Colegio Santo Tomás de Aquino Centro Autorizado E.S.O. y Bachillerato Busto de Nefertiti Nos encontramos ante una escultura de bulto redondo que representa un busto, concretamente el de Nefertiti esposa del faraón Akenatón o Amenofis IV. Esta obra es de época del Imperio Nuevo más en concreto de la XVIII Dinastía. Está realizada en piedra policromada (caliza), con cristales de cuarzo, yeso y cera. Comentario: Está realizada en piedra caliza, mide unos 50 cm. Y pesa entorno a los 20 Kg. La superficie del busto es lisa y esta pulimentada. Sigue la llamada ley de frontalidad, predominan las líneas verticales la cual le otorga una sensación de viveza y de un movimiento ficticio. La luz incide de manera contrastada, lo cual produce un efecto de claroscuro. Esta policromada, con tonos bronceados para la piel, a diferencia del habitual blanquecino para la representación de las mujeres, dorado para el collar y banda baja de la corona, rojo para los carnosos labios y predominio del azul para el resto de la corona (tiara). El ojo tiene cuarzo incrustado con pintura negra. Esta obra está dotada de un gran realismo, típica de esta época, gracias a la revolución religiosa y artística que protagonizo Amenofis IV. Esto nos dará unos rasgos propios como el alargamiento del cuello, casi desproporcionado, que la embellece, las facciones son regulares, el cutis terso, los labios carnosos y arqueados, realzamiento de los pómulos y del mentón, ojos maquillados, etc. Tiene un gesto sereno, elegante y distante, con la mirada perdida al frente y dotada de vida mediante la incrustación del cristal de cuarzo en los ojos. Sigue el canon de belleza ideal, usando como medida el puño, por lo que la distancia entre la frente y el cuello es de dos puños. Su función era para ser tomada como referencia en el taller para otros retratos de la reina. El paso del tiempo nos hace que nos llegue con la falta de un ojo y un trozo del lóbulo de la oreja. La expresión de esta Nefertiti se halla a mitad de camino entre el tradicional hieratismo de la estatuaria egipcia y el realismo gestual que se intentó introducir en la época de Akhenaton. El resultado es un rostro de facciones perfectas y detalles delicados, que dulcifica su seriedad a través de su mirada sosegada y una sonrisa apenas bosquejada. Es perfecta su composición equilibrada: la escultura de Nefertiti se ensancha en la parte superior con la forma trapezoidal de la tiara, se estrecha en la parte del rostro y vuelve a ensancharse en la base de la pieza, coincidiendo con la mayor amplitud de los hombros. Esta disposición contribuye a destacar la parte esencial de la escultura que no es otra que el rostro. A ello hay que añadir la forma arqueada de la imagen, que adelanta la cara de Nefertiti hacia el espectador. El busto pertenece a Tutmes, artesano y escultor durante la época del reinado de Amenofis IV. Concretamente pertenece al Imperio Nuevo y a un momento muy particular de la Historia de Egipto, cuando se produce la revolución de Tell Amarna protagonizada por Amenofis IV, Akhenaton, esposo de Nefertiti. Es importante este detalle porque es en esa fase del Antiguo Egipto cuando su arte, muy conservador a lo largo de toda su larga historia y muy poco proclive a los cambios de estilo, varía ahora su habitual forma de trabajo y su estética, buscando en general un mayor realismo y un alejamiento de las formas simbólicas que hasta entonces había sido lo habitual. Nefertiti estaba considerada una de las mujeres más bellas, apoyó a Amenofis IV en su movimiento religioso monoteísta en torno a la figura del dios Athon. Esta reforma religiosa no tuvo éxito debido al poder de los sacerdotes. Fue hallada en 1912, en unas excavaciones encabezadas por el alemán Ludwig Borchardt. En el reparto por el cual se decidía que hallazgos iban a parar a manos alemanas o egipcias, la obra fue catalogada como inacabada y sin valor, al ser mostrada por el lado defectuoso, por el cual paso a manos alemanas. Desde entonces Egipto trata de recuperar el busto de Nefertiti. Actualmente se encuentra en Berlín en el Neues Museum. Recaredo, 31 – Sevilla Teléfono : 954 41 91 55 Fax : 954 41 29 32