población y urbanización en europa

Anuncio
"Europa:
Pasado,
presente
y
futuro.
Europa,
una
demografía
en
transformación". Forum Europeo de Benissa. Universidad de Alicante. 14
a 18 de septiembre.
POBLACIÓN
Y
URBANIZACIÓN
EN EUROPA
Prof. Julio Vinuesa Angulo
Departamento de Geografía
Universidad Autónoma de Madrid
Al hablar de población y urbanización se pone necesariamente el
acento en las características de naturaleza espacial. Pero las pautas
de la distribución espacial y sus efectos sobre los comportamientos
demográficos (fecundidad, mortalidad, movilidad) y sobre las
distintas
composiciones
de
las
poblaciones
según
sus
características (sexo, edad, naturaleza, actividad, estado civil,
formas de convivencia,…) son consecuencia de los sistemas
productivos, de la organización político-administrativa,
de las
infraestructuras y de los medios de transporte, de las posibilidades
que ofrecen las comunicaciones, etc.,
A
su
vez,
la
redistribución
espacial
de
la
población
tiene
importantes repercusiones sobre la eficiencia de la estructura
socioeconómica que la ha propiciado. Para poder observar la
dinámica demográfica hay que partir de la interacción con los
modos de organización social y económica que, junto con el
soporte del medio natural, van configurando los diferentes modelos
de
urbanización.
En
síntesis,
la
consideración
del
binomio
población–urbanización ha de ser un modo de aproximarse a la
1
dinámica demográfica a partir de la idea de que la población es un
elemento básico de la estructura territorial.
Este enfoque territorial nos obliga a incidir en la cuestión de la
escala, que aquí se hace especialmente relevante: junto a la escala
regional más propia en los análisis de la redistribución espacial de
la población y de la configuración del sistema de asentamientos, se
hacen cada vez más necesarios los estudio a escala local, referidos
a los ámbitos urbanos. Ello supone, para el análisis demográfico, la
dificultad del manejo de poblaciones “pequeñas” o especialmente
sujetas a factores exógenos. Pero se hace imprescindible por la
necesidad
de
conocer
la
evolución
y
las
características
demográficas en interación con la dinámica de las estructuras
urbanas.
La congestión urbana, el problema de la vivienda, la
movilidad espacial y la movilidad residencial, los desequilibrios o los
déficits de equipamientos urbanísticos, entre otros, son aspectos de
la realidad urbana con importantes componentes demográficos.
MODELO TERRITORIAL
MODELO
ECONÓMICO
MODELO
CULTURAL
SOPORTE
TERRITORIAL
CONFIGURACIÓN
DEL SISTEMA DE
ASENTAMIENTOS
DISTRIBUCIÓN
ESPACIAL DE
LA POBLACION
ESCALA REGIONAL
DINÁMICA Y
CARACTERÍSTICAS
DE LA POBLACIÓN
ESCALA LOCAL
Hecho este planteamiento inicial y antes de entrar en la descripción
de cómo fue el proceso durante la industrialización, comenzaremos
estableciendo algunos conceptos básicos sobre urbanización y
2
dinámica demográfica, por último veremos qué cambios se vienen
registrando
en
los
últimos
decenios,
básicamente
como
consecuencia de las nuevas formas de la organización económica,
de las innovaciones tecnológicas en materia de comunicación, de
las nuevas pautas del comportamiento social y de los cambios
registrados en la organización política-administrativa del territorio.
Elementos
substanciales
de
lo
urbano
y
las
variables demográficas
Al repasar las características básicas de la organización urbana,
enseguida aparece la necesidad de una cierta concentración de
población, que lleva implícita la idea de un tamaño o volumen
mínimo y de una determinada densidad.
A lo largo de la historia se ha hecho precisa la concentración
demográfica fundamentalmente por dos causas:
a) En primer lugar, para garantizar unos mínimos umbrales de
demanda que hagan posibles la existencia de los equipamientos
urbanos. Sin un determinado número de habitantes no es posible
la existencia de las actividades que confieren centralidad. A
mayor especificidad del servicio, mayor será el carácter urbano y
mayor también el volumen de la demanda potencial demográfica
requerida.
b) Por otro lado, es necesaria la densidad porque la proximidad
espacial permite aprovechar al máximo ciertas ventajas de
localización.
