terapéutica Repercusiones nutricionales y manejo de la pancreatitis crónica Francisco Botella Romero y José Joaquín Alfaro Martínez Sección de Endocrinología y Nutrición. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. España. Pancreatitis crónica La pancreatitis crónica (PC) altera la función pancreática exocrina y endocrina. La causa principal es el abuso crónico del alcohol. Las manifestaciones clínicas son dolor abdominal, esteatorrea, déficits nutricionales y diabetes mellitus. El tratamiento se basa en analgesia, abandono del alcohol, modificaciones dietéticas, enzimas pancreáticas, vitaminas liposolubles y aceite con triglicéridos de cadena media. Puntos clave l l l l l El paciente típico es un varón de 40-70 años, con historia de larga evolución de ingesta excesiva de alcohol. El dolor crónico, los déficits nutricionales por mala digestión y la hiperglucemia ocasionan gran número de consultas médicas. La complicación más grave es el cáncer de páncreas, que afecta al 5% de los pacientes con PC de más de 20 años de evolución. Los objetivos del tratamiento son el alivio del dolor, la corrección de la insuficiencia pancreática y el manejo de las complicaciones. La Asociación Americana de Gastroenterología ha publicado sus directrices para el tratamiento del dolor en la PC (http://www.gastro.org/ wmspage.cfm). L a pancreatitis crónica (PC) es un síndrome progresivo que implica cambios inflamatorios en el páncreas con daños estructurales permanentes y alteraciones de la función exocrina y endocrina. El dolor crónico, los déficits nutricionales por mala digestión y la hiperglucemia ocasionan gran número de consultas e ingresos hospitalarios que constituyen una carga importante para el sistema sanitario. A pesar de los avances en su conocimiento, la PC sigue siendo una enfermedad que debilita al paciente y frustra al médico. El abuso crónico del alcohol es responsable del 80% de los casos de PC (tabla 1). Manifestaciones clínicas Las manifestaciones más comunes de la PC son el dolor abdominal, la esteatorrea y la diabetes, a veces con presentación poco expresiva durante largos períodos. El paciente típico es un varón de 40-70 años, con historia de larga evolución de ingesta excesiva de alcohol. El dolor abdominal es la manifestación más común y precoz en más del 80% de los casos, tras un prolongado período subclínico o paucisintomático. Suele ser de localización epigástrica, irradiado a la espalda, en ocasiones asociado con náuseas y vómitos y que puede aliviarse inclinando el tronco hacia adelante. En un 20% de los casos, los pacientes se presentan con insuficiencia pancreática exocrina y/o endocrina en ausencia de dolor. Los pacientes con disfunción grave de páncreas exocrino presentan dificultades para la digestión de los Tabla 1 Causas más frecuentes de pancreatitis crónica Alcohólica (80%) Fibrosis quística Autoinmune Hipertrigliceridemia severa Pancreatitis tropical Anomalías genéticas Idiopática www.jano.es | diciembre 2011 06-tera0184Repercus.indd 59 59 15/12/11 10:01:48 terapéutica Repercusiones nutricionales y manejo de la pancreatitis crónica F. Botella Romero y J.J. Alfaro Martínez alimentos aunque no aparecen cantidades clínicamente significativas de proteínas y grasas en heces hasta que se pierde más del 90% de la función, lo que ocasiona diarrea con heces voluminosas y grasientas y pérdida de peso. La malabsorción de vitaminas liposolubles no es infrecuente. La alteración en el pH duodenal puede causar déficit de vitamina B12 por dificultades en la transferencia desde la proteína R al factor intrínseco. La diabetes mellitus ocurre tarde en el curso de la enfermedad. Es más probable en pacientes con historia familiar o en los que se ha realizado una pancreatectomía. Complicaciones Las más frecuentes son: seudoquistes, ascitis pancreática, derrame pleural, estenosis de los conductos pancreáticos, cáncer de páncreas e hipertensión portal. Muchas complicaciones se manifiestan con un cambio en las características del dolor. La complicación más grave es el cáncer de páncreas, que afecta al 5% de los pacientes con PC de más de 20 años de evolución. Los pacientes pueden desarrollar brotes de pancreatitis aguda, especialmente si siguen bebiendo, y debe sospecharse en pacientes que desarrollan un repentino empeoramiento o cambio en el patrón de los síntomas. Diagnóstico El diagnóstico de PC se basa en datos clínicos, pruebas de laboratorio y estudios de imagen. Cuando se presenta el cuadro completo de dolor, esteatorrea y diabetes, el diagnóstico no suele presentar dificultades, pero la mayoría de las veces la única queja del paciente es el dolor que obligará a descartar otras entidades como el cáncer de páncreas, la pancreatitis aguda, la colecistitis, la obstrucción intestinal y el infarto de miocardio. En atención primaria, para el estudio inicial deben emplearse tests poco invasivos y baratos como la demostración de mala digestión en heces y la ecografía abdominal. Una radiografía simple de abdomen puede demostrar la presencia de calcificaciones en el área pancreática en el 30% de los pacientes. La práctica de una tomografía computarizada (TC) abdominal puede ser útil para descartar pancreatitis aguda y otras anormalidades. Cuando la TC no es concluyente, debe considerarse la realización de ecoendoscopia y/o colangiopancreatografía retrógrada endoscópica. En casos aislados, un test de estímulo con secretina puede emplearse para objetivar la disminución de la función pancreática exocrina, aunque su uso es cada vez menor. La esteatorrea puede ser diagnosticada mediante la determinación cuantitativa de la excreción fecal de grasa en 24 h con 3 días previos de dieta con 100 g de grasa. La excreción de más de 7 g de grasa/día es diagnóstica, aunque los pacientes con esteatorrea a menudo tienen 60 valores superiores a 20 g/día. En el contexto clínico adecuado (paciente con síntomas típicos de dolor abdominal), la confirmación del aumento de la excreción fecal de grasa puede ser suficiente para el diagnóstico. Diagnóstico diferencial El cáncer de páncreas es el primer diagnóstico que debe ser considerado en pacientes sospechosos de PC. Su presencia es 26 veces más frecuente que en la población general y los síntomas pueden ser comunes (dolor, ictericia, pérdida de peso). Otros diagnósticos que se deben considerar son úlcera péptica, litiasis biliar y colon irritable. Tratamiento La historia natural de la PC es relativamente sombría, en parte porque las terapias destinadas a “dejar al páncreas en reposo” son poco eficaces. Los objetivos del tratamiento son el alivio del dolor, la corrección de la insuficiencia pancreática y el manejo de las complicaciones. La prioridad es el tratamiento del dolor (fig. 1), inicialmente con antiinflamatorios no esteroideos. La mayoría de los pacientes precisan analgésicos más potentes, opiáceos de liberación prolongada o transdérmicos. El control de la dispensación y el uso de gabapentina o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina son importantes para evitar el abuso y la adicción. Con frecuencia se debe valorar remitir al paciente a una clínica especializada en el tratamiento del dolor. La Asociación Americana de Gastroenterología ha publicado sus directrices para el tratamiento del dolor en la pancreatitis (http://www.gastro.org/wmspage.cfm ? parm1 = 4453). Suprimir el alcohol Una vez controlado el dolor, la primera medida debe ir encaminada a suprimir el consumo de alcohol, sobre todo cuando la etiología de la PC es alcohólica. Aunque la abstinencia no produce siempre mejoría del dolor, continuar con el consumo de alcohol se asocia con más intensidad del dolor, más esteatorrea, mayor porcentaje de diabetes y más complicaciones y mortalidad, incluso con ingestas de alcohol < 50 g/día. Dietoterapia El tratamiento dietético de la esteatorrea puede intentarse con comidas de poco volumen, frecuentes y con bajo contenido en grasa (unos 25 g/día) pero su eficacia es variable. Enzimas pancreáticas La administración de suplementos enzimáticos puede ser útil como estrategia inicial en pacientes con dolor diciembre 2011 | www.jano.es 06-tera0184Repercus.indd 60 15/12/11 10:01:48 terapéutica Repercusiones nutricionales y manejo de la pancreatitis crónica F. Botella Romero y J.J. Alfaro Martínez Tabla 2 Preparados de