Coral cerebro de valles estrechos (Colpophyllia breviserialis) N omb res comu n es: Coral verdadero (Español) ¿Tienes alguna duda, sugerencia o corrección acerca de este taxón? Envíanosla y con gusto la atenderemos. Ver todas las fotos etiquetadas con Colpophyllia breviserialis en Banco de Imagénes » Descripción de CONABIO Descripción1,2 La colonia puede pasar de los 2 m de diámetro. Colonia de superficie plana distal, convexa o esférica. Las series calicinales totalmente diferenciadas y largas, raramente aisladas y con una orientación estricta. Los valles son cortos de 10 mm de profundidad, aislados por gruesas crestas. Los centros de los cálices son visibles. Elementos radiales compactos y no confluentes. Columnela rudimentaria. Su coloración es parda. In formaci ón sob re esp eci es si mi l ares Muy parecida a C. natans (Zlatarski y Martínez 1982) Distribución1,2 An teced en tes d el estad o d e l a esp eci e o d e l as p ob l aci on es p ri n ci p al es Se menciona para Cuba (Zlatarski y Martínez 1982), para el sur de Florida, las Bahamas y el Caribe (Humann, 1993). MEXICO MEXICO / QUINTANA ROO / NA / Akumal MEXICO / QUINTANA ROO / NA / Isla Cozumel MEXICO / QUINTANA ROO / NA / Majahual MEXICO / QUINTANA ROO / NA / Punta Allen MEXICO / QUINTANA ROO / NA / Punta Cancún MEXICO / QUINTANA ROO / NA / Sian Ka'an MEXICO / VERACRUZ / NA / Isla de Enmedio Hábitat1,2 Habita en las planicies arrecifales y en las paredes del arrecife anterior, en profundidades variables, generalmente entre los 10 a 20 m. M acrocl i ma El macroclima donde se localiza la especie corresponde a la clasificación de clima tropical. Las temperaturas medias mensuales son elevadas y bastante uniformes a lo largo del año, siendo la media anual superior a los 20 °C. El régimen térmico varía entre 3 y 10°, mayor en el interior y menor en las áreas costeras. Las precipitaciones oscilan entre los 400 y los 1.000 mm anuales. Alternan las estaciones secas y lluviosas. En función de la distribución estacional de las precipitaciones y de la cantidad se distinguen las variedades siguientes: sudanés (precipitaciones entre 750 y 1.100 mm y tres estaciones, una seca y fresca, otra seca y calurosa, y otra lluviosa), subecuatorial (dos estaciones lluviosas y dos secas, que correspondería a nuestro país), saheliense (precipitaciones entre 400 y 750 mm, con una larga estación seca) y monzónico (estación lluviosa de gran intensidad que alterna con otra seca). Ti p o d e amb i en te El tipo de ambiente donde se presenta la especie es el ambiente marino de los arrecifes coralinos, que tienen las siguientes características: aguas oligotróficas (pobres en nutrientes), aguas bien oxigenadas, baja carga de sedimento, aguas de alta transparencia y con una temperatura no menor a los 20°C en su media anual. Estrategia trófica1,2 Como la mayoría de los corales son politróficos. Además están en simbiosis con algas del tipo de Zooxantelas, lo que le confiere que el organismo actúe de manera autótrofa. Biología de poblaciones1,2 Tamañ o p ob l aci on al El calculo de su densidad consistió en el análisis de alrededor de 13 000 fotografías, midiendo la cobertura que las diferentes colonias cubría en cada una de ellas (Torruco 1995). Técnicamente, se establecieron dos transectos de muestreo de 20 m de longitud por cada 10 m de profundidad y hasta los 50 m, de manera paralela a la línea de costa en cada una de las 24 grandes localidades. Cada transecto fue definido mediante una cinta de polipropileno marcada cada 0.5 m. Las muestras están representadas por las fotografías, obtenidas con una cámara Nikonos V desde una altura de 80 cm del fondo. Cada fotografía se tomó sobre cada una de las marcas de la línea y cubre una superficie de 1 908 cm2 (53 X 36 cm). Los registros e interpretación se realizaron a la máxima definición taxonómica posible (generalmente a especie), comparando la identificación de las especies con la colección de referencia que se tomaba en el mismo momento. Todas las muestras fotográficas fueron digitalizadas e incorporadas a programas de análisis de imágenes (IMAT V. 5), definiendo un total de 7 ejes para cada especie analizada y así obtener de una manera automática las coberturas de cada una de ellas. De esta manera el censo estimado para México de esta especie es una cobertura de 0.00503/100 m2 lo que se traduce a 