La transición a un mundo predominantemente urbano

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URBANIZACIÓN Y DESARROLLO
Introducción
La transición a un mundo
predominantemente
urbano. Tendencias
y fundamentos
David Satterthwaite*
La presente es una versión abreviada de un
documento de trabajo con este mismo título,
publicado por el Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo en Londres, donde
trabaja el autor. El original en inglés se puede
descargar gratuitamente de www.iied.org
/pubs/display.php?o=10550IIED. Este trabajo tiene una gran deuda con Jorge E. Hardoy.
Fue desarrollado a partir del trabajo que
realizamos juntos en la década de 1980 y a
principios de los 90 - y el interés que evidencia el artículo en el establecimiento de las
recientes tendencias urbanas desde una perspectiva histórica y en la búsqueda de entendimientos más profundos de los fundamentos
económicos, políticos, sociales y demográficos del cambio urbano dentro de cada nación,
provienen de Jorge Hardoy.
1. Un mundo en proceso
de urbanización
Hoy en día, la población urbana mundial es
de alrededor de 3.2 billones de personas1,
más que la población total del mundo en
1960. Durante el siglo XX, la población urbana creció más de diez veces.
Hoy, la mitad de la población mundial reside
en centros urbanos, en comparación con menos del 15 por ciento en 1900.2 Existen numerosos aspectos relativos al cambio urbano en
las últimas décadas que no tienen precedentes,
incluyendo no sólo el nivel de urbanización
del mundo y el tamaño de su población urbana,
sino también la cantidad de países cada vez más
urbanizados así como de grandes ciudades.
* Investigador senior, del Programa Asentamientos
Humanos. IIED-Reino Unido.
Desde 1950 ha habido muchos cambios urbanos drásticos - con las poblaciones de docenas de las principales ciudades creciendo
más de diez veces, y muchas otras creciendo
más de veinte.3
4
Sin embargo, estas estadísticas urbanas no dicen nada acerca de los grandes cambios económicos, sociales, políticos y demográficos que
las han generado. Estos cambios incluyen no
sólo el crecimiento de la población mundial,
sino también la multiplicación del tamaño de la
economía global, el cambio en las actividades
económicas y en las estructuras de empleo de la
agricultura a la industria y a los servicios (y
dentro de los servicios a la producción e intercambio de información), y finalmente la virtual
desaparición de los imperios coloniales. En
1900, el avión, la televisión, el cine, las
computadoras y la Internet no se habían inventado, y los automóviles y otros vehículos a
motor, como así también la telefonía prácticamente no habían ejercido ningún impacto en la
economía mundial. El presente trabajo intenta
combinar una descripción del cambio urbano
con una explicación de sus causas.
Podría interpretarse que el total de estadísticas de
zonas urbanas para las “naciones de bajos ingresos” o para los continentes implican tendencias
urbanas comparables para todas las naciones que
se encuentran dentro de estas agrupaciones. Pero
éstas ocultan la diversidad en las tendencias
urbanas entre las naciones. También ocultan los
factores particulares, locales y nacionales que
influyen en estas tendencias. El conjunto de
estadísticas urbanas puede sugerir un cambio
rápido de las ciudades, pero una proporción muy
grande de los centros urbanos del mundo no está
creciendo rápidamente, y un porcentaje importante está en realidad perdiendo población.4
Muchas de las principales ciudades del mundo,
incluyendo la Ciudad de México, San Pablo,
Buenos Aires, Calcuta y Seúl tenían más gente
emigrando que inmigrando durante su último
período inter-censal. El creciente número de
“mega-ciudades”, con 10 millones de habitantes
o más parece ser un motivo de preocupación,
pero hay relativamente pocas de ellas (17 antes
del año 2000); además, concentran menos del 5
por ciento de la población mundial y, tal como se
describe a continuación, se concentran mayor-
David Satterthwaite
mente en las principales economías del mundo.
Aunque el rápido crecimiento urbano suele ser
visto como un problema, son generalmente las
naciones con el mayor desarrollo económico las
que más se han urbanizado en los últimos 50 años
(véase la Sección 3). Asimismo, a menudo existe
una asociación entre el cambio urbano rápido y
los niveles superiores de vida. No sólo se asocia
a la mayor parte de la urbanización con las
economías más fuertes, sino que en general,
cuanto más urbanizada sea una nación, mayor
será la expectativa media de vida y la tasa de
alfabetización y más sólidos serán los procesos
democráticos y participativos, en especial a nivel
local. Por supuesto, más allá de todas estas
medidas cuantitativas, las ciudades son también
centros de cultura, de patrimonio histórico, social, cultural e innovación política, de diversión,
etc. Si bien las “mega-ciudades” pueden parecer
caóticas, la mayoría tiene expectativas de vida y
suministro de agua y saneamiento, escuelas y
atención médica que están muy por encima de la
media nacional - aunque el conjunto de datos
estadísticos para cada mega-ciudad puede ocultar que una parte importante de su población vive
en condiciones muy precarias. Algunas de las
ciudades de mayor crecimiento a nivel mundial
en los últimos 50 años también poseen los mejores niveles de vida de su nación.5 Si nuestra
preocupación es la mejora de las condiciones
urbanas, especialmente para los 900 millones de
personas que viven en hacinamiento en conventillos o casillas que carecen de infraestructura y
servicios básicos,6 una parte considerable de
nuestros esfuerzos debe concentrarse en ciudades o centros urbanos relativamente pequeños.
Estos incluyen miles de los centros urbanos que
no están creciendo rápidamente.
También es importante no exagerar la velocidad del cambio urbano. Los últimos censos
revelan que el mundo de hoy está menos
urbanizado y menos dominado por las grandes ciudades de lo que se había previsto. Por
ejemplo, la ciudad de México tenía 18 millones de personas en el año 2000 7 - no los 31
La transición a un mundo predominantemente urbano
millones pronosticados hace 25 años. 8
Calcuta, San Pablo, Río de Janeiro, Seúl,
Chennai (antigua Madras), y El Cairo están
entre las muchas otras grandes ciudades que,
en 2000, tenían varios millones de habitantes
menos de lo que se había pronosticado. Además, el número real de “mega-ciudades”, con
más de 10 millones de habitantes en 2000, es
mucho menor que el previsto - 17 en comparación con los 27 vaticinados hace 30 años.9
Además, en función del período de 1950 a
2000, la mayoría de las subregiones del mundo evidenciaba desaceleraciones en sus tasas
de crecimiento demográfico urbano en la
década de 1990 - incluyendo todas las subregiones en Asia y en América Latina y el
Caribe y también en África Occidental, Oriental y del Norte; más de la mitad también tuvo
desaceleraciones durante los '80.
La mayoría de la población urbana mundial se
encuentra ahora fuera de Europa y América del
Norte (Tabla 1). Tan sólo Asia contiene cerca
de la mitad de la población urbana mundial,
incluso con más de las tres quintas partes de su
población viviendo aún en zonas rurales. África
tiene ahora una población urbana más importante que América del Norte o Europa Occidental. La población urbana de África, Asia y
América Latina y el Caribe es ahora casi tres
veces el tamaño de la población urbana del resto
del mundo.
Se ha producido un rápido aumento en el ritmo
de crecimiento total de la población mundial,
que es absorbido por el crecimiento de la
población urbana en los países de bajos y
medianos ingresos - de menos de un tercio en
la década del 50 a más de dos tercios durante
los 90. Las proyecciones sugieren alrededor
del 80 por ciento para la presente década.10
Los niveles de urbanización en algunas regiones aumentó dramáticamente entre 1950 y
2000 (véase la Tabla 1) - por ejemplo, en
África, del 15 al 36 por ciento y en Asia del 17
5
al 37 por ciento. Algunas subregiones en particular han experimentado incluso cambios
más significativos - por ejemplo, Asia Occidental se ha urbanizado del 29 al 64 por ciento
en estos 50 años, y Europa Oriental del 39 a 68
por ciento. Sin embargo, las tasas de aumento
de los niveles de urbanización no son tan
sorprendentes; algunas regiones de Europa y
también de los EE.UU. y Japón han tenido
períodos en los cuales su nivel de urbanización
se incrementó con la misma velocidad.11
También hubo cambios significativos en la
distribución de la población urbana mundial
entre las regiones (véase la Tabla 1). En 1950,
Europa y América del Norte albergaban a
más de la mitad de la población urbana del
mundo; para el 2000, tenían poco más de una
cuarta parte. África comprendía el 10 por
ciento de la población urbana mundial en el
año 2000 en comparación con menos del 5
por ciento en 1950. Asia aumentó su porcentaje de participación sobre la población urbana mundial desde menos de un tercio a casi la
mitad en estas cinco décadas mencionadas.
Esta rápida merma de la proporción de la
población urbana mundial en Europa constituye una tendencia a más largo plazo. En 1910,
las naciones que ahora forman parte de Europa
contaban con casi la mitad de la población
urbana del mundo; para 2000, tenían el 18 por
ciento. En las últimas décadas, Norte América
también ha tenido una proporción decreciente
de la población urbana mundial y es posible
que América Latina y el Caribe tengan ahora
una disminución de esa proporción, después
de experimentar una tendencia creciente durante la mayor parte del siglo XX.
Se requiere de cierta precaución al comparar
las tendencias urbanas entre las naciones debido a las deficiencias de la base estadística.
El recuadro 1 describe las grandes brechas en
los datos disponibles relativas a la dimensión
de la población urbana en algunas naciones,
6
David Satterthwaite
- La distribución de la población urbana mundial por región, 1950-2010
Región o país
Poblaciones urbanas (millones de habitantes)
MUNDO
Naciones de altos ingresos
Naciones de ingresos bajos y medios
África
Asia
Europa
América Latina y el Caribe
Norte América
Oceanía
1950
1970
1990
2000
Proyectado
para
2010
732
423
309
33
234
277
70
110
8
1,329
650
678
85
485
411
163
171
14
2,271
818
1,453
203
1,011
509
315
214
19
2,845
874
1,971
294
1,363
522
394
249
22
3,475
922
2,553
408
1,755
529
474
284
25
Nivel de urbanización (porcentaje de población que reside en zonas urbanas)
MUNDO
Naciones de altos ingresos
Naciones de ingresos bajos y medios
África
Asia
Europa
América Latina y el Caribe
Norte América
Oceanía
29.0
52.1
18.1
14.7
16.8
50.5
42.0
63.9
62.0
36.0
64.6
25.2
23.4
22.7
62.6
57.2
73.8
70.8
43.0
71.2
35.2
32.0
31.9
70.6
70.9
75.4
70.3
46.7
73.2
40.3
36.2
37.1
71.7
75.4
79.1
70.5
50.8
75.2
45.5
40.5
42.5
72.9
79.1
82.1
71.2
100.0
57.8
42.2
4.5
32.0
37.8
9.6
15.0
1.1
100.0
49.0
51.0
6.4
36.5
30.9
12.3
12.9
1.0
100.0
36.0
64.0
8.9
44.5
22.4
13.9
9.4
0.8
100.0
30.7
69.3
10.3
47.9
18.4
13.9
8.8
0.8
100.0
26.5
73.5
11.7
50.5
15.2
13.6
8.2
0.7
9.9
8.3
13.8
2.7
6.2
10.9
8.3
11.6
4.0
6.1
13.9
9.6
8.5
4.9
4.8
16.0
9.9
7.9
5.0
3.8
17.5
10.3
7.4
4.9
2.9
Porcentaje de la población urbana mundial que vive en:
MUNDO
Naciones de altos ingresos
Naciones de ingresos bajos y medios
África
Asia
Europa
América Latina y el Caribe
Norte América
Oceanía
Naciones con las mayores poblaciones urbanas en 2000
China
India
Estados Unidos
Brasil
Federación Rusa
Fuente: Procedente de las estadísticas de las Naciones Unidas (2006), World Urbanization Prospects: the 2005
Revision (Proyectos de Urbanización Mundial – La Revisión de 2005), Naciones Unidas División de Población,
Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, Edición en CD-ROM - Datos en forma digital (POP/DB/WUP/
Rev.2005), Naciones Unidas, Nueva York.
y a la incertidumbre con respecto a las poblaciones de las ciudades y a los niveles de
urbanización de los países, que surgen a raíz
de las diferentes definiciones.
