www.derecho.unam.mx RESEGAS BIBLIOGRAFICAS 399 La monografía quc hoy nuj ocupa versa sobre la posición ~atrirnoriialde la mujer casada en sus diversas circunstancias, pretendiendo con esta obra llenar u n a laguna en los tud dios refereiitn al derecho familiar romano. SegUn e1 mismo autor expresa, no se trata de una niieva monografia sobre la dote, materia cxhaustivanicnte tratada por destacadi>s romanistas, iii tampoco dc una exposición sistrinática y completa del régimen patrimonial entre cóiiyuga, sino de un estiidio que prctexi<lercutiir las distiiitas normas aplicables a la especial situacinn de la uxor eii la familia, comprendiendo los prinupios que regulan su disposición patrimonial durante el matriiiionio y los qiie deteriiiiniari el destino de los bienes a la disolución del vinculo conyugal. La obra se encuentra dividida cn sicte capitulas q u e s i i ~ e nal autor para arializar direnas institiicioiics juridicas referidas a la situación patrimonial de la mujcr, p r e r c ~ diila por una pi=enta"úri, a manera rlc prólogo, de I:diiardo Vulterra actualmente profaor dc Derecho Roniano de la lTnivcrsidad <le Roma. El primer capitiilo lo dedica al estudio de la iiistitución del prctilio no 6 1 0 <le la mujer casada, sino taiiibitii de la niiijer nlieni itzris sometida a la potestad de sii padre. teriieiiilo en cuenta qiie la situación <le la uxcir in i>zo,iu y su capacidad patrimonial limitada al disfiiitc y administraci6n de u n peculio iius llcva a tratar nrc=ariameiite el peciilio de la hija de faniilia, particn<lo de la idea, repeti<lame8ite enunciada por Gayo, <le quc la mujer in ninnu se encuentra loco filinc con respccto a su marido p a t r r fnnzilins. Arializa la situación de la filio en la familia, su mpaci<lad negucial y procesal y el régimen ron rmpecto a su peciilio a trarbs de las diversas etapas hist6ricas hasta llegar al derccho jiistinianeo cn que se produce la equiparaciún de los sexos al respccto con la crearióti de u n peculio qunri rutrrizre laml>ikn para las hijas, con facultades de disposicióii que en cl Derecho Clásico eran privativas del hijo varón. Estiidia tamhién la situación dc la hija casada sin- monu y que, por consiguiente. continiia bajo la potorad de su padre, para linalizai- el capitulo reFiri6ndose a la situación de la mujer in manu considerando que, al encontrarse asimilada a la hija dc familia, debió ser titular de un patrimonio propio referido ~ p e c i a l m c n t ea aquel pcculio ordinario constituido, por bienes de uso personal y bienes familiar= que el marido ponía a su disposicióni o encomciidaba a sii ciiidado. La falta <Ir referencias directas a este peculio pueden debelsc, nos dicc el autor, a la pronta desaparición de la cunventio in rnanus. El segunrlo capitulo lo dedica al complejo esriidio de los bienes extra<lotal= o aquellos propios de 12 inujcr, iio coilstituidos en dote. que a través de las distiiitas regulacioiies hist6ricas w les asigna u n significado propio en conformidad con sri particular estructura y con la función social que desempeiian. Debido a la gran transformaci6n que .se produce en ellas a lo largo de las distintas rlapas del Dcrecho Romano. el autor considera más adecuado aiialirarlas partiendo de sii etapa final m i s rica e n fiicntes para desembocar en el regimen cl6sico. Inicia, por consiguiente, su a t u ~ dio en el concepto helénico de los bienes parafernales para estudiar despuks el sistema seguido en el Derecho Justinianm culminando con i l estuclio de los mismos en el periodo clásico. En este capitulo cl autor, despues de un estudio e interpretación detallado sobre las fuentes nos ofrece Iiir en tan confusa materia. El tercer capitulo dedicado a los derecha de la mujer sobre la dote resulta de extraordinario interk pues el autor, tomando como basc la mmplejidad de la misma y considerándola como el ente patrimonial de mayor importancia en el régimen dc relaciones entre cónyuges (ra7.6" por la cual h a sido materia muy discutida desde los glosadores hasta la fecha actual), llega a la conclusión de que es peligroso