El
propósito
de
minorar
los
gastos
de
desplazamiento, especialmente los de domicilio-trabajo y los que
se producen para acudir a los centros de servicios, da lugar a lo
largo del proceso de urbanización a una tendencia a la
concentración espacial de la población en busca de las zonas de
mayor centralidad. El espacio residencial tiende a densificarse, se
hace progresivamente más escaso y se encarece. La dinámica de
la densidad residencial en términos de metros cuadrados de
3
vivienda por habitante, por ejemplo, es un indicador. También
resulta reveladora la permanente voluntad de la legislación
urbanística y la consecuente vigilancia de los poderes públicos
por imponer
estándares que controlen la congestión y que
garanticen unos mínimos dotacionales.
Junto al tamaño demográfico y a la densidad de la ciudad se
establece también la idea de predominio de las actividades
industriales y terciarias que constituyen la base económica de la
ciudad y que le confieren a la población urbana unas ciertas
especializaciones y una progresiva diversidad socioeconómica. La
concentración está asociada a ciertos tipos de actividad.
La sociedad urbana introduce también nuevos modos de vida que,
entre otros cambios acarrea nuevas formas de convivencia que
evolucionan
hacia
una
estructura
de
hogares,
caracterizada
también por la mayor diversidad y por la reducción del tamaño
medio.
La escasez y el encarecimiento del espacio urbano son
factores importantes en diversos aspectos del comportamiento
demográfico y muy especialmente algunas que tienen como
consecuencia la reducción del tamaño medio de los hogares.
La ciudad se ha distinguido desde siempre por su carácter
innovador, también desde una perspectiva demográfica es en los
ámbitos urbanos donde primero se manifiestan los cambios de
comportamiento. Los descensos de la fecundidad y de la mortalidad
o las alternativas de la nupcialidad a sí como las nuevas formas de
convivencia se inician en relación con la cultura y las formas de
vida urbanas.
Otro de los elementos substanciales de lo urbano es el dinamismo.
La
ciudad,
como
entidad
económica,
ha
mostrado
permanentemente una tendencia al crecimiento. Durante las fases
de mayor dinamismo en los procesos de urbanización los fuertes
ritmos de crecimiento demográfico de las ciudades se constituyen
en uno de los fenómenos de mayor transcendencia. Los flujos
migratorios interregionales vinculados a la urbanización son en la
4
mayor parte de los países del mundo el principal factor en la
distribución espacial de la población.
Por último el carácter de lugar central y su vocación difusora son
también elementos sustanciales de los núcleos urbanos y ello se
traduce igualmente, desde una perspectiva geodemográfica, en
procesos de redistribución espacial de la población. Tras un periodo
en el que prevalece la concentración sobre los primeros centros
urbanos, se va pasando, cuando ya se han alcanzado unos ciertos
niveles de congestión, al crecimiento de otros núcleos periféricos
sobre los que se va difundiendo y generalizando la urbanización.
Estos fenómenos de metropolitanización tienen una gran incidencia
sobre la movilidad residencial y, como veremos, dan lugar a nuevas
formas de localización difusa.
ELEMENTOS
ELEMENTOS SUBSTANCIALES
SUBSTANCIALES DE
DE LO
LO URBANO
URBANO
CONCENTRACIÓN
DE POBLACIÓN
TAMAÑO
TAMAÑO
DENSIDAD
DENSIDAD
ASPECTOS
MORFOLÓGICOS
BASE
ECONÓMICA
CARACTERÍSTICAS
SOCIO-ECONÓMICAS
HETEROGENEIDAD
SOCIAL
MODOS DE
VIDA
FORMAS DE
CONVIVENCIA Y
ESTRUCTURA DE
HOGARES
INTENSIDAD DE
INTERRELACIONES
CAPACIDAD
INNOVADORA
DINAMISMO
DINÁMICAS Y
COMPORTAMIENTOS
DEMOGRÁFICOS
VOCACIÓN
DIFUSORA
CENTRALIDAD
EXPANSIÓN
ESPACIAL
5
Componentes del crecimiento urbano
La idea de desarrollo urbano o proceso de urbanización ha sido
tradicionalmente
asociada
al
aumento
de
la
población,
al
incremento del producto urbano, a la creación del espacio
urbanizado, y a la multiplicación de las interrelaciones en una
sociedad cada vez más diversa y compleja. Son fenómenos que se
consideran
interdependientes
simplificación,
y
que,
en
un
ejercicio
de
generalmente son representados a través de
variables de la dinámica demográfica, ya que son estos los
indicadores de más fácil obtención e interpretación.