La transición a un mundo predominantemente urbano
Recuadro
Comparaciones urbanas que pueden desorientar o confundir
Poblaciones urbanas inciertas. La población actual de la mayoría de las principales zonas urbanas del mundo, incluyendo Londres, Los Ángeles,
El Cairo, Shanghai, Pekín, Yakarta, Dhaka y
Mumbai (antiguamente conocida como Bombay),
puede incrementarse o disminuir en varios millones de habitantes dependiendo de los límites que
se utilizan para definir el área dentro de la cual se
realiza el recuento poblacional. Los límites de las
ciudades no están establecidos según criterios
acordados universalmente, sino de acuerdo a criterios locales y nacionales, los cuales éstos difieren de nación a nación. Además, la mayoría de
las grandes ciudades tienen por lo menos tres
diferentes cifras para evaluar su población, según
se esté considerando la ciudad, el área metropolitana o una región de planificación (o administrativa) más amplia. Otro factor importante es si
la ciudad o la población incluyen a los habitantes
de los asentamientos que tienen, cada día, un
alto porcentaje de viajeros interurbanos trasladándose desde y hacia el trabajo.
Diferentes grados de urbanización. El grado de
urbanización para cualquier nación se basa en la
proporción de la población nacional que habita
los centros urbanos – motivo por el cual este nivel se ve influenciado por la forma en que el gobierno nacional define a un "centro urbano". Por
ejemplo, se puede decir que en 2000, México era
un 74 ó un 67 por ciento urbano, en función de si
los centros urbanos son considerados todos los
asentamientos con 2500 habitantes o más, o los
asentamientos con 15,000 habitantes o más.12 El
grado de urbanización de China en 1999 podría
haber sido de 24%, 31% ó 73% dependiendo de
cuál de las tres definiciones oficiales de las poblaciones urbanas se haya utilizado.13 Por lo tanto,
la progresión de población urbana mundial se ve
fuertemente influenciada por los criterios de urbanización utilizados en las naciones más importantes. Si el gobierno indio o chino optase por
modificar los criterios utilizados en sus censos para
definir los centros urbanos, ésto podría aumentar o disminuir el grado de urbanización mundial
en varios puntos porcentuales – y hay buenas razones para pensar que los criterios actuales utilizados en China y la India subestiman considerablemente el tamaño de la población urbana.14 Las
revisiones realizadas por ejemplo por las autoridades de censo brasileñas podrían alterar de forma significativa el nivel de urbanización en América del Sur. Así pues, el nivel de urbanización
mundial es mejor entendido no como una cifra
exacta (48,7 por ciento en 2005), sino más bien
como una oscilación entre el 45 y el 55 por ciento, dependiendo de los criterios utilizados para
definir un centro urbano. Es posible que la muy
debatida transición que llevó a más de la mitad
de la población mundial a habitar en zonas urbanas en realidad tuvo lugar hace algunos años,
pero su reconocimiento se ha retrasado por diversos gobiernos deliberadamente subestimando su clasificación de las poblaciones urbanas,
al clasificar como rurales a la mayoría de los
pequeños centros urbanos.
Ausencia de datos censales. Las estadísticas precisas sobre la población urbana de los países y
sobre la población en diferentes centros urbanos
dependen de la exactitud de los censos.15 Pero
en algunos países, no ha habido censos en los
últimos 15-20 años. Incluso en el compendio estadístico urbano de las Naciones Unidas publicado en 2006, para 20 naciones africanas no existen datos censales desde 1993, lo cual también es
el caso para 4 naciones de América Latina y 8
naciones asiáticas. Por lo tanto, todas las estadísticas recientes sobre la población urbana o los
niveles de urbanización de estas naciones se basan en proyecciones o estimaciones.
El Banco Mundial y otros analistas han afirmado
que el caso de África sub-sahariana es inusual, ya
que se urbanizó rápidamente sin crecimiento económico durante la década de 1990;16 sin embargo, esta afirmación no estaba basada en ningún
dato censal para poblaciones urbanas para el
2000, sino en las cifras derivadas de las proyecciones de tendencias urbanas durante los 70 y 80.
7
8
David Satterthwaite
2. Las ciudades más grandes y de
más rápido crecimiento del mundo
Las ciudades más grandes del mundo
Dos aspectos del rápido crecimiento de la población urbana mundial en los últimos 50-100
años son el aumento del número de grandes
ciudades y el tamaño histórico sin precedentes de las ciudades más grandes (Tabla 2).
Hace solamente dos siglos, había sólo dos
“ciudades de millones” (ciudades con un millón de habitantes o más): Londres y Beijing
(antes llamada Pekín). Para 1950, había 75;
Tabla 2 - La distribución de las mayores ciudades del mundo por región
en el transcurso del tiempo
Región
Cantidad de “ciudades de millones”
Mundo
África
Asia
China
India
Europa
América Latina y el Caribe
Norte América
Estados Unidos
Oceanía
1800
2
0
1
1
1
0
0
0
1900
17
0
4
2
1
9
0*
4
4
0
1950
2000
75
2
28
12
5
22
7
14
12
2
380
37
192
86
32
53
51
41
37
6
Distribución regional de las 100 ciudades más grandes del mundo
Mundo
África
Asia
China
India
Europa
América Latina y el Caribe
Norte América
Estados Unidos
Oceanía
Tamaño promedio de las 100
ciudades más grandes del mundo
(población)
100
5
64
23
19
28
3
0
0
0
184,270
100
100
2
3
22
42
13
18
4
6
53
26
5
8
16
19
15
17
2
2
726,350 2,000,000
100
8
49
17
8
10
16
15
13
2
6,300,000
* Algunas estimaciones sugieren que Río de Janeiro había llegado al millón de habitantes en 1900 mientras que
otras fuentes indican que cuenta con algo menos de 1 millón.
Nota: Las ciudades que han cambiado sus clasificaciones de país, y las naciones que han modificado regiones, se
consideran en el país o región en el que se encuentran actualmente para todo este período. Por ejemplo, se considera
que Hong Kong está en China para todos los años mencionados anteriormente, mientras que la Federación Rusa se
considera parte de Europa.
La transición a un mundo predominantemente urbano
para el año 2000, 380. Una gran (y creciente)
proporción de estas “ciudades de millones”
se encuentran en África, Asia y América
Latina (véase la Tabla 2).
El tamaño promedio de las ciudades más grandes del mundo también ha aumentado de manera significativa. En 2000, el tamaño promedio de las 100 ciudades más grandes era de
alrededor de 6,3 millones de habitantes, comparados con los 2,0 millones de habitantes en
1950, los 726.350 en 1900 y los 184.270 en
1800. Si bien hay ejemplos de ciudades en los
últimos dos milenios que concentraban una
población de un millón o más de habitantes, la
ciudad o área metropolitana con varios millones de habitantes es un fenómeno reciente, con
Londres como la primer ciudad en alcanzar
este tamaño en la segunda mitad del Siglo
XIX.17 Para el año 2000, había 45 ciudades
con más de 5 millones de habitantes.
La Tabla 2 muestra también los dramáticos cambios en la distribución de las ciudades más grandes del mundo. En 1900, Europa y América del
Norte tenían 69 de las 100 ciudades más grandes,
mas en 2000, esta cifra se había reducido a 25.
Para el año 2000, solamente en Asia, estaban 49
de las 100 ciudades más grandes, en comparación con 22 en 1900. Este porcentaje creciente de
las mayores ciudades del mundo en África, Asia
y América Latina a menudo se destaca como una
preocupación especial. Sin embargo, este no es
tanto un cambio significativo en la distribución
geográfica de las mayores ciudades del mundo,
sino más bien un retorno a lo que era evidente
antes de la revolución industrial.18 A lo largo de
la mayor parte de la historia registrada, Asia ha
tenido una alta proporción de las mayores ciudades del mundo; en 1800, tenía 63 de las 100
ciudades más grandes; y tanto China como la
India tenían una mayor cantidad de las 100
ciudades más populosas del mundo en 1800 que
la que tienen hoy en día. América Latina y el norte
de África también han tenido grandes ciudades a
lo largo de su historia.
9
Nuevas y viejas grandes ciudades
A pesar de la velocidad del cambio en las
poblaciones urbanas, hay una (quizás sorprendente) continuidad en la ubicación de importantes centros urbanos en casi todas las regiones. Y
pese a la común afirmación de que las nuevas
ciudades están «proliferando» como parte del
rápido cambio urbano, la mayoría de los principales centros urbanos actuales de Europa, Latinoamérica, Asia y el norte de África, han sido
importantes centros urbanos por siglos, y muchos lo han sido por milenios. De las 380
“ciudades de millones” en el año 2000, casi tres
cuartas partes ya eran centros urbanos hace 200
años, mientras que más de una quinta parte han
sido centros urbanos durante al menos 500
años. Una de cada cinco de las 380 ciudades
más grandes del mundo en el año 2000 ya había
sido fundada hace 2000 años.
Tal vez el cambio más sustancial en la distribución geográfica de las principales ciudades del
mundo en los dos últimos siglos, es la aparición
de ciudades en América del Norte y Oceanía
relacionadas con la apropiación de tierras por
parte de los inmigrantes y con las economías
urbanas e industriales que éstos desarrollaron
en Estados Unidos, Canadá y Australia. En
1800, ninguna de las dos ciudades principales
de los EEUU (Filadelfia y Nueva York) era lo
suficientemente grande para estar dentro de las
100 ciudades más grandes. Dentro de las regiones, el cambio es notable dentro de África, ya
que una proporción creciente de sus ciudades
más grandes se encuentra en África subsahariana mientras que, históricamente, la mayoría de sus ciudades más populosas han estado
en África del Norte.
Tanto África como Asia tenían la mayor
proporción de las 100 ciudades más grandes
del mundo en 1800 de la que tuvieron en 1900
ó 1950. En 1800, las ciudades más grandes de
África incluían El Cairo, Túnez y Argel, con
una larga historia como ciudades Islámicas
10
importantes, Meknes (sólo recientemente desplazada como la capital de Marruecos), y
varias ciudades importantes en lo que hoy es
Nigeria. Una de las razones fundamentales de
la disminución de la proporción de ciudades
africanas ubicadas dentro de las mayores ciudades del mundo es el dominio colonial que
redujo el papel económico y político de capitales nacionales o regionales, manteniendo el
crecimiento urbano a niveles bajos y, con
frecuencia reprimiendo las actividades económicas relacionadas con el desarrollo urbano.
Asia contaba con una proporción mucho mayor de las 100 ciudades más grandes en 1800
que en 1900 ó 1950 - y más que en 2000, lo que
también refleja el impacto de la dominación
colonial. Esto pone de manifiesto la disminución en importancia de la mayoría de las ciudades de Asia dentro de la economía mundial por
lo menos hasta décadas recientes.
América del Norte y África sub-sahariana tienen
la mayoría de las “nuevas grandes ciudades”, es
decir, ciudades que tienen ahora más de 1 millón
de habitantes, pero que no habían sido fundadas
o no existían como centros urbanos hacia el 1800.
La Tabla 2 también destaca la escasa cantidad
que tenía Europa de las 100 ciudades más grandes para el año 2000 mientras que en 1900 tenía
más de la mitad de estas ciudades. En parte, esto
refleja la creciente importancia económica de
otros continentes. No obstante, también refleja
cómo ha cambiado la forma urbana en Europa,
con más dispersión de los sistemas urbanos y con
grandes sectores de las poblaciones de trabajadores de las ciudades trasladándose desde y hacia
el trabajo desde fuera de los límites de la ciudad.
Si la población de las ciudades europeas incluyera a los asentamientos donde gran parte de la
población viaja por trabajo a la ciudad, la cantidad de “ciudades de millones” europeas aumentaría de modo considerable.
Es necesario tomar algunas precauciones al comparar el tamaño de la población de diferentes
grandes ciudades. La lista de “las ciudades más
David Satterthwaite
grandes del mundo” elaborada por la División de
Población de las Naciones Unidas se propone
asentar las estadísticas de población de cada ciudad en el mismo criterio que la aglomeración
urbana. No obstante, las diferencias en la forma en
que cada gobierno define los límites de la ciudad,
y las diferencias en la estructura espacial de las
grandes ciudades limitan la validez de las comparaciones entre ciudades. Las cifras de población de
algunas grandes ciudades tienen en cuenta a las
personas que viven dentro de los límites de la
ciudad establecidos hace tiempo, que comprenden áreas de sólo 20-200 kilómetros cuadrados,
mientras que, para otros, estas cifras de población
son para regiones con muchos miles de kilómetros
cuadrados y una proporción significativa de la
población. Las datos poblacionales dados usualmente sobre las ciudades más grandes de China
como Shangai, Beijing y Tianjin son en realidad
de las poblaciones en grandes zonas de gobierno
local, que incluyen grandes proporciones de personas que viven en las zonas rurales y trabajan en
la ciencia forestal y la agricultura. También existen
muchas ciudades principales que se encuentran
dentro de los grupos de otras ciudades y centros
más pequeños que también podrían llegar a ser
considerados como aglomeraciones. Por ejemplo, China tiene varias aglomeraciones urbanas
con una o dos de las principales ciudades como
núcleo. Si la aglomeración urbana del Delta del
Río Pearl, que incluye Hong Kong, Guangzhou y
Shenzhen se considerara como una única área
metropolitana, estaría entre las mayores ciudades
del mundo.19 La ciudad de Méjico puede ser definida como el núcleo de la megalópolis de Méjico
Central con alrededor de 25 millones de habitantes. La misma abarca 173 municipios y las regiones metropolitanas de la Ciudad de Méjico, Puebla, Cuernavaca, Toluca y Pachuca.20 Algunos de
estos grupos de ciudades cruzan las fronteras
nacionales - como, por ejemplo, Tijuana-San Diego
en Méjico y los EEUU (con casi 5 millones de
habitantes).
