CÓMO SUPERAR LA CRISIS. DECÁLOGO DE SUPERVIVENCIA. (Calvo, Gamo y Martínez, Barcelona, marzo de 2009, Ediciones B.) Lucha por conseguir la victoria; ataca y alcánzala. Después de quince años de crecimiento económico sostenido-que en caso de nuestro país nos permitió hacernos un hueco entre las principales potencias económicas del mundo- el modelo mostró sus debilidades de una manera terriblemente contundente. En 2007 el sistema financiero empezó a derrumbarse como un castillo de naipes. La era de los créditos baratos, del consumo irracional y del acceso de todos a todos los bienes tocó a su fin. La primera señal de que ese maravilloso mundo financiero se acababa llegó de Estados unidos con la crisis de las hipotecas subprime. Aunque, como ya hemos visto a lo largo de 2008, eso era sólo la punta del iceberg. Las inversiones especulativas y el abismo entre el sector financiero y la economía real –la ingeniería financiera que iba creando matrioskas sin saber lo que ocultaba la última de las muñecas– han ocasionado una crisis financiera sin precedentes, cuyas consecuencias sufrimos ya en todo el mundo. España se hallaba en una buena posición para afrontar esta situación, de no ser por nuestra excesiva dependencia que nuestro modelo de crecimiento tiene respecto al sector inmobiliario. La crisis bancaria de los ochenta nos enseñó lo importante que era tener una regulación estricta que evitara otra catástrofe similar en este sector. Fue por eso que el Banco de España adoptó medidas que si bien en aquel momento se consideraron excesivamente rígidas nos han servido en la actualidad para aislarnos parcialmente de los efectos de la crisis financiera internacional. Sin embargo, nuestro gran problema era interior .Las instituciones, los expertos y cualquiera con un poco de sentido común sabía o sospechaba que un crecimiento como el español, basado en la burbuja inmobiliaria, no podía ser un modelo de futuro. La construcción llegó a representar el 17% de nuestro PIB, que sumado a la industria auxiliar, se convirtió en un tercio de nuestra producción nacional. De esa manera, el alza constante de los precios de la vivienda trajo consigo un comportamiento irracional para todos: consumidores, promotores, entidades financieras y autoridades públicas. Todos, sin quererlo o queriendo, hemos actuado como nuevos ricos que gastaban como si nunca se fuera a cerrar el grifo. Estamos hipotecados hasta las cejas y nuestro modelo de crecimiento no funciona, ni funcionará en el futuro. Tenemos una resaca monumental que nos va a durar bastante, porque bebimos mucho más de lo que podíamos asimilar .Y todo esto es así y hay que reconocerlo. Ante esto nosotros pensamos que la situación es grave, pero se puede salir. Alo largo de los últimos años han salido al mercado varios libros sobre la crisis financiera y las recetas para superarla. Unos han dado una visión global, otros han aportado teorías académicas (Krugman), los ha habido incluso que han intentado ser innovadores (Soros) y otros, también, han querido explicar este fenómeno para que todo el mundo entienda este problema: y eso no es fácil porque muchas veces se incurre en inexactitudes y medias verdades. Nosotros hemos publicado un libro que intenta ofrecer una guía práctica para capear este período de incertidumbre. Un manual útil. Con ideas y soluciones. Tras una introducción, en la que se hace una mención al origen de la crisis -para fijar el punto de partida y saber a qué nos enfrentamos-, hemos dividido el libro en dos partes: La primera se llama Una solución para cada problema. En ella se exponen casos reales de ciudadanos a los que está afectando la crisis y aportamos soluciones sensatas para salir de su precaria situación económica y afrontar el futuro con optimismo. La segunda es un Decálogo de supervivencia. A lo largo de diez puntos exponemos propuestas económicas y psicológicas para afrontar la crisis y salir reforzado de ella. Al final del libro hemos añadido una serie de anexos: un glosario donde se recogen los términos económicos menos asequibles para aquellos que no están familiarizados con el lenguaje financiero y unos gráficos para la esperanza y todo esto complementado con una breve explicación de cómo funciona el sistema financiero. Finalmente hemos preparado una pequeña bibliografía y una recopilación de páginas web donde encontrar toda la información que necesitemos para obtener financiación, ayudas, ideas, etc. Nosotros creemos que esta crisis aún no ha tocado fondo. Cada día surgen nuevos escándalos financieros, relacionados con el comportamiento irregular de algunos bancos, fondos de inversión o brokers -casi siempre estadounidenses- a los que nadie vigiló: la banca en la sombra o los bancos que no son bancos en la terminología de Krugman. Esta situación provoca desconfianza entre los propios agentes del sistema financiero, que tienen miedo a hacer negocios entre ellos. La consecuencia inmediata es que el dinero no llega a empresas y particulares. Siguiendo la metáfora del cubo agujereado de Okun (ya explicada en un artículo de este blog), los agujeros que tiene el sistema financiero son tan grandes que cuando se quiere trasladar el agua desde las autoridades monetarias a los individuos y empresas, esta se pierde por el camino. Además, en nuestro país, y en otros de nuestro entorno, la crisis que comenzó siendo financiera se ha trasladado al sector real. El paro crece, llegamos ya a los cuatro millones de parados y muchas empresas están aprovechando la situación para hacer limpieza, despidiendo a los trabajadores que consideran excedentes o utilizando las prejubilaciones para reducir el peso del coste de personal en su plantilla. En cualquier caso, tenemos que tener en cuenta dos cosas; primera, que el mundo va a cambiar y que el futuro depende de nosotros mismos y segunda, que los gobiernos, los paridos políticos y el sistema bancario son los primeros interesados en que la cosa no se eternice porque está en juego su propia supervivencia. De ahí las reuniones del G-20.Una solución rápida sería beneficiosa para todos. Por eso nosotros te aconsejamos que seas realista, que seas positivo, que seas creativo, que te esfuerces día a día, que tengas un espíritu racional, que no eres un paria si no tienes de todo, que si inviertes lo hagas con cabeza, que el banco no es el dueño de tu vida y que creas en ti mismo y en tus posibilidades. Decía Albert Einstein: Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla.