ALBERTO CASCANTE DÍAZ Escuela de padres y madres – Colegio Santo Tomás - Dominicas EDUCANDO PERSONAS LIBRES EDUCANDO PERSONAS LIBRES (Alberto Cascante Díaz) INTRODUCCIÓN La libertad es un valor clave que se presenta como un anhelo, una necesidad, una conquista. Las campañas de los políticos y las de consumo nos prometen, pero… ¿somos conscientes del alto grado de MANIPULACIÓN al que nos someten? Tomando conciencia de ello, es importante que padres y educadores dirijan sus esfuerzos para enseñar a diferenciar, discernir y analizar el contenido de este tipo de mensajes. DESENFOQUES DE LA LIBERTAD Se habla mucho de “libertad”, pero poco y mal de su sentido y definición. Se trata de un valor que sufre desenfoques. De alguna forma, este valor suele convertirse en algo aprovechado, especialmente por los adolescentes, para reivindicar dosis de libertad que no les corresponde. Distinguimos cuatro desenfoques: Huida del compromiso: La libertad es un valor preposicional: de, con, para. Los jóvenes quieren libertad de… horarios, colegio, etc. En realidad no existe la “libertad con” y la “libertad para”, sino la “libertad con y para”. Esto indica que apunta hacia un SENTIDO. La “libertad con y para” lleva consigo un compromiso con algo o alguien para llevar a cabo un proyecto dotado de sentido y razón de ser. Cuando disponemos de libertad para elegir entre varias opciones, al desechar las no elegidas enriquecemos nuestra propia libertad y la dotamos de sentido. La libertad no tiene límites: Nada ni nadie puede limitarla. Un “yo” sin límites invade el espacio ajeno. La libertad de uno mismo termina donde empieza la de los demás. La libertad es hacer lo que me da la gana: Libertinaje. La libertad solo tiene sentido cuando se emplea para lograr el proyecto para el que hemos sido creados. Hay situaciones en las que no cabe opción posible, en el caso de tener que elegir, son aquellas en las que la libertad no debe usarse para ir en contra de la naturaleza. Padres que retienen la libertad: Los hijos no son propiedad de los padres. Hay padres y madres que no conceden espacio a la libertad de los hijos por entender que son parte de su propiedad (sobreprotección). Es natural que conforme los hijos van creciendo y madurando, ellos mismos van gestionando su vida y libertad. El error, como fuente de aprendizaje, es crucial como herramienta para el crecimiento personal. Un clima de libertad enclaustrada promueve la rebeldía e impide el crecimiento armónico. ALBERTO CASCANTE DÍAZ Escuela de padres y madres – Colegio Santo Tomás - Dominicas EDUCANDO PERSONAS LIBRES ¿QUÉ ES LA LIBERTAD? La LIBERTAD es la capacidad de autodeterminación consciente. Esta definición del pedagogo Abilio de Gregorio, resulta poco clara y algo metafísica. Sin embargo, el propio autor la explica diciendo que se trata de la posibilidad de elegir sabiendo por qué. NO SE ES LIBRE CUANDO… No hay posibilidades de elegir, sino una única dirección. Se toma decisiones a lo loco, de forma irreflexiva. Se está presionado, interna o externamente. SE ES LIBRE CUANDO… No hay presiones (voluntad) Se decide sabiendo por qué (reflexión) Se procede a la educación de la libertad (autoridad) ¿CÓMO SE EDUCA LA LIBERTAD? La libertad es un derecho con el que se nace, pero también es una capacidad y por lo tanto puede desarrollarse y educarse. De la misma manera que nacemos con manos y éstas son adiestradas para hacerles capaces de muchas cosas, la capacidad de la libertad puede ser incrementada y mejorada. ¿Qué pautas podemos seguir para ello? Fortalecer la voluntad: La voluntad es la capacidad de tomar decisiones sin estar sometido a presiones externas o externas. Presiones externas; La MANIPULACIÓN está presente en todos los ámbitos de nuestra vida (política, economía, medios de comunicación, etc…). Se trata de una influencia ejercida sobre las personas con el fin de modificar sus conductas actuando por vía emocional y subconsciente, en vez de hacerlo por la vía reflexiva. Como puede comprobarse, se produce un manejo de las emociones en el proceso manipulador. ¿Cómo hacer frente a la manipulación? o Estando despiertos, atentos, no anestesiados. o Siendo reflexivos y críticos con las modas y corrientes, no aborregados. o Alertando sobre los peligros, códigos y pautas manipuladoras de la publicidad. Esto lleva consigo diferenciar entre necesidad real y artificial, entre la parte seductora e informativa y localizar las falsas asociaciones (imágenes y expresiones que se emplean, deseos y valores que se venden). ALBERTO CASCANTE DÍAZ Escuela de padres y madres – Colegio Santo Tomás - Dominicas EDUCANDO PERSONAS LIBRES Presiones internas; Tendencias, tics, manías, vicios personales… nos impiden muchas veces ejercer libremente nuestra propia voluntad. ¿Cómo hacer frente a las presiones? o Educar en la austeridad. Cuantas más necesidades te creas, más cadenas te atan. Cuanto más se tiene, más se desea. La austeridad no es no tener nada, sino estar contento con lo que se tiene. Esto conlleva distinguir lo importante de lo superfluo. Nuestra obligación como educadores es frenar el consumo y el capricho, de lo contrario el egoísmo y la debilidad se harán sitio en los niños, que a la postre crecerán sin límites e insatisfechos de forma continua. “Los niños tienen antes el juguete que el deseo”. En esta línea no se maneja adecuadamente la voluntad. o Educar en el orden. En el terreno de las preferencias. Si los intereses son dispersos y no hay una jerarquía marcada, no es fácil elegir bien o puede caerse en la indecisión crónica. ¿Cómo educar el orden? Acostumbrando a elegir desde la reflexión; renunciando a algo al escoger; siendo perseverante y no una veleta tras la elección. o Cultivar la disciplina. Poner límites y normas en el espacio y tiempo. Un niño que acepta las normas sabe esperar, no funciona por el “me apetece”, es fuerte. El filialtrado que nuestra sociedad vive (frente al patriarcado y la familia sándwich) dificulta el cultivo de la disciplina. ¿Cómo educar la disciplina? Los niños necesitan saber qué pueden y no pueden hacer. Aprender que poco a poco deben ir tomando responsabilidad de sus actos y que toda acción tiene por lo tanto una consecuencia. Ello les aportará seguridad ya que tendrán una guía para saber cómo actuar. Fortalecer la reflexión: Las decisiones surgidas desde un desequilibrio reflexivo, por defecto o por exceso, merman la libertad. ¿Cómo podemos fortalecer la reflexión? Asegurando la información adecuada. Actuando frente a la manipulación. Dando razones por las decisiones. No actuando por prontos o acaloramientos. Distinguiendo entre emociones, sentimientos y pasiones. Manejar adecuadamente la autoridad: La autoridad de padres y educadores no es enemiga de la libertad, sino un valor necesario que le precede. Cuando los niños – hijos son excesivamente jóvenes, los adultos tomamos las decisiones por ellos, debido a su inmadurez para hacerlo por ellos mismos. Posteriormente, conforme vayan alcanzando mayor grado de madurez, ellos irán tomándolas por si solos. Los padres irán cediendo autoridad de orden por ALBERTO CASCANTE DÍAZ Escuela de padres y madres – Colegio Santo Tomás - Dominicas EDUCANDO PERSONAS LIBRES autoridad de consejo, para no frenar su desarrollo, dándoles la oportunidad de aprender del error.