Bordes urbanos metropolitanos, emergencias territoriales en Venezuela Nubis PULIDO. Profesora Titular del Instituto de Geografía y Conservación de Recursos Naturales, Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela La nueva cuestión urbana La expansión metropolitana -en América Latina- ha adquirido una dinámica particular que difiere de la de mediados del siglo pasado Mientras que las tasas de crecimiento de las ciudades mas grandes se han desacelerado en las últimas décadas, las aglomeraciones metropolitanas continúan creciendo Las aglomeraciones metropolitanas abarcan un amplio espacio ocupado por al menos una ciudad principal y sus áreas aledañas (es decir, sus bordes), dentro de las cuales varias comunidades vecinas, que en el pasado registraron grados variables de autonomía –pueblos y zonas rurales- y hoy se encuentran relacionadas económica, social y culturalmente con el núcleo central, junto con una serie de nuevos desarrollos dentro del sistema metropolitano cada vez más amplio, diverso y complejo La metropolización En estas áreas de borde, se encuentra una mezcla de usos del suelo: agricultura tradicional al lado de áreas residenciales para diferentes estratos socioeconómicos de la población (condominios cerrados exclusivos, barrios pobres), parques industriales, desarrollos corporativos, sitios de recreación y otros desarrollos suburbanos Este proceso de ampliación de las áreas de borde de los territorios metropolitanos constituye uno de los rasgos más sobresalientes del proceso de urbanización en Venezuela El hecho periurbano Las áreas de borde urbano, o periféricas, cubren el 24% del territorio de Bélgica y el 20% de su población; 36% de la tierra en el Reino Unido y el 26% de su población y el 40% del territorio holandés y el 23% de la población (Caruso, 2002) En Francia, según el mapa de zonificación de las áreas urbanas y rurales (INSEE, 1994) existen tres categorías de zonas suburbanas : El periurbano del espacio predominantemente urbano (municipios periurbanos de las áreas urbanas) que concierne al 16% de la población francesa y casi el 30% de los municipios del país; El periurbano de las zonas predominantemente rurales (comunas periurbanas de las áreas de empleo de las zonas rurales), incluye el 0.4% de la población, en 2,5% de los municipios; El periurbano multipolarizado (municipios urbanos multi- polarizados ), que representa el 5 % de la población y poco más de 11 % de las municipios franceses Cuestion de definicion. Los llamados bordes Usualmente se llama periurbanización a ese proceso de ampliación, dilución u ocurrencia de esa especie de borde o de “otra ciudad”, en las zonas rurales periféricas cada vez más alejadas de los centros de las aglomeraciones urbanas Este fenómeno, universal es designado según los lugares y las épocas por otros términos (sprawl, suburbia, rururbanización, suburbanización, exurbia, exópolis, contraurbanización, yuxtaposición de espacios, de zonas de transición o interfase, de zonas de hibridación) parece constituir una etapa más avanzada del proceso de urbanización en general Relocalización de las actividades económicas, industriales, comerciales y de servicios Sedes corporativas y oficinas centrales de grandes empresas han encontrado amplias ventajas en estos emplazamientos En ese mismo sentido, diversos servicios de salud, educación, administración pública y privada, algunos desarrollos comerciales, grandes superficies, malls, shopping-centers, nuevos artefactos urbanos, franquicias, servicios turísticos y otro tipo de comercios modernos, secundaron la movilidad de las familias de ingresos medios y altos hacia los bordes. También algunos equipamientos que necesitan espacios amplios, como los aeropuertos, cementerios, hospitales, áreas deportivas y universidades. Persistencia de usos rurales del suelo Sustitución de usos menos rentables —en particular, los usos agrícolas tradicionales y los de conservación— por usos del suelo típicamente urbanos La especulación, venta y ocupación ilegal de los terrenos con fines urbanos, junto con la falta de controles o regulaciones en el uso de la tierra, ha disminuido la superficie dedicada a los cultivos en estos espacios Algunos remanentes se combinan con los nuevos desarrollos urbanos, con fines especulativos o imágenes de fondo de un paisaje requerido para nuevos fines (el ecoturismo, por ejemplo) y, por último, aunque de forma decreciente, persisten algunas parcelas agrícolas tradicionales Áreas de protección Las áreas de protección y conservación han sido una práctica común para preservar los bosques y el patrimonio natural ante el avance de los cultivos y el crecimiento urbano Las experiencias