URBANIZACIÓN Y DESARROLLO Introducción La transición a un mundo predominantemente urbano. Tendencias y fundamentos David Satterthwaite* La presente es una versión abreviada de un documento de trabajo con este mismo título, publicado por el Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo en Londres, donde trabaja el autor. El original en inglés se puede descargar gratuitamente de www.iied.org /pubs/display.php?o=10550IIED. Este trabajo tiene una gran deuda con Jorge E. Hardoy. Fue desarrollado a partir del trabajo que realizamos juntos en la década de 1980 y a principios de los 90 - y el interés que evidencia el artículo en el establecimiento de las recientes tendencias urbanas desde una perspectiva histórica y en la búsqueda de entendimientos más profundos de los fundamentos económicos, políticos, sociales y demográficos del cambio urbano dentro de cada nación, provienen de Jorge Hardoy. 1. Un mundo en proceso de urbanización Hoy en día, la población urbana mundial es de alrededor de 3.2 billones de personas1, más que la población total del mundo en 1960. Durante el siglo XX, la población urbana creció más de diez veces. Hoy, la mitad de la población mundial reside en centros urbanos, en comparación con menos del 15 por ciento en 1900.2 Existen numerosos aspectos relativos al cambio urbano en las últimas décadas que no tienen precedentes, incluyendo no sólo el nivel de urbanización del mundo y el tamaño de su población urbana, sino también la cantidad de países cada vez más urbanizados así como de grandes ciudades. * Investigador senior, del Programa Asentamientos Humanos. IIED-Reino Unido. Desde 1950 ha habido muchos cambios urbanos drásticos - con las poblaciones de docenas de las principales ciudades creciendo más de diez veces, y muchas otras creciendo más de veinte.3 4 Sin embargo, estas estadísticas urbanas no dicen nada acerca de los grandes cambios económicos, sociales, políticos y demográficos que las han generado. Estos cambios incluyen no sólo el crecimiento de la población mundial, sino también la multiplicación del tamaño de la economía global, el cambio en las actividades económicas y en las estructuras de empleo de la agricultura a la industria y a los servicios (y dentro de los servicios a la producción e intercambio de información), y finalmente la virtual desaparición de los imperios coloniales. En 1900, el avión, la televisión, el cine, las computadoras y la Internet no se habían inventado, y los automóviles y otros vehículos a motor, como así también la telefonía prácticamente no habían ejercido ningún impacto en la economía mundial. El presente trabajo intenta combinar una descripción del cambio urbano con una explicación de sus causas. Podría interpretarse que el total de estadísticas de zonas urbanas para las “naciones de bajos ingresos” o para los continentes implican tendencias urbanas comparables para todas las naciones que se encuentran dentro de estas agrupaciones. Pero éstas ocultan la diversidad en las tendencias urbanas entre las naciones. También ocultan los factores particulares, locales y nacionales que influyen en estas tendencias. El conjunto de estadísticas urbanas puede sugerir un cambio rápido de las ciudades, pero una proporción muy grande de los centros urbanos del mundo no está creciendo rápidamente, y un porcentaje importante está en realidad perdiendo población.4 Muchas de las principales ciudades del mundo, incluyendo la Ciudad de México, San Pablo, Buenos Aires, Calcuta y Seúl tenían más gente emigrando que inmigrando durante su último período inter-censal. El creciente número de “mega-ciudades”, con 10 millones de habitantes o más parece ser un motivo de preocupación, pero hay relativamente pocas de ellas (17 antes del año 2000); además, concentran menos del 5 por ciento de la población mundial y, tal como se describe a continuación, se concentran mayor- David Satterthwaite mente en las principales economías del mundo. Aunque el rápido crecimiento urbano suele ser visto como un problema, son generalmente las naciones con el mayor desarrollo económico las que más se han urbanizado en los últimos 50 años (véase la Sección 3). Asimismo, a menudo existe una asociación entre el cambio urbano rápido y los niveles superiores de vida. No sólo se asocia a la mayor parte de la urbanización con las economías más fuertes, sino que en general, cuanto más urbanizada sea una nación, mayor será la expectativa media de vida y la tasa de alfabetización y más sólidos serán los procesos democráticos y participativos, en especial a nivel local. Por supuesto, más allá de todas estas medidas cuantitativas, las ciudades son también centros de cultura, de patrimonio histórico, social, cultural e innovación política, de diversión, etc. Si bien las “mega-ciudades” pueden parecer caóticas, la mayoría tiene expectativas de vida y suministro de agua y saneamiento, escuelas y atención médica que están muy por encima de la media nacional - aunque el conjunto de datos estadísticos para cada mega-ciudad puede ocultar que una parte importante de su población vive en condiciones muy precarias. Algunas de las ciudades de mayor crecimiento a nivel mundial en los últimos 50 años también poseen los mejores niveles de vida de su nación.5 Si nuestra preocupación es la mejora de las condiciones urbanas, especialmente para los 900 millones de personas que viven en hacinamiento en conventillos o casillas que carecen de infraestructura y servicios básicos,6 una parte considerable de nuestros esfuerzos debe concentrarse en ciudades o centros urbanos relativamente pequeños. Estos incluyen miles de los centros urbanos que no están creciendo rápidamente. También es importante no exagerar la velocidad del cambio urbano. Los últimos censos revelan que el mundo de hoy está menos urbanizado y menos dominado por las grandes ciudades de lo que se había previsto. Por ejemplo, la ciudad de México tenía 18 millones de personas en el año 2000 7 - no los 31 La transición a un mundo predominantemente urbano millones pronosticados hace 25 años. 8 Calcuta, San Pablo, Río de Janeiro, Seúl, Chennai (antigua Madras), y El Cairo están entre las muchas otras grandes ciudades que, en 2000, tenían varios millones de habitantes menos de lo que se había pronosticado. Además, el número real de “mega-ciudades”, con más de 10 millones de habitantes en 2000, es mucho menor que el previsto - 17 en comparación con los 27 vaticinados hace 30 años.9 Además, en función del período de 1950 a 2000, la mayoría de las subregiones del mundo evidenciaba desaceleraciones en sus tasas de crecimiento demográfico urbano en la década de 1990 - incluyendo todas las subregiones en Asia y en América Latina y el Caribe y también en África Occidental, Oriental y del Norte; más de la mitad también tuvo desaceleraciones durante los '80. La mayoría de la población urbana mundial se encuentra ahora fuera de Europa y América del Norte (Tabla 1). Tan sólo Asia contiene cerca de la mitad de la población urbana mundial, incluso con más de las tres quintas partes de su población viviendo aún en zonas rurales. África tiene ahora una población urbana más importante que América del Norte o Europa Occidental. La población urbana de África, Asia y América Latina y el Caribe es ahora casi tres veces el tamaño de la población urbana del resto del mundo. Se ha producido un rápido aumento en el ritmo de crecimiento total de la población mundial, que es absorbido por el crecimiento de la población urbana en los países de bajos y medianos ingresos - de menos de un tercio en la década del 50 a más de dos tercios durante los 90. Las proyecciones sugieren alrededor del 80 por ciento para la presente década.10 Los niveles de urbanización en algunas regiones aumentó dramáticamente entre 1950 y 2000 (véase la Tabla 1) - por ejemplo, en África, del 15 al 36 por ciento y en Asia del 17 5 al 37 por ciento. Algunas subregiones en particular han experimentado incluso cambios más significativos - por ejemplo, Asia Occidental se ha urbanizado del 29 al 64 por ciento en estos 50 años, y Europa Oriental del 39 a 68 por ciento. Sin embargo, las tasas de aumento de los niveles de urbanización no son tan sorprendentes; algunas regiones de Europa y también de los EE.UU. y Japón han tenido períodos en los cuales su nivel de urbanización se incrementó con la misma velocidad.11 También hubo cambios significativos en la distribución de la población urbana mundial entre las regiones (véase la Tabla 1). En 1950, Europa y América del Norte albergaban a más de la mitad de la población urbana del mundo; para el 2000, tenían poco más de una cuarta parte. África comprendía el 10 por ciento de la población urbana mundial en el año 2000 en comparación con menos del 5 por ciento en 1950. Asia aumentó su porcentaje de participación sobre la población urbana mundial desde menos de un tercio a casi la mitad en estas cinco décadas mencionadas. Esta rápida merma de la proporción de la población urbana mundial en Europa constituye una tendencia a más largo plazo. En 1910, las naciones que ahora forman parte de Europa contaban con casi la mitad de la población urbana del mundo; para 2000, tenían el 18 por ciento. En las últimas décadas, Norte América también ha tenido una proporción decreciente de la población urbana mundial y es posible que América Latina y el Caribe tengan ahora una disminución de esa proporción, después de experimentar una tendencia creciente durante la mayor parte del siglo XX. Se requiere de cierta precaución al comparar las tendencias urbanas entre las naciones debido a las deficiencias de la base estadística. El recuadro 1 describe las grandes brechas en los datos disponibles relativas a la dimensión de la población urbana en algunas naciones, 6 David Satterthwaite - La distribución de la población urbana mundial por región, 1950-2010 Región o país Poblaciones urbanas (millones de habitantes) MUNDO Naciones de altos ingresos Naciones de ingresos bajos y medios África Asia Europa América Latina y el Caribe Norte América Oceanía 1950 1970 1990 2000 Proyectado para 2010 732 423 309 33 234 277 70 110 8 1,329 650 678 85 485 411 163 171 14 2,271 818 1,453 203 1,011 509 315 214 19 2,845 874 1,971 294 1,363 522 394 249 22 3,475 922 2,553 408 1,755 529 474 284 25 Nivel de urbanización (porcentaje de población que reside en zonas urbanas) MUNDO Naciones de altos ingresos Naciones de ingresos bajos y medios África Asia Europa América Latina y el Caribe Norte América Oceanía 29.0 52.1 18.1 14.7 16.8 50.5 42.0 63.9 62.0 36.0 64.6 25.2 23.4 22.7 62.6 57.2 73.8 70.8 43.0 71.2 35.2 32.0 31.9 70.6 70.9 75.4 70.3 46.7 73.2 40.3 36.2 37.1 71.7 75.4 79.1 70.5 50.8 75.2 45.5 40.5 42.5 72.9 79.1 82.1 71.2 100.0 57.8 42.2 4.5 32.0 37.8 9.6 15.0 1.1 100.0 49.0 51.0 6.4 36.5 30.9 12.3 12.9 1.0 100.0 36.0 64.0 8.9 44.5 22.4 13.9 9.4 0.8 100.0 30.7 69.3 10.3 47.9 18.4 13.9 8.8 0.8 100.0 26.5 73.5 11.7 50.5 15.2 13.6 8.2 0.7 9.9 8.3 13.8 2.7 6.2 10.9 8.3 11.6 4.0 6.1 13.9 9.6 8.5 4.9 4.8 16.0 9.9 7.9 5.0 3.8 17.5 10.3 7.4 4.9 2.9 Porcentaje de la población urbana mundial que vive en: MUNDO Naciones de altos ingresos Naciones de ingresos bajos y medios África Asia Europa América Latina y el Caribe Norte América Oceanía Naciones con las mayores poblaciones urbanas en 2000 China India Estados Unidos Brasil Federación Rusa Fuente: Procedente de las estadísticas de las Naciones Unidas (2006), World Urbanization Prospects: the 2005 Revision (Proyectos de Urbanización Mundial – La Revisión de 2005), Naciones Unidas División de Población, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, Edición en CD-ROM - Datos en forma digital (POP/DB/WUP/ Rev.2005), Naciones Unidas, Nueva York. y a la incertidumbre con respecto a las poblaciones de las ciudades y a los niveles de urbanización de los países, que surgen a raíz de las diferentes definiciones. La transición a un mundo predominantemente urbano Recuadro Comparaciones urbanas que pueden desorientar o confundir Poblaciones urbanas inciertas. La población actual de la mayoría de las principales zonas urbanas del mundo, incluyendo Londres, Los Ángeles, El Cairo, Shanghai, Pekín, Yakarta, Dhaka y Mumbai (antiguamente conocida como Bombay), puede incrementarse o disminuir en varios millones de habitantes dependiendo de los límites que se utilizan para definir el área dentro de la cual se realiza el recuento poblacional. Los límites de las ciudades no están establecidos según criterios acordados universalmente, sino de acuerdo a criterios