Aunque aquí centramos la atención en el primero de ellos, es
importante no olvidar la existencia de los otros con los que
evidentemente guarda una estrecha relación y a los que sin duda
hay que recurrir para explicar la dinámica demográfica.
Veremos sin embargo, y esta es una de las ideas centrales de este
texto, que los nuevos modelos de desarrollo urbano se hacen cada
vez más complejos y se van disociando no poco de la dinámica de
concentración de población, cambiando además el significado
urbanístico de la misma.
COMPONENTES DEL DESARROLLO URBANO:
CRECIMIENTOS
POBLACIÓN
URBANA
COMPLEJIDAD
SOCIAL
PRODUCTO
URBANO
INTERRELACIONES
ESPACIO
URBANIZADO
6
El crecimiento de la población urbana
Centrándonos en los componentes del crecimiento de la población
urbana, al que posteriormente vamos a referirnos para describir
cómo se ha producido la urbanización en Europa, hay que indicar
que para una región o un país determinado, la población urbana
aumenta como consecuencia de los siguientes factores:
a) La eventual reclasificación de los núcleos que anteriormente
eran considerados como rurales por su tamaño. El crecimiento
de los asentamientos puede hacer que estos superen ciertos
umbrales de población lo que lleva a considerarlos como
urbanos. Esta circunstancia estadística supone que toda la
población del núcleo cambia de categoría y pasa a engrosar el
conjunto de la tipificada como urbana.
Antes que nada habría que hacer algunas puntualizaciones
sobre los criterios estadísticos utilizados para determinar cuál
es la cifra a partir de la cual la población es urbana. Como es
bien conocido, existe una enorme diversidad de criterios de los
que resultan un número no menor de
umbrales o tamaños
que marcan la separación entre los núcleos urbanos y los que
no los son. No siendo este es lugar para entrar en su
discusión,
sí
que
conviene
en
todo
caso
relativizar
el
significado y la comparabilidad de los datos correspondientes a
distintos países. (ver CATTAN,N (1994) y EUROSTAT (1992)).
b) El éxodo rural y otras migraciones con destino en los
núcleos
urbanos.
Estas
transferencias
de
población
constituyen lo que se conoce como proceso de urbanización y
son, como ya se ha dicho, las que más directamente inciden
en la redistribución espacial de la población.
c) El crecimiento natural de la población residente en las
ciudades.
A
componentes
pesar
pueden
de
que
tener
coyunturalmente
una
mayor
los
otros
relevancia.
El
crecimiento vegetativo de la población urbana acaba siendo
siempre el componente fundamental. No hay que olvidar que
7
los fuertes flujos inmigratorios suponen casi necesariamente
un incremento mayor del saldo vegetativo.
En definitiva,
la suma de estos tres componentes, que sólo es
posible diferenciar en términos teóricos, es la que determina la
evolución de la población urbana, y en ella se encierra también el
modo en que se produce la distribución espacial de la población,
con sus características y sus comportamientos, y la organización
del sistema de asentamientos humanos.
Por ejemplo, entre 1960 y 1991 la población española en municipio
de menos de 10.000 habitantes pasa de 13,2M a 9,7M, es decir
3,5M menos, al mismo tiempo los de más de 500.000 pasan de
4,2M a 7,4M, es decir, 3,2M más, sin que pueda determinarse
cuanto corresponde en cada caso a reclasificaciones de núcleos,
saldos migratorios y crecimiento natural.
+ RECLASIFICACIÓN DE NÚCLEOS
+ ÉXODO RURAL Y OTRAS INMIGRACIONES
+ CRECIMIENTO NATURAL
CRECIMIENTO DE LA POBLACION URBANA
REDISTRIBUCIÓN ESPACIAL DE LA POBLACIÓN
EL MODELO DE LA INDUSTRIALIZACIÓN.
Como es bien sabido la revolución industrial y los procesos de
industrialización de la economía dieron lugar a importantes cambios
de todo tipo con intensas repercusiones territoriales. El desarrollo
8
de la actividad industrial fue acompañado de constantes avances
tecnológicos que además de en la productividad de la industria,
incidieron en la revolución agraria, en la mejora de los transportes,
en definitiva en el crecimiento económico. Y todo ello ha tenido
importantes consecuencias geodemográficas. Tanto por lo que se
refiere a la transición demográfica (cambios en las pautas de la
mortalidad
y
de
la
fecundidad)
como,
sobre
todo
por
la
redistribución espacial de la población, como consecuencia de los
trasvases de población hacia las ciudades y, en concreto, hacia los
centros industriales.
