MARCO CONCEPTUAL PARA REFORMAR Y CONSOLIDAR EL ESQUEMA INSTITUCIONAL DE REGULACION Y CONTROL DE LA ACTIVIDAD EMPRESARIAL INTRODUCCIÓN En desarrollo del Programa de Renovación de la Administración Pública se viene adelantando una serie de reformas que comprometen a varios sectores, entre las que encuentra la revisión del esquema institucional de regulación y control sobre la actividad empresarial. Como primer paso en la búsqueda de resultados coherentes y consistentes para la institucionalidad, el DNP con la asesoría de expertos en el tema, elaboró un marco conceptual recogido en este documento que apoya el proceso. Este documento representa un acuerdo de lenguaje que busca facilitar la comunicación y consecuente interacción entre los diferentes estamentos que participan en la reforma. El marco conceptual contiene una visión general del papel del Estado, acorde con el marco constitucional colombiano, identificando los intereses que ameritan la intervención pública mediante la regulación y el control, y definiendo los lineamientos básicos que debe tener el esquema institucional con estas funciones. Aunque se espera que el debate se centre en las implicaciones institucionales que surjan de la aplicación de los principios contenidos en el marco conceptual, es importante aclarar que existe el espacio para su modificación solo sí ésta se sustenta en argumentos que la justifiquen I. OBJETIVO: Presentar los criterios que los Ministerios y Departamentos Administrativos deberán considerar para reformar y consolidar el esquema institucional de regulación y control de la actividad empresarial. Precisar que, de conformidad con las instrucciones contenidas en la directiva presidencial No. 10 del 20 de agosto de 2002, la reforma será coordinada por el Departamento Nacional de Planeación y desarrollada en conjunto con los Ministerios y Departamentos Administrativos, en el marco de los criterios expuestos a continuación. II. EL ESTADO COMUNITARIO Y LA INSTITUCIONALIDAD DE REGULACIÓN Y CONTROL El manifiesto democrático señala que el Estado Comunitario debe estar al servicio del ciudadano, facilitando la interacción entre uno y otro y, al mismo tiempo, creando y promoviendo ideas para su desarrollo. La acción pública de este Gobierno se encuentra enmarcada en unos principios fundamentales, dentro de los cuales se encuentran los siguientes: El gasto público se asignará a los bienes y servicios que sólo el Estado puede proveer por razones de soberanía (defensa, inteligencia, administración de justicia) o equidad. En este último caso, con el propósito de asegurar eficiencia, se optará por mecanismos que permitan que los usuarios elijan entre oferentes en lugar de mantener entidades oficiales monopolistas. La prestación de servicios por particulares será objeto de regulación y control dentro de los principios adoptados en este documento. Se debe procurar regulación y control de alta calidad como incentivo a la inversión privada. El esquema de regulación y control debe privilegiar la participación, otorgándole al ciudadano la oportunidad efectiva de solicitar acciones de intervención contra las conductas de los agentes del mercado que vulneren sus derechos, construyendo de esta manera confianza comunitaria en las instituciones. La asimetría de información que caracteriza la actuación de los agentes económicos será contrarrestada con mecanismos de divulgación y acceso a información oportuna y confiable para todos los usuarios y consumidores, desarrollando estrategias que incentiven la demanda de información. Los principios señalados dirigen la acción estatal a los escenarios en los cuales ésta es imprescindible e indican la necesidad de eliminar algunas instancias institucionales donde la intervención del Estado no se justifica. La adopción de mecanismos de intervención en el país no ha estado precedida del examen cuidadoso sobre los bienes o intereses públicos que la exigen, ni de una evaluación de los costos en que se incurre -para el aparato estatal y para la economía- frente a los beneficios que debería producir. Tampoco se evalúa periódicamente si sus resultados justifican su mantenimiento o si deben introducirse cambios en la forma como se regula cada actividad. El Programa de Renovación de la Administración Pública es el instrumento de planeación y ejecución, mediante el cual se transformará el actual modelo de regulación y control, para adecuarlo a las características propias de un Estado Comunitario. III. IDENTIFICACION DE INTERESES QUE AMERITAN LA INTERVENCION DEL ESTADO MEDIANTE LA REGULACION Y EL CONTROL La intervención del Estado en la actividad económica debe