locales y nacionales, los cuales éstos difieren de nación a nación. Además, la mayoría de las grandes ciudades tienen por lo menos tres diferentes cifras para evaluar su población, según se esté considerando la ciudad, el área metropolitana o una región de planificación (o administrativa) más amplia. Otro factor importante es si la ciudad o la población incluyen a los habitantes de los asentamientos que tienen, cada día, un alto porcentaje de viajeros interurbanos trasladándose desde y hacia el trabajo. Diferentes grados de urbanización. El grado de urbanización para cualquier nación se basa en la proporción de la población nacional que habita los centros urbanos – motivo por el cual este nivel se ve influenciado por la forma en que el gobierno nacional define a un "centro urbano". Por ejemplo, se puede decir que en 2000, México era un 74 ó un 67 por ciento urbano, en función de si los centros urbanos son considerados todos los asentamientos con 2500 habitantes o más, o los asentamientos con 15,000 habitantes o más.12 El grado de urbanización de China en 1999 podría haber sido de 24%, 31% ó 73% dependiendo de cuál de las tres definiciones oficiales de las poblaciones urbanas se haya utilizado.13 Por lo tanto, la progresión de población urbana mundial se ve fuertemente influenciada por los criterios de urbanización utilizados en las naciones más importantes. Si el gobierno indio o chino optase por modificar los criterios utilizados en sus censos para definir los centros urbanos, ésto podría aumentar o disminuir el grado de urbanización mundial en varios puntos porcentuales – y hay buenas razones para pensar que los criterios actuales utilizados en China y la India subestiman considerablemente el tamaño de la población urbana.14 Las revisiones realizadas por ejemplo por las autoridades de censo brasileñas podrían alterar de forma significativa el nivel de urbanización en América del Sur. Así pues, el nivel de urbanización mundial es mejor entendido no como una cifra exacta (48,7 por ciento en 2005), sino más bien como una oscilación entre el 45 y el 55 por ciento, dependiendo de los criterios utilizados para definir un centro urbano. Es posible que la muy debatida transición que llevó a más de la mitad de la población mundial a habitar en zonas urbanas en realidad tuvo lugar hace algunos años, pero su reconocimiento se ha retrasado por diversos gobiernos deliberadamente subestimando su clasificación de las poblaciones urbanas, al clasificar como rurales a la mayoría de los pequeños centros urbanos. Ausencia de datos censales. Las estadísticas precisas sobre la población urbana de los países y sobre la población en diferentes centros urbanos dependen de la exactitud de los censos.15 Pero en algunos países, no ha habido censos en los últimos 15-20 años. Incluso en el compendio estadístico urbano de las Naciones Unidas publicado en 2006, para 20 naciones africanas no existen datos censales desde 1993, lo cual también es el caso para 4 naciones de América Latina y 8 naciones asiáticas. Por lo tanto, todas las estadísticas recientes sobre la población urbana o los niveles de urbanización de estas naciones se basan en proyecciones o estimaciones. El Banco Mundial y otros analistas han afirmado que el caso de África sub-sahariana es inusual, ya que se urbanizó rápidamente sin crecimiento económico durante la década de 1990;16 sin embargo, esta afirmación no estaba basada en ningún dato censal para poblaciones urbanas para el 2000, sino en las cifras derivadas de las proyecciones de tendencias urbanas durante los 70 y 80. 7 8 David Satterthwaite 2. Las ciudades más grandes y de más rápido crecimiento del mundo Las ciudades más grandes del mundo Dos aspectos del rápido crecimiento de la población urbana mundial en los últimos 50-100 años son el aumento del número de grandes ciudades y el tamaño histórico sin precedentes de las ciudades más grandes (Tabla 2). Hace solamente dos siglos, había sólo dos “ciudades de millones” (ciudades con un millón de habitantes o más): Londres y Beijing (antes llamada Pekín). Para 1950, había 75; Tabla 2 - La distribución de las mayores ciudades del mundo por región en el transcurso del tiempo Región Cantidad de “ciudades de millones” Mundo África Asia China India Europa América Latina y el Caribe Norte América Estados Unidos Oceanía 1800 2 0 1 1 1 0 0 0 1900 17 0 4 2 1 9 0* 4 4 0 1950 2000 75 2 28 12 5 22 7 14 12 2 380 37 192 86 32 53 51 41 37 6 Distribución regional de las 100 ciudades más grandes del mundo Mundo África Asia China India Europa América Latina y el Caribe Norte América Estados Unidos Oceanía Tamaño promedio de las 100 ciudades más grandes del mundo (población) 100 5 64 23 19 28 3 0 0 0 184,270 100 100 2 3 22 42 13 18 4 6 53 26 5 8 16 19 15 17 2 2 726,350 2,000,000 100 8 49 17 8 10 16 15 13 2 6,300,000 * Algunas estimaciones sugieren que Río de Janeiro había llegado al millón de habitantes en 1900 mientras que otras fuentes indican que cuenta con algo menos de 1 millón. Nota: Las ciudades que han cambiado sus clasificaciones de país, y las naciones que han modificado regiones, se consideran en el país o región en el que se encuentran actualmente para todo este período. Por ejemplo, se considera que Hong Kong está en China para todos los años mencionados anteriormente, mientras que la Federación Rusa se considera parte de Europa. La transición a un mundo predominantemente urbano para el año 2000, 380. Una gran (y creciente) proporción de estas “ciudades de millones” se encuentran en África, Asia y América Latina (véase la Tabla 2). El tamaño promedio de las ciudades más grandes del mundo también ha aumentado de manera significativa. En 2000, el tamaño promedio de las 100 ciudades más grandes era de alrededor de 6,3 millones de habitantes, comparados con los 2,0 millones de habitantes en 1950, los 726.350 en 1900 y los 184.270 en 1800. Si bien hay ejemplos de ciudades en los últimos dos milenios que concentraban una población de un millón o más de habitantes, la ciudad o área metropolitana con varios millones de habitantes es un fenómeno reciente, con Londres como la primer ciudad en alcanzar este tamaño en la segunda mitad del Siglo XIX.17 Para el año 2000, había 45 ciudades con más de 5 millones de habitantes. La Tabla 2 muestra también los dramáticos cambios en la distribución de las ciudades más grandes del mundo. En 1900, Europa y América del Norte tenían 69 de las 100 ciudades más grandes, mas en 2000, esta cifra se había reducido a 25. Para el año 2000, solamente en Asia, estaban 49 de las 100 ciudades más grandes, en comparación con 22 en 1900. Este porcentaje creciente de las mayores ciudades del mundo en África, Asia y América Latina a menudo se destaca como una preocupación especial. Sin embargo, este no es tanto un cambio significativo en la distribución geográfica de las mayores ciudades del mundo, sino más bien un retorno a lo que era evidente antes de la revolución industrial.18 A lo largo de la mayor parte de la historia registrada, Asia ha tenido una alta proporción de las mayores ciudades del mundo; en 1800, tenía 63 de las 100 ciudades más grandes; y tanto China como la India tenían una mayor cantidad de las 100 ciudades más populosas del mundo en 1800 que la que tienen hoy en día. América Latina y el norte de África también han tenido grandes ciudades a lo largo de su historia. 9 Nuevas y viejas grandes ciudades A pesar de la velocidad del cambio en las poblaciones urbanas, hay una (quizás sorprendente) continuidad en la ubicación de importantes centros urbanos en casi todas las regiones. Y pese a la común afirmación de que las nuevas ciudades están «proliferando» como parte del rápido cambio urbano, la mayoría de los principales centros urbanos actuales de Europa, Latinoamérica, Asia y el norte de África, han sido importantes centros urbanos por siglos, y muchos lo han sido por milenios. De las 380 “ciudades de millones” en el año 2000, casi tres cuartas partes ya eran centros urbanos hace 200 años, mientras que más de una quinta parte han sido centros urbanos durante al menos 500 años. Una de cada cinco de las 380 ciudades más grandes del mundo en el año 2000 ya había sido fundada hace 2000 años. Tal vez el cambio más sustancial en la distribución geográfica de las principales ciudades del mundo en los dos últimos siglos, es la aparición de ciudades en América del Norte y Oceanía relacionadas con la apropiación de tierras por parte de los inmigrantes y con las economías urbanas e industriales que éstos desarrollaron en Estados Unidos, Canadá y Australia. En 1800, ninguna de las dos ciudades principales de los EEUU (Filadelfia y Nueva York) era lo suficientemente grande para estar dentro de las 100 ciudades más grandes. Dentro de las regiones, el cambio es notable dentro de África, ya que una proporción creciente de sus ciudades más grandes se encuentra en África subsahariana mientras que, históricamente, la mayoría de sus ciudades más populosas han estado en África del Norte. Tanto África como Asia tenían la mayor proporción de las 100 ciudades más grandes del mundo en 1800 de la que tuvieron en 1900 ó 1950. En 1800, las ciudades más grandes de África incluían El Cairo, Túnez y Argel, con una larga historia como ciudades Islámicas 10 importantes, Meknes (sólo recientemente desplazada como la capital de Marruecos), y varias ciudades importantes en lo que hoy es Nigeria. Una de las razones fundamentales de la disminución de la proporción de ciudades africanas ubicadas dentro de las mayores ciudades del mundo es el dominio colonial que redujo el papel económico y político de capitales nacionales o regionales, manteniendo el crecimiento urbano a niveles bajos y, con frecuencia reprimiendo las actividades económicas relacionadas con el desarrollo urbano. Asia contaba con una proporción mucho mayor de las 100 ciudades más grandes en 1800 que en 1900 ó 1950 - y más que en 2000, lo que también refleja el impacto de la dominación colonial. Esto pone de manifiesto la disminución en importancia de la mayoría de las ciudades de Asia dentro de la economía mundial por lo menos hasta décadas recientes. América del Norte y África sub-sahariana tienen la mayoría de las “nuevas grandes ciudades”, es decir, ciudades que tienen ahora más de 1 millón de habitantes, pero que no habían sido fundadas o no existían como centros urbanos hacia el 1800. La Tabla 2 también destaca la escasa cantidad que tenía Europa de las 100 ciudades más grandes para el año 2000 mientras que en 1900 tenía más de la mitad de estas ciudades. En parte, esto refleja la creciente importancia económica de otros continentes. No obstante, también refleja cómo ha cambiado la forma urbana en Europa, con más dispersión de los sistemas urbanos y con grandes sectores de las poblaciones de trabajadores de las ciudades trasladándose desde y hacia el trabajo desde fuera de los límites de la ciudad. Si la población de las ciudades europeas incluyera a los asentamientos donde gran parte de la población viaja por trabajo a la ciudad, la cantidad de “ciudades de millones” europeas aumentaría de modo considerable. Es necesario tomar algunas precauciones al comparar el tamaño de la población de diferentes grandes ciudades. La lista de “las ciudades más David Satterthwaite grandes del mundo” elaborada por la División de Población de las Naciones Unidas se propone asentar las estadísticas de población de cada ciudad en el mismo criterio que la aglomeración urbana. No obstante, las diferencias en la forma en que cada gobierno define los límites de la ciudad, y las diferencias en la estructura espacial de las grandes ciudades limitan la validez de las comparaciones entre ciudades. Las cifras de población de algunas grandes ciudades tienen en cuenta a las personas que viven dentro de los límites de la ciudad establecidos hace tiempo, que comprenden áreas de sólo 20-200 kilómetros cuadrados, mientras que, para otros, estas cifras de población son para regiones con muchos miles de kilómetros cuadrados y una proporción significativa de la población. Las datos poblacionales dados usualmente sobre las ciudades más grandes de China como Shangai, Beijing y Tianjin son en realidad de las poblaciones en grandes zonas de gobierno local, que incluyen grandes proporciones de personas que viven en las zonas rurales y trabajan en la ciencia forestal y la agricultura. También existen muchas ciudades principales que se encuentran dentro de los grupos de otras ciudades y centros más pequeños que