
Frustradas las expectativas de un fin de la crisis......................... 107
Creciente interacción entre las varias crisis.............................. 108
La crisis de las alternativasenergéticas..................................109
¿Qué alternativas tenemos?............................................................ 109
¿Nuevos yacimientos?................................................................. 110
¿Las plataformas submarinas?..................................................... 111
No existe sustituto al petróleo................................................... 112
Requieren hidrocarburos en su producción............................... 113
Etanol de maíz es una energía negativa..................................... 114
Usando una Combinación de las Alternativas.......................... 116
El riesgo es que ya sea muy tarde................................................ 117
Amenaza a la paz mundial.............................................................. 118
Peligro que entren en carreras sangrientas................................. 118
Escalada militarista del Occidente............................................. 120
En las guerras no ganan los pueblos........................................... 121
La guerra y el Calentamiento Global......................................... 122
Luchar porque los países renuncien a la guerra.......................... 123
Impulsando el Vivir Bien......................................................124
Vivir Bien o colapso catastrófico.................................................... 124
Vuelco fundamental en la historia de la Tierra.......................... 124
Hacia una sociedad más sencilla................................................ 125
De lo grande y centralizado a lo pequeño y local....................... 126
Restos de ciudades construidas por los dioses............................ 128
Estamos en tiempos de cambio....................................................... 129
El mundo ahora se está cuestionando........................................ 129
No es ninguna solución para la vida.......................................... 129
Tiempos de Pachakuti, del Quinto Sol...................................... 131
Volveremos a ser parte de la galaxia.......................................... 132
Ofrecemos al mundo la Cultura de la Vida................................ 133
A partir de las leyes naturales que dan vida............................... 134
Impulsar los Diez Mandamientos............................................... 136
Vivir Bien, no vivir mejor a costa del otro................................ 137
Derechos de la Madre Tierra...................................................... 138
200
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Cumplir nuestra responsabilidad con la Madre Tierra............... 139
Dentro los límites de nuestra madre naturaleza......................... 140
A partir de la sabiduría de la mujer............................................ 141
Estrategias frente al Cambio Climático.......................................... 142
Espacio atmosférico para nuestros países................................... 142
Que restauren a Pachamama...................................................... 143
Poca voluntad para con los países del Sur.................................. 144
Para que podamos apropiarnos del tema.................................... 145
Recuperar la salud de la Madre Tierra............................................ 146
Devolver al planeta su fertilidad................................................ 146
Pachamama nos necesita............................................................ 146
A base de ciclos cerrados............................................................ 147
Beneficioso para la salud del planeta.......................................... 148
Que el norte pague la deuda ecológica....................................... 149
Bajar la palanca para el futuro........................................................ 150
Dar un giro radical a las economías occidentales...................... 150
Rápidamente dejar de usar energías fósiles................................ 151
Revertir el crecimiento económico ilimitado............................ 151
Bajar la palanca…...................................................................... 152
….para vivir en abundancia…................................................... 154
….de forma sencilla…................................................................ 154
….y tener más tiempo para vivir................................................ 155
Vida comunal con producción local.......................................... 157
Priorizar el consumo local antes que vender al exterior............ 158
Control económico administrativo............................................ 159
Despertar la energía comunal......................................................... 160
Con creatividad, entusiasmo y acción conjunta........................ 160
Volver a ser Qamiri.................................................................... 161
Vivir bien y NO mejor............................................................... 162
Vivir bien está reñido con el derroche....................................... 163
La identidad está relacionada con el vivir bien......................... 163
Es más importante la identidad que la dignidad........................ 164
La complementariedad va más allá de la libertad...................... 164
Nadie dice: voy a cuidar de mí solo........................................... 165
Nueva nación y nueva institucionalidad........................................ 165
Construyamos la soberanía de las comunidades........................ 165
Consenso más que democracia................................................... 167
Hacia el ejercicio directo de la soberanía.................................. 168
201
El Vivir Bien
como respuesta a la Crisis Global
Sobre la base del Ayllu............................................................... 169
Las comunidades base de la institucionalidad............................ 170
Consejos de Construcción del Vivir Bien.................................. 170
Ejercicio soberano de los espacios comunes............................... 171
Producción en función de la vida................................................... 172
Reincorporemos la agricultura a las comunidades..................... 172
No depender de nadie................................................................ 173
Protejamos nuestras propias semillas.......................................... 175
Tan importantes que la pachamama.......................................... 176
Retomemos nuestras propias tecnologías................................... 177
Reconstruyamos la vida en el campo......................................... 177
Consolidemos la Soberanía Alimentaria................................... 178
Hacer funcionar nuestra propia salud........................................ 179
Nuestro alimento es nuestra medicina....................................... 180
Educación y comunicación propia............................................. 181
Justicia indígena originaria campesina....................................... 182
Reconstruir el equilibrio............................................................. 183
En Bolivia, ¿Desarrollo o Vivir Bien?............................................. 184
Esperanza de producción industrial............................................ 184
En riesgo la vida comunal.......................................................... 185
Estudiar los efectos del agotamiento de recursos....................... 186
El papel de la nacionalización.................................................... 188
Desarrollo productivo o Vivir Bien autosuficiente.................... 188
El desarrollo desvaloriza nuestra filosofía de vida...................... 189
Nos hace depender del Estado................................................... 191
Amenaza la armonía con la naturaleza...................................... 192
El desarrollo es un fracaso.......................................................... 192
Salvar al planeta y la humanidad..........................................193
Salvar al planeta tierra para salvar a la humanidad................... 193
Estrategia Mundial..................................................................... 195
Las arrugas de nuestros mayores................................................. 196
202
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