Nada está perdido Un sistema monetario y financiero alternativo y sano Autora: Susana Martín Belmonte Icaria Editorial. Año 2011 Contraportada Si el mundo está en manos del poder financiero, entonces la democracia es papel mojado. La dominación hoy va acompañada de la excusa de salvarnos de la quiebra. Ante una Teoría económica cómplice del desfalco, este libro se convertirá en una herramienta esencial para entender el mundo actual y las ideas necesarias para transformarlo. A través de una explicación asequible, la autora desentraña las complejidades de la economía y denuncia los falsos principios que, bajo la apariencia de requisitos técnicos por el buen funcionamiento del sistema económico, son en realidad doctrinas opresoras para que las personas autolimiten sus exigencias y expectativas. Este libro de economía para todos los públicos muestra el papel que juegan el dinero y el crédito en el sistema productivo y el mercado, al tiempo que desvela cómo el dinero digital, el abandono del patrón oro e Internet han transformado las bases de los modelos teóricos actuales y los han dejado obsoletos. Como una radiografía del sistema económico donde se ve el esqueleto del poder, este texto ofrece una visión esperanzadora del futuro planteando que el poder del dinero pertenece a la gente. Con el concepto de soberanía financiera ciudadana, formula los derechos de las personas como usuarias de una moneda y participantes en un sistema económico. Y nos revela que el sistema monetario y financiero actual ya no es la única opción posible. Metatags dinero, crisis financiera, Imperativo de crecer, reforma monetaria, sistema financiero, sistema monetario, soberanía financiera ciudadana, R-economía. Contexto Desde que se inició la Gran Recesión en 2008 proliferan las corrientes críticas al sistema capitalista. La mayoría de ellas, aun siendo críticas, no cuestionan sus principios básicos y visualizan como solución a la crisis la vuelta al crecimiento económico, entendido como crecimiento del PIB, con el fin de volver al pleno empleo. Sin embargo, existe una tendencia crítica basada en la propuesta de reforma del sistema monetario y financiero. Esta tendencia tiene distintas ramificaciones, mencionaremos las dos principales. Por un lado están los que constatan que el sistema monetario internacional que surgió de Bretton Woods necesita ser reemplazado. En esta tendencia están distintos economistas, citados por el profesor Guido Montani en un reciente trabajo llamado “Money and Finance as Global Public Goods”. En España, el conocido Estadístico y economista José Manuel Naredo ha defendido recientemente la reforma del sistema monetario mundial, aunque en una línea diferente. Propone la recuperación de algunas propuestas encaminadas a sustituir el dólar como moneda reserva (que actualmente ya no tiene el respaldo del oro) por una moneda respaldada por materias primas. Por otro lado, hay una segunda tendencia que va más allá en la crítica al sistema monetario y plantea que la forma en la que, en la actualidad, el dinero es creado y puesto en circulación (como préstamo a interés) ocasiona una situación en que hay siempre más deuda que dinero para pagarla y esto está en la génesis, no sólo de la crisis financiera, sino de la necesidad de crecimiento permanente del sistema económico y de una desigualdad social creciente. Este libro se inscribe dentro de esta tendencia. Uno de los referentes en esta última corriente es el Finance Innovation Lab de Reino Unido, patrocinado por el WWF y el ICAEW (Colegio Oficial de Contables de Inglaterra y Gales), cuyo propósito es reunir propuestas de reforma monetaria y comunidades dispuestas a experimentar dichas propuestas, generalmente por medio de monedas complementarias o alternativas, en todo el mundo. Este claro propósito de escapar del imperativo del crecimiento económico está suscitando el apoyo de organizaciones que luchan por la preservación del medioambiente como el WWF, que constatan que la necesidad de crecimiento permanente del sistema económico es una de las mayores amenazas para sus fines por el derroche de materias primas, energía y costes externos, como la polución. Algunos pensadores y defensores de este tipo de propuestas son Bernard Lietaer, Thomas Greco, o Jem Bendell. Preguntas y respuestas 1. ¿Cómo definir la situación actual? Estamos ante el saqueo sistemático de quienes participan en la economía real por parte de los que dominan la economía financiera. Las ganancias del sistema financiero se privatizan, en cambio las pérdidas se socializan. 2. ¿Cómo se da ese saqueo? Con el consentimiento de la mayoría de la gente. Muchas personas opinan que en política sólo necesitamos buenos gestores. Sin embargo, no hay nada más político que la economía. 