también podrían llegar a ser considerados como aglomeraciones. Por ejemplo, China tiene varias aglomeraciones urbanas con una o dos de las principales ciudades como núcleo. Si la aglomeración urbana del Delta del Río Pearl, que incluye Hong Kong, Guangzhou y Shenzhen se considerara como una única área metropolitana, estaría entre las mayores ciudades del mundo.19 La ciudad de Méjico puede ser definida como el núcleo de la megalópolis de Méjico Central con alrededor de 25 millones de habitantes. La misma abarca 173 municipios y las regiones metropolitanas de la Ciudad de Méjico, Puebla, Cuernavaca, Toluca y Pachuca.20 Algunos de estos grupos de ciudades cruzan las fronteras nacionales - como, por ejemplo, Tijuana-San Diego en Méjico y los EEUU (con casi 5 millones de habitantes). Mientras tanto, también hay ciudades que tienen fronteras que subestiman enormemente sus La transición a un mundo predominantemente urbano 11 poblaciones reales, ya que no incluyen los grandes y densos asentamientos que se han desarrollado justo en las afueras de los límites oficiales de la ciudad. Por último, las diferentes fronteras también implican diferentes tasas de crecimiento demográfico - por lo que se puede afirmar a ciencia cierta que Londres, Los Ángeles, Tokio, Buenos Aires, la Ciudad de Méjico y muchas otras ciudades han tenido poblaciones en aumento o disminución en las últimas décadas, dependiendo de los límites que se utilicen para los cálculos de crecimiento de la población urbana.21 Al mismo tiempo, un gran aumento de la población de una ciudad entre dos censos suele deberse, en parte, a una expansión de los límites, que de repente incorpora a muchos asentamientos que no se encontraban incluidos como parte de la ciudad en el censo anterior. En Sudáfrica, una parte del gran incremento de la población urbana que se evidenció en el censo de 1996, se debió a la incorporación, en ese mismo año, de la población urbana de África que residía en estados “independientes” creados por el régimen del apartheid, y que habían sido excluidos de los censos en 1980 y 1991.22 habitantes o más, y sólo Londres tenía más de 5 millones de habitantes. La mayoría de las “ciudades de millones” de 1900 están aún hoy entre las ciudades más grandes de su región; las excepciones son Viena (en el año 1900, capital del imperio austro-húngaro) y tres ciudades del Reino Unido, que fueron centrales en la revolución industrial y el Imperio Británico - Manchester, Birmingham y Glasgow. Las tres ciudades británicas se encuentran aún hoy entre las más grandes e importantes del Reino Unido, pero ya no entre las más grandes e importantes del mundo. Los gráficos 1-3 también ponen de manifiesto que no es sólo en los países de bajos y medianos ingresos donde las ciudades más grandes han crecido con gran rapidez a tamaños sin precedentes. El cambio en escala de las grandes ciudades Tokio va más allá de los límites del gráfico 3: a mediados de los años 1960 su población superaba los 20 millones y en 2000 era de 34.5 millones. Algunas ciudades de Asia eran relativamente grandes en 1800; Beijing entonces Pekín) tenía más de un millón de habitantes, mientras que Tokio tenía cerca de medio millón, y la mayoría de las demás tenían más de 150.000. El gráfico 3 muestra cómo un conjunto de ciudades comenzó creciendo rápidamente en la primera mitad del siglo XX (Tokio, Shanghai, Beijing, Calcuta, Osaka), mientras que el crecimiento acelerado tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XX para otras como Seúl y Dhaka. Los Gráficos 1-3 muestran el crecimiento de la población de las 12 ciudades más grandes de América Latina, América del Norte y Asia entre 1800 y 2000.23 Se destacan la rapidez con la que ha cambiado la escala de las ciudades más grandes. En 1800, una ciudad de 100.000 habitantes era una ciudad muy importante - y sólo había alrededor de 80 ciudades en el mundo que superaban ese tamaño en aquel entonces. Sólo doce ciudades tenían más de 300.000 habitantes; sólo dos tenían más de 1 millón de habitantes, y ninguna excedía los 2 millones. En 1900, más de 200 ciudades tenían más de 100.000 habitantes y había 17 “ciudades de millones”. Pero hasta ese entonces, no había una “mega-ciudad” de más de 10 millones de En América Latina, tal como se muestra en la Figura 1, un conjunto de ciudades comenzó a crecer rápidamente hacia fin del siglo XIX y primera mitad del siglo XX, especialmente Buenos Aires y Río de Janeiro, ambas con cerca de un millón de habitantes en 1900, y también la Ciudad de México, San Pablo y Santiago. Las ciudades más grandes del mundo con más rápido crecimiento La rapidez con que la población de una ciudad crece suele medirse según su promedio anual de 12 David Satterthwaite Gráfico 1: El crecimiento de la población de las ciudades más grandes de América Latina en 2000, por más de dos siglos. 20.000 Ciudad de Méjico San Pablo 18.000 Población (en miles) 16.000 14.000 12.000 Buenos Aires Río de Janeiro 10.000 8.000 Lima Bogotá Santiago Belo Horizonte Guadalajara 6.000 4.000 2.000 0 1800 1850 1900 1950 2000 Gráfico 2: El crecimiento de la población de las ciudades más grandes de América del Norte en 2000, por más de dos siglos. 20.000 18.000 Nueva York Población (en miles) 16.000 14.000 12.000 Los Angeles 10.000 8.000 Chicago 6.000 4.000 2.000 0 1800 1850 1900 crecimiento demográfico. Pero para los gobiernos de la ciudad y los gobiernos nacionales, también es importante el cambio absoluto en la población cada año. Las ciudades muy grandes pueden tener crecimientos demográficos de varios cientos de miles de personas al año, y aún tener relativamente bajas tasas de crecimiento anual. 1950 Filadelfia Miami Toronto Dallas- Ft Worth Boston 2000 Washington DC Detroit Las mayores ciudades del mundo nunca aparecen en las listas de más rápido crecimiento cuando se mide su crecimiento medio anual según aumentos poblacionales, a pesar de que inevitablemente lo hicieron cuando eran más pequeñas. Cuanto más grande es la población de una ciudad al comienzo de cualquier período en el que se calculan las tasas de crecimien- 13 La transición a un mundo predominantemente urbano Gráfico 3: El crecimiento de la población de las ciudades más grandes de Asia en 2000, por más de dos siglos. Tokio 20.000 Población (en miles) 18.000 16.000 Bombay 14.000 Shanghai Calc uta Delhi Osaka- Kobe Yakarta Dhaka Karac hi Manila Seúl 12.000 10.000 8.000 6.000 4.000 2.000 Beijing 0 1800 1850 1900 to demográfico, mayor es el denominador utilizado para dividir el incremento en la población de la ciudad a fin de calcular la tasa de crecimiento. Por lo tanto, no es sorprendente que la mayoría de las ciudades con los más altos índices de crecimiento demográfico entre 1950 y 2000 hayan tenido poblaciones relativamente pequeñas en 1950. No todas las ciudades de más rápido crecimiento en estas décadas se encuentran en países de bajos y medianos ingresos: Las Vegas es la décima gran ciudad de más rápido crecimiento del mundo, entre 1950-2000, y otras tres ciudades de EEUU están en la lista de las 100 grandes ciudades de más rápido crecimiento en este período. Dubai, la quinta ciudad de más rápido crecimiento en este período de 50 años, también se encuentra en un país de altos ingresos. En cualquier nación que atraviesa un proceso de urbanización rápido, un análisis de las tasas de crecimiento demográfico inter-censal de todos los centros urbanos, por lo general destaca algunos pequeños centros urbanos, con tasas de crecimiento poblacional de entre el 7 y 15 por ciento anual. Es inusual que una ciudad con 1 millón de habitantes o más logre tasas de crecimiento demográfico de un 7 por ciento al año entre dos censos. Sin embargo, si 1950 2000 tenemos en cuenta el número absoluto de personas que se agregan a la población urbana cada año, entonces muchas de las ciudades más grandes ocupan un lugar destacado como las ciudades de más rápido crecimiento. Por ejemplo, Tokio creció en más de 450.000 personas al año entre 1950 y 2000; otras cuatro ciudades crecieron por más de 200.000 al año incluyendo la Ciudad de México y San Pablo. 3. ¿Qué impulsa el cambio urbano? Aunque la urbanización es reconocida como uno de los cambios más significativos que tienen lugar en países de bajos y medianos ingresos, es sorprendente que haya tan pocos estudios exhaustivos sobre las causas o influencias de su escala y naturaleza dentro de cada nación. Las estadísticas de población urbana pueden mostrar cuáles son los centros urbanos que crecen rápidamente (o que crecen lentamente, que dejan de crecer o se encogen), más no nos cuentan nada sobre el por qué. Comprender los motivos que influyeron en el cambio urbano dentro de cualquier nación es una tarea complicada. Se ha prestado consideración a los cambios en la escala y naturaleza 14 de la economía de la nación y sus conexiones con las naciones vecinas y con toda la economía mundial, con las decisiones adoptadas por los gobiernos nacionales, los inversores nacionales y locales, y con las alrededor de 30.000 corporaciones mundiales que controlan esa porción tan significativa de la economía mundial. El cambio urbano dentro de todas las naciones también se ve influenciado por la estructura de gobierno (en especial por la división del poder y los recursos entre los distintos niveles de gobierno), la extensión y distribución territorial de inversiones en el transporte y comunicaciones y la influencia geoespacial de las políticas macroeconómicas. Estos factores, a su vez, tienen un impacto en la distribución de las nuevas inversiones en el espacio físico y en los lugares donde se expande o contrae el empleo. El tamaño y la tasa de variación de la población en cada uno de los aproximadamente 50.000 centros urbanos del mundo no sólo están influenciados por esos factores internacionales y nacionales, sino también por factores locales relacionados con cada contexto local particular - incluyendo el sitio, la ubicación, la dotación de recursos naturales, la estructura demográfica, la economía e infraestructura existentes (el legado de decisiones pasadas e inversiones) y la calidad y capacidad de las instituciones públicas. Los análisis de los cambios urbanos dentro de toda nación a través del tiempo sirven como recordatorios de la diversidad de este cambio, del aumento y disminución de la importancia de los diferentes centros urbanos, de la influencia espacial de los cambios en las políticas económicas de los gobiernos (por ejemplo, desde el apoyo a la sustitución de las importaciones al apoyo a la promoción de las exportaciones), de la creciente complejidad de los sistemas urbanos multinucleares dentro y en los alrededores de muchas de las principales ciudades, y de los complejos y siempre cambiantes patrones de migración desde zonas rurales a urbanas, de zonas urbanas a otras David Satterthwaite urbanas y de zonas urbanas a zonas rurales. La inmigración o emigración internacionales tienen fuertes impactos en el tamaño de la población de determinadas ciudades en la mayoría de las naciones. Pero no es sólo la evolución de los modelos cambiantes de prosperidad o de deterioro económico lo que explica estos vastos movimientos poblacionales. Muchas ciudades han sido afectadas por la guerra, los conflictos civiles o desastres, y por las personas que huyen de ellos. El cambio urbano también se ve influenciado por los grandes cambios demográficos aparentes en todas las naciones durante los últimos 50 años, incluyendo las rápidas tasas de crecimiento demográfico en gran parte de América Latina, Asia y África después de la Segunda Guerra Mundial (aunque para la mayoría, éstas han disminuido significativamente), y los cambios en el tamaño y la composición de los hogares y en las estructuras etáreas.24 Los análisis de los cambios urbanos en la mayor parte de los países de bajos y medianos ingresos también muestran diversidad en los niveles de urbanización de zonas urbanas y tendencias dentro de las distintas sub-unidades regionales (como las provincias o estados). Por ejemplo, en Colombia en 1993, el nivel de urbanización de los departamentos varió de menos del 25 por ciento para dos departamentos a más del 80 por ciento para varios departamentos y más del 90 por ciento para otros dos.25 Los análisis de las divergencias de cambio urbano entre regiones o ciudades muestran que no es infrecuente que ciertas regiones se “desurbanicen”, o que determinados centros urbanos pierdan población por ejemplo, algunos departamentos de Colombia estaban menos