En 711 se produjo en la península ibérica la primera invasión de los musulmanes procedentes de África del Norte. Entraron por Gibraltar. Derrotaron al último rey visigodo: Rodrigo Tras la rápida conquista musulmana de la mayor parte de la península, en las montañas del norte se comenzaron a organizar núcleos de resistencia cristianos. Hasta el siglo X, estos núcleos simplemente resisten u ocupan zonas despobladas como el norte de la cuenca del Duero. La hegemonía en ese período está en manos de Al-Andalus. El núcleo asturiano. En el 722, un noble visigodo, Pelayo, y los indígenas astures derrotan en Covadonga a un ejército expedicionario musulmán. A partir de ese momento comienza a organizarse el reino de Asturias. Alfonso I (739-757) asume la herencia visigoda.Establece el "Fuero Juzgo" y otros elementos políticos. La emigración hacia el norte de población visigodohispanorromana refuerza esta continuidad. Alfonso II (791-842) establece la capital en Oviedo. Durante su reinado se descubre la tumba del Santiago, origen de la gran peregrinación. Alfonso III (866-910) lleva la frontera hasta la línea del río Duero, ocupando la cuenca norte ("tierra de nadie"). Se escriben varias crónicas que refuerzan la idea de la continuidad del reino astur-leonés y el reino visigodo.A su muerte se traslada la capital a León. El núcleo navarro. La zona pirenaica occidental se hallaba entre el estado franco y Al-Andalus. Tras diversos acontecimientos (Batalla de Roncesvalles contra los francos en el 778) se impuso en el que se denominó reino de Pamplona la dinastía Íñiga. El núcleo navarro llegó a su apogeo con Sancho III el Mayor. Rey de Navarra entre los años 1000-1035, extendió su poder a Aragón y Castilla. Fue el monarca más poderoso de los reinos cristianos de la Península Ibérica en el s. XI. El núcleo aragonés. Zonas de débil poblamiento en el pirineo central.Bajo la influencia primero de los carolingios, después de los navarros.Escasos avances en la reconquista ante el potente núcleo musulmán en torno al valle del Ebro. Conde Aznar I Galíndez El núcleo catalán. En la zona del norte de la actual Cataluña, el reino franco carolingio estableció la Marca Hispánica. Organizado en condados, pronto el Condado de Barcelona predominó sobre los demás.Vifredo el Velloso reconquistó algunos territorios e inició un proceso de independencia respecto al debilitado reino franco. Ya en el siglo X, los sucesores de Vifredo el Velloso dejaron de prestar el homenaje feudal debido al monarca francés. El primero de los núcleos de resistencia fue el núcleo astur, llamado así porque surgió en las montañas de Asturias y lo protagonizaron los habitantes de esa zona, llamados astures. El primer acto de resistencia que se conoce es el de los astures que, encabezados por Don Pelayo, se enfrentaron a un ejército árabe en la conocida como batalla de Covadonga (722). De ese primer núcleo de resistencia surgió, ya en el siglo VIII, el reino de Asturias. A Don Pelayo (718-737) se le ha considerado como el primer rey de la monarquía astur. En la zona del Noreste peninsular surgieron otros núcleos de resistencia. El núcleo vascón se llama así porque fueron los vascones, habitantes de la zona del actual Pirineo navarro, los que no aceptaron el poder árabe y aprovecharon su posición entre los dos grandes poderes de árabes y francos para resistir y mantenerse independientes. De ellos salió a comienzos del siglo IX el primer reino de Pamplona. En la zona central de los Pirineos surgieron varios núcleos de resistencia al poder árabe, que denominamos núcleo pirenaico. De ellos el que consiguió finalmente crear un condado que con el tiempo pasaría a ser reino, fue el condado de Aragón. La zona más oriental del Pirineo fue ocupada por los reyes francos, en concreto por Carlomagno, interesados por controlar un territorio que les separara del peligro de invasión árabe. Esa zona la denominaron la Marca Hispánica. La palabra marca definía la frontera, que no era una línea sino un territorio amplio, donde el monarca entregaba feudos a sus vasallos para defender el territorio del peligro invasor. Con el tiempo de esos condados de la Marca Hispánica se destacó el condado de Barcelona que constituyó un poder único e independiente en la zona. Por tanto, al principio, cristianos y judíos fueron respetados por los invasores. Pero en el caso de los primeros debían pagar impuestos especiales y fueron rebajados al último escalón de la pirámide social, lo que obligó a muchos campesinos cristianos a convertirse al islam para obtener más ventajas. La situación