A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 30 de marzo de 2010, habiéndose dispuesto siguiente en el establecido, Acuerdo orden de 2078, votación: de que conformidad deberá doctores con lo observarse Kogan, el Genoud, Pettigiani, de Lázzari, Hitters, Negri, Soria, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva en la causa C. 101.912, "S. , M. M. contra Clínica Privada del Diagnóstico Las Flores S.A. y otros. Daños y perjuicios". A N T E C E D E N T E S La Sala I de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial del Departamento Judicial de Lomas de Zamora confirmó la sentencia de primera instancia que había hecho lugar a la demanda de daños y perjuicios (fs. 677/683). Se interpuso, por la demandada Obra Social para Empleados de Comercio y Actividades Civiles (O.S.E.C.A.C.), recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley (fs. 689/694). Dictada la providencia de autos y encontrándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte resolvió plantear y votar la siguiente C U E S T I Ó N ¿Es fundado el recurso extraordinario de inapli-cabilidad de ley? V O T A C I Ó N A la cuestión planteada, la señora Jueza doctora Kogan dijo: 1. La Cámara de Apelación hizo lugar a la demanda de daños y perjuicios deducida por M. M. S. contra E. B. y O.S.E.C.A.C. (fs. 677/683). En lo que interesa destacar, consideró que la relación entre la obra social y la clínica, en cuanto a la atención del asociado, es de carácter contractual. La modalidad elegida por la obra social para el cumplimiento de su obligación de prestar cobertura al afiliado -a través de la puesta a disposición de determinados sanatorios-, torna incuestionable el deber de responder ante el incumplimiento de dichos establecimientos de las obligaciones que le incumben en la atención del enfermo. Por el hecho de que las obras sociales ofrezcan a sus afiliados la facultad de elegir la clínica dentro de una lista cerrada, hace que nazca la responsabilidad por los actos dolosos o culposos de los médicos individualmente y tácita de seguridad por la eficacia del servicio de salud. 2. Contra este pronunciamiento, la demandada interpuso recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley, por el que denuncia la violación de la doctrina legal emanada de la causa Ac. 58.354 (sent. del 21-IV-1998, in re "Acosta, Graciela A. c/ Manuele, Alberto y otros. Daños y perjuicios"). En síntesis, aduce que no ejerce en forma directa la atención médica de sus afiliados, sino que utiliza el servicio de distintas empresas prestadoras de servicios. En realidad es una entidad de derecho público que toma a su cargo la obligación de asegurar al beneficiario la prestación del servicio de salud, ya sea médico o sanatorial, y, por tanto, sólo responde por el daño generado por la omisión o denegatoria de la prestación del servicio. Sostiene que la doctrina y jurisprudencia que el sentenciante cita en sustento de su decisión no son aplicables al caso porque se refieren al ámbito gremial, donde las instituciones destinadas a prestar servicios médico-asistenciales son de uso exclusivo para el personal comprendido en dicha organización. En su caso, el deber se limita a supervisar que la actora en su carácter de afiliada recibiera el servicio de salud que requería y en tal carácter cumplió con su obligación. No está a su alcance ejercer algún tipo de contralor sobre los actos de los profesionales que la atendieron. Entiende que la relación jurídica entre la obra social y sus prestadores debe analizarse a la luz de los principios que informan el deber de "colaboración". Considera errónea la interpretación que hace la Cámara al decir que ofrecía a sus afiliados la facultad de elegir afiliado la clínica puede dentro atenderse de con una lista quien cerrada. desee. La El mera restricción impuesta al afiliado al colocarlo en situación de tener que elegir a sus prestadores no convierte al sistema en cerrado y a las obras sociales en responsables por los incumplimientos de aquéllos. Para ello es necesario que se trate de clínicas directamente dependientes de la obra social, donde la libertad de elección del afiliado se halla restringida posibilidad de y porque ejercer un en estos contralor supuestos sobre la tiene calidad la y eficacia del servicio. En cambio, O.S.E.C.A.C. presta un servicio cuasi abierto ya que para asegurar el servicio se abren registros de prestadores donde se inscribe cualquiera que lo desee, siempre que cumpla con los requisitos formales de matrícula o habilitación. La extensión del listado no lo fija la obra social sino el interés de los eventuales prestadores por registrarse. El beneficiario tiene amplitud de posibilidades para la elección del sanatorio. En estos casos la obra social no responde por los actos culposos o dolosos de descarta los la médicos integrantes obligación tácita de de la Clínica. seguridad Se porque desaparece la razón que fundamenta esta responsabilidad en un sistema cerrado. Finaliza señalando que con los listados obrantes en autos se comprueba que el beneficiario gozaba de amplia liberta de elección. 