urbanizados en 1993 de lo que habían estado en 1985.26 Los motores económicos de la urbanización ¿Cuáles son las principales causas que subyacen el hecho de que prácticamente todas las nacio- La transición a un mundo predominantemente urbano nes en el mundo se han “urbanizado” en la mayoría o la totalidad de los últimos 50 años desde las naciones más pobres a las más ricas?27 ¿Por qué la proporción de la población mundial que vive en zonas urbanas creció de una minoría (15 por ciento) en 1900 al 50 por ciento en alrededor de 2008, con proyecciones que sugieren una población cada vez más urbanizada en el futuro? La causa inmediata es la circulación neta de las personas desde las zonas rurales a las zonas urbanas. Asimismo, la principal causa subyacente es la concentración de nuevas oportunidades de inversión económica, en particular en las zonas urbanas. El sistema urbano de una nación (la red de centros urbanos y sus interconexiones) se entiende mejor como la “geografía” de su economía no agrícola y de su sistema de gobierno. Es también un mapa del lugar donde se han concentrado las empresas con fines de lucro y donde ganan su sustento las personas que trabajan en áreas no relacionadas con la agricultura.28 En países de bajos y medianos ingresos, la migración de zonas rurales a urbanas es predominantemente el resultado del desplazamiento de las personas en respuesta a las mejores oportunidades económicas que ofrecen las zonas urbanas, o a la falta de perspectivas en sus granjas o pueblos. La magnitud y dirección de los movimientos populares concuerdan bien con los cambios en la ubicación espacial de las oportunidades económicas. En términos generales, son las ciudades, los pequeños pueblos o las áreas rurales con economías en expansión las que atraen a la mayor parte de la corriente migratoria.29 Aunque a menudo se supone que este fenómeno migratorio ocurre principalmente de zonas rurales a urbanas, en muchas naciones la migración de zonas rurales a otras rurales se da en una escala superior que la migración de zonas rurales a urbanas, y la mayoría de los países también tienen importantes flujos migratorios desde zonas urbanas a rurales. 15 Que gran parte de la migración en los países de bajos y medianos ingresos en los últimos 50-60 años haya sido de zonas rurales a zonas urbanas no es de extrañar, ya que la mayor parte del crecimiento de las actividades económicas en todas las regiones del mundo en los últimos 50-100 años se ha producido en los centros urbanos. Hoy en día, alrededor del 97 por ciento del PBI mundial es generado por la industria y los servicios y alrededor del 65 por ciento de la población económicamente activa del mundo trabaja en estos sectores - y una muy alta proporción de toda la industria y los servicios se encuentra en zonas urbanas. En los países de bajos y medianos ingresos, alrededor del 90 por ciento del PBI procede de la industria y los servicios - y alrededor de la mitad de la fuerza laboral trabaja en estos sectores (Gráfico 4). Los diagramas del Gráfico 4 muestran cómo los cambios en los niveles de urbanización reflejan cambios en la proporción del PBI generado por la industria y los servicios y en la proporción que representa la fuerza de trabajo en estos sectores. Esto no es llamativo; es de esperar que estos tres indicadores sigan esta trayectoria a través del tiempo. Lo que es sorprendente es tal vez lo consistentes que son al hacerlo. El patrón en el África subsahariana (Gráfico 4b) no difiere mucho del patrón para todos los países de bajos y medianos ingresos combinados (Gráfico 4a). Se ha hablado mucho del “hito” de que la mitad de la población mundial viva en zonas urbanas, pero en realidad hay otros dos hitos importantes en los que éste se sustenta. Parece que fue alrededor de 1980 que más de la mitad de la población económicamente activa del mundo trabajaba en la industria y los servicios por primera vez - en lugar de en actividades primarias (agricultura, silvicultura, minería y pesca), y alrededor de 1940 que más de la mitad del PBI mundial se generó por primera vez a raíz de la industria y los servicios. 16 David Satterthwaite Gráfico 4: Cambios en la proporción del PBI de la industria y los servicios, de la mano de obra que trabaja en la industria y los servicios y de la población en las zonas urbanas, 1950-2005 a) Todas las naciones de bajos y medianos ingresos 100 90 80 Percentage 70 60 PBI defrom la industria %%GDP industry y losservices servicios and fuerza laboral de la %%labour force in industria and y los servicios industry services 50 40 30 Gradoofdeurbanization urbanización Level 20 10 0 1950 1955 196 0 1965 1970 1975 1980 1985 1995 200 0 2005 c) China b) África Sub-sahariana 100 100 90 90 80 80 70 70 60 60 Porcentaje Porcentaje 1990 50 40 30 50 40 30 20 20 10 10 0 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 0 2005 d) Brasil 1950 80 70 70 60 60 Porcentaje 90 80 Porcentaje 100 90 40 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 e) México 100 50 1955 50 40 30 30 20 20 10 10 0 0 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 Fuentes: Porcentaje del PBI en la industria y los servicios del Banco Mundial, World Development Indicators Online (Indicadores Online del Desarrollo Mundial), Banco Mundial, Washington DC; porcentaje de mano de obra en la industria y los servicios de Indicadores Online del Desarrollo Mundial, op. Cit. y el Instituto de Recursos Mundiales, Earthtrends (http://earthtrends.wri.org/searchable_db); grado de urbanización provisto por las Naciones Unidas (2006), World Urbanization Prospects: the 2005 Revision (Proyectos de Urbanización Mundial – La Revisión de 2005), Naciones Unidas División de Población, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, Edición en CD-ROM - Datos en forma digital (POP/DB/WUP/Rev.2005), Naciones Unidas, Nueva York. La transición a un mundo predominantemente urbano Ya sea que uno examine los cambios en la distribución de la fuerza de trabajo entre la agricultura, la industria o los servicios, o los cambios en la distribución del PBI entre estos sectores, en casi todos los países de bajos y medianos ingresos, han habido aumentos significativos en la importancia relativa de la industria y los servicios (en su mayoría ubicados en zonas urbanas) y gran disminución de la importancia relativa de la agricultura (en su mayor parte establecida en zonas rurales). En prácticamente todos los países sobre los que existen datos, la mayor parte del crecimiento en el PBI de 1990 a 2003 se explica por el crecimiento de la industria y los servicios.30 Esto es coherente con la idea de que el cambio económico es el principal impulsor de la urbanización. Es probable que las principales excepciones sean los motores políticos de la urbanización que se discuten en una sección posterior. Algunos de los diagramas del Gráfico 4 muestran algunas características específicas de determinadas naciones - por ejemplo, en China (Gráfico 4c), la caída en la proporción del PBI procedente de la industria y los servicios entre 1960 y 1965 refleja quizá la agitación económica y política de la década de 1960. El crecimiento en el nivel de urbanización entre 1950 y 1960 reflejó la prioridad que se dio al crecimiento industrial acelerado; la falta de aumento en el nivel de urbanización de gran parte de los años 60 y 70 se debe a los controles sobre los movimientos de los habitantes de zonas rurales a urbanas y al desplazamiento forzado de millones de habitantes de zonas urbanas a zonas rurales.31 El rápido aumento en el nivel de urbanización en China a partir de 1980 coincide con el rápido y sostenido crecimiento económico del país. Una interesante diferencia entre las naciones es que, en algunas, la proporción de la población activa perteneciente a la industria y los servicios es similar a la proporción de la población que vive en las zonas urbanas, por 17 ejemplo en Brasil, México y África subsahariana. Para China, esto fue así hasta mediados de la década del 70 cuando la brecha entre las dos medidas creció súbitamente. Esta diferencia puede reflejar omisiones en los conteos de las poblaciones urbanas.32 En México y Brasil, la proporción de la población que vive en las zonas urbanas es muy similar a la proporción de mano de obra en la industria y los servicios. Esto puede explicarse mediante las definiciones de zonas urbanas que incluyen a “pequeños centros urbanos” que están excluidos de las definiciones utilizadas en muchos otros países. Prácticamente todas las naciones que más se han urbanizado a lo largo de los últimos 5060 años han tenido largos períodos de rápida expansión económica y grandes cambios en los patrones de empleo, agricultura y actividades agrícolas hacia las actividades industriales, de servicios y de información. La agricultura es a menudo considerada como independiente o incluso opuesta al desarrollo urbano, aunque la agricultura próspera de alto valor, combinada con las poblaciones rurales prósperas, ha demostrado sentar una importante base para el rápido desarrollo de muchas ciudades. Muchas de las principales ciudades se desarrollaron primero como mercados y centros de servicios para los agricultores y las familias rurales, y más tarde se convirtieron en importantes centros para la industria y/o los servicios.33 Muchas de estas ciudades siguen teniendo importantes sectores de su economía y estructura de empleo con vínculos pasados y futuros con la agricultura.34 Y, por supuesto, todas las poblaciones urbanas y las empresas dependen de la producción rural y de los servicios ecológicos de los sistemas productivos rurales, aunque esta dependencia no se refleje en las medidas económicas convencionales. 18 Servicios públicos Los centros urbanos también concentran la prestación de servicios públicos. Durante los últimos 50 años, también se ha registrado un gran crecimiento en la escala y alcance de los servicios públicos y del aparato burocrático en los países de bajos y medianos ingresos. Éstos se concentran fundamentalmente en zonas urbanas y explican en parte el aumento de la urbanización - no sólo relacionada con la educación y la atención de la salud, sino también con el gobierno local, la policía, las fuerzas armadas, los servicios postales y de telecomunicaciones y el sistema judicial.35 Si bien esto puede ser juzgado como “sesgo urbano”, no hay nada intrínsecamente “sesgado”, ya que estas escuelas secundarias, hospitales y servicios públicos asentados en zonas urbanas están en su mayoría en pequeñas áreas comerciales o centros administrativos, y prestan servicios tanto a poblaciones de zonas rurales como urbanas. La manera más eficaz y económica de proporcionar a las zonas rurales y a la población urbana acceso a la educación, es tener escuelas primarias (y, en lo posible, servicios de educación preescolar) en la mayoría de los pueblos y barrios urbanos, escuelas secundarias en las zonas urbanas, y universidades u otros institutos de educación superior en las capitales de distrito o estado. Del mismo modo, la manera más eficaz y económica de proporcionar a las zonas rurales y a la población urbana acceso a la atención de la salud es disponer de centros de atención primaria en la mayoría de pueblos y barrios urbanos respetando una jerarquía de centros de salud donde los servicios más especializados se instalen en las capitales de distrito y las ciudades más grandes, y que estos centros actúen como centros de derivación a los que se envían los casos que el centro de atención primaria o el pequeño hospital de distrito no pueden manejar. En muchos países, especialmente los que carecen de grandes economías urbanas, la jerarquía urbana por lo David Satterthwaite general corresponde bastante estrechamente a la jerarquía de las capitales donde reside el gobierno local - desde la capital nacional hasta las capitales de provincia, de distrito y de subdistrito. Este es también el caso de muchas regiones relativamente poco urbanizadas dentro de las naciones.36 Relación entre los cambios económicos y los niveles de urbanización En cualquier nación, las divergencias en la escala de cambio urbano entre sus regiones suelen reflejar a su vez grandes diferencias en los cambios económicos. Los niveles de urbanización de las regiones sub-nacionales reflejan grandes variaciones en el tamaño de su producción industrial y de servicios (incluyendo su éxito o falta del mismo en la concentración de las empresas que forman parte de la cada vez más globalizada economía mundial). Sin