DICTADO Al ponerse, por fin, en pie, se dieron cuenta de que aquel flaco caballero tenía un aspecto realmente ridículo. Y más ridículo resultó cuando, sentado en la mesa, intentó comer un pedazo de bacalao muy salado que sabía a rayos y truenos aunque don Quijote se imaginara que era una deliciosa trucha que le ofrecía el dueño del castillo. Hambriento devoró con dificultad el bacalao, pues aún llevaba el escudo atado a su brazo, y se hubiese quedado seco si las desinterasadas mozas no le ayudan, como le ayudaron, a beber, pues en cuanto procuraba llevarse el vaso a la boca, se le caía la visera de la armadura y lo tiraba todo al suelo. Al final, con una pajita logró sorber el líquido gracias a las atenciones de las que él imaginaba dos elegantes damas. Mi primer Quijote José María Plaza INSTRUCCIONES LECTURA DEL DICTADO. Debe realizarse por el tutor/a del grupo o bien por un maestro del Colegio. Leer primero entero una vez antes de dictarlo para facilitar la comprensión. Se deben dictar los correspondientes signos de puntuación (coma, punto y seguido, punto y aparte…).