social de tolerancia religiosa duró realmente hasta principios del siglo IX. Por estas fechas la división en “dos” de la Península empezaba a definirse con fuerza: • En la zona invadida, que los musulmanes llamaron Al-Andalus, los líderes religiosos cristianos, con el obispo de Toledo al frente, tomaron una postura de sumisión al islám de manera que aceptaban la teoría islámica del único Dios y, por ejemplo, que la santísima trinidad no existía realmente, que era como una metáfora del Dios único. A esta especie de herejía se la conoció como “adopcionismo”. • Por el contrario, los territorios rebeldes del norte de la mano del obispo de Osma y Beato de Liébana no aceptaron la desviación de los principios cristianos, por lo que se desligaron de la autoridad eclesiástica de Toledo. Los lazos de unión con la zona invadida se fueron poco a poco cortando o perdiendo. De este modo, se consolidó una clara división entre el norte y el sur. Las autoridades musulmanas desde entonces (unos 50 años después de la invasión) radicalizaron su postura religiosa y muchos cristianos se vieron obligados a emigrar al norte. En el norte, se establecen pactos con Carlomagno y los sucesivos reyes francos en una clara actitud europeísta y cristiana, además, nace el mito de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela que se convirtió en el principal estímulo espiritual para recuperar aquellos territorios cristianizados por el apóstol. Se iniciaba con estos argumentos el largo proceso de reconquista que concluiría a finales del siglo XV. Aproximadamente desde el año 821, con el hallazgo de las presuntas reliquias del Apóstol y con el beneplácito de Carlomagno, que quería defender sus fronteras de invasiones árabes, Compostela se convertirá progresivamente en un centro de peregrinaje. Y recibirá su impulso definitivo durante la primera mitad del siglo XI. Muy pronto, la noticia se extiende por toda la Europa cristiana y los peregrinos comienzan a arribar al venerable lugar del sepulcro, el denominado Campus Stellae, que devendrá en el famoso vocablo Compostela. Pero la invasión árabe a España, en mi opinión, le hizo más bien que mal a España. La invasión no le hizo mal porque los Islámicos no imponían sus creencias, nada mas las “ofrecían.” Los árabes también les bajaron los impuestos a los españoles. A la misma vez, esta invasión hizo mucho bien, en que a medida que los árabes iban conquistando países, asimilaban las costumbres, las ideas y cualquiera otra cosa que les sirviera. Y, al invadir y conquistar a España, pusieron éstas en práctica. La agricultura y la industria fueron unas de las cosas que aportaron los árabes a España. De Egipto, aprendieron el riego, y con el llenaron a España de árboles. También trajeron el arroz, las habichuelas, los espárragos, la caña de azúcar, los morales y los albaricoques. Algunas de las industrias que llevaron fueron la porcelana de Persia, las alfombras y los aceros de Damasco y Toledo, y el cuero estampado de Marruecos. También trajeron ideas de las ciencias.Les enseñaron a los españoles acerca de las Matemáticas, la Geometría, la Astronomía y la Geografía. Los árabes también estaban más avanzados en la medicina con las obras del árabe Avicena, lo cual le sirvió mucho a España. En la Química, los árabes ya habían descubierto el alcohol, varios ácidos y también varios tipos de sales. Por todos estos avances en las ciencias, a los árabes se les conoce como los continuadores de los griegos. La invasión también mejoró el comercio de España. Los árabes comenzaron a establecer relaciones comerciales con Asia y África desde España. Esto no sólo mejoró la economía española, pero a la misma vez, les trajo cosas nuevas.Entre estas se encuentran la brújula, el papel y la pólvora China. Estos tres inventos les servirían mucho a España cuando exploraron los océanos durante el siglo XV. Pero uno de los aportes más grandes de los árabes a España, es el lingüístico. Los árabes reformaron la lengua española, y esta es la que hablamos hoy en día.Esta consiste de una combinación de latín, griego y árabe. Algunas de las palabras que los árabes trajeron a España son: aceite, aceituna, aldea, almohada, ajedrez, balda, bata, barrio, cálido, dado, daga, alcachofa, azafrán, alcaparra, albaricoque y berenjena. En conclusión, la invasión Islámica a España tuvo un gran impacto y sus efectos perduran hasta hoy en día, en especial por su efecto sobre nuestra lengua. También, se puede ver que la invasión influyó en forma positiva en la economía, agricultura, ciencias, e industria de España.