3. El recurso no puede prosperar. a. Liminarmente es dable señalar que viene firme a esta instancia la mala praxis atribuida a la señora E. B. en las tareas de parto, y a la Clínica codemandada por su obligación de seguridad. Tampoco se controvierte que el esposo de la actora se encontraba afiliado a la obra social aquí demandada al momento de acaecer el evento dañoso (fs. 12 vta., 154 vta., 606/615 vta. y 689/694). b. Sentado ello, es menester mencionar que la Obra Social de los Empleados de Comercio y Actividades Civiles (O.S.E.C.A.C.) fue creada sobre la base del Instituto Médico Mercantil mediante la ley 19.772. Tal como denuncia la recurrente, es una entidad de derecho público no estatal (art. 1) que funciona de acuerdo al régimen de las leyes 23.660 y 23.661. Tiene por "... objeto principal la prestación de servicios médico-asistenciales, sin perjuicio de mantener y ampliar las demás prestaciones sociales, las que podrá otorgar por sí o por medio de terceros" (art. 2, ley 19.772). c. Empero, en su relación con los afiliados, las obras sociales asumen también el deber de seguridad, que de acuerdo adoptado por la con las particularidades institución, puede variar del según sistema sea el caso. En efecto, el servicio médico puede ser prestado, a saber: 1) a través de servicios propios; o 2) por terceros vinculados mediante la celebración de convenios (conf. C.S.J.N., Fallos, 320:1294 in re "Ramp, Juan Rodolfo y otra c. Cruz Médica San Fernando S.A.", sent. del 1-VII-1997 y 320:2715 in re "Pinheiro, Ana María y otro c. Instituto de Servicios Sociales para el Personal Ferroviario", sent. del 10-XII-1997, voto del juez Vázquez; Mosset Rocca, Iturraspe-Lorenzetti, págs. 30 y "Contratos 349/351; Médicos", Llambías, Jorge ed. La Joaquín, "Tratado de Derecho Civil. Obligaciones", 2ª ed., Abeledo Perrot, 2005, t. IV-B, p. 134 y nota 45 y págs. 431/435, núms. 2822 y 3075 y ss.). En esta última modalidad pueden darse a su vez distintas formas de contratación: 1) por "contratos cerrados" con establecimientos exclusiva para contratos "abiertos" los afiliados o o médicos de beneficiarios; "semiabiertos" con atención y 2) por federaciones médicas y asociaciones de institutos médicos, en los que los afiliados pueden elegir libremente el prestador médico (Bueres, Alberto J., "Responsabilidad civil de las clínicas y establecimientos médicos", Ábaco, 1981, págs. 71/82; Vázquez Vialard, Antonio, "Relaciones entre las obras sociales y los prestadores Argentina", t. de servicios 1974-151; Mosset médicos", "Jurisprudencia Iturraspe-Lorenzetti, op. cit., págs. 349/351; Galdós, Jorge Mario, Responsabilidad de las obras sociales por mala praxis, "La Ley", t. 1996-E-845; Trigo Represas-López Mesa, "Tratado de Responsabilidad Civil", "La Ley", t. II, págs. 484/487). En los sistemas de contratación "cerrada" la responsabilidad de la obra social es indiscutible debido a que el afiliado no tiene libertad de elección, estando obligado -en la mayoría de los casos- en virtud de la índole del trabajo a afiliarse a la obra social, por lo que el deber de seleccionar y vigilar las clínicas prestadoras del servicio médico recae sobre la misma entidad. En este supuesto, la obligación de responder por la actuación culposa de los médicos intervinientes nace de la condición de garante ante la correcta prestación de los servicios que por ley debe proporcionar (arts. 1113 1er. párr. y 1198 1er. párr., Cód. Civil; conf. Bueres, Alberto J., "Derecho de daños", Hammurabi, págs. 369, 378/380; Saux, Edgardo I., "La obligación de seguridad en los vínculos contractuales", "La Ley", Suplemento Especial Obligación de Seguridad, sistemas "cuasiabiertos", 2005, p. 15). En postulado por la los impugnante en base a como los el elementos producidos en autos (v. fs. 423/465), tampoco parece justo gravar al beneficiario con la carga de controlar la calidad de los servicios que la obra social contrata. Son los convenios suscriptos entre las distintas organizaciones y las obras sociales los que deben establecer las bases de fiscalización en la medida en que contratan los servicios de mejor calidad disponible (conf. arts. 2 a 4, ley 19.772; 2, ley 23.660; Mosset Iturraspe-Lorenzetti, op. cit., págs. 350/351). En efecto, en la actividad