El proceso de industrialización y más ampliamente la organización
económica basada en la actividad industrial tiene unos modos de
organización territorial fundamentalmente basados en las ventajas
económicas de la concentración espacial del tipo de las economías
de aglomeración o de las economías externas.
La concentración de la industria en la ciudad supone concentración
de capital, empleo, mano de obra, producción, mercado, servicios.
En
definitiva
riqueza,
mayores
oportunidades
y
mejores
condiciones de vida.
Esas ventajas de la concentración son sin duda los elementos
desencadenantes del proceso de urbanización. Las ciudades, sobre
las que progresivamente se va localizando la mayor parte de las
actividades económicas y de la población, crecen espacialmente, a
la vez que crece su economía y su población. Se produce una
nueva organización del territorio sobre la estructura de las redes de
ciudades.
Obviamente este proceso de urbanización que trata de dar
respuesta al modo de producción y a la economía industrial implica
también importantes cambios de las estructuras sociales y, en
consecuencia en el comportamiento de la población y en su
composición
en
razón
de
la
actividad,
de
las
relaciones
sociolaborales, de la estructura familiar, etc.
9
Las consecuencias de este proceso con respecto a la población
europea fueron:
Concentración de la población en las ciudades. Hablamos
pues de trasvases o redistribución espacial de la población,
como fenómeno que interesa observar sobre todo a escala
regional y que constituye un elemento clave de la estructura
territorial.
Aumento del número de ciudades. Que es tanto como hablar
de la estructuración de la red de asentamientos de población
y por tanto de la vertebración del territorio.
Rápidos crecimientos en la población de las ciudades. Que
nos
remiten
a
la
escala
local,
donde
se
manifiestan
intensamente las relaciones y los desequilibrios entre la
dinámica y la composición de la población, por una parte, y
las
estructuras
urbanas
por
otra.
Lo
cual
esta
muy
relacionado con la eficiencia económica del espacio urbano,
con su aportación a la cohesión social y, en definitiva, a los
niveles de calidad de vida.
CAMBIOS
EN LA ESTRUCTURA
TERRITORIAL
PROCESO DE
URBANIZACIÓN
ESTRUCTURA
SOCIO-ECONÓMICA
DISTRIBUCIÓN
ESPACIAL DE
LA POBLACIÓN
FACTORES
DESENCADENANTES
Hay que recordar aquí, antes de entrar a conocer los datos, lo ya
dicho
sobre
la
diversidad
de
los
criterios
estadísticos para
10
determinar cuál es la población urbana. Por otra parte, insistiendo
en las reservas antes formuladas sobre la significación de estos
datos, hay que añadir que para determinar la población se utiliza
por imperativo estadístico la población de derecho o residentes en
una
determinada
circunscripción
administrativa,
con
las
limitaciones que ello comporta en ámbitos como los urbanos,
caracterizados precisamente por la movilidad espacial de su
población, especialmente en los últimos decenios y en relación con
los fenómenos de metropolitanización.
Concentración de la población en las ciudades
Como puede verse en el Gráfico 1, que refleja los Índices de
Urbanización o porcentajes de población urbana de una serie de
países europeos en 1890, 1950, 1960, 1970, 1980 y 1995, los
procesos de urbanización tienen distintas cronologías aunque, al
responder al mismo modelo de urbanización, reflejan algunos
comportamientos homogéneos.
ÍNDICES DE URBANIZACIÓN
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Reino
Unido
Holanda
Italia
España
Polonia
Bulgaria Rumania
GRÁFICO 1
11
El más evidente es que en la medida en que un país eleva su índice
de urbanización la dinámica del proceso se va apaciguando. Es
bastante obvio, se trata casi de una cuestión aritmética: cuanto
menor sea la proporción de población susceptible de convertirse en
urbana menor será la dinámica de la urbanización.
Es interesante también observar que hay diferencias importantes
en cuanto a los niveles de urbanización, y aunque ello pueda
deberse en cierta medida a las diferencias de criterios estadísticos,
sobre todo es consecuencia de las diferencias en los procesos de
desarrollo económico y de las estructuras territoriales.