Mientras tanto, también hay ciudades que tienen fronteras que subestiman enormemente sus
La transición a un mundo predominantemente urbano
11
poblaciones reales, ya que no incluyen los grandes y densos asentamientos que se han desarrollado justo en las afueras de los límites oficiales
de la ciudad. Por último, las diferentes fronteras
también implican diferentes tasas de crecimiento demográfico - por lo que se puede afirmar a
ciencia cierta que Londres, Los Ángeles, Tokio,
Buenos Aires, la Ciudad de Méjico y muchas
otras ciudades han tenido poblaciones en aumento o disminución en las últimas décadas,
dependiendo de los límites que se utilicen para
los cálculos de crecimiento de la población
urbana.21 Al mismo tiempo, un gran aumento de
la población de una ciudad entre dos censos
suele deberse, en parte, a una expansión de los
límites, que de repente incorpora a muchos
asentamientos que no se encontraban incluidos
como parte de la ciudad en el censo anterior. En
Sudáfrica, una parte del gran incremento de la
población urbana que se evidenció en el censo
de 1996, se debió a la incorporación, en ese
mismo año, de la población urbana de África
que residía en estados “independientes” creados por el régimen del apartheid, y que habían
sido excluidos de los censos en 1980 y 1991.22
habitantes o más, y sólo Londres tenía más de
5 millones de habitantes. La mayoría de las
“ciudades de millones” de 1900 están aún hoy
entre las ciudades más grandes de su región;
las excepciones son Viena (en el año 1900,
capital del imperio austro-húngaro) y tres ciudades del Reino Unido, que fueron centrales
en la revolución industrial y el Imperio Británico - Manchester, Birmingham y Glasgow.
Las tres ciudades británicas se encuentran aún
hoy entre las más grandes e importantes del
Reino Unido, pero ya no entre las más grandes
e importantes del mundo. Los gráficos 1-3
también ponen de manifiesto que no es sólo en
los países de bajos y medianos ingresos donde
las ciudades más grandes han crecido con gran
rapidez a tamaños sin precedentes.
El cambio en escala de las grandes
ciudades
Tokio va más allá de los límites del gráfico 3: a
mediados de los años 1960 su población superaba los 20 millones y en 2000 era de 34.5 millones.
Algunas ciudades de Asia eran relativamente
grandes en 1800; Beijing entonces Pekín) tenía
más de un millón de habitantes, mientras que
Tokio tenía cerca de medio millón, y la mayoría
de las demás tenían más de 150.000. El gráfico 3
muestra cómo un conjunto de ciudades comenzó
creciendo rápidamente en la primera mitad del
siglo XX (Tokio, Shanghai, Beijing, Calcuta,
Osaka), mientras que el crecimiento acelerado
tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XX para
otras como Seúl y Dhaka.
Los Gráficos 1-3 muestran el crecimiento de la
población de las 12 ciudades más grandes de
América Latina, América del Norte y Asia entre
1800 y 2000.23 Se destacan la rapidez con la que
ha cambiado la escala de las ciudades más
grandes. En 1800, una ciudad de 100.000 habitantes era una ciudad muy importante - y sólo
había alrededor de 80 ciudades en el mundo que
superaban ese tamaño en aquel entonces. Sólo
doce ciudades tenían más de 300.000 habitantes; sólo dos tenían más de 1 millón de habitantes, y ninguna excedía los 2 millones.
En 1900, más de 200 ciudades tenían más de
100.000 habitantes y había 17 “ciudades de
millones”. Pero hasta ese entonces, no había
una “mega-ciudad” de más de 10 millones de
En América Latina, tal como se muestra en la
Figura 1, un conjunto de ciudades comenzó a
crecer rápidamente hacia fin del siglo XIX y
primera mitad del siglo XX, especialmente
Buenos Aires y Río de Janeiro, ambas con cerca
de un millón de habitantes en 1900, y también la
Ciudad de México, San Pablo y Santiago.
Las ciudades más grandes del mundo
con más rápido crecimiento
La rapidez con que la población de una ciudad
crece suele medirse según su promedio anual de
12
David Satterthwaite
Gráfico 1: El crecimiento de la población de las ciudades más grandes de América Latina en 2000,
por más de dos siglos.
20.000
Ciudad de Méjico
San Pablo
18.000
Población (en miles)
16.000
14.000
12.000
Buenos Aires
Río de Janeiro
10.000
8.000
Lima
Bogotá
Santiago
Belo Horizonte
Guadalajara
6.000
4.000
2.000
0
1800
1850
1900
1950
2000
Gráfico 2: El crecimiento de la población de las ciudades más grandes de América del Norte en
2000, por más de dos siglos.
20.000
18.000
Nueva York
Población (en miles)
16.000
14.000
12.000
Los Angeles
10.000
8.000
Chicago
6.000
4.000
2.000
0
1800
1850
1900
crecimiento demográfico. Pero para los gobiernos de la ciudad y los gobiernos nacionales,
también es importante el cambio absoluto en la
población cada año. Las ciudades muy grandes
pueden tener crecimientos demográficos de varios cientos de miles de personas al año, y aún
tener relativamente bajas tasas de crecimiento
anual.
1950
Filadelfia
Miami
Toronto
Dallas- Ft Worth
Boston
2000 Washington DC
Detroit
Las mayores ciudades del mundo nunca aparecen en las listas de más rápido crecimiento
cuando se mide su crecimiento medio anual
según aumentos poblacionales, a pesar de que
inevitablemente lo hicieron cuando eran más
pequeñas. Cuanto más grande es la población
de una ciudad al comienzo de cualquier período en el que se calculan las tasas de crecimien-
13
La transición a un mundo predominantemente urbano
Gráfico 3: El crecimiento de la población de las ciudades más grandes de Asia en 2000, por más de
dos siglos.
Tokio
20.000
Población (en miles)
18.000
16.000
Bombay
14.000
Shanghai
Calc uta
Delhi
Osaka- Kobe
Yakarta
Dhaka
Karac hi
Manila
Seúl
12.000
10.000
8.000
6.000
4.000
2.000
Beijing
0
1800
1850
1900
to demográfico, mayor es el denominador utilizado para dividir el incremento en la población de la ciudad a fin de calcular la tasa de
crecimiento. Por lo tanto, no es sorprendente
que la mayoría de las ciudades con los más
altos índices de crecimiento demográfico entre 1950 y 2000 hayan tenido poblaciones
relativamente pequeñas en 1950. No todas las
ciudades de más rápido crecimiento en estas
décadas se encuentran en países de bajos y
medianos ingresos: Las Vegas es la décima
gran ciudad de más rápido crecimiento del
mundo, entre 1950-2000, y otras tres ciudades
de EEUU están en la lista de las 100 grandes
ciudades de más rápido crecimiento en este
período. Dubai, la quinta ciudad de más rápido
crecimiento en este período de 50 años, también se encuentra en un país de altos ingresos.
En cualquier nación que atraviesa un proceso
de urbanización rápido, un análisis de las tasas
de crecimiento demográfico inter-censal de
todos los centros urbanos, por lo general destaca algunos pequeños centros urbanos, con
tasas de crecimiento poblacional de entre el 7
y 15 por ciento anual. Es inusual que una
ciudad con 1 millón de habitantes o más logre
tasas de crecimiento demográfico de un 7 por
ciento al año entre dos censos. Sin embargo, si
1950
2000
tenemos en cuenta el número absoluto de personas que se agregan a la población urbana
cada año, entonces muchas de las ciudades
más grandes ocupan un lugar destacado como
las ciudades de más rápido crecimiento. Por
ejemplo, Tokio creció en más de 450.000
personas al año entre 1950 y 2000; otras cuatro
ciudades crecieron por más de 200.000 al año
incluyendo la Ciudad de México y San Pablo.
3. ¿Qué impulsa el cambio urbano?
Aunque la urbanización es reconocida como
uno de los cambios más significativos que
tienen lugar en países de bajos y medianos
ingresos, es sorprendente que haya tan pocos
estudios exhaustivos sobre las causas o influencias de su escala y naturaleza dentro de
cada nación. Las estadísticas de población
urbana pueden mostrar cuáles son los centros
urbanos que crecen rápidamente (o que crecen
lentamente, que dejan de crecer o se encogen),
más no nos cuentan nada sobre el por qué.
Comprender los motivos que influyeron en el
cambio urbano dentro de cualquier nación es
una tarea complicada. Se ha prestado consideración a los cambios en la escala y naturaleza
14
de la economía de la nación y sus conexiones
con las naciones vecinas y con toda la economía mundial, con las decisiones adoptadas por
los gobiernos nacionales, los inversores nacionales y locales, y con las alrededor de 30.000
corporaciones mundiales que controlan esa
porción tan significativa de la economía mundial. El cambio urbano dentro de todas las
naciones también se ve influenciado por la
estructura de gobierno (en especial por la
división del poder y los recursos entre los
distintos niveles de gobierno), la extensión y
distribución territorial de inversiones en el
transporte y comunicaciones y la influencia
geoespacial de las políticas macroeconómicas. Estos factores, a su vez, tienen un impacto
en la distribución de las nuevas inversiones en
el espacio físico y en los lugares donde se
expande o contrae el empleo. El tamaño y la
tasa de variación de la población en cada uno
de los aproximadamente 50.000 centros urbanos del mundo no sólo están influenciados por
esos factores internacionales y nacionales, sino
también por factores locales relacionados con
cada contexto local particular - incluyendo el
sitio, la ubicación, la dotación de recursos
naturales, la estructura demográfica, la economía e infraestructura existentes (el legado de
decisiones pasadas e inversiones) y la calidad
y capacidad de las instituciones públicas.
Los análisis de los cambios urbanos dentro de
toda nación a través del tiempo sirven como
recordatorios de la diversidad de este cambio,
del aumento y disminución de la importancia
de los diferentes centros urbanos, de la influencia espacial de los cambios en las políticas económicas de los gobiernos (por ejemplo,
desde el apoyo a la sustitución de las importaciones al apoyo a la promoción de las exportaciones), de la creciente complejidad de los
sistemas urbanos multinucleares dentro y en
los alrededores de muchas de las principales
ciudades, y de los complejos y siempre cambiantes patrones de migración desde zonas
rurales a urbanas, de zonas urbanas a otras
David Satterthwaite
urbanas y de zonas urbanas a zonas rurales. La
inmigración o emigración internacionales tienen fuertes impactos en el tamaño de la población de determinadas ciudades en la mayoría
de las naciones. Pero no es sólo la evolución de
los modelos cambiantes de prosperidad o de
deterioro económico lo que explica estos vastos movimientos poblacionales. Muchas ciudades han sido afectadas por la guerra, los
conflictos civiles o desastres, y por las personas que huyen de ellos. El cambio urbano
también se ve influenciado por los grandes
cambios demográficos aparentes en todas las
naciones durante los últimos 50 años, incluyendo las rápidas tasas de crecimiento demográfico en gran parte de América Latina, Asia
y África después de la Segunda Guerra Mundial (aunque para la mayoría, éstas han disminuido significativamente), y los cambios en
el tamaño y la composición de los hogares y
en las estructuras etáreas.24
Los análisis de los cambios urbanos en la
mayor parte de los países de bajos y medianos
ingresos también muestran diversidad en los
niveles de urbanización de zonas urbanas y
tendencias dentro de las distintas sub-unidades regionales (como las provincias o estados). Por ejemplo, en Colombia en 1993, el
nivel de urbanización de los departamentos
varió de menos del 25 por ciento para dos
departamentos a más del 80 por ciento para
varios departamentos y más del 90 por ciento
para otros dos.25 Los análisis de las divergencias de cambio urbano entre regiones o ciudades muestran que no es infrecuente que ciertas regiones se “desurbanicen”, o que determinados centros urbanos pierdan población por ejemplo, algunos departamentos de Colombia estaban menos urbanizados en 1993
de lo que habían estado en 1985.26
Los motores económicos de la urbanización
¿Cuáles son las principales causas que subyacen
el hecho de que prácticamente todas las nacio-
La transición a un mundo predominantemente urbano
nes en el mundo se han “urbanizado” en la
mayoría o la totalidad de los últimos 50 años desde las naciones más pobres a las más ricas?27 ¿Por qué la proporción de la población
mundial que vive en zonas urbanas creció de
una minoría (15 por ciento) en 1900 al 50 por
ciento en alrededor de 2008, con proyecciones
que sugieren una población cada vez más
urbanizada en el futuro? La causa inmediata es
la circulación neta de las personas desde las
zonas rurales a las zonas urbanas. Asimismo,
la principal causa subyacente es la concentración de nuevas oportunidades de inversión
económica, en particular en las zonas urbanas.
