REPERCUSIONES INFLACIONARIAS Y CREDITICIAS DE LA POLÍTICA CAMBIARIA 1. La política cambiaria de todo país es el resultado de condicionamientos legales, económico-financieros y monetarios fundamentalmente, más allá de los demás imperativos técnicos (económicos y extra-económicos) así como psicosociales de toda moneda, sin subestimar para nada estos últimos. 2. La globalización de la economía es más intensa que nunca, lo que da un peso maýusculo a los factores externos, tanto mundiales como regionales. 2.1. Algunas empresas de gran porte y entidades de solvencia y de gran liderazgo en los Estados Unidos de Norteamérica y en Europa han entrado en crisis de pago en el último quinqueno; otras tuvieron que aumentar sus provisiones y disminuir sus ganancias a consecuencias de la misma. En el sector público, el déficit fiscal y el alto endeudamiento así como a nivel nacional bajas tasas de crecimiento o de estancamiento rspectivamente en ambos megabloques económicos han puesto de manifiesto la existencia y consolidación de una gigantesca crisis global, la mayor en varias décadas. 2.2. Por otro lado, el mega-déficit en la balanza comercial internacional así como en las cuentas fiscales de la mayor economía del mundo, la de los EEUU, la han colocado en severas dificultades macro-económicas en su posicionamiento mundial de nación lider en los últimos meses. Algo similar pero diferente a la vez, está ocurriendo con la Zona Euro, con el riesgo de fragmentación prolongada o de desarticulación permanente, por lo menos en algunos países, con serios riesgos de que la crisis se expanda por todo el Viejo Continente, amenazando la misma existencia de la moneda única, el Euro. 3. En la región, Brasil, de indiscutible liderazgo, lleva algunos años de crecimiento sólo moderado, pero con posición macro-económica consolidada como la 6ª nación más poderosa del mundo, in crescendo, con probabilidades de alcanzar posiciones aún más altas en los próximos años, de acuerdo con el ortodoxo ranking mundial del producto interno bruto PIB de cada país. Argentina, la segunda mayor economía en la región, pero de procesos económicos parcialmente confusos y hasta contradictorios, ha tomado ciertamente sendas de alto crecimiento en el PIB en los últimos años, aunque con desempeño también sólo modestos en los últimos meses. En entredicho 1 entre propios y extraños sobre la veracidad de los datos oficiales, queda siempre un margen de duda acerca de la magnitud de sus variables macroeconómicas clave. 4. En Paraguay, la economía más abierta del MERCOSUR, la importancia de los factores externos en general así como regionales en particular es extraordinaria. Tanto es así que la tendencia a la subvaloración de la moneda norteamericana así como la relativa sobrevaloración de ciertas monedas regionales, como el real brasileño (también ya en proceso de devaluación en los últimos meses), ejercen sobre el guaraní una influencia significativamente grande. 5. Pero independientemente de tales influencias externas sobre nuestra economía mediterránea, adquieren preeminencia en la articulación del valor del guaraní en especial los factores internos, dentro de ellos predominantemente los económicos y entre estos últimos la sobreabundancia de dólares en el mercado local por varias razones. Pero en especial por el desempeño extraordinariamente positivo de la exportación de ciertos productos agropecuarios (sobre todo soja y carne vacuna) en los últimos años, por los ingentes ingresos de divisas de las binacionales Itaipú y Yacyretá así como por la masiva afluencia de remesas de trabajadores paraguayos en el exterior, en ayuda de sus familias locales; 6. El dólar norteamericano, como cualquier moneda, es sensible al comportamiento de la oferta y de la demanda. Una oferta extraordinariamente grande (abundancia de dólares en el mercado local) conlleva necesariamente el debitamiento en el valor de dicha moneda y, por contrapartida, el fortalecimiento del guaraní. 7. Aparte de las mencionadas razones técnicas, esto del “umbral psicológico” es también, como su nombre lo indica, una cuestión subjetiva. La cotización de la moneda es así producto múltiple de aquellos y otros imperativos técnicos y de la percepción de las condiciones reales así como de la expectativa de los agentes económicos. 