de las obras sociales ha de verse una proyección de los principios de la seguridad social, cuya garantía resguarda en forma expresa el art. 14 bis de la Constitución nacional. De esta manera, el intérprete debe apreciar los conflictos que se suscitan por el funcionamiento con un criterio que no lo lleve a desatender los fines propios de éstas instituciones, ni subestime la función que compete a los profesionales que participen en la atención brindada en dichas mutuales. En otras palabras, la función específica de las obras sociales debe consistir en una prestación integral y óptima del servicio debido (C.S.J.N., Fallos, 306:178, in re "González Oronó de Leguizamón, Norma M. c. Federación de Trabajadores Jaboneros y Afines", sent. del 29-III-1984, "La Ley", t. 1984, "Jurisprudencia Argentina", t. 1984-II-373; y "Carrizo de Shiroma, Silvia y otro c. Hospital Italiano y otros", sent. del 20-III-1986, "La Ley", t. 1986-I-616; ahora también deben añadirse los arts. XVI de la Convención Americana de Derechos y Deberes del Hombre, 25.1. de la Declaración Universal de Derechos Humanos y 9 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, incorporados por el art. 75 inc. 22, Const. nacional; Quiroga Lavié, Benedetti y Cenicacelaya, "Derecho Constitucional Argentino", Rubinzal Culzoni, t. I, n. 6.3.1., p. 287). d. En el sub examine, el contrato adjuntado no permite demandada deslindar (v. fs. la 155 y responsabilidad de la ss.; 424 vta./425 390/vta.; aquí -cláusulas 1, 2, 10, 15-; 433 -anexo 4-; 444; arts. 509, 519, 520, 901, 902, 1195, 1198 y 1199, Cód. Civil; y 384, 385 y 415, C.P.C.C.). Efectivamente, sistema adoptado por de la O.S.E.C.A.C. naturaleza surge misma que no del es "abierto". A ello se suma que, por derivación de la regla general fundada en que el deber de prestación brindado por las obras suficiente sociales con debe disponer ser los integral medios y óptimo, técnicos y no es recursos humanos, sino en prestarlos en un sentido dinámico y coordinado para que actúen bien (C.S.J.N., in re "González Oronó de Leguizamón", cit.), por lo que no habiendo demostrado el debido cumplimiento de su deber de contralor del servicio prestado, tengo para mí que la responsabilidad de O.S.E.C.A.C. derivada de la culpa médica y del deber de la Clínica, en el presente caso, también le resulta alcanzada. 4. por la Por recurrente ello, no se las infracciones encuentran denunciadas demostradas en la especie, por lo que no siendo aplicable la doctrina de la causa "Acosta" (Ac. 58.354, cit.), el recurso debe ser rechazado, con costas (art. 289, C.P.C.C.). Voto por la negativa. A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Genoud dijo: Entiendo que el recurso no puede prosperar. Tal como lo define la propia recurrente en su pieza de fs. 689/694, la Obra Social de Empleados de Comercio y Actividades Civiles (O.S.E.C.A.C.) se rige por las leyes 23.660 de Obras Sociales y 23.661 del Sistema Nacional de Seguros de Salud. Precisamente, por la última de las citadas leyes, se creó el Sistema Nacional del Seguro de Salud "con los alcances de un seguro social, a efectos de procurar el pleno goce del derecho a la salud para todos los habitantes del país sin discriminación social, económica, cultural o geográfica" (art. 1º). "El seguro tendrá otorgamiento integrales como de y objetivo fundamental prestaciones humanizadas, de salud tendientes proveer el igualitarias, a la promoción, protección, recuperación y rehabilitación de la salud, que respondan al mejor nivel de calidad disponible y garanticen a los beneficiarios prestaciones la eliminando obtención toda del forma de mismo nivel de discriminación en base a un criterio de justicia distributiva" (art. 2º). A partir de la constitución libre elección de los del sistema, prestadores por se promueve parte de "la los beneficiarios, donde ello fuere posible" (art. 23º). Se dispone también que las prestaciones de salud "... deberán asegurar a sus beneficiarios servicios accesibles, suficientes y oportunos" (art. 27º). La Obra Social -hoy demandada- reviste la calidad de agente natural del Sistema (art. 3º, ley 23.660). En referencia a las precisas funciones y determinados objetivos de las obras sociales, tiene dicho la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que "[l]a función específica y la obligación primordial de la obra social demandada consiste en la prestación médica integral y óptima. Para eso cuenta con la afluencia de medios económicos que administra a fin de organizar adecuadamente aquel servicio, y en ello ha de contemplarse la competencia, idoneidad y dedicación de los profesionales que se incorporen al mismo, incluidos los especialistas, así