El sistema urbano de una nación (la red de
centros urbanos y sus interconexiones) se entiende mejor como la “geografía” de su economía no agrícola y de su sistema de gobierno. Es
también un mapa del lugar donde se han
concentrado las empresas con fines de lucro y
donde ganan su sustento las personas que
trabajan en áreas no relacionadas con la
agricultura.28
En países de bajos y medianos ingresos, la
migración de zonas rurales a urbanas es predominantemente el resultado del desplazamiento de las personas en respuesta a las
mejores oportunidades económicas que ofrecen las zonas urbanas, o a la falta de perspectivas en sus granjas o pueblos. La magnitud y
dirección de los movimientos populares concuerdan bien con los cambios en la ubicación
espacial de las oportunidades económicas.
En términos generales, son las ciudades, los
pequeños pueblos o las áreas rurales con
economías en expansión las que atraen a la
mayor parte de la corriente migratoria.29
Aunque a menudo se supone que este fenómeno migratorio ocurre principalmente de
zonas rurales a urbanas, en muchas naciones
la migración de zonas rurales a otras rurales
se da en una escala superior que la migración
de zonas rurales a urbanas, y la mayoría de los
países también tienen importantes flujos migratorios desde zonas urbanas a rurales.
15
Que gran parte de la migración en los países
de bajos y medianos ingresos en los últimos
50-60 años haya sido de zonas rurales a zonas
urbanas no es de extrañar, ya que la mayor
parte del crecimiento de las actividades económicas en todas las regiones del mundo en
los últimos 50-100 años se ha producido en
los centros urbanos. Hoy en día, alrededor del
97 por ciento del PBI mundial es generado
por la industria y los servicios y alrededor del
65 por ciento de la población económicamente activa del mundo trabaja en estos sectores
- y una muy alta proporción de toda la industria y los servicios se encuentra en zonas
urbanas. En los países de bajos y medianos
ingresos, alrededor del 90 por ciento del PBI
procede de la industria y los servicios - y
alrededor de la mitad de la fuerza laboral
trabaja en estos sectores (Gráfico 4).
Los diagramas del Gráfico 4 muestran cómo
los cambios en los niveles de urbanización
reflejan cambios en la proporción del PBI
generado por la industria y los servicios y en
la proporción que representa la fuerza de
trabajo en estos sectores. Esto no es llamativo; es de esperar que estos tres indicadores
sigan esta trayectoria a través del tiempo. Lo
que es sorprendente es tal vez lo consistentes
que son al hacerlo. El patrón en el África
subsahariana (Gráfico 4b) no difiere mucho
del patrón para todos los países de bajos y
medianos ingresos combinados (Gráfico 4a).
Se ha hablado mucho del “hito” de que la
mitad de la población mundial viva en zonas
urbanas, pero en realidad hay otros dos hitos
importantes en los que éste se sustenta. Parece que fue alrededor de 1980 que más de la
mitad de la población económicamente activa del mundo trabajaba en la industria y los
servicios por primera vez - en lugar de en
actividades primarias (agricultura, silvicultura, minería y pesca), y alrededor de 1940
que más de la mitad del PBI mundial se
generó por primera vez a raíz de la industria
y los servicios.
16
David Satterthwaite
Gráfico 4: Cambios en la proporción del PBI de la industria y los servicios, de la mano de obra que
trabaja en la industria y los servicios y de la población en las zonas urbanas, 1950-2005
a) Todas las naciones de bajos y medianos ingresos
100
90
80
Percentage
70
60
PBI defrom
la industria
%%GDP
industry
y losservices
servicios
and
fuerza laboral
de la
%%labour
force in
industria and
y los servicios
industry
services
50
40
30
Gradoofdeurbanization
urbanización
Level
20
10
0
1950
1955
196 0
1965
1970
1975
1980
1985
1995
200 0
2005
c) China
b) África Sub-sahariana
100
100
90
90
80
80
70
70
60
60
Porcentaje
Porcentaje
1990
50
40
30
50
40
30
20
20
10
10
0
1950
1955
1960
1965
1970
1975
1980
1985
1990
1995
2000
0
2005
d) Brasil
1950
80
70
70
60
60
Porcentaje
90
80
Porcentaje
100
90
40
1960
1965
1970
1975
1980
1985
1990
1995
2000
2005
e) México
100
50
1955
50
40
30
30
20
20
10
10
0
0
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005
Fuentes: Porcentaje del PBI en la industria y los servicios del Banco Mundial, World Development Indicators Online
(Indicadores Online del Desarrollo Mundial), Banco Mundial, Washington DC; porcentaje de mano de obra en la industria
y los servicios de Indicadores Online del Desarrollo Mundial, op. Cit. y el Instituto de Recursos Mundiales, Earthtrends
(http://earthtrends.wri.org/searchable_db); grado de urbanización provisto por las Naciones Unidas (2006), World
Urbanization Prospects: the 2005 Revision (Proyectos de Urbanización Mundial – La Revisión de 2005), Naciones Unidas
División de Población, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, Edición en CD-ROM - Datos en forma digital
(POP/DB/WUP/Rev.2005), Naciones Unidas, Nueva York.
La transición a un mundo predominantemente urbano
Ya sea que uno examine los cambios en la
distribución de la fuerza de trabajo entre la
agricultura, la industria o los servicios, o los
cambios en la distribución del PBI entre estos
sectores, en casi todos los países de bajos y
medianos ingresos, han habido aumentos significativos en la importancia relativa de la
industria y los servicios (en su mayoría ubicados en zonas urbanas) y gran disminución de
la importancia relativa de la agricultura (en su
mayor parte establecida en zonas rurales). En
prácticamente todos los países sobre los que
existen datos, la mayor parte del crecimiento
en el PBI de 1990 a 2003 se explica por el
crecimiento de la industria y los servicios.30
Esto es coherente con la idea de que el cambio
económico es el principal impulsor de la
urbanización. Es probable que las principales
excepciones sean los motores políticos de la
urbanización que se discuten en una sección
posterior.
Algunos de los diagramas del Gráfico 4 muestran
algunas características específicas de determinadas naciones - por ejemplo, en China (Gráfico
4c), la caída en la proporción del PBI procedente
de la industria y los servicios entre 1960 y 1965
refleja quizá la agitación económica y política de
la década de 1960. El crecimiento en el nivel de
urbanización entre 1950 y 1960 reflejó la prioridad que se dio al crecimiento industrial acelerado; la falta de aumento en el nivel de urbanización de gran parte de los años 60 y 70 se debe a
los controles sobre los movimientos de los habitantes de zonas rurales a urbanas y al desplazamiento forzado de millones de habitantes de
zonas urbanas a zonas rurales.31 El rápido aumento en el nivel de urbanización en China a
partir de 1980 coincide con el rápido y sostenido
crecimiento económico del país.
Una interesante diferencia entre las naciones
es que, en algunas, la proporción de la población activa perteneciente a la industria y los
servicios es similar a la proporción de la
población que vive en las zonas urbanas, por
17
ejemplo en Brasil, México y África subsahariana. Para China, esto fue así hasta mediados de la década del 70 cuando la brecha
entre las dos medidas creció súbitamente.
Esta diferencia puede reflejar omisiones en
los conteos de las poblaciones urbanas.32 En
México y Brasil, la proporción de la población que vive en las zonas urbanas es muy
similar a la proporción de mano de obra en la
industria y los servicios.
Esto puede explicarse mediante las definiciones de zonas urbanas que incluyen a “pequeños centros urbanos” que están excluidos de
las definiciones utilizadas en muchos otros
países.
Prácticamente todas las naciones que más se
han urbanizado a lo largo de los últimos 5060 años han tenido largos períodos de rápida
expansión económica y grandes cambios en
los patrones de empleo, agricultura y actividades agrícolas hacia las actividades industriales, de servicios y de información. La
agricultura es a menudo considerada como
independiente o incluso opuesta al desarrollo
urbano, aunque la agricultura próspera de
alto valor, combinada con las poblaciones
rurales prósperas, ha demostrado sentar una
importante base para el rápido desarrollo de
muchas ciudades. Muchas de las principales
ciudades se desarrollaron primero como mercados y centros de servicios para los agricultores y las familias rurales, y más tarde se
convirtieron en importantes centros para la
industria y/o los servicios.33 Muchas de estas
ciudades siguen teniendo importantes sectores de su economía y estructura de empleo
con vínculos pasados y futuros con la agricultura.34 Y, por supuesto, todas las poblaciones
urbanas y las empresas dependen de la producción rural y de los servicios ecológicos de
los sistemas productivos rurales, aunque esta
dependencia no se refleje en las medidas
económicas convencionales.
18
Servicios públicos
Los centros urbanos también concentran la prestación de servicios públicos. Durante los últimos 50 años, también se ha registrado un gran
crecimiento en la escala y alcance de los servicios públicos y del aparato burocrático en los
países de bajos y medianos ingresos. Éstos se
concentran fundamentalmente en zonas urbanas y explican en parte el aumento de la urbanización - no sólo relacionada con la educación y
la atención de la salud, sino también con el
gobierno local, la policía, las fuerzas armadas,
los servicios postales y de telecomunicaciones
y el sistema judicial.35 Si bien esto puede ser
juzgado como “sesgo urbano”, no hay nada
intrínsecamente “sesgado”, ya que estas escuelas secundarias, hospitales y servicios públicos
asentados en zonas urbanas están en su mayoría
en pequeñas áreas comerciales o centros administrativos, y prestan servicios tanto a poblaciones de zonas rurales como urbanas.
La manera más eficaz y económica de proporcionar a las zonas rurales y a la población
urbana acceso a la educación, es tener escuelas
primarias (y, en lo posible, servicios de educación preescolar) en la mayoría de los pueblos
y barrios urbanos, escuelas secundarias en las
zonas urbanas, y universidades u otros institutos de educación superior en las capitales de
distrito o estado. Del mismo modo, la manera
más eficaz y económica de proporcionar a las
zonas rurales y a la población urbana acceso a
la atención de la salud es disponer de centros
de atención primaria en la mayoría de pueblos
y barrios urbanos respetando una jerarquía de
centros de salud donde los servicios más especializados se instalen en las capitales de distrito y las ciudades más grandes, y que estos
centros actúen como centros de derivación a
los que se envían los casos que el centro de
atención primaria o el pequeño hospital de
distrito no pueden manejar. En muchos países,
especialmente los que carecen de grandes economías urbanas, la jerarquía urbana por lo
David Satterthwaite
general corresponde bastante estrechamente a
la jerarquía de las capitales donde reside el
gobierno local - desde la capital nacional hasta
las capitales de provincia, de distrito y de subdistrito. Este es también el caso de muchas
regiones relativamente poco urbanizadas dentro de las naciones.36
Relación entre los cambios económicos
y los niveles de urbanización
En cualquier nación, las divergencias en la
escala de cambio urbano entre sus regiones
suelen reflejar a su vez grandes diferencias en
los cambios económicos. Los niveles de urbanización de las regiones sub-nacionales reflejan
grandes variaciones en el tamaño de su producción industrial y de servicios (incluyendo su
éxito o falta del mismo en la concentración de
las empresas que forman parte de la cada vez
más globalizada economía mundial). Sin embargo, es poco frecuente encontrar estudios
detallados sobre los fundamentos económicos
de las variaciones en los niveles de urbanización dentro de las naciones.
Es posible considerar la magnitud de la asociación entre los grados de urbanización y el
cambio económico de las naciones. El Gráfico 5 muestra una clara relación entre los
niveles de urbanización y los ingresos medios
per cápita, ya que las naciones con altos
ingresos per cápita son las más urbanizadas,
y la mayoría de las naciones con bajos ingresos per cápita se encuentran entre las menos
urbanizadas. El Gráfico 5 también demuestra
que existen variaciones considerables en los
niveles de urbanización entre las naciones
con ingresos per cápita comparables. No obstante, es probable que una gran parte de estas
variaciones sea resultado de los diferentes
criterios utilizados por los gobiernos nacionales en la definición de su población urbana.
¿Por qué muchas naciones de América Latina
tienen altos niveles de urbanización en relación
19
La transición a un mundo predominantemente urbano
con sus ingresos per cápita - como se muestra por
ejemplo, en el caso de Bolivia, Perú, Venezuela,
Uruguay, Argentina, Brasil y Chile en el Gráfico
5? Es intrigante ver a Uruguay, Argentina y Chile
agrupados tan cerca y con niveles relativamente
altos de urbanización en relación con la renta per
cápita; ¿es posible que esto esté, en parte, relacionado con su relativamente temprano éxito económico y/o con las dificultades que tenían los
inmigrantes que se trasladaron allí a fines del
siglo XIX y principios del XX con el propósito de
adquirir tierras para destinar a la agricultura?37
El cambio urbano determinado
por factores locales
Existe tal vez demasiado debate general sobre la
urbanización, a partir de bases de datos apropia-
Gráfico 5: La asociación entre los niveles de urbanización de los países y su ingreso promedio per
capita, 2000/2001
Singapur
100
Hong Kong, China
Kuwait
Venezuela
Bélgica
Uruguay
Israel
Argentina
Líbano
Chile
Jordania
Nueva Zelanda
Arabia Saudita
Brasil
80
Rep. Corea
Gabón
Fed. Rusa
Reino Unido
Australia
Dinamarca
Suecia
Méjico
España
Rep.Checa
Perú
Canadá
EAU
Francia
Alemania
Noruega
Suiza
Colombia
Nivel de urbanización en 2000 (%)
EEUU
Paises Bajos
Estonia
Turquía
Malasia
60
Italia
Lituania
Armenia
Japón
Hungary
Bolivia
Ecuador
Polonia
Costa Rica
Congo
Irlanda
Greece
Eslovaquia
Sudáfrica
Portugal
Croacia
Botswana
Georgia
Austria
Finlandia
Slovenia
Rep. Arabe Siria
Belice
Egipto
Nigeria
Guatemala
Bosnia &
Herzegovina
Indonesia
40
Mauricio
China
Namibia
Pakistán
Tailandia
Guinea
Guyana
India
Vietnam
Suazilandia
Bangladesh
20
Lao, PDR
Cambodia
Sri Lanka
Uganda
Trinidad y Tobago
Burundi
0
0
5.000
10.000
15.000
20.000
25.000
30.000
35.000
PBI per capita en 2000 (US$ PPA)
Nota: Es preciso tomar precauciones al interpretar este cuadro debido a los diferentes criterios
utilizados por los gobiernos para definir las zonas urbanas. FUENTES: ONU, 2006, op. cit. para los
niveles de urbanización; Banco Mundial, Indicadores online del Desarrollo Mundial https://
publications.worldbank.org/subscriptions/WDI/
20
David Satterthwaite
das con estadísticas de casi todas las naciones
sobre crecimiento económico y grado de urbanización, con poco reconocimiento de las limitaciones de los datos y escaso conocimiento de las
naciones en sí. Hay ciertamente algunas semejanzas en el cambio económico y el cambio
urbano entre las naciones, pero también es importante considerar las diferencias. Todas las
naciones han sufrido grandes cambios económicos, sociales, demográficos y políticos en los
últimos 50-100 años, que son inevitablemente
reflejados en los cambios en sus sistemas urbanos. También es importante que se preste mayor
atención a la escala y naturaleza de su influencia en
el cambio urbano en cada nación. Por ejemplo, en
Pakistán,38 el tamaño actual y la distribución
espacial de la población urbana se han visto muy
influenciados por: la partición de la India a fines de
los años 40 (que creó a Pakistán y que también
causó importantes flujos migratorios a determinados lugares, en especial a Karachi); la división de
Pakistán (ya que lo que antes era Pakistán Oriental
se convirtió en Bangladesh); la guerra civil en
Afganistán; La Revolución Verde (y los lugares
donde se concentró); y la estructura política de
Pakistán. El cambio urbano en México39 (y la
distribución territorial de sus ciudades principales) se pueden entender sólo en términos de los
grandes cambios económicos que ha sufrido la
nación. La influencia de las diferentes fases económicas puede verse en el sistema urbano actual:
el período agro-exportador hasta 1940
(con el rápido crecimiento de los centros
urbanos que fueron centros clave de mercado y servicios para la agricultura - muchas de las ciudades principales crecieron
en importancia debido a esto);
el período de sustitución de importaciones de 1940 a 1970 (con la rápida expansión de la Ciudad de México debido al
asentamiento en el lugar de la mayoría de
las nuevas industrias);
el período de 1970 a 1990, con la desaceleración del crecimiento de la economía y
luego un período de recesión económica,
con un cambio en la política económica de
la industria de sustitución de importaciones
a la industria orientada a la exportación,
(con la desaceleración del crecimiento de la
Ciudad de México y el rápido crecimiento
urbano concentrado en ciudades cercanas a
la frontera con los EEUU que fueron los
centros de las zonas destinadas al procesamiento de las exportaciones);
la década del 90, cuando continuó el rápido crecimiento de las ciudades del norte,
pero su rápido crecimiento económico no
estimuló el desarrollo mucho más al sur,
porque sus principales vínculos funcionales se dieron con ciudades de los EEUU.
También era notorio el rápido crecimiento
de algunos puertos (que reflejaba el nuevo
énfasis económico en las exportaciones) y
de algunos exitosos centros turísticos.
Las ciudades y la economía global
La internacionalización de la producción
mundial y el comercio (en particular la muy
rápida expansión en el valor del comercio
internacional) ha sentado una base importante para el rápido crecimiento de muchas ciudades y ha repercutido en las tendencias urbanas en la mayoría de las naciones. Muchas
ciudades deben su prosperidad a su rol dentro
de este sistema cada vez más internacionalizado de producción y distribución. El turismo
internacional, nacional y local también ha
demostrado ser una base importante para el
desarrollo urbano de muchas ciudades y pequeños centros urbanos.
Hay una lógica económica que sustenta la distribución de la población urbana del mundo, inclusive la de las más grandes ciudades. Un buen
ejemplo de ello es la concentración de las “ciudades de millones” y “mega-ciudades” del mundo
en sus economías más grandes (Tabla 3). En
2000, las cinco mayores economías mundiales
(EEUU, China, Japón, India y Alemania) tenían
8 de las 17 “mega-ciudades”, y el 44 por ciento
La transición a un mundo predominantemente urbano
de sus “ciudades de millones”. Todas a excepción de 3 de las 17 “mega-ciudades” del mundo,
y más de dos tercios de sus “ciudades de millones”, se encontraban en las 20 mayores economías en 2000. Del mismo modo, dentro de cada
región del mundo, la mayoría de las ciudades más
grandes se concentran en sus economías más
importantes - por ejemplo, Brasil, México y
Argentina en América Latina, y China, Japón,
India, Indonesia y la República de Corea en Asia.
En términos de distribución regional, para el año
2000, Asia tenía poco más de la mitad de las
“ciudades de millones” del mundo.
Es evidente la relación entre las ciudades más
grandes del mundo y la globalización. El crecimiento en los flujos transfronterizos de materias primas, mercancías, información, ingresos y capital, en gran parte gestionados por las
empresas transnacionales, han sustentado una
red de lo que se pueden llamar «ciudades
globales» que son los sitios clave para la
gestión y prestación de servicios a la economía
mundial.40 La mayor parte de la inversión
internacional se concentra en una proporción
relativamente pequeña de las ciudades del
mundo. No es casualidad que Tokio, Nueva
York y Londres, los tres centros financieros
más importantes del mundo,41 también se encuentren entre las mayores ciudades del mundo, lo que ayuda a explicar los informes relacionados con el nuevo crecimiento demográfico en Londres durante la década de 1990,
después de varias décadas de disminución de
la población. Muchas de las ciudades de más
rápido crecimiento a nivel mundial son también las ciudades que han tenido más éxito en
atraer la inversión internacional. Las grandes
corrientes de migración internacional, y el
consiguiente flujo de remesas, también se asocian con la globalización y tienen profundas
repercusiones en muchas ciudades - tanto en
las zonas de origen como de destino. Alrededor de 175 millones de personas (más de un 2
por ciento de la población mundial) viven en
un país en el que no han nacido.42
21
Sin embargo, la relación existente entre la
globalización y las grandes ciudades se ve
moderada por dos factores. El primero es que
los avanzados sistemas de telecomunicaciones y estructuras corporativas permiten una
separación del proceso de producción de los
procesos de gestión y financiamiento.
La economía de Londres y Nueva York puede
depender en gran medida del crecimiento de los
mercados de bienes industriales, pero en sí,
estas ciudades tienen muy poca producción
industrial. El segundo factor, relacionado con el
primero, se relaciona con el más descentralizado patrón de desarrollo urbano posible dentro
de las regiones, con una infraestructura de transporte y comunicaciones bien desarrollada.
Muchas de las regiones de mayor éxito tienen
formas urbanas que son menos dominadas por
una gran ciudad central, y tienen nuevas empresas desarrollándose en una red de pequeñas
ciudades y zonas no urbanizadas - como en
Silicon Valley y Orange County en California,
y Baviera en Alemania,43 o entre la red dinámica de las ciudades en el sudeste de Brasil, que ha
atraído a muchas de las nuevas inversiones
fuera de San Pablo y Río de Janeiro. En todas las
naciones de altos ingresos y muchas de medianos y bajos ingresos, se ha producido un aumento de la capacidad de las ciudades que se encuentran fuera de las grandes áreas metropolitanas, de atraer una proporción importante de las
nuevas inversiones. En las naciones que han
tenido una descentralización efectiva (donde la
capacidad de rendición de cuentas - accountability - a los ciudadanos por parte de los gobiernos locales se incrementó), las autoridades urbanas de las ciudades más pequeñas tienen más
recursos y capacidad para competir por nuevas
inversiones.
La liberalización del comercio y un mayor
énfasis en las exportaciones también han aumentado la ventaja comparativa de muchas
ciudades de menor tamaño. Mientras tanto,
los avances en el transporte y las comunica-
22
David Satterthwaite
Tabla 3: Distribución de las ciudades más grandes del mundo entre las mayores
economías mundiales y entre las naciones clasificadas por sus ingresos per cápita en 2000
Naciones
Cantidad de
"ciudades de
millones"
(1 millón de
habitantes o
más)
Las cinco ciudades más grandes del mundo
Estados Unidos
37
China
87
Japón
8
India
32
Alemania
3
Las siguientes cinco economías
41
más grandes (Francia, Reino Unido,
Italia, Brasil, Federación Rusa)
Las siguientes cinco economías
28
más grandes (Méjico, Canadá,
República de Corea, España,
Indonesia)
Las siguientes cinco economías
20
más grandes (Australia, Turquía,
Sudáfrica, Argentina, Países Bajos)
Las otras 208 naciones y territorios
124
del mundo
TOTAL (mundial)
380
Cantidad de
ciudades con
5-9.99
millones de
habitantes
Cantidad de
mega-ciudades
(10 millones de
habitantes o
más)
2
7
0
3
0
3
2
1
2
3
0
3
2
2
1
1
10
3
28
17
La distribución de las grandes ciudades entre las naciones clasificadas por el promedio
de sus ingresos per cápita
Naciones de bajos ingresos
78
6
5
Naciones de medianos ingresos
204
15
8
Naciones de altos ingresos
98
7
4
La distribución de las grandes ciudades entre las regiones
África
37
Asia
192
China
86
India
32
Europa
53
América Latina y el Caribe
51
Norte América
41
Oceanía
6
ciones inter-regionales, han reducido las ventajas que solía representar para las empresas
instalarse en las ciudades más grandes. Sin
embargo, también hay grandes ciudades cuyas
tasas de crecimiento demográfico se mantuvieron elevadas durante los años 1980 y 1990 - por
ejemplo, Dhaka (Bangladesh) y muchas ciudades de la India y China. El fuerte desempeño
2
17
7
3
4
3
2
0
1
9
1
3
1
4
2
0
económico de las ciudades parece ser el factor
preponderante a la hora de explicar esto. China
presenta muchos ejemplos de ciudades con muy
rápido crecimiento de la población, lo que no es
tan sorprendente debido a las aceleradas tasas
de crecimiento económico que se han dado allí
durante los últimos 25 años. Por ejemplo, la
ciudad de Shenzhen cerca de Hong Kong ha
La transición a un mundo predominantemente urbano
pasado de ser una pequeña ciudad fronteriza a
una de las principales metrópolis, con más de 6
millones de habitantes durante esos mismos 25
años. Pero China también tiene muchas ciudades que han crecido lentamente en las últimas
décadas y, nuevamente, cualquier análisis de
los cambios urbanos en China tiene que ser
desglosado, a causa de las grandes diferencias
en las tendencias urbanas que se evidencian en
las diferentes regiones.
