Enfermedades del páncreas exocrino en perro y gato

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Info 04/2014
Enfermedades del páncreas exocrino en perro y gato
Introducción
El páncreas desarrolla varias e importantes funciones en el metabolismo. La función exocrina del
páncreas, gracias a la secreción de enzimas digestivos, permite la digestión de los alimentos y el
aprovechamiento de los nutrientes esenciales.
Pancreatitis aguda o necrosis pancreática
aguda
El proceso inflamatorio agudo del páncreas se presenta de forma grave, siendo más frecuente en perro que en gato.
Los procesos inflamatorios y degenerativos del
páncreas exocrino son importantes y deben ser
considerados en perro y en gato.
A continuación se describen brevemente las enfermedades del páncreas exocrino y las diferentes
pruebas diagnósticas para cada caso.
Pancreatitis
Generalidades
Los procesos inflamatorios del páncreas pueden
desarrollarse de forma aguda o crónica. Mientras
las formas agudas cursan con sintomatología severa, las formas crónicas pueden pasar desapercibidas.
El tipo de lesión observada en el órgano contribuye
a la diferenciación entre un proceso agudo o crónico, lo cual sólo es posible tras el estudio histológico
de las lesiones.
En condiciones fisiológicas, los enzimas pancreáticos se sintetizan en su forma inactiva para evitar la
autodigestión pancreática. Tras el daño de parénquima pancreático se produce un incremento en
la liberación defectuosa de los enzimas, que resulta en la destrucción del páncreas y de los tejidos
grasos contiguos.
Histológicamente, en las formas muy agudas, se
observa necrosis en vez de inflamación. Debido
a ello, en estos casos sería adecuado hablar de
necrosis pancreática aguda y no de pancreatitis.
En pancreatitis agudas predomina una reacción
inflamatoria con infiltrado de leucocitos neutrófilos
y necrosis. La necrosis del tejido adiposo peripancreático resulta en nódulos sólidos blanquecinos
debido a la mineralización del calcio.
En las formas crónicas se observa una reacción
inflamatoria linfoplasmocitaria, así como atrofia del
parénquima pancreático que resulta en fibrosis, pudiendo evolucionar a cirrosis pancreática.
Imagen 1: necrosis pancreática aguda (flecha) junto a tejido pancreático normal macroscópicamente (N) en gato.
En gato suele cursar junto a colangiohepatitis y o
enteritis (triaditis felina), mientras que en el perro
normalmente se presenta de forma aislada.
La etiología es frecuentemente desconocida. Actualmente se describe como un proceso multifactorial
en el que la obesidad, la falta de movimiento y la alimentación grasa desarrollan un papel importante.
Algunos fármacos (como por ejemplo sulfamidas,
azatioprina y glucocorticoides), traumatismos, intervenciones quirúrgicas en abdomen, o infecciones
sistémicas (por ejemplo toxoplasmosis en gato)
contribuyen en su presentación.
El cuadro clínico cursa de forma inespecífica y con
diferente severidad. Normalmente animales afectados presentan anorexia, vómito, diarrea, y dolor
abdominal. En algunos casos es posible observar
fiebre y taquipnea que puede evolucionar a shock.
Debido a la manifestación de sintomatología inespecífica es necesario el uso de métodos específicos e indirectos, que permitan la confirmación del
diagnóstico de forma rápida y segura. En primer
lugar se recomienda el análisis serológico de los
parámetros pancreáticos (ver abajo).
Según el grado de severidad y de necrosis desarrollada es posible el restablecimiento de la función
pancreática normal, o la destrucción parcial del tejido con la consecuente fibrosis, sobre todo cuando
la enfermedad perdura.
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Pancreatitis crónica o insuficiencia
pancreática exocrina
El proceso inflamatorio crónico del páncreas puede desarrollarse tras inflamaciones pancreáticas
agudas recidivantes o a partir de una pancreatitis
intersticial silenciosa y progresiva. Las formas recidivantes, frecuentes en perro, se acompañan de fases intermitentes de alteración de la digestión, que
cursan con vómito y diarrea.
Los síntomas son normalmente más leves que en
pancreatitis aguda.
Los resultados del laboratorio pueden estar alterados como en el caso de una pancreatitis aguda
o situarse dentro de los valores de referencia. Entre los episodios de síntomas clínicos, los animales
afectados no muestran sintomatología, lo cual en
muchos casos no nos hace sospechar de una pancreatitis.
La atrofia de una gran parte del tejido pancreático
o su remplazamiento por tejido conectivo, resulta
en la secreción insuficiente de enzimas pancreáticos, que conduce a una insuficiencia pancreática
exocrina. Desde un punto de vista clínico, los animales afectados suelen tener apetito y presentar
diarrea crónica de gran volumen, esteatorrea y pérdida de peso extrema.
Debido a que el diagnóstico por imagen por norma
general no permite identificar alteraciones morfológicas en páncreas, es preciso recurrir al análisis de
parámetros sanguíneos que permitan el diagnóstico de insuficiencia pancreática exocrina.
Tumores del páncreas exocrino
Los tumores del páncreas exocrino son relativamente escasos en perros y gatos.