ser la excepción y no la norma. Dado que la intervención implica una restricción de la libertad de empresa, requiere de una justificación poderosa. Intervenir de forma eficiente implica la escogencia de las actividades o sectores que lo requieran y, del mismo modo, hacer un uso adecuado de los instrumentos legalmente disponibles. Buscando maximizar el bienestar de la sociedad, las razones para intervenir son: Incorporar señales de eficiencia económica cuando existan monopolios naturales. Eliminar los obstáculos que impidan la competencia. Contrarrestar los efectos de externalidades negativas e incentivar las positivas. Contrarrestar los efectos negativos de las asimetrías de información. Asegurar la provisión de servicios públicos hasta donde técnica y económicamente sea factible. Estimular la inversión de los particulares en aquellas actividades que puedan ser desarrolladas por el sector privado. Minimizar los riesgos de pasivos contingentes o asegurar su provisión. Reducir los costos de transacción Antes de imponer restricciones a la iniciativa de los particulares mediante la intervención se debe considerar que: La intervención sea el único medio para proteger un interés público específico que la justifique y que se haga estrictamente en las proporciones necesarias para contrarrestar el riesgo. El costo de la intervención sea menor al costo de no hacerla. La intervención debe ir hasta el punto donde los costos marginales excedan los beneficios. Los riesgos a evitar o mitigar deben ser razonablemente predecibles. Exista un balance adecuado entre la sanción, la cuantía de los daños causados a la sociedad por el incumplimiento de la norma regulatoria y los instrumentos disponibles para hacerla efectiva. Se permita flexibilidad para que se puedan realizar revisiones periódicas, procurando, en lo posible, estabilidad en las reglas del juego. IV. ADECUACIÓN DEL ESQUEMA INSTITUCIONAL DE REGULACIÓN El nuevo esquema institucional de regulación que se diseñe, deberá responder a las siguientes características: 1. Independencia entre política y regulación: En el caso de la provisión de infraestructura, la independencia del regulador para asegurar la autonomía frente a los grupos de interés en la toma de decisiones, permite que el marco regulatorio sea neutral, transparente y predecible para todos los agentes (operadores, usuarios y controladores). El ejecutivo y los órganos de, regulación y control deben estar coordinados en el propósito de proteger los bienes públicos, pero separados en sus tareas y sus funciones. 2. Rendición de cuentas: Los motivos y fundamentos de todas las decisiones, así como el alcance previsto para ellas en términos de efectos y consecuencias, serán explícitos y se darán a conocer al público en general, a los agentes receptores de los efectos de la regulación, a las instancias políticas (el ejecutivo, el legislativo, consumidores, empresas), así como a las autoridades de control de la gestión pública que existan en el país (i.e. Procuraduría, Contraloría, Contaduría, Fiscalía, etc.). Las entidades de regulación deberán rendir informes anuales de gestión al Congreso de la República. 3. Autonomía de los expertos sectoriales: Para que la gestión de los encargados de ejercer las funciones regulación sea autónoma y relevante, se les otorgará garantías efectivas y materiales, así como elementos de trabajo idóneos. Entre las garantías y requisitos se encuentran: Régimen severo de inhabilidades e incompatibilidades. Nivel de remuneración adecuado con el rango y el tipo de responsabilidades que le son asignadas. Sistema representativo de nominación y selección con participación de las ramas del poder público Nombramiento por períodos fijos de 5 años, mediante un esquema donde las fechas de inicio de los períodos de los expertos que pertenezcan a un cuerpo colegiado no coincidan. Posibilidad de reelección por el mismo periodo de tiempo. Dedicación exclusiva. 4. Debate público de la regulación: Los proyectos de decisiones deberán ser divulgados obligatoria y profusamente, invitando a comentarios de los regulados, de los consumidores y usuarios, y en general de los terceros interesados. Los expertos, en relación con los proyectos de regulación, siempre deberán pronunciarse sobre los efectos económicos, sectoriales y a nivel de consumidores y usuarios. Teniendo en cuenta la complejidad de muchas de las decisiones, la divulgación hacia los consumidores o usuarios que manifiesten su voluntad de participar, se hará en forma simple y fácilmente comprensible. 