La lista de las mayores ciudades del mundo
incluye a muchas que articulan grandes economías nacionales dentro del sistema global
(como París, Madrid y San Pablo) o economías sub-nacionales o regionales (como la de
Chicago).44 Sin embargo, algunas ciudades
con importantes funciones dentro de la economía global no son tan grandes - por ejemplo,
Zurich y Singapur - y varias de las mayores
ciudades del mundo no deben su tamaño y base
económica a su rol dentro de la producción o
gestión mundial, sino a ser las capitales nacionales de países más poblados, con una alta
concentración de poder político en ese país.
23
naciones de África y Asia durante los últimos
60 años ha sido la disolución de imperios
coloniales de los poderes europeos. Pero la
influencia de los cambios económicos en el
cambio urbano es en general mayor que la de
un cambio político, una vez que se ha establecido un estado-nación. Por ejemplo, Dhaka
debe gran parte de su acelerado crecimiento
de 1950 a 1980 a los cambios políticos (primero como capital de Pakistán Oriental creada por la partición de la India realizada por
los poderes británicos salientes, y luego como
capital de Bangladesh). Sin embargo, su rápido
crecimiento durante las últimas dos décadas se
encuentra mucho más relacionado con la vertiginosa expansión de la industria de confección
de indumentaria en Bangladesh, que ha absorbido a 1.5 millones de trabajadores, con una alta
concentración de éstos en Dhaka.
La urbanización y el cambio político
En África oriental y meridional, la dinámica de
crecimiento urbano en los últimos 40 años “no
puede entenderse sin referencia a los efectos del
gobierno de la minoría blanca que impuso controles específicos sobre la ubicación y naturaleza del crecimiento urbano en Sudáfrica, Namibia
y Rodesia y ayudó a crear inestabilidad política,
ejerciendo influencia sobre los patrones urbanos en Mozambique, Angola y Namibia.”46 En
África, una de las razones por las cuales el
cambio urbano fue tan rápido desde la década
de 1950 en adelante fue porque en la mayoría de
las naciones, este cambio surgió a partir de una
base pequeña, debido a que las potencias coloniales europeas habían controlado a la población urbana mediante la imposición de restricciones a los derechos de sus poblaciones nacionales a vivir y trabajar en centros urbanos. Esto
incluía, a menudo, impedir a los hombres y
mujeres convivir con sus parejas y niños en
zonas urbanas o pagar sólo “salarios de soltero”, que son demasiado bajos como para permitir dar sustento a una familia.47
Tal vez la influencia política más importante
sobre el cambio urbano en la mayoría de las
Otra razón para el rápido crecimiento de la
población urbana en Asia y África fue el
Una razón por la cual el mundo estaba menos
urbanizado en el año 2000 de lo que se esperaba, es la lentitud del crecimiento económico (o
deterioro económico) que muchos países de
bajos y medianos ingresos experimentaron
durante gran parte del período 1980-2000.
Esto también ayuda a explicar las tasas de
crecimiento demográfico más lentas en muchas ciudades de África y América Latina.
Esto se debe en parte a las políticas de ajuste
estructural, que generaron disminución en el
empleo, caída de los ingresos reales y disminución del bienestar urbano, y que han demostrado ser menos exitosas de lo que se esperaba en
estimular el crecimiento económico.45
24
logro de la independencia política. Los gobiernos de reciente independencia tuvieron
que construir las instituciones de gobernabilidad que necesitan los estados-nación, como
por ejemplo departamentos gubernamentales
y ministerios, el poder judicial, la policía y las
fuerzas armadas, y los gobiernos regionales,
provinciales, estatales, municipales y de las
ciudades. Las capitales nacionales de los países que ahora eran naciones independientes
alojaron a las embajadas de otras naciones.
También existía demanda de bienes y servicios de esta nueva concentración de instituciones gubernamentales, funcionarios públicos, políticos y diplomáticos. La mayoría de
los gobiernos también dio una alta prioridad
inicialmente a la expansión de los sistemas de
educación, tan subdesarrollados bajo el dominio colonial - incluyendo escuelas secundarias y universidades concentradas en las
zonas urbanas. Todo esto, evidentemente,
impulsó el crecimiento en los centros urbanos, que eran al mismo tiempo, los principales centros políticos y administrativos.
Los cambios políticos han tenido profundas
repercusiones en el cambio urbano de muchas
otras regiones. Por ejemplo, la disolución de la
Unión Soviética y su bloque económico y la
ruptura o la reforma de muchas naciones de
Europa del Este y del Sur han dado lugar a
cambios importantes en las tendencias urbanas. En China, la escala y naturaleza del cambio urbano han estado mucho más influenciadas
aún por los cambios políticos.48 En gran parte
de América Latina, los sistemas urbanos y las
tendencias se reformaron durante los años
1980 y 1990, con la introducción o retorno a la
democracia, el cambio en las políticas económicas de la sustitución de las importaciones a
la promoción de las exportaciones, los graves
problemas económicos y, en muchos países, la
descentralización y el fortalecimiento de la
democracia dentro de los gobiernos de las
ciudades y municipios. Las guerras y los conflictos civiles también han generado desplaza-
David Satterthwaite
mientos importantes de las poblaciones y de
poblaciones urbanas, como por ejemplo, en
Angola, Mozambique y Sudán durante las
guerras civiles en los 80 y 90, al igual que había
sucedido en Zimbabwe durante la lucha por la
liberación en los 70.49
Cualquier análisis de los cambios urbanos
para una nación en las últimas décadas encontraría ejemplos de las influencias políticas,
como el desarrollo de determinadas zonas
alentado por razones estratégicas o militares,
o para servir a los distritos electorales de
poderosos políticos nacionales o estatales.
Así como los gastos en defensa y el programa
espacial del gobierno de los Estados Unidos
contribuyeron a afianzar la redistribución de
la población urbana hacia el sur y el oeste, los
gastos comparables incurridos por el Gobierno de la India (y por el antiguo gobierno
colonial) han ayudado a afianzar el éxito económico y el rápido crecimiento de Bangalore.
La urbanización en la mayoría de los países
de bajos ingresos y en varios países de ingresos medianos también se ve afectada por las
instituciones de asistencia al desarrollo - desde las oficinas, el personal y las operaciones
de los grandes y formales organismos
multilaterales y bilaterales hasta la multiplicidad de ONGs internacionales y nacionales,
desde las muy grandes a las más pequeñas. Y,
por supuesto, se puede mencionar también el
gran sector de los servicios que crece para
atender las demandas de estas instituciones y
de su personal. Una ironía de ésto es que es
probable que la alta concentración de los
organismos internacionales haya impulsado
considerablemente las economías de algunas
capitales y, sin embargo, la mayoría de estas
agencias internacionales se ha negado a trabajar en zonas urbanas.
Por consiguiente, si bien las tablas que muestran las estadísticas de las diferentes naciones
durante los últimos 30 a 60 años pueden
La transición a un mundo predominantemente urbano
revelar tendencias generales hacia sociedades cada vez más urbanizadas en gran parte
del mundo, la escala y naturaleza de tales
tendencias y sus causas subyacentes difieren
mucho de un país a otro, e incluso dentro de
cada país, y en el transcurso del tiempo.
Incluso si la globalización y los cambios
jurídicos e institucionales que trae aparejados ejercen una influencia cada vez mayor en
casi todos los centros urbanos, es importante
recordar cómo las estructuras sociales, económicas, políticas y demográficas influyen
en el cambio urbano dentro de cada lugar.50
El sesgo urbano, el exceso de urbanización y la urbanización prematura
Hay una larga lista de investigadores (así
como de políticos y funcionarios) que hacen
juicios normativos, declarando que las zonas
urbanas o algunas ciudades en particular tienen demasiada gente o demasiada inversión
pública - o que la población urbana está más
privilegiada que la rural a raíz de las políticas
o gastos de los gobiernos y organismos internacionales. Esto se puede observar en los
debates sobre la “urbanización excesiva”, y
la primacía urbana, y/o el sesgo urbano. Hay
vigorosos debates sobre estos temas. Algunas personas sostienen que el sesgo urbano ha
sido un motivo importante de la escala y
profundidad de la pobreza en todo el mundo,
mientras que otros afirman que el desempeño
económico de muchos países de bajos ingresos se ha visto muy afectado por la falta de
atención que prestaron los gobiernos y organismos internacionales a la generación de
ciudades eficientes, bien gobernadas y “atractivas para la inversión”.
Es difícil contradecir la observación hecha por
Jane Jacobs que sin ciudades, todos seríamos
pobres.51 Pero se trataba de una observación
sobre la relación entre las economías prósperas y la urbanización (y sobre las pruebas que
Jacobs presenta de que las ciudades crean el
25
desarrollo rural, y no que el desarrollo rural
crea a las ciudades). Que puede haber elementos de fuerte sesgo urbano y sesgo no-urbano
al mismo tiempo, fue un concepto expresado
por Braudel cuando reflexionaba sobre la urbanización en el siglo XVIII:
Las ciudades son como muchos transformadores eléctricos. Aumentan la tensión, aceleran el ritmo del intercambio y agitan sin cesar
la vida de las personas…. Las ciudades también son formaciones parasitarias opresivas…. Esta confrontación ciudad-país es la
lucha más larga de clases sociales que la
historia haya conocido. No debemos censurar o tomar partido: Estas ciudades parasitarias también encarnan la inteligencia, el riesgo, el progreso y la modernidad hacia la que
el mundo se mueve lentamente…. Al inmanejable cuerpo del estado prestaron su insustituible vitalidad. Ellas fueron las aceleradoras
de todo tiempo histórico. Lo que no quiere
decir que no hicieron sufrir a las personas a
través de los siglos, incluyendo a los que
vivieron en ellas.”52
Es de esperar que los poderosos intereses
económicos concentrados en las zonas urbanas y en los grupos de altos y medianos
ingresos cuyos hogares y medios de vida se
concentra allí, garanticen una inclinación de
las políticas y los gastos que los favorezca.
Pero sería engañoso referirse a él como sesgo
urbano si favorece sólo a una porción de la
población urbana - por ejemplo, a aquellos
que están concentrados en capitales provinciales o estatales, o sólo en algunos centros
urbanos.
Tampoco es “sesgo urbano” un término adecuado para referirse al caso en el que sólo un
porcentaje de la población dentro de cada
centro urbano se ve favorecida - por ejemplo
con inversiones públicas en redes de agua,
saneamiento, caminos y alcantarillado y gasto
público en escuelas y atención de la salud.
26
Podría esperarse que los sindicatos de trabajadores ayudaran a velar por que sus miembros
reciban más beneficios, lo que a su vez beneficiaría a las zonas urbanas donde se concentran sus miembros. Sin embargo, habría variaciones substanciales entre las naciones en cuanto al establecimiento de sindicatos. En las
naciones donde ya existen, habría grandes
variaciones en los beneficios y la proporción
de la fuerza laboral urbana que los recibe,
sobre todo porque el nivel de afiliación sindical de la mano de obra urbana es muy bajo en
la mayoría de las naciones. En muchos países,
las inclinaciones políticas pueden beneficiar a
zonas rurales específicas - por ejemplo, cuando poderosos políticos nacionales o estatales/
provinciales tienen distritos electorales predominantemente rurales.