Aumento del número de ciudades
Otro de los efectos del proceso de urbanización es el aumento del
número de ciudades. En otros términos cabe hablar de la
estructuración de la red de asentamientos, que tiene mucho que
ver con los modos y los ritmos con que se produce el proceso de
urbanización. El actual mapa de ciudades europeas es el reflejo del
proceso de urbanización y de la mencionada estructura territorial
de la población que, aunque es dinámica y se ve sometida en los
últimos años a cambios de modelo socioeconómico, constituye un
elemento
estructurante
permanecer
invariable
de
gran
en
lo
consistencia
sustancial
a
y
que
pesar
va
de
a
las
modificaciones que puedan introducir las nuevas tendencias.
Efectivamente, el mapa de la Europa urbana, y lo mismo ocurre
con el de España, es fiel reflejo de las estructuras generadas en
los periodos más dinámicos de los procesos de industrialización.
Ahora, ya “cristalizadas”, se esquematizan, a efectos de las
grandes directrices de ordenación del territorio, en grandes ejes
(Dorsal Europea, Arco Mediterráneo…) sobre los que se localiza la
mayor parte de la población.
En síntesis puede decirse que los procesos de urbanización han ido
configurando en cada caso una red urbana mas o menos tupida,
12
mejor o peor estructurada, mas o menos eficiente en relación con
las estructuras sociales y económicas, que en todo caso es fiel
reflejo de la distribución espacial de la población y que en el futuro
habrá de adaptarse a los nuevos principios causales que gobiernan
la localización de la población sobre el territorio, pero que en todo
caso difícilmente experimentarán cambios sustanciales al nivel
regional o nacional.
Rápido crecimiento de la población de las ciudades
El tercer aspecto de interés son los ritmos de crecimiento. Los
ritmos de crecimiento de la población urbana sintetizan lo más
interesante desde un punto de vista geodemográfico. Tanto por lo
que se refiere a la génesis de los procesos como, sobre todo, en
relación con sus consecuencias. En el Gráfico 2 pueden observarse
las Tasas Anuales Acumulativas con que crece la población urbana
de los distintos países en los siguientes periodos 1890-1950, 19501960, 1960-1970, 1970-1980 y 1980-1995.
RITMOS DE CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN URBANA
(TAA en %)
3,5
3
2,5
2
1,5
1
0,5
0
Gran Bretaña
Belgica
Holanda
España
GRÁFICO 2
13
Vuelven a ponerse de manifiesto los diferentes calendarios de cada
país y la reducción general de los ritmos en los periodos mas
recientes, coincidiendo con etapas de madurez de los procesos de
urbanización. El mapa muestra la coincidencia de los ritmos más
dinámicos con los índices de urbanización más bajos.
En todo caso conviene observar cómo en todos los países se
producen diferencias muy importantes a lo largo del tiempo. Desde
ritmos de crecimiento vertiginosos, por encima del 2% anual
acumulativo, hasta ritmos que se sitúan por debajo del crecimiento
vegetativo. Obviamente no se trata tan sólo de etapas más
dinámicas frente a otras de mayor estabilidad. Estas diferencias en
la dinámica demográfica de las ciudades ponen de manifiesto sin
duda procesos urbanos marcadamente diferentes.
EVOLUCIÓN DE LOS
TRANSPORTES
DESARROLLO
ECONÓMICO
AVANCES
TECNOLÓGICOS
REVOLUCIÓN
AGRARIA
ECONOMIA
INDUSTRIAL
EVOLUCIÓN
DEMOGRÁFICA
ECONOMIAS
DE AGLOMERACION
CONCENTRACIÓN DE:
CONCENTRACIÓN DE LA
INDUSTRIA EN LA CIUDAD
•CAPITAL
•MANO DE OBRA
•PRODUCCIÓN
•MERCADO
•SERVICIOS
PROCESO DE
URBANIZACIÓN
PRODUCCIÓN
DE ESPACIO
URBANO
ORGANIZACIÓN
DEL SISTEMA
DE CIUDADES
CAMBIOS
SOCIODEMOGRÁFICOS
CONCENTRACIÓN
DE LA POBLACIÓN
EN LAS CIUDADES
LA CONCENTRACIÓN ESPACIAL DE LA POBLACIÓN ES NECESARIA
PARA LA EFICIENCIA DEL MODELO DE PRODUCCIÓN INDUSTRIAL
14
EL MODELO POSTINDUSTRIAL
Cambios en la organización de la economía
A partir de mediados de los setenta se van a ir produciendo una
serie de cambios en la economía, en los transportes y en las
comunicaciones y
en la organización político administrativa del
territorio que modifican la lógica de localización de la población y
de las actividades económicas.