8. La política cambiaria del Banco Central del Paraguay BCP puede atenuar o agravar las mencionadas condiciones anteriores. Depende de sus condicionamientos legales así como de la filosofía práctica del Directorio del BCP de intervenir o no en el mercado cambiario y en qué medida. 2 9. La compra de dólares implica la inyección de guaraníes en el mercado local por el monto cambiado. Por lo tanto, una masiva compra de US$ significaría un aumento extraordinario de oferta monetaria local en guaraníes, cuyo efecto lateral es el fomento de la inflación. 10.El efecto natural del incremento en las tasas de interés de las letras o instrumentos de regulación monetaria LRM o IRM es el aumento del stock de depósitos de las entidades financieras en el Banco Central, cuyo resultado es contractivo en términos de política monetaria. 11. La política restrictiva del BCP con los instrumentos de regulación monetaria IRM para compensar los efectos inflacionarios de la compra de dólares ha tenido por consecuencia el relativo encarecimiento de los créditos en general o que los mismos no hayan disminuido en su costo en la magnitud y en la celeridad con que hubiese ocurrido si dicha compra masiva de divisas no hubiera tenido lugar. 12.El relativo encarecimiento de los créditos es una severa restricción al acceso de los mismos por parte del aparato productivo, dificultando su existencia competitiva a consecuencias de esta situación, o la lentitud en el abaratamiento relativo de los mismos le resta posibilidades de mejorar su competividad. Esto perjudica sobremanera a las pequeñas y medianas empresas PyMEs, ya que las grandes y las transnacionales no suelen tener mayores dificultades de financiamiento. 13.Todo esto es un típico “conflicto de objetivos”. He aquí una reflexión didáctica: 13.1. Supongamos que ahora, para supuestamente evitar un debilitamiento aún mayor de la moneda norteamericana o un encarecimiento aún mayor del guaraní, el BCP volviese a comprar masivamente dólares en forma permanente. Esta compra implicaría nuevamente una gran inyección de guaraníes que aumentaría el circulante, lo que conduciría a mayor inflación. 13.2. Para combatirla, el BCP incrementaría las tasas de interés de las letras de regulación monetaria, con lo que una cantidad mayor de disponibilidades en guaraníes se depositaría en el BCP. 3 13.3. Esto a su vez enrarecería notoriamente el crédito local, que perjudicaría el aparato de producción, y dentro de éste sobre todo a las PyMEs, al volver su financiación más onerosa. 13.4. A consecuencia de esto, podría aumentar su stock de mercaderías y sus costos relativos, colocándolo/las en una difícil situación competitiva. Su resultado podría ser racionalización de costos, y dentro de ella ahorro en mano de obra, así como un eventual cierre de departamentos o de la misma empresa. 14.Por otro lado, la política cambiaria, crediticia y monetaria deben ser armonizadas también con la política fiscal (política de ingresos públicos, tributarios y no tributarios versus política de egresos públicos, corrientes y de capital) y con la política de la balanza de pagos internacionales. La armonización de las mismas debe estar a cargo no solamente de las instancias públicas afectadas (Ministerio de Hacienda y Banco Central), que obviamente pueden entrar en conflicto, sino también monitoreadas desde una instancia superior, que puede ser el Gabinete Económico o la Presidencia de la República. No tendría sentido, por ejemplo, que el Poder Ejecutivo decida una política restrictiva en aras del control de la inflación y del tipo de cambio y que el Banco Central la aplicase pero el Ministerio de Hacienda no, o viceversa. Por eso, una sola y férrea conducción al máximo nivel administrativo es sine qua non. 15.Toda cotización del tipo de cambio, ya sea alta o baja, tiene sus aspectos tanto positivos como negativos. A un nivel determinado, ciertos sectores de producción, empresas y productos pueden verse favorecidos, así como simultáneamente otros sectores, empresas y productos, perjudicados. Los tomadores de decisión en materia de política económica nunca podrán, al mismo tiempo, dar el gusto a todos los sectores, empresas y productos involucrados, aunque se propongan. Por eso, toda política económica está preñada de “conflictos de objetivos”: a veces es la inflación versus el empleo; otras es la sobrevaloración