DOCUMENTO DE CÁTEDRA CRÍTICA "... pintor es aquel que traduce las palabras en imágenes; el crítico es un poeta que traduce en palabras, las líneas y los colores". Octavio Paz La crítica la calificaríamos como obra marginal de creación -dice N.González RuizLa crítica lleva una firma. El periódico no responde de lo que se dice sobre esa firma, pero sí del firmante. Y para Martín Vivaldi, la crítica es "reseña valorativa de una obra humana literaria o artística- de un espectáculo". Todo el periodismo interpretativo y valorativo -artículos y comentarios- es eminentemente crítico; pero cuando se habla de crítica se entiende la referida a los sectores del quehacer humano que, una vez expuestos al público, requieren el oportuno juicio del experto que interpreta y valora. La crítica periodística, a la par que juega, informa. En el periodismo moderno son habituales las críticas de teatro, cine, libros, música, etc. La crítica en el periódico ha de ser fielmente informativa, como primera condición Ha de responder en sus juicios a una perceptiva o a un criterio elaborado del crítico de manera que no queda a merced del impresionismo o del humor del momento Ha de ser positiva, ante todo, resaltando los valores de este orden y después, por contraste, los negativos Ha de ejercerse con ecuanimidad de tono y absoluto respeto a las personas y desarrollarse con estilo preciso y ágil Aunque el crítico puede ser -y de hecho lo es en la mayoría de las ocasiones- un periodista profesional, su tarea desborda los límites de cualquier normativa acerca del estilo y técnica para realizar sus comentarios. Será un profundo conocedor de la parcela concreta de la actividad cultural de la cual escribe y orienta a sus lectores, y su conocimiento ha de llevarle también a una puesta al día intelectual de las más recientes corrientes estéticas y críticas de la especialidad. Diferencia entre crónica y crítica: No siempre se menciona la crítica al considerar los géneros periodísticos. No obstante, es un género muy específico que tiene una función clara y un lugar propio. La diferencia entre la crónica y la crítica es que la primera cubre un campo en el tiempo, bien recoja todo lo que tiene interés en un período y sector, bien se ciña a un acto. La crítica, en cambio, se aplica a obras. Una corrida de toros no es un obra, porque no tiene un autor, no hay dos corridas iguales. Por eso hay una crónica taurina. Un libro, en cambio, es una obra y lo es una película: todos los ejemplares de una obra son iguales. Una pieza de teatro o una obra musical son también objeto de crítica, aunque como se representan e interpretan en un acto social, la crítica admita aspectos de crónica. El crítico de arte de un periódico puede escribir críticas de las obras expuestas, pero también crónicas de las actualidad artística. La crítica es un medio de comunicación, aunque como crítica tiene la función de enjuiciar y valorar la obra, tiene también un carácter informativo, descriptivo, orientador. Es fácil apreciar la diferencia de tono y estilo entre una crítica de cine en un diario o en una revista especializada. La crítica da noticia de la obra, la sitúa entre las demás de un autor a quien a menudo hay también que presentar, describe el tema -no el argumento- y examina el estilo. Luego viene la valoración o enjuiciamiento de la obra, que propiamente surge del cotejo entre el tema y el estilo y su recíproca adaptación o desajuste. En los diarios a veces la crítica se queda casi en crónica y la descripción vale por comentario y juicio. La escasez de espacio, la rapidez con que se escribe y la heterogeneidad del público son obstáculos para el crítico. Funciones de la crítica periodística: Ante la abundancia de artes, diversiones y actividades, el público busca guía y consejo en sus medios de comunicación. Y proporcionalmente a este abrumador número de alternativas, hay un número abrumador de guías y consejos. La reseña crítica es uno de los puntos capitales del periodismo y en los últimos años se ha convertido no sólo en un fenómeno o elemento importante de la industria editorial, sino también del periodismo de las difusoras. Cualquier persona con hábitos ordinarios de lectura o de ver TV se encuentra diariamente en su periódico a la mañana con la crítica de una media docena de libros, filmes y obras de TV, y las difusoras la informan cuando menos de una película u obra de teatro, y si cae en sus manos una revista, hallará mucho más material sobre estos mismos temas. El primer elemento periodístico de la crítica es su nexo con el hecho noticiable o la noticia publicada. Al margen del elemento noticia tendremos ensayos, crítica literaria, opinión cinetífica, comentario erudito, etc, que aunque sean publicados en un periódico no constituirán objetos propiamente periodísticos. No todo lo que publican los diarios es periodístico. El segundo resgo se desprende de la función orientadora del periodismo. La crítica trascendental fincará sus reales en los géneros informativo, de opinión y de entretenimiento. De lo dicho, se deduce que el valor estético de los objetos criticables no es el único elemento de atención por parte de la crítica periodística, pero tampoco lo son las rigurosidades científicas más propias de un tratado. Se debe tener en cuenta que la crítica periodística pretende orientar al lector principalmente, y accesoriamente, servirle de fuente de conocimiento erudito. Tarea difícil