El adenoma (benigno) es muy poco frecuente. Aunque a nivel histológico puede resultar difícil su diferenciación con hiperplasia nodular, desde un punto
de vista clínico no es relevante.
En general, los carcinomas pancreáticos se originan del epitelio ductal o de células acinares. Mientras en medicina humana predominan especialmente los tumores ductales, en perros y gatos las
formas acinares suelen ser las más observadas.
Se presentan como masas individuales o múltiples,
infiltradas y con tendencia a metastizar rápidamente (principalmente en el hígado, ganglios linfáticos,
intestino, pulmón y peritoneo), de modo que en el
momento del diagnóstico, por lo general, ya se observa metástasis.
Imagen 2: carcinoma pancreático bien diferenciado en
gato
Hierplasia nodular
Las hiperplasias nodulares pancreáticas pueden
observarse con relativa frecuencia en perros y gatos de edad avanzada.
DIAGNÓSTICO DE ENFERMEDADES
PANCREÁTICAS EXOCRINAS
La hiperplasia nodular suele ser diagnosticada
de manera fortuita durante una laparotomía. Normalmente suelen presentarse como múltiples y
pequeños nódulos distribuidos por el parénquima
pancreático. A nivel histológico estos nódulos se
corresponden con acinos pancreáticos normales e
hiperplásicos carentes de cápsula.
Los niveles de ambos enzimas aumentan en suero
ante pancreatitis y necrosis pancreática. Sin embargo sólo aquellos aumentos que triplican el valor
de referencia normal en suero pueden ser tomados
en consideración.
En el gato se debe de incluir en el diagnóstico diferencial la amiloidosis insular.
Lipasa y amilasa sérica
Resultados falsos positivos y falsos negativos se
producen con frecuencia, especialmente en gatos,
ya que el valor de amilasa y lipasa sérica puede
verse incrementado de forma secundaria a alteraciones en otros órganos (por ejemplo hepatopatías,
insuficiencia renal).
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Lipasa pancreática (cPLI, fPLI)
Biopsia pancreática -histología
La determinación mediante inmunoreactividad de
la lipasa pancreática en suero es un análisis muy
específico y altamente sensible. La PLI es específica de especie y tiene su origen exclusivamente en
el páncreas.
Hasta día de hoy este análisis sólo podía ser realizado por un laboratorio patentado en los Estados
Unidos, y esto conllevaba que el tiempo hasta la
recepción del resultado fuera elevado.
La toma de una biopsia pancreática permite su
análisis histopatológico. En el caso de que la muestra enviada sea representativa de la lesión, es posible la identificación del tipo de lesión y del grado
de daño pancreático.
Recientemente, también en LABOKLIN se puede
realizar la determinación de PLI. Hemos validado
nuestro análisis para la detección de PLI en perros y
gatos, siendo el equivalente al realizado en EE.UU.
Como este análisis se realiza en nuestras instalaciones, rápidamente obtendrá sus resultados.
Trypsin-like Immunoreactivity (TLI)
El análisis de cTLI y fTLI, en perros y gatos respectivamente, es considerado el más importante
en casos de sospecha de insuficiencia pancreática.
Este análisis permite la identificación en suero de
tripsina y de su precursor, el tripsinógeno.
En casos de insuficiencia pancreática exocrina, el
valor se reduce significativamente.
Un aumento significativo en el valor de TLI es, sin
embargo, indicativo de pancreatitis. Importante
durante la interpretación del resultado es que el
animal se encontrara en ayunas en el momento de
la toma de la muestra. Además, en particular en gatos, el valor de TLI puede aumentar significativamente en insuficiencia renal, de modo que los parámetros renales deben ser tenidos en consideración.
Valor referencia
Pancreatitis
Insuf. Pancreática
Lipasa
Perro: < 300
Gato: < 280
Variable;
frecuentemente 
Variable
En el caso de sospecha de pancreatitis aguda existe un elevado riesgo anestésico, debido a ello, el
análisis histopatológico de una biopsia pancreática
tiene un papel secundario.
Sin embargo, si realiza una laparotomía para aclarar alteraciones de la digestión, se recomienda la
biopsia de estómago, intestino, nódulos linfáticos e
hígado, así como de páncreas, con el fin de conseguir una visión global que permita la identificación
de lesiones crónicas.
El análisis histopatológico es esencial para el diagnóstico de una neoplasia pancreática.
Resumen
El diagnóstico de una enfermedad del páncreas
exocrino, puede representar un reto para el veterinario clínico, ya que los animales por lo general
no presentan síntomas específicos. Vital es, por lo
tanto, el análisis de los parámetros serológicos y,
opcionalmente, una biopsia.
Amilasa
Perro:< 1650
Gato: < 1850
Variable;
frecuentemente 
Variable
TLi
Perro: > 5 < 50
Gato: > 12 < 82
Perro: < 50
Gato: < 100
Perro: < 2,5
Gatto: < 8
PLi
Perro: < 200
Gato: < 3,5
Perro: > 400
Gato: > 5,4
Variable
Tabla 1: páncreas exocrino: parámetros en suero – valor indicativo
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