embargo, es poco frecuente encontrar estudios detallados sobre los fundamentos económicos de las variaciones en los niveles de urbanización dentro de las naciones. Es posible considerar la magnitud de la asociación entre los grados de urbanización y el cambio económico de las naciones. El Gráfico 5 muestra una clara relación entre los niveles de urbanización y los ingresos medios per cápita, ya que las naciones con altos ingresos per cápita son las más urbanizadas, y la mayoría de las naciones con bajos ingresos per cápita se encuentran entre las menos urbanizadas. El Gráfico 5 también demuestra que existen variaciones considerables en los niveles de urbanización entre las naciones con ingresos per cápita comparables. No obstante, es probable que una gran parte de estas variaciones sea resultado de los diferentes criterios utilizados por los gobiernos nacionales en la definición de su población urbana. ¿Por qué muchas naciones de América Latina tienen altos niveles de urbanización en relación 19 La transición a un mundo predominantemente urbano con sus ingresos per cápita - como se muestra por ejemplo, en el caso de Bolivia, Perú, Venezuela, Uruguay, Argentina, Brasil y Chile en el Gráfico 5? Es intrigante ver a Uruguay, Argentina y Chile agrupados tan cerca y con niveles relativamente altos de urbanización en relación con la renta per cápita; ¿es posible que esto esté, en parte, relacionado con su relativamente temprano éxito económico y/o con las dificultades que tenían los inmigrantes que se trasladaron allí a fines del siglo XIX y principios del XX con el propósito de adquirir tierras para destinar a la agricultura?37 El cambio urbano determinado por factores locales Existe tal vez demasiado debate general sobre la urbanización, a partir de bases de datos apropia- Gráfico 5: La asociación entre los niveles de urbanización de los países y su ingreso promedio per capita, 2000/2001 Singapur 100 Hong Kong, China Kuwait Venezuela Bélgica Uruguay Israel Argentina Líbano Chile Jordania Nueva Zelanda Arabia Saudita Brasil 80 Rep. Corea Gabón Fed. Rusa Reino Unido Australia Dinamarca Suecia Méjico España Rep.Checa Perú Canadá EAU Francia Alemania Noruega Suiza Colombia Nivel de urbanización en 2000 (%) EEUU Paises Bajos Estonia Turquía Malasia 60 Italia Lituania Armenia Japón Hungary Bolivia Ecuador Polonia Costa Rica Congo Irlanda Greece Eslovaquia Sudáfrica Portugal Croacia Botswana Georgia Austria Finlandia Slovenia Rep. Arabe Siria Belice Egipto Nigeria Guatemala Bosnia & Herzegovina Indonesia 40 Mauricio China Namibia Pakistán Tailandia Guinea Guyana India Vietnam Suazilandia Bangladesh 20 Lao, PDR Cambodia Sri Lanka Uganda Trinidad y Tobago Burundi 0 0 5.000 10.000 15.000 20.000 25.000 30.000 35.000 PBI per capita en 2000 (US$ PPA) Nota: Es preciso tomar precauciones al interpretar este cuadro debido a los diferentes criterios utilizados por los gobiernos para definir las zonas urbanas. FUENTES: ONU, 2006, op. cit. para los niveles de urbanización; Banco Mundial, Indicadores online del Desarrollo Mundial https:// publications.worldbank.org/subscriptions/WDI/ 20 David Satterthwaite das con estadísticas de casi todas las naciones sobre crecimiento económico y grado de urbanización, con poco reconocimiento de las limitaciones de los datos y escaso conocimiento de las naciones en sí. Hay ciertamente algunas semejanzas en el cambio económico y el cambio urbano entre las naciones, pero también es importante considerar las diferencias. Todas las naciones han sufrido grandes cambios económicos, sociales, demográficos y políticos en los últimos 50-100 años, que son inevitablemente reflejados en los cambios en sus sistemas urbanos. También es importante que se preste mayor atención a la escala y naturaleza de su influencia en el cambio urbano en cada nación. Por ejemplo, en Pakistán,38 el tamaño actual y la distribución espacial de la población urbana se han visto muy influenciados por: la partición de la India a fines de los años 40 (que creó a Pakistán y que también causó importantes flujos migratorios a determinados lugares, en especial a Karachi); la división de Pakistán (ya que lo que antes era Pakistán Oriental se convirtió en Bangladesh); la guerra civil en Afganistán; La Revolución Verde (y los lugares donde se concentró); y la estructura política de Pakistán. El cambio urbano en México39 (y la distribución territorial de sus ciudades principales) se pueden entender sólo en términos de los grandes cambios económicos que ha sufrido la nación. La influencia de las diferentes fases económicas puede verse en el sistema urbano actual: el período agro-exportador hasta 1940 (con el rápido crecimiento de los centros urbanos que fueron centros clave de mercado y servicios para la agricultura - muchas de las ciudades principales crecieron en importancia debido a esto); el período de sustitución de importaciones de 1940 a 1970 (con la rápida expansión de la Ciudad de México debido al asentamiento en el lugar de la mayoría de las nuevas industrias); el período de 1970 a 1990, con la desaceleración del crecimiento de la economía y luego un período de recesión económica, con un cambio en la política económica de la industria de sustitución de importaciones a la industria orientada a la exportación, (con la desaceleración del crecimiento de la Ciudad de México y el rápido crecimiento urbano concentrado en ciudades cercanas a la frontera con los EEUU que fueron los centros de las zonas destinadas al procesamiento de las exportaciones); la década del 90, cuando continuó el rápido crecimiento de las ciudades del norte, pero su rápido crecimiento económico no estimuló el desarrollo mucho más al sur, porque sus principales vínculos funcionales se dieron con ciudades de los EEUU. También era notorio el rápido crecimiento de algunos puertos (que reflejaba el nuevo énfasis económico en las exportaciones) y de algunos exitosos centros turísticos. Las ciudades y la economía global La internacionalización de la producción mundial y el comercio (en particular la muy rápida expansión en el valor del comercio internacional) ha sentado una base importante para el rápido crecimiento de muchas ciudades y ha repercutido en las tendencias urbanas en la mayoría de las naciones. Muchas ciudades deben su prosperidad a su rol dentro de este sistema cada vez más internacionalizado de producción y distribución. El turismo internacional, nacional y local también ha demostrado ser una base importante para el desarrollo urbano de muchas ciudades y pequeños centros urbanos. Hay una lógica económica que sustenta la distribución de la población urbana del mundo, inclusive la de las más grandes ciudades. Un buen ejemplo de ello es la concentración de las “ciudades de millones” y “mega-ciudades” del mundo en sus economías más grandes (Tabla 3). En 2000, las cinco mayores economías mundiales (EEUU, China, Japón, India y Alemania) tenían 8 de las 17 “mega-ciudades”, y el 44 por ciento La transición a un mundo predominantemente urbano de sus “ciudades de millones”. Todas a excepción de 3 de las 17 “mega-ciudades” del mundo, y más de dos tercios de sus “ciudades de millones”, se encontraban en las 20 mayores economías en 2000. Del mismo modo, dentro de cada región del mundo, la mayoría de las ciudades más grandes se concentran en sus economías más importantes - por ejemplo, Brasil, México y Argentina en América Latina, y China, Japón, India, Indonesia y la República de Corea en Asia. En términos de distribución regional, para el año 2000, Asia tenía poco más de la mitad de las “ciudades de millones” del mundo. Es evidente la relación entre las ciudades más grandes del mundo y la globalización. El crecimiento en los flujos transfronterizos de materias primas, mercancías, información, ingresos y capital, en gran parte gestionados por las empresas transnacionales, han sustentado una red de lo que se pueden llamar «ciudades globales» que son los sitios clave para la gestión y prestación de servicios a la economía mundial.40 La mayor parte de la inversión internacional se concentra en una proporción relativamente pequeña de las ciudades del mundo. No es casualidad que Tokio, Nueva York y Londres, los tres centros financieros más importantes del mundo,41 también se encuentren entre las mayores ciudades del mundo, lo que ayuda a explicar los informes relacionados con el nuevo crecimiento demográfico en Londres durante la década de 1990, después de varias décadas de disminución de la población. Muchas de las ciudades de más rápido crecimiento a nivel mundial son también las ciudades que han tenido más éxito en atraer la inversión internacional. Las grandes corrientes de migración internacional, y el consiguiente flujo de remesas, también se asocian con la globalización y tienen profundas repercusiones en muchas ciudades - tanto en las zonas de origen como de destino. Alrededor de 175 millones de personas (más de un 2 por ciento de la población mundial) viven en un país en el que no han nacido.42 21 Sin embargo, la relación existente entre la globalización y las grandes ciudades se ve moderada por dos factores. El primero es que los avanzados sistemas de telecomunicaciones y estructuras corporativas permiten una separación del proceso de producción de los procesos de gestión y financiamiento. La economía de Londres y Nueva York puede depender en gran medida del crecimiento de los mercados de bienes industriales, pero en sí, estas ciudades tienen muy poca producción industrial. El segundo factor, relacionado con el primero, se relaciona con el más descentralizado patrón de desarrollo urbano posible dentro de las regiones, con una infraestructura de transporte y comunicaciones bien desarrollada. Muchas de las regiones de mayor éxito tienen formas urbanas que son menos dominadas por una gran ciudad central, y tienen nuevas empresas desarrollándose en una red de pequeñas ciudades y zonas no urbanizadas - como en Silicon Valley y Orange County en California, y Baviera en Alemania,43 o entre la red dinámica de las ciudades en el sudeste de Brasil, que ha atraído a muchas de las nuevas inversiones fuera de San Pablo y Río de Janeiro. En todas las naciones de altos ingresos y muchas de medianos y bajos ingresos, se ha producido un aumento de la capacidad de las ciudades que se encuentran fuera de las grandes áreas metropolitanas, de atraer una proporción importante de las nuevas inversiones. En las naciones que han tenido una descentralización efectiva (donde la capacidad de rendición de cuentas - accountability - a los ciudadanos por parte de los gobiernos locales se incrementó), las autoridades urbanas de las ciudades más pequeñas tienen más recursos y capacidad para competir por nuevas inversiones. La liberalización del comercio y un mayor énfasis en las exportaciones también han aumentado la ventaja comparativa de muchas ciudades de menor tamaño. Mientras tanto, los avances en el transporte y las comunica- 22 David Satterthwaite Tabla 3: Distribución de las ciudades más grandes del mundo entre las mayores economías mundiales y entre las naciones clasificadas por sus ingresos per cápita en 2000 Naciones Cantidad de "ciudades de millones" (1 millón de habitantes o más) Las cinco ciudades más grandes del mundo Estados Unidos 37 China 87 Japón 8 India 32 Alemania 3 Las siguientes cinco economías 41 más grandes (Francia, Reino Unido, Italia, Brasil, Federación Rusa) Las siguientes cinco economías 28 más grandes (Méjico, Canadá, República de Corea, España, Indonesia) Las siguientes cinco economías 20 más grandes (Australia, Turquía, Sudáfrica, Argentina, Países Bajos) Las otras 208 naciones y territorios 124 del mundo TOTAL (mundial) 380 Cantidad de ciudades con 5-9.99 millones de habitantes Cantidad de mega-ciudades (10 millones de habitantes o más) 2 7 0 3 0 3 2 1 2 3 0 3 2 2 1 1 10 3 28 17 La distribución de las grandes ciudades entre las naciones clasificadas por el promedio de sus ingresos per cápita Naciones de bajos ingresos 78 6 5 Naciones de medianos ingresos 204 15 8 Naciones de altos ingresos 98 7 4 La distribución de las grandes ciudades entre las regiones África 37 Asia 192 China 86 India 32 Europa 53 América Latina y el Caribe 51 Norte América 41 Oceanía 6 ciones inter-regionales, han reducido las ventajas que solía representar para las empresas instalarse en las ciudades más grandes. Sin embargo, también hay grandes ciudades cuyas tasas de crecimiento demográfico se mantuvieron elevadas durante los años 1980 y 1990 - por