enzimas pancreáticas en el mercado español Nombre Kreon 10.000® Pankreoflat® Pankreoflat granulado® Composición 8.000 UPS de amilasa Amilasa 6000 UF Amilasa 6000 UF 10.000 UPS de lipasa Lipasa 6.000 UF Lipasa 6.000 UF 600 UPS de proteasas Proteasa 400 UF Proteasa 400 UF Pancreatina 150 mg Pancreatina 172 mg Pancreatina 180 mg Dimeticona 80 mg Dimeticona 80 mg Forma farmacéutica Cápsulas de gelatina con microesferas gastrorresistentes Grageas Sobres Presentación (envases) 100 y 250 cápsulas 20 y 50 grageas 20 sobres Laboratorio Solvay Pharma S.A. Solvay Pharma S.A. Solvay Pharma S.A. que no han respondido a otras medidas. Además de su efecto directo sobre los alimentos, permite regular la liberación de colecistoquinina, que estimula la secreción pancreática al favorecer la proteólisis de sus factores de liberación. El tratamiento debe hacerse con formulaciones que contengan dosis altas de enzimas. Existen en el Figura 1 mercado varios preparados con formulaciones distintas, en ocasiones expresadas en unidades diferentes (1 UI = 2-3 UPS). Debe asegurarse, al menos, 30.000 UI de lipasa con cada toma de alimento (tabla 2) y añadirse un inhibidor de la bomba de protones para evitar la degradación gástrica. Algoritmo de tratamiento del dolor en la pancreatitis crónica AINE y/o paracetamol Primer escalón Añadir gabapentina o ISRS Segundo escalón Tercer escalón Uso empírico de enzimas pancreáticas a altas dosis Analgésicos opiáceos de larga duración o transdérmicos Remitir al paciente a una clínica especializada Bloqueo del plexo celíaco Dilatación endoscópica de las estenosis de conductos y/o litotricia Cirugía AINE: antiinflamatorios no esteroideos; ISRS: inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. www.jano.es | diciembre 2011 06-tera0184Repercus.indd 61 61 15/12/11 10:01:48 terapéutica Repercusiones nutricionales y manejo de la pancreatitis crónica F. Botella Romero y J.J. Alfaro Martínez Vitaminas Otros tratamientos La suplementación de vitaminas liposolubles (A, D, E, K) y, en ocasiones, B12 debe ser tenida en cuenta en la esteatorrea refractaria y sus valores monitorizados en pacientes en los que no se consigue recuperación de peso. El uso experimental de octeótrido ha mostrado resultados inconsistentes o negativos en el paciente con PC, aunque se han publicado algunos casos con buena respuesta en el manejo de la ascitis quilosa. Triglicéridos de cadena media Los triglicéridos de cadena media (MCT) pueden aportar calorías “extra” ya que se absorben directamente en la mucosa intestinal, son poco estimulantes del páncreas y son transportados al hígado vía porta. Se comercializan en envases de 200 y 20 ml. La dosis inicial para un adulto es 30-40 ml/día en 3 o 4 tomas. Como efectos adversos, cabe destacar náuseas y vómitos ocasionales, molestias abdominales y diarrea. Puede mezclarse con zumo, ensaladas, verduras, sopas o salsas (sin sobrepasar los 160 ºC). Suplementos nutricionales En un 10-15 % de los pacientes son necesarios suplementos nutricionales orales para mantener el estado nutricional (fórmulas enterales enriquecidas en MCT y péptidos hidrolizados). El 5% de los pacientes precisa nutrición artificial completa para mantener el estado nutricional. Tratamiento de la hiperglucemia El manejo de la diabetes en las fases avanzadas de la PC puede ser problemático, particularmente si el paciente continúa bebiendo. Generalmente requiere insulina. El tratamiento difiere del de la diabetes tipo 1 típica ya que las células alfa, productoras de glucagón, también están afectadas, lo que resulta en más hipoglucemias y menores necesidades de insulina. 62 J ErrorEs habitualEs l l l Usar enzimas pancreáticas a bajas dosis. Normalmente se precisan 12-24 comprimidos cada 24 h. No descartar la presencia de cáncer de páncreas. No remitir al paciente a una clínica especializada en tratamiento del dolor y permitir que desarrolle dependencia a opiáceos. biblioGraFÍa rECoMENDaDa Carballo F, Domínguez E, Navarro S, Fernández-Cruz A, Farré A, De las Heras G. Enfermedades del páncreas. En: Farreras P, Rozman C, editores. Medicina Interna. 15.ª ed. 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