como de todo el personal afectado, e igualmente, la aptitud de los medios empleados y toda la infraestructura del servicio médico en cuestión. Estos aspectos deben considerarse con sentido dinámico, esto es, en su compleja interacción enderezada a resguardar la vida y la salud de los afiliados prestatarios del servicio" (ver Fallos 306:178). Por otra parte, expuso también el Máximo Tribunal que "... en la actividad de las obras sociales ... ha de verse seguridad una social, proyección de los a el art. la que principios 14 nuevo de la de la Constitución nacional confiere un carácter integral, que obliga a apreciar los conflictos originados por su funcionamiento con un criterio que no desatienda sus fines propios, ni subestime la función que compete a los profesionales que participen en la atención brindada en las aludidas mutuales" (considerando 3º, fallo citado; reiterado en Fallos 308:344). Principios expuestos que, si bien aplicados al supuesto de daños por prácticas médicas que le fueron efectuadas al paciente en un sanatorio propiedad de la Federación de Trabajadores Jaboneros y Afines, son perfectamente adoptables para el caso que nos ocupa, en el cual la atención médica (hecho antecedente en la relación de causalidad determinada) establecimiento vigente del asistencial prestador fue suministrada perteneciente que contrató con a la por un la nómina obra social demandada la prestación de servicios médico-asistenciales (ver documental de fs. 423/445). De la cláusula 15ª del contrato de locación de servicios agregado a fs. 423/427, surge que la Obra Social podrá efectuar la fiscalización de los servicios asistenciales contratados. Tal nota no puede dejar de advertirse, pues viene como dato de circunstancia firme a esta instancia que no existen constancias en los registros de la Clínica que la partera (codemandada E.B. ) estuviese matriculada como tal a la fecha del episodio, ni hay elementos de prueba en autos que avalen dicho erigiéndose ello fundarse condena, la en extremo argumento pues (ver esencial -reitero- se fs. al 609 vta.), tiempo reconoce que de la codemandada B. no pudo asumir la responsabilidad de llevar adelante el parto y mucho menos indicar conductas o medicamentos pues no se encontraba habilitada para ello (fs. 611). Procura la recurrente definir los alcances de su responsabilidad al afirmar en su pieza recursiva (fs. 690 vta.) que la obra social sólo habrá faltado a su deber cuando el daño se haya generado como consecuencia de la omisión o denegatoria en la prestación del servicio (el resaltado no es de su original); reconociendo que "deben [las obras sociales] ejercer una función de contralor de índole técnico-administrativa destinada a asegurar que el afiliado reciba la prestación que requiere" (fs. 691). Pues bien, en el caso la paciente no recibió la prestación requerida y debida, siendo asistida por una persona que no estaba habilitada para ello. En entiendo que base el a tal dato parámetro esencial de de condena, apreciación de la responsabilidad comprometida halla fundamento en el art. 512 del Código Civil, en cuanto a la definición de atender a las circunstancias de personas, tiempo y lugar para determinar la existencia de aquélla. Si supervisar que se la acepta actora que en su la obra social carácter de "debía afiliada recibiera el servicio de salud que requería" (fs. 691 in fine), cuanto menos debe admitirse, también, que la misma ha fallado en el ejercicio de dicha carga. Si, tal como lo reconoce la propia recurrente en su pieza a fs. 693, "para cumplir con la finalidad para la que se han constituido las obras sociales, es decir, para asegurar el servicio de salud, se abren registros cualquiera que de lo prestadores desee ... siempre donde que se inscribe cumpla con los requisitos formales de matrícula o habilitación..." y que "la extensión o amplitud del listado no la fija la obra social sino el interés de los eventuales prestadores por registrarse", debe entenderse que la misma no puede abdicar en el ejercicio de un control que asegure la óptima prestación de la carga comprometida. Considero función específica social, consistente y por ello obligación en que se ha primordial brindar una violado de la prestación la obra médica integral y óptima a su beneficiaria. Entendiendo a partir de ello que el recurso de la quejosa no puede prosperar. Voto por la negativa. A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Pettigiani dijo: Disiento con los distinguidos colegas que me preceden en orden de votación. I.1) Nos encontramos en un proceso donde se ventila la pretensión resarcitoria por los daños y perjuicios derivados de la histerectomía que se le debió