PyME y responsabilidad social: una oportunidad estratégica1 El

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PyME y responsabilidad social: una oportunidad estratégica1
El Ecuador, como los demás países latinoamericanos, está en sus inicios del
movimiento de responsabilidad social y todavía no ha definido bien que
significado debe atribuir al término. La propia sociedad civil no se encuentra
conectada a este discurso y tampoco es parte de una discusión más profunda.
El debate gira en torno a cuestiones políticas y de capacidad financiera, más
que a buscar un real desarrollo sustentable de la responsabilidad social
corporativa.
Tal vez por las carencias sociales y ambientales en Ecuador, que no pueden
ser atendidas en su totalidad por el sector público, las empresas llenan
algunas de las lagunas más evidentes en sus prácticas de responsabilidad
social - educación y salud. O tal vez por la necesidad de mejorar la
productividad y competitividad en los negocios, las empresas vinculan sus
acciones sociales a sus estrategias y a una relación positiva de costo-beneficio.
Es decir, buscan capacitar el personal internamente y educar el personal
externo como “fuente de los recursos humanos” potencial para la propia
empresa. Otro ejemplo puede estar vinculado a lo imagen organizacional,
buscando legitimación a través de normas o títulos entregados por instituciones
“normalizadoras”. Estas son mayormente las justificativas para decidir por la
inversión en responsabilidad social –RSC-.
Pese que ya se ha demostrado que la práctica de RSC y la rentabilidad de las
empresas no son mutuamente excluyentes, más bien se complementan2, un
estudio realizado por RIRSE & VINCULAR (2005) concluyó que la práctica de
RSC en Latinoamérica y en Carible todavía no se encuentra basada en los
objetivos estratégicos organizacionales. Es decir, la RSC no entra en la lista de
“herramienta de competitividad”3.
Otro estudio, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo junto con el
IKEI, una firma consultora vasca4, en el cual se realizó una encuesta en 1300
PyME en Latinoamérica, indicó un gran número de actividades como de
responsabilidad empresarial: desde acciones filantrópicas, pasando por
resultados de prácticas gerenciales eficientes, hasta como una reacción natural
a presiones del entorno, especialmente se refiriendo a acciones sobre la
comunidad y el medio ambiente.
1
Mariana Lima. Docente universitaria y consultora en tema de responsabilidad social. E-mail:
mlima@uasb.edu.ec. Fecha de publicación: 9 de septiembre de 2010
2
HOGAN, Elizabeth. SRC in Costa Rica. In: Crowther, D. Global Practices of Corporate Social
Responsibility. Alemania, H., 2009.3
Los autores del estudio destacan como excepción los países que poseen una base
empresarial más consolidada – México, Brasil y Chile – en los cuales empieza a aparecer la
noción de RSC, aún que de manera bastante dispersa.
4
VIVES, Antonio. El papel de la SRE en América Latina: ¿Diferente al de Europa? BID,
Departamento de Desarrollo Sostenible, Octubre, 2006.
1
Es cierto que las iniciativas están apenas empezando y también es cierto que
la responsabilidad social empresarial en Latinoamérica posee una
configuración diferente de las prácticas en países llamados desarrollados y, por
ende, supuestamente no se debería hacer comparaciones entre ellos5. Los
motivos tras estas iniciativas son diferentes en las dos regiones: en América
Latina los motivos éticos-religiosos y legales son lo que más mueven a las
empresas, mientras que en Europa se busca, principalmente, mejorar la
imagen y la eficiencia organizacional a través de acciones socialmente
responsables.
En un estudio reciente, financiado por FORUM EMPRESA, sobre el estado de
responsabilidad social desde la perspectiva de los directivos empresariales en
América Latina, fueron encuestados 529 ejecutivos de empresas durante el
2009, representantes de 14 sectores económicos en 15 países, entre los
cuales se encontraba Ecuador.
De las empresas estudiadas, 46% eran grandes empresas, 29% medianas y
25% eran PyME; 45% pertenecían al sector de servicios, 29% eran industrias y
26% eran se dedicaban al comercio. De modo general, la percepción es
positiva sobre los avances de sus empresas en relación a las dimensiones del
estudio. El resultado indica que principalmente la relación con los trabajadores
y las expectativas sobre el futuro fueron los aspectos que más crecieron en la
opinión de estos empresarios.
Las PyME se encuentran más activas en este sentido en la región, a través de
donaciones directas y más participación de empleados en actividades sociales.
En Ecuador, un ejemplo que se destaca es el “programa de colaboración con
pequeños y medianos agricultores impulsado por la empresa Toni”, identificado
y reconocido como una iniciativa relevante para el país dentro de lo que
llamamos negocios inclusivos. Esta iniciativa no solamente desarrolló la
región, los pequeños y medianos agronegocios, sino también optimizó los
recursos de la empresa Toni.
Es importante generar alianzas para convergir fuerzas, competencias y
recursos en el objetivo de institucionalizar las prácticas de responsabilidad
social como herramienta estratégica. En el caso de las PyME, la RSC es una
buena oportunidad de su desarrollo sustentable.
5
Ibid.
2
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