3. ¿En qué se basa el engaño? La mayoría son doctrinas económicas, casi todas se refieren al dinero. Aceptando cimientos perfectamente falsos, se construye la gran mentira: todos somos responsables de lo que ha ocurrido y por ello debemos pagar las consecuencias. Ese todos se refiere al contribuyente medio y a los más desfavorecidos, por supuesto. 4. ¿Algunos ejemplos de principios económicos falsos? Muchos: el dinero es un producto, el tipo de interés es esencial en el sistema económico, el mercado financiero lleva a cabo la asignación de recursos más eficiente posible, el bienestar depende de que no paremos de crecer, necesitamos crear empleo... 5. ¿Cómo se soluciona esto? La verdadera clave consiste en pensar: ¿de quién es en realidad el riesgo financiero? La autorregulación del mercado, la famosa mano invisible, está basada en la responsabilidad individual. Si el riesgo financiero es público, como se está comprobando, en lugar de ser privado como exige la estructura del mercado, el sector financiero no funciona. Por lo tanto la asignación de recursos no es eficiente y hay que buscar un medio de asignación de recursos alternativo, o sea, otro mecanismo para asignar el crédito. 6. ¿Se trata de regular el mercado financiero? No. Se trata de buscar otro mecanismo diferente de asignación de los recursos. Regular el mercado financiero, sin una modificación profunda de sus bases, equivale a decir “aceptamos que en el momento actual las ganancias se privatizan mientras que las pérdidas se socializan, así que lo vamos a solucionar impidiendo que el riesgo financiero sea público”. Pero esto es imposible. 7. ¿Por qué es público el riesgo financiero? Porque la concentración bancaria es imparable y todavía lo es más desde que empezó la crisis. Cada vez hay más entidades demasiado grandes para caer, y eso significa que quien responde cuando fallan es el Estado, o sea, toda la ciudadanía. Esta impunidad hace que sean incontrolables. Además los gobiernos, que actualmente dependen del crecimiento económico para mantenerse en el poder, están dispuestos a aflojar ese control a cambio de tener una posibilidad plausible de crecimiento encima de la mesa. Hace unos meses lo dijo Greenspan: “La desregulación en el pasado, ha obrado maravillas para el crecimiento”. 8. ¿Adónde nos lleva que el riesgo financiero sea público? Una solución es reclamar el derecho de que los criterios mediante los cuales se otorga el crédito sean también decididos por la población, no por los mercados financieros. Es lo que he denominado: Soberanía financiera ciudadana. La capacidad de decisión que deberíamos tener los ciudadanos y no la tenemos porque la tienen los mercados financieros, que son los que ostentan el poder financiero. 9. ¿Se trata de banca pública, de prohibir los mercados financieros? No hay ninguna necesidad de prohibir nada. Se trata sobre todo de habilitar nuevas vías de financiación libres de interés. Los mercados financieros probablemente se quedarían sin clientes, pues habiendo crédito gratis ¿quién va a pagar por él? 10. ¿Por qué libres de interés? Porque el interés es el precio del dinero y la base de la mecánica de asignación de los recursos en la actualidad: comprar y vender el derecho de acceso al dinero. 11. ¿Cuál es el problema del interés? En la actualidad, todo el dinero se crea y se pone en circulación como préstamo a interés. Uno de los resultados de esto es que siempre hay más deuda que dinero para pagarla. Es como el juego de las sillas musicales. Como siempre hay una silla menos que el número de personas que bailan a su alrededor, al parar la música alguien queda de pie y es eliminado. El sistema monetario actual nos hace bailar en este tipo de juego y nadie nos lo ha dicho. Cuando la fase de auge del ciclo económico finaliza, el crédito deja de fluir al sistema económico. Entonces es cuando se pone de manifiesto que no hay suficiente dinero para pagar las deudas. Alguien tiene que perderlo todo para que otros puedan devolver los préstamos anteriores. 12. ¿Qué cambiaría si el sistema económico funcionara sin interés? El cambio sería enorme. La primera consecuencia sería que se acabarían las crisis financieras, pues el proceso que acabo de describir no tendría por qué ocurrir así. En segundo lugar, y por la misma razón, el interés es el principal factor que obliga al crecimiento constante del sistema económico. Sin interés, no estaríamos obligados a que el PIB creciera cada año, aunque siempre tendríamos la opción de hacerlo, si se considerase interesante. 