practicar a la actora, señora M. M.S. , en virtud del desgarro del cuello de útero que se le produjera al dar a luz a su tercer hijo -en el caso, no obstante el error postulatorio, hija E. N. G. -, el día 11 de enero de 1993, en la Clínica Privada del Diagnóstico Las Flores S.A. La accionante califica la lesión como provocada, atribuyendo el carácter de hechos causales a la inducción al trabajo de parto a través del denominado goteo al que la sometió la partera, que la atendió en la consulta y la internó, y al haberle roto la bolsa manualmente y hacerla pujar, ya en la Sala de parto, cuando aún no tenía la dilatación adecuada, todo ello sin la presencia de un profesional idóneo en la materia [médico obstetra]. Es dable señalar que la acción fue dirigida contra la mencionada Clínica, por ser la prestadora de servicios médico-asistenciales donde se produjo el parto y luego la intervención quirúrgica de mención a cargo del doctor C.G. ; contra la partera señora E.B. , a cuyo cargo estuvo desde la internación y hasta que se produjo el alumbramiento. En contra la Obra lo que Social aquí para interesa Empleados también de accionó Comercio y Actividades Civil (O.S.E.C.A.C.), en virtud de sostener que fue a esa Clínica por ser su marido, el señor A. R.G. , afiliado a aquella obra social (n° 160-0014350-8 interno 001-0636177-9). De lo expuesto surge que la accionante no demandó al doctor C.G. , profesional que la atendía durante el embarazo e iba a estar a cargo del parto, que conocía el antecedente del parto anterior que había sido prematuro y con desgarro de útero; que coincidentemente ese día estaba de guardia pasiva en el sector obstetricia en la Clínica donde sucedieron los hechos aunque llegara cuando ya se había producido el alumbramiento, la hemorragia que produjera el desgarro del cuello de útero y su suturación y que por último fuera quien realizó la histerectomía. Tampoco accionó contra el médico de guardia de la Clínica doctor C.A. , que fue quien firma la historia clínica al ingreso, ni contra al neonatólogo que asistió al parto doctor O. G.C. , ni contra la enfermera de quirófano J.P. , también presente en el momento de dar a luz y por último tampoco contra el doctor R. J. G. anestesiólogo, ni contra los demás profesionales que la atendieron en el posoperatorio. 2) En su responde de demanda La Clínica accionada solicito la citación en garantía de "Congreso S.A. Compañía liquidadora de de Seguros", la misma presentándose requiriendo que en quien autos la pidió la citación acreditara la póliza y la denuncia del siniestro. A su turno la obra social O.S.E.C.A.C. solicito la citación como terceros, en los términos del art. 94 del Código Procesal Civil y Comercial, de "BIOS S.A." y de "CYSA S.A." por ser las entidades intermedias con las que prestaciones Clínicas y contrató la cobertura médico-asistenciales Sanatorios del Gran por de las diversas intermedio Buenos Aires y de las Capital Federal que las integran y cuyos listados obran en autos (ver fs. 438/445), en virtud por lo demás de lo dispuesto en las cláusulas 10ª y 8ª del contrato que la unía a cada una de ellas (fs. 423/427 446/450 vta.), por las cuales aquéllas la exoneraban de responsabilidad por eventual mala praxis médica [seguramente su intención era evitar en un eventual juicio de reembolso la excepción de mala defensa]. No obstante la oposición de la accionante la misma fue proveída favorablemente (fs. 173/174), citación que no obstante se frustró por la imposibilidad de notificarlas. 3) Sobrevinientemente el proceso es atraído por el concurso de la Clínica Privada del Diagnóstico Las Flores S.A. y luego suspendido por la declaración de su quiebra. La parte actora desiste de la acción contra la mencionada (fs. 590/591) volviendo los autos al juzgado de origen para continuar su tramitación contra los restantes coaccionados. 4) El juez de primera instancia original retoma las actuaciones y dicta sentencia (fs. 606/615 vta.) en la que acoge la demanda, condenando a E. B. conforme lo dispuesto en el art. 1109 del Código Civil; a la Clínica por el hecho de sus dependientes y por la obligación de seguridad generada por aplicación del art. 504 del mismo cuerpo legal, social por haciendo extensiva incumplimiento de la condena dicha a la obra entidad de las obligaciones que les incumben a aquéllas en la atención del enfermo. No obra de igual manera con la aseguradora por no haberse acreditado la existencia de la póliza. Previo pedido de aclaratoria de la parte actora, excluye de la condena a la Clínica Privada del Diagnóstico Las Flores S.A., atento el desistimiento de la acción instaurada en su contra del que diera cuenta más arriba (fs. 616/617). 