125 colonias en esta región. Estado de conservación1,2 CITES Apéndice II Conservación1,2 R efu gi os Una gran parte de los Arrecifes del Caribe y Golfo están bajo cierta legislación de protección y conservación como áreas naturales protegidas (ANP) en sus diversas características (desde Parque Nacionales Marinos hasta Reservas de la Biosfera) (Horta-Puga y Carriacart-Ganivet 1993). A pesar del uso que puedan tener de acuerdo a las organizaciones de cuales se trate, estás áreas pueden ser consideradas como refugios, ya que la mayoría de ellos presentan un Plan de Manejo que incluyen componentes de monitoreo y conservación de áreas particulares. Como especie no tiene ninguna acción específica que promueva su conservación, con excepción de los reglamentos que rigen cada ANP marina en México y las diferentes gestiones que se realizan a nivel nacional e internacional por diferentes organizaciones: Iniciativa Internacional de los Arrecifes de Coral, La red de Acción Internacional para los arrecifes de coral y el Consejo Consultivo Nacional Científico y Técnico de los arrecifes coralinos en México, donde se promueve la conservación de todo el ecosistema arrecifal coralino. Amenazas1,2 Factores d e ri esgo No se conocen factores de riesgo y amenazas para esta especie en particular. Sin embargo, los daños que puedan ser causados al arrecife en general, la afectará directa e indirectamente (Torruco y González 2002). Dos factores son importantes de mencionar, los naturales, representados por tormentas tropicales de diferentes magnitudes y que son frecuentes en las zonas donde se desarrollan los arrecifes, descargas de ríos, cambio climático global, etc. y los antrópícos que son representados por contaminación, desarrollo costero, utilización turística, etc. 1,2 Gestión1,2 Supervisión de la población. La única supervisión que pudiera tener la población son los monitoreos que se realizan en algunas de las Áreas Marinas Protegidas del país, a pesar de que no están dirigidas a especies en particular, sino a un monitoreo de todo el arrecife. Conservación del Habitat. Las medidas de conservación de los habitats arrecifales son un reclamo de diferentes organizaciones tanto gubernamentales como civiles nacionales e internacionales; sin embargo, la única estrategia que se tiene hasta ahora son la designación de ANP's. En relación a las especies su protección esta generalizada y son las propuestas por las diferentes leyes (LGEEPA, Ley del Mar, NOM-059, etc.) Que rigen los recursos naturales. Medidas de Gestión. Para esta especie en particular no existe. M ed i d as d e con trol Comercio Internacional. La clase Anthozoa, las familias Helioporidae (coral azul) y Tubiporidae (coral de órgano) y los órdenes Antipatharia (corales negros) y Scleractinia (corales pétreos); en la clase Hydrozoa, las familias Milleporidae (corales de fuego) y Stylasteridae (corales de encaje), están consideradas en el apéndice II del CITES; sin embargo, los fósiles, concretamente todas las categorías de roca de coral, excepto la roca viva (a saber, las piezas de roca de coral a las que se adhieren especímenes vivos de especies de invertebrados y algas coralinas que no están incluidas en los Apéndices, y que se transportan húmedos, no están sujetos a las disposiciones de la Convención. Aún con la inclusión de la clase y de familias de corales en el apéndice II del CITES, en las categorías de roca de coral no existe ninguna medida de control en el comercio Nacional e Internacional. Ha resultado difícil poner en práctica la inclusión de estos taxa en los Apéndices así como la anotación, en gran medida a causa de la dificultad que reviste definir con exactitud lo que constituye un fósil en el contexto de los corales duros. En la CdP11 se adoptó una Resolución (Conf. 11.10, revisada en la CdP12) sobre el comercio de corales pétreos (a saber, todos los arriba mencionados excepto los que pertenecen al orden Antipatharia). Se señalaba en la Resolución que los corales pétreos son objeto de comercio internacional como espécimen intactos para los acuarios y como objetos decorativos, y también como roca, fragmentos, arena de coral y otros productos de coral. Se añadía también que la roca de coral puede actuar como un importante sustrato para la fijación de corales vivos, y que la extracción de roca puede tener repercusiones