Política y desarrollo Junio 2007 Propuesta de Reforma Migratoria en Estados Unidos Dra. Gabriela Palavicini Corona La migración de mexicanos a Estados Unidos es un tema que se trata en altas esferas gubernamentales y se puede analizar desde el punto de vista de la ciencia política, aunque las causas y efectos de la misma sean de distinta índole. La solución para los gobiernos va más allá de resolver el desequilibrio en el mercado laboral, les plantea retos de políticas públicas orientadas al desarrollo de sus países con el fin de dar solución a la escasez de oportunidades productivas, la desigual distribución de la riqueza, la fuga de cerebros e inversión educativa, el respecto a los derechos humanos, entre otras problemáticas. La migración, desde siempre, ha ocupado un lugar muy importante en el desarrollo de los países involucrados y es que en naciones en donde se carece de una población originaria como tal, en donde la mayoría de sus habitantes es fruto de la mezcla de diferentes culturas y de los movimientos poblacionales originados por una guerra, una epidemia o simplemente las carencias propias de su lugar de nacimiento, se ha debido hacer “uso” de esa mano de obra extranjera para poder salir adelante. Este es el caso específico de Estados Unidos. Sin embargo, sufre actualmente las consecuencias de no haberle dado el trato adecuado a la tan abundante migración que por años ha tenido lugar. Y es que la migración en sí misma es un fenómeno que de no tratarse adecuadamente puede llegar a crear conflictos graves como los ya vistos en el país del Norte o en otros países de Europa, quienes actualmente sufren el fenómeno en mayor medida; un fenómeno que por demás es considerado como negativo pues generalmente se alude a una cierta “clase” de trabajadores, personas con carencias económicas, de baja preparación pero que finalmente son útiles para el país en el que se asientan. La migración no tiene por qué verse siempre desde este punto de vista, pues pudieran también ser inmigrantes con altos niveles educativos. ¿La fuga de cerebros que son bien recibidos en otros países, no es acaso inmigración? Sí, y ayudan más aún al desarrollo de los países, sin embargo esto no se toma en cuenta. Los conflictos derivados o provocados por las migraciones a las cuales alude el caso de Estados Unidos principalmente, se deben a que uno de los aspectos negativos provocados por el flujo migratorio es la no integración, como tal, de quienes llegan a territorio extranjero; falta de integración provocada por la población inmigrante que permanece en ghettos, pero también por parte de la población y del territorio que los recibe pero no los acoge, los sobrelleva y tolera, por beneficio propio, pero no los integra. Si la mirada del territorio receptor fuera amable hacia las personas que inmigran, viéndolos como una “ayuda” mutua y los acogiera por contribuir a incrementar la economía del país por el movimiento de la economía que forzosamente produce la mano de obra barata y el poco o mucho poder adquisitivo que el vivir cotidiano obliga, esa lucha por evitar al inmigrante o por inmigrar ilegalmente y el grado de rechazo serían mucho menores y evitarían que esas poblaciones permanecieran entre ellos, tratando también de preservar su cultura, costumbres y tradiciones en un país por demás ajeno a ellos; ajeno debido a la resistencia de su parte y a la discriminación de quienes sí son originarios. Si un país no acepta a los inmigrantes y no piensa darles el trato de ciudadano, no debería tampoco dejar que éstos sigan llegando y crezcan desmesuradamente, “haciéndose de la vista gorda” por conveniencia propia. En este sentido, Estados Unidos ya llegó al límite, con una gran cantidad de habitantes que no sólo son inmigrantes sino que a la vez son ilegales, habiendo dejado en sus manos actividades económicas básicas para el funcionamiento del sector servicios. Así, tras un año en el que se intentó promover una Reforma Migratoria, finalmente, el pasado jueves 17 de mayo surgió una iniciativa de Reforma en este sentido, en la cual se tratará de legalizar a 12 millones de personas ilegales, -lo cual pareciera ser demasiado ambicioso-, llegadas antes de 2007, sin antecedentes criminales, que aprendan inglés y paguen una multa de cinco mil dólares. El lunes 21 en Washington, el Senado inició un debate para ver las posibilidades de aprobar tal iniciativa. El hecho de que ésta haya sido presentada directamente al Senado podría facilitar el proceso de aceptación y aunque no se cree que se dé en los términos que ésta ha sido planteada sino que seguramente se modificará en algunas cláusulas, es ya un paso adelante. La migración es un arma de dos filos, o bien contribuye al crecimiento o desarrollo de un país o puede llegar incluso a afectarlo de manera significativa. Generalmente no se actúa sin provecho alguno y aunque de aprobarse la Reforma mencionada se verán beneficiados los inmigrantes e ilegales, no sería extraño que dicha aprobación obedezca más y una vez más al beneficio muy particular del propio país el Norte. Esta Reforma es un juego en donde independientemente de la razón y el interés de fondo, ambas partes pueden salir ganando, en mayor o menor medida. Sin embargo, una vez más, se quedará lejos de un esfuerzo serio de políticas públicas coordinadas para avanzar en el proceso de desarrollo integral de la población de ambos países.