En forma preliminar, considero necesario aclarar que, dado el escaso tiempo de entrada en vigencia del actual Código Civil y Comercial de la Nación Argentina, todas las reflexiones a las que podamos arribar a la luz de la letra del mismo, resultan provisionales atento que seguramente se irán enriqueciendo mediante la labor de los jueces y demás operadores del derecho. Por otra parte, se valora positivamente que la reforma haya volcado los lineamientos de los Tratados sobre Derechos Humanos de manera expresa, otorgando a dichos instrumentos internaciones un rol mucha más activo en la interpretación y decisión de los casos que el nuevo Código Civil y Comercial regula, ya sean estos concernientes a relaciones o situaciones jurídicas internas o internacionales. En lo referente al contrato internacional de consumo cabe ponderar como acertada la inclusión de su regulación en el nuevo código, ubicándose en pos de la protección internacional del consumidor, atendiendo a la posición de desequilibrio entre ambas partes de la relación jurídica entendiendo que quien se encuentra en una situación más desfavorable es el consumidor. Por tal motivo, es que en materia de Jurisdicción Internacional se ha recurrido a la utilización de una gran cantidad de conexiones disponibles todas ellas a elección del consumidor, a efectos de otorgar mayores posibilidades de acceso a la misma, y por otra parte, limitando dicha posibilidad al proveedor o prestador. En lo que respecta al derecho aplicable, considero que en este aspecto, se ha morigerado dicha protección, al realizar el Artículo 2655 la distinción entre consumidor pasivo y activo, siendo el primero el que ha sido objeto de mayor protección, al establecerse el sistema domiciliario para determinar la ley aplicable al contrato, mientras que en el supuesto del consumidor activo, se ha recurrido a los puntos de conexión convencionales, siguiendo el ejecucionista y subsidiariamente el celebracionismo. Estimo que la norma muestra cierta rigidez, en lo que respecta al encuadre de las situaciones que quedarán sometidas a los incisos a) a d), lo que podría resultar problemático para aquel consumidor que no se encuentre inmerso en alguno de los supuestos mencionados, atento la amplia casuística que este tipo de contratación presenta en la realidad. 7.- Referencias Bibliográficas BOGGIANO, Antonio: “Derecho Internacional Privado” Ed. Abeledo-Perrot, 1991, T. II. 3º edición. 245