perjudiciales para los ecosistemas de los arrecifes. Esto implica que la roca de coral no se debería considerar necesariamente como fósil y por lo tanto estar exenta de las disposiciones de la Convención. La Resolución recomendaba que las Partes prestarán mayor atención a la aplicación del Artículo IV (a saber, a los dictámenes de extracciones no perjudiciales) cuando autorizan la exportación de corales y que adoptaran principios y prácticas bajo enfoques ecosistémicos. En la Resolución también se adoptaron una serie de definiciones entre las que se incluyen las siguientes: Roca de coral (también roca viva y sustrato) material duro consolidado: >3 cm de diámetro, formado por fragmentos de coral muerto, y que también puede contener arena cementada, algas coralinas y otras rocas sedimentadas. "Roca viva" es el término dado a las piezas de roca de coral a las que se adhieren espécimen vivos de especies de invertebrados y algas coralinas no incluidas en los Apéndices de la CITES y que se transportan en cajas húmedas, pero no en agua. "Sustrato" es el término dado a las piezas de roca de coral a las que se adhieren invertebrados (especies no incluidas en los Apéndices de la CITES) y que se transportan en agua como los corales vivos. La roca de coral no es identificable a nivel de género pero es reconocible a nivel de orden. La definición excluye los especímenes definidos como coral muerto. Coral muerto; piezas de coral que están muertas en el momento de su exportación, pero que pueden haber estado vivas en el momento de su recolección, y en las cuales la estructura de los coralitos (el esqueleto del pólipo individual) todavía está intacta. Arena de coral; material compuesto enteramente o en parte de fragmentos finamente triturados de coral muerto de un tamaño inferior a 2 mm de diámetro y que puede contener, entre otras cosas, restos de Foraminífera, conchas de moluscos y crustáceos y algas coralinas. Fragmentos de coral (inclusive grava y cascotes); fragmentos no consolidados de coral muerto digitado quebrantado y de otro material entre 2 y 30 mm de diámetro. Coral vivo; piezas de coral vivo transportadas en agua y que son identificables a nivel de especie o genero. En virtud del Artículo I de la Convención (Definiciones), en el caso de los animales, "espécimen" significa todo animal, vivo o muerto y, en el caso de las especies incluidas en los Apéndices I y II, cualquier parte o derivado fácilmente identificable de dicha especie. Con arreglo a la Resolución Conf. 9.6 Rev., las Partes acordaron que la arena de coral y los fragmentos de coral, tal como se definen en la Resolución Conf. 11.10 (Rev. CoP12) no eran fácilmente identificables, y por tanto no estaban sujetos a las disposiciones de la Convención. En la Resolución Conf. 11.10 (Rev. CoP12) las Partes decidieron que la roca de coral es identificable hasta el nivel de orden. En el caso de Scleratinia, incluido como orden en los Apéndices (y que incluye a la mayoría de las especies de corales pétreos) (Pérez 2004). En la COP 12 del CITES en el 2002, el comité presidido por David Morgan y con respecto al comercio en corales pétreos (Doc.10), las Partes acordaron indicar al Comité de Fauna que considerara y recomendara medios prácticos para distinguir en el comercio internacional los corales fosilizados de los no fosilizados e informar a la COP-13 (Alvarenga et al. 2002). Medidas Nacionales. Para esta especie en particular no existe. Relevancia de la especie1,2 R el evan ci a d e l a esp eci e Su relevancia ecológica es importante porque es parte del arrecife coralino y generalmente sirve de refugios para invertebrados menores que cohabitan en sus agregaciones. Su relevancia económica es potencial, ya que aún se comercializan los géneros del Indo-pacífico. Culturalmente, los corales no son elementos relevantes a menos que se enmarquen en el concepto arrecife o como artesanías de diversas culturas. Taxonómicamente son importantes dadas sus características intrínsecas y sus relaciones con otros grupos. Sin embargo, su mayor importancia y relevancia es ecológica, donde el arrecife como un ecosistema, tiene beneficios para el ser humano, desde la protección a la erosión de sus costas, hasta el turismo que se encuentra ligado a ellos, pasando por controles de CO2, formación de playas, etc. (Torruco et al. 2006). La consecuencia de