5) Por haber sido impugnado el decisorio de grado por la accionante y por la coaccionada O.S.E.C.A.C, por medio de sendos recursos de apelación, la Cámara de intervención dicta el pronunciamiento en crisis (fs. 677/683), del que nos da cuenta la doctora Kogan en su voto, por la que confirma el decisorio recurrido. En el fondo de la cuestión, en lo que aquí interesa, refiere que la relación entre la obra social y la clínica es de tipo contractual y en síntesis reafirma el concepto que por la modalidad de cobertura al afiliado -a través de sanatorios-, la puesta torna a disposición incuestionable el de deber determinados de responder ante el incumplimiento de dichos establecimientos de las obligaciones que les incumben en la atención del enfermo. Desestima el planteo de O.S.E.C.A.C. solicitando la anulación de la sentencia por lo acontecido en la misma por no haber advertido el sentenciante el desistimiento de la acción contra la clínica y encuentra que el hecho de que esa circunstancia por lo demás no obstaba a la prosecución de la acción contra los demás coaccionados y en especial a la obra social, de acuerdo al art. 133 de la ley 24.522 (L.C.Q.), toda vez que en autos no se había eximido de responsabilidad a aquélla, por cuyo incumplimiento debe responder. II. coaccionada Como solamente se reseña se en agravia el en primer el voto la recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley en tratamiento del primer aspecto del decisorio, denunciando que se ha violado la doctrina legal vigente al momento del fallo de esta Suprema Corte de Justicia que dimana de la causa Ac. 58.354, "Acosta" (sent. del 21-IV-1998). Lo expuesto claro está, sumado a que no existe constancia de que se hubiera presentado la parte actora a verificar su crédito con la Clínica accionada en su proceso de quiebra y que, de eventualmente haberlo hecho se encontraría en otra instancia, impiden en este estadio procesal proponer la acumulación de procesos para evitar que la sentencia a dictarse pudiera producir efectos de cosa juzgada en relación a aquél (art. 188, C.P.C.C.). III. Expresado lo anterior adelanto que encuentro que le asiste razón al recurrente. 1) Como se dijera en los votos antecedentes, al presente resulta régimen normativo de aplicación a O.S.E.C.A.C. el dispuesto por la ley de obras sociales (ley 23.660), que vino a derogar el oportunamente instituido por la ley 22.269. De la misma se desprende que éstas forman parte del Sistema Nacional del Seguro de Salud, estando sujetas a las disposiciones y normas que lo regulan. Este último, instituido por la ley 23.661, es un seguro social creado a efectos de plasmar el pleno goce del derecho a la salud, cuyo objetivo es procurar el otorgamiento de prestaciones de salud igualitarias, integrales y humanizadas. Queda claro, en mi parecer, que las obras sociales como agentes naturales de dicho seguro de salud (arts. 3, ley financiadores 23.660 del y sistema 2, a 23.661), favor de asumen sus el rol de beneficiarios (arts. 21 inc. a, 27, 29, 31 32, 33, 34 y concs., ley 23.661) y sólo por vía de excepción o defecto brindan directamente la prestación a través de los efectores de su propia capacidad médico-asistencial instalada (arts. 25 y 26, ley 23.661), algo que ya desaconsejaba la anterior ley regulatoria de las obras sociales (art. 31, ley 22.269). Desde esa perspectiva juzgo que salvo que se postule y acredite que se trata de un supuesto de obra social cerrada, tal la que brinda cobertura directa a través de su propia capacidad médico-asistencial instalada exclusivamente, o que ciñe la cobertura a un cuadro asimilable a éste, semicerrada, por la clara y categórica restricción de la facultad de elección del prestador por parte del afiliado, en contradicción con la manda del art. 25 de la ley 23.661, no existe una obligación de seguridad por la que deba responder por la mala praxis médica, atento la libre elección del prestador por parte del paciente. No debe perderse de vista que, a contrario de lo sostenido por la accionante, a ésta no la une con la obra social una relación de tipo contractual sino de base legal (arts. 8 y 9, ley 23.660 y 5 inc. "a", ley 23.661). Asimismo que es la A.N.S.S.A.L. la encargada de llevar el Registro Nacional de Prestadores que contraten los agentes del seguro de salud (art. 29, ley 23.661), tal lo sucedido en el caso que nos ocupa entre la obra social demandada y las asociaciones "Bios S.A." y "CYSA S.A." que representan a los establecimientos asistenciales como la Clínica Privada del Diagnóstico Las Flores S.A. En función de lo expresado encuentro aplicable al sub lite, por resultar asimilable, la doctrina legal que se denuncia violada y que dimana del precedente Ac. 58.354, "Acosta" (sent. del 21-IV-1998) en cuanto se sostuvo que: "[e]ntre los médicos afiliados y el I.O.M.A. -léase O.S.E.C.A.C.