5. Presupuesto: El presupuesto de los organismos de regulación deberá adecuarse a los requerimientos de sus funciones y será financiado con contribuciones de los regulados, no estando sujeto a restricciones con posterioridad a su aprobación. Así mismo, estas entidades serán autonomía en materia de contratación y gasto. 6. Adscripción: La adscripción será consistente con el nivel de autonomía definido para las distintas instancias de regulación. En el caso de los servicios sociales donde el Estado es el prestador de última instancia, la regulación será ejercida por los Ministerios o Departamentos Administrativos, contando con la asesoría permanente de comités, dentro de sus estructuras administrativas, que compartirán los principios y objetivos de los organismos de regulación autónomos. Finalmente, para los sectores restantes, es decir, aquellos en los cuales tanto las inversiones públicas como privadas tienen periodo de retorno de corto y mediano plazo, la regulación será ejercida directamente por los Ministerios o Departamentos Administrativos, los cuales contarán con funcionarios especializados para ejercer esta labor. En este caso, se adoptarán sistemas de participación de regulados y usuarios o consumidores, que les otorguen garantías análogas a las previstas en las instancias autónomas. V. ADECUACIÓN DEL ESQUEMA INSTITUCIONAL DE CONTROL En la definición de las funciones de los organismos de control se deberán tener en cuenta las siguientes características: 1. Alcance: Las funciones administrativas de inspección, vigilancia y control, sólo deben implementarse cuando exista un interés general específico que no pueda ser adecuadamente protegido mediante la utilización de los mecanismos judiciales al alcance de los directamente afectados. 2. Control objetivo o subjetivo: Sólo en los casos en que el riesgo está íntimamente asociado a la actividad que desarrollan algunas personas o empresas, es necesario que el control sea íntegro respecto de todos los aspectos. En la generalidad de los casos las funciones de control deben ejercerse acorde y en estricta proporcionalidad con el origen del riesgo que pueda afectar negativamente el interés general específico. La cobertura de la función de control se desarrollará atendiendo al criterio de eficiencia en el ejercicio de toda función pública. 3. Oportunidad del control: La supervisión sobre el riesgo implicará la identificación del interés jurídicamente protegido y el riesgo que lo amenaza, el diseño de una forma idónea de seguimiento de la evolución del riesgo y la posibilidad de que se usen facultades de prevención, corrección y sanción, según corresponda. 4. Sanciones: Las sanciones previstas para las infracciones deben ser de naturaleza y cuantías que efectivamente produzcan un efecto de desestímulo a la infracción reiterada de la ley. Serán calculadas con base en la cuantía de los daños causados a la sociedad por el incumplimiento de la norma regulatoria y la probabilidad de detección del infractor. 5. Rendición de cuentas y debate público: Lo contenido en este documento sobre la rendición de cuentas y debate público para las entidades de regulación, será aplicable a las entidades encargadas de ejercer las funciones de control. Adicionalmente, las entidades de control que el país requiere estarán dotadas como mínimo de las siguientes características institucionales: independencia y autonomía; presencia directa o indirecta en todo el país; instrumentos jurídicos suficientes; presupuestos adecuados; presencia en las instancias decisorias sobre la normatividad del sector; espectro de funciones amplias; responsabilidades y estructuras polifuncionales, con repartición interna especializada; y, desprovistas de funciones de naturaleza diversa, que no sean claramente complementarias a las funciones de supervisión. 6. Autonomía: Frente al Gobierno, frente a los organismos de control y frente a los particulares: Frente al Gobierno: Los Superintendentes gozarán de autonomía. En los casos excepcionales en que una decisión deba contar con la participación del Presidente o del ministro respectivo, se abrirá el espacio para que esa participación sea pública. Frente a los Organismos de Control: Deben ser autónomas, para evitar que los organismos de control hagan segundos juicios donde la ley haya conferido discrecionalidad a quien vigila. Frente a los particulares: Se aplicará un severo régimen de inhabilidades e incompatibilidades a los funcionarios que hagan parte de ellas. Así mismo, contarán con un nivel de remuneración adecuado con el rango y el tipo de responsabilidades que le son asignadas. Toda persona tiene el derecho a exigir ante los tribunales el pleno cumplimiento de las funciones asignadas a las superintendencias. En el caso del control antimonopolios, habiendo oído las opiniones de las instancias de regulación y supervisión sectorial respectivas, las decisiones se tomarán de manera autónoma e independiente. 