su desaparición implicaría una pérdida enorme de fuentes de ingresos, fuentes de alimentos, fuentes de fármacos, etc. 1,2 Tendencias1,2 Ten d en ci a p ob l aci on al No se tienen datos específicos para determinar la tendencia poblacional nacional, local o mundial de esta especie; sin embargo, diferentes investigadores del World Resources Institute (com. pers), mencionan una disminución alarmante de los arrecifes coralinos año con año. Miembros de la International Coral Reef Action Network (ICRAN) y del UNEP's Caribbean Environmental Program mencionan que las dos terceras partes de los arrecifes del Caribe están en Riesgo (com. pers). Usos1,2 Uso d e h áb i tat Los corales hermatípicos son los constructores principales de los arrecifes coralinos. La clase Anthozoa del phylum Cnidaria incluye más de 6000 especies marinas solitarias o coloniales (Stoddart 1969), e integra seis ordenes entre los cuales está el Scleractinia o Madreporaria. Los pólipos coralinos son en esencia anémonas coloniales, con la particularidad de producir un esqueleto externo compuesto principalmente de aragonita (forma cristalina fibrosa de carbonato de calcio); la calcita (forma cristalina común del carbonato de calcio) está ausente (Goreau 1959). La forma del exoesqueleto calcáreo adopta diferentes formas de acuerdo a las especies y a las presiones del ambiente. El conjunto de estas masas esqueléticas pueden formar en condiciones adecuadas arrecifes de varios km de extensión. El crecimiento de las colonias coralinas van formando un mosaico de luz, sombras y condiciones diferentes que proporcionan a la estructura arrecifal las propiedades de un mesocosmos, donde existe una intensa interrelación de especies y hábitats. Bajo la perspectiva antrópica, los diferentes hábitats que se presentan en el arrecife coralino, tienen diferentes usos que van desde la recreación, pesca, obtención de materiales para construcción, investigación en sus diferentes modalidades, hasta los usos en tradiciones ancestrales que algunos grupos étnicos hacen de ellos. Bajo la perspectiva natural, los diferentes hábitats que conforman el arrecife sirven como zonas de refugio, agregación, crecimiento y/o reproducción de diversos organismos, muchos de ellos de gran importancia comercial. Por otro lado los hábitats que componen el arrecife tienen un papel importante en la fijación de Nitrógeno y el control de los niveles de Bioxido de Carbono. Amb i en tal El beneficio ambiental que representan los arrecifes coralinos, es importante para el desarrollo costero humano, ya que sirven como una barrera para la erosión marina ocasionada por las corrientes y sobre todo como un escudo para diferentes eventos meteorológicos que se originan en el mar, al ser los reguladores de cambios. Entre sus usos, algunos organismos del arrecife aportan materia prima para la industria farmacéutica, son un gran reservorio de material genético y juegan un papel importantísimo en la fijación de Nitrógeno y el control de los niveles de Bióxido de Carbono. Además son ecosistemas altamente productivos, con especies de alto valor comercial y son sitios de inigualable belleza que generalmente son usados por el hombre como sitios de esparcimiento y en donde la industria turística tiene un desarrollo espectacular de manera tal que representó para el año 2004 y sólo para el Caribe, una entrada de divisas de $8900 millones USD y dieron empleo a 350 000 personas(Torruco et al. 2006). M ateri al es Aún cuando en la antigüedad se ha registrado un importante uso como material de construcción (la Ciudad de Veracruz tiene cimientos de corales pétreos), actualmente con la aparición del cemento, ha decrecido su utilización. En México, una parte importante de los arrecifes coralinos del Golfo y Caribe son utilizados en la industria turística, con excepción de los arrecifes de Campeche en la Sonda de Campeche y de algunos arrecifes de la parte media y sur de la costa de Quintana Roo. Otros como los de Veracruz, tienen una fuerte tensión tanto antrópica como naturales, representadas por las desembocaduras de ríos que en algunas épocas del año son muy caudalosas y que cambian las condiciones ambientales drásticamente. Uti l i z aci ón y comerci o Comercio nacional. De esta especie en particular no existe. Los últimos datos recabados de la SEMARNAT, para el comercio de corales