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La escucha en la pareja
por Luciana Stiglich.
Hay una gran diferencia entre oír y escuchar: oír proviene de la utilización de nuestro sentido del oído, escuchar se hace con todo el cuerpo. Cuando nos dicen algo, la comunicación verbal que captamos a través del oído es solo el 7% del total de la comunicación que recibimos. El resto corresponde a la comunicación no verbal (ejm.: gestos) y para verbal (ejm.: sonidos guturales). Es por eso que una persona con sordera, puede perfectamente escuchar lo que le decimos, ya que percibimos con todos nuestros sentidos, es decir, con todo el cuerpo. En conflictos de pareja que involucran discusiones crónicas es importante tener en cuenta que una discusión fuerte suele activar en los hombres la respuesta de "lucha o huida", la misma reacción instintiva que surgía en ellos cuando eran nómades y se veían amenazados por leones. La amenaza moderna ha pasado de ser el león hambriento que se encuentra al asecho, a la enamorada, novia o esposa molesta. Cuando ella se acerca a él mostrando los dientes con actitud crítica o iracunda, el cuerpo de él percibe que hay peligro e involuntariamente su sistema nervioso autónomo se prepara para la respuesta de "lucha o huida". Como la mayoría de hombres no lucha con su pareja, eligen huir. Existen tres maneras en las que los hombres huyen del conflicto: 1. Huida física: el hombre huye de la habitación o la casa donde sucede el conflicto, se esconde en su oficina o evita volver a casa. 2. Huida mental: el hombre se vuelve ciego, sordo y mudo, ensimismado en su celular, IPad, geniograma o libro. 3. Huida verbal: el hombre se justifica, responde con excusas o se defiende para huir de la responsabilidad. Como las mujeres no sabemos que estas conductas de huida se deben a una programación biológica primitiva, creemos que el hombre huye porque no se preocupa lo suficiente por nosotras (no le importamos, no nos quiere) como para resolver el conflicto. El sentirnos heridas se convierte en rabia que expresamos con intensidad, es decir, echamos más leña al fuego, que alimenta la respuesta biológica de huida de nuestra pareja y nos engancha en una espiral interminable de conflicto. ¿De qué manera expresamos esta ira? •
Guerra abierta: Se refiere a las tácticas para generar daño intencionado o "hacer pagar" a la otra persona, e incluyen los insultos verbales, difamación o ataques al carácter del otro, los "yo te dije", el sacar en cara historias pasadas, y todo tipo de bofetadas (desde las que ocurren en sentido figurado hasta las físicas). •
Guerra encubierta: Se refiere a conductas sutiles como la ley del hielo, actitudes pasivo-­‐agresivas (llegar tarde, olvidarse de, no hacer), remover emociones intencionadamente, entre otras. José del Llano Zapata, Miraflores ~ www.InnerHealers.com ~ 667.6084 / 981.460.912
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A pesar de la satisfacción que podemos sentir cuando echamos la culpa al otro, todas estas conductas son trampas para una relación, pues si bien en el momento nos sentimos mejor, a la larga nos sentiremos mal viendo cómo nuestra relación se ve afectada negativamente. Para experimentar una relación armoniosa necesitamos identificar estas trampas y zanjarlas voluntariamente. Así como podemos controlarnos frente a un jefe en el trabajo, filtrando nuestras emociones a través de la mente, podemos también ejercer nuestra auto-­‐disciplina frente a nuestra pareja. Podemos elegir hablar con nuestra pareja de manera que todo aquello que digamos (incluso el expresar nuestra tristeza o incomodidad) sea de manera beneficiosa y constructiva para la relación. ¿De qué manera podemos mejorar nuestra escucha? Primero que nada, es importante identificar las tres conductas que ocurren cuando no estamos escuchando: 1. Nos defendemos. 2. Justificamos. 3. Dirigimos nuestra culpa hacia el otro. Por ejemplo: él olvidó nuestro aniversario. 1. Se defiende: Tuve una buena razón para olvidarlo. 2. Se justifica: Estuve sacando las cuentas de la tarjeta de crédito y olvidé mirar el calendario. 3. Nos culpa: Tú siempre olvidas el cumpleaños de mi madre. Si su respuesta ronda cualquiera de estas tres, se siente amenazado y no nos está escuchando. Si es desproporcionada, probablemente está asociando el hecho con un hecho anterior. En lugar de explotar en ira, lo que debemos hacer si queremos ser escuchadas es invertir los roles y escuchar primero (está bien, si lo haces luego te tocará ser escuchada). La escucha incluye: •
Atender •
Entender Un par de maneras de lograr escuchar (atender y entender) sería a través de preguntas que nos permitan aclarar nuestra mente para ponernos en sus zapatos/percibir desde su mapa de la situación y así lograr empatía. 1. Preguntarle con voz tranquila, mirándolo a los ojos, mostrando genuino interés en darle toda nuestra atención y entender cómo se siente: ¿cuál razón José del Llano Zapata, Miraflores ~ www.InnerHealers.com ~ 667.6084 / 981.460.912
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específicamente? ¿cómo el sacar las cuentas hizo que olvidaras mirar el calendario? ¿siempre lo olvido? 2. Preguntar utilizando las palabras que él usó para expresarse ¿cómo te sientes cuando olvido el cumpleaños de tu madre? Si ninguna de estas dos maneras genera empatía en ti, intenta relacionar una de sus respuestas más que con el hecho ocurrido, con alguna situación similar que te haya ocurrido a ti, donde hayas tenido dificultad para resolverla. Una vez lograda la empatía (cuando él se sienta escuchado), prueben cambiar roles. Está bien si es difícil al comienzo, la práctica y perseverancia generará la auto-­‐disciplina y empatía en ambos. Una cosa más a tomar en cuenta: En nuestra sociedad, los hombres son educados para evitar el contacto con sus emociones, al punto que está mal visto ver a un hombre llorar. Nosotras estamos más acostumbradas a reconocer y expresar lo que sentimos, por lo que ante una expresión de emocionalidad nuestra, él puede sentirse incómodo o desorientado, sin saber qué es lo que necesitamos para sentirnos mejor. Él quiere escucharnos, pero no sabe cómo. Quizá nos traiga un regalo o quiera abrazarnos. Es importante para la relación que hagamos algo así: Tómalo de la mano, míralo fijamente y dile: "entiendo que quieres que me sienta mejor. Lo que necesito en este momento es que me escuches. Antes que interrumpirme o decirme qué debo hacer, solo escúchame." Escuchar es un talento que todos tenemos y como todo talento, está en la práctica el perfeccionarlo. (Tema desarrollado para entrevista en el programa Bien por Casa de TV Perú) José del Llano Zapata, Miraflores ~ www.InnerHealers.com ~ 667.6084 / 981.460.912
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