7. Claridad de objetivos o propósitos: Las funciones de supervisión no pueden desarrollarse en abstracto o por el solo ánimo de supervisar. A cada entidad de supervisión se le indicará el propósito general que deberá buscar al aplicar las normas cuyo cuidado se le encomiende y siempre deberá tener relación con la protección del interés público. La redacción debe ser clara y no ambivalente. No se le deben asignar a una misma entidad propósitos que puedan reñir entre si o que fuercen al funcionario a elegir entre ellos. El propósito debe corresponder a la razón misma que justifica la existencia de una entidad de esa naturaleza. 8. Presupuesto: Lo contenido en este documento sobre el presupuesto de las entidades de regulación, será aplicable a las entidades encargadas de ejercer las funciones de control. 9. Facilidades comunes: Infraestructura: Con el fin de disminuir el costo de la supervisión, reducir el número de trámites que los empresarios deben adelantar y generar sinergias entre las superintendencias, se establecerá y operará: una central única de información y riesgos; un sistema y procedimiento liquidatorio único; un sistema armonizado de radicación, correspondencia y archivo; un listado único de peritos; un sistema de bibliografía y biblioteca conectado; un sistema de cobro coactivo unificado y una red común de oficinas y seccionales. Unidad de políticas y criterios: Con el fin de contar con foros para que exista uniformidad de políticas y criterios en los aspectos de la actividad que les son comunes, se establecerán, por lo menos, el Consejo Nacional de Normas Contables con participación de la Contaduría General y las entidades encargadas de la regulación y el control; y el Consejo Nacional de Consumidor y Competencia, no solo con la posibilidad de dar conceptos, sino con la prerrogativa de señalar parámetros vinculantes. Unidad de conceptos, doctrinas y normas: La normatividad que se produzca y las posiciones oficiales de las distintas instancias de control se archivarán de manera que puedan consultarse a través de un sistema único y público. 10. Adscripción: Se distinguirá entre las entidades cuyas responsabilidades son principalmente sectoriales, y las que tienen impacto sobre todos los sectores de la economía (como el control anti-monopolios), a fin de determinar su adscripción o vinculación a uno de los ministerios o a un departamento administrativo, según corresponda. 11. Régimen jurídico único: Se debe adoptar una norma única contentiva por lo menos de las facultades que tendrán todas las superintendencias y los aspectos procedimentales aplicables al ejercicio de sus funciones. 12. Autocontrol y auxiliares: Para los eventos en que ello sea posible se utilizarán esquemas de autocontrol y de delegación de las tareas de apoyo a la función de supervisión. En los casos en que corresponda, se fortalecerá la participación de los revisores fiscales y los auditores externos como auxiliares de las superintendencias. Para ello habrá: discrecionalidad de las superintendencias en el señalamiento de los eventos en los cuales se necesita la participación de revisores o auditores y la forma como espera recibir los reportes; esquemas severos de responsabilidad administrativa en caso que por acción u omisión no cumplan adecuadamente con sus funciones; solidaridad entre la persona natural que cumpla las funciones y la firma a la cual pertenece; un sistema de nombramiento, remoción y remuneración que asegure la independencia de criterio; y dotación técnica y financiera así como acceso a la información relevante que permita el cumplimiento de sus responsabilidades. 13. Control antimonopolio: Se fortalecerá práctica y operativamente la función de antimonopolios, confiriendo a una misma y única entidad competencia plena sobre la totalidad de las actividades y sectores económicos. VI. SEPARACIÓN DE LAS FUNCIONES DE REGULACIÓN Y CONTROL Salvo en lo referente a las funciones de instrucción contable, declaración de prácticas inseguras e instrucción sobre el cumplimiento de normas, propias de las superintendencias, se mantendrá el sistema colombiano de separar las funciones regulatorias y las de control, estableciendo los vasos comunicantes pertinentes. Las superintendencias participarán en todas las instancias de decisión reglamentaria, regulatoria y de creación legal, mediante voz. En todo caso, las posiciones de los superintendentes serán públicas