Ciertamente, en la mayoría de las naciones, la
escala de la privación para un gran porcentaje
de la población total de las capitales y de las
ciudades grandes y exitosas difícilmente sugiere que todo el mundo se beneficia de un sesgo
urbano. Es común que entre un tercio y la mitad
de la población de esas ciudades resida en
asentamientos ilegales. De hecho, grandes sectores de esta población, no sólo reciben pocos o
ningún beneficio de las inversiones públicas,
sino que sus hogares y medios de subsistencia
están en riesgo de supervivencia - y que decenas
de millones de habitantes de zonas urbanas son
desalojados de sus hogares cada año, en su
mayoría sin compensación o con indemnización insuficiente.53 Esto es un ejemplo, en efecto, de la política de los gobiernos creando o
exacerbando la pobreza urbana. La gran y creciente escala de la pobreza urbana en China es
un recordatorio de cómo un crecimiento económico demasiado acelerado y sostenido por más
de 25 años, con muchas ciudades en auge, no se
traduce automáticamente en menos pobreza
para la gente que habita las grandes urbes.54
Pero no hay datos disponibles para cualquier
evaluación integral sobre la magnitud y natu-
David Satterthwaite
raleza del sesgo urbano en la mayoría de las
naciones.55 Sin duda, una gran proporción de
la población mundial que sufre de graves privaciones - nutrición inadecuada, mala salud y
muerte prematura, y medios de subsistencia
inadecuados o insuficientes - aún vive en zonas rurales. Pero también es innegable que un
gran y quizás creciente porcentaje de esas
personas viven en las zonas urbanas - y que el
número de habitantes de las zonas urbanas que
sufren privaciones severas ha aumentado de
manera considerable en las últimas tres décadas. Determinar la proporción de personas
“pobres” que viven en zonas rurales y urbanas
es problemático, ya que éstas no deben medirse con la misma línea de pobreza, dado que
grandes sectores de la población urbana en
particular se enfrentan a costos muy elevados
para proveerse de artículos no-alimentarios de
primera necesidad. Es evidente que la magnitud y la profundidad de la pobreza urbana es en
gran medida subestimada por muchas estadísticas oficiales y por algunos investigadores, y
una de las razones es el uso inadecuado de las
“líneas de pobreza» para las poblaciones urbanas.56 Además, muchos individuos y familias
(pobres y no pobres) enlazan componentes
rurales y urbanos en sus medios de vida, ingresos y acceso a los servicios, motivo por el cual
no pueden ser fácilmente asignados ni a las
poblaciones “rurales” ni a las “urbanas” con
tanta exactitud.
Sin embargo, vale la pena señalar los cambios
en la distribución de la población entre las
zonas rurales y las urbanas desde mediados
de los 70, cuando se publicaron por primera
vez los trabajos más influyentes sobre el
sesgo urbano.57 Entre 1975 y 2005, la cifra
acumulada para el nivel de urbanización de
países de bajos y medianos ingresos, varió
del 27 al 43 por ciento. Durante este mismo
período, la población urbana de los países de
bajos y medianos ingresos creció en 1,44
millones mientras que la población rural creció en 790 millones.
La transición a un mundo predominantemente urbano
Así pues, ¿dónde se encuentra la base estadística para evaluar algunos aspectos del “sesgo
urbano”? Uno de los aspectos sería la calidad y
el alcance de la prestación de servicios públicos, aunque la calidad y precisión de muchos de
los datos están en duda, como por ejemplo la
falta de datos para la mayoría de las naciones de
si los habitantes (rurales o urbanos) tienen acceso al agua y al saneamiento adecuado para
garantizar una buena salud.58 También existe el
problema inherente a los estudios que miden el
sesgo urbano, basados en dónde se encuentran
los servicios. Las poblaciones urbanas parecen
estar mucho mejor suministradas en cuanto a su
distancia física a los servicios, aunque la proximidad a un servicio no significa que se puede
acceder a él. Muchos habitantes de ciudades
que viven cerca de redes principales de agua,
escuelas u hospitales tienen tan pocas posibilidades de utilizar estos servicios como los habitantes de zonas rurales que no cuentan con
ninguna de estas instalaciones en sitios próximos a sus viviendas.
Hay más indicadores disponibles sobre la
esperanza de vida promedio y la mortalidad
prematura (por ejemplo, a través las tasas de
mortalidad de lactantes, niños o materna),
que las que con frecuencia se encuentran
disponibles para las poblaciones rurales y
urbanas. Estos suelen mostrar poblaciones
urbanas con cierta “ventaja urbana” (pero no
siempre), si bien la magnitud de esta ventaja
en muchas naciones de bajos ingresos es
sorprendentemente pequeña, sobre todo si
asumimos que la mayoría de los grupos de
medianos y altos ingresos vive en zonas urbanas.59 Cuando se dispone de datos sobre la
tasa de mortalidad infantil de los grupos pobres de las zonas urbanas, en particular de las
ciudades, ésta es generalmente mucho más
elevada que la tasa de las zonas rurales aunque no es una comparación justa ya que
“los pobres urbanos” deben compararse a los
“pobres rurales”. Si se contara con una base
informativa más amplia, es probable que ésta
27
indicara una fuerte “ventaja urbana” para los
grupos de medianos y altos ingresos en determinadas ciudades de casi todas las naciones,
pero amplias diferencias entre las naciones
en el grado de “ventaja urbana” de los habitantes de bajos ingresos de las zonas urbanas,
quizás hasta el punto que en muchos países,
habría poco o ningún beneficio urbano para
grandes sectores de la población urbana.
En algunos países, puede ser que haya una
“ventaja rural” y un “castigo urbano” para los
grupos de bajos ingresos. También es probable que la medida de la “ventaja urbana”
tenga grandes variaciones en toda la población urbana de toda la nación - por ejemplo,
entre los diferentes centros urbanos y entre
los distritos en las ciudades. Hace veinte
años, se sugirió que un término más exacto
para este sesgo sería “sesgo de la gran ciudad
para los grupos de medianos y altos ingresos”60 , y parece poco probable que esto haya
cambiado en muchos casos. Evidentemente,
la medida en que los pobres urbanos se benefician de cualquier “sesgo urbano” es mucho
más influenciada por la calidad de los gobiernos locales, especialmente en la prestación
de servicios y por las actitudes y relaciones de
los gobiernos locales con sus ciudadanos que
viven en asentamientos ilegales o conventillos
y distritos informales.
Otro posible indicador para evaluar el sesgo
urbano sería la proporción del total de inversión
pública que reciben las zonas urbanas de una
nación, en relación con las zonas rurales. Es útil
cuestionarse: ¿debería este sesgo medirse en
términos de la proporción que representan las
zonas urbanas del total de la población, o en
relación a la contribución al PBI que realizan las
empresas establecidas en zonas urbanas (lo que
produciría cifras muy diferentes)? Sin embargo, no hay muchas pruebas de sesgo en relación
a ninguno de estos factores. También es probable que el aporte a la base impositiva total de un
país de población y empresas asentadas en
28
ciudades sea más alto que el porcentaje que
reciben como inversiones del gobierno. En
muchas más naciones, hay estadísticas que
muestran que los gobiernos urbanos o que los
gobiernos de ciudades específicas obtienen una
muy baja proporción del total de los ingresos
del gobierno61 - aunque esto no represente
evidencia de sesgo urbano, ya que gran parte de
la inversión realizada por los niveles más altos
del gobierno puede darse en las zonas urbanas
(o en determinadas zonas urbanas).
Otro indicador de la medida de sesgo urbano
sería la proporción de ayuda internacional que
se destina a las zonas urbanas. Los análisis del
grado de asistencia para el desarrollo asignada
a la satisfacción de necesidades básicas entre las
zonas rurales y las urbanas de la década del 70
hasta la del 90 no encontraron pruebas de sesgo
urbano en tanto que un análisis de la prioridad
dada por una serie de organismos internacionales a la infraestructura y servicios urbanos descubrió que muchos daban a ésta una prioridad
muy baja.62 Incluso en la actualidad, muchos
organismos bilaterales de financiamiento siguen evitando financiar zonas urbanas y, además, carecen de políticas urbanas. Los especialistas rurales tienen razón al señalar el fracaso
de las políticas de desarrollo para reducir la
pobreza rural. Pero también existe un creciente
cuerpo de evidencia sobre el fracaso de las
políticas de desarrollo para reducir la pobreza
urbana, aún en las naciones y ciudades con
economías exitosas. Tal vez los especialistas en
zonas rurales y urbanas necesitan trabajar más
en forma conjunta para identificar fallas sistemáticas de la asistencia para el desarrollo a fin
de abordar la pobreza rural y urbana.
Una manifestación del sesgo urbano sería una
alta proporción de población viviendo en áreas
urbanas relativo al ingreso per capita del país.
Es común encontrar comentarios sobre casos
específicos de países o regiones “sobre-urbanizados” o de “urbanización prematura”. Otra
manifestación de sesgo urbano (o tal vez más
David Satterthwaite
exactamente sesgo de “la ciudad más grande”) puede ser que una gran proporción de la
población urbana del país resida en su ciudad más grande, lo que a menudo se denomina primacía urbana. Pero, ¿existen los datos
que permitan emitir tales juicios? En primer
lugar, existen incertidumbres sobre la exactitud de los datos básicos acerca de los
niveles de urbanización de los países; como
se ha dicho, para muchos países, no existen
datos censales durante los últimos 20 años.
Para muchas naciones, sólo hay uno, dos o
tres censos en el período desde 1950, lo que
parece ser una base un tanto limitada para
analizar qué tan rápido se han urbanizado en
más de cinco o seis décadas. En segundo
lugar, hay diferencias en los criterios utilizados por los gobiernos para definir los centros urbanos o las poblaciones urbanas, lo
que limita la validez de las comparaciones
internacionales. Si el nivel de urbanización
puede aumentar o disminuir en hasta un 1020 por ciento en función de qué criterios se
utilizan para definir las poblaciones urbanas
o los centros urbanos, ésto limita en gran
medida la validez de las comparaciones internacionales. Debido a que la primacía se
mide generalmente calculando el porcentaje
de la población urbana de una nación en su
ciudad más grande, la validez de las comparaciones internacionales depende de que las
naciones posean definiciones comparables
de sus poblaciones urbanas (que no es el
caso) y formas similares de definir los límites físicos de la ciudad más grande (que
tampoco lo es). En muchas naciones, el nivel
de primacía puede ser alto o bajo, dependiendo de qué frontera es la elegida para la
ciudad más grande.
En conclusión, no existe un vínculo automático
entre el rápido crecimiento urbano y los problemas urbanos. Algunas de las ciudades de más
acelerado crecimiento del mundo están también
entre las mejor gobernadas y tienen mejor calidad de vida en sus naciones. Además, a raíz de
La transición a un mundo predominantemente urbano
la concentración de las personas y empresas, las
ciudades presentan muchas oportunidades para
la provisión de mejores servicios, para la gestión del medio ambiente y para desvincular la
noción generalizada de que una alta calidad de
vida va de la mano de una utilización desmedida
de los recursos. No hay ninguna razón para que
las ciudades bien gobernadas no alcancen los
más elevados estándares en términos de calidad
de vida - y también establezcan normas ambientales rigurosas. El problema no es la urbanización, sino el fracaso de los gobiernos y de los
organismos internacionales en realizar los cambios necesarios en la gestión urbana. La urgencia para abordar este fracaso aumenta aún más
con los probables impactos del cambio climático; la capacidad de las ciudades para adaptarse
y contribuir con la reducción de las emisiones
de los gases del efecto invernadero depende en
gran medida de la competencia y la capacidad
de sus gobiernos.63
Notas
1. Salvo indicación de lo contrario, las estadísticas de
población mundial, regional, nacional y de las grandes ciudades han sido obtenidas o derivadas de estadísticas de las Naciones Unidas (2006), World Urbanization Prospects: the 2005 Revision (Proyectos de
Urbanización Mundial: La Revisión de 2005), División de Población de las Naciones Unidas, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, Edición en
CD-ROM - Datos en forma digital (POP/DB/WUP/
Rev.2005), Naciones Unidas, Nueva York.
2. Graumann, John V (1977), “Orders of magnitude
of the world’s urban and rural population in
history”, United Nations Population Bulletin 8,
Naciones Unidas, Nueva York, páginas 16–33.
29
750.000 habitantes o más, perdiendo población
durante la década de los 90.
5. Por ejemplo, Curitiba y Puerto Alegre están
entre las ciudades de crecimiento más rápido en
América Latina durante los últimos 50 años y
ambas tienen estándares de vida relativamente
altos; Menegat, Rualdo (2002), “Environmental
management in Porto Alegre”, Environment and
Urbanization, Vol. 14, No. 2, páginas 181–206;
Rabinovitch, J (1992), “Curitiba: towards
sustainable urban development”, Environment and
Urbanization, Vol. 4, No. 2, páginas 62–77.
