NOTAS MENSAJE DESDE UNA ISLA Alberto Sauret* 1 16 Es para mi un honor estar invitado En una de ésas, hace ya unos a esta mesa. Aunque no me parezco cuantos años, cuando apenas comen­ indicado para presentar su obra, zábamos a conocernos, comentó que acepté gustoso la invitación porque siendo muy joven había viaj ado por tengo el privilegio de disfrutar de la primera vez a Europa en barco sin amistad del Doctor Don Carlos de experimentar náuseas. Imprudente­ la Isla. mente entonces le repHqué que, dado En un cuento jasídico recuperado su apellido, seguramente contaba por Martin Buber, un joven invita a con una amplia experiencia náutica su condiscípulo a oír al maestro . prenataL Cuando el otro pregunta: 'de qué ha­ Tengo la manía, mejor dicho, en­ blará' , el primero le responde: 'Eso tre mis manías tengo la de andar ju­ no importa, del maestro aprendernos gando mentalmente con palabras e hasta de cómo se anuda la sandalia'. imágenes. Desde aquel día no he Para mi Don Carlos es un insólito y cesado de imaginarlo procedente de genuino maestro, porque a su lado una isla, habitante de una isla. siempre estarnos aprendiendo. Hoy estamos aquí para comentar trabaj o y estudio sino otras aún más De la perplejidad a la uto­ pía, título que en primer lugar hace pensar en la Guía de perplejos, sustanciosas, dadas sus nutritivas donde Maimónides brinda una me­ Con él he gozado de la fortuna de compartir no sólo mesas de libros, sobremesas -auténticos ágapes, y ágape es amor, mediador entre 10 inmortal y lo perecedero. su libro diación entre la razón y la fe. Para Platón lo ideal no es lo me­ jor, lo ideal es ideal, ejemplar. A la palabra utopía la acuña Tomás Moro * Departamento Académico de Estudios Generales, lTAM. par a titular su famosa y ej emplar obra. Utopía es algo que no existe, NOTAS pero conviene imaginar y desear tituciones. Correlativamente el ideal para proyectar mejor nuestros es­ de sabiduría declinó al de conoci­ fuerzos. A Utopía la imagina Moro como una i sla. Y "e1 lugar ideal para l a miento, para luego descomponerse en información. Hoy, cuando a cualquier ocupa­ utopia -dice De l a Isla- es la Univer­ ción frente a una pantalla se le �la­ sidad, cuyo encargo esencial asigna­ ma trabajo intelectual, y cualquier do por la sociedad sensata es pensar, receta recibe el nombre de teoría, es pensar radicalmente, llevar a l as tópico del antipensamiento acusar de aulas los problemas del mundo para utópicas a las utopías, convictas de someterlos al ( ...) análisis crítico y, impracticables, y condenarlas a un después del j uicio libre y l impio, preventivo confinamiento. construir utopías, inventar solucio­ Aunque el término ' intelectual' nes y, por supuesto, comprometerse comenzaría a difundirse en la Euro­ con ellas". pa de fines del siglo pas ado, la labor Todo sistema político requiere de subversiva y liberadora de la crítica andamios imaginarios que lo susten­ a las instituciones que detenían el ten, por eso el papel de los intelec­ poder se remonta a Sócrates. tuales síempreha estado ligado a l as relaciones entre saber y poder, pen­ samiento y acción, teoría y práctica, - realidad y utopía. La Universidad nació hace siete Hoy sofistas, merc enarios y vedettes pueblan la fauna clonada en los laboratorios de ingeniería gené­ tica mental en que han devenido las universidades (algunas) . Ante esta siglos y entonces no era asimilable 'prostitución de los intelectuales ' , a campus, laboratorios o profesio­ con vocación socrática reacciona De nes. La institución universitaria es la Isla: ideal, una comunidad de destino, una tarismo es el poder de la razón, el congregación de inteligencia y vo­ poder moral de la Universidad. De luntades en la tarea de conocer, de ahí que sea tan importante que pensar, de imaginar. conserve su autonomía, su indepen­ por principio y por origen un ente "La gran defensa contra el totali­ Desde entonces las vicisitudes dencia y sobre todo su dignidad, es padecidas por la Universidad han decir, su conciencia crítica inconta­ corrido par� as con las sufridas por minada p ara juzgar a los demás el hombre de pensamiento, ambos poderes. Y es necesario decir que víctimas del mismo proceso despe­ muchas universidades nO han con­ dazador de términos, personas e ins- servado esta independencia ni esa 1 17 NOTAS dignidad que otorga la autoridad moral parajuzgar; más aún, algunas bio. Y estas personas son un estorbo universidades en el mundo entero se para los sistemas establecidos y para han convertido en parte de la estruc­ los poderes que los manej an." han dej ado de ser Universidades." porque el poder de los intelectuales tura política o económica, es decir, Sí, ' dificultad, gran dificultad . . . ' Es decir: todavía sí, pero siempre orgánicos, administradores de las ver­ no. Ya no, pero siempre sí. Banali­ dades oficiales desde las aulas, es dad de los límites; ¡abajo la tiranía mínimo comparado con la influencia binaria! : Cuando la universidad ins­ social descerebrante que ej ercen fi­ trumental reemplaza a la universi­ guras con omnipresencia mediática, dad fundamental, la universidad como el periodista de opinión, el realmente existente sobrevive con político profesional y otros demago­ calidad virtual. gos, auténticos guardianes de la co­ Contra el simulacro niliilista de 1 18 samiento crítico, sin temor al cam­ rrección terminológica. una permanencia puramente fantas­ Según el B anco Mundial, Améri­ magórica, paradójicamente el princi­ ca Latina es la región con el mayor pio de utopía es el refugio del prin­ grado de desigualdad planetaria, cipio de realidad. donde durante las dos últimas déca­ Buscando esclarecer las relacio­ das las personas que no pueden satis­ nes de necesidad entre Universidad facer sus necesidades básicas se han y Democracia, los interlocutores de más que duplicado, alcanzando la De la Isla son tanto los perplejos cota histórica de 270 millones, sin como los fabricantes de perplejidad. embargo se nos sigue designando Es muy grave que la Universidad con la deformación técnica doctrina­ renuncie a la misión de dirigir la ria de 'países en vías de desarrollo' . sociedad; pero más grave aún resul­ En América Latina, con o sin elec­ ta cuando ha perdido la cabeza, y la ciones, el capitalismo es antide­ dirige mecánica e irreflexivamente, mocrático: la mayoría de la gente cuando es incapaz de pensarse a sí misma en su responsabilidad forma­ dora y rectora. Dice De la Isla: "Aquí utopía en­ sobremuere presa de la necesidad y la violencia; pero los especialistas la evalúan como más rica y estable que nunca. Nunca, por cierto, ha sido traña dificultad y esperanza: dificul­ tan sangrienta la contradicción en­ tad, gran dificultad, porque la utopía tre democracia política y dictadura educativa formaría personas con social. Democracia real exige eco­ imaginación, creatividad, fuerte pen- nomía en beneficio de las mayorías. NOTAS Si no se reconocen las relaciones otra imposición del FML Mientras causales entre opulencia e inanición que conferir mayor flexibilidad al se ha perdido eljuicio, la capacidad mercado laboral, en buen romanc e de ver, no se vive en el mundo real. podría traducirse como: quién sabe Pero al arquetipo de nuestras de­ si mañana todavía tendremos trabajo. mocracias virtuales lo hallamos en las Naciones Unidas, donde el po­ Con el mismo estilo me explica­ ban en el banco que, contrariamente der de veto arrolla al poder del voto, a mis temores, no estoy endrogado y el autodenominado Consejo de sino que me he convertido en inver­ Seguridad, constituido por los ma­ sionista, dado que he firmado docu­ yores mercaderes de armas, decide mentos por mi deuda en UDIS, que la geografía, duración e intensidad técnicamente son ' unidades de in­ de las guerras. versión' . La función del doble discurso y en un orden menor, pero no en ' t écni c o ' instrumentado por los inocencia, se nos prescribe 'prohibi­ especialistas es sabotear la comuni­ do circular con sus carcachas repro­ cación interpersonal, minar el senti­ badas por no ameritar un flamante do común escamoteando palabras cero ' , con un amable "hoy descan­ comprensibles, compartidas, y, en san el 5 y el 6". O se nos exime de consecuencia, imposibilitar el enten­ los antipáticos pagos, invitándo­ dimiento de lo que pasa en el mundo senos a que, según calendario, efec­ y de cómo funcionan nuestras socie­ tuemos nuestras oportunas ' exhibi­ dades. ciones' . Así, ' globalización' es la nueva En este auténtico reino del revés, presentación preservativa de un sis­ utopía es denuncia y anuncio de un tema basado en la explotación del mundo más derecho, más claro, más prójimo y el extermino de la natura­ neto. Cuando las palabras insidios a­ leza, donde la catástrofe ecológica mente institucionalizan la vergonzo­ y el cotidiano exterminio silencioso sa negación de su significado, en la de millones de pobres sin rating, se utopía yacen las reservas de verdad aluden con un término que haria y de honradez. morir nuevamente de envidia a los Una de las dictaduras más perti­ filisteos literales: 