La perdida de protagonismo de la actividad industrial resta sentido
a lo anteriormente explicado en relación con las ventajas de la
aglomeración. En concreto por lo que se refiere a la reducción de
los mercados de trabajo, con especial incidencia en las áreas
industriales en declive.
El crecimiento de las actividades terciarias, con sus propios factores
de localización, posibilita
también desarrollos en los núcleos de
menor población.
La creciente valoración cultural y revalorización económica de los
espacios de ocio propician nuevas posibilidades de desarrollo en
regiones especialmente
dotadas para estas nuevas actividades
generadoras de empleo y de localización residencial.
La agricultura cualificada, tecnológicamente avanzada, se convierte
también en importante factor de localización en áreas concretas.
Por último, la globalización de la economía (entendida como
internacionalización de los mercados de productos y servicios, y la
existencia de empresas con capacidad para desarrollar estrategias
de producción, comercialización y de gestión a escala mundial)
flexibiliza las condiciones de localización e introduce a su vez
factores de localización difícilmente previsibles.
Disminución del rozamiento espacial
Las mejoras en transportes y comunicaciones suponen sin duda
uno de los principales elementos de cambio en la lógica de la
15
localización. La generalización de las autopistas, trenes de alta
velocidad, la mejora de los transportes aéreos, y sobre todo las
inmensas posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías de la
comunicación, han ido disminuyendo los efectos de rozamiento del
espacio y cambiando el significado de las distancias. No sólo hay
que pensar en el mapa de accesibilidades sino sobre todo en las
posibilidades de localización que surgen de la mayor capacidad de
movimiento. Por su parte, el concepto de ciberespacio nos
introduce en un nuevo mundo en el que se amplían casi
ilimitadamente las posibilidades de localización.
Organización político-administrativa del territorio
En los últimos años y de forma progresiva se han ido eliminando
barreras de carácter político-administrativo. La homogeneización de
las normativas entre los diferentes estado, la libre circulación de
trabajadores y de mercancías, la moneda única, etc. , van
perfilando también una nueva lógica de localización. La pérdida de
significado
diferenciador
de
los
ámbitos
nacionales
se
ve
acompañada por el protagonismo emergente de los poderes
locales, que además de ser los responsables directos de buena
parte de los servicios sobre los que se sustenta la calidad de vida
urbana, son los que negocian con los agentes privados las
condiciones de localización.
Nueva dinámica territorial
Todo lo anterior, junto con cambios culturales relativos a las
nuevas formas de vida o a los modos de organizar el territorio,
viene estableciendo una nueva dinámica territorial del proceso de
urbanización, que esquemáticamente se define por:
-
La descentralización de la actividad industrial, que sale de los
espacios urbanos, en un proceso de difusión espacial derivado
16
de los nuevos modelos de producción y apoyado en las mejores
condiciones de transporte.
-
La descentralización residencial, de la mano de planteamientos
culturales a favor de una ciudad más dispersa, y apoyada
igualmente en las condiciones del transporte y en este caso
concreto en la elevación de los índices de automoción.
-
Las dos circunstancias anteriores se materializan en una
progresiva expansión espacial, al ámbito regional, de los
fenómenos metropolitanos y produce un modelo de ciudad poco
sostenible por las crecientes necesidades de transporte privado
que implica y por su excesivo “consumo” de territorio.
-
Las nuevas pautas de localización descritas, junto con las
mejores condiciones de habitabilidad, favorecen el crecimiento
de las ciudades medianas y pequeñas, frecuentemente como
parte del proceso de metropolitanización.
En conjunto, la nueva dinámica de desarrollo urbano deja sin efecto
lo que ha sido una de sus consecuencias fundamentales hasta
ahora.
En
los
nuevos
desarrollos
urbanos
no
se
produce
necesariamente crecimiento demográfico. El desarrollo urbano no
debe
ya
vincularse
necesariamente
con
los
procesos
de
concentración de la población.