registradas en la literatura dan cuenta de la fragilidad de esas medidas para asegurar la sustentabilidad ambiental Zonas de uso residencial para las clases media y alta Las urbanizaciones y condominios cerrados está marcada por la búsqueda de nuevas estrategias privadas de seguridad y protección, la revalorización de la naturaleza, la exclusividad como motivo de prestigio, el alejamiento de la contaminación y congestión, etc. Condominios cerrados, urbanizaciones privadas, ciudades amuralladas o fraccionamientos cerrados, especies de "gated communities" estadounidenses reproducidas en América Latina, llamadas, según algunos autores, "espacios y territorios del miedo" (Lindon, Aguilar e Hiernaux 2006) Zonas residenciales para sectores de bajos recursos Estas áreas reciben variadas denominaciones : tugurios, asentamientos informales, asentamientos espontáneos o no controlados, áreas marginales, colonias proletarias, villas miseria, campamentos poblacionales, pueblos jóvenes, barrios o ciudades piratas, favelas El surgimiento de estos asentamientos no regulados está asociado a las condiciones de pobreza de sus habitantes, quienes deciden como última alternativa asentarse en terrenos municipales o privados, bajo formas de ocupación, invasiones y tomas ilegales de estos espacios en los que construyen su albergue Una serie de rasgos relacionados con el nivel de vida de sus ocupantes : ilegalidad en la ocupación del suelo, condiciones inadecuadas de las viviendas, hacinamiento, dificultad para acceder a los servicios públicos domiciliarios, inexistencia de equipamientos colectivos, problemas de accesibilidad y movilidad, ausencia de espacios públicos, inseguridad, entre otros Las causas Tradicionalmente, factores tales como : el agotamiento y un mayor valor del suelo urbano en las áreas centrales, la incapacidad de los sectores populares para participar en el mercado inmobiliario, la ocupación informal del suelo —en ejidos, baldíos y áreas de gran vulnerabilidad ambiental—, los requerimientos particulares de ciertos usos incompatibles con los ya existentes, el congestionamiento del centro, los deseos y aspiraciones de ciertos sectores de la población vinculados a valores estéticos y de estatus entre otros, han incidido para estimular la expansión de los bordes de las aglomeraciones urbanas Hacer bordes, es hacer territorio Los bordes urbanos, así como las áreas centrales son resultado de las prácticas de construcción de la ciudad Las actuaciones de la sociedad en el espacio generan territorios heterogéneos a raíz de las distintas formas de apropiación, residencia, producción, circulación y gestión que desarrollan los actores sociales Producto de este proceso se organizan zonas de interacción de actividades y naturaleza variada, que hacen de los bordes de la ciudad espacios de gran heterogeneidad, compleja movilidad y cambios permanentes En los bordes metropolitanos coexisten una gama de actores, actividades y usos de naturaleza, función y morfología variadas ¿Un nuevo paradigma? A tales efectos, adoptamos el término interterritorialidad, en el sentido atribuido por los autores franceses: Béhar, Estèbe y Vanier, (2009, 2014), quienes han hecho de éste un tema de reflexión crítica exigiendo -más aún, desafiando- tanto a la academia, como a los gestores urbanos, en cuanto a la necesidad de generar nuevas maneras de comprender esa dinámica, y en consecuencia, nuevos tratamientos para gestionar tales territorios ¿Un nuevo paradigma? La incapacidad histórica para hacer de la cuestión periurbana una cuestión colectiva es debido a una debilidad o error de fondo: el de no tener en cuenta -o no valorar adecuadamente- la naturaleza interterritorial del espacio y la sociedad periurbana y los procesos que les producen En tanto que fenómeno interterritorial, la llamada periurbanización trastorna a los actores que son los territorios, los cuales se organizan desde hace largo tiempo según la vieja dualidad ciudad-campo Pensamiento anti-periurbano, bajo el cual se admiten las dificultades del sistema territorial para hacer frente a eso que lo sobrepasa en el sentido dialéctico del desbordamiento de sus contradicciones, factor de redefinición de los términos que lo componen, a saber lo urbano y lo rural La hipótesis de la interterritorialidad Comprender el espacio y la sociedad periurbanos como producto interterritorial, los liberaría de la problemática de su ambigüedad, implicaría cambiar sus representaciones y sus conceptos La hipótesis de la interterritorialidad hace alusión a otra, aquella del tercer espacio. Esta proposición invita a salir definitivamente del binario rural-urbano y a reconocer las lógicas