Poder Judicial de la Nación AFIP. AMPARO. CAUTELAR. REINSCRIPCIÓN EN EL REGISTRO FISCAL DE OPERADORES EN LA COMPRAVENTA DE GRANOS Y LEGUMBRES FRESCAS. EL CASO: recurso interpuesto por la AFIP contra la resolución que dispuso hacer lugar a la medida cautelar y ordenó la suspensión del acto cuestionado y la reinscripción del actor en el Registro Fiscal de Operadores en la Compraventa de Granos y Legumbres Secas y hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo planteada. “…conviene recordar que la procedencia de medidas precautorias requiere la verificación de los presupuestos de verosimilitud del derecho invocado y de peligro en la demora, tal como lo determina el art.230 del CPCC., elementos a tener en cuenta para su dictado juntamente con la contracautela, normada en el art.199 del código de rito y, además, considerar que ellas tienen su justificación cuando resultan necesarias para mantener la igualdad de las partes y evitar que se convierta en ilusoria, abstracta o insubstancial la sentencia final del pleito.En este sentido la CSJN declaró que la finalidad del proceso cautelar consiste en asegurar la eficacia práctica de la sentencia que debe recaer en un juicio. La fundabilidad de la pretensión que constituye su objeto no depende de un conocimiento exhaustivo y profundo de la materia controvertida en el proceso principal, sino de un análisis de una probabilidad acerca de la existencia del derecho discutido (Fallos: 314:713).Tiene dicho, asimismo, en fallos: 306:2060 y recientemente en “Petrolera Ente Lomas SA c/ Provincia de Neuquén” 05/06/2007; “Capex SA c/ Provincia de Neuquén” DJ 08/08/2007, 1054: “...que como resulta de la naturaleza de las medidas cautelares, ellas no exigen de los magistrados el examen de la certeza sobre la existencia del derecho pretendido, sino sólo de su verosimilitud. Es más, el juicio de verdad en esta materia se encuentra en oposición a la finalidad del instituto cautelar, que no es otra que atender a aquello que no excede del marco de lo hipotético, dentro del cual, asimismo, agota su virtualidad...”.En este contexto, cabe tener presente que la jurisprudencia y la doctrina han sostenido que los requisitos antes analizados se encuentran de tal modo relacionados que a mayor verosimilitud del derecho, cabe no ser tan exigente en la apreciación del peligro de daño y -viceversacuando existe el riesgo de un daño extremo e irreparable, el rigor del “fumus” se puede atenuar. (Conf. CNCAFed., Sala II, in re “Pesquera del Atlántico S.A. c/ B.C.R.A.” del 14-10-83, in re “Toma, Roberto Jorge c/ Comisión Nacional de Energía Atómica s/ medida cautelar (autónoma)”, del 21-12-00; Sala III, in re “Gibaut Hermanos”, del 18-8-82; “Herrera de Noble y otros c/Comfer”, del 8-9-83, entre muchos otros; Sala IV, in re “Arte Radiotelevisivo Argentino S.A. c/ Fondo Nacional de las Artes”, del 16-4-98).Asimismo, cabe señalar que el máximo Tribunal ha establecido que las medidas cautelares no proceden respecto de actos de los poderes públicos, dado la presunción de validez que ostentan, sin embargo, dicho principio cede cuando se los impugna sobre bases prima facie verosímiles (conf Fallos: 310:11441 y 1928; 316:2855 y 2860; 317:243 y 581: 320:2567 y 1093; 332:1280 entre otros). Por ello, y sin entrar a analizar si el proceder del órgano recaudador ha sido ilegal y arbitrario y su adecuación a los preceptos constitucionales y normas legales vigentes, lo que cabrá efectuar en el momento de pronunciarse el Tribunal sobre la decisión definitiva, la situación en que se halla la parte actora, que emerge de los elementos obrantes en autos, permite establecer que efectivamente existe un riesgo en la demora, con probabilidad de tornar ilusorios los derechos invocados en la demanda, entre ellos, el derecho de defensa y al debido proceso (art. 18 CN) y de comerciar y ejercer toda industria lícita (art. 14 CN).En efecto, la denegación de la medida objeto de autos, implicaría la posibilidad de poner en peligro el funcionamiento de la empresa, con el consecuente perjuicio que ello generaría a los trabajadores y sus familias.En virtud de lo expuesto estimo corresponde confirmar la resolución apelada.” (del voto de la Jueza CALITRI ,conm adhesión de los Jueces SCHIFFRIN y ÁLVAREZ).NOTA: la adhesión del Juez SCHIFFRIN expresó:”Adhiero a la solución expuesta por mi distinguida colega preopinante, excepto en lo que se refiere a la presunción de validez de la cual gozarían los actos administrativos. “ 6/10/2011.SALA SEGUNDA.Expte. 16.468“Agro Acopios Junín SA c/ AFIP s/ Acción de Amparo”.Juzgado Federal de Junín. PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN La Plata, 6 de octubre de 2011.R.S. 2 T f* AUTOS Y VISTOS: este expte. N° 16468/10, caratulado “Agro Acopios Junín SA c/ AFIP s/ Acción de Amparo”, que proviene del Juzgado Federal de Primera Poder Judicial de la Nación Instancia de Junín. Y CONSIDERANDO: LA JUEZA CALITRI DIJO: I. Antecedentes del caso: I. 1. Llega este expediente a la Alzada en virtud del recurso interpuesto por la Administración Federal de Ingresos Públicos –AFIP- a fs. 208/241 contra la resolución de primera instancia de fs. 172/175 que dispuso hacer lugar a la medida cautelar y ordenó la suspensión del acto cuestionado y la reinscripción del actor en el Registro Fiscal de Operadores en la Compraventa de Granos y Legumbres Secas y hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo planteada. I. 2. Es menester destacar que el Sr. Miguel Ángel Armendáriz en su carácter de apoderado de Agro Acopios Junín SA con el patrocinio letrado de la Dra. Natalia Rodríguez promovió acción de amparo contra la Administración Federal de Ingresos Públicos. Asimismo solicitó el dictado de una medida cautelar innovativa que dispusiera la reincorporación de su representada al Registro Fiscal de Operadores en la Compraventa de Granos y Legumbres, hasta tanto se dictara resolución definitiva. I. 3. El juez de primera instancia concedió la medida cautelar solicitada porque estimó que existía verosimilitud en el derecho y peligro en la demora. Frente a ello, el apoderado de la Administración Federal de Ingresos Públicos dedujo recurso de apelación. A través de este remedio criticó que el a quo interpretara que se encontraban configurados los requisitos para otorgar una medida cautelar. II. Tratamiento de los agravios: II. 1. Entrando a analizar los agravios planteados, conviene recordar que la procedencia de medidas precautorias requiere la verificación de los presupuestos de verosimilitud del derecho invocado y de peligro en la demora, tal como lo determina el art.230 del CPCC., elementos a tener en cuenta para su dictado juntamente con la contracautela, normada en el art.199 del código de rito y, además, considerar que ellas tienen su justificación cuando resultan necesarias para mantener la igualdad de las partes y evitar que se convierta en ilusoria, abstracta o insubstancial la sentencia final del pleito. En este sentido la Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró que la finalidad del proceso cautelar consiste en asegurar la eficacia práctica de la sentencia que debe recaer en un juicio. La fundabilidad de la pretensión que constituye su objeto no depende de un conocimiento exhaustivo y profundo de la materia controvertida en el proceso principal, sino de un análisis de una probabilidad acerca de la existencia del derecho discutido (Fallos: 314:713). Tiene dicho, asimismo, en fallos: 306:2060 y recientemente en “Petrolera Ente Lomas SA c/ Provincia de Neuquén” 05/06/2007; “Capex SA c/ Provincia de Neuquén” DJ 08/08/2007, 1054: “...que como resulta de la naturaleza de las medidas cautelares, ellas no exigen de los magistrados el examen de la certeza sobre la existencia del derecho pretendido, sino sólo de su verosimilitud. Es más, el juicio de verdad en esta materia se encuentra en oposición a la finalidad del instituto cautelar, que no es otra que atender a aquello que no excede del marco de lo hipotético, dentro del cual, asimismo, agota su virtualidad...” En este contexto, cabe tener presente que la jurisprudencia y la doctrina han sostenido que los requisitos antes analizados se encuentran de tal modo relacionados que a mayor verosimilitud del derecho, cabe no ser tan exigente en la apreciación del peligro de daño y -viceversa- cuando existe el riesgo de un daño extremo e irreparable, el rigor del “fumus” se puede atenuar. (Conf. CNCAFed., Sala II, in re “Pesquera del Atlántico S.A. c/ B.C.R.A.” del 14-10-83, in re “Toma, Roberto Jorge c/ Comisión Nacional de Energía Atómica s/ medida cautelar (autónoma)”, del 21-12-00; Sala III, in re “Gibaut Hermanos”, del 18-8-82; “Herrera de Noble y otros c/Comfer”, del 8-9-83, entre muchos otros; Sala IV, in re “Arte Radiotelevisivo Argentino S.A. c/ Fondo Nacional de las Artes”, del 16-4-98). II. 2. Asimismo, cabe señalar que el máximo Tribunal ha establecido que las medidas cautelares no proceden respecto de actos de los poderes públicos, dado la presunción de validez que ostentan, sin embargo, dicho principio cede cuando se los impugna sobre bases prima facie verosímiles (conf Fallos: 310:11441 y 1928; 316:2855 y 2860; 317:243 y 581: 320:2567 y 1093; 332:1280 entre otros). II. 3. Por ello, y sin entrar a analizar si el proceder del órgano recaudador ha sido ilegal y arbitrario y su adecuación a los preceptos constitucionales y normas legales vigentes, lo que cabrá efectuar en el momento de pronunciarse el Tribunal sobre la decisión definitiva, la situación en que se halla la parte actora, que emerge de los elementos obrantes en autos, permite establecer que efectivamente existe un riesgo en la demora, con probabilidad de tornar ilusorios los derechos invocados en la demanda, entre ellos, el derecho de defensa y al debido proceso (art. 18 CN) y de Poder Judicial de la Nación comerciar y ejercer toda industria lícita (art. 14 CN) En efecto, la denegación de la medida objeto de autos, implicaría la posibilidad de poner en peligro el funcionamiento de la empresa, con el consecuente perjuicio que ello generaría a los trabajadores y sus familias. En virtud de lo expuesto estimo corresponde confirmar la resolución apelada. Se posterga el pronunciamiento de costas hasta la oportunidad de sentenciar. Así lo voto. EL JUEZ SCHIFFRIN DIJO: Adhiero a la solución expuesta por mi distinguida colega preopinante, excepto en lo que se refiere a la presunción de validez de la cual gozarían los actos administrativos. EL JUEZ ÁLVAREZ DIJO: Que adhiere al voto de la Jueza Calitri. Por ello, SE RESUELVE: confirmar la resolución apelada. Se posterga el pronunciamiento de costas hasta la oportunidad de sentenciar. Regístrese, notifíquese y devuélvase. Fdo: Jueces Sala III Leopoldo Héctor Schiffrin – César Álvarez – Olga Calitri.