17
CAMBIOS EN LA LÓGICA DE LOCALIZACIÓN
• CAMBIOS EN LA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA
•
•
•
•
•
PÉRDIDA DE PROTAGONISMO DE LA ACTIVIDAD INDUSTRIAL
PREDOMINIO ABSOLUTO DE LAS ACTIVIDADES TERCIARIAS
REVALORIZACIÓN DE LOS ESPACIOS DE OCIO
REACTIVACIÓN DE REGIONES AGRARIAS DE CALIDAD
GLOBALIZACIÓN.
• DISMINUCIÓN DEL ROZAMIENTO ESPACIAL
• CONSIDERABLE MEJORA DE LOS TRANSPORTES
• REVOLUCIÓN TECNOLOGÍA DE LAS COMUNICACIONES
• ORGANIZACIÓN POLÍTICA-ADMINISTRATIVA DEL TERRITORIO
• DESAPARICIÓN DE REGLAMENTOS NACIONALES
• DESAPARICIÓN DE FRONTERAS
• PROTAGONISMO DE LA ADMINISTRACIÓN LOCAL
TENDENCIAS
RECIENTES
Y
PERSPECTIVAS
DE
FUTURO: REFERENCIAS AL CASO ESPAÑOL.
Vamos, por fin a ver a través del caso español, los aspectos más
relevantes de la dialéctica entre urbanización y población en el final
de siglo.
La redistribución espacial de la población española a lo largo de la
segunda mitad de este siglo ha dado lugar a una situación
caracterizada por:
-
Amplias zonas del territorio con problemas de despoblamiento y
fuerte concentración en las aglomeraciones urbanas de mayor
tamaño.
-
Desequilibrios en la distribución espacial de la población y redes
de asentamientos mal estructuradas, tanto a escala nacional
como en ámbitos regionales y subregionales.
18
-
En ámbitos locales, se encuentran poblaciones con estructuras
muy desequilibradas todavía por los fuertes flujos migratorios
que caracterizaron al proceso de urbanización.
-
Áreas urbanas con estructuras físicas y sociales muy marcadas
por los efectos negativos de los fuertes ritmos de crecimiento de
los años sesenta y setenta
Los grupos de ciudades pequeñas (municipios entre 10.000 y
50.000 habitantes) y medianas (50.000 a 100.000) son los que
reflejan unos índices de crecimiento más bajos, su progresión ha
sido constante y en conjunto son los que han vivido procesos de
urbanización menos convulsivos, pero también los que mayor
protagonismo han adquirido con el cambio de modelo.
El cambio de modelo, que se está produciendo a partir de la
segunda mitad de la década de los setenta, supone también un
aumento
del
número
de
estas
ciudades
y
se
manifiestan
claramente en los cambios de ritmo que experimenta este tipo de
municipios en los años noventa, aunque con todo todavía siguen
constituyendo la parte más débil de la estructura de la malla
urbana.
Ligeramente más dinámico se muestra en los últimos años el grupo
de ciudades entre 100.000 y 250.000 habitantes, pero el cambio
de modelo actúa ya en sentido inverso en las ciudades entre
250.000 a 500.000 habitantes, que tras haber tenido unos ritmos
de crecimiento extraordinariamente elevados en los decenios
anteriores,
entre
1991
y
1996
arrojan
un
saldo
negativo
equivalente a una tasa anual de –1,49%.
Por su parte, las grandes aglomeraciones de más de 500.000
habitantes ya mostraron estancamiento en el último intercenso y
están perdiendo población a un ritmo de –0,66 %.
El mayor crecimiento relativo de las ciudades de menor rango viene
a remarcar en los últimos años, en este caso por la vía del
crecimiento de las actividades terciarias, el fortalecimiento de la
19
red en el denominado arco mediterráneo, aunque también incide,
muy ligeramente, en las provincias interiores.
Las
inconmensurables
posibilidades
que
ofrecen
las
nuevas
tecnologías deberían de desarrollarse para corregir las situaciones
de desconexión y aislamiento, de amplias zonas del país, que la
redistribución espacial de la población y la configuración de la red
de asentamientos han ido estableciendo. Por el contrario, la falta
de difusión espacial y social de las nuevas tecnologías, el no
incorporar todos los asentamientos
al ciberespacio, supondrá un
grado de exclusión mucho mayor, agravándose la dualidad social.