6. Hardoy, Jorge E, Diana Mitlin y David Satterthwaite (2001), Environmental Problems in an
Urbanizing World: Finding Solutions for Cities
in Africa, Asia and Latin America, Earthscan
Publications, Londres, 470 páginas; UN-Habitat
(2003), The Challenge of Slums: Global Report
on Human Settlements 2003, Earthscan
Publications, Londres, 310 páginas.
7. Garza, Gustavo (2002), Urbanization of Mexico
during the Twentieth Century, Documento de Trabajo sobre el Cambio Urbano 7, IIED, Londres.
8. Naciones Unidas (1975), Trends and Prospects
in the Population of Urban Agglomerations, as
assessed in 1973–75, División de Población,
Departamento de Asuntos Económicos y Sociales
Internacionales, ESA/P/WP.58, Nueva York.
9. La División de Población de las Naciones
Unidas había predicho que habría 27 “megaciudades” para el año 2000 en su Evaluación de
1973–75 (Naciones Unidas, 1975, op. cit.).
3. El documento original en el cual éste está
basado contiene una variedad de ejemplos.
10. Zlotnik, Hania (2004), «World urbanization:
trends and prospects», en Champion, Tony y
Graeme Hugo (editores), New Forms of Urbanization: Beyond the Urban-Rural Dichotomy,
Ashgate, Basingstoke, páginas 41-64.
4. Véase Naciones Unidas, 2006, op. cit., que
contiene muchos ejemplos de ciudades con
11. Este es un argumento de Preston, Samuel H
(1979), “Urban growth in developing countries: a
30
demographic reappraisal”, Population and Development Review, Vol. 5, No. 2, páginas 195–215.
12. Garza, 2002, op. cit.
13. Véase Liu, S, X Li y M Zhang (2003), Scenario
Analysis on Urbanization and Rural-Urban
Migration in China, International Institute for
Applied Systems Analysis, Viena; también Zhang,
Li (2004), China’s Limited Urbanization under
Socialism and Beyond, Nova Science Publishers,
Nueva York, 191 páginas.
14. UNCHS (Habitat) (1996), An Urbanizing
World: Global Report on Human Settlements, 1996,
Oxford University Press, Oxford y Nueva York.
15. Puede haber algunas excepciones a ésto para
determinadas naciones de altos ingresos, procedentes de distintas fuentes alternativas de información
oficial.
16. véase Box 6.4, pápina 130 del Banco Mundial
(1999), Entering the 21st Century: World Development Report 1999/2000, Oxford University
Press, Oxford, 300 páginas; también Fay, Marianne
y Charlotte Opal (2000), Urbanization without
Growth: A Not So Uncommon Phenomenon, Banco Mundial, Washington DC, 31 páginas.
David Satterthwaite
20. Garza, 2002, op. cit.
21. Véase Jones, Gavin W (2004), “Urbanization
trends in Asia: the conceptual and definitional
challenges”, en Champion, Tony y Graeme Hugo
(editores), New Forms of Urbanization: Beyond the
Urban-Rural Dichotomy, Ashgate, Aldershot, páginas 113-150.
22. Crankshaw, Owen y Susan Parnell (2002),
Urban Change in South Africa, Documento de
Trabajo sobre Cambio Urbano 4, IIED, Londres.
23. El documento más largo que dio origen al
presente artículo también incluía gráficos para
Europa y África – y también para los Estados
Unidos, Brasil, China e India
24. Véase Montgomery, Mark R, Richard Stren,
Barney Cohen y Holly E Reed (editores) (2003),
Cities Transformed; Demographic Change and its
Implications in the Developing World, The National
Academy Press (Norte América)/Earthscan (Europa), Washington DC, 518 páginas.
25. Dávila, Julio (2002), Urban Change in Colombia, Documento de Trabajo sobre el Cambio
Urbano 3, IIED, London.
26. Dávila, 2002, op. cit.
17. Chandler, Tertius y Gerald Fox (1974), 3000
Years of Urban Growth, Academic Press, Nueva
York y Londres.
18. Bairoch, Paul (1988), Cities and Economic
Development: From the Dawn of History to the
Present, Mansell, Londres, 574 páginas.
19. Véase Fu-chen Lo y Yue-man Yeung (1996),
“Global restructuring and emerging urban
corridors in Pacific Asia”, páginas 17-47 y Chu,
David KY (1996), “The Hong Kong-Zhujiang
Delta and the world city system”, páginas 465497 en Lo, Fu-Chen y Yue-Man Yeung (editores),
Emerging World Cities in Pacific Asia, United
Nations University Press, Tokio
27. Hay excepciones, pero no muchas.
28. Hay excepciones - por ejemplo, el crecimiento
urbano en lugares donde eligieron vivir los jubilados,
o en centros turísticos, pero inclusive en este caso, su
crecimiento se debe en gran parte al crecimiento de las
empresas locales para satisfacer la demanda de bienes
y servicios generada por los jubilados y/o turistas. Los
sistemas de telecomunicaciones avanzados y la Internet
también permiten una desconexión espacial entre las
personas empleadas por empresas o instituciones
asentadas en zonas urbanas que no trabajan realmente
en ese espacio físico (incluyendo el trabajo en los
hogares que no están en zonas urbanas). A medida que
se tornan más importantes, éstos proporcionan otro
La transición a un mundo predominantemente urbano
ejemplo de cómo las zonas rurales pueden tener
pautas de empleo “urbanas”.
29. Hay excepciones importantes, tales como los
flujos migratorios que se alejan de las guerras,
conflictos y desastres.
31
38. Este párrafo está extraído de Hasan, Arif
(2006), The Scale and Causes of Urban Change
in Pakistan, Ushba Publishing International,
Karachi, 170 páginas.
39. Estos dos párrafos sobre Méjico han sido
extraídos de Garza, 2002, op. cit.
30. Kessides, Christine (2006), Urban Transition
in Sub-Saharan Africa: Implications for Economic
Growth and Poverty Reduction, Cities Alliance,
84 páginas.
40. Sassen, Saskia (2002), “Locating cities on
global circuits”, Environment and Urbanization,
Vol. 14, No. 1, Abril, páginas 13–30.
31. Kirkby, Richard (1985), Urbanization in China: Town and Country in a Developing Economy
1949–2000 AD, Croom Helm, Londres.
41. Sassen, Saskia (1994), Cities in a World
Economy, Pine Forge Press, Thousand Oaks,
Londres, 157 páginas.
32. Para mayores detalles, consultar el documento
más extenso en el cuál se basa éste.
42. Boswell, Christina y Jeff Crisp (2004), Poverty,
International Migration and Asylum, Policy Brief
No. 8, WIDER-UNU, Helsinki, 35 páginas.
33. Hardoy, Jorge E y David Satterthwaite (1989),
SquatterCitizen:LifeintheUrbanThirdWorld,Earthscan
Publications, Londres, Reino Unido, 388 páginas; Satterthwaite, David y Cecilia Tacoli (2003), The Urban
Part of Rural Development: The Role of Small and
Intermediate Urban Centres in Rural and Regional
Development and Poverty Reduction, Documento de
Trabajo Rural-Urban 9, IIED, Londres, 64 páginas.
34. Véase Satterthwaite y Tacoli, 2003, op. cit.
35. En muchos países en los últimos 15 años, han
habido importantes recortes en las burocracias públicas y el gasto público destinado a los sueldos de
los empleados públicos, en general asociados con
ajustes estructurales, lo que constituye un factor
importante para frenar el aumento de la urbanización
o, en ocasiones, detenerlo o revertirlo.
36. Hardoy, Jorge E yDavid Satterthwaite (editores) (1986), Small and Intermediate Urban Centres: their role in National and Regional Development in the Third World, Hodder y Stoughton
(Reino Unido) y Westview (EEUU).
37. Véase Hardoy y Satterthwaite, 1989, op. cit.
para una discusión más detallada.
43. Castells, Manuel y Peter Hall (1994),
Technopoles of the World: The Making of 21st
Century Industrial Complexes, Routledge, Londres y Nueva York, 275 páginas.
44. Friedmann, John (1993), “Where we stand: a
decade of world city research”, trabajo preparado
para la Conferencia de las Ciudades del Mundo en
un Sistema Mundial, Center for Innovative
Technology, Abril, 37 páginas.
45. Para África sub-sahariana, véase Potts,
Deborah (2006), “Urban growth and urban
economies in Eastern and Southern Africa:
Trends and Prospects” en Bryceson, Deborah
Fahy y Deborah Potts (editores), African
Urban Economies: Viability, Vitality or
Vitiation?, Palgrave Macmillan, Basingstoke,
páginas 67–98.
46. Potts, 2006, op. cit., página 80.
47. Bryceson, Deborah Fahy (2006), “Fragile
cities: fundamentals of urban life in East and
Southern Africa” en Bryceson y Potts, op. cit.,
páginas 3–38.
32
48. La influencia de los cambios politicos postMao en el cambio urbano son bien conocidas;
para mayores detalles sobre cómo los cambios
politicos influenciaron el cambio urbano en décadas anteriores, véase Kirkby, 1985, op. cit.
49. Potts, 2006, op. cit.
50. Véase la edición especial de Environment and
Urbanization sobre la globalización y las ciudades (Vol. 14, No. 1, Abril 2002).
51. Jacobs, Jane (1969), The Economy of Cities,
Random House, Nueva York; véase también
Corbridge, Stuart y Gareth A Jones (sin fecha),
The Continuing Debate about Urban Bias: The
Thesis, its Critics, its Influence, and Implications
for Poverty Reduction, La Escuela de Economía y
Ciencias Políticas de Londres, 46 páginas.
52. Deborah Fahy Bryceson presentó esta cita al
principio de su discertación sobre «Fragile cities:
fundamentals of urban life in East and Southern
Africa”, Bryceson, 2006, op. cit., página 3; la cita es
de Braudel, Fernand (1974), Capitalism and Material Life 1400–1800, Fontana/Collins, página 373.
53. du Plessis, Jean (2005), “The growing problem
of forced evictions and the crucial importance of
community-based, locally appropriate alternatives”,
Environment and Urbanization, Vol. 17, No. 1,
páginas 123–134.
54. Solinger, Dorothy J (2006), “The creation of
a new underclass in China and its implications”,
Environment and Urbanization, Vol. 18, No. 1,
páginas 177–194.
55. Véase por ejemplo Corbridge y Jones, sin
fecha, op. cit.
56. Satterthwaite, David (2004), The Underestimation of Urban Poverty in Low and MiddleIncome Nations, Documento de Trabajo 14 del
IIED sobre la Reducción de la Pobreza en Zonas
Urbanas, IIED, Londres, 69 páginas.
David Satterthwaite
57. Lipton, Michael (1977), Why Poor People
Stay Poor – Urban Bias in World Development,
Temple Smith, Londres.
58. Véase Hardoy, Mitlin y Satterthwaite, 2001,
op. cit.; también UN-Habitat (2003) Water and
Sanitation in the World’s Cities: Local Action for
Global Goals, Earthscan, Londres.
59. Véase por ejemplo las tasas de mortalidad
infantil y materna en zonas urbanas y rurales en
Demographic and Health Surveys (DHS)
STATcompiler (http://www.measuredhs.com/).
60. Hardoy y Satterthwaite, 1989, op. cit.
61. Kessides, 2006, op. cit.; UNCHS, 1996, op. cit.
62. Satterthwaite, David (1997), The Scale and
Nature of International Donor Assistance to Housing,
Basic Services and Other Human Settlements Related
Projects, WIDER, Helsinki, 38 páginas; Satterthwaite, David (2001), “Reducing urban poverty:
constraints on the effectiveness of aid agencies and
development banks and some suggestions for
change”, Environment and Urbanization, Vol. 13,
No. 1, páginas 137–157. Para un análisis anterior
sobre América Latina, véase Satterthwaite, David
(1990), “La ayuda internacional”, en Nora Clichevsky
et al., Construcción y Administración de la Ciudad
Latinoamericana, IIED-AL y Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, páginas. 435-492.
63. Véase por ejemplo Satterthwaite, David,
Saleemul Huq, Mark Pelling, Hannah Reid y
Patricia Lankao-Romero (2007), Adapting to
Climate Change in Urban Areas: The
Possibilities and Constraints in Low- and
Middle-income Nations, Documento de Trabajo del IIED, IIED, Londres, 107 páginas, disponible en: http://www.iied.org/HS/topics/
accc.html; también Hardoy, Jorgelina y Gustavo Pandiella (2007), “Cambio Climático Vulnerabilidad y adaptación en ciudades de América Latina” y otros documentos en Medio Ambiente y Urbanización, No 67.
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