de hibridación, tanto en el plano formal (el espacio, su ocupación, su paisaje) como en el funcional (las actividades, las organizaciones, las instituciones) A partir de ahí, se pueden abordar como objetos interterritoriales, vectores de interterritorialidad política, situaciones de ordenamiento conocidas pero que aún son problemáticas, como por ejemplo los espacios de polaridad periférica comercial, las cuestionadas promesas de futuras centralidades, y los espacios naturales, agrícolas y forestales periurbanos, áreas del tercer espacio atravesados por lógicas contradictorias La controversia periurbana Modelo oficial de la ciudad durable es el de la compacticidad, opuesta a la dilución periurbana La periurbanización resumiría lo que contradice el desarrollo durable-compacto, el cual parece constituir el nuevo paradigma hegemónico de la acción pública La periurbanización se entiende como el responsable de pesadas amenazas hacia el territorio, el equilibrio y la cohesión socio-espacial, el vínculo social, la eficiencia de la acción colectiva Se le reprocha roer el campo y agotar las reservas inmobiliarias del mañana; de debilitar la agricultura al restarle sus mejores tierras; de contaminar el medio ambiente local y de contribuir al cambio global; de saturar los territorios de circulación cotidiana, de segmentar y aislar las categorías sociales; de destejer el lazo social y de organizar el atrincheramiento egoísta; de competir con la verdadera ciudad y de arruinar la centralidad histórica; de banalizar los paisajes y de pervertir, incluso emulando las culturas regionales del hábitat; de favorecer la fuga fiscal y el rechazo de la solidaridad Rara vez un vicio socio espacial habría sido el objeto de tantos homenajes (Vanier, 2010). La controversia periurbana Los usuarios de las ciudades tienden a ser más numerosos que sus ciudadanos La interterritorialidad supondría superar la idea de un mundo de territorios, más o menos parcelado, en el que se ejerce soberanía a escalas individuales Bajo ese reconocimiento, los gobiernos locales no encuadrarían más, en el tablero de la administración política de los territorios, ni las comunidades autónomas, compactas y autocentradas La interterritorialidad, significaría que la colectividad territorial que la dinamiza diseñe y arbitre sus políticas públicas en función tanto de las necesidades de los usuarios-circulantes que no residen allí, como de las necesidades de sus habitantes-votantes (aunque ellos mismos sean considerados por los servicios de otras jurisdicciones) Se trata de una apreciación diferente de colectividad -en tanto que fracción de la sociedad móvil-, que la autoridad territorial, como institución, debe aceptar, para llevar a cabo sus tareas (Behar, Estebe, & Vanier. 2014). La controversia periurbana Es ilusorio pretender restaurar en permanencia un orden territorial, separando los territorios y distinguiendo las responsabilidades. El sistema territorial es perdurablemente complejo El orden territorial, fundamentado sobre la "pertinencia" de los perímetros y la impermeabilidad de los "bloques" de competencias, acaba en bloqueos, competiciones y en ineficacia La práctica interterritorial, favorece que las colectividades y los actores locales produzcan las disposiciones pertinentes frente a la extrema diversidad de las cuestiones que releva lo local, ello permitiría consolidar las colectividades y conferirles eficacia sobre la acción pública territorial La controversia periurbana Mientras que, a nivel académico se absuelven las contradicciones, al condenar la periurbanización y exaltar la compacticidad de las áreas urbanas como la panacea a los problemas que allí se confrontan, en el políticoadministrativo, los bordes parecieran ser considerados como el patio trasero o el cuarto de trastes de las ciudades. En ese sentido, los usos indeseados en la ciudad son barridos -al ser permitidos, e incluso estimulados- hacia la periferia, como si al hacerse menos visibles se pudiera negar su existencia En este sentido, las grandes soluciones habitacionales de corte popular, son propuestas en dichos bordes, generalmente sin una concepción acabada de integración con el resto de la ciudad, con equipamientos insuficientes y una desatención apreciable Ante los procesos de tomas, invasiones y ocupamientos ilegales de terrenos de borde, las actuaciones administrativas relajan sus controles, con lo cual, les incentivan, amenazando con ello el funcionamiento integral y armónico del órgano urbano La experiencia venezolana En Venezuela, las tendencias urbanas registran rasgos similares a las conocidas en el resto del subcontinente No obstante, bajo el contexto