en México, muestran los siguientes resultados. El total de géneros comercializados entre 2000 a 2005 es de 55; no obstante procedentes de México solo son 7 (4 corresponden al Pacífico y 3 al Atlántico). Esto da evidencia que el comercio de corales mexicanos es muy bajo (Fig. 1). De manera global, del comercio de corales en México, la mayoría son ejemplares vivos, ya sea por pieza o por kg, ya que una buena proporción de este tráfico son de las llamadas "piedras vivas", que conllevan no solo corales sino fauna asociada al propio arrecife (Fig. 2). La frecuencia de movimientos comerciales mensuales en los 5 años de análisis reportan un mayor número de transacciones comerciales en el 2002, en los meses de noviembre y julio (150 y 110 respectivamente); también se tiene el registro de un alto valor (103) en agosto del 2005. Estos tres meses son los que han registrado transacciones mayores a 100(Fig. 3). Los otros meses de los años analizados tienen transacciones menores a 70 movimientos. Aún cuando entre los años el número de piezas, kilogramos o tejidos en comercio es variable, se destaca el año 2002 para las piezas y el 2004 para los kg (o piedras vivas), las muestras de tejido solo se comercializaron en el 2005 (Fig. 4). El número de piezas en el año 2002 alcanzó el número de13500, mientras que en el 2004 los kg de piedra viva en comercio fue de 15100. Comercio Internacional licito. El PNUMA en su informe del Centro Mundial para la conservación estiman que casi 12 millones de piezas de corales pétreos están siendo transportados y vendidos anualmente. En este informe, se menciona al Sureste de Asia como la mayor fuente para la comercialización, sin embargo, un número cada vez mayor de especies marinas ornamentales son extraídas de diferentes naciones insulares que se encuentran en el Océano Indico y el Pacífico. La mayor demanda proviene de los Estados Unidos, Europa y en menor cantidad, de Japón. Aún cuando el mayor comercio se ejerce sobre peces arrecifales, el comercio de corales vivientes alcanza un valor de más de $7,000 dólares por tonelada cantidad que no es comparable con la alcanzada por el coral cultivado para la producción de caliza que tiene un costo de $60 mil dólares por tonelada (Wabnitz et al. 2003). Son 10 los países que proporcionan la mayoría de los corales que se comercializan en México. Indonesia y las Islas Fiji, son los mayores exportadores de corales para México (con 1143 y 189 operaciones respectivamente) durante los cinco años de análisis (Fig. 5). Existe un número reducido de corales en comercio cuyo país de origen no está registrado; De ellos la mayoría de los géneros reportados son de la parte Pacífica y solo uno de ellos correspondería a la parte Atlántica (Tubastrea). Un género es común a ambos océanos (Acropora). Aún cuando son 10 los países de origen del comercio de corales en estos últimos 5 años, la procedencia directa se puede reunir en cuatro de ellos, de los cuales el mayor comerciante es E.U.A (Fig. 6), con 2200 transacciones. Comercio Ilícito: No se tienen disponibles datos específicos para esta especie, no obstante en algunos muelles del Veracruz, en tiendas y comercios ambulantes de algunas zonas del Caribe se venden ejemplares de corales escleractinios (obs, pers.) generalmente de las especies de Acropora cervicornis o de Diploria spp. Efectos reales y potenciales del comercio. No obstante que el comercio real no es ahora una amenaza para las especies de corales, muchas de las transacciones realizadas en la comercialización de corales ha sido importaciones transitorias (1590), donde México ha sido un punto de distribución a otros países; solo una pequeña fracción han sido importaciones definitivas (574), esto indica que los destinatarios finales son tiendas de acuarios que se encuentran en México y que potencialmente podrían requerir mas ejemplares (Fig. 7). Las exportaciones nacionales que se han realizado son una pequeña fracción (14 transacciones), y generalmente han sido como material de investigación principalmente farmacológico. Referencias 1. Torruco-Gómez, D. 2010. Ficha técnica de Colpophyllia breviserialis. Los Corales del Golfo y del Caribe Mexicano. Centro de Investigación y Estudios Avanzados del IPN.Unidad Mérida. Bases de datos SNIB-CONABIO. Proyecto No. CK002. México, D.F. 2. © CONABIO, algunos derechos reservados