ejemplo, Dhaka (Bangladesh) y muchas ciudades de la India y China. El fuerte desempeño 2 17 7 3 4 3 2 0 1 9 1 3 1 4 2 0 económico de las ciudades parece ser el factor preponderante a la hora de explicar esto. China presenta muchos ejemplos de ciudades con muy rápido crecimiento de la población, lo que no es tan sorprendente debido a las aceleradas tasas de crecimiento económico que se han dado allí durante los últimos 25 años. Por ejemplo, la ciudad de Shenzhen cerca de Hong Kong ha La transición a un mundo predominantemente urbano pasado de ser una pequeña ciudad fronteriza a una de las principales metrópolis, con más de 6 millones de habitantes durante esos mismos 25 años. Pero China también tiene muchas ciudades que han crecido lentamente en las últimas décadas y, nuevamente, cualquier análisis de los cambios urbanos en China tiene que ser desglosado, a causa de las grandes diferencias en las tendencias urbanas que se evidencian en las diferentes regiones. La lista de las mayores ciudades del mundo incluye a muchas que articulan grandes economías nacionales dentro del sistema global (como París, Madrid y San Pablo) o economías sub-nacionales o regionales (como la de Chicago).44 Sin embargo, algunas ciudades con importantes funciones dentro de la economía global no son tan grandes - por ejemplo, Zurich y Singapur - y varias de las mayores ciudades del mundo no deben su tamaño y base económica a su rol dentro de la producción o gestión mundial, sino a ser las capitales nacionales de países más poblados, con una alta concentración de poder político en ese país. 23 naciones de África y Asia durante los últimos 60 años ha sido la disolución de imperios coloniales de los poderes europeos. Pero la influencia de los cambios económicos en el cambio urbano es en general mayor que la de un cambio político, una vez que se ha establecido un estado-nación. Por ejemplo, Dhaka debe gran parte de su acelerado crecimiento de 1950 a 1980 a los cambios políticos (primero como capital de Pakistán Oriental creada por la partición de la India realizada por los poderes británicos salientes, y luego como capital de Bangladesh). Sin embargo, su rápido crecimiento durante las últimas dos décadas se encuentra mucho más relacionado con la vertiginosa expansión de la industria de confección de indumentaria en Bangladesh, que ha absorbido a 1.5 millones de trabajadores, con una alta concentración de éstos en Dhaka. La urbanización y el cambio político En África oriental y meridional, la dinámica de crecimiento urbano en los últimos 40 años “no puede entenderse sin referencia a los efectos del gobierno de la minoría blanca que impuso controles específicos sobre la ubicación y naturaleza del crecimiento urbano en Sudáfrica, Namibia y Rodesia y ayudó a crear inestabilidad política, ejerciendo influencia sobre los patrones urbanos en Mozambique, Angola y Namibia.”46 En África, una de las razones por las cuales el cambio urbano fue tan rápido desde la década de 1950 en adelante fue porque en la mayoría de las naciones, este cambio surgió a partir de una base pequeña, debido a que las potencias coloniales europeas habían controlado a la población urbana mediante la imposición de restricciones a los derechos de sus poblaciones nacionales a vivir y trabajar en centros urbanos. Esto incluía, a menudo, impedir a los hombres y mujeres convivir con sus parejas y niños en zonas urbanas o pagar sólo “salarios de soltero”, que son demasiado bajos como para permitir dar sustento a una familia.47 Tal vez la influencia política más importante sobre el cambio urbano en la mayoría de las Otra razón para el rápido crecimiento de la población urbana en Asia y África fue el Una razón por la cual el mundo estaba menos urbanizado en el año 2000 de lo que se esperaba, es la lentitud del crecimiento económico (o deterioro económico) que muchos países de bajos y medianos ingresos experimentaron durante gran parte del período 1980-2000. Esto también ayuda a explicar las tasas de crecimiento demográfico más lentas en muchas ciudades de África y América Latina. Esto se debe en parte a las políticas de ajuste estructural, que generaron disminución en el empleo, caída de los ingresos reales y disminución del bienestar urbano, y que han demostrado ser menos exitosas de lo que se esperaba en estimular el crecimiento económico.45 24 logro de la independencia política. Los gobiernos de reciente independencia tuvieron que construir las instituciones de gobernabilidad que necesitan los estados-nación, como por ejemplo departamentos gubernamentales y ministerios, el poder judicial, la policía y las fuerzas armadas, y los gobiernos regionales, provinciales, estatales, municipales y de las ciudades. Las capitales nacionales de los países que ahora eran naciones independientes alojaron a las embajadas de otras naciones. También existía demanda de bienes y servicios de esta nueva concentración de instituciones gubernamentales, funcionarios públicos, políticos y diplomáticos. La mayoría de los gobiernos también dio una alta prioridad inicialmente a la expansión de los sistemas de educación, tan subdesarrollados bajo el dominio colonial - incluyendo escuelas secundarias y universidades concentradas en las zonas urbanas. Todo esto, evidentemente, impulsó el crecimiento en los centros urbanos, que eran al mismo tiempo, los principales centros políticos y administrativos. Los cambios políticos han tenido profundas repercusiones en el cambio urbano de muchas otras regiones. Por ejemplo, la disolución de la Unión Soviética y su bloque económico y la ruptura o la reforma de muchas naciones de Europa del Este y del Sur han dado lugar a cambios importantes en las tendencias urbanas. En China, la escala y naturaleza del cambio urbano han estado mucho más influenciadas aún por los cambios políticos.48 En gran parte de América Latina, los sistemas urbanos y las tendencias se reformaron durante los años 1980 y 1990, con la introducción o retorno a la democracia, el cambio en las políticas económicas de la sustitución de las importaciones a la promoción de las exportaciones, los graves problemas económicos y, en muchos países, la descentralización y el fortalecimiento de la democracia dentro de los gobiernos de las ciudades y municipios. Las guerras y los conflictos civiles también han generado desplaza- David Satterthwaite mientos importantes de las poblaciones y de poblaciones urbanas, como por ejemplo, en Angola, Mozambique y Sudán durante las guerras civiles en los 80 y 90, al igual que había sucedido en Zimbabwe durante la lucha por la liberación en los 70.49 Cualquier análisis de los cambios urbanos para una nación en las últimas décadas encontraría ejemplos de las influencias políticas, como el desarrollo de determinadas zonas alentado por razones estratégicas o militares, o para servir a los distritos electorales de poderosos políticos nacionales o estatales. Así como los gastos en defensa y el programa espacial del gobierno de los Estados Unidos contribuyeron a afianzar la redistribución de la población urbana hacia el sur y el oeste, los gastos comparables incurridos por el Gobierno de la India (y por el antiguo gobierno colonial) han ayudado a afianzar el éxito económico y el rápido crecimiento de Bangalore. La urbanización en la mayoría de los países de bajos ingresos y en varios países de ingresos medianos también se ve afectada por las instituciones de asistencia al desarrollo - desde las oficinas, el personal y las operaciones de los grandes y formales organismos multilaterales y bilaterales hasta la multiplicidad de ONGs internacionales y nacionales, desde las muy grandes a las más pequeñas. Y, por supuesto, se puede mencionar también el gran sector de los servicios que crece para atender las demandas de estas instituciones y de su personal. Una ironía de ésto es que es probable que la alta concentración de los organismos internacionales haya impulsado considerablemente las economías de algunas capitales y, sin embargo, la mayoría de estas agencias internacionales se ha negado a trabajar en zonas urbanas. Por consiguiente, si bien las tablas que muestran las estadísticas de las diferentes naciones durante los últimos 30 a 60 años pueden La transición a un mundo predominantemente urbano revelar tendencias generales hacia sociedades cada vez más urbanizadas en gran parte del mundo, la escala y naturaleza de tales tendencias y sus causas subyacentes difieren mucho de un país a otro, e incluso dentro de cada país, y en el transcurso del tiempo. Incluso si la globalización y los cambios jurídicos e institucionales que trae aparejados ejercen una influencia cada vez mayor en casi todos los centros urbanos, es importante recordar cómo las estructuras sociales, económicas, políticas y demográficas influyen en el cambio urbano dentro de cada lugar.50 El sesgo urbano, el exceso de urbanización y la urbanización prematura Hay una larga lista de investigadores (así como de políticos y funcionarios) que hacen juicios normativos, declarando que las zonas urbanas o algunas ciudades en particular tienen demasiada gente o demasiada inversión pública - o que la población urbana está más privilegiada que la rural a raíz de las políticas o gastos de los gobiernos y organismos internacionales. Esto se puede observar en los debates sobre la “urbanización excesiva”, y la primacía urbana, y/o el sesgo urbano. Hay vigorosos debates sobre estos temas. Algunas personas sostienen que el sesgo urbano ha sido un motivo importante de la escala y profundidad de la pobreza en todo el mundo, mientras que otros afirman que el desempeño económico de muchos países de bajos ingresos se ha visto muy afectado por la falta de atención que prestaron los gobiernos y organismos internacionales a la generación de ciudades eficientes, bien gobernadas y “atractivas para la inversión”. Es difícil contradecir la observación hecha por Jane Jacobs que sin ciudades, todos seríamos pobres.51 Pero se trataba de una observación sobre la relación entre las economías prósperas y la urbanización (y sobre las pruebas que Jacobs presenta de que las ciudades crean el 25 desarrollo rural, y no que el desarrollo rural crea a las ciudades). Que puede haber elementos de fuerte sesgo urbano y sesgo no-urbano al mismo tiempo, fue un concepto expresado por Braudel cuando reflexionaba sobre la urbanización en el siglo XVIII: Las ciudades son como muchos transformadores eléctricos. Aumentan la tensión, aceleran el ritmo del intercambio y agitan sin cesar la vida de las personas…. Las ciudades también son formaciones parasitarias opresivas…. Esta confrontación ciudad-país es la lucha más larga de clases sociales que la historia haya conocido. No debemos censurar o tomar partido: Estas ciudades parasitarias también encarnan la inteligencia, el riesgo, el progreso y la modernidad hacia la que el mundo se mueve lentamente…. Al inmanejable cuerpo del estado prestaron su insustituible vitalidad. Ellas fueron las aceleradoras de todo tiempo histórico. Lo que no quiere decir que no hicieron sufrir a las personas a través de los siglos, incluyendo a los que vivieron en ellas.”52 Es de esperar que los poderosos intereses económicos concentrados en las zonas urbanas y en los grupos de altos y medianos ingresos cuyos hogares y medios de vida se concentra allí, garanticen una inclinación de las políticas y los gastos que los favorezca. Pero sería engañoso referirse a él como sesgo urbano si favorece sólo a una porción de la población urbana - por ejemplo, a aquellos que están concentrados en capitales provinciales o estatales, o sólo en algunos centros urbanos. Tampoco es “sesgo urbano” un término adecuado para referirse al caso en el que sólo un porcentaje de la población dentro de cada centro urbano se ve favorecida - por ejemplo con inversiones públicas en redes de agua, saneamiento, caminos y alcantarillado y gasto público en escuelas y atención de la salud. 