Los procesos de rápida concentración de la población fueron el
germen de un cúmulo de problemas. Los elevados ritmos de
crecimiento, en unos contextos económico y político muy diferentes
del actual,
hicieron imposible dar la respuesta adecuada en su
momento a los fuertes incrementos de las demandas de bienes de
oferta inelástica (suelo urbano, viviendas, equipamientos, servicios
sociales..). Además, a niveles urbanos se estructuraron unas
poblaciones muy jóvenes, con gran potencial de crecimiento y con
fuertes sesgos en su composición por edades y características
socioeconómicas.
Aún cuando la población española en su conjunto y las de la mayor
parte de sus ciudades han entrado en una etapa de estacionaridad,
o al menos de crecimientos suaves, las estructuras por edades y
las nuevas formas de convivencia, siguen propiciando importantes
incrementos en el número de hogares.
Esos desequilibrios socio-demográficos producidos en la fase más
intensa de la urbanización siguen presentes en las estructuras de
muchas de las ciudades y han de provocar todavía
importantes
tensiones que deberían preverse en los ámbitos locales para dar
respuesta adecuada, por ejemplo, a los procesos de jubilación, de
incorporación
al
mercado
laboral
o
de
emancipación
de
generaciones especialmente numerosas.
20
El fuerte dinamismo demográfico del proceso de urbanización hizo
especialmente ineficaz la implantación del planeamiento urbanístico
que, incapaz de actuar con la rapidez y la flexibilidad que el
proceso requería, en lugar de convertirse en elemento organizador
del desarrollo
urbano, fue
generalmente por detrás de los
acontecimientos. Este periodo dejó como herencia en las ciudades
españolas amplios espacios caracterizados por su mala ordenación,
deficiente urbanización, déficits de equipamientos y un clima
general de especulación del suelo que agravó especialmente el
problema de la vivienda.
En todas las aglomeraciones metropolitanas se intensifican los
procesos de difusión hacia periferias cada vez más distantes. Los
desarrollos metropolitanos no son ya consecuencia de flujos
interregionales sino que se producen por el vaciado de los núcleos
centrales, en consonancia con el excesivo precio de la vivienda –
por un mercado del suelo que sigue estando excesivamente
encarecido- y con la elevación de los índices de automoción.
El general envejecimiento de las estructuras demográficas se ve
especialmente agravado por ese factor de expulsión de los jóvenes
de las zonas centrales, generalizando y acentuando los problemas
de deterioro, abandono y pérdida de identidad de los centros de las
aglomeraciones urbanas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
- Borja, J y Castell. M.(1997) Local y global. La gestión de las
ciudades en la era de la información. Santillana-Taurus. Madrid.
-CATTAN, N. (1994)
Le systeme des villes européennes. París.
Anthropos
- COMMMISSION DES COMMUNAUTES EUROPÉENES (1993)
Le
développement du système urbaine et la dimension urbaine dans
les paolitiques communautaires, Bruselas
21
- EUROSTAT (1992) Le concept statistique de la ville en Europe.
Comission Comunautés Européennes. Luxemborg.
- Ferrer Regales, M. y Calvo Miranda, J.J. (1994) . Declive
demográfico, cambio urbano y crisis. EUNSA. Pamplona.
-Las Ciudades Europeas (1989) Barcelona. Ayuntamiento de
Barcelona.
-MORRICONI,F.
y
EBRARD,S.
(1993)
Spatialisation
des
aglomerations morphologiques de la base de données de Geopolis,
St. Cloud.
- PARKINSON,M. y HARDING,A. (1993) European Cities Toward
2000 : The New Age of Entrepreneurialism ?, EIUA. Liverpool.
- PRECEDO, A. (1996) Ciudad y desarrollo urbano. Madrid. Síntesis.
287 p.
- PRECEDO, A.(1995) La red urbana
de la Unión Europea y la
organización del territorio, en PUYOL, R. y VINUESA, J (Coord.) La
Unión Europea. Madrid. De. Síntesis. pp.271-324
- RODRIGUEZ AVIAL, L. (1989) Presente y futuro de las ciudades
medias europeas. Urbanismo,nº6. pp 36-46
- VINUESA, J (1996) Dinámica de la población urbana en
España.(1857-1991). Ciudad y Territorio. Estudios Territoriales.
Nº107-108.pp.185-216
- VINUESA, J. (1991) Los procesos de urbanización. Madrid.
Síntesis. 205 p
- VINUESA, J. (1993) La concentración de la población en las
aglomeraciones
urbanas, en PUYOL, R.
y otros Los grandes
problemas actuales de la población. Madrid. Síntesis. pp 173-229
22
Descargar