IO B. LÁZARO É IBIZA ración. Consiste este procedimiento en colocar los hongos en una disolución de alumbre durante unas dos horas, disolución saturada en invierno, y ésta mezclada con un volumen igual de agua en verano. Después de permanecer el tiempo indicado en la disolución de alumbre, puede suponerse que ésta ha penetrado por lo menos en los tejidos superficiales de los hongos, y entonces hago pasar éstos á una disolución amoniacal diluidísima, la cual produce en las células precipitación de alúmina, que forma una laca con las materias colorantes existentes en cada celdilla. Después de permanecer en el agua otras dos horas, pueden pasarse ya los hongos al ácido fórmico diluido, que para los hongos que han sido sometidos á este tratamiento debe diluirse algo menos de lo indicado para los casos generales. Se comprende que cuando los aparatos esporíferos son delgados, pequeños ó muy ramificados, el tiempo de estancia en estos líquidos puede abreviarse prudencialmente; las dos horas representan la duración máxima del tratamiento. También he empleado algunas veces tratamientos por el ácido crómico al I por loo, no como fijadores del color, sino como endurecedores, cuando la consistencia de los hongos es gelatinosa ó los aparatos esporíferos son demasiado blandos. Pero este tratamiento, muy recomendable para los hongos algo amarillentos y para los pardos, en los hongos muy blancos tiene el inconveniente de darles cierto matiz amarillento. Los amarillentos y pardos conservan muy bien sus coloraciones cuando han sufrido este tratamiento. Expuestos así, aunque muy sumariamente, los procedimientos empleados en el estudio de los hongos, podemos pasar ya á mencionar las observaciones referentes á algunas especies. Arcyria pimicea Pers. Nunca se mencionó en la Península esta curiosa especie, ni ninguna otra Arcyria; pero el año pasado, el Sr. Estébanez, que tantas plantas curiosas ha recogido en su país, me remitió de Soncillo (Burgos) para que los estudiase unos ejemplares de vegetales pequeños con unas fructificaciones de hongos que no había podido determinar. Las plantas, pardas ya por la prolonga-