26 Podría esperarse que los sindicatos de trabajadores ayudaran a velar por que sus miembros reciban más beneficios, lo que a su vez beneficiaría a las zonas urbanas donde se concentran sus miembros. Sin embargo, habría variaciones substanciales entre las naciones en cuanto al establecimiento de sindicatos. En las naciones donde ya existen, habría grandes variaciones en los beneficios y la proporción de la fuerza laboral urbana que los recibe, sobre todo porque el nivel de afiliación sindical de la mano de obra urbana es muy bajo en la mayoría de las naciones. En muchos países, las inclinaciones políticas pueden beneficiar a zonas rurales específicas - por ejemplo, cuando poderosos políticos nacionales o estatales/ provinciales tienen distritos electorales predominantemente rurales. Ciertamente, en la mayoría de las naciones, la escala de la privación para un gran porcentaje de la población total de las capitales y de las ciudades grandes y exitosas difícilmente sugiere que todo el mundo se beneficia de un sesgo urbano. Es común que entre un tercio y la mitad de la población de esas ciudades resida en asentamientos ilegales. De hecho, grandes sectores de esta población, no sólo reciben pocos o ningún beneficio de las inversiones públicas, sino que sus hogares y medios de subsistencia están en riesgo de supervivencia - y que decenas de millones de habitantes de zonas urbanas son desalojados de sus hogares cada año, en su mayoría sin compensación o con indemnización insuficiente.53 Esto es un ejemplo, en efecto, de la política de los gobiernos creando o exacerbando la pobreza urbana. La gran y creciente escala de la pobreza urbana en China es un recordatorio de cómo un crecimiento económico demasiado acelerado y sostenido por más de 25 años, con muchas ciudades en auge, no se traduce automáticamente en menos pobreza para la gente que habita las grandes urbes.54 Pero no hay datos disponibles para cualquier evaluación integral sobre la magnitud y natu- David Satterthwaite raleza del sesgo urbano en la mayoría de las naciones.55 Sin duda, una gran proporción de la población mundial que sufre de graves privaciones - nutrición inadecuada, mala salud y muerte prematura, y medios de subsistencia inadecuados o insuficientes - aún vive en zonas rurales. Pero también es innegable que un gran y quizás creciente porcentaje de esas personas viven en las zonas urbanas - y que el número de habitantes de las zonas urbanas que sufren privaciones severas ha aumentado de manera considerable en las últimas tres décadas. Determinar la proporción de personas “pobres” que viven en zonas rurales y urbanas es problemático, ya que éstas no deben medirse con la misma línea de pobreza, dado que grandes sectores de la población urbana en particular se enfrentan a costos muy elevados para proveerse de artículos no-alimentarios de primera necesidad. Es evidente que la magnitud y la profundidad de la pobreza urbana es en gran medida subestimada por muchas estadísticas oficiales y por algunos investigadores, y una de las razones es el uso inadecuado de las “líneas de pobreza» para las poblaciones urbanas.56 Además, muchos individuos y familias (pobres y no pobres) enlazan componentes rurales y urbanos en sus medios de vida, ingresos y acceso a los servicios, motivo por el cual no pueden ser fácilmente asignados ni a las poblaciones “rurales” ni a las “urbanas” con tanta exactitud. Sin embargo, vale la pena señalar los cambios en la distribución de la población entre las zonas rurales y las urbanas desde mediados de los 70, cuando se publicaron por primera vez los trabajos más influyentes sobre el sesgo urbano.57 Entre 1975 y 2005, la cifra acumulada para el nivel de urbanización de países de bajos y medianos ingresos, varió del 27 al 43 por ciento. Durante este mismo período, la población urbana de los países de bajos y medianos ingresos creció en 1,44 millones mientras que la población rural creció en 790 millones. La transición a un mundo predominantemente urbano Así pues, ¿dónde se encuentra la base estadística para evaluar algunos aspectos del “sesgo urbano”? Uno de los aspectos sería la calidad y el alcance de la prestación de servicios públicos, aunque la calidad y precisión de muchos de los datos están en duda, como por ejemplo la falta de datos para la mayoría de las naciones de si los habitantes (rurales o urbanos) tienen acceso al agua y al saneamiento adecuado para garantizar una buena salud.58 También existe el problema inherente a los estudios que miden el sesgo urbano, basados en dónde se encuentran los servicios. Las poblaciones urbanas parecen estar mucho mejor suministradas en cuanto a su distancia física a los servicios, aunque la proximidad a un servicio no significa que se puede acceder a él. Muchos habitantes de ciudades que viven cerca de redes principales de agua, escuelas u hospitales tienen tan pocas posibilidades de utilizar estos servicios como los habitantes de zonas rurales que no cuentan con ninguna de estas instalaciones en sitios próximos a sus viviendas. Hay más indicadores disponibles sobre la esperanza de vida promedio y la mortalidad prematura (por ejemplo, a través las tasas de mortalidad de lactantes, niños o materna), que las que con frecuencia se encuentran disponibles para las poblaciones rurales y urbanas. Estos suelen mostrar poblaciones urbanas con cierta “ventaja urbana” (pero no siempre), si bien la magnitud de esta ventaja en muchas naciones de bajos ingresos es sorprendentemente pequeña, sobre todo si asumimos que la mayoría de los grupos de medianos y altos ingresos vive en zonas urbanas.59 Cuando se dispone de datos sobre la tasa de mortalidad infantil de los grupos pobres de las zonas urbanas, en particular de las ciudades, ésta es generalmente mucho más elevada que la tasa de las zonas rurales aunque no es una comparación justa ya que “los pobres urbanos” deben compararse a los “pobres rurales”. Si se contara con una base informativa más amplia, es probable que ésta 27 indicara una fuerte “ventaja urbana” para los grupos de medianos y altos ingresos en determinadas ciudades de casi todas las naciones, pero amplias diferencias entre las naciones en el grado de “ventaja urbana” de los habitantes de bajos ingresos de las zonas urbanas, quizás hasta el punto que en muchos países, habría poco o ningún beneficio urbano para grandes sectores de la población urbana. En algunos países, puede ser que haya una “ventaja rural” y un “castigo urbano” para los grupos de bajos ingresos. También es probable que la medida de la “ventaja urbana” tenga grandes variaciones en toda la población urbana de toda la nación - por ejemplo, entre los diferentes centros urbanos y entre los distritos en las ciudades. Hace veinte años, se sugirió que un término más exacto para este sesgo sería “sesgo de la gran ciudad para los grupos de medianos y altos ingresos”60 , y parece poco probable que esto haya cambiado en muchos casos. Evidentemente, la medida en que los pobres urbanos se benefician de cualquier “sesgo urbano” es mucho más influenciada por la calidad de los gobiernos locales, especialmente en la prestación de servicios y por las actitudes y relaciones de los gobiernos locales con sus ciudadanos que viven en asentamientos ilegales o conventillos y distritos informales. Otro posible indicador para evaluar el sesgo urbano sería la proporción del total de inversión pública que reciben las zonas urbanas de una nación, en relación con las zonas rurales. Es útil cuestionarse: ¿debería este sesgo medirse en términos de la proporción que representan las zonas urbanas del total de la población, o en relación a la contribución al PBI que realizan las empresas establecidas en zonas urbanas (lo que produciría cifras muy diferentes)? Sin embargo, no hay muchas pruebas de sesgo en relación a ninguno de estos factores. También es probable que el aporte a la base impositiva total de un país de población y empresas asentadas en 28 ciudades sea más alto que el porcentaje que reciben como inversiones del gobierno. En muchas más naciones, hay estadísticas que muestran que los gobiernos urbanos o que los gobiernos de ciudades específicas obtienen una muy baja proporción del total de los ingresos del gobierno61 - aunque esto no represente evidencia de sesgo urbano, ya que gran parte de la inversión realizada por los niveles más altos del gobierno puede darse en las zonas urbanas (o en determinadas zonas urbanas). Otro indicador de la medida de sesgo urbano sería la proporción de ayuda internacional que se destina a las zonas urbanas. Los análisis del grado de asistencia para el desarrollo asignada a la satisfacción de necesidades básicas entre las zonas rurales y las urbanas de la década del 70 hasta la del 90 no encontraron pruebas de sesgo urbano en tanto que un análisis de la prioridad dada por una serie de organismos internacionales a la infraestructura y servicios urbanos descubrió que muchos daban a ésta una prioridad muy baja.62 Incluso en la actualidad, muchos organismos bilaterales de financiamiento siguen evitando financiar zonas urbanas y, además, carecen de políticas urbanas. Los especialistas rurales tienen razón al señalar el fracaso de las políticas de desarrollo para reducir la pobreza rural. Pero también existe un creciente cuerpo de evidencia sobre el fracaso de las políticas de desarrollo para reducir la pobreza urbana, aún en las naciones y ciudades con economías exitosas. Tal vez los especialistas en zonas rurales y urbanas necesitan trabajar más en forma conjunta para identificar fallas sistemáticas de la asistencia para el desarrollo a fin de abordar la pobreza rural y urbana. Una manifestación del sesgo urbano sería una alta proporción de población viviendo en áreas urbanas relativo al ingreso per capita del país. Es común encontrar comentarios sobre casos específicos de países o regiones “sobre-urbanizados” o de “urbanización prematura”. Otra manifestación de sesgo urbano (o tal vez más David Satterthwaite exactamente sesgo de “la ciudad más grande”) puede ser que una gran proporción de la población urbana del país resida en su ciudad más grande, lo que a menudo se denomina primacía urbana. Pero, ¿existen los datos que permitan emitir tales juicios? En primer lugar, existen incertidumbres sobre la exactitud de los datos básicos acerca de los niveles de urbanización de los países; como se ha dicho, para muchos países, no existen datos censales durante los últimos 20 años. Para muchas naciones, sólo hay uno, dos o tres censos en el período desde 1950, lo que parece ser una base un tanto limitada para analizar qué tan rápido se han urbanizado en más de cinco o seis décadas. En segundo lugar, hay diferencias en los criterios utilizados por los gobiernos para definir los centros urbanos o las poblaciones urbanas, lo que limita la validez de las comparaciones internacionales. Si el nivel de urbanización puede aumentar o disminuir en hasta un 1020 por ciento en función de qué criterios se utilizan para definir las poblaciones urbanas o los centros urbanos, ésto limita en gran medida la validez de las comparaciones internacionales. Debido a que la primacía se mide generalmente calculando el porcentaje de la población urbana de una nación en su ciudad más grande, la validez de las comparaciones internacionales depende de que las naciones posean definiciones comparables de sus poblaciones urbanas (que no es el caso) y formas similares de definir los límites físicos de la ciudad más grande (que tampoco lo es). En muchas naciones, el nivel de primacía puede ser alto o bajo, dependiendo de qué frontera es la elegida para la ciudad más grande. En conclusión, no existe un vínculo automático entre el rápido crecimiento urbano y los problemas urbanos. Algunas de las ciudades de más acelerado crecimiento del mundo están también entre las mejor gobernadas y tienen mejor calidad de vida en sus naciones. Además, a raíz de La transición a un mundo predominantemente urbano la concentración de las personas y empresas, las ciudades presentan muchas oportunidades para la provisión de mejores servicios, para la gestión del medio ambiente y para desvincular la noción generalizada de que una alta calidad de vida va de la mano de una utilización desmedida de los recursos. No hay ninguna razón para que las ciudades bien gobernadas no alcancen los más elevados estándares en términos de calidad de vida - y también establezcan normas ambientales rigurosas. El problema no es la urbanización, sino el fracaso de los gobiernos y de los organismos internacionales en realizar los cambios necesarios en la gestión urbana. La urgencia para abordar este fracaso aumenta aún más con los probables impactos del cambio climático; la capacidad de las ciudades para adaptarse y contribuir con la reducción de las emisiones de los gases del efecto invernadero depende en gran medida de la competencia y la capacidad de sus gobiernos.63 Notas 1. Salvo indicación de lo contrario, las estadísticas de población mundial, regional, nacional y de las grandes ciudades han sido obtenidas o derivadas de estadísticas de las Naciones Unidas (2006), World Urbanization Prospects: the 2005 Revision (Proyectos de Urbanización Mundial: La Revisión de 2005), División de Población de las Naciones Unidas, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, Edición en CD-ROM - Datos en forma digital (POP/DB/WUP/ Rev.2005), Naciones Unidas, Nueva York. 2. Graumann, John V (1977), “Orders of magnitude of the world’s urban and rural population in history”, United Nations Population Bulletin 8, Naciones Unidas, Nueva York, páginas 16–33. 