para la crítica, si se considera la situación del "lector promedio" de donde se parte hacia la codificación del mensaje. De los mensajes periodísticos, el que más aproximación tiene con la educación es probablemente el de la crítica. Ambos son transmisores de experiencias y de cultura. La crítica examina los fundamentos de nuestras convicciones y creencias, a la vez que elimina ciertas incertidumbres, orienta y reorienta nuestros conceptos sobre la verdad, bondad y belleza de las cosas. Concretamente, la crítica periodística tiene en sí un triple rol funcional: informar, orientar y educar. La función de entretenimiento es fácilmente localizable en receptores que se encuentran solaz y esparcimiento en la lectura de críticas periodísticas, cuanto más satíricas e incisivas, mejor. También resulta difícil desligar la crítica de la propaganda. En muchos casos, las críticas irresponsables que abundan en elogios por mercantilismo o servilismo, son auténticos trabajos propagandísticos capaces de crear ídolos de barro que, felizmente, pronto se desmoronan ante las primeras aguas de la corriente crítica responsable. Periodísticamente, todo objeto cultural es suceptible de crítica a sola condición de que esté inmerso dentro de un acontecimiento actual -puede ser el acontecimiento mismocon los caracteres de novedad e interés para un público; sin embargo, el comportamiento periodístico frente al arte y las letras tiene algunas variantes que no deben confuindirse con la crítica propiamente dicha. Una de esas variantes es la informativa, a la que se denomina profesionalmente "reseña periodítica de arte"; es una noticia sobre un acontecimiento artístico cultural, donde el periodista trata al material acumulado de la misma manera como lo hace con cualquier otro objeto posible. Por tanto, la reseña tiene por objeto, básicamente, informar. La crítica y la "verdad": Si partiéramos de una hipótesis general sobre la crítica se podría decir que es el quehacer del pensamiento humano que busca permanentemente la verdad de las cosas, partiendo de los conceptos de bondad y belleza. En cambio, si se atendiera exclusivamente a los comportamientos críticos expuestos a través de los medios masivos, se constataría más de una vez que la crítica es una sentencia basada en códigos preexistentes que amparan el veredicto, de manera casi exegética, como lo señaló Ortega y Gasset. La búsqueda de la verdad es función de la crítica. Además, no sólo es misión de ella, pues todo comportamiento científico tiene esa meta. Aquí, el periodismo y la ciencia tienen en común su interés en desentrañar la verdad. Para la botánica, una verdad necesaria será la comprobación del fenómeno de fotosíntesis; para el periodismo, la verificación de datos fidedignos procedentes de una o varias fuentes; la crítica perseguirá el cotejo del objeto con los métodos de su producción y sus significaciones sociales y culturales. Ortega y Gasset ubica la crítica en un estado intermedio entre la emotividad y el raciocionio con este ejemplo: "Pedro ha muerto hace apenas treinta minutos. A su lado se encuentran la esposa del difunto y el médico familiar, y un poco más retirado, está un periodista observando los hechos. Alguien desconocido se acerca y pregunta lo que ha pasado. La viuda desesperada no logra articular sus ideas; el médico palidece al intentar dar explicación pues en ella va implícito su prestigio personal y profesional, por tanto su aportación es cortante y oscura, mientras que el periodista responde fluídamente a la pregunra lanzada por el curioso. Octavio Paz confiere a la crítica una función de verdad-realidad. Para el ensayista y poeta mexicano la crítica es aprendizaje de la imaginación curada de fantasía y decidida a afrontar la realidad del mundo. La crítica nos dice que debemos aprender a afrontar la realidad del mundo y a derrumbar ídolos y a disolverlos dentro de nosotros mismos. Diversos métodos para enfocar el trabajo crítico: Ya sea se considere a sí mismo como "crítico" o como "cronista", el periodista que se ocupa de arte adopta uno de los varios métodos existentes para calificar. 1- Método clásico: El cronista considera juiciosamente la nueva obra de arte en relación con las normas establecidas por las autoridades o las tradiciones en la materia especial a que corresponda la nueva obra. 2- Método reporteril: Este es en gran parte descriptivo. El cronista describe el libro, el cuadro, la pieza o el programa, y expresa su opinión por medio de los detalles que señala y por los que omite. 3- Método panorámico: Requiere una perspectiva histórica al paso que el cronista considera el libro, obra teatral o sinfonía de que se trate, frente a toda la cohorte de libros existentes en la misma categoría general; piezas teatrales de tipo similar o música de una escuela o clase semejante. Podríamos también llamar a este el método orgánico porque no juzga la obra valiéndose de una serie de normas rígidas, ni por la conmoción que origina, sino por su propia estructura, su concepción y razón de ser y le atribuye un lugar en comparación con otras obras, ya sean mejores o peores, juzgadas de la misma manera. 4- Método impresionista: El cronista con inclinaciones impresionistas considera el libro la obra- a la luz del efecto que le causa como ser humano dotado de sensibilidad. El valor de esta clase de crítica depende del que tenga el crítico mismo como individuo, y no puede ser mejor que él.