- no existe relación de dependencia que autorice a considerar obligado a dicho ente por los casos de mala praxis que involucren a aquéllos". Tengo espectro de especialmente prestadores en cuenta médico-asistenciales el que amplio contaba para su elección la aquí accionante y que surge de los listados acompañados por la obra social, lo que claramente demuestra su carácter de agente natural del seguro a cargo del financiamiento del mismo para sus afiliados y grupo familiar. 2) No es óbice a lo expuesto la doctrina legal del superior Tribunal nacional dictada en atención a supuestos de obras sociales cerradas por los fundamentos expuestos más arriba, que en mi parecer las hacen diferentes y diferenciables. 3) También he de señalar que de los escritos postulatorios de la accionante de un lado, como el responde conjunto de la Clínica y de la señora E. B. surge sin hesitación que la Clínica de referencia contaba con médico de guardia general, doctor C.A. , presente al momento de la consulta e internación, con médico obstetra de guardia pasiva, doctor C.G. , que era el mismo que atendía a la demandante señora S. en su embarazo y que debía ser quien atendiera el parto en circunstancias normales y como vemos también en la que nos ocupa, contando a su vez con partera o enfermera especializada en obstetricia, la señora B. , como así que al momento del parto estuvieron presentes un médico neonatólogo, doctor O. G.C. , y una enfermera de quirófano, señora J.P. . Que en el momento de la intervención operó un médico especializado de confianza de la paciente anestesiólogo posoperatorios y de y que en su familia, luego terapia que recibió fue los intensiva, asistido cuidados con la por propios asistencia médica y para medica idónea, es decir que disponía de la capacidad instalada y de efectores médicos y paramédicos para brindar un servicio adecuado, conforme lo contratado por la obra social con las sociedades intermedias que representan a los prestadores. Por lo expuesto, y habiendo la experticia médica de fs. 493/497 vta. dictaminado sobre el correcto accionar de los médicos haciendo solamente hincapié en la circunstancia debió haber claro que que al ingreso comunicado no se trató de la personalmente de un paciente al supuesto la partera obstetra, que queda pueda ser aprehendido como de falta de fiscalización de los servicios asistenciales contratados por la obra social. 4) Tampoco encuadra en un caso de omisión o denegatoria de servicio por parte de la prestadora por el que la obra social deba responder, desde que la señora S. fue internada, condiciones de tuvo su hijo salud y luego que nació frente a en la perfectas hemorragia producto del desgarro del cuello de útero producido durante el trabajo de parto fue suturado y a la postre intervenida conforme mandaba la terapéutica indicada (ver historia clínica fs. 61/92 y pericia médica de fs. 493/497 vta.). 5) Por último, es dable señalar que de la causa petendi en la que la accionante funda su pretensión surge que postula haber sido atendida por una partera que identifica, no poniendo en tela de juicio la calidad de tal, no pudiéndose tomar como afirmación en sentido contrario los comentarios que manifiesta haber escuchado en el sentido que habilitante, pues aquélla la propia carecería demandante de se matriculación preocupa por aclarar que lo expuesto -como comentario de terceros- no la puede efectuar de manera asertiva. Por lo demás, la señora B. en su responde conjunto con la Clínica reconoce la calidad de enfermera especializada en obstetricia de esa institución (ver fs. 95 vta. segundo párrafo), quedando la cuestión en mi modo de ver fuera del tema a decidir (art. 354 inc. 1, C.P.C.C.). Ello sin dejar de observar que si en realidad se tratara de una persona que no integrara el plantel paramédico de la clínica por carecer de matriculación y habilitación al efecto, mal podríamos estar debatiendo sobre mala praxis. IV. Por los fundamentos brindados, propicio acoger el recurso de inaplicabilidad de ley traído y, en consecuencia, revocar la sentencia impugnada en cuanto confirmó la condena a la Obra Social para Empleados de Comercio y Actividades Civiles (art. 279, C.P.C.C.). Costas a la parte actora (arts. 289 y 68, C.P.C.C.). Voto por la afirmativa. A la cuestión planteada, el señor Juez mi distinguida doctor de Lázzari dijo: Disiento con el voto causa Ac. de colegada, doctora Kogan. 