dejarse llevar por el deseo de rcducir a esquemas y reglas toda una variada osuistica y una cxtrnsa evolución hist6rica. Por esta raz6n analiza la institua6n con base a las concepciones sociales imperantes en cada epoca y atendiendo a la finalidad eminentemente práctica alejada d e abstracciones, propia de los jurismnsultos romanos. La dote sigue una evoluci6n hist6rica paralela a la de la domus y se configura de acuerdo con la estructura de la primitiva familia agnaticis, dejando supervivencias de la misma en cl régimen clásico que contrastan m n los nuevos principios que intmducen los jurisconsultos. Nace con independencia juridica cuando en la sociedad romana se difunde el @a<ielegaturn dotis y se desarrolla cuando por la difusi6n del matrimonio libre y la frecuencia de los divorcios, desligándose los lams de la familia agnaticia, el derecho siente la necesidad de una precisa regulaci6n de la rcstituci6n de la dote. En el momento en que la mujer es protegida mediante el ejercicio de la actio rei uxoriae nace su derecho a una nitidad patrimonial calificada a m o de ella. El Derecho Clásico regula las relaciones patrimoniales entre c6nyuges inspirdndose principalmente en el favor dolis. La dote se declara de interhs público y las principios qiie la regulan, considerándose superiores a los intereses de los particulares, se reputan de aplicaci6n general prohihiendose los pactos contrarios a ellos. Por Último lo que los jurisconsultos clásicos hicieron en beneficio de la mujer y sobre todo del matrimonio luchando con los rigidos principios del primitivo ius civile y con la organización de la familia agnaticia, Justiniano lo completa y culmina inspirándose en la humanitas y e n el favor mulieris que caracteriza su legislaci6n y que le valiera al emperador el titulo de legisla tu^. uxorius. En esta nueva regulaci6n dotal se establecen las bases para una concepci6n unitaria en la disposici6n y en el destino de los bienes del matrimonio. El cuarto capitulo lo dedica el autor a las donaciones entre cónyuges o mejor dicho a l análisis d e la tan d i s ~ t i d aprohibici6n de efectuar las mismas. Desde el Derecho Clásim hasta el justinianeo impera la onerosidad e n las relaciones patrimoniales d e los esposos y todo el regimen clásico de l a bienes aportados al matrimonio, está inspirado en la excluU6n de cualquier liberalidad que pueda resultar perjudicial para alguno de ellos. Las caracteristicas propias del r6gim.cn matrimonial primitivo exduian de por si las donaciones entre c6nyuges sin necesidad de una legislaci6n especifica al respecto. La explicita prohibici6n se hizo necesaria ando la compci6n de las costumbres iniciada a partir de las guerras púnicas y el desmedido afán de lucro y riqueza impuso la necesidad de frenar el enriquecimiento de un cónyuge en perjuicio del otro, que con el aumento d e divorcia resultaba engorroso y peligroso en una &poca en que se consideraba de interks público la salvaguarda de la dote y se tendia a la separaci6n d e los patrimonios de los cónyuges. Termina este capitulo 0x1un estudio casuistico sobre la donatio mortis causa, donatio propter nuptias, donaciones de la madre a su hija casada y sobre una serie de supuestos que los juristas excluyen d e la prohibici6n. sea porque se trata de actos normales de administraci6n dombstica, sea por la naturalera del objeto donado, por ejemplo regalos y presentes que los c6nyuges intercambian en fiestas y solemnidades. Un aspecto muy importante en la capacidad patrimonial de la mujer casada es el de sus d e r ~ h o sucesorios s con respecto a los bienes de la familia del marido, a los cuales dedica el autor el quinto capitulo siguiendo esa afortunada hilaci6n hist6rica que caracterizan los anteriores. Desde la Cpoca anligua, costumbres y prkticas sociales hicieron que el marido, para asegurar a su viuda uiia vida digria, dispusicre a su favor. en el testamento, d e todw aquellos bienes que, habiendole dejado para su uso o administraci6n durante el matrimonio, quería que siguiesen siendo disfrutados por ella. Este medio de atender