sociopolítico que domina el escenario nacional, el desacertado manejo territorial, la falta de una política del hábitat acorde con las necesidades de la población, la pérdida de la capacidad adquisitiva del venezolano, los problemas de precariedad del empleo, entre otros, han agravado el déficit de vivienda Ante esta situación, el gobierno pretende compensar su debilidad con ciertas medidas políticas, como la aprobación de leyes según prácticas clientelistas y populistas en el manejo de esta problemática A los factores motivadores de la dinámica de expansión metropolitana, hoy se incorporan nuevas decisiones de políticas emanadas como leyes desde el gobierno central, tales como: Nuevas causas. Venezuela Ley de Tierras Urbanas (República Bolivariana de Venezuela 2009), Ley Especial de Regularización Integral de la Tenencia de la Tierra de los Asentamientos Urbanos Populares (República Bolivariana de Venezuela 2011c), l Ley de Emergencia para Terrenos Urbanos y Vivienda (República Bolivariana de Venezuela 2011b), Ley contra el Desalojo y la Desocupación Arbitraria de Viviendas (República Bolivariana de Venezuela 2011a), Ley para la Regularización y Control de los Arrendamientos Inmobiliarios República Bolivariana de Venezuela 2011e), Otra forma de intervención pública de gran impacto urbano-territorial - la creación de nuevos proyectos habitacionales en las cercanías y, más específicamente, en los bordes de las principales y más pobladas aglomeraciones metropolitanas-, son las denominadas "ciudades socialistas", Nuevos factores movilizadores del crecimiento de los bordes Desde el gobierno se intenta cubrir el déficit de vivienda mediante el estímulo a las expropiaciones, invasiones y otros mecanismos de ocupación de los inmuebles existentes a través del discurso político Estas intervenciones guiadas por una clara orientación ideológica, contradice lo pautado en materia normativa en los diferentes planes de desarrollo urbano y territorial aún vigentes en Venezuela, los cuales apuntan a un desarrollo urbano productivo, eficiente y competitivo de las ciudades Nuevos factores movilizadores del crecimiento de los bordes Estos mecanismos de intervención contribuyen a acelerar la ampliación de los bordes metropolitanos y refuerzan la anexión desarticulada e improvisada de "nuevos desarrollos habitacionales" populares, a expensas de otros usos y de espacios ecológicamente valiosos y vulnerables Estas nuevas áreas, carentes del equipamiento, servicios e infraestructura necesaria para garantizar la calidad de vida urbana, constituyen "emergencias territoriales" de gran importancia en el desarrollo metropolitano venezolano Una vista de los procesos de ocupación actuales La invasión y la autoconstrucción el gran ejecutor de la vivienda popular en las aglomeraciones metropolitanas Ciudad Caribe, “ciudad socialista” Formas de legitimación política Concluyendo? La situación de los sectores de borde de las áreas metropolitanas resulta de dos factores principales, de una parte, dada su complejidad intrínseca, y del desconocimiento de las dinámicas territoriales subyacentes, y de otra parte, de las malas prácticas de política territorial urbana, por parte de los entes responsables de la gestión urbana Darle un tratamiento adecuado a esas áreas periféricas, hace imperativo reconocer al espacio y la sociedad periurbanos como producto interterritorial, ello los liberaría de su ambigüedad, e implicaría cambiar sus representaciones, sus conceptos y sus manejos El principio de la interterritorialidad pretende la búsqueda de la acción pública territorial a través de la coordinación, articulación y montaje de territorios, en sí y por sí mismos Mientras los territorios, en tanto que sujetos sociales y económicos, pasaron a la etapa de la interterritorialidad; en tanto que sujetos políticos están retardados pues permanecen construidos según su concepción ya superada Concluyendo? Esto significa que los territorios como sujetos políticos tienden cada vez menos a organizar y ejercer el poder sobre la extensión que ellos abarcan, que a contribuir a organizar y ejercer el poder interterritorial, el cual es, por definición, compartido El paso de una concepción política del territorio a otra requiere: de una invención política, una ingeniería técnica y administrativa, es decir una política pública, la de la interterritorialidad. Estos planteamientos señalan nuevas pistas para la comprensión y el tratamiento de este álgido problema, más allá de la simple expansión y crecimiento de las áreas urbanas, como acomodos territoriales de las nuevas dinámicas socioespaciales o de propuestas que le ignoran, como el de la ciudad durable-compacta