29 750.000 habitantes o más, perdiendo población durante la década de los 90. 5. Por ejemplo, Curitiba y Puerto Alegre están entre las ciudades de crecimiento más rápido en América Latina durante los últimos 50 años y ambas tienen estándares de vida relativamente altos; Menegat, Rualdo (2002), “Environmental management in Porto Alegre”, Environment and Urbanization, Vol. 14, No. 2, páginas 181–206; Rabinovitch, J (1992), “Curitiba: towards sustainable urban development”, Environment and Urbanization, Vol. 4, No. 2, páginas 62–77. 6. Hardoy, Jorge E, Diana Mitlin y David Satterthwaite (2001), Environmental Problems in an Urbanizing World: Finding Solutions for Cities in Africa, Asia and Latin America, Earthscan Publications, Londres, 470 páginas; UN-Habitat (2003), The Challenge of Slums: Global Report on Human Settlements 2003, Earthscan Publications, Londres, 310 páginas. 7. Garza, Gustavo (2002), Urbanization of Mexico during the Twentieth Century, Documento de Trabajo sobre el Cambio Urbano 7, IIED, Londres. 8. Naciones Unidas (1975), Trends and Prospects in the Population of Urban Agglomerations, as assessed in 1973–75, División de Población, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales Internacionales, ESA/P/WP.58, Nueva York. 9. La División de Población de las Naciones Unidas había predicho que habría 27 “megaciudades” para el año 2000 en su Evaluación de 1973–75 (Naciones Unidas, 1975, op. cit.). 3. El documento original en el cual éste está basado contiene una variedad de ejemplos. 10. Zlotnik, Hania (2004), «World urbanization: trends and prospects», en Champion, Tony y Graeme Hugo (editores), New Forms of Urbanization: Beyond the Urban-Rural Dichotomy, Ashgate, Basingstoke, páginas 41-64. 4. Véase Naciones Unidas, 2006, op. cit., que contiene muchos ejemplos de ciudades con 11. Este es un argumento de Preston, Samuel H (1979), “Urban growth in developing countries: a 30 demographic reappraisal”, Population and Development Review, Vol. 5, No. 2, páginas 195–215. 12. Garza, 2002, op. cit. 13. Véase Liu, S, X Li y M Zhang (2003), Scenario Analysis on Urbanization and Rural-Urban Migration in China, International Institute for Applied Systems Analysis, Viena; también Zhang, Li (2004), China’s Limited Urbanization under Socialism and Beyond, Nova Science Publishers, Nueva York, 191 páginas. 14. UNCHS (Habitat) (1996), An Urbanizing World: Global Report on Human Settlements, 1996, Oxford University Press, Oxford y Nueva York. 15. Puede haber algunas excepciones a ésto para determinadas naciones de altos ingresos, procedentes de distintas fuentes alternativas de información oficial. 16. véase Box 6.4, pápina 130 del Banco Mundial (1999), Entering the 21st Century: World Development Report 1999/2000, Oxford University Press, Oxford, 300 páginas; también Fay, Marianne y Charlotte Opal (2000), Urbanization without Growth: A Not So Uncommon Phenomenon, Banco Mundial, Washington DC, 31 páginas. David Satterthwaite 20. Garza, 2002, op. cit. 21. Véase Jones, Gavin W (2004), “Urbanization trends in Asia: the conceptual and definitional challenges”, en Champion, Tony y Graeme Hugo (editores), New Forms of Urbanization: Beyond the Urban-Rural Dichotomy, Ashgate, Aldershot, páginas 113-150. 22. Crankshaw, Owen y Susan Parnell (2002), Urban Change in South Africa, Documento de Trabajo sobre Cambio Urbano 4, IIED, Londres. 23. El documento más largo que dio origen al presente artículo también incluía gráficos para Europa y África – y también para los Estados Unidos, Brasil, China e India 24. Véase Montgomery, Mark R, Richard Stren, Barney Cohen y Holly E Reed (editores) (2003), Cities Transformed; Demographic Change and its Implications in the Developing World, The National Academy Press (Norte América)/Earthscan (Europa), Washington DC, 518 páginas. 25. Dávila, Julio (2002), Urban Change in Colombia, Documento de Trabajo sobre el Cambio Urbano 3, IIED, London. 26. Dávila, 2002, op. cit. 17. Chandler, Tertius y Gerald Fox (1974), 3000 Years of Urban Growth, Academic Press, Nueva York y Londres. 18. Bairoch, Paul (1988), Cities and Economic Development: From the Dawn of History to the Present, Mansell, Londres, 574 páginas. 19. Véase Fu-chen Lo y Yue-man Yeung (1996), “Global restructuring and emerging urban corridors in Pacific Asia”, páginas 17-47 y Chu, David KY (1996), “The Hong Kong-Zhujiang Delta and the world city system”, páginas 465497 en Lo, Fu-Chen y Yue-Man Yeung (editores), Emerging World Cities in Pacific Asia, United Nations University Press, Tokio 27. Hay excepciones, pero no muchas. 28. Hay excepciones - por ejemplo, el crecimiento urbano en lugares donde eligieron vivir los jubilados, o en centros turísticos, pero inclusive en este caso, su crecimiento se debe en gran parte al crecimiento de las empresas locales para satisfacer la demanda de bienes y servicios generada por los jubilados y/o turistas. Los sistemas de telecomunicaciones avanzados y la Internet también permiten una desconexión espacial entre las personas empleadas por empresas o instituciones asentadas en zonas urbanas que no trabajan realmente en ese espacio físico (incluyendo el trabajo en los hogares que no están en zonas urbanas). A medida que se tornan más importantes, éstos proporcionan otro La transición a un mundo predominantemente urbano ejemplo de cómo las zonas rurales pueden tener pautas de empleo “urbanas”. 29. Hay excepciones importantes, tales como los flujos migratorios que se alejan de las guerras, conflictos y desastres. 31 38. Este párrafo está extraído de Hasan, Arif (2006), The Scale and Causes of Urban Change in Pakistan, Ushba Publishing International, Karachi, 170 páginas. 39. Estos dos párrafos sobre Méjico han sido extraídos de Garza, 2002, op. cit. 30. Kessides, Christine (2006), Urban Transition in Sub-Saharan Africa: Implications for Economic Growth and Poverty Reduction, Cities Alliance, 84 páginas. 40. Sassen, Saskia (2002), “Locating cities on global circuits”, Environment and Urbanization, Vol. 14, No. 1, Abril, páginas 13–30. 31. Kirkby, Richard (1985), Urbanization in China: Town and Country in a Developing Economy 1949–2000 AD, Croom Helm, Londres. 41. Sassen, Saskia (1994), Cities in a World Economy, Pine Forge Press, Thousand Oaks, Londres, 157 páginas. 32. Para mayores detalles, consultar el documento más extenso en el cuál se basa éste. 42. Boswell, Christina y Jeff Crisp (2004), Poverty, International Migration and Asylum, Policy Brief No. 8, WIDER-UNU, Helsinki, 35 páginas. 33. Hardoy, Jorge E y David Satterthwaite (1989), SquatterCitizen:LifeintheUrbanThirdWorld,Earthscan Publications, Londres, Reino Unido, 388 páginas; Satterthwaite, David y Cecilia Tacoli (2003), The Urban Part of Rural Development: The Role of Small and Intermediate Urban Centres in Rural and Regional Development and Poverty Reduction, Documento de Trabajo Rural-Urban 9, IIED, Londres, 64 páginas. 34. Véase Satterthwaite y Tacoli, 2003, op. cit. 35. En muchos países en los últimos 15 años, han habido importantes recortes en las burocracias públicas y el gasto público destinado a los sueldos de los empleados públicos, en general asociados con ajustes estructurales, lo que constituye un factor importante para frenar el aumento de la urbanización o, en ocasiones, detenerlo o revertirlo. 36. Hardoy, Jorge E yDavid Satterthwaite (editores) (1986), Small and Intermediate Urban Centres: their role in National and Regional Development in the Third World, Hodder y Stoughton (Reino Unido) y Westview (EEUU). 37. Véase Hardoy y Satterthwaite, 1989, op. cit. para una discusión más detallada. 43. Castells, Manuel y Peter Hall (1994), Technopoles of the World: The Making of 21st Century Industrial Complexes, Routledge, Londres y Nueva York, 275 páginas. 44. Friedmann, John (1993), “Where we stand: a decade of world city research”, trabajo preparado para la Conferencia de las Ciudades del Mundo en un Sistema Mundial, Center for Innovative Technology, Abril, 37 páginas. 45. Para África sub-sahariana, véase Potts, Deborah (2006), “Urban growth and urban economies in Eastern and Southern Africa: Trends and Prospects” en Bryceson, Deborah Fahy y Deborah Potts (editores), African Urban Economies: Viability, Vitality or Vitiation?, Palgrave Macmillan, Basingstoke, páginas 67–98. 46. Potts, 2006, op. cit., página 80. 47. Bryceson, Deborah Fahy (2006), “Fragile cities: fundamentals of urban life in East and Southern Africa” en Bryceson y Potts, op. cit., páginas 3–38. 32 48. La influencia de los cambios politicos postMao en el cambio urbano son bien conocidas; para mayores detalles sobre cómo los cambios politicos influenciaron el cambio urbano en décadas anteriores, véase Kirkby, 1985, op. cit. 49. Potts, 2006, op. cit. 50. Véase la edición especial de Environment and Urbanization sobre la globalización y las ciudades (Vol. 14, No. 1, Abril 2002). 51. Jacobs, Jane (1969), The Economy of Cities, Random House, Nueva York; véase también Corbridge, Stuart y Gareth A Jones (sin fecha), The Continuing Debate about Urban Bias: The Thesis, its Critics, its Influence, and Implications for Poverty Reduction, La Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres, 46 páginas. 52. Deborah Fahy Bryceson presentó esta cita al principio de su discertación sobre «Fragile cities: fundamentals of urban life in East and Southern Africa”, Bryceson, 2006, op. cit., página 3; la cita es de Braudel, Fernand (1974), Capitalism and Material Life 1400–1800, Fontana/Collins, página 373. 53. du Plessis, Jean (2005), “The growing problem of forced evictions and the crucial importance of community-based, locally appropriate alternatives”, Environment and Urbanization, Vol. 17, No. 1, páginas 123–134. 54. Solinger, Dorothy J (2006), “The creation of a new underclass in China and its implications”, Environment and Urbanization, Vol. 18, No. 1, páginas 177–194. 55. Véase por ejemplo Corbridge y Jones, sin fecha, op. cit. 56. Satterthwaite, David (2004), The Underestimation of Urban Poverty in Low and MiddleIncome Nations, Documento de Trabajo 14 del IIED sobre la Reducción de la Pobreza en Zonas Urbanas, IIED, Londres, 69 páginas. David Satterthwaite 57. Lipton, Michael (1977), Why Poor People Stay Poor – Urban Bias in World Development, Temple Smith, Londres. 58. Véase Hardoy, Mitlin y Satterthwaite, 2001, op. cit.; también UN-Habitat (2003) Water and Sanitation in the World’s Cities: Local Action for Global Goals, Earthscan, Londres. 59. Véase por ejemplo las tasas de mortalidad infantil y materna en zonas urbanas y rurales en Demographic and Health Surveys (DHS) STATcompiler (http://www.measuredhs.com/). 60. Hardoy y Satterthwaite, 1989, op. cit. 61. Kessides, 2006, op. cit.; UNCHS, 1996, op. cit. 62. Satterthwaite, David (1997), The Scale and Nature of International Donor Assistance to Housing, Basic Services and Other Human Settlements Related Projects, WIDER, Helsinki, 38 páginas; Satterthwaite, David (2001), “Reducing urban poverty: constraints on the effectiveness of aid agencies and development banks and some suggestions for change”, Environment and Urbanization, Vol. 13, No. 1, páginas 137–157. Para un análisis anterior sobre América Latina, véase Satterthwaite, David (1990), “La ayuda internacional”, en Nora Clichevsky et al., Construcción y Administración de la Ciudad Latinoamericana, IIED-AL y Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, páginas. 435-492. 63. Véase por ejemplo Satterthwaite, David, Saleemul Huq, Mark Pelling, Hannah Reid y Patricia Lankao-Romero (2007), Adapting to Climate Change in Urban Areas: The Possibilities and Constraints in Low- and Middle-income Nations, Documento de Trabajo del IIED, IIED, Londres, 107 páginas, disponible en: http://www.iied.org/HS/topics/ accc.html; también Hardoy, Jorgelina y Gustavo Pandiella (2007), “Cambio Climático Vulnerabilidad y adaptación en ciudades de América Latina” y otros documentos en Medio Ambiente y Urbanización, No 67.