Honestidad e integridad El primer aspecto de la honestidad es honestidad con uno mismo. Si soy honesto conmigo mismo, no se darán situaciones en las que no sea honesto con los demás. La honestidad es tener una conciencia clara ante mí mismo y los demás. Honestidad es reconocer qué es lo correcto y apropiado en términos de mi propio papel, comportamiento y relaciones. Con honestidad no hay hipocresía ni artificialidad, que crean confusión y desconfianza en las mentes de los demás. La honestidad nos ayuda a construir una vida íntegra, porque nuestro ser interno y nuestra personalidad externa son reflejo uno de la otra. Honestidad es decir lo que se piensa y hacer lo que se dice. No hay contradicciones ni discrepancias entre pensamientos, palabras y acciones. Tal integración provee claridad y un ejemplo para los demás. Tener una forma internamente y otra en el exterior crea barreras y causa daño, ya que nos será muy difícil poder acercarnos a los demás, y tampoco los demás querrán acercarse a nosotros. Algunos piensan: "Soy honesto, pero nadie me comprende". Eso no es honestidad. La honestidad es algo tan diáfano como un diamante sin taras cuyo brillo no puede permanecer escondido. La dignidad y el valor son visibles en las propias acciones que realiza la persona honesta. Copyright © 2001 Asociación Espiritual Mundial Brahma Kumaris Diputación 329, pral. 08009 Barcelona T. 34 93 4877667 / 7874 Fax 34 93 4877638 E-mail: reflexiones@aembk.org Web internacional: www.bkwsu.org Web nacional: www.bkwsu.org/spain