Hacia 1330 a.C. Antiguo Egipto. Imperio Nuevo. XVIII dinastía ¿QUÉ SABEMOS DE NEFERTITI? Un busto polémico. La perfección de este busto y lo impresionante de su conservación han hecho que muchos dudasen de su autenticidad. También las circunstancias de su hallazgo llevaron a dudas. En el diario de excavación de Borchardt las referencias son muy escuetas “Busto de la reina, 43 cm de alto (hallado). Colores como si estuviera recién pintado. Excelente trabajo. Inútil describir, mejor ver.” No aparece referenciado en ningún momento tras la supervisión de las excavaciones llevada a cabo por el Servicio de Antigüedades . La obra salió ilegalmente del país en 1913 y permanecerá en Berlín a la vista de muy pocas personas hasta 1923, cuando será dada a conocer al público y exhibida por primera vez. La polémica continúa ¿origen?, ¿datación? ¿autoría?, y mientras tanto, sigue siendo una de las piezas más visitadas del mundo en el Neues Museum de Berlín. El 6 de diciembre de 1912, un equipo de arqueólogos alemanes encabezado por Ludwig Borchardt saca a la luz este busto de la reina Nefertiti, que será desde entonces una de las piezas artísticas más admiradas del mundo. La pieza será encontrada entre las ruinas de Tell-el-Amarna, que sería la capital del imperio durante el breve período de reinado de Akenatón. Allí aparece el taller del escultor real Tutmés. Se trata de un estudio preparatorio para una escultura que posteriormente se realizaría con materiales más nobles. Esta pieza está hecha con materiales pobres: un interior de piedra caliza recubierto con capas de estuco para moldear la figura con mayor detalle. Sobre estos pobres materiales destaca una bellísima policromía, que se ha mantenido en excelentes condiciones de conservación. El busto corresponde a la reina Nefertiti, primera esposa del faraón Akenatón quien tendrá un enorme poder durante los primeros años del reinado del faraón hereje, durante aproximadamente doce años. En este período su influencia será equiparable al del propio faraón y ambos llevarán a cabo una fuerte lucha de poder frente a los sacerdotes de Amón, implantando en Egipto el culto monoteísta al dios Aton y trasladando la capital del imperio a una ciudad de nueva planta, Amarna, lejos del poder de los sacerdotes de Amón. El poder 1º ESO político y religioso de Nefertiti queda reflejado también en su presencia en el arte del período: nunca hasta entonces se había reflejado la imagen del faraón de una forma tan íntima, en su cotidianeidad familiar, mostrando afecto a su familia. La representación oficial del faraón y su esposa, en igualdad de condiciones, ha llevado a algunos autores a afirmar que ambos habrían reinado juntos e incluso que Nefertiti podría haber reinado a la muerte de Akenatón con el nombre de Semenejkare. La llamada “Diosa de Berlín” se exhibe en el Neues Museum de la capital alemana, aunque ya desde 1924 es reclamada por el gobierno egipcio que acusa a los museos alemanes, británicos y franceses, de haber expoliado sus valiosos restos arqueológicos amparados en el imperialismo colonial sufrido durante más de un siglo. Nefertiti se traduce como “La Bella ha llegado” y de hecho este busto ha sido durante siglos prototipo de belleza femenina. Modelo que como vemos está idealizado y ha educado nuestra propia percepción de la belleza (¡pero qué cuello más largo!!!!), con un modelo del maquillaje femenino para el mundo occidental que aún hoy nos sigue resultando ‘ideal’. Recientes pruebas de tomografía computerizada han revelado además ‘retoques’ finales en la capa externa de yeso que suavizan la nariz y eliminan arrugas 2014-2015en la boca. En fin, ¡gran trabajo, Tutmés!