1. En la 58.354 (sent. del 21-IV-1998) esta Corte resolvió -por mayoría- que en los sistemas asistenciales "abiertos" o "cuasi abiertos", donde el afiliado cuenta con la posibilidad de elegir el galeno con total amplitud, el deber de la obra social se limita a reparar las consecuencias dañosas derivadas de la omisión o denegatoria del servicio (art. 901, Cód. Civil). En efecto, el afiliado tiene ante sí el amplio espectro de profesionales que en todo el ámbito de la provincia puede satisfacer, a su elección, su demanda de asistencia y a los que de no mediar su inserción en el sistema, le estaría tal vez vedado recurrir. En esta modalidad, tal como lo señala Bueres, "se aglutina a través de la acción registral a todos o prácticamente todos los médicos o establecimientos sanitarios del lugar. En tales condiciones, el sistema asistencial se transforma en abierto o cuasi abierto, pues acuerda al beneficiario la posibilidad de elegir el galeno con total amplitud ... por lo que el deber de la obra social se derivadas limita de la a reparar omisión o las consecuencias denegatoria del dañosas servicio" (Bueres, Alberto J., "Responsabilidad civil de las clínicas y establecimientos médicos", págs. 81 y 82, puntos b y c, ed. Ábaco, 1981). De ahí que extender la responsabilidad a la mutual por la ineficiencia del galeno y/o de la clínica, sería algo así como hacer partícipe de la misma al Colegio de Médicos, por haberle admitido su colegiación, o a la Universidad por haberle otorgado el título habilitante (arts. 905 y 906, Cód. Civil). Por consiguiente, teniendo en cuenta la modalidad de la contratación (v. fs. 424/465; arts. 1137, 1197, 1195, 1198 y 1199, Cód. Civil y 384, C.P.C.C.), considero que la impugnante ha demostrado la infracción a la doctrina legal denunciada (art. 279, C.P.C.C.). 2. Si lo expuesto es compartido, corresponde componer positivamente la litis, debiéndose dejar sin efecto la sentencia en lo que ha sido materia de recurso y, en consecuencia, disponer la exclusión de la recurrente de la condena impuesta. Las costas se imponen a la vencida (arts. 68 y 289, C.P.C.C.). Voto por la afirmativa. A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Hitters dijo: Adhiero al voto de mi distinguido colega, el doctor de Lázzari, remitiendo a lo expresado en la causa C. 98.393 (sent. del 12-XI-2008), análoga al sub lite, que coincide sustancialmente con la opinión del Ministro el señor a quien sigo. Voto por la afirmativa. A la cuestión planteada, Juez doctor Negri dijo: 1. Adhiero a la propuesta de la colega que abre el acuerdo a lo que considero oportuno agregar que según mi criterio los fallos de la Corte Suprema de la Nación no resultan vinculantes: su alcance se encuentra limitado al caso concreto; esta circunstancia no obsta a que en el caso, su contenido sea receptado en orden a su validez conceptual. 2. El propio recurrente sostiene en su impugnación refiriéndose a las obras sociales, que aquéllas "deben sí ejercer una función de contralor de índole técnico-administrativa destinada a asegurar que el afiliado reciba la prestación que requiere", pues resulta impensable que el beneficiario tenga como finalidad requerir que aquella prestación sea defectuosa o como en el caso sea alternativa la calidad de profesional de quién en el sistema de momento la asista. Por otra parte, más allá del incorporación de los profesionales o clínicas prestadoras y de si se cuenta o no en el régimen con un determinado procedimiento de selección, ello no empece a que una vez ingresados, su actividad en el marco de la atención de la salud (con una incuestionable finalidad pública) esté sometida al control de vigilancia que debe cumplimentarse sobre ella, circunstancia que, en el contexto de normas claras, y conforme el contrato que vincula a las partes, O.S.E.C.A.C.-prestadores, torna inequívoca la responsabilidad de la obra social (conf. mi voto en disidencia y en similar sentido en Ac. 58.354, sent. del 21-IV-1998) tal como fue juzgada a su vez en las instancias anteriores. Voto por la negativa. El señor Juez doctor Soria, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Hitters, votó la cuestión planteada también por la afirmativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, por mayoría, corresponde hacer lugar al recurso extraordinario interpuesto y revocar la sentencia impugnada en cuanto confirmó la condena a la Obra Social para Empleados de Comercio y Actividades Civiles; con costas (arts. 68 y 289, C.P.C.C.). El depósito previo efectuado (fs. 695), deberá restituirse al interesado. Notifíquese y devuélvase. LUIS ESTEBAN GENOUD HILDA KOGAN HECTOR NEGRI 688 y EDUARDO JULIO PETTIGIANIEDUARDO NESTOR DE LAZZARI DANIEL FERNANDO SORIA JUAN CARLOS HITTERS CARLOS E. CAMPS Secretario