de la moneda local versus créditos blandos en guaraníes, etc. 16.En el caso particular que se analiza, los sectores perjudicados por el debilitamiento del dólar son los exportadores, vale decir las agro4 industrias y los establecimientos rurales que producen productos de exportación así como todos los subsectores vinculados a ellos, es decir los proveedores, los pequeños, medianos y grandes productores, etc.. 17.En contrapartida, se benefician los sectores importadores, y todos los subsectores vinculados, así como los consumidores cuando les llegan los beneficios de productos importados de consumo básico a menor precio debido al guaraní sobrevaluado. Por otro lado, determinados sectores públicos y empresas estatales en este caso se ven beneficiados también. Así mismo, el servicio de la deuda pública en dólares (pagos de capital e intereses) se vuelve más barato. Las compras de combustibles de PETROPAR. 18.En materia de factores psico-sociales, conviene poner énfasis en la necesidad de crear un ambiente de calma en torno al presente y al futuro inmediato. Esto es clave, también y sobre todo en política monetaria y cambiaria. De lo contrario, si la sensación térmica del problema termina siendo peor que la realidad-real, muy fácilmente se pueden perder las riendas de la inflación y del tipo de cambio. En condiciones de incertidumbre y/o de pesimismo, puede aumentar la velocidad circulatoria del dinero por encima de los normales imperativos técnicos de la oferta monetaria versus la producción, lo que obviamente aumentaría la inflación por encima de su nivel natural. Lo mismo puede decirse del tipo de cambio. La impresión generalizada de que el Banco Central dejará de intervenir en el mercado cambiario, comprando –como antes lo hacía- masivamente dólares, puede conducir a que los tenedores de recursos en moneda norteamericana se desprendan de ella, debilitándose así aún más. Por eso es importante que, manteniendo las tendencias del mercado, el BCP no deje lugar a dudas de que acompañará la cotización, atenuando las oscilaciones abruptas del tipo de cambio y volviéndolo asi más previsible. 19.Todos estos factores a su vez tienen condicionamientos legales, dentro de los cuales deben enmarcar su acción los Poderes del Estado en general, el Poder Ejecutivo y el Gabinete Económico en particular así como el Banco Central del Paraguay BCP en concreto. 20.Por expreso mandato de la Constitución Nacional, artículo 285, el BCP debe velar por la estabilidad monetaria. La Banca Central del Estado, en carácter de organismo técnico, “tiene la exclusividad de la emisión monetaria 5 y, conforme con los objetivos de la política económica del Gobierno Nacional, participa con los demás organismos técnicos del Estado en la formulación de la política crediticia y cambiaria, siendo responsable de su ejecución y desarrollo, preservando la estabilidad monetaria”. 21. Y en su misma Carta Orgánica, segundo párrafo del artículo 50 “Operaciones del Mercado Libre de Cambios”, se establece que “El Banco Central del Paraguay operará en el mercado cambiario para asegurar su funcionamiento normal, competivivo y equilibrado, respetando las tendencias fundamentales de la oferta y demanda de moneda extranjera. Las operaciones de compra-venta de moneda extranjera por el Banco Central del Paraguay tendrán por objetivo atenuar los efectos de las fluctuaciones estacionales de la oferta y la demanda así como de contrarrestar los movimientos erráticos de capital y las maniobras especulativas que pudieran perturbar el mercado o el nivel del tipo de cambio”. 22. Más allá de estos expresos mandatos constitucionales y legales, también por razones de orden ético, económico-financiero y social las autoridades administrativas harían bien en articular y mantener la visión del interés general de la Nación. El bien común se encuentra por encima de los intereses sectoriales, cuya articulación vía lobby en defensa de sus propios intereses, sin embargo, es también legítima. No obstante, una vez oídas y analizadas todas las partes involucradas, los Poderes del Estado y sus organismos administradores deben permanecer fieles a tales mandatos constitucionales y legales así como a los mencionados imperativos técnicos, por encima de intereses particulares. Dr. Ricardo Rodríguez Silvero Asunción, 1º de febrero de 2013 6