'extemalidades ne­ naces de nuestro siglo es la de la gativas'. teoría económica como paradigma Por el mismo procedimiento, ' li­ ideológico dominante de las ciencias la economía significa obediencia a ramplona especulación sobre costos beralización' de un nuevo sector de sociales . Cuando la política deriva 1 19 NOTAS y beneficios, la sociedad queda redu­ cida a mercado y los hombres repar­ del capitalismo quedó excluida de tidos entre mercaderes y mercancías. toda teoría, debe reintegrarse na sólo Y en espera del derrame compen­ como elemento de valoración sino sador, de la discreta mano invisible también de explicación de 10 social que regule el grifo del maná, aquí humano. nos vemos entre salpicados por la " La utopía germina con frescura y casi ciego atrevimiento allí donde culpa y chorreados por la mugre. Opina Maurice Allais, premio el espacio de la vida humana queda Nobel de economía en 1 98 8 : "La tan estrecho que necesita ser amplia­ teoria económica de los últimos 45 do, imaginado, creado", dice De la años es una sucesión de tesis dog­ Isla. Lo cual me hace pensar en el máticas, irrealistas, abandonadas personaj e de Don Alonso Quij ano, una después de otras, un conjunto de perpl�o ante un mundo comnovido puros sofismas basados en modelos en sus valores a instancias de la matemáticos irrealizables, incapaces modernidad, y utópico en la aventu­ de prever y menos de explicar." ra de desfacer sus entuertos. Para De El criterio de distribución del pre­ 120 La ética, que con el advenimiento la Isla, decíamos, la utopía es crea­ mio Nobel de economía no valora ción que germina con frescura, no el aporte teórico sino el inge!lio téc­ aplicación de fórmulas; a propósito nico destinado a la mej or organiza­ Don Quij ate tan sólo es ingenioso, ción empresarial y a la obtención no llega a ingeniero. del mayor beneficio en la gran em­ El ideal de democracia no es el presa privada. De las 1 00 economías de un fin acabado, sino el del medio más poderosas, 5 1 no pertenecen a por el cual la gente descubre y ma­ países sino a corporaciones transna­ nifiesta sus derechos humanos fun­ cionales. damentales. Es tarea de la Universidad de No acepto la figura de Don Qui­ nuestro tiempo que el pensamiento j ote como imagen del fracaso, como económico dej e de pertenecer en la interpreta Kundera; porque sería exclusividad al universo conceptual como si hubieran fracasado Sócrates capitalista, porque de la recupe­ Y Cristo. (Claro, ajuzgar por el caso ración de valores excluidos por el que les hacemos, el prestigio � em­ cálculo econométrico dependen no pIar de ambos se halla un poco de­ sólo las posibilidades de una vida valuado; pero inevitabl emente se más variada e interesante, sino de la nos aparecen en l a utopía más mo- supervivencia sin más. NOTAS desta que consigue colarse a nues­ cimientos y elogios, como Uds. po­ tro escepticismo.) drán comprobarlo, de entrada no Divinos, humanos, literarios, todos más en su libro. Mas cabe una ex­ son símbolos que sobreviven victo­ plicación que 10 excusa: Don Carlos riosos por encima de su muerte in­ dividual. Después de ellos sabemos es un fundamentalista de la genero­ sidad y un fanático de los amigos. que la vida puede ser mej or, y que Por último, la imagen en su esta­ en parte depende de nuestra audacia do actual: Imagino al Doctor en la para soñar. Y para despertar. playa de su utópica isla lanzando Sócrates ha sido nuestro gran mensajes -en botellas vacías que le maestro de la confrontación verbal facilitamos los amigos- para todos como método de pensar en conjun­ los náufragos, perplejos que se atre­ to, para la búsqueda de la verdad y van a salvarse compartiendo sus sue­ para el acuerdo democrático, pero ños de verdad y de justicia. nuestra civilización de la imagen en tiempo real parece alejarse cada vez más del tiempo filosófico de la con­ troversia coloquial. Sócrates rechazó la escritura: pa­ labra disecada, diferida, irrefutable. Quizá por su espíritu polémico, de­ mocrático y libertario Don Carlos de la Isla, como dice en su primera pá­ gina, tampoco ha querido convertir­ se en hombre de letras. Me consta que, como pocos, es hombre de pa­ labra, es decir, de hechos. El más digno que he conocido en este ben­ dito país. Pero no todas han de ser pondera­ ciones favorables para este hombre, que también tiene su lado oscuro. Su libro, como su persona, adolece de faltas graves y recurrentes. Todo 10 que exhibe de ecuánime y discreto lo contrasta con arbitrariedad y des­ mesura a la hora de prodigar recono- 121