13. ¿Querría el público usar una moneda sin interés? La pregunta sería: ¿está usted dispuesto a no cobrar interés a cambio de no pagarlo? Lógicamente, a esta pregunta, quien tenga una gran fortuna dirá que no y quien no la tenga, dirá que sí. Yo creo que la inmensa mayoría de la gente que vive de su trabajo, tanto empresarios como trabajadores, los implicados en la economía real, querrían, pues son los que crean la riqueza y sin embargo son los grandes perdedores de esta crisis. Y también son mucho más numerosos que los primeros. 14. ¿Es posible asignar recursos sin interés o sin mercados financieros? Por supuesto que sí. Aunque, según la teoría económica ortodoxa, no lo es porque siguen anclados en el pasado, considerando que el interés es una variable fundamental en el sistema económico. Sin embargo, lo único que necesitamos para librarnos del tipo de interés es encontrar otro mecanismo de asignación de los recursos. 15. ¿Qué es lo que ha cambiado, que afecta tanto a la economía? El dinero es lo que más ha cambiado. Por un lado, el abandono del patrón oro, hace 40 años. Por otro lado, el dinero digital: El dinero son anotaciones en cuenta que se crean a discreción, sin respaldo de ningún elemento físico del planeta. La inmensa mayoría del dinero es digital, nominal y está perfectamente informado. Esta es la realidad hoy, pero su conocimiento no está muy extendido, pues si todo el mundo estuviera al corriente, es posible que empezaran a plantearse por qué hay que pagar interés por un bit de información creado a base de pulsar una tecla (con bastante poco criterio, en la actualidad). Estas circunstancias crean todo un mundo de nuevas opciones. Lo que es posible o imposible en economía debe ser reformulado a la luz de estas nuevas realidades, al igual que la teoría económica dominante. 16. ¿En qué se basa para decir que la gente tiene derecho a la soberanía financiera? La economía de mercado se basa en una forma de colaboración humana basada en la división del trabajo y en la empresa privada. Pero, puesto que ninguna empresa puede llegar a existir sin financiación, esta colaboración gira en torno al crédito y a los mecanismos de creación monetaria. En otras palabras, compartir moneda es colaborar. Como usuarios de una moneda deberíamos tener derecho a negociar las condiciones de nuestra participación en esa colaboración, pero los criterios que rigen las decisiones de quién recibe crédito, hasta qué límite, por qué y para qué, determinan una gran parte de las condiciones de esa colaboración. Por eso la gente debería tener derecho a definir esos criterios. 17. ¿Cómo se ejerce la soberanía financiera ciudadana? Una de las opciones es mi propuesta: la R-economía. Se trata de un sistema de dinero digital, libre de interés, basado en un sistema monetario dinámico, cuyo nuevo mecanismo de asignación del crédito consiste en aplicar los criterios elaborados por la ciudadanía, en los que, aparte de cuestiones relativas a la viabilidad de las inversiones, pueden entrar otros criterios sobre qué tipo de inversiones conviene financiar. 18. ¿En qué modelos teóricos se apoya la propuesta? Esta propuesta se basa ante todo en una visión de todo lo que es posible hoy gracias a la tecnología y antes no lo era. Me he fijado sobre todo en que hay circunstancias que, gracias a la tecnología, antes suponían límites que ya no nos afectan. En imaginar como podrían ser las cosas en estas nuevas circunstancias. En lo que ahora es posible y antes no lo era. Aunque he encontrado líneas teóricas que apoyan esta evolución en Marx, Schumpeter y Keynes, sobre todo. 19. ¿Cómo se pone en marcha la R-economía? Lo primero es conocer la realidad. Si preguntas a cualquiera sobre la situación económica actual, mucha gente contestará que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y ahora tenemos que sufrir recortes en el gasto público, bajar los sueldos de los funcionarios, las prestaciones de la Seguridad Social, etc. Pero, pregunta como se crea y se pone en circulación el dinero, y muy pocos te sabrán responder. Teniendo en cuenta que estamos en el cuarto año de una recesión económica sin precedentes causada por una crisis financiera, no parece muy lógico que exista esta laguna en la opinión pública. 20 ¿Qué averiguaría la gente si se informara? Que el poder del dinero nos pertenece, pero ahora mismo vivimos sometidos a la competencia por el capital. El valor del dinero se basa en la capacidad de comprar con él los bienes y servicios que entre todos producimos. Sin esa capacidad, el dinero no vale para nada. Confiamos en los mercados financieros para que asignen los recursos, les dejamos el poder del mundo: una opción claramente mejorable.