La niebla Misterio dentro de un manto desciende una nube helada justo cuando se marcha la madrugada despedida en el rocío, se convierte su llanto. Cobijo de la nostalgia sin abrigo la incógnita. Las horas de la mañana fría Con mirada profunda, su papel de indómita. Camino entre la interrogación, la niebla osada, envidiosa se atreve a cubrir la visión cortina silenciosa. Fluye su forma pura hermosa natura. El secreto del valle resguardado el monte imponente se va mostrando. Señales por descubrir en el silencio de la brisa en el miedo una sonrisa escondida en el arrullo de la niebla la belleza que se resiste a partir. Un ensayo Detalle de ingenio, virtuoso historia pasajera comenzando miradas entre líneas enamorando la alegría con un escritor ansioso. Sin borrones sobre la vida no hay caridad sin tachaduras rumbo a la posteridad inmaculada, luce la tinta plasmada. El primer trazo de amor los capítulos rozando la comedia y en un vuelco, irrisorias gotas de tragedia del tintero escapa el desamor. Pormenores ligados de esta historia, tendencias bruscas en el engaño jugando y merodeando sobre la memoria palabras largas impresas durante un año. Un mundo, relato de su opera prima insipiente y ligera ilustra sucesos en cada rima, formas geométricas de amor a la espera. Emergen triángulos amorosos extraña presencia del caos, sencillo caos literario esparcido en un mundo imaginario. Personajes emanando suspiros reina la confusión. Natura La brisa silbando en medio del prado silba esperanza sonata al ritmo del trino de las aves. Un tenue olor se respira, la fragancia de mi madre naturaleza provoca el recuerdo dentro de mí, el esplendor hipnotismo en el perfume de mis hermanas las flores. Aquí recapacito el origen. Mañanas empapadas en el rocío, la fuerza en el abrazo es la tierra húmeda, el reposo de la sabiduría bajo la sombra de un roble, el alma llena de energía con mi padre el sol, vivir, soñar en los brazos de mi futuro la luna. Ironía El punto final de la última carta a las desventuras espera la ironía coqueta y traicionera, arrebata bruscamente la pluma con el tintero, colaboración despiadada del viento, trae los estragos de pesares sin sentido. Comparsas transitan sobre la soledad de una mente inundada, en frustración acarrea sobre la marea de alegres sonidos sin eco la risa insospechada de mi ser. Susurran, cada uno por su lado los versos enviados a una musa inocente dominadora de esta confusión. La mofa y el romanticismo complementan oscuramente los rítmicos y apasionados relatos conjunción de palabras armoniosas, regalos de esta inesperada visita aceptando los hechos en una insana costumbre en el dominio habitual de mi amigo el sarcasmo. Esquizofrenia Toma lo necesario sin dudar, acompáñame, viajemos a descifrar risas fingidas por llantos ausentes, toma mi mano para continuar, eres la motivante para pretender alejar a ese maniático de mil personalidades. Sé que no seguirás el camino por esas voces de personas mudas y opiniones encontradas, sé que mis palabras llegan a confundir, recuerda mis actos de locura, ellos controlan instantes escondidos en apasionados acordes de desafinadas notas de amor, al momento en que pretendo modelar el boceto de mi esquizofrénica forma de cuidarte, pues, a lo lejos disfruto del encanto de tu risa, mientras le dedicas sonrisas al mundo entero, en tanto una lágrima vuelve de la mejilla a través del resquicio mi ojo. Volver a dormir Suspiro de un momento, besos en mis sueños, ese abrazo un engaño, una tertulia el aroma de tu descanso. La noche como sorpresa, un regalo sobre el colchón y en el colchón nuestros ojos cerrados, nuestras mentes volando, relajados compartimos el espectro de la madrugada. La calidez de tu mano entrelazada a la mía, crimen en ensayo, sospecha de tu sonrisa en las tinieblas, chispa en la oscuridad, el corazón sobresaltado, abofeteado por el tic tac del reloj. Minutos para amar, instantes esperando el alba, llega a la ventana cuando termina el tiempo, termina el arrullo del búho y emprende el vuelo junto al tiempo, el amanecer toca tu rostro. Tu aliento rozando mi aliento, un nuevo día cubriendo la habitación, solo queda anhelo, cuerpos entrelazados deseando volver a dormir. Mi habitación El disfrute de cuatro solitarias paredes, goce frío de las sábanas. Éxtasis divagando, discusión con el loco del espejo, risas por sus efectos, sobre lo tupido del colchón ausencia del control proceso de fantasías reflejado en el televisor apagado. Ríe, aquí sin ser juzgado, llora sin ser lastimosamente animado. Murallas de sueños, mantente despierto ante ellos; embriágate con el polvo de ese viejo tapete que le da la bienvenida a la desidia, quien no ha decidido explorar la dureza del exterior, invitada a permanecer en el descanso. Aposentos de sagradas penas en construcción. Lejos el consuelo territorio ideal de extrañas y vibrantes costumbres de pasión clandestinas arremetidas de un amante donde yace la esperanza de un corazón, la ira aguarda arrinconada en una esquina, cargando el mundo ideando en el muro aventuras abriendo la puerta al interior. El poeta ¿Qué hay de ese poeta? Amigo nuestro, amigo tuyo, lidiador de versos. Trastornado por la cordura decidido inspirado en las brasas del ardiente sol olvida hacerlo con la apasionada venida del calor interno aguarda sagazmente las noches solas y frías del invierno desbordadas sobre el cauce poeta decepcionado deja ir sus fantasías, sensato, ignorante de los suaves coqueteos de la rima, se adentra en la poesía de la vida diaria. El poeta contempla la vista sobre el balcón de sus esperanzas, la pluma y el tintero hoy abandonados a lado de sus viejas añoranzas vestido sobrio de corbata y sombrero, deambula por las calles, busca rostros cándidos, monótonos anónimos seres que ahora chocan el hombro de mi amigo. Sin hallar su amor encontrado amor perdido en palabras necias palabras decididas a refugiarse en otro plano, llanos de nuevas y banales predicciones; el poeta se estanca en su confort. En el paseo va el conteo de las huellas que no se marcan, llega al destino que no ha elegido, el atardecer cae, aquí el poeta olvido dejarse seducir por la metáfora, cayó en las redes de seducciones erróneas de un amor indispuesto, omitió la libertad de estar juntos; aquí el heroico bohemio recibe su bofetada, olvidó las desconsoladas tardes de prosa vividas, impera el sonambulismo, su espíritu yace vagando, derrumbado en lo oscuro de un callejón. La noche vestida de negro azulado, la luna acompañante adornada con traviesas estrellas cubren fielmente el firmamento; abajo los faros vigilan, una luz postrada sobre la nostalgia del hombre atento a las ventanas, jugando a encontrar el hipnotismo de aquellos ojos, esos ojos que lo hundieron en la locura, ojos perdidos en el resplandor de otra alma; el corazón confunde una luz de la ciudad con una esperanza silbando sobre el cristal. Un anhelo escapa del mosaico nocturno, encuentra el pecado detrás de una mirada, café profundo, exclama al creador de ilusiones retornar al sendero con la pluma y tintero de la imaginativa pasional; lentamente se retira una sonrisa y una pena por escribir una amarga inspiración, sinsabores por recolectar en el trayecto, corazones en busca de sentimientos leerán al anónimo poeta envuelto brevemente en la cordura.